"La maniobra de la tortuga" Benito Olmo
Esta es la novela con la que sigo la iniciativa "Libros encadenados" a la que fui propuesta por Leslie en su blog "Señora Búho". En los dos enlaces que os dejo podéis ver de qué va esta iniciativa.
La novela empieza a saco en un puticlub de Jerez de la Frontera donde Manuel está a punto de recibir una paliza por parte de cuatro tipos malencarados y de aspecto patibulario. "Manuel se desplazó hasta el grupo con una rapidez que nunca habrían atribuido a alguien de su tamaño. Se plantó ante el más gracioso de los cuatro y le soltó un manotazo en la mejilla que sonó como si una corriente de aire hubiera cerrado de golpe las puertas del infierno. Blam". En ese momento Manuel se da cuenta de que cada vez está más cerca de dar con el asesino de Clara Vidal "«Si salgo de esta, claro», pensó".
Clara Vidal, colombiana de dieciséis años, había aparecido muerta dos días antes tras ser golpeada, violada y estrangulada. En ese momento, todo lo vivido en Madrid vuelve a tomar forma en su recuerdo y siente que tiene que implicarse porque "Cádiz no era Madrid y un homicidio no era algo con lo que estuvieran precisamente acostumbrados a lidiar en comisaría". Así es que contra todo pronóstico y contra las órdenes de su jefe y la opinión de sus compañeros, se mete de lleno en la investigación, por cuenta propia y abandonando sus labores de archivo en manos de Morgado su compañero entre los papeles.
Cristina vive cerca de Cádiz, en Puerto Real, allí ha llegado procedente de Granada, víctima de la violencia machista de un marido que a punto estuvo de matarla justo antes de que se decidiera a denunciarlo. Él ahora está en la cárcel y ella se oculta, protegida su identidad y su destino tras pasar más de tres años en un casa de acogida. "Gracias a la formación que había recibido durante su estancia en la casa de acogida había logrado un empleo como auxiliar de enfermería en el hospital de Puerto Real" y así vive, tranquila por primera vez en mucho tiempo.
Pero la tranquilidad puede durar poco cuando no depende exclusivamente de uno mismo y, aunque eso es lo que los terapeutas intentan enseñarla, a ser auto suficiente, no siempre el serlo es algo que uno
pueda conseguir cuando circunstancias externas se confabulan para impedirlo.
Cristina y Manuel se van a encontrar. Ella huyendo de un maltratador violento y asesino en potencia; él persiguiendo a un violador y asesino que, tras las investigaciones pertinentes, no parece ser la primera vez que actúa.
No se trata de una novela muy original. Los temas son recurrentes: las altas jerarquías policiales corruptas, los ricos que se libran de la justicia a base de dinero e influencias, los pobres y extranjeros injustamente acusados, el policía incorruptible y justiciero que se enfrenta a todo y a todos para conseguir que se haga justicia. No es muy original, pero está bien escrita y guarda alguna sorpresa para el final, la información se va dando en las dosis adecuadas y Manuel Bianquetti es un hombre alto, muy alto y fuerte, que nos hace sentir como, cuando de niños, en el cine, llegaba el Séptimo de Caballería y espantaba (más bien masacraba) a los indios. Manuel no es tan infalible y corre el peligro de acabar como el general Custer, pero reparte mandobles adecuados a sus dos metros de estatura y a sus manos como palas y, en algunos momentos, nos reconcilia con la maravillosa idea de que ganen los buenos porque, a veces, ya lo vamos necesitando.
No es muy original, pero se moja en algunos temas de importancia - el maltrato machista, la impunidad de los poderosos con la aquiescencia de los que, por interés, por miedo o por ambas cosas, se pliegan a ellos y a sus chequeras - y lo hace bien.
Se trata de una novela policíaca clásica - tal vez con la falta de originalidad que tienen algunos clásicos - y, en resumen, he de decir que me ha gustado. No es lo mejor que he leído del género, pero la he disfrutado y seguiré la trayectoria del autor y de Manuel Bianquetti si se vuelve a cruzar en mi camino.
Ah, para quien le pueda interesar, la historia viene precedida por un prólogo muy hermoso y literario de César Pérez Gellida en el que apadrina autor y novela y se deshace en alabanzas.
Clara Vidal, colombiana de dieciséis años, había aparecido muerta dos días antes tras ser golpeada, violada y estrangulada. En ese momento, todo lo vivido en Madrid vuelve a tomar forma en su recuerdo y siente que tiene que implicarse porque "Cádiz no era Madrid y un homicidio no era algo con lo que estuvieran precisamente acostumbrados a lidiar en comisaría". Así es que contra todo pronóstico y contra las órdenes de su jefe y la opinión de sus compañeros, se mete de lleno en la investigación, por cuenta propia y abandonando sus labores de archivo en manos de Morgado su compañero entre los papeles.
Cristina vive cerca de Cádiz, en Puerto Real, allí ha llegado procedente de Granada, víctima de la violencia machista de un marido que a punto estuvo de matarla justo antes de que se decidiera a denunciarlo. Él ahora está en la cárcel y ella se oculta, protegida su identidad y su destino tras pasar más de tres años en un casa de acogida. "Gracias a la formación que había recibido durante su estancia en la casa de acogida había logrado un empleo como auxiliar de enfermería en el hospital de Puerto Real" y así vive, tranquila por primera vez en mucho tiempo.
Pero la tranquilidad puede durar poco cuando no depende exclusivamente de uno mismo y, aunque eso es lo que los terapeutas intentan enseñarla, a ser auto suficiente, no siempre el serlo es algo que uno
Benito Olmo |
Cristina y Manuel se van a encontrar. Ella huyendo de un maltratador violento y asesino en potencia; él persiguiendo a un violador y asesino que, tras las investigaciones pertinentes, no parece ser la primera vez que actúa.
No se trata de una novela muy original. Los temas son recurrentes: las altas jerarquías policiales corruptas, los ricos que se libran de la justicia a base de dinero e influencias, los pobres y extranjeros injustamente acusados, el policía incorruptible y justiciero que se enfrenta a todo y a todos para conseguir que se haga justicia. No es muy original, pero está bien escrita y guarda alguna sorpresa para el final, la información se va dando en las dosis adecuadas y Manuel Bianquetti es un hombre alto, muy alto y fuerte, que nos hace sentir como, cuando de niños, en el cine, llegaba el Séptimo de Caballería y espantaba (más bien masacraba) a los indios. Manuel no es tan infalible y corre el peligro de acabar como el general Custer, pero reparte mandobles adecuados a sus dos metros de estatura y a sus manos como palas y, en algunos momentos, nos reconcilia con la maravillosa idea de que ganen los buenos porque, a veces, ya lo vamos necesitando.
No es muy original, pero se moja en algunos temas de importancia - el maltrato machista, la impunidad de los poderosos con la aquiescencia de los que, por interés, por miedo o por ambas cosas, se pliegan a ellos y a sus chequeras - y lo hace bien.
Se trata de una novela policíaca clásica - tal vez con la falta de originalidad que tienen algunos clásicos - y, en resumen, he de decir que me ha gustado. No es lo mejor que he leído del género, pero la he disfrutado y seguiré la trayectoria del autor y de Manuel Bianquetti si se vuelve a cruzar en mi camino.
Ah, para quien le pueda interesar, la historia viene precedida por un prólogo muy hermoso y literario de César Pérez Gellida en el que apadrina autor y novela y se deshace en alabanzas.
La tengo apuntadísima, a ver si cae en mis manos. Gracias por tu sinceridad y la reseña. Besos
ResponderEliminarMerece la pena. Creo que te gustará.
EliminarUn beso.
A mí me gustó, pero si es verdad es que esperaba algo más complejo...
ResponderEliminarUn beso
No tiene complicación, pero se lee muy a gusto y los temas que trata, los trata muy bien aunque alguno no sea muy original. Ye policía enamora.
EliminarUn abrazo.
Completamente de acuerdo contigo en la apreciación de esta novela que no raya la originalidad pero se lee con mucho gusto, reservándonos sorpresas y haciendo la lectura muy amena por su forma de redacción y el lenguaje utilizado.
ResponderEliminarEs cierto que el inspector Bianquetti nos reconcilia con la injusta vida.
Besos
Bianquetti es de esos personajes de los que te quedas colgados y lo sigues entrega tras entrega porque son ya como de la familia. No hay más novelas en las que aparezca, pero espero que forme parte de una serie porque quiero saber más de él.
EliminarUn beso.
Si no fuera por la sorpresa que dices que guarda para el final, no creo que me la apuntara porque, como sabes, no es mi género, pero tu opinión plasmada en la reseña y ese dato ya me hacen dudar.
ResponderEliminarQué cumplidora eres, Rosa, con los retos y con todo. Yo sí que parezco una tortuga maniobrando, con todo lo que llevo atrasado. Por cierto, ¿qué sentido tiene el título? No logro relacionarlo con lo que has dicho.
Un besazo
Bueno tampoco te creas que es una sorpresa apabullante. es algún episodio que no te esperas y alguna reacción de algún personaje, pero son de las cosas que me gustan y me tientan a aplaudir.
EliminarEl título se refiere a la maniobra desesperada de las tortugas que se esconden dentro del caparazón a esperar a que pase lo peor. Es la que adopta algún personaje.
Un beso.
Me gusta que está bien escrita y esa es buena excusa para leer un libro con argumento poco original. Aunque esos libros son los que me gustan porque son situaciones reales y del día a día. Estoy harta de los libros con ideas innovadoras pero escritos con mediocridad.
ResponderEliminarTienes razón. hay libros que de originales se pasan y son una impostura. Este no tiene nada de eso. Es real y honrado y está bien escrito, entretiene e interesa y encima trata temas candentes y se moja. Merece la pena.
EliminarUn beso.
La leyó mi compañero de blog y le gustó muchísimo, yo la tengo apuntada pero no sé cuando podré leerla. Un saludo!
ResponderEliminarPues cuando tengas un rato, dedícaselo. Creo que no te arrepentirás. Hay tanto siempre para leer...
EliminarUn beso.
Pues como bien sabes el genero de novela negra me gusta mucho pues la leeré y si encima encierra sorpresa final mejor y se moja con los temas importantes y no los escabulle esta bien, de modo que queda apuntada, gracias por tu reseña Rosa. un beso. TERE.
ResponderEliminarComo le digo a Chelo, tampoco es una sorpresa espectacular, pero tiene sus imprevistos y a mí me gustaron bastante porque inciden en cosas de las que soy partidaria y que creo que contribuyen a la Justicia, si no legal, al menos poética.
EliminarUn beso.
A lo mejor me paso de lista e interpreto lo que no es, pero creo que, siendo tú una experta en género policíaco, esta no es de las mejores aunque le des tu beneplácito.
ResponderEliminarDado que mi afición por ese género no es muy grande, de momento la dejo aparcada aunque no descarto leerla en algún momento.
Un beso.
No te pasas de lista. Aciertas, pero parcialmente. Me explico: desde luego no es de las mejores si la comparamos con James Ellroy, Dennis Lehane, Pierre Lemaitre... Aun así, podría seer más original, pero creo que la originalidad no sirve de nada si no va acompañada de otras muchas características y esas son las que tiene esta novela y que para mí son más importantes.
EliminarCierto, no es lo mejor del género que he leído, pero volveré a leer lo que publique en un futuro.
Un beso.
Me ha gustado especialmente tu reseña porque has hecho una crítica de la novela. El argumento a veces ni me interesa si es largo porque creo que no es lo más decisivo de una novela, pero un comentario sobre la puntos flacos, o poderosos, de un libro sí lo veo muy positivo. Está claro que luego interviene la subjetividad de cada cual para decidir si el libro le gusta o no, pero veo con agrado el análisis de una novela, sus personajes y hasta el modo en cómo está escrito. En concreto de este libro, no es el género policiaco el más que me gusta, pero está bien leer la crítica. Un abrazo, Rosa.
ResponderEliminarYo procuro, al hacer mis reseñas, transmitir lo que yo he sentido al leer los libros y dar mi opinión. El argumento es algo en lo que suelo incidir poco, por lo general. Y soy consciente de que soy muy subjetiva. No podría ser de otra manera pues lo que pretendo casi es contarme a mí por medio de los libros que leo. Y además contarme para mí misma. Lo que es una sorpresa sobrevenida es ver que, además, hay mucha gente a la que le gusta.
EliminarUn beso.