¿Hablando se entiende la gente?



Cuando faltan dos días para que se termine el plazo, por fin tengo listo mi relato para el microrreto "Hablando se cuenta la historia". Y es un diálogo muy pegado a la realidad, al menos a mi realidad hasta hace unos meses.

- Profe, yo no lo entiendo.
- ¿Qué es lo que no entiendes?
- Nada.
Vamos a ver, Juan, algo entenderás. ¿Cómo no vas a entender nada?
- Yo tampoco lo entiendo profe.
- A ver Ana, ¿tú entiendes algo o tampoco entiendes nada?
- Yo, casi nada, profe.
- A ver lo vuelvo a explicar, pero estad atentos. Si la luna sale...
- Profe, ¿puedo ir al baño?
- Lourdes, por favor, quedan diez minutos para que suene el timbre, ¿no puedes esperar? 
- Que no, profe que no puedo, que es muy urgente.
- Anda vete. ¿En qué estábamos?
- Nos ibas a explicar lo de la Luna.
- Ah, sí. Bueno pues decía que si la Luna... ¡¿De quién es ese estuche?!
- Es mío, profe.
- Pues lo coges y te vas a Jefatura de Estudios y cuentas lo que hay.
- ¡Pero que yo no lo he tirado! Ha sido Lucas.
- ¿Y por qué tenía Lucas tu estuche?
- Porque me lo quitó en el recreo.
- ¿Y por qué te lo lanza ahora desde el otro extremo de la clase?
- Porque se lo he pedido.
- ¿Y no se lo podías haber pedido al principio?
- Es que quiero copiar lo de la Luna porque yo tampoco lo entiendo.
- Mira Juan, ¿a ti te parece...
- Profe, ¿lo de la Luna entra en el examen?
- Sí, Laura, sí, entra en el examen.
- ¿Y no lo vas a volver a explicar?
- Sí, claro. Si la Luna...
- Profe, más despacio que no me pinta el boli.

249 palabras.

Puede parecer una locura, pero puedo asegurar que he participado en diálogos mucho más surrealistas que este.

Comentarios

  1. ¡Genial! Ja,ja,ja. Vaya paciencia que hay que tener con los chavales. No sé si has tenido alguna experiencia de ese tipo o es cosa de tu imaginación. En cualquier caso se me antoja muy creíble. Aunque no toda la culpa es de los alumnos, pues el profe también es de los de divagar, distraerse con facilidad y no centrarse mucho en lo que está diciendo, o intentando decir, je,je.
    Muy bueno, Rosa.
    Un beso.

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    1. Yo creo que todos hemos tenido experiencias así. El secreto está en saber llevarlas y cortarlas a tiempo y hacer que impere un poco de disciplina. Si les sigues mucho la corriente, están así toda la hora.
      La profe terminará imponiéndose y si no lo hace más le vale dedicarse a otra cosa.
      Un beso.

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  2. Has sintetizado en este breve diálogo un imposible: explicar "lo de la luna" a quien ya está en ella. Difícil reto, del que sales bien parada (tú como relatora, otra cosa es la profesora).
    Un abrazo fuerte

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    1. Espero que la profesora salga también bien parada o los diez minutos que le quedan serán los más largos de su vida. Y tú sabes bien de lo que hablo.
      Eso de explicar lo de la Luna a quien ya está en ella me ha recordado lo de que somos polvo de estrellas, pero capaces de estudiar las estrellas.
      Un beso.

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  3. Madre mía, que paciencia. Por eso no oposite para profesora, la paciencia es algo que el señó se negó a darme, jeje. A ver si hay suerte y ganas. Besos

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    1. No es un concurso, pero gracias por tus buenos deseos. Es solo un reto y después David publica todos los relatos en una revista digital mensual.
      Tampoco es que yo tenga mucha paciencia, pero he de decir que no me ha ido mal del todo en esta profesión.
      Un beso.

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  4. Ja, ja, ja. Qué bueno y qué realista. Tengo amigos en el sector de la enseñanza y a través del diálogo he visto con una sonrisa lo que ellos me cuentan. ¿Es la paciencia la mayor virtud de un profesor? Lo dejo profe, no me pinta el teclado :)
    Besos Rosa.

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    1. Como digo, todos hemos asistido a situaciones de este tipo. A veces de forma inocente por parte de los alumnos y otras con toda su mala leche porque no les apetece dar clase o quieren sacarte de tus casillas. Hay que tener mano izquierda y saber torearlos.
      Si tuvieran dispositivos en clase, seguro que no les pintaba el teclado 😅😅
      Un beso.

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  5. ¡Muy bueno Rosa! se puede dar ese diálogo y otros peores en situaciones de clase. Seguramente muchas conversaciones como estas son reales.

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    1. Te puedo asegurar que si bien no esta concreta, conversaciones de este tipo se dan en clase. Totalmente real.
      Un beso.

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  6. Has conseguido resumir en unas cuantas lineas el día a día de muchos profesores de primaria. El caos reinante dentro de alguna de las aulas donde los sufridos docentes hacen intentos infructuosos de hacerse entender. Y eso que los móviles dichosos no han salido a colación.
    ¿Por cierto podrías explicar eso de la luna? tampoco me ha quedado claro con tanto jaleo.
    Muy bueno Rosa.

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    1. Lo malo es que estos alumnos de los que hablo son de secundaria y lo puedes encontrar incluso en primero de Bachillerato. En segundo ya no.
      Los móviles no han salido a colación porque en mi instituto se prohibieron hace ya algunos años y nadie puede usar el móvil dentro del recinto del instituto.
      A ver, no es una situación que se dé de continuo y cualquier profesor normal la corta enseguida, pero darse, se da.
      Respecto a lo de la Luna, ya ni recuerdo lo que era. Perdí definitivamente el hilo.😂😂
      Un beso.

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  7. Genial diálogo y muy real, me creo que eso te pueda pasar en clase. Mis alumnos son más mayorcitos y a veces también sueltan alguna perla.
    Un beso.

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    1. Es que la universidad ya no es lo que era cuando nosotras estudiábamos. Cuando veo a mis alumnos de segundo y pienso que antes de un año van a estar en la universidad, me resulta difícil creerlo de lo inmaduros que les veo. pero es lo que sucede en todos los ámbitos. Se madura más lentamente con tanta protección. Tampoco es malo. prefiero eso a la situación de nuestros abuelos que a los catorce años o antes ya estaban trabajando.
      Un beso.

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  8. Absolutamente genial! Me ha encantado, Rosa:)

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    1. Gracias, me alegro de que te haya gustado. Pretendía también divertir un rato
      Un beso.

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  9. Muy bueno tu día de clases Rosa, creo que el tratarse de la Luna influyó en algo en tus estudiantes, y por supuesto hicieron todo lo posible por mantenerte en la Luna, para que no les explicaras otra vez.

    Excelente tu micro, y vale el doble tratándose de tus vivencias como educadora y maestra.

    Buen resto de la semana, con menos inconvenientes lunares, ja, ja.

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    1. Las caras de la Luna siempre es un tema difícil de explicar. Es más cómodos estar en la Luna que hablar de ella.
      Y sí. Se trata de mis vivencias justo antes de ponerme seria de verdad y terminar con el quilombo de una vez por todas.
      Un beso.

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  10. Qué agobio, Rosa. Pero es justo así. El que nunca haya experimentado lo que es una clase de Secundaria, que multiplique hasta llegar a 50 minutos. A veces he pensado grabar una de mis clases y transcribirla, daría para mucho, jaja. Lo malo serían las denuncias posteriores.
    Con los microrrelatos me veo incapaz, pero creo que el tuyo es un buen acercamiento al género.
    Un abrazo.

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    1. En efecto, creo que me ha salido bastante real. haber vivido muchas situaciones de estas el lo que tiene. Y soportarlo cincuenta minutos es muy duro. para los pocos que no son capaces de controlar la situación tiene que ser terrible.
      A mí me cuestan mucho los relatos. Nunca sé de qué hablar, pero de vez en cuando me viene la inspiración y me lanzo. Me costaría más con algo más largo. hay que planificar, elaborar... y como siempre digo, me falta imaginación para dicha tarea.
      Un beso.

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  11. Por cierto, cuando dices una realidad hasta "hace unos meses", ¿es que ya no ejerces? ¿O tienes una clase más relajada?

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    1. ¡¡Me he jubilado!! Por eso todo lo que cuento tiene ya para mí el sabor del pasado.
      Estoy viviendo un momento alucinante. Todo el tiempo es para mí. No tengo horarios y solo me levanto de noche para coger aviones... lo malo es que soy más mayor de lo que me gustaría.
      Un beso.

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    2. Me lo imaginaba. Disfruta de tu jubilación, Rosa. Seguro que te echan de menos!!

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    3. Ellos no sé si me echarán de menos, yo a ellos, de momento, no.
      Gracias Gerardo, ya la estoy disfrutando.
      Un beso.

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  12. Me gustó mucho .Me ha hecho reir.Saludos

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    1. Entre otras cosas pretendía arrancar una sonrisa. Si ha sido risa, mucho mejor.
      Un beso.

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  13. Dios!!!! cuantas dosis de paciencia tienen que tener los educadores. Imagino Rosa que es parte de tu experiencia laboral, y que como esta habrás tenido mil... si es que veo hasta la cara de los chicos y escucho los hondos suspiros de la profe ¡pobrecita! Tiene cierta gracia tal como lo has contado y visto desde fuera, supongo que maldita gracia tendrá en el caso de que se intente explicar algo y los chicos vayan a su bola.
    Deberías tener un recopilatorio de estas anécdotas.
    Y lo principal... el diálogo ha funcionado perfectamente, con los vocativos de ayuda.

    Oye Rosa, que expliques lo de la luna, no nos dejes con las ganas ¿ehhh...?

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    1. Pues no es la paciencia una de mis virtudes más notables. La verdad es que estas situaciones me ponían muy nerviosa, pero afortunadamente, sabía cortar a tiempo, aunque a veces costaba un poco.
      Cuando estás allí no tiene ninguna gracia. Si te pilla descansada y de buenas, les sigues un rato la corriente y bromeas un poco con ellos hasta que consigues calmarlos, pero yo prefiero las clases más tranquilas.
      Introduje los vocativos para hacer notar que no era un diálogo con un alumno o dos, sino que el follón venía de todas partes y con cualquier motivo.
      Lo de la Luna... no tengo ni idea de lo que podía ser.
      Un beso.

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  14. ¡Ay Dios mío, que me da algo! jajajaja. Es buenísimo, Rosa, por tres razones. Una que resulta entrañablemente veraz, otra que es divertidísimo y otra que pone en valor una profesión que merece todo el respeto y que a lo mejor últimamente algunos, osea lo padres de los alumnos, no respetan lo suficiente. Me ha encantado, qué bien que te hayas decidido a escribirlo, enhorabuena :))

    Un montón de besos lunares jajajaja.

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    1. Yo siempre digo que toda profesión tiene sus ventajas y sus desventajas y hay que tenerlas todas en cuenta. De la mía solo se ven los periodos de vacaciones. Poca gente es consciente de lo que supone de desgaste una clase como la que describo. Y no es de lo peor. Al fin y al cabo, son chiquilladas. Hay faltas de respeto mucho más graves. A veces por parte de los padres. En ese aspecto, he visto cosas alucinantes.
      Otra cosa que siempre digo es que hay que ser muy osado para atreverse a opinar sobre los trabajos ajenos porque generalmente, no tenemos ni idea sobre ellos.
      me alegro de que te haya resultado divertido y te haya hecho reír.
      Un beso.

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  15. Jajaja, la luna nuestra de cada día.
    Fantástico!!
    Un abrazo.

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    1. Gracias, me alegro de que te haya gustado. La Luna no dio para mucho, pero los adorables alumnos...
      Un beso.

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  16. Bueno, literalmente me duele la mandíbula con lo que me he reído con tu micro. ¡Humor en estado puro! Un diálogo desternillante, con un ritmo tan alto, que consigues transmitir el atribulamiento de la pobre profe.
    Y una petición. ¡Explícanos eso de la Luna!
    Un reto más que superado y con el que se demuestra que en realidad no hace falta cargar con demasiadas palabras si las que se usan se hacen con tino y acierto narrativo. ¡Enhorabuena, Rosa!
    Un fuerte abrazo!!

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    1. Jaja, muchos pedís que explique lo de la Luna. Imagino que lo decís en broma, pero revelaré que se me ocurrió sobre la marcha. Pensé hablar del teorema de Pitágoras, pero luego pensé que yo era de Biología y Geología y no sé por qué, en lugar de bichos o plantas, se me ocurrió lo de la Luna, pero ni idea de lo que podía estar explicando. Podía ser la cara oculta o la influencia en la mareas o los eclipses.
      A pesar de que cuando leo, el humor no es lo que más me atrae, cuando escribo, suele asomar la patita.
      Muchas gracias por tus palabras.
      Un beso.

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  17. ¡Fantástico! Y en el fondo es que casi no has contado nada, pero en el fondo aún más hondo lo has contado todo. Vi la escena con todo tipo de detalles. Pobre profe, y cuántos personajes, y eso que ahora dicen que hay menos ratio, No me quiero imaginar hace unos años...
    Sensacional, Rosa, y si te ha pasado algo parecido a la historia de esta profe, para el examen final, pon lo de la luna; pero la parte de la cara oculta, a ver si te hacen caso a la próxima,je, je, je.
    Un saludo.

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    1. Cuando yo empecé, tuve algún curso de cuarenta y un alumnos. Es cierto que aquellos alumnos de BUP eran mucho más llevaderos que los de la ESO, pero aun así...
      A veces he tenido la tentación de apuntar las cosas en las que estaban menos atentos para ponerlas en el examen, pero luego se me ha pasado el cabreo y me han dado pena. En el fondo, y no un fondo muy hondo como tú dices, son buena gente y se les quiere.
      Un beso.

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  18. Excelente, Rosa. Mut gráfico y vital.Viví más de cuarenta años de docencia. Me jubilé justito cuando esta ola que pintas empezaba a mojarnos los pies. Literalmente, "antes de que yo matara a alguien..."Pero sé que es real, que hoy "disfunciona así". Y es de estas realidades en que es mejor reir que pensar... y menos, llorar.

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    1. Pues yo acabo de jubilarme y la verdad es que los pintas han cambiado mucho desde que empecé hasta hoy.
      Es cierto que a veces dan ganas de matar a alguien, pero el recuerdo que me ha quedado mayoritariamente es que los chicos en su mayoría, son majos. Un tanto mimados por esta sociedad que ha hecho de ellos los reyes de la casa, pero majos. El balance es muy positivo.
      Un beso.

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  19. Buenísimo, un genial micro con el que he disfrutado de lo lindo!!!

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    1. Me alegro. Pretendía precisamente, hacer disfrutar y disfrutar yo mientras lo escribía. Objetivos cumplidos.
      Un beso.

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  20. Genial, Rosa! Me ha traído a la memoria épocas de secundaria en la que los profesores luchaban contra las interrupciones de los chicos. Que se sabía eran a adrede, porque en cuanto pescaban la oportunidad intentaban distraer al profe para conseguir que sacara un tema del examen.
    Muy bueno!
    Un abrazo

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    1. Los alumnos son especialistas en tirar del hilo a ver hasta donde pueden llegar. Uno de sus afanes mayores es entretener al profesor para evitar que la clase avance. Aunque, a veces, es totalmente involuntario. Del profesor depende que no se salgan con la suya o que solo se salgan lo que él considere oportuno. A veces también hay que darles un respiro.
      Un beso.

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  21. Fantástico Rosa, la paciencia de los profesores es ilimitada y aquí tu protagonista lo demuestra en cantidad.
    Te ha quedado genial.
    Un abrazo
    Puri

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    1. Te aseguro que mi paciencia es muy limitada. En estas ocasiones, los alumnos me ponían muy nerviosa, pero siempre conseguí mantener la calma aparentemente.
      Un beso.

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  22. Has establecido el contrapunto perfecto, y además con humor, entre el orden que representa la profesora y el descontrol al que suelen tender los alumnos, es un relato muy fluido y una buena "fotografía" del discurrir en una jornada de clase, se nota que conoces el terreno, Rosa.

    Me has hecho vivir la experiencia pasando un rato ameno, excelente.
    Beso.

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    1. El humor no debe faltar nunca, aunque en esos momentos la gracia que te hace es más bien poca, vamos, ninguna.
      Desde luego, el terreno lo conozco. Treinta y cinco años tuve para hacerme una idea, ja ja.
      Me alegro de que te haya gustado, divertido y proporcionado un buen rato.
      Un beso.

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  23. Me gustó mucho el relato dialogado, Rosa. Además, me ayudó a recordar viejos tiempos, de forma directa e indirecta, porque lo que reflejas en él es lo que sucede en algunas clases, pues intentas explicar algo y los alumnos vamos y van a su bola, hasta que suena el santo timbre o se les avisa de que ya pueden salir escopetados. Besos.

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    1. El santo timbre puede llegar a ser uno de los mayores anhelos de un profesor. Los alumnos creen que solo ellos lo están esperando, pero no saben que el profesor lo desea aún más que ellos. Salvo cuando te pilla en medio de una explicación interesante y te sorprende que ya haya pasado la clase. Eso me pasaba en Bachillerato. En la ESO, nunca.
      Ellos salen escopetados, como pollos sin cabeza. El profesor, a veces, se queda esperando a que salgan todos para cerrar el aula, pero ya tiene la tranquilidad de que esa clase terminó. A por la siguiente.
      Un beso.

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  24. Estas situaciones son el pan de cada día con niños y jóvenes, ya que justo, cuando quedan pocos minutos para salir a toda castaña de clase, la mejor estrategia que suelen tener es esta, "marear la perdiz" y que la profe acabe exhausta o "fuera de juego"... Tal y como bien lo has reflejado en tu brillante y jocoso diálogo.

    Te doy toda la razón en cuanto a poner orden lo antes posible y dejarles muy claro a estos alumnos tan pillos, quien es el que manda en clase, les guste o no, porque de lo contrario, se te suben enseguida a la chepa y adiós muy buenas.

    Un beso.

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    1. Sí, como no sepas poner orden y sepan que pueden ganar la partida, estás perdida. Más te vale dedicarte a otra cosa. No todo el mundo sirve para dominar la situación y controlar a veinticinco alumnos de entre doce y dieciséis años en un aula. Por eso le decía a Julia que es muy osado hablar de las profesiones ajenas. La gente que solo ve de los profesores sus vacaciones, debería pasar unos días en las aulas para ver que no todo es como parece.
      Aunque la verdad es que ahora solo recuerdo lo bueno y los chicos, en su mayoría, aunque latosos son muy majos.
      Un beso.

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  25. Ja, ja, ja Qué bueno, Rosa, simpático y muy real. Si es que los niños son temibles, y los que os dedicáis a la docencia o lo habéis hecho, os ganáis el cielo en vida.
    Con tu dialogo, nos has regalado más de una sonrisa.
    P.D. y ahora si me lo permites, voy a quitarme el estrés, je, je, je
    Un beso.

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    1. Me alegro de que te haya gustado. Te puedo asegurar que es real como la vida misma, vamos, es la vida misma.
      Como decía con sorna un compañero mío, entrar en un aula con chicos de 1º y 2º de la ESO es lo más parecido a meterse en una jaula con unas pocas fieras, o las domas o te comen.
      Un beso.

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  26. Muy realista y divertido, Rosa. Aunque supongo que vivirlo debe de resultar más exasperante que gracioso.
    Al final me he quedado sin saber lo de la luna, jaja.
    Besos

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    1. Ni siquiera yo sé o de la Luna. ¿Qué iría yo a explicar? 😉😉
      La verdad es que vivirlo, no tiene ni pizca de gracia. Bueno, si te pilla de muy buen humos, puedes sacarle algo, pero lo normal es que te cabree bastante.
      Un beso.

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  27. Genial, Rosa!
    No solo en la escuela. Hay "conversaciones" entre adultos que son peores en ese camino.
    Recuerdo en mi infancia (hace mucho), mi abuela y sus primas s reunían una vez por semana en mi casa. Todas hablaban al mismo tiempo, cada una su chisme o su discurso, y sin embargo al cabo de la reunión todas sabían de qué había hablado la otra. ¡Unas maestras! bueno, que me ha encantado
    Un saludo,

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    1. Cierto. Hay conversaciones entre adultos más caóticas aún. Se pueden resumir con un dicho de mi suegra "qué hora es manzanas traigo". Cada uno habla de lo suyo y nadie escucha a nadie. Si tu abuela y sus amigas sabían de qué había hablado cada cual, me quito el sombrero. Sabían hablar y escuchar.
      Me alegro de que te haya gustado.
      Un beso.

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  28. Hola Rosa!! Muy divertida la iniciativa y te ha quedado fenomenal el microrrelato, muy ágil tal y cómo lo has planteado. ¡Fantástica entrada! Besos!!

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    1. Muchas gracias. Me alegro de que te haya gustado. Así de ágiles son los alumnos cuando se ponen todos juntos a marear la perdiz. No podía yo ser menos.
      Un beso.

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  29. Genial Rosa, me he visto en esa clase y me has hecho sonreír. Menudos son, a saber si lo entendían o solo se trataba de perder el tiempo, que eso todos lo hemos hecho de estudiantes y como el profe se apunte se están toda la hora hablando del sexo de los ángeles.
    Los diálogos te han quedado sencillamente geniales, muy auténticos y muy tipo esperpento, tal y como imagino alguna vez una clase.
    Mucha suerte en ese reto y muchas felicidades por la frescura del micro.
    Besos

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    1. De todo puede suceder. Puede que, efectivamente, no lo entendieran, pero también podría ser que quisieran sacar a la profe de sus casillas o simplemente que no se diera más clase.
      Los alumnos saben temas a los que cada profesor es sensible y también puede darse el caso de que pregunten acerca de ellos para que el profesor se enrolle y no dé más clase. Saben más que los ratones coloraos.
      No muy a menudo, pero algunas veces, las clases son esperpentos.
      Un beso.

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