Septiembre 2015
Desde la puerta de La Crónica Santiago mira la avenida Tacna, sin
amor: automóviles, edificios desiguales y descoloridos, esqueletos de avisos
luminosos flotando en la neblina, el mediodía gris. ¿En qué momento se había
jodido el Perú? Los canillitas merodean entre los vehículos detenidos por el
semáforo de Wilson voceando los diarios de la tarde y él echa a andar,
despacio, hacia la Colmena. Las manos en los bolsillos, cabizbajo, va escoltado
por transeúntes que avanzan, también, hacia la Plaza San Martín. Él era como el
Perú, Zavalita, se había jodido en algún momento. Piensa: ¿en cuál?
Como siempre, algo me trae a la cabeza un libro maravilloso, un
libro en el que quizás no había pensado para esta sección, pero algo me lo
recuerda y el libro se abre paso casi sin pedir permiso y aparece aquí, en
estos meses literarios, como este de septiembre.
Hace unas semanas, veía una película que me pareció muy emotiva
por diferentes razones. La película era "Regreso
a Ítaca" y una de las razones por las que me emocionó casi hasta las
lágrimas (y no las tengo fáciles) fue por un homenaje precioso que le hace a
"Conversación en la catedral" de Mario Vargas Llosa. Dicho
homenaje consiste en la recitación del comienzo de la obra por parte de Jorge
Perugorría y, de esa manera, recordé yo ese comienzo precioso que me ha
emocionado las veces que he leído el libro, para mi, uno de los mejores del
autor. La segunda vez, además, habían pasado más de veinte años desde la
primera y habían cambiado ciertas cosas en mi vida. Una de ellas es que tenía
un cuñado periodista que trabajaba en "La Crónica", no de Lima, sino
de León, periódico hoy ya desaparecido. Ello hizo que cogiera aún con más ganas
la historia de Santiago Zavala, Zavalita; su eterna conversación con Ambrosio, mezclada con otras muchas conversaciones; su búsqueda obsesiva, no del momento en que se jodió Perú, sino del momento en que se jodió él mismo...
Zavalita y Ambrosio hablan durante toda la novela, pero mientras tanto, asistimos a muchas otras conversaciones que tuvieron lugar a lo largo de varios años y todas estas conversaciones se mezclan, se intercalan, nos confunden por un momento, pero enseguida nos centramos y sabemos quién y cuándo habla.
Uno de los mejores libros que he leído nunca y en el que intento descubrir ciertas claves porque yo, como Santiago Zavala, hace ya mucho tiempo que me pregunto en qué momento se jodió España.
Las novelas que aparecen en esta sección, "Bienvenido nuevo mes literario", no están recién leídas, pero están leídas. Se trata de novelas que empleo para comenzar cada mes. Por ello comienza la entrada con el inicio del libro. No pretende ser una reseña, sino el comentario sobre una historia que me marcó lo suficiente como para poder hablar de ella aunque haga ya muchos años que la leí. Por ello, espero que me perdonéis si incurro en algún error.
Zavalita y Ambrosio hablan durante toda la novela, pero mientras tanto, asistimos a muchas otras conversaciones que tuvieron lugar a lo largo de varios años y todas estas conversaciones se mezclan, se intercalan, nos confunden por un momento, pero enseguida nos centramos y sabemos quién y cuándo habla.
Uno de los mejores libros que he leído nunca y en el que intento descubrir ciertas claves porque yo, como Santiago Zavala, hace ya mucho tiempo que me pregunto en qué momento se jodió España.
Las novelas que aparecen en esta sección, "Bienvenido nuevo mes literario", no están recién leídas, pero están leídas. Se trata de novelas que empleo para comenzar cada mes. Por ello comienza la entrada con el inicio del libro. No pretende ser una reseña, sino el comentario sobre una historia que me marcó lo suficiente como para poder hablar de ella aunque haga ya muchos años que la leí. Por ello, espero que me perdonéis si incurro en algún error.
¿Puedes creer que no la he leído, aunque todos los amigos me riñen? Sí, la leeré, pero es lo que dices, que los libros van dándose empujones entre ellos: "¡léeme, léeme, ahora me toca a mí!" y algunos de ellos siempre quedan a la cola, pobrecitos míos.
ResponderEliminarPues este no es para dejarlo en la cola. Tienes que pasarlo al primer lugar, bueno, a uno de los primeros. Es realmente maravilloso. (Igual lo pondero tanto que luego te desilusiona, pero para mí es lo mejor del autor del que he leído casi todas las novelas)
EliminarUn abrazo.
Hola: es un libro que tengo que leer porque estoy de acuerdo con tu reflexión final para poder conocer las claves de en qué momento se jodió España... una gran recomendación. Seguimos en contacto
ResponderEliminarEn esta novela no encontrarás esas claves, pero encontrarás un gran libro con el que yo sigo disfrtando mucho.
EliminarUn beso.
¿Realmente hay una respuesta para la pregunta de en qué momento se jodió España?
ResponderEliminarA mí se me ocurren unas cuantas pero no las pongo aquí por respeto y porque no quiero que me denuncien. De momento me propongo leer el libro a ver qué tal.
He leído mucho de Vargas Llosa pero esta novela precisamente no.
Un beso
Una respuesta no. Me imagino que habría que recopilar y analizar muchas respuestas, políticas, religiosas, sociales, económicas... De momento, nos contentaremos con leer mucho y ver cine y escuchar a los sabios y cada vez estaremos un poquito menos lejos de intuir la respuesta. ¿No es una labor apasionante?
EliminarUn beso.
No he leìdo nada de Vargas Llosa, hace tiempo que quiero probar su obra porque sobre èl leo mucho cada vez que investigo màs de la vida de Gabriel Garcìa Marquèz, con quien durante mucho tiempo tuvo una amistad muy cercana, hasta que se agarraron a los puños.
ResponderEliminarDeseo pronto poder conseguir un libro suyo, en las farmacias de mi paìs se venden a precios accesibles y defnitivamente lo harè tan pronto termine de leer lo que he comprado durante agosto. Los escritores latinoamericanos son mis favoritos precisamente porque la cultura e idiosincracia de estos paìses me hacen sentir identificada y me es fàcil imaginar los escenarios.
Gracias por la reseña. YO tambièn pregunto ¿cuàndo se jodiò Panamà? Pienso que desde la llegada de los gringos.
Lee este libro porque aunque no responda a tus preguntas, se disfruta mucho.
EliminarMe imagino que el cómo se jodió Panamá, en parte, como toda hispanoamérica, tuvo mucho que ver con cómo se jodió España. Como digo en una próxima entrada de mi blog "de aquelllos polvos, vienen estos lodos" y esto ya no hay quien lo desempoce.
Un abrazo.
Arethusa, en Panamá los libros se venden en las farmacias? Farmacia allí es un lugar donde se despachan medicamentos o tiene otra acepción? Lo digo porque hay una alegoría, que utilicé para el título de mi blog, donde se consideran a las bibliotecas (creo que en el Antiguo Egipto) como lugares donde se puede sanar el alma con los libros.
EliminarSería estupendo que en nuestra sociedad se entendiera el leer como un remedio ante tanta ignorancia y comportamientos estúpidos. Que se prescriba por los médicos media hora de lectura diaria al menos!!
Sí que es maravilloso que se vendan libros en la Farmacia como "remedio del alma". Pero aunque menos, también son maravillosas las farmacias de Estados Unidos (me imagino que lo de Panamá será similar) en las que se venden remedios para todo: para la sed, para el hambre, para la limpieza de la casa... vamos que son supermercados donde te tomas un café, haces la compra, te sirves tus aspirinas y demás medicamentos libres y, si necesitas receta, te diriges al fondo y hablas con el farmaceútico.
EliminarLo siento Kirke, pero en España las farmacias son un rollo y muy tristes. No hay tienda en la que me guste más entrar que en una farmacia en USA.
Nunca he tenido la intención de montar una farmacia (no me atrae nada esa vertiente de mi profesión aunque tampoco tendría el dinero necesario para poner una) pero si por cosas de la vida algún día tengo una farmacia pienso poner en un rincón una pequeña biblioteca.
EliminarHala, no me van a venir a mí los boticarios estadounidenses a dejar en evidencia (espero que al Ministerio de Sanidad esta iniciativa no le parezca mal)
Un besote.
Sería genial, farmacia, libros y un café. Y en lugar destacado el Dioscórides.
EliminarMe contratas aunque sea para servir los cafés.
Me sorprende que la mayoría no haya leído "Conversación en la Catedral". Estoy de acuerdo contigo, Rosa, que es la mejor novela de Vargas Llosa, seguida de cerca de "La ciudad y los perros". "La casa verde", sin embargo, no me parece tan redonda. Luego habrá que esperar a "La guerra del fin del mundo" y "La fiesta del chivo", aunque en estas últimas su forma de novelar se ha hecho más conservadora. De las últimas, ya ni hablo.
ResponderEliminarConfieso con sonrojo que he sido incapaz de leer "La ciudad y los perros". Lo he intentado varias veces y no he podido. Creo que va siendo hora de volver a ello. Me pasó también con "El otoño del patriarca" de Gabriel García Márquez y es curioso porque, por lo demás, de estos autores, lo he leído casi todo. Lo intentaré también.
EliminarLos otros tres que mencionas, son muy buenos también. "La casa verde" lo leí hace casi treinta años y está sin releer (otro que caerá) y "La fiesta del chivo" es genial.
Bueno todo él es genial con algún que otro tropiezo no muy grande.
Un beso.
Éste de Vargas Llosa no lo he leído. Lo apunto. Como dice Carmen se pegan codazos entre ellos y muchos salen perdiendo. Yo creo que España se jodio cuando no se juzgó al franquismo
ResponderEliminarPero claro es una opinión. Las novelas negras españolas de los 80 están llenas de policías de la desaparecida político-social. Un saludo.
Yo creo que se jodió mucho antes. Estaba jodida y por eso pudo suceder un sonrojo como Franco, el golpe militar y la Guerra. Claro que el no juzgar al franquismo solo ha servido para incrementar la ignominia.
EliminarLee el libro Josevi. Creo que te gustará.
Un beso.
Por sistema no hago comentarios políticos. Los españoles no sabemos dialogar. Como dijo en Fb Martinez Hoyos "no dialogamos, amontonamos monólogos". Hubo un tiempo en que creímos posible el olvido de una guerra. Hoy sabemos que no es posible, tendrán que pasar muchas generaciones para que se extinga un rencor casi genético. Y desde luego es como tú dices, Rosa, España se jodió mucho antes de 1936.
ResponderEliminarYo tampoco suelo meter la política, como habréis visto, pero estos temas me enervan. Me enerva la supuesta "equidistancia" de la que hablaré en una próxima entrada, o lo de pasar página y cerrar las heridas. Hemos pasado la página sin leerla y no nos hemos enterado de nada; hemos cerrado la herida en falso, sin sacar el pus ni desinfectar y se nos ha gangrenado.
ResponderEliminarY ahora?
Un beso.
No sé qué ha pasado con tu comentario, pero lo he leído. Me alegra que te guste. Espera que vendrá más.
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