Tres eran tres 40
A la entrega número cuarenta de Tres eran tres y primera de este año 2025, escrita, como se ve en las imágenes (que podría cambiar, pero no quiero), en plenas fiestas navideñas, traigo tres novelas tan distintas como interesantes. La primera es un policíaco tradicional de la mano de Pere Cervantes y es la primera entrega de las dos que tiene sobre María Médem, una policía nacional. La segunda y la única que no es española, trata de un asesinato en un vagón de literas en el tren de Marsella a París, está escrita en 1963 y ambientada por la misma época. La tercera, es una historia coral con muchísimos personajes, una crisis que sobrevuela y dos asesinos en serie, uno del pasado reciente y otro del presente.
"No nos dejan ser niños". Pere Cervantes.
Esta es la primera entrega de la bilogía, de momento, protagonizada por María Médem. Cuando empieza la historia, María Médem se acaba de incorporar a la comisaría de Ciudadela, en Menorca, tras su baja por maternidad. Lo ha hecho en calidad de agente asignada a la sección de denuncias, un trabajo rutinario de oficina, al que la condena el machismo imperante «La baja maternal no sienta bien en esta empresa, así que decidieron reubicarme en la oficina de denuncias. No me quejo».
Pero María no siempre ha sido una simple agente. En el pasado formó parte del grupo de Homicidios en la policía judicial de Barcelona. Ahora, un caso demasiado violento para la tranquila isla, la va a poner de nuevo en situación de investigar y de incorporarse a lo que de verdad le gusta y para lo que está preparada.
Un asesino está matando sexagenarias a las que coloca en posición de ahorcamiento. En los domicilios en los que se encuentran hay un olor a algo mentolado, una música en el ordenador que suena de forma machacona reproduciendo la canción de Raphael No nos dejan ser niños y el olor a lejía de una limpieza a fondo de la vivienda. El primer caso pasa por suicidio, pero el resto ponen de manifiesto un asesino en serie.
Para ayudar en un caso que sobrepasa las habilidades de la policía en la isla, llega Roberto Rial, responsable de la unidad de Homicidios de la central en Madrid, antiguo jefe, y algo más, de María cuando esta trabajaba en Barcelona. Será Roberto quien exija que María trabaje con él en la investigación del caso.
Pero la vida de María tiene más preocupaciones que los asesinatos de mujeres y su encuentro con Roberto Rial. Tiene un hijo de meses al que tiene que dejar con vecinas y canguros para poder cumplir con su trabajo. Su marido, Bruno, pasa dos semanas al mes en Shanghái «Esa había sido la imposición laboral que decidió su empresa en el nombre de la crisis». Aunque, como comprobará el lector, hay otras imposiciones que le obligan a tal estancia la mitad de su vida. María ve que su matrimonio ha perdido la chispa, apagada entre la atención que le requiere la maternidad y las prolongadas ausencias de Bruno. Por si fuera poco, su suegra ha decidido irse a vivir con ella para cuidar de su nieto mientras María trabaja. Aunque María está dispuesta a alejar a su hijo todo lo posible de la abuela.
Entre las andanzas de María en Menorca mientras el asesino sigue con su matanza de mujeres; las de Bruno en Shanghái dedicado a asuntos que poco tiene que ver con su trabajo, y las del asesino, al que iremos conociendo en cursiva, en capítulos insertados entre el resto de la historia, la novela se convierte en un juego de luces y sombras, un guiño entre la sospecha y la incertidumbre, sospecha terrible que compartimos con María desde el principio e incertidumbre de pensar que no puede ser. ¿Será?
Otra magnífica novela de Pere Cervantes, un thriller policíaco en el que, a diferencia de sus últimas obras, la Historia con mayúsculas no está presente.
Título del libro: No nos dejan ser niños
Autor: Pere Cervantes
Nacionalidad: España
Nacionalidad: España
Editorial: Ediciones B
Año de publicación: 2014
Año de publicación original: 2014
Nº de páginas: 304
"El tren de la muerte". Sébastien Japrisot.
El tren parado y ya vacío en la estación de Lyon de París, procedía de Marsella. El hombre encargado de revisar los vagones, solía encontrar pañuelos, abrigos, paraguas... pero en esta ocasión encontró un cadáver. «La mujer estaba atravesada sobre la litera inferior derecha, con las piernas curiosamente dobladas por encima del borde, los pies invisibles bajo la banqueta y un brillo de día en sus ojos abiertos».
Se encarga de la investigación el inspector Grazziano. «El hombre que vestía chaleco de punto y pantalón de pijama —Antoine Pierre Émile Grazziano, llamado Grazzi— pensó que el jefe debía de tener razón, que una chica tan guapa solo podía ser la víctima de un crimen pasional».
El compartimento tenía seis literas y los cinco pasajeros restantes se convierten rápidamente en sospechosos, aunque, como el lector descubrirá muy pronto, también en víctimas. La novela consta de ocho capítulos. Los seis centrales tienen el título del número de la litera del personaje en el que mayoritariamente se centra el capítulo. El primero y el último se titulan respectivamente, Así empieza la cosa y Así termina la cosa.
La investigación se va complicando, los muertos se amontonan, los pasajeros del tren dejan historias y personajes inolvidables. Sébastien Japrisot vuelve a cautivarme con la tercera novela suya que leo. Tras Largo domingo de noviazgo (1991) y Trampa para Cenicienta (1963). Con ser la historia más tradicional de las tres, un policial que empieza con un asesinato que se irá investigando a lo largo de la novela, para estar escrita en 1962 se aparta bastante de la narración policial al uso en aquellos momentos.
Con saltos en el tiempo y en el personaje hacia el que el narrador en tercera persona dirige su foco, la novela es muy dinámica y ofrece distintos y muy variados puntos de vista y un final que nos pilla por sorpresa por el giro totalmente inesperado. A pesar de haber leído tan solo tres novelas del autor, he de decir que siempre me sorprende y que su forma de desarrollar las tramas y construir a los personajes es original, y más teniendo en cuenta el momento en el que están escritas.
Título del libro: El tren de la muerte
Autor: Sébastien Japrisot
Nacionalidad: Francia
Título original: Compartiment tueurs
Nacionalidad: Francia
Título original: Compartiment tueurs
Traducción: Francisco Javier Gispert Trías
Editorial: Bruguera
Año de publicación: 1981
Año de publicación original: 1963
Nº de páginas: 80
"Tú no eres Sherlock Holmes". David Llorente
Las novelas de David Llorente son siempre inquietantes. A medio camino entre la realidad y la distopía, entre lo verosímil y lo disparatado, nos introduce en mundos y situaciones incómodas. Y siempre con algún detalle negro/policial que, sin ser lo más importante, contribuye a mantenernos atrapados. Tú no eres Sherlock Holmes es una novela ambientada en los momentos más duros de la crisis, en Praga, a donde se supone que llegan los emigrantes españoles que huyen de dicha crisis, una crisis que no se reconoce por parte de los políticos que deciden darle el eufemístico nombre de glándula. Durante una buena parte de un libro que casi carece de puntos y aparte, la narración se ve interrumpida por la palabra de marras: GLÁNDULA seguida de alguna referencia a la crisis para, sin solución de continuidad seguir con el relato de los hechos.
«GLÁNDULA: 15 de mayo de 2011, manifestación en Madrid contra la crisis, el índice de paro juvenil alcanza el 50 %. Tú no es que no seas Sherlock Holmes, es que no llegas a ser ni el doctor Watson, que al menos puede presumir de haber sido herido en un brazo y de haber superado una enfermedad como el tifus, tú no eres más que carne de domingo por la tarde, carne de partida de dominó y carne de noticiero meteorológico».
La novela está narrada en tercera persona por un narrador omnisciente que va siguiendo la pista de todos los personajes, muchos, que aparecen en la historia. Tan solo emplea la segunda persona para dirigirse a Ubaldo Contador, un psicólogo de la Policía Nacional que viaja a Praga para investigar el caso de un asesino en serie, el Mutilador de Praga, que recuerda a otro que actuó en Madrid entre 1991 y 2004, concretamente en Carabanchel, y que Ubaldo investigó, el Asesino de la Moneda. En colaboración con Ubaldo trabajará Janka Kopecká, de la policía checa.
Pero más allá de la investigación de los crímenes del Mutilador de Praga, la novela está llena de personajes, los que vienen de España huyendo de la terrible crisis
«Los españoles están huyendo de la tristeza, los españoles están huyendo del oprobio, los españoles están huyendo de la velocidad con la que el calendario va pasando las hojas, los españoles están huyendo de la desmoralización y de la claudicación y del adocenamiento, las tres peores enfermedades del alma [...] Los españoles van llegando a Praga al tiempo que los praguenses se van suicidando y los suicidios, en algunos casos, son una huida y la llegada a Praga, en otros casos, es un suicidio».
Y esos españoles que llegan huyendo de la crisis se mezclan con los diplomáticos que viven alrededor de la embajada gastando sin tino una gran parte del dinero público, mientras prohíben hablar de una crisis que siguen empeñados en negar.
Una magnífica novela que he leído atrapada contra todo pronóstico, y digo contra todo pronóstico porque Tú no eres Sherlock Holmes tiene cerca de quinientas páginas, muy densas por cuanto carece en su mayor parte, como ya he mencionado, de puntos y aparte; en la que se salta de las peripecias de un personaje a las de otro sin dar tregua, pero en la que el autor se ha preocupado de dejar muy claro en cada momento de qué o de quién se habla.
De David Llorente había leído Madrid frontera (Premio Dashiell Hammet en 2017), que me gustó mucho. Tiempo después intenté leer Europa, pero la abandoné porque me resultó excesivamente distópica para mi gusto, aunque creo que le daré otra oportunidad porque pienso que probablemente abordé su lectura en un momento que no era el más adecuado.
Termino con una cita (de las muchísimas que tengo resaltadas en el libro) que muestra que David Llorente es, ante todo, un escritor social, de los que en todas sus obras intentan dejar constancia de las miserias que asolan al ser humano, de las preocupaciones que le aterran y de esa actitud, no sé si ingenua o ilusionada, de el que no se consuela es porque no quiere:
«Todos los españoles que aterrizan en el aeropuerto de Praga vienen huyendo de algo, los hay que huyen del aburrimiento, los hay que huyen de la claudicación, incluso los hay que huyen de un amor que no salió como esperaban, pero lo más habitual es que huyan de la miseria y de la desesperación, esas dos grandes orejas de lobo. ¿Yo también huyo? Sí. ¿De qué? Pues si no lo sabes tú. Los españoles que escapan de la crisis (esa crisis que los diplomáticos [impelidos por un comunicado del Ministerio del Interior] dicen que no existe) todavía piensan que hay gente que está peor que ellos, los hay que reciben la atención de cuidados paliativos, los hay que muerden la punta del bolígrafo mientras redactan la nota de suicidio, los hay que acompañan a su nieto al primer ciclo de la quimioterapia».
¡Hola!
ResponderEliminarEl de Pere Cervantes me hace ojitos... ¡me lo llevo apuntado! La escena del crimen me llama mucho la atención. ¡Muchas gracias por las tres reseñas! Menudo trabajazo.
Nos vemos entre páginas
La vida de mi silencio
Espero que te guste si finalmente te animas. Pere Cervantes es un autor que me gusta mucho. Las tres novelas merecen la pena.
EliminarUn beso.
¡Hola, Rosa! Desde que visité Francia, he querido leer más libros ambientados en ese maravilloso país, por lo que esta vez, me quedo con El tren de la muerte. Además, me encantan esos saltos en el tiempo y que el final nos sorprenda mucho. ¡Nos leemos!
ResponderEliminarSébastien Japrisot fue un autor muy original y muy interesante. Solo he leído tres novelas suyas, pero las tres me han encantado. Es muy recomendable.
EliminarUn beso.
¡Hola Rosa!
ResponderEliminarMe llaman la atención la primera y la tercera (la segunda, quizás por esa cubierta que me recuerda a los libros que tenía mi madre por casa antiguos) pues no tanto, por más que la trama sí me resulte atractiva, asesinatos en un tren, me ha traído a la mente a Agatha Christie
Sé que Pere Cervantes es muy bueno en cuanto a novela policiaca, siempre tengo en mente leerle, pero no sé que me pasa que últimamente caigo en otro tipo de novelas que me llaman más la atención (tengo bastante olvidado al género, pero es de mis preferidos y sé que ahí está para momentos de crisis o apetencias específicas). Además con tema maternidad de por medio y una mujer que antes trabajaba resolviendo homicidios y ahora es una simple agente, me pregunto qué habrá pasado para tal cambio
La de David Llorente también me llama la atención (eso de que sus novelas siempre son "inquietantes") y que haya un mutilador en Praga, ciudad que conozco, pues hace que lo tenga en cuenta para un futuro. Por cierto que las distopias me gustan, ya lo sabes, igual hasta la de Europa me iba bien
En fin, que como siempre, nos traes propuestas interesantes
Un beso.
Pues fíjate que a mí la cubierta de El tren de la muerte me encanta. Es como muy vintage, muy años sesenta que es cuando se escribió el libro. De hecho, en la librería de mi padre hay varios libros de esa colección. Y sí, a mí también me recordó a Agatha Christie y su Asesinato en el Orient Express.
EliminarPere Cervantes tiene esta serie de dos novelas que es policíaca, pero sus novelas más recientes son más negras y están ambientadas en momentos históricos y lugares muy emblemáticos en la historia reciente de Europa.
David Llorente es un autor complicado, pero muy bueno. Este libro requiere su esfuerzo, pero como te pille, te pilla de verdad.
Si te animas con alguno, ya nos contarás.
Un beso.
Hola.
ResponderEliminarQué tres tentaciones, jajaja. La de Pérez Cervantes la buscaré sin falta.
Feliz día.
Cualquiera de las tres es una opción buena. Pere Cervantes te gustará. con esta o con cualquiera de sus novelas.
EliminarUn beso.
Buenos días, Rosa.
ResponderEliminarEn esta ocasión, me quedo con El tren de la muerte. No sólo porque me ha interesado lo que cuentas sobre esta novela, sino porque me viene bien para una de las etapas de mi viaje literario. A ver si tengo suerte y la encuentro. Muchas gracias por dármela a conocer.
Un abrazo.
Sí, cuando leí tus condiciones para la vuelta al mundo de este año, me acordé de esta novela. París, tren, policíaco. Lo tiene todo. Ojalá te guste. Japrisot es un autor que me encanta. Muy original y con propuestas muy variadas. Al menos las tres novelas que le he leído.
EliminarUn beso.
¡Hola, Rosa!
ResponderEliminarNo he leído ninguno de los tres autores, muy buenas sugerencias, me llama bastante la atención "Tu no eres Sherlock Holmes", a pesar de la cantidad de personajes que mencionas y de páginas del libro.
La trama promete y también su ambientación, tomo nota, a ver si me animo con el autor.
Un beso.
Es de las tres la novela más compleja, como digo en le entrada, pero la verdad es que una vez le coges el truco la lees con sumo interés. Es muy crítica con los momentos de la crisis, pero también con muchos aspectos de la actualidad, o aspectos de esos que siempre están de actualidad. Ojalá te guste tanto como a mí.
EliminarUn beso.
Las dos primeras me ataran mucho más que la tercera, aunque haber dejado la novela de David Llorente en un aparte es más por su extensión y estilo narrativo que por otra cosa. Yo lo siento, pero desde hacer algun tiempo me he vuelto muy impaciente cuando leo una novela y se me atragantan las que ocupan, para mí, demasiado espacio, a menos que sea imprescindible y no haya mucha paja, pues pienso que lo mismo puede contarse de un modo más breve. Sé que es una manía tonta, pero cuando veo un libro con más de quinientas páginas, me echa para atrás. Aunque hay excepciones a esta regla tan personal, je, je.
ResponderEliminarDe Pere Cervantes recuerdo haber leído El chico de las bobinas, y me gustó mucho, y diría que alguna más que ahora no recuerdo. De hecho, la descripción que has hecho de la trama de No nos dejan ser niños, al principio me ha resulado muy familiar, incluso he pensado que la había visto en una película, pero a medida que has ido avanzando en la sinopsis he visto de no. Seguramente sea por el parecido con alguna otra historia que he leído, pues muchas novelas del género negro y de suspense tienen puntos en común. Cada vez resulta más difícil ser cien por cien original.
Un beso.
A mí cuando las novelas me gustan no me importa que se alarguen más de la cuenta, pero claro, sin que se repitan las cosas. No me importa que se alarguen siempre y cuando no se vuelvan pesadas y reiterativas innecesariamente. No me ha pasado nada así con este libro de David Llorente. Es largo, pero es que hay muchos personajes, muchas historias que contar, mucha corrupción, mucha crisis, mucho de todo. Es cierto que el estilo narrativo no es para cualquiera. No hay puntos y aparte y se salta de un personaje a otro sin solución de continuidad como digo. También he de decir que igual en otro momento no la hubiera podido terminar, pero me pilló bien y la he disfrutado muchísimo.
EliminarDe Pere Cervantes te recomiendo cualquier libro. Si te gustó El chico de las bobinas, a mí aún me gustaron más (y esa me gustó) La espía de cristal y Me olvidé del cielo. No nos dejan ser niños es distinta a esas tres. Es un policíaco, mientras que las otras son más negras y se podría decir que son históricas.
Un beso.
Esta vez no podría elegir una sola. De hecho, las tres me parecen muy atractivas. Y bueno, felicidades por esa llegada a la edición número cuarenta de la sección.
ResponderEliminarBesos, Rosa.
Ya debería cambiar de sección o darle otro aire. Sin reseña, donde hacía lo mismo, pero con cinco libros, llegó a la entrega veintiséis. la cosa es que tres libros me parece perfecto para este tipo de entradas por lo que no veo necesidad de cambiar de momento. A ver a dónde llego.
EliminarTres novelas muy recomendables.
Un beso.
La primera la tengo pendiente desde hace mucho. A ver si me animo de una vez. La segunda no la conocía y pensaba que no me ibas a tentar, pero al final me has picado la curiosidad. La tercera la conocía, pero no termina de llamarme y ver que son tantas páginas y ese estilo tan peculiar me echa un poco para atrás. No creo que me anime.
ResponderEliminarBesotes!!!
Sí, la novela de David Llorente asusta un poco. Yo no tenía muy claro que la fuera a terminar, sobre todo después de lo que me pasó con Europa, pero en cuanto llevaba leídas unas pocas páginas ya me había enganchado.
EliminarLa de Pere Cervantes te la recomiendo. es más ligera que sus libros posteriores, pero está muy bien.
Respecto a Japrisot, creo que no es un autor muy conocido, pero es muy original, para la época en la que escribía y también para ahora mismo, lo que le da un valor añadido.
Un beso.
Tres propuestas estupendas, Rosa. La que más me llama la atención es "El tren de la muerte" por el autor (en su momento leí "Largo domingo de noviazgo" y me gustó mucho) y la ambientación de los crímenes en ese tren que remite inevitablemente a Agatha Christie. Un beso y gracias por las recomendaciones.
ResponderEliminarSi leíste Largo domingo de noviazgo ya sabes de la originalidad del autor. También fue lo primero que leí suyo, ya hace unos años y hasta este verano no había vuelto sobre él. Lo hice con Trampa para Cenicienta y me volvió a cautivar. Como me ha cautivado con este tren de la muerte.
EliminarUn beso.
Hola Rosa, No nos dejan ser niños fue mi primer (y único, por ahora) acercamiento a la narrativa de Pere Cervantes y me gustó mucho. A ver si vuelvo al autor. El tren de la muerte no lo conocía pero tengo varias novelas de esa colección, que aunque me parece incómoda de leer, tiene títulos interesantes. En cuanto a David Llorente solo he leído Kira, hace años. Me apunto tus dos últimas propuestas que me atrae lo que cuentas. Besos.
ResponderEliminarLas últimas novelas de Pere Cervantes son muy buenas y en ellas se lanza a momentos históricos que resultan sumamente atractivos de analizar.
EliminarLa colección Club del Misterio de Bruguera tiene en efecto un catálogo muy interesante y variado. Se ve viejuna, pero eso es lo que más me gusta de ella.
Kira es lo próximo que quiero leer de David Llorente porque veo que tiene personajes que salen en Tú no eres Shelock Holmes, como Ubaldo Contador que es uno de los principales.
Un beso.
Hola, Rosa.
ResponderEliminarPara la última no tengo suficientes neuronas a pleno rendimiento. No puedo con esas parrafadas por mucho que se puedan sacar buenas citas.
El primero tiene sus cosas interesantes pero que sea biología ya me parece un inconveniente. Este año he empezado el quintero del cardo de Shimazaki y no quiero más historias por entregas aunque sean casos distintos.
A mí me parece bien que a las embarazadas de policía y guardia civil les den trabajo de oficina, para evitar riesgos innecesarios en la calle. Pero no sabía que luego no les devolvían su puesto habitual.
El del tren me ha llamado la atención. La portada me parece preciosa. Y el caso tiene miga, puede ser una buena aventura.
Me lo llevo.
Besos
Me imagino que lo de darle a María Médem un puesto de oficina cuando vuelve tras la baja maternal es más bien cosa del machismo de su jefe que una práctica habitual, ja, ja.
EliminarEl tren de la muerte es una novela curiosa, bien planteada, muy bien escrita y que sorprende por muchos motivos, como todas las del autor por otra parte. A mí también me gusta mucho la portada aunque (o precisamente por ello) pueda parecer un tanto viejuna.
Un beso.
El que más me llama la atención es el tercero. No sé, parece una novela diferente (será por el punto distópico) y por las citas que has dejado creo que me podría gustar.
ResponderEliminarEl de Sébastien Japrisot me pica un poco en plan desenterrar tesoritos del pasado, jaja. Parece, además, que es un autor que ha llegado a ti para quedarse. En mi caso quizás me peguen más otros títulos del autor.
Besos
Creo que la novela de David Llorente puede gustarte mucho a pesar de su complejidad, o tal vez por esa complejidad como me sucedió a mí. Desde luego no es un escritor al uso. Sus propuestas son siempre originales y tiene una potencia narrativa muy especial.
EliminarEn cuanto a Japrisot, es también muy original sobre todo si tenemos en cuenta que sus escritos son del siglo XX y algunos como este o Trampa para Cenicienta, de los años sesenta. Puede que este último o Largo domingo de noviazgo sean más de tu gusto que El tren d ela muerte.
Un beso.
Rosa, de los tres me quedo con el primero porque no he leído nada del autor. Pero tengo que decirte que con el segundo me ha entrado un ataque de nostalgia brutal. No tengo ninguna de esas ediciones pero, sin duda, ha sido como dar un salto en el tiempo, jejejeje. En fin, que tomo nota del primero, como te digo. Besos
ResponderEliminarLa colección Club del Misterio de Bruguera es preciosa y capaz de estimular la nostalgia de cualquiera. En mi casa había varios comprados por mí o por mi padre. Fue donde vi por primera vez a John Le Carré, aunque el primer libro suyo que leí fue de otra editorial.
EliminarTe recomiendo mucho a Pere Cervantes, sobre todo alguna de sus tres últimas novelas. Son fantásticas. Esta de María Médem es policíaca, pero esas tres últimas son bastante negras y con mucha historia reciente.
Un beso.