Junio 2016
No he querido saber, pero he
sabido que una de las niñas, cuando ya no era niña y no hacía mucho que había
regresado de su viaje de bodas, entró en el cuarto de baño, se puso frente al
espejo, se abrió la blusa, se quitó el sostén y se buscó el corazón con la
punta de la pistola de su propio padre, que estaba en el comedor con parte de
la familia y tres invitados. Cuando se oyó la detonación, unos cinco minutos
después de que la niña hubiera abandonado la mesa, el padre no se levantó en
seguida, sino que se quedó durante algunos segundos paralizado con la boca
llena, sin atreverse a masticar ni a tragar ni menos aún a devolver el bocado
al plato; y cuando por fin se alzó y corrió hacia el cuarto de baño, los que lo
siguieron vieron cómo mientras descubría el cuerpo ensangrentado de su hija y
se echaba las manos a la cabeza iba pasando el bocado de carne de un lado a
otro de la boca, sin saber todavía qué hacer con él.
Uno de los comienzos de novela más adictivos, estremecedores y espeluznantes, a la vez que hermosos, de la literatura española. Javier Marías publicó "Corazón tan blanco" en 1992 y esta novela, Premio de la Crítica de Narrativa Castellana del mismo año, lanzó al autor en brazos de la fama y el prestigio.
Yo lo conocí con su siguiente novela, "Mañana en la batalla piensa en mí", también incluida en esta sección de mi blog "Bienvenido nuevo mes literario" que trata de comienzos de libros que me han gustado especialmente. Concretamente, es la correspondiente al mes de Julio de 2015. Ya allí prometía traer esta novela a la misma sección y, por fin, le ha llegado su turno.
El comienzo de esta novela, como también el de la siguiente que hemos mencionado, es sobrecogedor. Sabemos a partir de ese momento que una joven, recién casada, se ha disparado con la pistola de su padre, en medio de una comida familiar con invitados. Difícilmente, se me puede ocurrir una escena más luctuosa para una historia escrita o filmada - peor para la escrita pues la imaginación engrandece y exagera lo que la vista no puede situar en el contexto de lo realmente sucedido - y ante tamaña tragedia, de manera magistral, tal vez cumpliendo la voluntad del autor de darnos un respiro, cobra protagonismo y distrae nuestra mirada de la herida, de la sangre, del cadáver, un bocado de carne con el que el padre de la muchacha, presuntamente muerta ya para entonces, no sabe qué hacer. Magistral.
En esta novela, el narrador, Juan Ranz, después de un año, recuerda una noche de su viaje de novios en que, desvelado y asomado a un balcón en un hotel de la Habana, asiste furtivamente a una conversación, es confundido por una mujer que espera en una esquina y se pregunta qué habrá querido decir su padre al aconsejarle fervientemente que nunca le cuente ningún secreto a su mujer.
En el año que Juan lleva casado ha descubierto más secretos de los que desearía y ha sabido, sin querer saber, que aquella niña que se disparó con la pistola de su padre, años antes de que él naciera, estaba posibilitando y condicionando, con aquel disparo, la propia vida de Juan.
El tema de la novela, magníficamente desarrollado, es el hecho de que la gente, las circunstancias, nos obligan a cosas que no queremos o a cosas que quizás no sabemos si queremos o no. Juan indaga en el pasado, pero cuando descubre la verdad, descubre también que hubiera preferido no saberla, aunque entonces ya es demasiado tarde. Una llegada entes de tiempo, una visita imprevista, una conversación (otra) escuchada furtivamente, alguien que se empeña en que oigamos y sepamos, harán que sea poseedor de un conocimiento que, ahora se da cuenta, no quería poseer. Y a la vez, descubrirá la importancia que tiene ocultar algunos secretos y el por qué del consejo paterno el día de su boda.
De nuevo, como en "Mañana en la batalla...", es Shakespeare quien le pone título y mucho más a la novela. En este caso se trata de "Macbeth", de las palabras que lady Mahbeth le dice a su esposo convertido en asesino por instigación de la propia mujer: "Mis manos son de tu color, pero me avergüenzo de llevar un corazón tan blanco"
Las novelas que aparecen en esta sección, "Bienvenido nuevo mes literario", no están recién leídas, pero están leídas. Se trata de novelas que empleo para comenzar cada mes. Por ello comienza la entrada con el inicio del libro. No pretende ser una reseña, sino el comentario sobre una historia que me marcó lo suficiente como para poder hablar de ella aunque haga ya muchos años que la leí. Por ello, espero que me perdonéis si incurro en algún error.
El comienzo de esta novela, como también el de la siguiente que hemos mencionado, es sobrecogedor. Sabemos a partir de ese momento que una joven, recién casada, se ha disparado con la pistola de su padre, en medio de una comida familiar con invitados. Difícilmente, se me puede ocurrir una escena más luctuosa para una historia escrita o filmada - peor para la escrita pues la imaginación engrandece y exagera lo que la vista no puede situar en el contexto de lo realmente sucedido - y ante tamaña tragedia, de manera magistral, tal vez cumpliendo la voluntad del autor de darnos un respiro, cobra protagonismo y distrae nuestra mirada de la herida, de la sangre, del cadáver, un bocado de carne con el que el padre de la muchacha, presuntamente muerta ya para entonces, no sabe qué hacer. Magistral.
En esta novela, el narrador, Juan Ranz, después de un año, recuerda una noche de su viaje de novios en que, desvelado y asomado a un balcón en un hotel de la Habana, asiste furtivamente a una conversación, es confundido por una mujer que espera en una esquina y se pregunta qué habrá querido decir su padre al aconsejarle fervientemente que nunca le cuente ningún secreto a su mujer.
En el año que Juan lleva casado ha descubierto más secretos de los que desearía y ha sabido, sin querer saber, que aquella niña que se disparó con la pistola de su padre, años antes de que él naciera, estaba posibilitando y condicionando, con aquel disparo, la propia vida de Juan.
El tema de la novela, magníficamente desarrollado, es el hecho de que la gente, las circunstancias, nos obligan a cosas que no queremos o a cosas que quizás no sabemos si queremos o no. Juan indaga en el pasado, pero cuando descubre la verdad, descubre también que hubiera preferido no saberla, aunque entonces ya es demasiado tarde. Una llegada entes de tiempo, una visita imprevista, una conversación (otra) escuchada furtivamente, alguien que se empeña en que oigamos y sepamos, harán que sea poseedor de un conocimiento que, ahora se da cuenta, no quería poseer. Y a la vez, descubrirá la importancia que tiene ocultar algunos secretos y el por qué del consejo paterno el día de su boda.
De nuevo, como en "Mañana en la batalla...", es Shakespeare quien le pone título y mucho más a la novela. En este caso se trata de "Macbeth", de las palabras que lady Mahbeth le dice a su esposo convertido en asesino por instigación de la propia mujer: "Mis manos son de tu color, pero me avergüenzo de llevar un corazón tan blanco"
Las novelas que aparecen en esta sección, "Bienvenido nuevo mes literario", no están recién leídas, pero están leídas. Se trata de novelas que empleo para comenzar cada mes. Por ello comienza la entrada con el inicio del libro. No pretende ser una reseña, sino el comentario sobre una historia que me marcó lo suficiente como para poder hablar de ella aunque haga ya muchos años que la leí. Por ello, espero que me perdonéis si incurro en algún error.
¡Qué inicio de novela! La verdad es que es impactante.
ResponderEliminarSi el inicio es atrayente, lo que cuentas del argumento lo es aún más. Por el inicio y por la continuación debería apuntarme esta novela y leérmela, pero tengo un dilema....el autor. Y es que yo tengo un problema con Marías: me agota.
Leí "Mañana en la batalla piensa en mí" hace unos meses y todavía no me he recuperado. Es demasiado denso para mí, mi cerebro no es capaz de procesar el torbellino de ideas y sentimientos que expresa este autor y reconozco que escribe a las mil maravillas, que conste.
Debería insistir y probablemente lo haga con este libro que hoy tan magníficamente nos presentas.
Gracias, Rosa.
Un beso.
A mí esa densidad me atrapa; me termina envolviendo y me pierdo en ella con sumo placer. Además todos sus libros esconden una cierta intriga, un cierto desenlace sorprendente que te va manteniendo muy atenta a todo lo que se dice. Claro que si no te atrae el estilo, o te resulta tedioso, puede ser mortal. Yo que tú lo intentaba y si ves que no te entretiene o se te hace muy pesado, lo cierras como ,o abriste y a otra cosa. Si será por libros para leer...
EliminarUn beso.
Tampoco he leído nada de este autor cuya obra describes a las mil maravillas elogiando su narrativa y sus impactantes comienzos. Pero me da miedo más que pereza, el pensar que su densidad, como dice Kirke, me deje atascado en una lectura que me ha creado expectación y que pueda terminar en fiasco.¡No sé yo! ¿Cuál me recomendarías para empezar?
ResponderEliminarBesos
A mí me gustan todos; unos más que otros, claro, pero todos me han aportado algo y los he leído con gran placer. Tal vez "Corazón tan blanco" sea de los más atrayentes para empezar o "Todas las almas". Y te digo lo que a Kirke: si no te gusta lo dejas y a otra cosa.
EliminarUn beso.
Leí "Corazón tan blanco" hace unos años y también acabé agotada. El inicio es impactante pero el desarrollo de la novela me pareció muy tedioso. Demasiadas palabras para expresar cosas simples, al fin y al cabo.
ResponderEliminarsaludos
Lo que expone no es muy complicado, es cierto, pero a mí me gusta mucho como lo expone. Me gustan los razonamientos y las vueltas que da. Y me fascina que cuente las mismas cosas con historias tan distintas y de formas tan variadas. Además siempre me mantiene intrigada por ver como terminan sus novelas y no suele defraudarme.
EliminarUn abrazo.
La verdad es que, pese a la aversión que le tengo a Javier Marías, y que tendré que revisar, he de de decir que me encanta este comienzo. Incluso parece otro Marías, diferente del último libro que leí, en el que se perdía en divagaciones pseudofilosóficas. Apuntaré el título, creo que lo tengo por casa (y quizá lo leí en su momento) e intentaré darle otra oportunidad, porque ese comienzo promete y lo que tú dices a continuación más. Un beso, Rosa.
ResponderEliminarCuando leí "Mañana en la batalla...", no le conocía más que de nombre y por su padre. Me gustó tanto que quedé enganchada y aunque tras conocerle, entiendo que pueda resultar un tanto arrogante, separo la obra de la persona. Aun así, no me cae mal. Tras leer sus libros, no puede caerme mal.
EliminarUn beso.
Una reflexión colateral, al hilo de un comentario que haces. Es curioso, pero a mí, a diferencia de lo que te ocurre a ti, me resulta mucho más duro "ver" (en el cine) que en un libro según qué situaciones. Tal vez porque, en el segundo caso, media un paso -de interpretación, de reconocimiento- entre lo contado y lo mentalmente recreado, que es imposible cuando la imagen se te impone en su inmediatez desde la pantalla, no sabría decirte, pero para mí es así...
ResponderEliminarUn abrazo fuerte
Todo depende de lo que pongamos a trabajar la imaginación. En el cine ves la imagen y puede ser aterradora, pero no va a más; rápidamente viene otra imagen y ya no piensas en la anterior. En el libro, se te describe y sugiere, pero eres tú el que recrea visualmente la imagen y te tomas el tiempo que quieres y tu imaginación te puede llevar por caminos muy duros, crueles y sangrientos. A eso me refiero: la imagen filmada es lo que es; la leída es lo que queramos crear o seamos capaces de crear o seamos incapaces de dejar de crear.
EliminarUn beso.
Soy una enamorada de Javier Marías desde que leí "Los enamoramientos".
ResponderEliminarLe ví y escuché en una entrevista y me corroboró el sentimiento. Así que este libro me lo leo como que me llamo Chelo (o Charo o Consuelo), vamos, seguro, y más después de leer tu reseña.
Como tú dices, siempre hay cosas que es mejor no saber (aunque a mí me guste saberlas), pero no sabes nunca qué es mejor y te planteas qué hubiera sucedido de haberlas ignorado. Pienso que la trama puede estar genial, y ese principio, desde luego, te coge y no te suelta.
Gracias, Rosa, ¡muchos besos!
Pues si el autor te gusta, tienes que leer éste y "Mañana en la batalla..." (y "Todas las almas" y la trilogía "Tu rostro mañana"), en fin, todas sus novelas porque en todas trata de esos temas, pero en cada una de una manera distinta y con una historia distinta y a mí, me fascina y lo cojo y no lo puedo soltar. Entiendo que haya gente a la que le resulte demasiado denso y repetitivo... Yo lo considero uno de los mejores escritores españoles vivo.
EliminarUnbeso.
Ciertamente el inicio es chocante. No conozco al autor, pero viniendo de tì, ha de ser una excelente novela. Veo, sin embargo, que hay otras opiniones muy distintas en lso comentarios. Quisiera salir de la duda entonces.
ResponderEliminarPues la única forma que tienes de salir de dudas es leyéndolo. Es uno de esos autores que en este país levanta pasiones (bueno entre la gente que lo conoce, no es que le aplaudan por la calle; aun los escritores no son tan famosos), o se le detesta o se le adora. Y a mí me ha dado por adorarle o, más bien, adorar lo que escribe.
EliminarUn beso y anímate, así juzgas por ti misma y nos cuentas.
Está claro que tienes seguidores de tu blog que están pendientes de tus publicaciones.
ResponderEliminarTe leo asiduamente y siempre me encuentro lectura añadida; así que, desde aquí, doy gracias a todos tus lectores que, además de tus comentarios, me hacen ver otros puntos de vista diferentes.
A mi, este autor me encanta, no me pierdo ninguno de sus libros, y también leo sus columnas en el País semanal.
Un beso
Pues ya ves que las opiniones están divididas. Como le digo a Arethusa, o te entusiasma su obra, o no puedes con ella. No hay término medio. Para nosotras es imprescindible. A ver si contagiamos.
EliminarUn beso.
Qué inicio!!!!! Mira que no soy yo de Marías, pero me ha apetecido leerla porque además del inicio el argumento acompaña.
ResponderEliminarUn beso.
¿Verdad que es un inicio genial y sumamente tentador? Te deja con la necesidad imperiosa de seguir leyendo y ver qué es lo que sucede.
EliminarAnímate.
Un beso.
De momento Javier Marías se me atraganta. Unos inicios muy buenos, es verdad. Pero luego todo queda en agua de borrajas. Lo he intentado dos veces con "Mañana después de..." y al final se me ha acabado cayendo de las manos. Quizá le eche un vistazo a este "Corazón...", tu reseña me ha gustado mucho. Me parece una forma interesante de comenzar el mes. Pero como decía, si la leo será con muchas reservas.
ResponderEliminarUn abrazo.
Pues qué te voy a decir que no haya dicho ya. Entiendo que da muchas vueltas a los temas y los exprime en cada novela, pero a mí me gusta esa manera de dar vueltas a los mismos temas en distintas novelas y tratarlos de distintas maneras. Y en lo que no estoy de acuerdo en absoluto es en que todo quede en agua de borrajas. Yo creo que tras los comienzos vienen desarrollos de historias muy buenos con desenlaces tan buenos como los inicios ¿No sabes cómo acaba "Mañana en la batalla...? ¿No sabes lo que se podía haber evitado si el marido hubiera sabido...? Me resulta fascinante.
EliminarUn abrazo Gerardo. Los desacuerdos ponen la nota de interés a estas semitertulias blogueras.
No he leído nada del autor y por casa de mis padres creo haber visto un ejemplar de Mañana en la batalla piensa en mí, habrá que cogerlo prestado. Aunque esta novela que nos traes hoy, como dices, el principio impacta bastante, vaya que me he quedado con ganas de saber más. Y eso de los secretos que mejor no conocer es muy interesante, sobre todo cuando todo empieza a tomar significados diferentes, etc. Vaya que parece una novela interesante.
ResponderEliminarLo tendré en cuenta.
Un beso.
A mí, es un autor que me gusta mucho, pero si has leído más comentarios, verás que las opiniones están muy divididas. Yo lo recomiendo, pero hay gente que lo detesta o no puede con sus libros. Si te animas, ya me contarás de qué lado te decantas.
EliminarUn beso.
Estoy de acuerdo contigo, Rosa: el comienzo de novela es magistral. Creo que tener entre las manos una historia que empieza así y no desear seguir leyendo es imposible.
ResponderEliminarConfieso que no he leído nada del autor, aunque mil veces he hojeado sus libros en las librerías. Creo que ha llegado el momento y que comenzaré con este título que nos traes hoy. La historia, desde luego, promete :))
¡Un beso y mil gracias por la recomendación!
Espero que seas de las que se hacen incondicionales del autor. Ya ves que las opiniones están divididas y es que Javier Marías no deja indiferente a nadie; o se le adora o no se le soporta. Si eres de las primeras, disfrutarás mucho con su obra.
EliminarUn beso.
Tengo sentimientos encontrados con este autor, cuando lo ojeo e intento leerlo no me acaba de convencer y al final aparco sus libros.
ResponderEliminarEl comienzo es realmente adictivo, de aquellos inicios que te hacen querer leer, ya te diré si me animo.
Un beso
Pues si te animas, me cuentas. Como ves por los comentarios, hay muchas personas a las que les sucede lo mismo que a ti. A ver si cambias de opinión y puedes disfrutar del autor tanto como yo.
ResponderEliminarUn abrazo.