"La señal" Ruy Vega
Era el 15 de agosto de 1977. Pasadas las once de la noche, el radiotelescopio Big Ear, de la Universidad de Ohio, recibió una señal de radio de origen desconocido. La señal duró exactamente 72 segundos y provenía de la zona oriental de la constelación de Sagitario. Su intensidad fue 30 veces superior a la radiación cósmica de fondo que Penzias y Wilson descubrieron en 1965 y que constituye la prueba más consistente de la existencia del Big Bang.
La señal de 1977 quedó registrada en una hoja de papel continuo por una computadora. Allí la descubrió, días después, Jerry Ehman que trabajaba en el proyecto SETI (Search for ExtraTerrestrial Intelligence). Fue tal su sorpresa al descubrir la señal en el trozo de papel continuo que la había recogido que no pudo contenerse y escribió una expresión de admiración en el propio papel: "¡Wow!". Con ese nombre se iba a conocer la señal hasta nuestros días: la señal Wow!
¿Y en qué consistía esa señal que tanto revuelo iba a levantar? Pues, sencillamente, en una secuencia de números y letras que a la mayoría de nosotros no nos hubiera dicho nada: 6EQUJ5. Pero es que nosotros no somos voluntarios de ningún SETI, entendemos muy poco de todo esto y tampoco entendemos muy bien por qué una de las explicaciones más plausibles que se le dio en aquella época fue que la señal venía de una civilización inteligente y avanzada.
Posteriormente, se ha explicado como una emisión de Hidrógeno particularmente abundante como las que se producen por el paso de un cometa. Entre noviembre de 2016 y febrero de 2017, se han realizado análisis para demostrar la hipótesis de Antonio Paris, astrónomo del St. Petersburg College de Florida, según el cual, la señal era causada por el paso del cometa 266P/Christensen. Dicho cometa había pasado cerca de la Tierra en 1977 y volvía a hacerlo en 2016 (en realidad pasa cada siete años y medio, más o menos). En esta última visita a la Tierra del 266P/Christensen, la señal volvió a ser detectada. No obstante, hay muchos astrónomos que no aceptan la hipótesis de Paris por lo que el misterio de la señal, aunque cada vez con menos misterio, se mantiene.
Hasta aquí la historia, lo que la realidad da de sí. A partir de aquí, viene la novela de Ruy Vega "La señal". Una novela que mezcla la ciencia ficción con la novela policíaca, escrita, como su novela anterior, "El Proyecto Dream", a base de artículos periodísticos, noticias de radio, correos electrónicos, mensajes de Whatsapp, conversaciones telefónicas o presenciales... todo tipo de comunicación le sirve a Ruy Vega para ir conformando la historia que comienza en marzo de 2015 y se prolonga hasta junio de 2016.
Se trata de una novela en la que predomina un tema: ¿es conveniente reservar ciertas informaciones para un privilegiado grupo de expertos o es más honrado y justo compartirlas con la población?
En el planteamiento inicial, un científico del SETI, Vincent Patinson, intenta en vano ponerse en contacto con un periodista, Markus Fielchbert, porque cree que se debe hacer pública la noticia de los muchos contactos mantenidos con civilizaciones extraterrestres. La señal Wow! no ha sido la única. Tras ella han llegado otras comunicaciones más inequívocamente procedentes de una civilización más avanzada. Son secuencias de números que, adecuadamente interpretadas, representan cosas que sólo pueden provenir de mentes inteligentes. Es el caso de un mapa del Sistema Solar en el que, por cierto, aparece un nuevo planeta, desconocido por nosotros.
Nada más empezar el libro, el astrónomo partidario de la divulgación es asesinado, como lo serán algunas personas más a lo largo de la novela.
La señal de 1977 quedó registrada en una hoja de papel continuo por una computadora. Allí la descubrió, días después, Jerry Ehman que trabajaba en el proyecto SETI (Search for ExtraTerrestrial Intelligence). Fue tal su sorpresa al descubrir la señal en el trozo de papel continuo que la había recogido que no pudo contenerse y escribió una expresión de admiración en el propio papel: "¡Wow!". Con ese nombre se iba a conocer la señal hasta nuestros días: la señal Wow!
¿Y en qué consistía esa señal que tanto revuelo iba a levantar? Pues, sencillamente, en una secuencia de números y letras que a la mayoría de nosotros no nos hubiera dicho nada: 6EQUJ5. Pero es que nosotros no somos voluntarios de ningún SETI, entendemos muy poco de todo esto y tampoco entendemos muy bien por qué una de las explicaciones más plausibles que se le dio en aquella época fue que la señal venía de una civilización inteligente y avanzada.
La famosa foto de la señal Wow! |
Posteriormente, se ha explicado como una emisión de Hidrógeno particularmente abundante como las que se producen por el paso de un cometa. Entre noviembre de 2016 y febrero de 2017, se han realizado análisis para demostrar la hipótesis de Antonio Paris, astrónomo del St. Petersburg College de Florida, según el cual, la señal era causada por el paso del cometa 266P/Christensen. Dicho cometa había pasado cerca de la Tierra en 1977 y volvía a hacerlo en 2016 (en realidad pasa cada siete años y medio, más o menos). En esta última visita a la Tierra del 266P/Christensen, la señal volvió a ser detectada. No obstante, hay muchos astrónomos que no aceptan la hipótesis de Paris por lo que el misterio de la señal, aunque cada vez con menos misterio, se mantiene.
Hasta aquí la historia, lo que la realidad da de sí. A partir de aquí, viene la novela de Ruy Vega "La señal". Una novela que mezcla la ciencia ficción con la novela policíaca, escrita, como su novela anterior, "El Proyecto Dream", a base de artículos periodísticos, noticias de radio, correos electrónicos, mensajes de Whatsapp, conversaciones telefónicas o presenciales... todo tipo de comunicación le sirve a Ruy Vega para ir conformando la historia que comienza en marzo de 2015 y se prolonga hasta junio de 2016.
Se trata de una novela en la que predomina un tema: ¿es conveniente reservar ciertas informaciones para un privilegiado grupo de expertos o es más honrado y justo compartirlas con la población?
En el planteamiento inicial, un científico del SETI, Vincent Patinson, intenta en vano ponerse en contacto con un periodista, Markus Fielchbert, porque cree que se debe hacer pública la noticia de los muchos contactos mantenidos con civilizaciones extraterrestres. La señal Wow! no ha sido la única. Tras ella han llegado otras comunicaciones más inequívocamente procedentes de una civilización más avanzada. Son secuencias de números que, adecuadamente interpretadas, representan cosas que sólo pueden provenir de mentes inteligentes. Es el caso de un mapa del Sistema Solar en el que, por cierto, aparece un nuevo planeta, desconocido por nosotros.
Nada más empezar el libro, el astrónomo partidario de la divulgación es asesinado, como lo serán algunas personas más a lo largo de la novela.
"Periódico The National Journal/EEUU
(Versión digital)
27 de marzo de 2015
Vincent Patinson, ingeniero de la NASA durante más de veinte años, ha sido hallado muerto en su domicilio de Columbia".
La muerte parece deberse a un suicidio, pero el hermano del muerto, Arnold, seguro de que no se trata de tal cosa, intentará convencer a policías y periodistas de que a su hermano lo han asesinado por querer divulgar lo que, desde hace casi cuarenta años, se mantiene en secreto.
Ruy Vega |
En su intento por esclarecer la verdad será ayudado por Markus Fielchbert, que, desde su programa de radio, "La luz de Andrómeda", tratará de sacar a la luz toda la verdad acerca de un asunto, la existencia de seres inteligentes más allá de las fronteras de nuestro diminuto Sistema Solar, del que está absolutamente convencido. Ahora que cuenta con pruebas (Vincent no se ha llevado sus secretos a la tumba, al menos no todos) hará todo lo posible para demostrar y divulgar la noticia... pero en su camino se cruzará una misión encomendada por el propio presidente Obama que le hará replantearse, aunque solo sea de forma temporal, la posible conveniencia de ocultar la verdad para evitar males mayores.
Las comunicaciones de los extraterrestres siguen llegando a un ritmo cada vez más rápido, más de lo que se pensaba que era posible; algunas parecen esconder una amenaza; otras, una petición de ayuda desesperada. También continúa el peligro para cualquiera que tenga más información de la necesaria y esté dispuesto a compartirla.
Y siguen los mensajes en buzones de voz, en Whatsapp y en correos electrónicos.
"Teléfono móvil de David Backcoop
Mensaje de Whatsapp
23 de junio de 2015
16:56 h
Buenas tardes, David. Por favor llámame urgentemente en cuanto leas este mensaje. He tratado de localizarte pero no he podido. Ha ocurrido algo".
Y siguen las conversaciones y las reuniones; y se siguen publicando artículos en periódicos americanos, rusos y europeos; y continúan desde "La luz de Andrómeda" intentando poner algo de luz, nunca mejor dicho, en la confusión real y en la que distintos intereses han creado artificialmente con motivo de embrollar el asunto, despistar y dificultar el conocimiento de la verdad. Y nos vemos atrapados y vamos avanzando por una historia que se encamina hacia un final sorprendente en el que de nuevo, el ser humano debe enfrentarse a sus peores pesadillas, esas de las que él mismo es el único protagonista; un ser humano siempre enfrentado a sí mismo y siempre perdiendo la batalla.
Es la segunda novela de ciencia ficción que leo en poco tiempo. Es la segunda novela de ciencia ficción que disfruto muchísimo y que me engancha sin remisión. Y me pregunto si me estaré aficionando al género o si será que estamos ante novelas que, más allá de historias fantásticas, nos hablan de un futuro previsible, ficticio sí, pero tan previsible y tan probable, que me invitan a sumergirme en sus páginas buscando la revelación de lo que nuestro comportamiento actual nos puede deparar en un futuro no demasiado lejano; buscando las claves para conjurar la amenaza de la que nosotros mismos somos sujeto y objeto; buscando más bien (no creo que estemos a tiempo ni creo en los milagros) solucionar el misterio de cuál será la forma elegida por la Tierra para deshacerse de nosotros y continuar llena de vida su viaje alrededor del Sol durante otros pocos miles de millones de años.
No suelo leer ciencia ficción, pero se ve que la has disfrutado y tiene algo que me llama la atención.
ResponderEliminarBesos
Es que son novelas, o así lo veo yo, que me cuentan la historia de lo que será la vida de la humanidad en un futuro, de a dónde nos lleva es presente, y eso es ciencia ficción, pero también es un intento de prevenir lo que pueda llegar a pasar. Eso es algo que me interesa mucho.
EliminarUn beso.
Lo que me seduce de tú reseña es esa mezcla de ciencia ficción y novela policíaca y como siempre todo lo que tenga que ver con señales del mas allá es siempre conmovedor y a la vez interesante, de modo que me la apunto y en cuanto pueda la leo. Muchas gracias como siempre Paloma. besos
ResponderEliminarTere, has tenido un lapsus. No soy Paloma, soy Rosa. Es curioso la cantidad de veces que nos confunden, pero no te preocupes, no nos importa.
EliminarEs muy interesante el tema de las señales del exterior, sobre todo para los que estamos convencidos de que existe vida mucho más allá del Sistema Solar e incluso de la Vía Láctea. Sí es cierto que, aunque haya vida, muy avanzada tiene que ser para que pueda comunicarse con nosotros, por lo que eso es menos probable... pero quién sabe.
Un beso.
A mí desde luego no me importa. Ya me gustaría escribir unas reseñas tan completas como las de Rosa.
EliminarRosa, como esto siga así lo mismo tenemos que hacer terapia por confusión de identidad? jajaja.
Un besote para las dos, guapas.
¿Qué habrá en el subconsciente de nuestros amigos para que nos confundan con esa facilidad? Si hay que hacer terapia, se hace. verás las risas que pasamos.
EliminarUn beso, guapa.
En que estaría yo pensando? siento el lapsus, pero si es cierto que ambas escribís unas muy buenas reseñas. Besotes a ambas. TERE.
EliminarLa ciencia ficción tampoco es mi género favorito; en eso coincidimos, Rosa. De todos modos, como bien dices, hay novelas en las que el género pasa a segundo plano porque el argumento es tan bueno y tiene tanto trasfondo que bien podría ser pura realidad, presente o futura.
ResponderEliminarEl argumento de esa novela me parece interesantísimo, y más tal y como tú lo cuentas, pero me pregunto si la forma de contar la historia por parte del autor, con muchos artículos de prensa, mails, whatsApps, mensajes, etc, intercalados no se hará un poco pesada o hará perder coherencia al texto. Salvo por ese pequeño "pero" me apunto el título y autor sin dudar. ¡Mil gracias por la recomendación, guapa!
Un beso de martes.
La manera tan particular de narrar de Ruy Vega es lo primero que llamó mi atención en su novela anterior. Y no, no pierde nada de coherencia. La historia se va construyendo a base de conversaciones telefónicas, mensajes, correos, artículos... y resulta muy dinámica.
EliminarAunque es extensa (unas 380 páginas), se lee muy rápido y atrapa.
Compruebo que te estás aficionando a la ciencia-ficción a marchas forzadas. A mí es un género que no me acaba de enganchar pero lo leo de vez en cuando, y esta novela me la apunto.
ResponderEliminarEn cuanto al SETI siempre he pensado que los que trabajan en ese proyecto deben de acabar medio locos y paranoicos, porque estar oyendo ruidos y decidir si son "inteligentes" o no debe de ser aburridísimo y sujeto a momentos de psicosis.
Besos, guapa.
A según qué tipo de ciencia ficción sí, porque trata temas que me interesan.
EliminarEste proyecto SETI de la novela, desde luego es para volverse loco (y algún elemento extraño hay) porque llevan años recibiendo ristras de números que tienen que analizar y decodificar y los mensajes que esconden, a veces, son muy desalentadores.
Me alegro de que te animes.
Un beso.
Te estás inmiscuyendo en mundos desconocidos que te están reportando sensaciones indescriptibles.
ResponderEliminarEl futuro de la humanidad pendiente de lo que pueda venir del exterior.
La ciencia ficción no es mi género como ya te dije en una ocasión, pero de Isaac Asimov leí unos cuantos que me dejaron buenas sensaciones como aquella historia que se llevó al cine: El hombre bicentenario.
Besos y buenas lecturas.
Lo que determina el futuro de la humanidad en este caso, en realidad, viene de dentro, no de fuera. No puedo contar más.
EliminarTodos coincidimos en que no es nuestro género preferido, pero picamos de vez en cuando y es que creo que cada vez se hace una ciencia ficción más basada en la realidad, aunque se cuente por medio de fantasías, hoy por hoy imposibles. Es un mecanismo para ponernos ante las futuras consecuencias de nuestros errores presentes.
Un beso.
¡Me encanta que la ciencia ficción se abra hueco en tu blog, Rosa! Es un género fascinante, en el fondo siempre son las mismas historias que las que puedan escribirse para otros géneros, pero tienen el aliciente de la especulación, de poder tratar conceptos y situaciones "posibles". Eso te da una libertad enorme para dar un nuevo enfoque a los temas de siempre. Por supuesto hay muchos subgéneros, el más evidente es la tendencia "dura" aquella que ahonda en la escrupulosa coherencia científica, suelen ser muy densos, y luego la blanda, que es un poco más alegre en su rigor científico. Pero desde luego el género que han escrito autores como Ray Bradbury, Aldous Huxley, Stanislav Lem o H.G. Wells es algo fascinante. Me apunto este libro que por lo que veo parte de esa señal real, y única, para elaborar una trama que se ve apasionante. Un abrazo!!
ResponderEliminarTienes razón. No deja de ser un prejuicio como el que tiene mucha gente con la novela policíaca y negra. De pequeña veía series de ciencia ficción. Eran los años setenta y había muchas. Alguna con marionetas. Luego se me pasó la edad y me quedó la idea de aquellas historias un tanto infantiles y demasiado fantasiosas. Lo que he leído en los últimos tiempos, no tiene nada que ver y me gusta bastante. Seguiré practicando.
EliminarUn beso.
Rosa, me he leído tu reseña de principio a fin pero te aseguro que no hubiera pasado de la primera línea de la novela, no me gusta nada la ciencia ficción ni en la literatura ni en el cine. ¿Adónde iremos? menuda incógnita, más vale ni pensarlo.
ResponderEliminarNo dudo que esté bien escrito, tanto como lo está tu reseña (para variar).
Un beso enorme
Pues te diré que se pasan las páginas sin sentir. Algunas constan de un pequeño párrafo con un mensaje de contestador o de whatsapp y se van pasando y cuando quieres darte cuenta, te ha atrapado.
EliminarPero entiendo que no todos los géneros gustan a todo el mundo. Lo malo es que, a veces, no sabemos muy bien por qué no nos gustan y si insistimos descubrimos cosas impensables de nosotros mismos.
Un beso.
Hola Rosa,
ResponderEliminarPues por lo que veo coincido con casi todos los comentarios, menos el de David. No es un género que me agrade y me he dado cuenta desde que os sigo de una cosa muy importante, soy bastante cuadriculada en ese aspecto, tengo que modificarme un poco.
Bueno ya veré, jeje
Un besote.
Yo también tenía mis prejuicios, como he dicho, y seguro que alguno me queda. Cuadriculada no me considero, pero creo que todos debemos replantearnos un poco el porqué de nuestras preferencias, muchas serán razonables, pero otras seguro que se deben cambiar.
EliminarUn beso.
Muchas gracias Rosa por tu reseña y el buen trato que tienes con mi novela. Es todo un lujo verme en tu blog. Gracias!!! RUY VEGA
ResponderEliminarGracias a ti, amigo, por contribuir a que le pierda la desgana a un género que, hasta hace muy poco, no me atraía demasiado.
EliminarUn lujo es tenerte en mi blog.
Un beso.
A mí sí me gusta la ciencia ficción, de hecho tuve una época que la mayoría de novelas que leía eran de este género, especialmente los clásicos como Farenheit, Un mundo Feliz, 1984, la máquina del tiempo, los libros de Asimov...etc etc Y hace poco hice una entrada en mi blog sobre Blade Runner. Me ha gustado mucho tu reseña, porque tus entradas suelen ser muy detalladas y bien explicadas, con estructuras bien definidas, y de hecho, voy a apuntarme el libro porque me parece interesante.
ResponderEliminarUn besito guapa!!
PD: nunca te he confundido con Paloma jajaj pero ya que estamos sincerándonos, diré al principio me liaba un poco contigo y María Campra, quizás por los nombres: el blog de la fabula y encantadora de cuentos...total, que ahora visto así no se parecen en nada, pero me liaba al principio. Me duró poco ehh ;) ahora ya os domino jajaja :) besote
A todos nos ha pasado. Yo también tuve bastante lío entre dos blogs y hasta tuve que eliminar alguna cosa que había compartido tras poner el nombre equivocado. Con lo bien que escribe María y su gran imaginación, no me importa nada que me confundas con ella.
EliminarLos libros de Ruy Vega son muy interesantes los dos y si te gusta la ciencia ficción, te los recomiendo. Ya me dirás si te animas.
Tu reseña de Blade Runner me gustó mucho. He desempolvado la vieja película para verla antes de ver la nueva. Probablemente, después, leeré el libro.
Un beso.
Hola Rosa,
ResponderEliminarHace mucho que no leo ciencia ficción, de hecho de joven sí leí varios libros (a mi padre hubo una época en que le dio por la ciencia ficción y yo me leía todo lo que compraba) pero no es un género que ahora lea mucho, pero mientras iba leyendo tu entrada me entraban las ganas de apuntarla en mi lista de lecturas, así que sí la he apuntado.
No sé si en mi caso es un tema de géneros, para mi que me apetezca leer un libro depende del escritor, de la historia y desde luego de cómo te haga sentir el autor y en este caso también la persona que recomienda el libro y querida Rosa cuando un libro te gusta, transmites tanto entusiasmo que es difícil resistirse a su lectura.
Un beso enorme
Pues este año estoy entusiasmada porque todo lo que leo me está gustando mucho. Tal vez se deba a que me arriesgo poco y voy sobre seguro, tanto en autores, como en la gente de la que me dejo asesorar. El caso es que casi todos los libros de este año están siendo bastante buenos.
EliminarSi te animas con "La señal", espero que te guste. Está escrita de una manera original que le da mucho dinamismo. Ya me contarás.
Un beso, guapa.