"Americanah". Chimamanda Ngozi Adichie

Hace ya más de cinco años un libro me sorprendió, primero por su título curioso y colorido, después por el impronunciable y exótico nombre de su autora,  Chimamanda Ngozi Adichie, y finalmente por su calidad y el mundo totalmente desconocido pero fascinante que me transmitió. Ese libro fue "Medio sol amarillo" que nos traslada a finales de la década de los sesenta para asistir al intento de Biafra de independizarse de Nigeria. Lo que se llamó en el mundo la Guerra de Biafra. Libro muy recomendable.
En "Americanah" la acción comienza a mediados de los noventa y avanza lo suficiente para que veamos a Obama asentado en la Casa Blanca para asombro emocionado de los negros que viven en Estados Unidos, tanto los estadounidenses como los de otras procedencias.
La protagonista se llama Ifemelu. Ifemelu vive en Princeton, en Estados Unidos, en cuya famosa universidad estudia con una beca de investigación en humanidades. Y es que Ifemelu tiene un blog, pero un blog que le permite ganarse la vida. "Su blog iba sobre ruedas, con millares de visitantes únicos todos los meses, sus honorarios por charlas eran aceptables, y disfrutaba de una beca de investigación en Princeton". Tanto las charlas como la beca se las debe a su blog, un blog titulado, en principio "Raza o Diversas observaciones acerca de los negros estadounidenses (antes denigrados con otra clase de apelativos) a cargo de una negra no estadounidense", aunque después resumiría el título para dejarlo en el más asequible, "Comprender Estados Unidos para los negros no estadounidenses". Y es que los negros inmigrantes, son para los negros estadounidenses tan negros y extranjeros como para los blancos. Al final la raza está, más que en el color de la piel, que también, en la clase y en el origen.
No, Ifemelu no es estadounidense. Ha nacido en Lagos, Nigeria, y allí ha vivido hasta que, ante el caos en que está sumido el país en general y la universidad en particular, con huelgas que se suceden continuamente, decide viajar para terminar sus estudios universitarios en Filadelfia. "Las huelgas eran corrientes. En los periódicos, los profesores universitarios enumeraban sus quejas, los acuerdos pisoteados en el polvo por miembros del gobierno cuyos propios hijos estudiaban en el extranjero. Los campus se vaciaban, la vida abandonaba las aulas. Los estudiantes albergaban la esperanza de que las huelgas fuesen breves, ya que era mucho esperar que no hubiera ninguna huelga. Todo el mundo hablaba de marcharse".
Hay países donde la única esperanza es marcharse, la idea de marchar, de buscarse una salida más digna en algún país del primer mundo, se mama desde la cuna, tal vez se hereda con los genes, pero está firmemente anclada en el imaginario de la población. Como protectorado británico primero, y colonia británica después, en Nigeria se sueña con viajar a un país de lengua inglesa, principalmente Estados Unidos o Reino Unido.


Chimamanda Ngozi Adichie

Ifemelu descubrió que era negra cuando llegó a Estados Unidos. No es que pensara que era blanca lógicamente, es que hasta entonces la raza no había sido algo importante en su vida, no había sido algo determinante. Cuando llega a América descubre la raza y descubre otras muchas cosas que le harán desencantarse, decidir regresar a Nigeria y tratar de salir adelante en su país de origen aun a costa de convertirse en una "americanah", término que se emplea para designar a los que vuelven de América tratando de que nadie olvide de donde vienen, "se rieron a carcajadas, por la palabra «americanah», envuelta en jolgorio, la cuarta sílaba prolongada, y por el recuerdo de Bisi, una chica del curso por debajo de ellas que había regresado de un corto viaje a Estados Unidos con peculiares afectaciones, fingiendo que ya no entendía el yoruba, añadiendo una «erre» arrastrada a cada palabra que pronunciaba en inglés". 
Así la encontramos al inicio de la novela. Lleva trece años viviendo en América, tiene un novio, la vida bastante bien resuelta y ha decidido volver. Su vida desde que llegó a Estados Unidos ha pasado por fases distintas que fueron descendiendo desde la esperanza y la ilusión hasta la vergüenza humillante que la dejó sumida en la depresión, para después iniciar el camino ascendente que le supuso encontrar trabajo estable, un novio blanco, después otro negro estadounidense y llegar a normalizar su vida. Pero siempre latió en ella un pulso de rebeldía, de no querer plegarse a las modas y exigencias de la raza dominante, de mantener su parcela de identidad, su cuota de negritud. Es eso lo que la lleva a dejar de alisarse el pelo y llevarlo al natural; es eso lo que hace que deje de hablar adoptando el acento norteamericano y se manifieste con su propio acento de recién venida del corazón de África; y es eso lo que terminará por hacerla volver a Nigeria. 
En Nigeria, Ifemelu dejó a Obinze, su novio de adolescencia, el que pensó que sería el amor de su vida. Obinze no pudo seguirla en su viaje, como habían planeado, al no conseguir el visado. Ella cortó toda relación con él en los momentos más oscuros de su estancia americana. 
Con Obinze viajaremos a Inglaterra y veremos los problemas que allí tienen los inmigrantes de los países que constituyeron su imperio y a los que deben su riqueza. Aunque la estancia de extranjeros, sobre todo los que vienen de países pobres y de razas desfavorecidas no es fácil en ningún sitio, Obinze lo tiene peor que Ifemelu. 
Reino Unido es un país más clasista, mas acostumbrado a tener a los pobres en sus colonias, lejos de la metropoli, a no mezclarse con "la chusma". Los originarios del país, blancos y protestantes, cuentan por siglos la ascendencia de su estirpe en el suelo patrio. Los inmigrantes llegados cada vez en mayor número, sobre todo de sus antiguas colonias, no lo tienen nada claro en la mayoría de los casos "El viento que barría las islas británicas olía a miedo a los solicitantes de asilo, contagiaba a todos el pánico ante el inminente desastre, y en consecuencia se escribían y leían artículos, sencillos y estridentes, como si los autores vivieran en un mundo en el que el presente no guardaba relación con el pasado, y nunca se hubieran detenido a pensar que ese era el curso normal de la historia: la afluencia a Gran Bretaña de negros y morenos de países creados por Gran Bretaña".
Estados Unidos es un país de aluvión. Sus verdaderos y originales pobladores se encuentran en reservas y seriamente diezmados; sus modernos habitantes han ido llegando, desde época no muy temprana, de Europa primero, y de Sudamérica, Asia y África más recientemente. Hay mucho racismo, pero también una cierta tolerancia y una cierta transversalidad interracial e interclasista que permite salir adelante e incluso triunfar a muchos de los que allí buscan su  suerte. Ifemelu la encontrará. Obinze no lo conseguirá en Inglaterra. Tendrá que volver a Nigeria y allí le estará esperando la oportunidad. 
También volverá Ifemelu y descubrirá que la vuelta tiene efectos inmediatos. "Tengo la sensación de que dejé de ser negra nada más apearme del avión en Lagos"Aunque otros se hagan esperar. Es americanah y nota muchas deficiencias en un país corrupto y con pocas libertades, pero se niega a pertenecer al Club Nigeropolitano en el que se integran los regresados del extranjero para criticar y lamentarse de la situación del país. Ella no quiere lamentarse, quiere aportar su experiencia y formación para corregir las deficiencias, quiere disfrutar de su país y ayudar a mejorarlo.
Lo mismo quiere Obinze. Él ha triunfado, pero no se suma a la clase de gente influyente que considera el país un medio para su enriquecimiento personal. Él quiere colaborar al desarrollo del país valiéndose de sus propios medios e influencia porque "su mente no había cambiado al mismo ritmo que su vida, y sentía una brecha entre él y la persona que supuestamente era".
Chimamanda Ngozi Adichie es una autora que recomiendo tener en cuenta. Yo ya he tomado nota de la novela que me queda por leer, "La flor púrpura", y de un ensayo que está teniendo un enorme éxito y que, en vísperas del 8 de marzo, no podemos dejar pasar, "Todos deberíamos ser feministas". 
"Americanah" es su última novela y en ella, Chimamanda Ngozi Adichie nos cuenta muchas cosas. La vida en un país sin esperanza y la esperanza en unos países que no siempre responden a las expectativas; el hecho de la raza que se pone de manifiesto en un momento determinado cuando nunca había supuesto un problema; un tema este de la raza que hará reflexionar mucho a Ifemelu, reflexiones que nos irá dejando en su blog y de las que quiero poner una pequeña muestra a modo de despedida.

Comprender Estados Unidos para los negros no estadounidenses: el tribalismo estadounidense.
"En Estados Unidos, el tribalismo sigue vivo y muy vivo. Existen cuatro variedades: clase, ideología, región y raza. Primero, la clase. Muy sencillo. Ricos y pobres.
   Segundo, la ideología. Progresistas y conservadores. No solo disienten en cuestiones políticas, sino que cada bando cree que el otro es malo. [...] Tercero, la región. El Norte y el Sur. Los dos lados se enzarzaron en una guerra civil, y quedan aún manchas resistentes de esa guerra.[...] Por último, la raza. Hay una jerarquía racial en Estados Unidos. Los blancos están siempre en lo alto, concretamente los blancos anglosajones protestantes, y los negros estadounidenses están siempre en lo más bajo, y lo que queda en medio depende del momento y el lugar. (O como dice esa extraordinaria rima: si tienes la piel clara, Dios te ampara; si eres moreno, no te condeno; si eres negro, ¡vade retro!)".

Comentarios

  1. Creo que el último texto con que finaliza esta entrada, resume fidedignamente el sentir de los americanos con respecto a sus congéneres.
    Una autora desconocida al igual que su obra. Me doy cuenta cada vez más que hay mucho que leer, mucho que conocer y que dispongo de un tiempo cada vez más limitado.
    Ya me tienes de nuevo por aquí.
    Un beso.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Y además estoy encantada de tenerte. Espero que sea definitivo y poco a poco vayas retomando la actividad normal. Eso será signo de que estás recuperando el ánimo.
      Esas cosas es mejor no pensarlas. Es cierto que cada vez hay más por leer y conocer y menos tiempo para hacerlo, pero hay que conformarse y procurar abarcar lo más posible, sabiendo que mucho se quedará por el camino. Desde luego, no me hubiera gustado que se quedara esta autora.
      Un enorme beso y bienvenido.

      Eliminar
  2. Buen día, Rosa. Leí "Americanah" y coincido contigo en el valor de la narrativa de Adichie. Es una excelente escritora africana, infortunadamente mucha producción se desconoce porque las traducciones se centran en los autores más destacados. Tu reseña ha planteado muy bien el asunto central y las opiniones que Ifemelu expresa a través de su blog. La literatura africana ha refrescado la literatura como tal, le está dando nuevas voces y formas de contar, descubre un mundo desde sus protagonistas y no con el filtro del extranjero que lo observa. Gracias de nuevo por hablar de ello. ´Saludos y buen lunes.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Había leído "Medio sol amarillo" y ya me había quedado con la autora fichada porque me encantó.
      Es cierto que queda sin traducir mucha obra interesante por ser poco conocida y me imagino que las editoriales piensan que no va a ser rentable.
      Habra que profundizar en la literatura africana porque promete.
      Un beso.

      Eliminar
  3. Muy buena reseña, refleja fielmente la novela y anima a su lectura.
    Estoy de acuerdo contigo, un gran descubrimiento. Tenemos que seguir la pista a esta autora que, con su lenguaje sencillo y ameno nos enfrenta a problemas raciales, de género y de paisanaje. Un beso

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Las reflexiones sobre raza, clase, emigración, país rico-país pobre e incluso sexo son muy interesantes. Tengo muchas ganas de leer la novela que me queda y sus ensayos sobre feminismo.
      Gran descubrimiento nos hiciste a los tertulianos, porque aunque yo ya había leído un libro suyo, la verdad es que la tenía olvidada. Ahora ya no se me pasa.
      Un beso.

      Eliminar
  4. Qué interesante, Rosa. Creo que la voy a encargar casi ya. Me gusta todo, el trasfondo, las historias de desarraigo con las que me identifico bastante (a pesar y a mi pesar de vivir toda la vida en el mismo sitio) y su punto de vista. Hace no mucho leí a Hans Rosling (falleció el año pasado) donde afirmaba que, según diversas proyecciones, en 2100 África tendrá tanta población como Asia. Rosling veía este hecho como un cambio decisivo en la historia de la humanidad y a África como el continente del futuro, si logra superar los desafíos que se le avecinan. ¿Será también el futuro de la literatura? Quién sabe...
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Sumamente interesante y estoy segura de que te va a gustar.
      El vivir toda la vida en un sitio, no tiene importancia si eres abierto de mente. Lo malo es cuando te quedas mentalmente encerrado en tu lugar y piensas que no hay nada (al menos, nada interesante) fuera de tu terruño. Es preferible salir, pero no siempre se puede. Lo bueno es salir de la propia persona. Hay gente que viaja mucho y vive fuera, pero nunca se quita de la cabeza la idea de que como en su tierra en ningún sitio.
      Ojalá África pueda salir de la penosa situación a la que la han llevado los procesos de colonización primero y los de descolonización nefasta después, pero no lo tengo yo tan claro. Pero su literatura parece estar en buen camino.
      Un beso.

      Eliminar
  5. Hola! Hace mucho que quiero leerlo y espero hacerlo este año, últimamente siento la necesidad de leer sobre los temas que aborda este libro. Gracias por la reseña!
    Besos

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Pues son temas muy interesantes y muy actuales y los aborda de maravilla. Te encantará leerlo.
      Un beso.

      Eliminar
  6. Creo que fue a Michael Jordan a quien escuché decir algo así como "Dejé de ser negro cuando gané mi primer millón de dolares". Siempre he pensado que más que por el color de la piel, el racismo hoy día es una repulsa a la pobreza o la miseria. Nadie quiere eso cerca. Y este libro parece ir más allá del simple racismo por el color de piel. Por tu reseña, parece más un tratado de las distintas relaciones sociales entre los grupos diversos. Nunca he percibido tan lejano el diálogo o entendimiento entre ideologías distintas como ahora. Sin duda una novela a tener muy en cuenta y el párrafo que transcribes nos da una buena idea de lo que nos vamos a encontrar. Un fuerte abrazo!!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Es que la raza con millones como que importa menos. Ifemelu dejó de ser negra cuando regresó a África y es que cuando a tu alrededor todos son negros y estás en un país eminentemente de raza negra, la cosa tiene menos importancia, aun así, cuenta de gente que en la propia Nigeria se daba cremas para blanquearse la piel y se achicharraba el pelo a base de alisarlo. Entiendo que se hiciera en Estados Unidos para evitar el racismo y pasar más inadvertidos, pero hacerlo en su propio país donde todos son negros me parece muy triste. ya no es querer evitarse problemas, es renegar de la propia raza. Eso se consigue cuando se hace sentir a alguien inferior durante siglos.
      Todo muy complejo y este libro lo aborda de maravilla.
      Un beso.

      Eliminar
  7. Yo he leído Todos deberíamos ser feministas y Cómo educar el feminismo, y me encantaron. Como dices, es una autora a tener en cuenta. Quiero leer La flor púrpura, y después me apunto Americanah.
    Es increíble el racismo y el clasismo que sigue existiendo hoy en día en el mundo, aunque más que el color de la piel creo que es más por el dinero. Me ha sorprendido cuando explica que inglaterra es más clasista, pensaba que en Los Estados Unidos eran más cerrados.
    Muy buena entrada guapa, gracias por descubrirnos este libro tan interesante :))
    Un besito!!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Y no olvides "Medio sol amarillo". Muy bueno.
      Esos dos ensayos los tengo pendientes, pero los leeré en breve. De hecho, "Todos deberíamos ser comunistas" ya está en mi estantería de pendientes.
      Lo de Inglaterra y Estados Unidos es aportación mía; no lo trata ella de esa manera. Tal vez es una apreciación falsa, pero las aventuras de Obinze e Ifemelu, y mis observaciones, me llevan por ahí.
      Un beso.

      Eliminar
  8. Conozco a la autora gracias a uno de sus últimos éxitos editoriales: "Todos deberíamos ser feministas". No obstante, y aunque ese título está entre mis pendientes, quería empezar por alguna de sus novelas, por lo interesante de la temática.
    De "La flor púrpura" leí una reseña recientemente y la tengo bien apuntada. Estoy segura de que "Americanah" no me dejaría indiferente por ese componente sobre raza, cultura e identidad tan problemático en el contexto norteamericano.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. "La flor púrpura" la tengo también en mi estantería de pendientes. Espero leerla pronto. Podría gustarte también "Medio sol amarillo". Nos traslada a una Nigeria anterior a la de "Americanah", la de los años sesenta y la Guerra de Biafra. Cualquiera de las dos es interesante, aunque esta última resulta más actual y ese contexto norteamericano y el "conflicto" entre negros estadounidenses y no estadounidenses, resulta de lo más ilustrativo.
      Un beso.

      Eliminar
  9. Creo que este va para la lista interminable de pendientes de leer. Me gusta esa visión de una negra que es más negra que los negros estadounidenses por no ser nacida allí.
    Esa reflexión sobre el racismo, que tan bien se expresa en el último párrafo de tu reseña, es muy buena.
    Yo siempre he pensado que detrás del racismo y/o xenofobia hay simple y llanamente prejuicios clasistas. Es cuestión de estatus social y ese estatus viene dado por el dinero. De hecho, nosotros llamamos moros a los que vienen por el Estrecho, pero a los que viven en Marbella (los de los yates y las fiestas de puturrú), a esos los llamamos árabes.
    Poderoso caballero es don dinero.
    Un beso, guapa.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Y no se mira igual a un negro abogado con traje y corbata que a un trabajador con mono y manchas de grasa. Hay mucho de clasismo en la raza por supuesto. En la novela nos dice que los negros de fuera, están mejor vistos (por los blancos) que lo propios de Estados Unidos. Es muy curioso todo lo que explica acerca de la raza.
      Te gustará seguro.
      Un beso.

      Eliminar
  10. Es asombroso y muy triste comprobar que en EEUU el racismo no solo enfrenta a blancos contra negros o a blancos anglosajones y protestantes contra hispanos, sino también a afroamericanos contra negros no americanos. Nunca me habría imaginado que hubieran negros racistas ante sus "parientes" africanos. También me ha llamado la atención que Ifemelu diga (o eso he entendido) que no sabía lo que era el racismo hasta llegar a los EEUU, como si los blancos de las colonias británicas no hubieran ejercido su supremacía contra los indígenas, tratando a estos como a siervos. Obinze puede comprobar cómo es marginado en Inglaterra por su origen.
    Sin duda alguna, debe ser esta una novela digna de leer, por tratar un tema tan espinoso y real visto desde la perspectiva de quien ha sufrido la discriminación racial y la desubicación en carne propia, y por las muchas enseñanzas, que sin duda contiene, sobre el comportamiento humano (o debería decir inhumano).
    Una estupenda reseña, Rosa.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. A mí también me sorprendió mucho que hubiera racismo entre los propios negros, pero tampoco debería extrañarnos. Al fin y al cabo, los alemanes se sienten superiores a nosotros, nosotros a los portugueses... y al final es cuestión de riqueza y clase social más que de color de piel.
      Lo de sentirse negra en Estados Unidos y no en Nigeria, yo creo que es porque Ifemelu ya nació en un país libre y, aunque, como digo a David, había quien intentaba disimular la raza, eran todos (o la inmensa mayoría) negros, por lo que no sufrían la diferencia como al llegar a un país de blancos.
      La novela es realmente digna de leerse.
      Un beso.

      Eliminar
  11. Tengo esta novela pendiente desde que se publicó en España. De la autora todavía no he leído nada, así que a ver si consigo ponerle remedio. Es cierto que muchas veces, más que racismo, lo que impera es el clasicismo. Muy elocuente la cita final. He pensado al leerla en el sistema de castas de la India.
    Besos

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Es una autora de lo más recomendable y, al parecer (yo solo he leído a Chimamanda Gnozi), la literatura del África subsahariana está emergiendo y debe de ser muy interesante. Habrá que indagar.
      De momento, te recomiendo leer "Americanah".
      Un beso.

      Eliminar
  12. Sin duda una lectura interesante que no voy a dejar pasar, lo anoto en mi lista interminable de pendientes, ains, pero me alegra siempre gracias a tí tener algo que ilusionarme y ganas de leer.
    Perdón por llegar tan tarde pero ya sabes el viaje de novios, inolvidable, me ha tenido alejada de los blogs. Besos

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muy interesante. Te la recomiendo porque es además literatura africana, una literatura distinta y que tiene mucho que contar.
      Ya leí en tu blog lo genial que resultó el viaje. Me alegro mucho. Que el resto de los días resulten igual de geniales.
      Un beso.

      Eliminar
  13. Hola ! He descubierto a Chimamanda con este libro y me ha encantado. Me gusto la agudeza con la que describe las emociones, los sentimientos, la inmigración y por supuesto .... el amor !
    Saludos !

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Ya he visto que tú también tienes reseña del libro. La tengo abierta para leerla en cuanto termine de responder comentarios.
      Yo descubrí a la autora con "Medio sol amarillo", cuando aún nadie la conocía por aquí y ya me encantó. Te lo recomiendo.
      Un beso.

      Eliminar

Publicar un comentario

Con tus comentarios reflexionamos, debatimos y aprendemos más.

Lo más visto en el blog este mes

"Mujer en punto cero" Nawal El Saadawi

"La amiga estupenda" Elena Ferrante

"Tan poca vida" Hanya Yanagihara

"La caída de Madrid" Rafael Chirbes

"La sombra del cardo" Aki Shimazaki.

"El imán y la brújula" Juan Ramón Biedma

"La ciudad y sus muros inciertos" Haruki Murakami

"La trenza" Laetitia Colombani

Dos clásicos de amor y desamor.

"Las maldiciones" Claudia Piñeiro