"Matar un ruiseñor" Robert Mulligan
no por el hecho de que la discriminación racial siga siendo práctica habitual en el país más poderoso de la Tierra; no porque sigan siendo necesarias ciertas manifestaciones que aboguen por los derechos humanos y el respeto a todas las personas (que también, por desgracia), sino porque son obras en las que el lenguaje, la manera de contar, los planos, las escenas, etc, se mantienen totalmente vigentes a día de hoy, más de cincuenta años después.
La novela me gusta, me emociona, es una de las causas de mi afición a la lectura... es muy especial para mi, pero la película es maravillosa. No voy a entrar en si es mejor o peor; no me siento capaz de comparar dos formas tan distintas de narrar. Hay buenas películas que se parecen mucho al libro y hay buenas películas que tienen muy poco que ver con su antecesor de papel. Hay películas que siendo enormemente similares al libro resultan un bodrio. La película y el libro se deben juzgar independientemente pues son cosas distintas.
María Badham como Scout Finch |
Gregory Peck como Atticus Finch |
En este caso, da lo mismo que queramos compararlas o no, que tengamos en cuenta que la una se basa en el otro o no; no importa, son dos obras maestras. Pero hay una cosa en que las buenas películas pueden superar a los buenos libros y es en poder ver la interpretación, ver a un actor convertirse en un personaje que, menudo, nada tiene que ver con él. La creación que un buen actor hace de su personaje es algo fascinante y es de eso de lo que quería hablar sobre todo en esta entrada.
Los actores principales de esta película son Gregory Peck en el papel de Atticus Finch y María Badham en el de su hija Scout. Gregory Peck interpreta a la perfección al abogado de mediana edad, que se casó tarde y tuvo los hijos ya mayor; que se quedó viudo con un niño de cuatro años y una niña de dos y ha empleado toda su vida y energías en cuidar de ellos y en trabajar de la manera más honrada posible porque si no, no sería capaz de mirarlos a los ojos.
Transmite a la perfección la sobriedad de una persona que no derrocha palabras ni gestos; la humildad de quien esconde alguna de sus habilidades sin importarle que ello le reste puntos en el orgullo de sus hijos; el paso vacilante de quién se siente cansado de las trabas que la vida le va poniendo delante, pero jamás lo dejará traslucir delante de ellos. Gregory Peck encarna al Atticus que todos hubiéramos querido como padre, como abogado, como amigo, y lo encarna con toda verosimilitud. Todo en su actuación es creíble, hasta los gestos de ira que, en algún momento se le escapan a un, por lo demás, paciente y templado personaje.
Y qué decir de María Badham en su papel de Jean Louise Finch, Scout. Pocas veces he visto un actor que personifique el espíritu de un personaje como ella. María Badham tenía 10 años cuando hizo su genial interpretación de una niña tan ingenua, como inteligente; tan educada, como nada tímida; tan entrañable que es capaz de conmover con su inocencia a personajes rudos y... no tan rudos. Vestida con su peto vaquero, rodeada siempre de chicos y peleándose como si de uno de ellos se tratara, odia ponerse vestidos y nada más lejos de sus deseos que parecerse a una chica. María Badham es, en el palpel de Scout, más que la hija que todos quisiéramos tener, la niña que todas desearíamos haber sido. Lo dice todo con sus ojillos vivos de ratita lista que cambian de expresión con facilidad; con una arruga de su ceño que nos transmite rabia, reconocimiento, frustración.
Gregory Peck y María Badham no crean los personajes de Atticus y Scout, los sustituyen, se funden con ellos en la simbiosis más perfecta que creo haber visto nunca en el cine. Gregory Peck es Atticus y María Badham es Scout y nunca más podremos imaginarnos a los personajes con otras caras que no sean las de los actores que los interpretaron y los suplantaron a base de meterse en su piel.
Como muestra os dejo una pequeña escena que es en realidad un fundido de dos escenas independientes. Disfrutadlo. Merece la pena.
Hola. tanto la novela como la película me apasionaron... La película vi varias veces y siempre me aporta 'algo' nuevo. Seguimos en contacto
ResponderEliminarMaravillosas ambas. Yo el libro,van cuatro veces, que recuerde porque de adolescente soía leer muchas veces el mismo libro y alguna se me habrá pasado.
ResponderEliminarUn beso y gracias por tu comentario.
Varias veces he tenido la novela en las manos, y al final la acabé cambiando por otra. Tendré que hacerme el ánimo.
ResponderEliminarNo dejes de hacerlo: creo que no te arrepentirás. Tiene hasta su pequeña parte negra. Si la lees, o ves la película, no dejes de darme tu opinión.
EliminarUn abrazo.
Rosa,espléndia tu reseña, qué bien desgranado todo, en concreto los personajes. Me ha encantado cómo has descrito a Atticus,como hombre sin palabras ni gestos de más. Esto es lo que yo quise escribir al decir "sin azúcares añadidos", porque todo en él está en su justa medida.
ResponderEliminarScout es adorable, también me ha gustado mucho su análisis.
Así que enhorabuena por tu post.
He intentado acceder al enlace sobre el libro pero me decía "esta página no existe", sabes?
Muchos besos, buen finde!
Creo que no pudieron escoger mejores actores. Cómo digo, después de ver la película, no sólo es que cada vez que he leído el libro después me imagine a los personajes como los actores es que no imagino otras caras y gestos. Creo que ye antes de ver la película me los imaginaba así.
EliminarEs una gran película que refleja una, aún mejor, novela.
Tu reseña también estuvo muy bien. Entre las dos, cubrimos todo el espectro de la película.
Un abrazo.