"Una educación" Tara Westover

"Estoy encima del vagón rojo abandonado, al lado del establo. Cuando el viento arrecia, el pelo me azota la cara y el frío se me cuela por el cuello abierto de la camisa. Los vendavales son fuertes cerca de la montaña, como si la cumbre misma exhalara. El valle está tranquilo, sin que nada lo perturbe. Entretanto, nuestra granja baila: las rotundas coníferas se balancean despacio mientras tiemblan la artemisa y los cardos, que se inclinan ante las ráfagas y las corrientes. Detrás de mí, una colina suave asciende para unirse a la base de la montaña. Si miro hacia arriba, veo la forma oscura de la Princesa India". Este es el lugar idílico en el que ha vivido Tara Westover desde que recuerda: Buck’s Peak, Idaho. Los lugares idílicos pueden ser la base de una infancia feliz o transformarse en una burla, un entorno mágico para envolver el miedo, la frustración, la culpa, el dolor, la incertidumbre, la alienación; un papel colorido y precioso que envuelve un regalo envenenado. Siempre he pensado que las historias de terror siempre son más terribles si suceden en escenarios de paz y belleza. El contrate realza el horror de las historias. Aunque esta no es una historia de terror. O sí. 

Tara nació y pasó gran parte de su vida en una familia mormona radical. No existía para el estado, ni para la sanidad, ni para el sistema educativo. Hay que leerlo para creerlo porque Tara Westover no es una mujer del siglo XIX ni un personaje de ficción. Tara Westover es una mujer actual que nació en 1986 y por eso estremece leer en su libro: "De los siete hijos de mis padres, cuatro no tenemos partida de nacimiento. No tenemos historia clínica porque nacimos en casa y nunca hemos ido a una consulta médica o de enfermería.[1] No tenemos expediente escolar porque jamás hemos pisado un aula. Cuando cumpla nueve años, inscribirán mi nacimiento en el registro civil, pero ahora, según el estado de Idaho y el gobierno federal, no existo"Cuando escribe esto, en presente histórico, se supone que Tara tiene siete años y ya sabe que el hecho de que ella y sus hermanos no vayan a la escuela es lo que más diferencia a su familia de las demás. Tampoco pisan las consultas médicas. Todo lo resuelve la madre con hierbas: dolores, hemorragias, quemaduras... jamás nadie ha tomado una simple aspirina en la familia.

Sí, la familia Westover es una familia extraña incluso para el resto de los mormones, incluso para los propios abuelos. Ni siquiera ellos entienden el radicalismo de sus hijos y la vida que obligan a llevar a sus nietos. Los abuelos paternos viven un poco más abajo, en la propia colina, por lo que se les llama los abuelos de colina abajo. Fue la abuela de colina abajo la que alivió las ansias de Tara de tomar leche cuando su padre retiró de la casa todos los productos lácteos tras leer en la Biblia "«Comerá mantequilla y miel [...] hasta que sepa desechar lo malo y escoger lo bueno.»". Y él que por supuesto sabía escoger lo bueno y desechar lo malo decidió que ya no tenían que consumir leche. La abuela de colina abajo que se llevaba con su hijo "como dos gatos con las colas atadas entre sí", decidió entonces llenar su nevera de leche para llevar la contraria a su hijo, aunque finalmente eso sirvió para aliviar los desayunos de su nieta, porque comerse los cereales con agua era "como zamparse un tazón lleno de barro".

Así como los abuelos paternos siempre habían vivido en Buck’s Peak, los abuelos maternos vivían en la ciudad del valle, a unos veinte kilómetros de Bucks Peak. Eran los abuelos de la ciudad para distinguirlos de los de colina abajo. Faye, la madre de Tara, había sido una joven bien vestida por su madre que era modista y provenía de una clase social respetable a la que renunció para casarse con Gene, que gestionaba chatarra y hacía labores de construcción cuando le contrataban para ello. También renunció a la vida en una pequeña ciudad del valle y a sus cotilleos y a la vigilancia permanente de los conciudadanos. En lo alto de Buck’s Peak, "por primera vez, ella no pudo ver las caras de sus vecinos de la ciudad ni oír sus voces. Estaban muy lejos. Empequeñecidos por la montaña, enmudecidos por el viento". A cambio de esa libertad, Faye se entregó con la convicción del converso a todas las locas ideas de su marido.

Y las ideas de su marido consistían en prepararse para la venida de los Días de Abominación, cuando el mundo se hundiría en la caos y solo ellos podrían sobrevivir. Tara se ha pasado la vida preparándose para ese momento, elaborando en verano conservas de melocotón que reordena en invierno según su caducidad; viendo cómo su padre almacena en un depósito subterráneo litros de combustible; convencida de una locura a la que solo el aislamiento y el encierro pueden darle una apariencia de normalidad.

Nosotros asistimos atónitos a la resignación de los niños, a la ignorancia en la que viven, porque ni siquiera la educación que se supone que se les da en casa es lo suficientemente rigurosa. Ante el esfuerzo que suponía la instrucción de los niños, la madre tiró la toalla y "empezó a repetir las palabras de papá. «Lo importante —me dijo una mañana— es que aprendáis a leer. Las otras zarandajas son un lavado de cerebro.»"

Pero no pensemos que la niña sufre con esta situación. Tara es feliz. Quiere a sus padres y necesita la compañía de sus hermanos, aunque estos no siempre se porten demasiado bien con la más pequeña de la casa, aunque tenga que trabajar en los asuntos familiares, a veces con riesgo para su propia integridad, aunque no hable con otros niños fuera de sus hermanos. Tara es feliz... hasta que deja de serlo

Tara crece. Es difícil entender, a pesar del relato de la autora, cómo desde esa educación alienante se llega a sentir la necesidad de saber más. Tal vez sea el amor por la música que le inculcó su hermano Tyler; o la profesora de canto que le buscó su madre  en su afán por encontrar "alguna actividad que pudiera realizar, que papá no prohibiera"; o puede que fuera la simple evolución de una mente despierta y obligada a buscar horizontes más amplios en los que expandirse y con los que llenar el vacío que las supersticiones dejaban en ella. El caso es que Tara, impulsada por su hermano Tyler decide ir a la Universidad y se prepara ella sola para el examen de ingreso en la Universidad Brigham Young, que acepta alumnos que han estudiado en casa. Lo malo es que Tara no ha estudiado ni en casa ni en ningún otro sitio, pero empieza a hacerlo y se siente fascinada por lo que descubre. 

Si en principio quería estudiar música y hacerse profesora de canto, en la Universidad se abre ante ella un mundo desconocido, tan desconocido que sorprendió a profesores y alumnos cuando preguntó qué era el Holocausto. El episodio aparece en la novela y la propia autora lo ha relatado en una entrevista para El Cultural: "en una clase de Historia se me ocurrió preguntar qué era el Holocausto. No lo sabía, pero me tomaron por una especie de racista"

Poco a poco Tara consigue superar las dificultades y su mente despierta la lleva a superar retos y a encontrarse en situaciones del todo impensables, unos años antes. Pero a medida que avanza en su educación y en su autonomía, un enorme sentimiento de culpa se va abriendo camino en ella. "no soy una buena hija. Soy una traidora, una loba entre ovejas; soy diferente y esa diferencia no es buena". Mucho le costará a Tara deshacerse de la culpa y ser capaz de volar sin peso en las alas. Aunque dudo que lo haya conseguido del todo.

Tara Westover. Foto: Paul Stuart
Hoy Tara tiene treinta y tres años. Los cumplió en septiembre, pero no se sabe bien en qué día. Puede que el 27, como piensa la madre, o puede que el 29, como cree recordar la abuela de colina abajo. "Hasta que mi madre decidió inscribirme en el registro civil, nunca me había parecido extraño ignorar mi fecha de nacimiento. Sabía que había venido al mundo a finales de septiembre y cada año elegía un día, uno que no cayera en domingo porque no es divertido pasar el cumpleaños en una iglesia". Tara vive en Londres, tiene un doctorado por Cambridge, y ha trabajado en Harvard con una beca de profesora investigadora. Por fin es libre y se ha deshecho de todas las supersticiones que le inculcaron en la infancia. Ya no se prepara para los Días de Abominación, pero el precio que ha tenido que pagar ha sido muy alto. Salvo un par de hermanos, la familia hizo causa común en contra de ella cuando quiso poner de manifiesto algunas duras verdades. Estuvo a punto de ceder como su madre, como su hermana Audrey, pero se dio cuenta de que no podía: "Si cedía, perdería algo más que una discusión. Perdería la custodia de mi pensamiento. Comprendí que ese era el precio que se me pedía que pagara. Lo que mi familia quería expulsar de mí no era un demonio; querían expulsarme a mí misma de mí".Y ese es el precio que ha pagado; su familia a cambio de su propia mismidad. 

"Las decisiones que tomé a partir de entonces [...] Fueron las de una persona cambiada, las de un ser nuevo. El desarrollo de un nuevo yo.
Podéis llamarlo transformación. Metamorfosis. Falsedad. Traición.
Yo lo llamo una educación"

Y pocas veces una educación ha costado tan alto precio y proporcionado tan gratas recompensas.

Título del libro: Una educación
Autora: Tara Westover
Título original: Educated. A memoir
Traducción: Antonia Martín
Editorial: Lumen
Año de publicación: 2018
Año de publicación original: 2018
Nº de páginas: 472

Comentarios

  1. He visto este libro muchísimo por todas partes, eso me provoca un poco de rechazo, me satura, pero no descarto leerlo más adelante. Besos.

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    1. A mí me pasa lo mismo cuando veo un libro demasiado por las redes, pero no es el caso de este. Creo que solo había visto una reseña y ma había resultado curioso. Cuando lo pusieron para la tertulia, me pareció que era la oportunidad de leerlo.
      Un beso.

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    2. Rosa Magistral todo lo que haces!!!!!!! Me asombrás. Yo que escribo en dos segundos todo, en 5 minutos pon go mi voz y recito.....
      Sos inigualable.Me encantó tu reseña. Mil abrazos siempre

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    3. Gracias, Mucha. Me alegro de que te haya gustado. Algo más de cinco minutos sí que me lleva, pero tampoco demasiado. 😉.
      Un beso.

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  2. Me encantó este libro, empaticé mucho con la autora en el sentido de que admiré su fortaleza. Me sirvió también para descubrir cómo viven algunas personas en pleno siglo XXI en un país como Estados Unidos.
    Las entrevistas a la autors merecen mucho la pena. Lo del holocausto también aparece en el libro, diría que es el momento en el que se siente tan inculta que le cambia el chip.
    Otro momento que me sorprendió es cuando descubre que si bebes coca-cola no tienes por qué ser una pecadora!!
    Buena reseña guapa! Un besote

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    1. Tu reseña es la única que había visto de este libro y lo tenía en pendientes por lo que cuando lo pusieron para la tertulia, me pareció muy buena idea. Lo recordé y ha sido de lo más interesante y gratificante.
      Un beso.

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  3. Hola Rosa qué interesante propuesta que desde luego anoto, aunque no sé cuándo la leeré, sí que ya forma parte de mi lista de lecturas pendientes.

    Me parecen muy interesantes estas historias y me hacen pensar en este tipo de padres que privan a sus hijos del mundo que ellos rechazan alegando que es por su bien. Mira me parece un gesto de lo más egoísta. Es evidente que hay cosas buenas y malas en la sociedad que tenemos actualmente y quizás lo que sí toca es enseñarlos a discriminar, a convivir con la sociedad pero aislarlos, hacerlos extraterrestres por sus convicciones no me parece una buena opción. Imagino el sufrimiento de la autora teniendo que elegir entre su familia y el conocimiento, qué injusto.
    Gracias por la propuesta. Un beso enorme

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    1. Como dices nuestra sociedad tiene cosas buenas y malas y lo que hay que hacer es educar a los hijos para que sean críticos y se pan distinguir, pero privarlos de lo mejor que tiene como es la educación y la sanidad, creo que es condenar los a ser unos parias desgraciados.
      Yo no diría que los padres son egoístas, al menos, no de forma absoluta. Estaban tan convencidos de que la educación pública era un lavado de cerebro y de que los medicamentos eran nocivos, que estaban salvando a sus hijos de males mayores.
      En fin, situaciones muy complejas y una novela interesante.
      Un beso.

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  4. Hola, Rosa. Recuerdo la reseña que hizo María de este libro y ya entonces me llamó poderosamente la atención. Una infancia casi rota de la que parece casi milagroso que la autora no haya salido traumatizada o si lo ha hecho, haya podido hacer tan brillante carrera académica. Lo que me parece raro, en que una época de nula creatividad en los guiones originales en el cine, aún no se haya llevado esta historia adaptada al cine. Se llevará al no ser que sea la propia autora sea la que se niegue a vender los derechos del libro.
    Besos.

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    1. En el blog de María conocí esta novela.
      Yo creo que la autora sí que ha salido tocada. En el libro se ve que, aunque se ha mantenido firme en sus posiciones, la idea de culpa que le queda y la duda acerca de sí es una buena o una mala hija, no la va a abandonar nunca.
      Desde luego, tiene una película muy buena (si se hace bien, claro), pero no tengo idea de si hay intenciones o no por parte de alguien. Es cierto que hay una total sequía de originalidad en los guiones. A ver si vuelve otra época dorada del cine.
      Un beso.

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  5. Una historia fascinante, por el dramatismo que contiene. Y más tratándose de hechos reales. Los fanatismos conducen al aislamiento, no solo físico sino también moral, de los seguidores de una causa religiosa que impide la discrepancia y el pensamiento libre. Conocer los pormenores de la vida de Tara seguro que llena al lector de desasosiego e incomprensión al ver cómo unos padres, que deben buscar la felicidad y el bienestar de us hijos, los tienen mentalmente recluidos alrededor de unas creencias absurdas y contraproducentes. La falta de educación en los valores de una sociedad sana, libre y moderna y de una atención médica adecuada puede hacer que los individuos sometidos a ello crezcan enfermos física y psíquicamente. Por fortuna (algo que es casi increíble) Tara Westover fue capaz de romper las cadenas que la mantenían atada a las creencias de sus padres y voló lejos para ser una persona intelectualmente libre. Aun así, se me hace extraño que pudiera formarse de forma autodidacta hasta tal punto que pudiera ingresar en la Universidad.
    Aparte de conocer la vida de esta joven, la novela aporta una enseñanza: querer es poder.
    Un beso.

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    1. Resulta extraño, en efecto, que sin casi ninguna formación fuera capaz de prepararse las pruebas para la universidad. Pero me imagino que será una mujer con un alto cociente intelectual. No obstante, se ve que le ha costado lo suyo preparar algunas materias como la trigonometría. Leyendo el libro se ve que no todo fue sencillo en ese, aspecto.
      Los padres sometieron a los niños a un aislamiento del resto. Sólo trataban entre ellos. En parte porque no iban a la escuela y en parte, porque los demás les consideraban una familia rara, lógicamente.
      Interesante en verdad.
      Un beso.

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  6. Me recuerda un poco a El castillo de cristal de Jeannette Walls.
    Me pasa un poco con este libro lo que comenta Goizeder: tanta exposición me satura. Ello no quita que todos los elogios recibidos no sean merecidos.
    Creo en la libertad individual pero no en que ningún padre o madre tenga derecho a imponer su modo de vida a sus hijos y desgajarles de la sociedad en la que les ha tocado vivir. El núcleo familiar es suficiente en los primeros años de vida pero luego, como le pasó a Tara Westover, se necesita ampliar el círculo. Qué gran precio tuvo que pagar para ser ella misma. Qué valiente.
    Te ha quedado una reseña muy sentida.
    Besos

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    1. No he leído "El castillo de cristal". Miraré a ver.
      Cómo ya dije, para mí no ha habido esa sobreexposición. De hecho, sólo había leído una reseña y me había interesado.
      El precio que pagó por su huida del cerrado mundo de su familia fue enorme. Primero, la ruptura con casi todos y luego, la culpa; esa sensación de sentirse mala hija y mala hermana y dudar siempre de sí hizo bien. Creo que es una de las facetas que más me impresionó, con ser todo bastante impresionante.
      Un beso.

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  7. Tengo esta novela en mi ebook esperando para ser leída y creo que será la siguiente, en cuanto termine "¿Pero quién mató a Harry?" (seguro que te suena, ji, ji). Si no recuerdo mal, fue por una reseña que hizo Paloma hace algún tiempo por lo que decidí que quería leer este libro. Después de leer la tuya, tu reseña, me ratifico en mi decisión.

    No añado nada nuevo si digo que admiro tremendamente a la autora por haber superado los prejuicios y el punto de vista, entre miope y demencial, que intentó inculcarle su padre sobre tantas cosas. Me alegro tremendamente por ella y espero que su caso sirva para poner de relieve que no todos los padres saben lo que les conviene o sus hijos o están capacitados para darles lo mejor, especialmente cuando se han entregado a un fanatismo religioso sin sentido. Los niños, que son siempre los más vulnerables, se convierten en víctimas sin remedio.

    Un gusto leerte siempre, Rosa.

    ¡Un beso y feliz comienzo de semana!

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    1. No he leído "Pero ¿quién mató a Harry?", aunque sí he visto, hace muchísimo, la película de Hitchcock. Recuerdo muy poco de ella más allá de que me gustó.
      Yo creo que Paloma no ha hecho reseña de este libro. Yo desde luego, no la he leído. La única reseña que he visto es la de María Delgado, que es la que me dio noticia del libro.
      Los padres nos equivocamos muchas veces y pensamos que lo que es bueno para nosotros también lo es para nuestros hijos y creyendo hacer las cosas por su bien, podemos perjudicarlos. Yo creo que los padres de la autora cayeron en ese error, pero de forma mucho más dramática porque lo que ellos creían bueno era todo un conjunto de supersticiones, mitos mal digeridos, religión mal entendida... En fin, un desastre de dimensiones bíblicas, nunca mejor dicho, que impidió a sus hijos un desarrollo normal.
      Ya me dirás cuando lo leas. Espero que te guste.
      Un beso.

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  8. Como otros comentaristas también he visto reseñas de este libro en otros blogs. El asunto de la radicalidad de unos padres en la educación de sus hijos como si fueran propiedad suya es noticia con la que en más de una ocasión los periódicos se han hecho eco. La actitud de Tara y su logro es ciertamente loable. Pese a todo esto esta vez el libro no es que me llame mucho.
    Un beso

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    1. Sois muchos los que habéis visto mucho este libro por los blofs. Yo solo una vez, pero me llamó mucho la atención por lo extraño, casi exótico, que intuía su contenido. Creo que las expectativas se han cumplido con creces. Pero entiendo que no sea igual de atractivo para ti.
      Un beso.

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  9. No he leído la novela pero sí conocía la historia. Durísima y tremenda. Muy buena recomendación, Rosa.

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    1. Una historia muy dura realmente. Hay aspectos que, lógicamente, no cuento y que la hacen aún más dura. Creo que se puede recomendar.
      Un beso.

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  10. No conozco a su joven autora, pero el argumento de la novela me ha atrapado a medida que lo he ido leyendo gracias a tu espléndida reseña: clara y precisa.
    El hecho de que este libro represente las memorias de su vida, haciendo hincapié en la educación recibida por sus padres mormones radicales, en un insólito lugar apartado del mundo: Buk's Peak, Idaho (EE.UU), que la privarán del contacto con otros niños de la ciudad y de los centros educativos oficiales, pues he ha animado a anotarme este título.

    Muchas gracias, Rosa, por recomendarnos su lectura.
    Un beso.

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    1. Como educadoras (si bien ya no en activo) ambas sabemos lo importante que es para un niño socializar y hacer amigos y aprender a compartir y a pelear... En fin, lo que es la amistad infantil y lo que supone de aprendizaje para la vida. Casi más importante que los conocimientos que le hubieran impartido en la escuela, es esa socialización de la que también se la privó.
      La autora ha sabido salir de ese ambiente opresivo y alienante, pero no creo que se libre nunca de su influencia.
      Espero que te guste si te animas.
      Un beso.

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  11. Hola, Rosa.
    Parece mentira que esta historia sea real, esta chica solo tiene un año menos que yo, eso hace que una valore todavía más la vida o opción de ella que le ha tocado.
    Es una superviviente, no dejarse atrapar, avanzar y luchar por salir, hace que sea justo eso. De los mormones he visto varios documentales, el problema de una creencia empieza cuando no se permiten otro tipo de ideas, esa privación de la que no existe elección, es aterrador. Por lo que yo también creo que es una historia de terror. Me ha parecido fascinante, así que ésta, seguro que pasa por delante de otras lecturas.
    Un beso.

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    1. Entre lo que cuento y lo que callo creo que es una historia bastante terrorífica. Como terrorífico es el precio que ha pagado por su salida de ese mundo y las secuelas que, estoy segura, le han quedado. Y sí, lo más aterrador es pensar que es una mujer actual y joven en un país moderno, al menos son modernas algunas zonas.
      Un beso.

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  12. Tengo muchas ganas de leer esta historia, admiro profundamente a su autora y su historia de superación, creo que es admirable. Espero leerla pronto.

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    1. Por lo que veo, conoces a la autora y tienes noticia del libro aunque no lo hayas leído.
      No lo dejes. Seguro que te gusta.
      Un beso.

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  13. Estupenda reseña Rosa!. Le tengo muchas ganas a esta novela, toda una historia de superación la de la autora, lastima que el precio que haya tenido que pagar sea tan alto, pero hay momentos en los que no se puede volver atrás por mucho que se pierda. Besinos.

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    1. Gracias por tus palabras. Eso es lo que le pasó a ella, como comenta en una de las citas que pongo al final. Tuvo tentaciones de claudicar y tener paz con la familia, pero se dio cuenta de que no podía porque sería renunciar a sí misma.
      Más que todo el esfuerzo de estudiar y demás, lo que me ha resultado interesante es esa lucha entre uno mismo y la rutina de una vida sin problemas y con el respaldo de la familia que siempre ha sido su único ropaje, a pesar de todo.
      Un beso.

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  14. ¡Hola Rosa!
    Se lo voy a comprar a mi madre, a tengo uno de los regalos e Reyes porque sé que le va a encantar.
    Mil gracas por la reseña.
    Feliz día.

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    1. Seguro que le gusta. Es una novela que sorprende y resulta sumamente interesante. Cuenta cosas difíciles de creer y que constituyen una historia dura, pero, que demuestra que se puede salir del abismo a la superficie, aunque siempre hay un precio que pagar y hay que estar dispuesta a hacerlo.
      Un beso.

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  15. Igual que hay dictaduras ideológicas en clave estatal, también hay dictaduras ideológicas en el seno familiar.

    Es como dices, uno se queda atónito con estas cosas, en pleno siglo XXI.

    Me ha fascinado la explicación de Westower, (…) perder la custodia de su pensamiento, el que su familia pretendiese, de alguna manera, expulsarla se sí misma.

    Esto me lleva directo a un título de la politóloga Susan George, “El pensamiento secuestrado”, en donde criticaba “cómo la derecha laica y la religiosa se han apoderado de Estados Unidos”. Aunque la novela nos hable de un caso específico y familiar.
    Interesante, sin duda.
    Un beso.

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    1. Es un caso específico, pero extrapolable a casos que todos conocemos. Aquí conocemos más los casos de los que no vacunan a los niños, de los contrarios a transfusiones y trasplantes, etc. En Estados Unidos hemos visto películas sobre los Amis y, sin ir a cosas tan exóticas, familias fanáticas religiosas o fanáticas con alguna ideología política, etc. Se deba a lo que se deba, la dictadura ideológica en la familia es más terrible aún que la estatal porque la ejercen quienes más deberían potenciar la libertad individual y más deberían respetar la formación integral de la persona. Además, el enfrentarse a esa tiranía, como le sucedió a Tara Westover deja secuelas y complejos de culpabilidad muy lesivos para el desarrollo posterior de una vida normal.
      Un beso.

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  16. Estuve leyendo tus otros blogs.Muy buenos todos, el 100 lectores me fascinó. Descubrí allí a alguien que no conocía
    abrazo

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    1. Ufff, ese blog hace ya mucho que no funciona. Veo también que has dejado comentarios en los otros blogs. El de recetas, hace también como dos años que no lo actualizo. Respecto al de Ciencias era sobre todo para los alumnos y ahora que me he jubilado lo dejo ahí para que lo aproveche quien quiera.
      Gracias por visitarlos.
      Un beso.

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