La mujer irrumpió en el recibidor
de la casona con el camisón manchado de sangre y el rostro contraído por el
espanto. Sin perder un segundo, se abalanzó sobre el teléfono que reposaba en
la cómoda y comenzó a marcar.
Jadeaba. [...] Se
estremeció al pensar en el cadáver del señor Orduña, en la bala que le había
atravesado el pecho. A él ya no podrían salvarlo, pero a los demás…
Uno, dos, tres. Los tonos se
sucedían sin que nadie descolgara. Miró a su alrededor con desesperación y
empezó a gritar. Necesitaba ayuda. Ya.
Al fin, una voz masculina y
ligeramente somnolienta se elevó al otro lado de la línea:
—Guardia Civil de…
—¡Han matado a Lorenzo Orduña! ¡Lo
han matado! —chilló la mujer.

En 1975 mataron a Lorenzo Orduña, el dueño de Aceros Campoo, en Reinosa. El supuesto asesino, Guillermo Somoza, estaba junto al revólver y se había herido al tratar de escalar el muro de la casona para huir. Por si quedaba alguna duda de su participación en los hechos, confesó el crimen y poco después se suicidó.
Guillermo Somoza dejó una familia incrédula y devastada. No podían creer que el marido, el padre, el yerno, pudiera ser el asesino, pero ¿qué hacer tras la confesión y el suicidio? Daniel, el hijo menor, tenía entonces ocho años y fue el más afectado. Había hecho amistad con David, el sobrino de Lorenzo Orduña, y en la casona del industrial, donde era recibido como uno más de la familia, había pasado gran parte de su tiempo aquel verano. Aquel crimen rompió la amistad de Daniel, lo expulsó del paraíso recientemente descubierto y lo llenó de un resentimiento hacia su padre que treinta y dos años después no ha podido sacudirse.
Porque en la novela se van alternando dos tiempos. Por una parte septiembre de 1975, cuando el asesinato de Orduña viene precedido y, se supone, causado por conflictos laborales muy de la época (aunque no solo de esa época). Por otra parte noviembre de 2007, cuando Daniel vuelve a Reinosa después de muchos años y de prometer que nunca regresaría. Desde que se fue a Madrid a estudiar con diecisiete años, solo ha vuelto en ocasiones contadas y desde los acontecimientos que tuvieron lugar en el bautizo de su sobrina se juró no volver. Pero ese empeño en mantenerse aferrado al pasado, en no pasar página, le está suponiendo demasiados problemas. No tiene contacto con la familia de su hermano Ramón ni con su abuela, que siguen viviendo en Reinosa; está a punto de perder su trabajo por no prestar la atención necesaria; le ha supuesto la ruptura con Marta, su mujer que, harta de conflictos y de riñas, es incapaz de superar el último escollo.
«Marta sufrió lo indecible a causa de esos problemas familiares, y no fueron pocas las ocasiones en que discutió con él por el modo en que se estaba comportando. Hasta que todo estalló dos semanas atrás, cuando ella se refirió por enésima vez a su deseo de quedarse embarazada, algo que, por su edad, ya no podía posponer mucho más, y él, harto del tema, acabó escupiendo lo que le había ocultado durante años: que él nunca querría tener hijos. Y esa fue la gota que colmó el vaso».
Todo ello hace que decida regresar a Reinosa donde es recibido con alegría por parte de todos. Pero Daniel no ha olvidado sus obsesiones y, ganándose de nuevo la animadversión de sus familiares, empieza a remover un pasado que todos tienen ya remansado en las aguas de la memoria. Algunos objetos de su padre encontrados en cajas olvidadas le hacen ponerse en marcha y empezar a investigar por su cuenta preguntando a todo aquel que pudiera saber algo. Descubre que no todos tuvieron clara la resolución del caso. Hablará con guardias civiles que mantienen sus dudas y, aunque vuelva a enemistarse con su familia, seguirá adelante porque necesita saber, necesita encontrar el más mínimo resquicio, si lo hay, que le demuestre que no es el hijo de un asesino, que en sus genes no lleva los de un asesino.
Lo que no sabe es que va a sacar a la luz secretos que hay quien prefiere que sigan escondidos, va a poner en marcha toda una serie de acontecimientos que volverán a poner a la pequeña ciudad de montaña en la mira de los periodistas y de la Guardia Civil. Incluso llega a poner en peligro su integridad y la de los que le rodean porque, como decía, hay secretos que no interesa que se saquen a la luz.
Una historia en la que los ecos del pasado dejan una impronta muy marcada en el devenir del protagonista, una impronta que solo sumergiéndose en esos hechos y sacando a la superficie toda su realidad será capaz de conjurar.
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Pablo Alaña |
Pablo Alaña no es cántabro. De hecho nació en Castellón, muy lejos de Cantabria, pero desde los ocho años vive en Santander y aquí ambienta sus novelas. Para esta leonesa, cántabra de adopción, esa ambientación es un plus a la hora de leer. Lo conocí con su anterior y primer libro, La sospecha eterna, que se ambientaba principalmente en Comillas y Santander. El hijo del asesino se aleja de la capital cántabra, a la que se visita fugazmente, y nos lleva a Reinosa.
En ambas novelas los protagonistas son abogados como también lo es el autor, pero si Clara Caballero, la protagonista de La sospecha eterna, se mete en la investigación como parte de su trabajo, Daniel lo hace aprovechando una licencia del suyo. Las dos novelas tienen más cosas en común. Son thrillers policíacos muy bien escritos, muy bien tramados y resueltos y sumamente entretenidos. El hijo del asesino tiene para mí el aliciente añadido de mezclar esas dos épocas y añadir al presente de la novela en 2007 ese pasado de 1975 con sus problemas laborales, que quedan muy bien expuestos, y unos sindicatos fuertes y combativos. Una novela con la que he disfrutado y un autor al que seguiré en sus publicaciones futuras.
Título del libro: El hijo del asesino
Autor: Pablo Alaña
Nacionalidad: España
Editorial: Grijalbo
Año de publicación: 2025
Año de publicación original: 2025
Nº de páginas: 400
Hola, Rosa.
ResponderEliminarMe ha encantado la trama, quizás llega el momento en que uno solo puede descansar en paz si todas las casillas están donde corresponde, no importa la resolución, sino la verdad. Y como se dice, está nos hará libres.
Un beso.
Lo malo es cuando crees que todas las casillas están colocadas y esa colocación ha trastocado y trastoca tu vida entera. Entonces aparece un objeto trivial y Daniel empieza a investigar. Lo que descubrirá... lo sabremos leyendo la novela. Y sí, le verdad termina por liberarle.
EliminarUn beso.
Pues me parece muy apetecible. Mi madre adoraba Cantabria y siempre hemos leído todo lo que encontrábamos ambientado allí.
ResponderEliminarMuy feliz día.
Hay zonas en las que no suelen ambientarse novelas. Cuando vives en una de esas zonas y de pronto encuentras una novela que las toma como escenario es de lo más agradable leerla e ir descubriendo sitios que conoces. Si vives en Madrid o Barcelona imagino que no le das mayor importancia. Un altísimo porcentaje de historias acurren en ellas, pero ambientadas en León o en Cantabria es muy difícil encontrarlas.
EliminarUn beso.
La verdad es que tiene muy buena pinta todo lo que cuentas. La ambientación también es un plus :). En realidad hablamos de un cántabro de adopción pero con 8 años es ya un cántabro a todas luces. Los dos tiempos son también atractivos y si le añadimos el actual pues vemos lo que fueron y en lo que han quedado los sindicatos. Toca disfrutar de este policíaco y del autor.
ResponderEliminarUn beso, Rosa.
Sí, Pablo Alaña es mucho más cántabro que yo que llegué a los treinta años. Aunque yo llevo aquí mucho más tiempo que él, je, je. Cuando nació, en 1991, ya estaba yo viviendo por estos lares.
EliminarNada que ver el poder de los sindicatos y la lucha obrera de 1975 y de 2007, y ya no digamos nada si metemos este 2025 en el que muchos trabajadores votan a la extrema derecha. En fin, no me quiero meter en jardines peligrosos.
Un beso.
Últimamente, todas, o casi todas las novelas de este género me atraen y es que el suspense tiene esto, que te atrapa desde un principio, sobre todo si el autor lo sabe dosificar y narrar con proeza, como parece ser el caso. El tema de un pasado oculto, que encierra sorpresas no gratas y que nadie, salvo el protagonista empeñado en descubrirlo, desea que salga a la luz, quizá sea un tanto recurrente en las novelas de intriga, pero, aun así, me gusta porque siempre hay hechos novedosos y originales, que no se repiten.
ResponderEliminarUn beso.
Siempre me han gustado todas esas novelas difíciles de clasificar y que se suelen meter en novela negra, aunque tengan muy poco de ella. Thrillers, misterio, intriga, policíaco, detectives, negro... Todas ellas me gustan (si están bien escritas y las tramas son buenas, están bien resueltas y no engañan al lector). Anímate con Pablo Alaña. Creo que no te arrepentirás.
EliminarUn beso.
Sí que parece una novela muy entretenida. Una historia policiaca bien escrita y bien ambientada. Muy buena recomendación, Rosa. Un beso.
ResponderEliminarMuy entretenida y esa mezcla de tiempos la hace mucho más atractiva.
EliminarUn beso.
Pinta fenomenal esta novela y ambientada en un lugar poco habitual. Seguro que la has disfrutado muchísimo. Espero que pase por mis manos y darle una oportunidad. La historia contada en 2 épocas distintas es un plus. Un abrazo.
ResponderEliminarSí, Reinosa no es un lugar en el que se ambienten novelas, al menos yo no conozco ninguna. Ojalá te guste si finalmente terminas leyéndola.
EliminarUn beso.
¡Hola Rosa!
ResponderEliminarun autora al que no he leído y por lo que cuentas, creo que me podría gustar mucho (también es un plus el hecho de que escriba novelas suelta e independientes, al menos esas dos que leíste)
Según te empezaba a leer, imaginaba que el caso estaba basado en un hecho real, que mataron a Lorenzo Orduña, pero imagino que no, que es todo ficcionado
Me encantan los argumentos en los que se remueven los pasado turbios y se sacan secretos a la luz y sí encima el tipo se enemista con su familia..., pues más me atrae la trama, jeje
Lógico que también sea para ti el plus extra de la ambientación Cántabra
Tendré en cuenta al autor para cuando quiera leer thriller o novela negra autoconclusiva
Un beso.
Es todo pura ficción. Ni Lorenzo Orduña ni su empresa han existido. La novela indaga en la huella que ha dejado en Daniel el hecho de que su padre matara al empresario. Daniel tenía ocho años y acababa de descubrir un mundo fascinante. Un amigo cuya amistad se termina, una mansión en la que se le admitía como a uno más. De pronto todo eso se termina. Es como ser expulsado del paraíso. No entiende como su padre ha podido hacerle algo así. Encima siente que puede portar en sí mismo los genes de un asesino, lo que le impulsa a no querer hijos. Otra vida en la que el pasado familiar se impone más allá de los años.
EliminarUn beso.
Me ha ocurrido igual que a Marian, al principio pensé que el caso era real, pero por tu respuesta no es así. Tomo nota de este autor, Pablo Alaña, pues me atrae lo que cuentas de la trama novelesca; también a mí que esté situada en Cantabria me supone un plus pues es una comunidad que he visitado mucho (ahora ya bastante menos) al tener amigos allí y gustarme todo lo que ella ofrece (incluidos los sobaos pasiegos, ja-ja). 1975 marca el inicio de un período capital en la historia de nuestro país, el de la transición de la Dictadura a la Democracia. Los sindicatos no eran por entonces instituciones algo oxidadas como hoy día en que sus dirigentes parecen funcionarios con oposición y plaza fija (ja, ja...). Pero como bien dices, mejor no tocar este correoso asunto.
ResponderEliminarMe lo apunto.
Un beso
Además creo que tenemos amigos comunes. ¡¡Qué ricos los sobaos pasiegos!! No suelo comerlos, pero cuando lo hago, lo disfruto muchísimo.
EliminarSí, cuando un libro está ambientado en estos lugares en los que no suele ser habitual que se ambienten y con los que tenemos relación (Cantabria o León para mí), supone un plus a la hora de que te lleguen más.
Un beso.
¡Hola, Rosa!
ResponderEliminarTampoco conocía al autor, esas historias que encierran secretos y heridas familiares me atraen un montón, y si están bien ambientadas, pues llaman aún más mi atención.
Veo que soy la tercera en pensar que el caso está basado en un hecho real, ja, ja, ja.
Pero, leyendo tu respuesta a Marian, ya se aclaró mi duda.
Creo que se entiende perfectamente la actitud y el tormento de Daniel si de niño le tocó vivir semejante tragedia, sin duda que las dos líneas temporales y esos regresos al pasado, agregan complejidad y profundidad a la historia, y la hacen muy atractiva.
Una muy buena sugerencia que me llevo apuntada.
Un beso y feliz fin de semana ;)
Es una historia muy anclada en el pasado. Todo lo que sucede en 2007 viene de aquellos hechos de 1975, pero lo más interesante es el devenir del protagonista y cómo aquellos hechos han influido en su vida actual; en su vida de pareja, en su trabajo de abogado, en sus miedos. No es de extrañar que en cuanto encuentra un hilo del que tirar se lance de cabeza. Ojalá te guste.
EliminarUn beso.
Hola Rosa, tampoco yo he leído nada del autor, pero de esta novela ya he visto varias reseñas y la tengo apuntadisima, todo el norte tiene algo que lo hace especial para historias negras, será la atmósfera que nos rodea. Siempre me han llamado la atención las historias que hunden sus raíces en la familia y el pasado porque nos marcan y nos hacen ser en gran parte lo que somos ahora. Besos.
ResponderEliminarPor todo lo que dices creo que esta novela te puede gustar mucho. Pasado, familia, el peso de lo que ese pasado y esa familia supone para algunas personas, una investigación que llega muchos años después y secretos que no conviene sacar a la luz. Todo ello atrapa sin remedio.
EliminarUn beso.
Buenos días, Rosa.
ResponderEliminarYa sabes que mis lecturas se mueven en otros lares. No obstante, por todo lo que nos cuentas, me apunto este libro y a su autor para futuras compras librescas. Gracias por el descubrimiento.
Un abrazo, y feliz domingo!!
Buenos día, Undine.
EliminarSí, creo que este libro se aleja bastante de tu zona de confort. Si algún día llegas a leerlo, espero que lo disfrutes . Salir de esa zona en la que nos encontramos tan confortables tiene a veces recompensas inesperadas.
Un beso.
Pues tengo que decir —como apuntan algunos más arriba— que al principio de tu reseña yo también pensé que estaba basada en un hecho real, jaja. Supongo que es algo a tener en cuenta que la historia que narra esta novela parezca convincente. Aun así, creo que este libro no es para mí.
ResponderEliminarBesos
Bueno, veo que sois muchos los que pensáis que era un caso real. Y lo hacéis por la cita de apertura. Creo que es mérito del autor plantear las cosas con tanto realismo. No, probablemente no es un libro con el que tú disfrutarías.
EliminarUn beso.
Tal y como lo estabas contando al principio pensaba que era un caso real. Pero ya he visto que no. Me atrae mucho esta novela. Es de las que suele gustarme así que tomo buena nota.
ResponderEliminarBesotes!!!
Pues como le digo a Lorena es todo mérito del autor. No, no es un 𝘵𝘳𝘶𝘦 𝘤𝘳𝘪𝘮𝘦, ea un crimen totalmente ficticio que te recomiendo.
EliminarUn beso.
Hola Rosa, con este libro no lo tengo claro. Los tejemanejes familiares, esos oscuros secretos, y el pueblo, son elementos que siempre me llaman la atención. También la carga que supone el pasado, que si ya es pesada para la gente normal, imagino lo que será para los que viven situaciones así como un asesinato. Pero el tema laboral de la época ya no me atrae tanto y por lo visto tiene bastante importancia. Me quedo con las dudas.
ResponderEliminarBesos
El tema laboral tiene su importancia, pero no diría yo que es determinante en la novela. Si te apetece leerla, no lo dejes por eso. Lo más importante es la narración del pasado, la investigación del presente y la rémora que Daniel arrastra desde su infancia. Te gustará.
EliminarUn beso.
Me he sorprendido muy gratamente por muchos motivos aquí leyéndote, el primero porque has hecho una estupenda reseña de esta novela q como muchos te comentan tal cual la has expuesto parecía un he ho real nivelado y no es así, después q vivas en Cantabria una tierra absolutamente preciosa y para remate que como yo seas leonesa , aunq si te soy sincera me considero mucho más berciana q leonesa jaja nací en Ponferrada, aunq como tú vivo como adoptada desde hace años en Galicia , en fin q he disfrutado mu ho durante este ratito y está novela queda soy tada porque tú has sabido tras morirme las ganas de disfrutarla , un verdadero placer haberte leído ROSA, ojalá tenga la suerte de volverte a encontrar por estos mundos blogueriles ; )
ResponderEliminarMe alegro de que hayas disfrutado con la reseña de esta novela. Maravillosa tierra Galicia y muy próxima al Bierzo y no solo por la similitud entre sus lenguas. Siendo ponferradina ya sabes lo que ilusiona ver una novela ambientada en nuestras ciudades de nacimiento (o de adopción cuando, como en el caso de Cantabria y algo menos en el de Galicia, no suele haber muchas historias que ocurran en ellas). Ojalá te guste si te animas y la disfrutes.
EliminarUn beso.
jajaja por favor disculpa la de pifias q veo he escrito, lo he hecho a toda pastilla con el móvil y no he podido hacerlo peor, lo siento muchísimo !!
ResponderEliminarJa, ja, ya me imaginé que lo escribiste con el móvil. Te confieso que algunas cosas me ha costado entenderlas, pero lo he conseguido totalmente.
Eliminar¡Hola, Rosa! Pero qué buena trama tiene este libro.... Me gusta que la historia se centre en Daniel, ya que me trae a la mente muchos casos de la vida real, en los que, los hijos cargan con la cruz de ver manchado el nombre de sus padres, cosa que marca sus vidas para siempre, y lo peor, algunas veces acusados injustamente. Gracias por tan buena reseña. ¡Besos!
ResponderEliminarCuánto influye en los hijos el comportamiento de los padres, bien en lo que se refiere a su actitud hacia los propios hijos o bien en el comportamiento social de esos padres y lo que eso puede dejar de lastre en los hijos. Sea como sea, se arrastran muchas lacras ajenas.
EliminarUn beso.
¡Hola, Rosa! Suelo pensar que no se suele tratar demasiado cómo afecta a la familia del asesino el crimen. El padre, la madre, el hijo... Diría que son las víctimas invisibles de cualquier asesinato. En este caso, parece que eso sirve de motor de la trama para, seguramente, descubrir que aquel crimen del 75 no fue tan claro como parece. Una interesante y muy negra propuesta. Un abrazo!
ResponderEliminar¡¡Hola, David!! Cuánto tiempo sin verte por estos mundos blogueros.
EliminarSí, los familiares del asesino suelen ser los grandes olvidados de la literatura y del cine y si, como en este caso, se suicida después de confesar, ni siquiera deja tiempo o lugar a explicaciones. Crecer con ese lastre tiene que ser terrible como de hecho se ve en la novela.
Un beso.