Reconstrucción

Reconstrucción 3. Pedro Flores. (Serie Reconstrucción, 2007-2009) 
Fue una ardua tarea que fui realizando poco a poco; construyéndome a mí misma de herida a cicatriz; de socavón a ladrillo; de dolor a convalecencia.
Tuve que dejar de lado el temor, y qué difícil es cuando el temor se ha larvado desde la infancia, a base de lecturas, de películas, de consejos maternos: "una mujer sola no es nada; tienes que formar una familia, buscar un hombre trabajador, tener unos hijos que llenen tus días y tu vida".
Tuve que resetear mi mente adiestrada durante tantos años y asumir que soledad no significa fracaso ni abandono, que se puede convertir en un objeto de deseo y ser una compañera agradecida. Llegué a estar harta de tanta falta de soledad (o de tanta soledad en compañía), de tanto tumulto y multitudes y frustraciones compartidas; de esperanzas defraudadas y egoísmo propio y ajeno.
Y casi, sin darme cuenta, un día me vi deseando que llegara el momento en que nada que no fuera yo misma interfiriera en el dulce paso de las horas, más dulce porque entonces sería solo mío. Mío y de mis hijos, porque mis hijos no eran algo extraño; al menos, no lo eran aún. Tal vez con los años, cuando su vida se desligara de la mía, llegaran a serlo, pero de momento formaban parte de mí misma, como mis brazos o mis orejas.
Había empezado a ser feliz en mi propia compañía; a aceptarme tal como era y a gustarme tal como me aceptaba. Por primera vez, no deseaba ser otra o ser distinta; no deseaba ser más agradable y complaciente, más simpática y cuidadosa con las tareas domésticas. Total, por más que lo intentaba, nunca conseguía estar a la altura. 
Hasta entonces había intentado levantar frente a él un muro que me envolviera por completo aislándome y protegiéndome; un muro de indiferencia, de impasibilidad ante el dolor; un muro que él rompía cada vez con el primer puñetazo, con la primera patada, ante la primera gota de sangre; un muro que cada vez saltaba hecho pedazos y del que algunos pedazos podían escaparse algún día y golpear a mis hijos.
Ahora, sin miedo a la soledad y con el ánimo reconfortado, renovada por dentro como nunca pensé que pudiera llegar a estarlo; como solo el dolor puede llegar a renovar, había decidido rodearme de un muro igual de invisible pero más eficaz: el muro de la distancia. Tenía que hacerme distante, tenía que hacerme ausente y envolver en esa invisibilidad a los niños. 
Pero no existe lo incorpóreo, no existe lo invisible más que bajo la capa de Harry Potter y la había perdido en alguno de mis pasos inciertos. Ayer nos estaba esperando en el portal del piso de alquiler de la barriada periférica en la que nos hemos refugiado todos estos meses. Cuando me golpeé la cabeza contra el escalón, lo último que vi, antes de perder el conocimiento,  fue cómo se dirigía hacia mis hijos que, desde un rincón, cogidos de la mano, miraban la escena paralizados. 
Cuando recuperé la consciencia, en la habitación blanca y verde y algodonosa de un hospital, lo primero que hice fue dirigirme a la primera bata blanca que se acercó a mi cama: "Doctor, por favor, mis hijos. ¿Me puede decir si están bien?"

Este relato ha sido levemente modificado respecto al que presenté al reto de la comunidad de G+, "Escribiendo que es gerundio".  Ahora, tal como lo publico aquí, lo presento al II concurso de otra comunidad de G+,  "El tintero de oro", que organiza David Rubio en su blog "Relatos en su tinta"

Comentarios

  1. Tema duro, Rosa, el de los malos tratos, lástima que la protagonista no tenga la cabeza un poco más dura para no herirse al golpear contra el escalón, pero no, lamentablemente no suele suceder así, somos de carne y hueso, y a veces los golpes que duelen más son los de las palabras. Suerte en el concurso. Un abrazo.

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    1. Lo de los malos tratos es algo que me espanta, pero el maltrato a la madre que pasa por el maltrato a los hijos, me resulta algo con lo que no puedo enfrentarme. Es un final abierto porque ni en mi imaginación me siento capaz de cerrarlo.
      Un beso y enhorabuena para ti también.

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  2. Es cierto un tema doloroso que la mayor parte de la gente no entiende. Es muy loable intentar aproximarlo a los que no lo han vivido. Te deseo mucha suerte en el concurso. ¡Un abrazo!

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    1. Muchas gracias, guapa. Me alegro de que te haya gustado. Es un tema muy duro y, por desgracia, sin visos de ir a solucionarse.
      Mucha suerte a ti también.
      Un beso.

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  3. Hola, Rosa.
    Has escrito con mucha clase un relato crudo como la vida misma, tratando un tema que, si de verdad hubiera Justicia divina, tendría que estar erradicado de nuestras vidas y de nuestro vocabulario, o más bien no tendría que haber hecho acto de presencia nunca. Menos mal que en las últimas palabras nos presentas ese don del ser humano que no nos podrán arrebatar jamás, el amor maternal incondicional.
    Te deseo suerte en el concurso.
    Un abrazo.
    Patxi.

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    1. Es que, como madre que soy, es un tema que me produce escalofríos. Pensar que un padre es capaz de matar a su hijo para hacer daño a la madre, es algo que no entenderé ni aunque me lo expliquen (como decía mi hijo de las matemáticas cuando era pequeño).
      Nunca debió hacer acto de presencia, pero hasta no hace mucho era algo asumido por la mayoría y una frase muy oída: "lo que pasa entre marido y mujer, debe quedar entre ellos" De aquellos polvos, estos lodos. A ver cuando nos deshacemos de tanto fango.
      Un beso.

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  4. La triste realidad de la violencia de género en su máxima expresión. Muy duro relato, Rosa. Mucha suerte en el concurso.

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    1. Sí, cuando implica a los hijos es el colmo de la miseria moral del maltratador.
      Un beso y suerte también para ti.

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  5. Hola Rosa. Debo decirte que nunca había leído un texto tuyo, y es la primera vez que llego a tu blog. El tema, por supuesto, es la gran estrella del relato, uno queda impactado, en seguida se coloca del lado de la protagonista, y surge el pensamiento inevitable de la condena moral a la violencia de ese hombre. Pero quisiera también decirte que me ha gustado mucho la cadencia de tu narrativa, la precisa descripción de la metamorfosis interior de la protagonista, y la agradable sensación de estar ante una prosa que tiene un desarrollo en segundo plano que se va dando de modo natural para la fácil lectura. Un relato, sin duda, muy bien contado. ¡Mucha suerte en el concurso!
    Ariel

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    1. Muchas gracias por tus palabras, Ariel. Era justamente lo que pretendía: que se leyera con facilidad, marcar la evolución de la mujer y el horro de la historia, por desgracia, muy real.
      Suerte también para ti porque tu relato, con la historia que cuenta y ese lenguaje tan maravilloso, me ha cautivado.
      Un beso.

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  6. ¡Hola, Rosa! Abordas con elegancia en tu breve relato un tema que, a pesar del tiempo sigue siendo una lacra en la sociedad. Nada más vil que el maltrato a una mujer, a un hijo.

    Suerte en el concurso promovido por la comunidad G+ "El tintero de Oro" que organiza el escritor David Rubio en su blog "Relatos en su Tinta"- Una magnífica ocasión para conocer a diferentes blogueros.

    Un abrazo literario.

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    1. Sí y si hay escalas en el maltrato, la que afecta al hijo está en la cumbre de la estulticia.
      Suerte a ti también. Aún no he leído la mayoría de los relatos porque llevo unos días de mucho trabajo. Voy por el orden en que David los ha publicado en G+. El tuyo aún no ha llegado. Lo siento.
      Un beso.

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  7. Gracias, Rosa, por participar en EL TINTERO DE ORO. Un fuerte abrazo y suerte!!!

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    1. Gracias a ti, David, por la oportunidad. Esta vez me ha pillado con muchísimo trabajo y creí que no llegaba, pero por fin, lo he conseguido.
      Un beso.

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  8. Buenas noches amiga Rosa, un placer visitarte de nuevo y ahora además como compañeras de concurso, también me hace ilusión.

    Me ha parecido muy interesante el tema sobre el que trata tu relato, es decir, la violencia de género, pues nunca está de más insistir acerca de esta lacra social. Ciñéndome a dicha problemática lo narras en primera persona como si lo escribieras en un diario íntimo, dándole énfasis a la importancia del gran descubrimiento (que para tu protagonista y para el resto de las afortunadas con ella, que logran salir con vida de esta horible experiencia) supone ser consciente por primera vez, de que se puede ser feliz sin necesidad de estar llevando a cuestas esa carga del "otro", o del compromiso creado con otra persona que según los convencionalismos sociales, es la única manera de ejemplarizar un tipo de relación un tanto hipócrita y fuera de la realidad.
    Acercar este tema a la gente joven también lo encuentro muy importante.
    Mucha suerte en el concurso.

    Un abrazo fuerte.

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    1. Fe de erratas del teclado:
      -con ella = como ella
      -horible = horrible

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    2. He querido poner un granito de arena invisible en la inmensidad del problema. Gracias por tus palabras.
      Vengo ahora de leer algunos relatos del concurso, entre ellos el tuyo que me ha gustado mucho. Allí te he dejado un comentario.
      Mucha suerte a ti también, amiga.
      Un beso.

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  9. El relato crece en angustia según se acerca el desenlace, una sensación que no se resuelve pues nos dejas con la pregunta en el aire, poniendo de manifiesto la incertidumbre de la protagonista por conocer el destino de quienes más le importan. El hecho de que esté escrito en primera persona nos acerca más a las vivencias de la mujer. Buen relato Rosa, te deseo suerte en el concurso. Un saludo.

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    1. Quise dejar el final abierto porque, como digo en respuesta a otro comentario, me daba miedo cerrarla, por si acaso.
      Muchas gracias, Jorge. Suerte a ti también.
      Un beso.

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  10. Muy fuerte y actual. Nunca entenderé que pasa que hace que algunos humanos lleguemos a esto y otros no. Sera el entorno, la familia o vendremos predispuestos geneticamente?
    Muy duro tu relato. Te felicito y te deseo suerte.
    José
    www.cuentoshistoriasyotraslocuras.wordpress.com

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    1. Muchas gracias, José Luis. Puede que todos, en según qué circunstancias, seamos capaces de peores cosas de las que nos gustaría imaginar, pero el agredir hasta la muerte a los seres que más deberías querer y que dependen de ti, es de una perversidad que sobrepasa lo humano y eso que en crueldad es difícil de sobrepasar.
      Mucha suerte a ti también. Tu relato es muy hermoso: una historia de amor mantenida tanto tiempo que se puede considerar eterna, como solo lo son los amores no materializados.
      Un beso.

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  11. Ufffff qué tema tan duro pero que bien lo has escrito. Me gusta ese final abierto, lo hace un pelín menos duro.
    Besos y muy feliz finde.

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    1. Eso pretendía. Aparte de que me gustan los finales abiertos, este tenía que ser dejar respirar un poco al final, después de la subida de tensión.
      Un beso.

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  12. Lo más triste de este relato es que es cierto, solo hay que echarle un ojo a las estadísticas. No es una fantasía de terror, es una realidad desafortunada, y en alguna medida, todos somos responsables de esto, por consentidores, por mirar hacia otro lado, por no educar a nuestras hijas e hijos en un marco de respeto mutuo, por apagar el televisor cuando vemos más de lo mismo.
    Es terrible Rosa, y lo has contado como toca, desde el dolor.
    Un abrazo grande.

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    1. Es muy difícil deshacerse de siglos o milenios de machismo. Todos nos sorprendemos a veces con pensamientos machistas y, lógicamente, los transmitimos a nuestro alrededor.
      Yo creo que la solución pasa por la educación. De nada sirven leyes contra individuos que están dispuestos a matar y luego a suicidarse.
      Soy profesora de secundaria y no te imaginas los comportamientos que se ven en el instituto entre chavales de 14 y 15 años. Más machistas que mi abuelo. Y la educación que importa es la de casa porque luchar desde el instituto contra lo que se les inculca desde que nacen veinticuatro horas al día es tarea imposible.
      Un beso y suerte en el concurso. Tu relato me ha divertido mucho. Está escrito con gran sentido del humor.
      Un beso.

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  13. Siempre me ha llamado la atención la relación de sumisión que se crea entre algunas parejas, una parte queda por completo anulada y resiste cualquier humillación, aguanta lo que no aguantaría de nadie. Y además lo he visto en mujeres de fuerte carácter, excepto ante su maltratador. Describes muy bien esas emociones, siendo difícil ponerse de alguien que ha sufrido una experiencia tan extrema. Optar por la primera persona es valiente y creo que necesario para la empatía. Nada más despertar pregunta por sus hijos y no por ella misma, es natural, pero esa frase ahonda en la falta de autoestima a la que conduce el maltrato.
    Un abrazo.

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    1. Conozco personas que valen mucho más que sus parejas en todos los sentidos y, sin embargo están como abducidas por ellas. No hablo de maltrato ni de violencia, simplemente de personas que se dejan organizar la vida y las ideas por otras que están mucho menos dotadas para ello. Yo creo que nadie debe organizar vidas ajenas ni imponer sus ideas, pero ya de hacerlo, debería ser el más listo de la pareja. Nos iría mejor a todos.
      Cuando ya se mezcla el maltrato, entonces la guasa desaparece y el asunto toma tintes de tragedia.
      Afortunadamente (?) mi personaje ya ha sido capaz de superar esa falta de autoestima y se ha recuperado. La interrogación es porque mientras no sepamos qué ha sido de los niños lo de afortunadamente queda en suspenso.
      Un beso.

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  14. El relato en sí es fantástico, Rosa, aunque esté basado en una terrible realidad a la que se tienen que enfrentar miles de mujeres a diario. Creo que has sido muy valiente por elegir esta historia para el concurso y darle visibilidad a través de la literatura a un tema que muchos aún no quieren aceptar o de cuya gravedad no son conscientes muchas personas. ¿Cuántos más golpes, gritos, humillaciones y muertes son necesarias para acabar con la violencia de género?
    Menos mal que hay quien usa las palabras para denunciar esta lacra social.
    Un fuerte abrazo.

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    1. Lo malo es que mientras se denuncia la lacra, se tiene la impresión de que no sirve de nada. Mientras los padres (y madres) no destierren los comportamientos machistas e inculquen a sus hijos la igualdad escrupulosa entre los géneros, nada se podrá hacer. Las leyes no sirven cuando se intenta reprimir con ellas a kamikazes dispuestos a suicidarse tras hacer el mayor daño posible. Que digo yo (que nada tengo contra el suicidio) que podían suicidarse antes.
      Un beso, guapa.

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  15. Genial Rosa! Has tratado un tema que afecta de manera grave a nuestra sociedad, que siempre ha estado ahí pero ahora las mujeres son más valientes y fuertes para poder acabar con algo así. Es increíble como la anulación llega poco a poco, por la idea de (como bien has dicho), una mujer sin hombre no tiene valor, el matrimonio es el éxito de la mujer y parece que cualquier hombre valga.
    Me ha gustado mucho tu enfoque! Mucha suerte en el tintero de oro. Yo soy del grupo pero por falta de tiempo lo tengo un pelín abandonado y nunca participo.
    Un besote guapa!!

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    1. Yo que soy mucho más mayor que tú, puedo dar fe de la educación que recibimos. Figúrate que mi madre me decía que si salía todos los fines de semana "iba a estar muy vista" y nadie me iba a querer. Eso como muestra. La verdad es que la pobre tuvo que tragar que en el año 85 me fuera a vivir con mi chico sin casarme y el el 87 tuviéramos un hijo y siguiéramos tan solteros como siempre. La verdad es que creo que los rebeldes de mi generación hemos educado a nuestros padres tanto como ellos a nosotros.
      Algunas cosas, como vemos, cambian. Otras, aunque también lo hacen, aún tienen mucho recorrido por delante.
      Un beso.

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  16. Fantástico Rosa, un relato duro y muy real. Ese despertar de la mujer es conmovedor, lo que le interesa, por lo que vive anulada. El uso de la primera persona lo hace muy intenso.
    Es sorprendente que sigue y sigue pasando, usar a los hijos para causar dolor, golpear a lo que se dice amar, terrible lacra que no cesa. El final abierto me ha gustado.
    Mucha suerte y un beso enorme.

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    1. Sí, como dices, es sorprendente que algo así pueda suceder. Va a ser cierto que los hijos son más de la madre que del padre. Ninguna madre sería capaz de agredir a sus hijos para hacer daño al marido (eso he querido dejar patente con lo de que forman parte de nosotras como un brazo o una oreja), sin embargo cada vez se oyen más casos de hombres que lo hacen.
      Un desastre total.

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  17. Jobar, Rosa, me has dejado con la piel de gallina. Según te iba leyendo adivinaba desde el inicio una mujer maltratada, pero ese final me ha espeluznado.
    Describes muy bien las fases por las que suelen pasar esas mujeres que sufren la desgracia de estar ligadas a un monstruo y cómo los hijos son su tabla de salvación, en la mayoría de las veces también el motivo para decidir afrontar al violento, pero por desgracia esos mismos hijos son el punto débil donde el cobarde, el maltratador, se ceba y busca hacer daño.
    Chapeau, amiga.
    Un beso muy grande y suerte, aunque para mí ya tienes un primer premio, independientemente de los resultados de los concursos.

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    1. Es uno de los sucesos de noticiosos que más me espeluznan. No el maltrato a las mujeres, que también,, sino ese maltrato materializado en los hijos porque no lo concibo desde mi condición de madre ni creo que pudiera concebirlo aunque no lo fuera.
      Como diría el genial Machado "mala gente que camina y va apestando la tierra".
      Un beso y muchas gracias, guapa.

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  18. Has tocado un tema muy duro, Rosa. Y lo has hecho de manera excelente. Me estaba preguntando por qué no finalizaba con su alejamiento y la superación de todo ese terror cuando me di cuenta de que tuvo que caer una vez más en las garras de ese maltratador para reforzar el hecho de que no estaba sola, que tenía que pensar en sus hijos. Escalofriante...
    Un abrazo

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    1. Si la situación de una mujer maltratada es terrible, cuando además tiene hijos es doblemente terrible. hay poca escapatoria a no ser que logres hacerte invisible. Una puede luchar y arriesgarse cuando solo está ella en riesgo, pero cuando el riesgo afecta a tus hijos eres rehén de tus temores más profundos.
      Un beso.

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  19. A ver qué pasa en este concurso, ojalá asciendas un escaloncito respecto del otro ;-)
    Me han encantado las frases en las que dices que empezó a aceptarse tal cual era y a gustarse tal y como se aceptaba, así como que el dolor renueva; y tanto, amiga mía.

    ¡Un beso muy fuerte y feliz tarde de domingo!

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    1. Muchas gracias, Chelo. En este concurso va a ser muy difícil subir ese escalón que me faltó en el otro. Se presentan muchos relatos y los hay muy buenos y eso que, de momento, solo he podido leer la mitad más o menos.
      Ya te contaré.
      Un beso, guapa.

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  20. Te lo comentaré en la comunidad de David si no te importa.
    Besos grandes

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  21. Rosa, un relato muy bueno, el maltrato es la enfermedad de nuestra sociedad y cada día nos azota con una nueva víctima.
    Mucha suerte en el concurso.
    Un abrazo.

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    1. Y parece que no tiene remedio. Se siente una impotencia terrible al ver que no parece tener remedio.
      Gracias, Javier. Mucha suerte a ti también.
      Un beso.

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  22. Me encantan las "reformas" que le has hecho al relato, Rosa. Creo que le dan más profundidad al argumento, que refuerzan la parte emocional que nos permite conectar con los pensamientos y esperanzas de la protagonista. La imagen que has elegido también me parece genial, muy alegórica.

    Es un tema durísimo que nunca debemos dejar de denunciar y hacer visible. Con este texto tú añades un granito de arena, además de hacernos disfrutar con tu estupenda prosa. Me ha gustado mucho :)

    ¡Un beso y mucha suerte en el concurso!

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    1. Por algún comentario en Escribiendo... he visto que alguna cosa no se había entendido bien. De ahí las "reformas" para explicarme mejor.
      Me alegro de que te guste, guapa. Suerte a ti también, guapa.
      Un beso.

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  23. Rosa, un relato durísimo sobre los malos tratos. Hay que seguir dando visibilidad a esta lacra. Espero que ayude a que termine. Muy buen relato.
    Mucha suerte en el concurso.
    Besos.

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    1. Gracias, Pilar, pero no tengo demasiada esperanza en que con relatos así se termine con el problema. Lo que pasa es que tampoco se puede quedar una callada. Educación, educación y educación, eso sí podría terminar cambiando la situación.
      Un beso.

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  24. Hola Rosa,
    Tratas un tema muy cruel, pero todo y digo todo el relato en sí, es estupendo.
    Esta frase me ha impactado pero a la vez maravillado: Tuve que resetear mi mente adiestrada durante tantos años y asumir que soledad no significa fracaso ni abandono. Cuanto dices en tan poco, la sociedad en la vivimos debe seguir cambiando, todavía queda mucho camino.
    La parte íntima y humana que percibimos en la protagonista y la capacidad que tiene al sacar fuerza en el peor momento por esos hijos, nos muestra una realidad durísima.
    Solo espero que no termine con un terrible final, por ella y por sus hijos, ningún niño debería crecer en un entorno sin alma.

    Muchísima suerte en el concurso.
    Un beso.

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    1. Gracias, Irene. Mucha suerte a ti también. Esta vez me ha pillado con un montón de trabajo y aún no he leído más que los trece relatos primeros. Aún no he llegado al tuyo ni a otros muchos. Espero que me dé tiempo a leerlos todos si no, me quedaré fuera de concurso.
      Ni yo sé cómo termina mi relato porque no me he atrevido a averiguarlo. Así lo dejo.
      Un beso.

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  25. Relato duro y, por desgracia, siempre de actualidad. Consigues que el golpe en la cabeza y la desesperación al despertar nos duela a todos.
    Un abrazo.

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    1. Es duro por real, por increíble, por inasumible. Si ya es imposible de asumir que se agreda a las mujeres, la agresión por medio de los niños es de una vileza merecedora del castigo más terrible.
      Eso es lo pretendido, que nos duela y a base de dolor, el problema se acabe.
      Un beso.

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  26. Ay Rosa! Me has dejado con el corazón encogido. Sobre todo con ese final, en el que no nos dices qué ha pasado con los niños.
    Muy buen relato de lo que significa una vida sometida a los malos tratos. Enhorabuena y suerte

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    1. Gracias, Sara. Con estos niños no sabemos lo que ha pasado y aún podemos mantener la esperanza. Con otros, por desgracia, eso no es posible. Sabemos de sobra lo que les pasó.
      Mucha suerte a ti también.
      Un beso.

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  27. Me ha impresionado mucho tu historia, que deja la puerta abierta a la esperanza. Por desgracia hay muchas mujeres que no pueden contarlo. Felicidades y mucha suerte. Besos

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    1. Gracias, Ana. Es cierto que aquí nos queda una duda que abre la puerta a que todo haya salido bien (casi bien). No podía anular la esperanza o no hubiera podido escribirlo.
      Suerte a ti también.
      Un beso.

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  28. Respuestas
    1. Gracias. Me quedan un montón por leer aún y como voy por orden, el tuyo es uno de ellos. Suerte a ti también.
      Un beso.

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  29. Hola Rosa, un relato estremecedor y nos toca muy de cerca a las mujeres por desgracia. Es un tema en primera persona y además del día a día. Me gusta mucho la intensidad de la emoción, el hilo de ese cambio de esa reconstrucción hasta crear esa invisibilidad, pero... es que la sinceridad atraviesa, inquieta, se clava como un cuchillo. Buen relato. Un beso

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    1. Gracias, guapa. Por desgracia, un relato muy entroncado en la realidad actual.
      Esperemos que algún día sea un tema con cuyo recuerdo la gente se espante por incomprensible y lejano.
      Un beso.

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  30. Hola Rosa.

    ¡Espero que no les haya pasado nada a los niños! Creo que podrías regalarnos a todos una segunda parte en donde nos aclares qué ha pasado con ellos. Estaría genial.

    Tu relato es muy conmovedor. Esa primera persona relatándonos sus sentimientos. Qué razón tienes con lo de "tanta soledad en compañía". A veces se es feliz estando solo que rodeado de gente.

    Mucha suerte en el Tintero de Oro.

    Nos leemos.

    Un abrazo.

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    1. Yo también espero que no les haya pasado nada a los niños. No quiero averiguarlo, así es que, de momento, quedará así la historia.
      La peor soledad es la que se vive en compañía. Todas las desventajas de la soledad y ninguna de sus ventajas.
      Mucha suerte a ti también.
      Un beso.

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  31. Triste realidad. Y es muy cierto, las mujeres deberíamos ser educadas en el amor a nosotras mismas primero. Se evitarían muchos casos como el de la protagonista del relato.
    Muy buena historia. Te deseo suerte en el concurso.
    Besos.

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    1. Ese es el secreto, enseñarles a las niñas a quererse a sí misma y no a vivir para satisfacer a un hombre y sus caprichos y encima que piense que si el hombre exige sus caprichos (no te vistas así, no salgas con tus amigas, enséñame los mensajes de tu móvil, etc) es muestra de amor. Cuando veo esas adolescentes sometidas a los caprichos del "novio" de turno, me pongo mala.
      Un beso.

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  32. Rosa has escrito un buen relato desde la primera persona. Es una denuncia a una tragedia que de debería de erradicar del mundo, eso que la arma más precisa para ello es la educación y educar en el respeto al otro. El alma de la mujer se desnuda en tu mensaje con esa preciso mensaje que terminas en el relato porque la mujer y la maternidad está unida a la protección de sus vástagos. El buen final abierto me ha encantado. ¡Suerte en el concurso! cuanta con una buena nota. Un abrazo

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    1. Gracias, Mamen. estoy totalmente de acuerdo contigo en que el arma definitiva es la educación, pero aún hay mucho pendiente en ese aspecto pues aunque, desde el sistema educativo se hace bastante (todos los cursos hay varias actividades al respecto) la sociedad, los medios de comunicación y algunas familias, aún tienen un recorrido pendiente.
      Mucha suerte a ti también.
      Un beso.

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  33. Durísimo, pero muy bien narrado. Mucha suerte en el concurso.

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    1. Me alegro de que te guste. Muchas gracias y suerte a ti también.
      Un beso.

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  34. Hola Rosa
    Un tema candente y doloroso. Bien contado.

    suerte en el concurso

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    1. Gracias, Paola. Demasiado candente y actual, por desgracia.
      Mucha suerte a ti también.
      Un beso.

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  35. Hola, Rosa. Un relato bien narrado y lleno de sentimientos. Un tema candente el de los malos tratos que para mí, por mucho que lo intenten, no tiene explicación posible. Un hombre que de cara a los demás se comporta normalmente, que se le presupone inteligente y responsable en el cuidado de su familia, que no está deprimido ni es un suicida y, en cambio, termina haciéndolo: golpea a su mujer y se suicida. No podré entenderlo nunca como tampoco entiendo que las medidas para detener esta sangría estén dando tan poco resultado.
    Mucha suerte en el concurso. Abrazos.

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    1. Yo sí entiendo que las medidas no den resultado. Cuando uno está dispuesto a suicidarse después de matar a alguien, pocas medidas hay para disuadirle. Y no digo que se esté haciendo todo bien, pero ante los kamikazes es muy difícil responder.
      Esa actitud por parte de hombres, en principio normales, tampoco la puedo entender.
      Mucha suerte a ti también.
      Un beso.

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Dos clásicos de amor y desamor.

"Las maldiciones" Claudia Piñeiro