"El asesino tímido" Clara Usón

"«Mira qué cosa tan interesante —escribió Virginia Woolf a su amante Vita Sackville-West—. De repente me he encontrado pensando en la muerte con una intensa curiosidad. Aun así, si de algo estoy convencida es de la mortalidad. Entonces, ¿por qué tengo esta sensación de que la muerte va a ser tan emocionante? Algo positivo, activo»".

Así cita a Virginia Woolf en "El asesino tímido" Clara Usón y me resulta curioso porque hace poco leí "Una habitación propia" de la escritora inglesa. Y pienso que bien puedo unir a estas dos mujeres en una misma entrada que aúne los dos libros, ambos ensayos, con los que me han sorprendido tan gratamente en este mes en que estoy en plena iniciativa #LeoAutorasOct. Pero empiezo a escribir y veo que hay mucho que decir de cada libro, de cada autora y que cada una merece su propio espacio, cercano, pero independiente.

Si una se dejó hundir en un río con los bolsillos de su abrigo llenos de piedras tras haber dado al mundo de la literatura novelas tan maravillosas como "La señora Dalloway" o ensayos tan certeros y brillantes como el mencionado "Una habitación propia", la otra intentó matarse varias veces a base del letargo dulce e hipnótico de las pastillas, pero siempre se arrepintió en el último momento y pidió auxilio. Fue después de esos intentos cuando empezó a escribir novelas confiando en Pavese cuando decía "«La literatura es una defensa contra las ofensas de la vida» [...] algo de eso hay, creo un mundo de sombras para mí en el que me defiendo de la vida y en el que me siento cómoda, yo que soy sólo una sombra". La literatura, yo lo he experimentado, nos salva de muchas cosas, de la tristeza, de las pérdidas, de la depresión, de la desesperanza... de las ofensas de la vida.

Empiezo a leer "El asesino tímido" y enseguida me siento en terreno familiar. "Fui joven en una época en que el futuro parecía también joven y nuevo, no una mera prolongación de años tristes que se arrastraban y olían a polvo y encierro. Mis contemporáneos y yo estábamos convencidos de que nuestras vidas serían mejores, más prósperas, más libres que las de nuestros padres, de quienes renegábamos, de los que nos avergonzábamos, como si fuera su culpa haber crecido y vivido bajo la dictadura". Me siento muy cerca de estas palabras y es que la autora tiene apenas dos años menos que yo. Ambas fuimos jóvenes a la vez y ambas renegamos, durante una época, de nuestros mayores a los que considerábamos, si no responsables de la dictadura, sí al menos condescendientes con ella. Pronto las similitudes van desapareciendo. Muchas cosas separan su realidad de la mía, salvo el haber coincidido con casi la misma edad en el mismo momento y esa tormentosa relación con los padres durante la adolescencia y la primera juventud. Y el hecho de que la televisión llegara a nuestras casas cuando ya teníamos edad suficiente para habernos hecho adictas al vicio más adictivo: la lectura. Después de eso, yo ya solo me aficioné al tabaco. A ella le quedaban aún otras muchas adicciones.

Sigo leyendo y el libro me desconcierta. No he leído bien las sinopsis. Nunca lo hago. Salvo nociones muy generales acerca de las tramas, no quiero saber nada más y hay editoriales que te dicen quién es el asesino en la contraportada. El escarmiento hace que no suela prestar demasiada atención a las sinopsis. Creo que de esta novela tan solo había llegado a leer: "El asesino tímido es una novela ambientada en la España de la Transición que cuenta una historia basada en el oscuro episodio de la muerte de Sandra Mozarovski, actriz del cine del destape, que supuestamente se suicidó. Hija de un diplomático ruso y relacionada con las más altas esferas, su caso nunca llegó a esclarecerse y conmocionó a la sociedad española de los años setenta". Si a eso unimos que en algún sitio la vi clasificada como novela de intriga, la confusión está servida. 

No leo "El asesino tímido" porque me atraiga la sinopsis que huele un poco a revista del corazón de la época más casposa de la Transición. La leo porque Clara Usón me cautivó hace varios años con "La hija del este", una certera y sorprendente novela sobre la hija de Ratko Mladić y su suicidio tras conocer las barbaridades que su padre había cometido en Sarajevo y en Srebrenica donde se masacró bajo sus órdenes a hombres, mujeres y niños sin distinción, durante la sangrante guerra en la antigua Yugoslavia. La leo pensando que va a hacer un análisis de la época tomando  como referencia la historia de Sandra Mozarovski. Por eso me desconcierta cuando empieza a citar a Pavese y a Camus; cuando se pierde (me pierdo) contando la historia de Wittgenstein y de sus hermanos suicidas; cuando, sobre todo, nos cuenta anécdotas familiares en las que se alarga más de lo que me parece razonable. Tengo incluso una nota en la que pongo: "¿llegaré a saber a qué viene esto?". La misma autora parece contestarme: "¿cómo puedo justificar los saltos inopinados de Sandra Mozarovski a mi madre, de mi madre a Wittgenstein, del rey a mí misma?, ¿sé adónde voy?; ¿voy a algún sitio?". Mi nota al pie reza: "¿llegará a saberlo ella misma?".

Y sí, ella sabe perfectamente a dónde va y yo lo voy a saber enseguida en cuanto me libere de ideas preconcebidas y me deje llevar por lo que es el libro. Lo sabría ya si hubiera leído un poco más de las sinopsis y si estas hubieran mencionado lo que me parece, al menos a mí, el verdadero tema del libro. Sandra Mozarovski no es más que una tesela con la que se construye el mosaico que es este libro en el que Clara Usón nos quiere hablar del suicidio. Muy pronto descubrimos a qué se debe el título del libro: "«Los suicidios son homicidios tímidos. Masoquismo en vez de sadismo», registró Pavese en su diario; me tomo la libertad de corregirle: el suicida busca la muerte, actúa con premeditación y alevosía y es por tanto un asesino, un asesino medroso quizá, un asesino tímido". Me encanta esa expresión: un asesino tímido. Asesino en contraposición al homicida que mata sin querer. El suicida pretende la muerte, no la ocasiona involuntariamente, en cuyo caso se consideraría accidente. Y es un asesino tímido porque a la hora de matar no se atreve con los demás, tan solo consigo mismo es capaz de ser asesino. Quitar una vida ajena es, además de probablemente innecesario, todo un acto de exposición ante el mundo que los tímidos no soportamos. El suicidio nos retira de los ojos del mundo o, al menos, ya no somos conscientes cuando salimos en diarios y noticiosos de todo tipo. Auténticos asesinos tímidos pueden ser considerados los suicidas. 

No sé si cuando escribió esto Cesare Pavese ya estaría pensando en su suicidio. Tan solo he leído del autor "El diablo sobre las colinas" y hace tanto de ello, 1982, que recuerdo... casi nada. Tampoco Clara Usón en el libro menciona en qué ocasión o con qué oportunidad escribió esto el autor italiano. Lo menciona y lo cita varias veces, y pregunta si se suicidó Sandra al igual que lo hizo Pavese, aunque ella se habría tirado por la terraza mientras él se envenenó tras declarar que todo es un asco y que no volverá a escribir más. Tenía cuarenta y un años y mucha pérdida a las espaldas y mucha vida dolorida sobre los hombros. Sandra tenía dieciocho años y todo se abría ante ella luminoso y el éxito la acechaba en cada esquina. Su muerte puede tener causas más vulgares o mucho más inquietantes que un suicidio.

Asesinos tímidos y un poco filósofos son los suicidas, porque también hay una vertiente filosófica en eso de quitarse de enmedio. "Camus dejó escrito: «No hay sino un problema filosófico realmente serio: el suicidio. Juzgar que la vida vale o no la pena de ser vivida equivale a responder a la cuestión fundamental de la filosofía. El resto, si el mundo tiene tres dimensiones, si las categorías del espíritu son nueve o doce, viene después. Se trata de juegos, primero hay que responder»". Y la respuesta a dar en primer lugar es si la vida merece o no la pena, porque de no merecerla, todo el resto carece de sentido y toda la Filosofía está de más. Camus se responde que sí, merece la pena vivir lo más posible.

Otro filósofo como Ludwig Wittgenstein también tuvo mucho qué decir acerca del suicidio. Aunque quizás fueron las circunstancias a su alrededor las que más tuvieron que decir al respecto. Tres de sus hermanos se suicidaron y él no llegó a hacerlo, pero desde la infancia tuvo pensamientos suicidas. 

Clara Usón
Finalmente es la propia vida de la autora la que se pone ante nosotros y nos es narrada con toda su crudeza. Sus adicciones ("¿Cómo iba a desintoxicarme si sólo intoxicada era capaz de soportar la vida?"), sus intentos de suicidio, sus llamadas de socorro tras cada uno, su salvación definitiva por medio de la literatura. "No fue una ambulancia ni un ingreso de urgencia ni una carta de despedida, fueron siete ambulancias y siete ingresos y siete veces veinticinco pastillas y siete cartas de despedida en el plazo de seis meses, aunque puede que en las últimas intentonas ya ni me molestara en escribirlas".

De manera sincera, honrada y sin pretensiones, Clara Usón nos habla del suicidio como posibilidad, como prerrogativa, como renuncia, como reivindicación y como derecho a renunciar incluso al suicidio. Un tema que me ronda hace tiempo, no como algo que podría hacer, sino como algo que veo que deciden otros y como algo que me provoca inmensas ganas de indagar, de saber el cómo y el porqué, lo que puede llevarnos a ello y lo que puede disuadirnos, lo que tiene de legítimo y lo que puede tener de egoísta de cara a cada uno y de cara a los que nos rodean. Un tema que pienso, como Camus, que puede ser de lo más decisivo, no ya en la Filosofía, sino en nuestra forma de enfrentarnos a la vida. Y a la muerte.

Título del libro: El asesino tímido

Autora: Clara Usón

Editorial: Seix Barral

Año de publicación: 2018

Año de publicación original: 2018

Nº de páginas: 232


Comentarios

  1. No he leído nada de la autora, pero me has picado la curiosidad, creo que este podría gustarme, lo buscaré. Besos.

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    1. Es una autora muy interesante. Yo solo he leído dos de sus libros, pero ambos me han gustado muchísimo.
      Un beso.

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  2. Me identifico, cuando mencionas a la autora y a ti misma, en esa clara coincidencia de haber pertenecido a esa época donde el futuro era demasiado nuevo y con expectativas que me parecían un sueño, en clara oposición a los años oscuros y casposos del franquismo de mi infancia y adolescencia... Y naturalmente convencida de ese futuro sería más libre que el que le había tocado vivir a mis padres, de los que renegaba en algunos conceptos de entender las costumbres o la educación.
    No conocía ese oscuro episodio de la muerte de esa actriz del cine de destape español, ni ahora me suena su nombre.
    Tampoco he leído nada de esta autora, por lo que estoy intrigadísima por leer esta novela.

    Un beso.

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    1. A mí tampoco me sonaba el nombre de la actriz. Las películas en las que intervenía no formaban parte del cine que yo solía ver, pero mirando fotos en Internet, sí que me resulta familiar. Tampoco recuerdo su historia y eso que debió de dar mucho que hablar en el momento.
      Más que novela es un ensayo que recomiendo. La actriz, en su juventud, vivió muchas cosas similares a todos los que éramos jóvenes en aquel momento y lugar.
      Un beso.

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  3. El suicidio... tema que merece un acercamiento desde diversas buenas perspectivas. ¿Miedo o valentía? ¿Generoso o egoísta? No sé...

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    1. Es un tema para reflexionar y debatir mucho. Yo creo que es cobardía ante una vida que se vuelve insoportable o a la que no vemos salida y valentía para enfrentarse a algo que a mí me asusta bastante como si fuera es la muerte.
      Respecto al egoísmo, pues tampoco llego a tenerlo claro. La propia vida es algo muy personal como para no poder disponer de ella, pero se causa tanto dolor...
      Cómo ves, yo tampoco me decido.
      Un beso.

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  4. El suicidio es un tema muy complejo y, creo, diferente para cada persona que se enfrenta a él. Qué piensa en el último momento un suicida (nadie lo sabe si realmente es un suicida con éxito), qué le ha faltado para renunciar a sus propósitos en el último instante si otros igual de decididos han renunciado antes, qué clase de dolor o desidia insoportable les impulsa a un acto tan drástico...

    Estas y mil cuestiones sin respuesta me planteo, pero realmente el tema es apasionante desde el punto de vista de un mero espectador que trata de entender. Si el libro de Clara Usón ayuda a ello de alguna manera, ya vale la pena leerlo.

    No conocía a la autora antes de leer tu magnífica reseña, Rosa, así que gracias por dármela a conocer. Espero que leerla a ella sea un disfrute tan grande como ha sido leerte a tí.

    ¡Un beso enorme!

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    1. Sí que es un tema apasionante porque va en contra del propio instinto de supervivencia y, a la vez puede estar muy en la línea del rechazo al sufrimiento que todos tenemos.
      Yo siempre lo respeté como una opción a la que cada uno tiene derecho, pero cuando lo he visto más de cerca y he visto el enorme sufrimiento ajeno que conlleva, ya no tengo nada claro... nada acerca del tema.
      El libro ayuda, si no a entender (no creo que se pueda llegar a entender desde fuera de la propia persona que se suicida), al menos a saber un poco más.
      U, por supuesto, el libro es mucho mejor que leerme a mí.
      Un beso.

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  5. Hola.
    Con 12 años vi la peli "El otro árbol de Guernika", y me cautivó. En el blog tengo una reseña del libro. Pues una de las niñas protagonistas es Sandra Mozarowsky, y cuando mi madre me contó su historia estuve años "obsesionada" porque claro, hay tantas incógnitas... Este libro, por eso, por Virgina Woolf y por mil cosas más va directo a mi lista. Mil gracias por la reseña y espero que estés disfrutando del viaje.

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    1. Pues a mí no me sonaba de nada ni el nombre ni la historia de esa actriz.
      Leí de pequeña "El otro árbol de Guernika" en una edición del Círculo de Lectores de mí padre y no recuerdo si he visto la película.
      Desde luego, la historia es muy inquietante por lo que se insinúa que puede haber detrás.
      Te gustará el libro.
      Muchas gracias. Estamos disfrutando mucho porque es todo muy hermoso y el tiempo es mucho mejor de lo que esperábamos.
      Un beso.

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  6. Sobre lo que escribió Virginia Woolf, a mi la muerte siempre me ha provocado miedo, no el echo en sí de morir, ya que es ley de vida, sino por el sufrimiento que puede devenir de una enfermedad. Opino como tú, la palabra es sanadora.
    El tema que trata es muy duro, Rosa. Quizás para mi, incomprensible, pero con esta estupenda reseña dan ganas de adentrarse mucho más.
    Un beso.

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    1. A mí me provoca miedo la muerte en sí o más que la muerte el hecho de dejar de vivir y perderme tantas cosas; libros que leer, inventos que disfrutar, mundos por descubrir. En fin que más allá del sufrimiento por una enfermedad, la muerte me asusta bastante.
      El libro es duro, pero creo que merece la pena enfrentarse a su dureza.
      Un beso.

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  7. El tema del suicido es muy controvertido. Primero que me hago es la pregunta ¿Qué es lo que lleva al suicida a terminar con su propia vida? habría que analizar las circunstancias de cada uno, pero en todo caso cualquier prejuicio sería equivocado. salvo en los que matan y después atentan contra su propia vida; esos simplemente son ratas cobardes que huyen de las consecuencias de sus actos.
    Y opino que es mejor una muerte tranquila que una enfermedad agónica y dolorosa.
    Besos, querida Rosa.

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    1. Es cierto que hay muchas matizaiones que hacer en el caso de los suicidas. No es lo mismo el que se suicida por una enfermedad terminal, que el que no soporta seguir viviendo o, como dices, el que ha cometido un delito y no asume las consecuencias (cada vez que un hombre se suicida después de haber matado a una mujer, no puedo dejar de desear que hubiera empezado por el suicidio en lugar de empezar por el asesinato empezado).
      Lo que jamás se me ocurriría es juzgar al suicida o valorar su acto de forma negativa. Es algo muy serio y complejo como para simplificarlo con una calificación moral.
      Un beso.

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  8. ¡Menudo tema nos traes hoy junto a la reseña de esta interesante novela, Rosa! Pienso que las razones para suicidarse solo las conoce el suicida, cada uno en particular. Es muy difícil hacerse una idea sobre cómo debe sentirse alguien para llegar al acto más contradictorio de la existencia dado que todo ser vivo tiene en la supervivencia su razón de ser.
    Como con razones no alcanzo a explicarlo, entiendo que el suicida se siente amordazado por las emociones y patologías psiquiátricas de muy difícil solución.
    Respecto a la muerte, bueno. Reconozco que antes le tenía miedo por ella misma. Ahora, más que la muerte en sí, es que esta me llegue cuando todavía tenga algo que hacer en este mundo. Lo que no sé si me asusta más es que exista un Más Allá o simplemente la Nada. Un fuerte abrazo!!

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    1. Es un tema realmente interesante. Y me han resultado muy esclarecedor as esas manifestaciones de Camus en el sentido de que esa sería la cuestión primera de la filosofía. Desde luego si la vida no merece la pena de ser vivida, todo el resto sobra. Claro que él como buen filósofo decidió que sí merecía la pena. Si no, se hubiera quedado sin trabajo.
      Asusta mucho la cercanía del fin, la vejez, la soledad, el dolor, la enfermedad y sobre todo esa Nada (el Más Allá ni me lo planteo), que no somos capaces de imaginar.
      Un beso.

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  9. Supongo que palabras como novela e intriga (y mucho más la última) vienen mejor a las ventas que decir ensayo sobre el suicidio, por más que el tema del suicidio para mí tenga su intriga. Me pasa un poco como a ti, me interesa por intentar comprender, por no culpar, y creo que me he vuelto mucho más abierta al respecto en los últimos años.
    Bueno, supongo que este libro está un poco a caballo entre la novela y el ensayo. Me encanta además encontrarme con Pavese, al que he descubierto este año y del que quiero leer próxima y precisamente su diario, aunque creo que ya se quedará para el próximo año. Y Clara Usón, con la que creo que ya te había comentado que tenía ganas de estrenarme, probablemente tenga que esperar también al 2020 que ya está a la vuelta de la esquina.
    Besos

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    1. 2019 se nos ha ido sin pensar y ya muchos proyectos tienen que quedar para el año que viene. Es curioso, pero una de las cosas que me pueden hacer desear quitarme del medio es esa sensación de ansiedad ante el vrliz paso del tiempo y el ver cómo el fin se acerca a marchas forzadas. A veces me da tal vértigo que me Dan ganas de desaparecer para no tener que asistir a esa avalancha.
      Yo siempre he sido bastante abierta en el tema del suicidio. Siempre he pensado que es el ecto más pleno de libertad de un ser humano... hasta que lo he visto de cerca y he visto el enorme dolor que causa y entonces todo se me ha convertido en duda y perplejidad.
      Un beso.

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  10. Parece que Clara Usón escribe con conocimiento de causa, y además con una mente lúcida para contarlo. En su caso fue la espiral autodestructiva, drogas, adiciones y asuntos de esta naturaleza. En el caso de algunos escritores, ahora mismo me vienen a la cabeza Larra y Zweig, lacosa tomaba otros derroteros, los acontecimientos habían deshecho la idea que ellos tenían del mundo, Europa en el caso de Zweig, España en Larra (aunque siempre hay más grises...) por eso estimaron que no encajaban en ese orden.
    Interesante penetrar en este asunto.
    Beso.

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    1. Sí, las causas que pueden llevar al suicidio son muy variadas. El dolor físico, el dolor psíquico, la desesperanza y hasta el desequilibrio mental.
      Los ejemplos que pones de Larra y Zweig con sus decepciones de España y Europa respectivamente, me parecen sorprendentes porque el entorno no es algo que me afecte tanto como para atentar contra mi vida. Tan solo lo que afecta al propio interior, me podría poner en el brete de hacer algo así.
      Cuando leí "La hija del este" no tenía ni idea de la trayectoria vital de Clara Usón. Ese libro también hasta cierto punto trata del suicidio. Leyendo este último libro entiendo mejor sus motivaciones.
      Un beso.

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  11. El suicidio campea en la literatura, ya sea a través de historias noveladas, autobiografías o en la vida de ciertos escritores que decidieron que ése fuera su destino final. Nada sabía de la joven actriz como tampoco de los intentos de la autora. El primero despierta las suspicacias, puesto que era demasiado joven como para tomar semejante decisión; más bien huele a cierto tufillo con base en otras cuestiones... Respecto de Usón, quizás el escribir esta suerte de novela/ensayo le haya servido de catarsis para exorcizar sus propios demonios. De ella aún guardo un par de títulos anteriores para leer e iniciarme en sus letras.
    Del presente libro, los comentarios que he leído han sido más bien tibios a la hora de su lanzamiento. Me gusta cuando una voz amiga hace ruido con el 'mainstream'.
    Un beso.

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    1. Conocí a la autora con "La hija del este" que me entusiasmó y no había vuelto a leerla. Nada sabía de su vida personal hasta este momento, con este libro. Y, teniendo en cuenta que "La hija del este" también tiene como protagonista a una joven que se suicidó, está claro que el tema le preocupa y utiliza la literatura como catarsis y, como ella misma dice, como curación.
      La actriz de la que habla, que yo no conocía, es más problemático pensar que se haya suicidado y lo que deja entrever Clara Usón en el libro es bastante sospechoso e inquietante por quienes se verían involucrados de ser cierta esa hipótesis.
      Había leído muy poco del libro con motivo de su lanzamiento, pero en cuanto lo vi, supe que tenía que leerlo.
      Si la lees, ya nos dirás.
      Un beso.

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