"El verano mágico en Cape Cod" Richard Russo
Cape Cod, más familiarmente the Cape (el cabo), es una península en el
estado de Massachusetts y uno de los lugares de veraneo más exclusivos de Estados Unidos. Al sur
del cabo se encuentran las muy literarias y cinematográficas islas de Martha’s
Vineyard y Nantucket.
En esta novela, The Cape representa además las pesadillas (o los sueños)
del protagonista masculino, Jack Griffin. Son de esos sueños (o pesadillas) que se heredan de los padres y que, sin
darnos cuenta, a veces rechazándolas de plano, acaban por formar parte de
nuestro bagaje vital; del peso que soportamos y que, para bien o para mal, va
lastrando nuestra vida.
Jack Griffin no ha podido olvidar la imagen de sus padres reencontrándose con la
felicidad apenas el mes o los quince días que, según las posibilidades
económicas de cada año, duraban las vacaciones de verano en Cape Cod. Después
volvían a su exilio en el "jodido Medio Oeste" y recuperaban sus vidas vulgares, su malhumor
de profesores insatisfechos, cuyas carreras habían previsto mucho más brillantes
de lo que resultaron finalmente, y esperaban hasta el verano siguiente; hasta
poder cruzar de nuevo el puente Sagamore "tarareando «El mágico verano en la noche», la canción
que cantaban sus padres irónicamente [...] cada vez que cruzaban el Sagamore, sustituyendo la noche por el Cape" Sus padres soñaban con
comprar una casa en la zona, pero todas entraban en dos categorías: "«Fuera
de sus posibilidades» o «Ni regalada la querrían»". No había una
tercera categoría más cercana y asequible. Quizás esa era la gracia.
Más tarde, Jack volvió al Cape con Joy para su luna de
miel y allí, en Truro, idearon un plan de vida (El gran tratado de Truro) que han cumplido en su mayor parte... al
menos en los aspectos más prácticos. Otra cosa son los aspectos más vitales.
Y quizás ese viaje de bodas fue el primer error de su matrimonio porque ella
hubiera preferido ir a la costa de Maine donde pasaba las vacaciones con su
numerosa familia.
Y es que ambos, sin pretenderlo, o quizás porque no lo pretendían, viven y han vivido marcados por sus respectivas familias; por la
presencia o ausencia de cada una; por el bagaje de recuerdos y vivencias con las
que les han dotado desde pequeños. Y es difícil saber qué influencia es más
letal, si la de los omnipresentes padres y hermanos de Joy, a pocos
kilómetros de Los Ángeles, en Sacramento, con quienes celebran Navidad, Acción
de Gracias y cumpleaños, o los lejanos Griffin, (solo los padres,
no quisieron más estorbos en su vida y un hijo fue suficiente) en su
Universidad del jodido Medio Oeste, a miles de kilómetros; los Griffin a quienes Joy y Laura tardaron años en conocer,
pero siempre presentes en sus numerosas conversaciones telefónicas con su hijo, en su
influencia en los gustos y decisiones de Jack y recientemente, imponiendo su influencia desde el
maletero del coche.
Cape Cod sobre el Atlántico |
Jack Griffin huyó lo más lejos que pudo de su familia (espacial y
vitalmente) y se fue a Los Ángeles a escribir guiones para el cine. Cuando la familia
regresa al Este (a Connecticut) varios años después de su boda, en
cumplimiento de los planes de "el gran tratado de Truro", lo hacen,
no solo para huir de la familia de Joy, sino más bien, sospecha el propio
Griffin, para cumplir los sueños de sus padres y convertirse en profesor universitario.
Ahora con cincuenta y siete años, Griffin vuelve a Cape Cod desde Connecticut para la boda de la mejor amiga de su hija y tendrá que enfrentarse con los fantasmas de su pasado y, lo que es peor, con los de su futuro porque algo se está
destruyendo en su vida, algo puede que lleve muchos años destruyéndose en su vida y solo ahora cristaliza en algo sólido y palpable y es que Jack no está tan libre de sus padres como siempre ha creído, como le hubiera gustado ("...no ver a una persona no es dejar de pensar en ella. Crees que no dejas que tu madre entre en tu vida... en nuestra vida... pero le echas la culpa a ella cuando te caga un pájaro. Crees que tu padre ha desaparecido porque murió, pero no ha desaparecido. Te ha estado rondando todo este año. Ahora mismo está en el maletero de tu coche, y no consigues dispersar sus cenizas. ¿No crees que eso puede significar algo?").
Richard Russo |
destruyendo en su vida, algo puede que lleve muchos años destruyéndose en su vida y solo ahora cristaliza en algo sólido y palpable y es que Jack no está tan libre de sus padres como siempre ha creído, como le hubiera gustado ("...no ver a una persona no es dejar de pensar en ella. Crees que no dejas que tu madre entre en tu vida... en nuestra vida... pero le echas la culpa a ella cuando te caga un pájaro. Crees que tu padre ha desaparecido porque murió, pero no ha desaparecido. Te ha estado rondando todo este año. Ahora mismo está en el maletero de tu coche, y no consigues dispersar sus cenizas. ¿No crees que eso puede significar algo?").
Empieza a sospechar, o tal vez solo los lectores lo sospechamos, que sus recuerdos del pasado pueden no ser tan exactos como él ha pensado siempre. Tal vez los veranos de su infancia, la vida tensa y resentida de sus padres, y otros muchos sucesos de su pasado no son sino episodios que él recuerda a la luz de su resentimiento; tal vez ocurrieron de distinta manera.
Estamos ante una novela ágil y bien contada que invita a la reflexión; una novela sobre las relaciones familiares y sobre las relaciones de cada uno consigo mismo; una novela sobre
la perplejidad de unos personajes que han llegado a un punto en el que nunca pensaron encontrarse y al que les cuesta imaginar cómo han llegado. El autor, generoso, nos da pistas, pero no nos lo cuenta. Deja que nosotros busquemos las razones y con las de cada lector, se podría escribir un final distinto, tal vez, una novela distinta. Porque cada lector tiene sus fantasmas, sus padres y su infancia; los padres de la infancia que no son los mismos que los de la edad adulta; sus recuerdos, más o menos falsos, más o menos felices. Todos arrastramos un peso de nostalgia o de resentimiento del que nos cuesta desprendernos. Como a Jack de las cenizas de sus padre.
Estamos ante una novela ágil y bien contada que invita a la reflexión; una novela sobre las relaciones familiares y sobre las relaciones de cada uno consigo mismo; una novela sobre
la perplejidad de unos personajes que han llegado a un punto en el que nunca pensaron encontrarse y al que les cuesta imaginar cómo han llegado. El autor, generoso, nos da pistas, pero no nos lo cuenta. Deja que nosotros busquemos las razones y con las de cada lector, se podría escribir un final distinto, tal vez, una novela distinta. Porque cada lector tiene sus fantasmas, sus padres y su infancia; los padres de la infancia que no son los mismos que los de la edad adulta; sus recuerdos, más o menos falsos, más o menos felices. Todos arrastramos un peso de nostalgia o de resentimiento del que nos cuesta desprendernos. Como a Jack de las cenizas de sus padre.
No sé si me apunto a este libro ya que el tema ahora mismo me resulta 'lejano', lo digo porque estoy inmersa en una novela ambientada en la España del s.XII, cuando los almohades gobernaban Al Ándalus, o sea, la temática no puede ser más diferente. Pero mi comentario en esta ocasión va encaminado a ¡las ranitas!. Qué graciosas. El cursor también es muy chulo. Me encanta.
ResponderEliminarMe encanta la literatura norteamericana. pero como todo, es cuestión de gustos. Las ranitas ya te las había anunciado. Costaron bastante. Fácil, una vez se me ocurrió, pero lento. Lo del cursor es poner en google "cambiar imagen del cursor en blogger" y salen vídeos y de todo.
EliminarUn beso.
Hola!
ResponderEliminarBastante cierto, los padres no son los mismos cuando éramos pequeños a ya de adultos...
La novela se ve bastante curiosa.. gracias por la recomendación pues no lo conocía :)
PD: Te sigo, nos leemos!
Un beso ^^
No es de lo mejor que he leído en literatura estadounidense, pero la verdad es que es una literatura ( la del país) muy interesante. este autor es bastante recomendable.
EliminarHola!
ResponderEliminarNo conocía el libro, pero de momento no me ha llegado así que lo dejaré pasar.
Te he nominado a un book tag en mi blog, te dejo el link http://perdidaentreunmardelibros.blogspot.com.es/2015/05/book-tag-control-remoto.html
Besitos
He visitado tu enlace. Entiendo que un book tag es como un premio. Enhorabuena por tu blog. Yo llevo ocho meses. Poquito también. Muchas gracias por tu nominación. haré la entrada en un par de días porque ahora, estoy liadísima.
EliminarUn saludo.