"Lo que el viento se llevó" Víctor Fleming

Para esta edición de El tintero de oro dedicada a "Lo que el viento se llevó", colaboro con una reseña de la película, una de mis tres favoritas de todos los tiempos, puede que la primera.

"Lo que el viento se llevó" fue una película muy problemática desde el principio a pesar de que su posible adaptación ya se estaba discutiendo antes de que se publicara la novela de igual título de Margaret Mitchell. La novela se publicó en 1936 y ese mismo año ya se compraron los derechos para su adaptación por parte de David O. Selznik. Si no se empezó a rodar hasta dos años después fue por el empeño de Selznik en contar con Clark Gable en el papel de Reth Buttler, cosa que tuvo difícil por estar el actor contratado por la Metro. 

Tampoco el papel de Escarlata estuvo claro desde el principio. Una de las que primero quiso el papel fue Katherine Hepburn, pero no lo consiguió a pesar de su amistad con Cukor. Mira que me gusta esta actriz que puede que sea mi favorita entre todas las clásicas, pero a Dios pongo por testigo de que no la veo en el papel. No veo a nadie en el papel de Escarlata más que a Vivien Leigh. Selznik quería una actriz poco conocida y la consiguió en Inglaterra.

También hubo problemas con los directores, que fueron hasta tres, aunque finalmente la terminara y la firmara Victor Fleming. La empezó George Cukor que fue quien se había encargado de todos los previos durante los dos años que se tardó entre la compra de los derechos y el inicio del rodaje. A menos de un mes de empezar el rodaje, Cukor fue despedido por diferencias de criterio acerca de la película con Selznik y por falta de entendimiento con Gable. Lo sustituyó Victor Fleming pero el estado de agotamiento a que estaba sometido el director hizo que tuviera que retirarse durante unas semanas en que fue sustituido por Sam Wood. Volvió para terminar la película en la que hay también escenas de las rodadas por Cukor que Selznik quiso mantener.

Sidney Howard hizo un guión portentoso al ser capaz de reducir las más de mil páginas de la novela a un metraje extenso, pero aceptable, de casi cuatro horas (238 minutos). Para ello suprimió personajes y escenas, pero con tan ingeniosos diálogos, tan emocionantes discursos, tan chispeante humor, tan divertidas escenas... que consiguió que la película casi eclipsara a la novela y que hoy en día siga siendo más famosa aquella que esta. Cuando leí la novela, años después de ver la película por primera vez, no podía creer que Escarlata hubiera tenido dos hijos más, uno con cada marido. Juro que por un momento pensé que la novela estaba mal, alguien se había equivocado. 

Sidney Howard murió poco antes de estrenarse la película y recibió el Oscar a título póstumo. El único nombre que aparece en los créditos de la película como guionista es el suyo, pero otras personas habían colaborado con él, entre ellas y de forma notable, el propio Selznik.

Lo primero que se rodó de la película fue el espectacular incendio de Atlanta para el que se construyeron falsas fachadas y por detrás se quemaron escenarios de otras películas que ya estaban obsoletos y molestando, entre ellos, el más famoso, el que se desploma al paso de la carreta, procedía de la película "King Kong" de 1933. 

La fotografía, la luz y los encuadres son impresionantes. No soy yo experta en tales artes, pero solo hay que ver algunas escenas para quedarnos maravillados ante esos árboles que aparecen poco a poco a medida que el plano se abre y que lo definen por entero, esos ocasos con nubes de todos los colores cuando aún abundaba el cine en blanco y negro mucho más que el de color.

"Lo que el viento se llevó" es la historia de un mundo que desaparece como si se lo hubiera llevado el viento y de unos personajes que sobreviven como pueden entre sus cenizas. Propietarios de grandes plantaciones que se creen con derecho a vivir a su manera sin darse cuenta de que esa manera ya empieza a formar parte del pasado. Caballeros del Sur que se creen mejores que la gentuza yanqui y que se sienten con derecho a tener esclavos con o sin permiso del Norte. Tan solo Ashley Wilkes es capaz de admitir que "las mayores miserias del mundo las traen las guerras y cuando las guerras terminan nunca sabe nadie lo que las motivó". Por su parte Reth Buttler que conoce el Norte, opina que "es difícil que una guerra pueda ganarse con palabras [...] en todo el Sur no hay ni una sola fábrica de cañones" y cuando le preguntan qué importancia puede tener eso para un caballero, así de ingenuos se muestran los sureños en el mismo día en que está a punto de declararse la guerra, contesta con ironía "me temo que pueda tener mucha importancia para muchos caballeros [...] los yanquis están mejor equipados que nosotros, tiene fábricas, minas de carbón, [...] nosotros solo tenemos algodón, esclavos y arrogancia".

Un mundo que se nos pinta como idílico y que ha recibido críticas por la idílica vida que supone a los esclavos. Y, no obstante, también en la película se critica la arrogancia y el modo de vida del Sur, y el propio Ashley admite que pensaba liberar a todos sus esclavos al heredar la plantación. La actriz que interpreta a Mammy fue la primera persona negra que ganó un Oscar, aunque en la ceremonia de entrega tuviera que sentarse aparte del resto de los nominados. Era 1937.

Escarlata es una superviviente en el más amplio sentido del término. No tiene escrúpulos, pero sí mucha voluntad y un sentido del honor, aunque se burle de él, genuinamente sureño. Su evolución a lo largo de la película es asombrosa, pasando de ser una niña mimada a mujer capaz de trabajar hasta la extenuación para mantener a su familia y de sacrificarlo todo para no perder Tara. Si nunca tuvo muchos escrúpulos, los pierde todos cuando se ve escarbando la tierra y  llevándose a la boca un tubérculo con la ansiedad que da el hambre "a Dios pongo por testigo, a Dios pongo por testigo de que no lograrán aplastarme. Viviré por encima de todo esto y cuando haya terminado nunca volveré a saber lo que es hambre. No, ni yo ni ninguno de los míos, aunque tenga que estafar, que ser ladrona o asesinar. A Dios pongo por testigo de que jamás volveré a pasar hambre". Toda la vida se ha creído enamorada de Ashley, pero quien realmente la ha cautivado, aunque tarde toda una vida en darse cuenta, es Reth Buttler. Nada la aflige ni la preocupa más allá de unos instantes porque todo se puede pensar mañana y mañana será otro día.

             

Reth es el único que desde el principio sabe lo que quiere. Y lo que quiere, aparentemente, o de eso presume, es ganar dinero. Reth es un cínico que no cree en nada más que en sí mismo. Él es su propia causa. Repudiado por la buena sociedad del Sur, se convierte en un héroe para la misma cuando en plena guerra burla el bloqueo y les hace llegar mercancías que de otro modo nunca tendrían. Lo que no saben es que lo hace solo por propio interés. Solo al final de la Guerra, decide unirse al ejército del Sur para ayudarlos a dar la última batalla "tal vez porque siempre he sentido debilidad por las causas perdidas cuando realmente lo están". Y lo que quiere también es a Escarlata desde que la vio en Los doce robles, la plantación de los Wilkes, en el baile. Tendrá que perseguirla a lo largo de una guerra y dos matrimonios. La conseguirá, pero nunca la oirá decir las palabras que le dijo a Ashley hasta que no es ya demasiado tarde. 

Ashley Wilkes es el paradigma del hombre honrado y del honor. Enamorado de Escarlata sabe que no sería feliz con ella, son demasiado distintos. Se promete y se casa con su prima Melania, de carácter más tranquilo y más acorde con el propio, y porque además los Wilkes se casan siempre entre primos. Lo que tardará mucho tiempo en saber Ashley, también cuando ya es demasiado tarde, es que de quien realmente ha estado siempre enamorado es de Melania.

Y qué decir de Melania, uno de los personajes más compactos de la película. La única que lo sabe todo desde el principio. En su aparente debilidad, es la más fuerte de todos. Valiente y generosa. Sabe desde el principio la ilusión amorosa en la que viven Ashley y Escarlata, pero también sabe que no deja de ser una ilusión. Los querrá a ambos hasta el final y será capaz de dar la cara por ellos aun a costa de poner en peligro su propia dignidad. Pero es que Melania tiene demasiada dignidad como para perderla. 

"Lo que el viento se llevó" es una historia de amor, o de varios amores, y es la historia del fin de una época. Es la historia de un mundo que ya no tiene cabida en este mundo, "la causa de tanto vivir en el pasado agoniza ante nosotros" le dice Reth a Escarlata. Todo se fue con el viento, el mundo de las plantaciones y los bailes refrescados por los abanicos de plumas que agitaban las niñas negras, el mundo y el honor del Sur sustentado por los esclavos; pero también la inocencia de unos personajes que se vieron expulsados de su paraíso particular, el amor inexistente de Ashley por Escarlata, la vida apacible con la que soñaban todos para su vejez; Tara y Los doce robles. Todo se fue con el viento. 

A pesar de que no todos los críticos están de acuerdo, yo coincido con aquel que dijo "Existe 'Lo que el viento se llevó', y luego existe el resto de películas". Puede que sea el amor a una época que viví y que también se llevó el viento, pero nunca podré dejar de sentir aquella misma emoción de la primera vez siempre que veo la película. Los diez Oscar que obtuvo en 1939 tampoco se empeñan en quitarme la razón y con eso me quedo. El resto, es cuestión de gustos.

Título: Lo que el viento se llevó

Director: Víctor Fleming
Nacionalidad: Estados Unidos
Título original: Gone with the wind

Año de estreno: 1939 (en España 1962)