Febrero 2017
"Por dificultades en el último momento para adquirir billetes,
llegué a Barcelona a medianoche, en un tren distinto del que había anunciado y
no me esperaba nadie.
Era la primera vez que viajaba sola, pero no estaba asustada; por
el contrario, me parecía una aventura agradable y excitante aquella profunda
libertad en la noche. La sangre, después del viaje largo y cansado, me empezaba
a circular en las piernas entumecidas y con una sonrisa de asombro miraba la
gran estación de Francia y los grupos que se formaban entre las personas que estaban
aguardando el expreso y los que llegábamos con tres
horas de retraso."
Cuando su autora ganó el primer Premio Nadal con esta obra, tenía veintitrés años y era su primera novela. Era 1944, España sufría los peores horrores de la posguerra y una muchacha muy joven, con su opera prima, los narraba con desgarradora, a la vez que natural, sencillez.
Quien se acerque hoy en día a "Nada", la maravillosa primera novela de Carmen Laforet, encontrará una novela de plena vigencia; en su lenguaje, en su estructura, en su contenido, en sus descripciones, en sus sentimientos. Nada en ella denota la pérdida de lozanía que podían darle los más de setenta años transcurridos desde su publicación. Y es que "Nada" se adelantó a su tiempo, se convirtió en una novela moderna antes de que le llegara la hora, cuando lo moderno aún no había llegado. Cuando su Barcelona y su calle Aribau destilaban cualquier cosa menos modernidad; España era un lugar en blanco y negro, dominado por el luto, la miseria, el hambre y el ansia de sobrevivir a costa de lo que fuera.Y a la casa de la calle Aribau llega Andrea a estudiar en la Universidad en el curso 1939-1940. Llega a una casa y a unos familiares, los de su madre, de los que solo conserva vagos recuerdos de infancia, pero esos propios recuerdos ya no responden a ninguna realidad a la que agarrarse. La Guerra, recién terminada, ha desbaratado a la familia. El espacioso piso en que vivieron en épocas más luminosas ha sido dividido en dos y, vendida una de las partes, la familia ocupa la otra mitad, una mitad que acumula en su exigua dimensión los muebles que lucieron espaciosos ocupando relajados un espacio que ahora los ahoga y ahoga a la familia.
En ese espacio conviven los maltratados personajes que han sobrevivido al desastre. La abuela, "la pequeña momia irreconocible que me había abierto la puerta". Pequeña y débil como un pajarillo indefenso, observando atónita, sin poder llegar a creer en lo que se ha convertido su familia. La tía Angustias, dura, severa, buscando en la religión un consuelo para lo que no es más que desconsuelo. Aterrorizada al tener que enfrentarse a sus propias debilidades para las que busca perdón en un convento. El tío Juan, tratando de sobrevivir con sus pinturas, tratando de olvidar que está vivo tras una guerra en la que no todos tuvieron tanta suerte, pagando con su mujer sus frustraciones y debilidades. Gloria, la esposa de Juan, una alocada y fría mujer, superficial en apariencia, que se va manifestando más humana a medida que Andrea la va conociendo y sabiendo más de su vida. El tío Román, un hombre cínico y escéptico que sobrevive y ha sobrevivido a costa de quien sea y lo que sea y que guarda sus secretos, no tan secretos, de la guerra, unos secretos con los que, quizás, le es demasiado difícil tirar hacia adelante. Vive en una de las buhardillas de la casa por lo que ve desde fuera, pero influyéndola decisivamente, la decadencia de la familia. "Aquello es como un barco que se hunde. Nosotros somos las pobres ratas que, al ver el agua, no sabemos qué hacer... Tu madre evitó el peligro antes que nadie marchándose. Dos de tus tías se casaron con el primero que llegó, con tal de huir. Sólo quedamos la infeliz de tu tía Angustias y Juan y yo, que somos dos canallas. Tú, que eres una ratita despistada, pero no tan infeliz como parece, llegas ahora".
Junto a este barco que se hunde, Andrea nos cuenta su vida paralela en el barco a flote que es la universidad; con las clases, los amigos, la vida de estudiante que la libera y le da una tregua; el mundo luminoso de su amiga Ena, quien, finalmente, la sacará de aquel ambiente en quiebra y enrarecido y, tras un curso y un año vivido en la calle Aribau, hará que se abran ante ella nuevos escenarios y una nueva esperanza.
Difícil imaginar tanta madurez, una visión tan dura y amarga de la realidad y un talento tan inmenso para contarlo con serenidad y sin estridencias en una joven de tan solo veintitrés años. Tal vez se note la juventud de la autora en la maravillosa esperanza con que termina la novela, en el porvenir radiante en que dejamos instalados los anhelos de Andrea. Carmen Laforet nunca superó su primera novela. Escribió buenas obras después y alguna no tan buena, pero la lucidez, la maravillosa intuición del desastre, la dura realidad que impregna las vivencias de estos personajes y que se manifiestan en "Nada", nunca volverían a aparecer en ninguna de sus novelas.
Las novelas que aparecen en esta sección, "Bienvenido nuevo mes literario", no están recién leídas, pero están leídas. Se trata de novelas que empleo para comenzar cada mes. Por ello comienza la entrada con el inicio del libro. No pretende ser una reseña, sino el comentario sobre una historia que me marcó lo suficiente como para poder hablar de ella aunque haga ya muchos años que la leí. Por ello, espero que me perdonéis si incurro en algún error.
¡¡¡¡Hola!!!!
ResponderEliminarEstoy completamente de acuerdo contigo en todo, en que sigue de actualidad, en todo.
Me ha encantado la reseña, además es una obra que me gusta mucho.
Un besito y feliz febrero.
La he leído tres veces y cada una de ellas, encuentro algo nuevo que me sorprende, pero lo que me deja perpleja cada vez, es el pensamiento de esa chica de veintitrés años que fue capaz de escribir, con tanta madurez, una historia tan dura.
EliminarUn beso.
Me encanta ese libro, lo leí la primera vez en plena adolescencia, cuando aún no sabía a ciencai cierta nada de la realidad que había asolado España con la guerra. Me encantó, tanto que volví a releerlo años más tarde.
ResponderEliminarMe encanta la reseña que has hecho porque me ha llevado a vivirlo de nuevo.
Un besillo.
Yo también lo leí muy joven por primera vez, aunque yo, no sé si por suerte o por desgracia, pero por cuestiones familiares, he sabido desde siempre (es un decir) la tragedia que había sido la Guerra Civil en este país. Tengo tanto leído sobre el tema que, a veces, me parece mentira que sea todo literatura y no recuerdos.
EliminarLa novela es de las que nunca descarto volver a leer.
Un beso.
Lo leí en la juventud y es de esos libros que dejó un rescoldo de incertidumbre dentro de mi.Y aún no se porqué.
ResponderEliminarGracias por traerlo de nuevo a mi memoria.
Besos
Pues vuelve sobre él, Francisco porque es de los libros que merecen una segunda lectura. Yo hice la tercera en 2009 y pienso que ya le va tocando.
EliminarUn beso.
Hola guapa, me has ganado irremediablemente con tu reseña, lo voy a leer, mira bien, porque no digo simplemente que lo anoto y no se cuando lo leeré, este lo voy a leer porque lo que has narrado me ha hecho acordarme de otras historias de esa época pasada tan penosamente por nuestras generaciones pasadas, un libro más que te abre la puerta a una vida que hoy ni siquiera nos lo podemos imaginar, porque nuestra imaginación no llega a todo el abuso, la miseria, el totalitarismo, la sumisión y el desamparo que sufrieron una amplia mayoría de la población de España. Besos
ResponderEliminarTienes razón. Un mundo de miseria y tristeza que somos incapaces de imaginar por mucho que hayamos leído y visto en el cine (y es mucho lo leído y visto) y que esta autora, recién salida de la adolescencia, aunque en aquella época se salía mucho antes que ahora, fue capaz de percibir con tal madurez y contárnoslo con tal sencillez. Una novela realmente notable.
EliminarSi con este pequeño acercamiento que he hecho, te he animado a leerla, me siento satisfecha. Misión cumplida.
Un beso.
hola! hemosa, desgarradora y triste, tienes un talento innato para que estas lecturas lleguen a tus manos. gracias por darlas a conocer, siempre salgo aprendiendo mas. saludosbuhos.
ResponderEliminarPues encantada de haberos dado a conocer esta novela tan crucial en la historia literaria y en la Historia de este país. Os gustará seguro.
EliminarUn beso.
Tomo nota, Rosa: muchas gracias por descubrirme a esta autora y su obra de manera tan detallada.
ResponderEliminarUn beso.
Fer
Como a tus compatriotas, los búhos de más arriba, te recomiendo esta novela porque en la narración de la Historia del siglo XX en España y en la literatura del mismo siglo, esta novela es imprescindible.
EliminarUn beso.
Una novela maravillosa que leí hace bastantes años. Gracias, Rosa, por tan bonita reseña. Besos
ResponderEliminarMuchos en los comentarios habláis de reseña, pero en realidad, no lo es. De hecho, como digo en un comentario anterior, lo leí por última vez en 2009. Estos comienzos de libro con los que comienzo cada mes, son, más que reseñas, un acicate para animar a leer ciertas novelas que me han marcado especialmente. No las leo para la ocasión (si lo hiciera, haría una reseña y ya no me servirían para esta sección 😂😂), sencillamente, copio el inicio, cuando no me lo sé de memoria, y comento lo que recuerdo. Si os fijáis, son mucho más cortas que las reseñas que suelo hacer.
EliminarPor lo demás, tienes razón es una maravillosa novela.
Un beso.
La he leído varias veces. Me gusta mucho y me entristece también la vida que llevó su autora en la últimas décadas de su vida. Gracias por recordármela, Rosa.
ResponderEliminarSí, la vida de la autora fue bastante triste y no solo en su final. O así me lo parece, al menos. Estuvo muy enamorada de su marido (o eso se cree), tuvo un montón de hijos y decidió dejar la escritura para ser madre y esposa. Eso me parece tristísimo, aunque a ella, tal vez, le hizo feliz. Tuvo una temporada muy religiosa de la que salió una novela bastante mala, para mi gusto, "La mujer nueva". Y escribió otra preciosa novela "La insolación", pero que nada tiene que ver con "Nada". Iba a ser el inicio de una trilogía que retiró cuando estaba a punto de publicarse el resto. hace unos años, se publicó la segunda parte y, tras hacerme con ella muy ilusionada, no sé por qué, me ha dado pereza leerla.
EliminarCreo también que el no volver a escribir nada superior a la primera obra tiene que ser bastante frustrante.
Huy qué rollo. Un beso.
Esta obra es una tarea pendiente que tengo desde hace años. Me da reparo confesar que no la he leído, cuando prácticamente todos mis amigos la habían "devorado" yo ni siquiera había conseguido un ejemplar. Uno de ellos me llegó a prestar el suyo y tuve que devolvérselo después de muchos meses sin haberlo abierto.
ResponderEliminarCreo que es un error que tendré que enmendar, aunque no sé cuándo.
Un beso.
Pues no sé por qué se la devolviste a tu amigo sin leer. ¿Alguna causa que te la haga difícil de abordar? ¿Por alguna razón te da pereza? ¿La has empezado y no has podido con ella?
EliminarYo creo que es una novela que, tras empezarla, es imposible de abandonar. Tienes que intentarlo. Yo creo que te gustará.
Un beso.
Ni siquiera lo intenté, Rosa. Tomé el libro y lo dejé apartado para un momento mejor, pero siempre aparecían otras lecturas que me resultaban más atractivas y lo fui relegando, hasta que me dio vergüenza tenerlo tanto tiempo sin ser de mi propiedad y se lo devolví a su dueño.
EliminarLa leí hace años y me gustó mucho, no recordaba que la autora la había escrito con tan poca edad y supongo que ha de ser muy complicado superar una primera obra tan fantástica, siempre me pregunto cómo consiguen hacerlo.
ResponderEliminarMe ha gustado recordarlas leyendo tu reseña.
Un beso
Hay autores que escriben una gran novela como si estuvieran tocados por las musas y luego son incapaces de superarse. Se me ocurre el caso de Juan Manuel de Prada con "Las máscaras del héroe". La escribió con veintiséis años, creo, y comentábamos en casa que a ver como era capaz de superar eso. Hoy, aún no lo ha conseguido.
EliminarUn beso.
La leí hace muchos años pero aún recuerdo lo que me guustó y a no ser por los rimeros de libros que tengo esperando, la volvería a leer.
ResponderEliminarSí, es triste tener tanto y tan poco tiempo. Yo lo que hago es que, cuando algo me ha gustado mucho y me apetece releerlo, le doy prioridad sobre el resto. Es como cuidar los viejos amigos antes de hacer otros nuevos.
EliminarPero entiendo que la falta de tiempo es determinante.
Un beso.
Qué buen comienzo de mes, precisamente los chicos de 4º de ESO lo están leyendo en el instituto. Tengo un gran recuerdo de su lectura. Conociendo además el negro panorama de posguerra, esta obra la valoro todavía más. Luego quise repetir con "Al volver la esquina" y es como dices, su obra posterior es de menor calidad.
ResponderEliminarSaludos.
Ya me dirás si les ha gustado. Tengo mucha curiosidad. Hace muchos años se leía en COU, creo. Me parece que era lectura para la Selectividad. Pero los de 4º son mucho más pequeños e inmaduros. Los míos, se me ríen a la cara si se me ocurre proponerlo, aunque mis alumnos de 4º son especialmente desastrosos. Han cogido Cultura Científica pensando que era una asignatura de risa.
Eliminar"Al volver la esquina" es el segundo de la trilogía que empieza con "La insolación". Este último me gustó mucho cuando lo leí en mi adolescencia, luego lo releí para seguir con el segundo, pero me pudo la pereza y alguna crítica no muy favorable y ahí lo tengo. A ver si me animo.
Un beso.
Qué estupenda forma de empezar el mes, querida Rosa, nada menos que con Carmen Laforet. Leí esta novela hace muchísimos años y hay mil detalles que no recuerdo, pero sí recuerdo que me gustó mucho. Ahora que gracias a tí he sabido que la autora la escribió a tan temprana edad, además, me sorprende y me produce admiración. Supongo que cuando se tiene un talento tan grande la falta de años no es un obstáculo.
ResponderEliminarMil gracias por ofrecernos un comienzo tan brillante para el mes recién estrenado. Ojalá que se nos de bien a todos :)
¡Un beso grande!
P.D: Me ha sido imposible compartir la entrada, lo volveré a intentar más adelante, sorry :(
Lo que más me admira de esta novela es la edad de su autora al escribirla. La novela es muy buena, pero teniendo en cuenta ese detalle, se convierte en grandiosa.
EliminarCreo que ha sido un acierto escogerla porque es un referente literario imprescindible para el siglo XX. Espero que febrero se nos dé mejor que enero, porque, al menos a mí, si se me da peor me da un pasmo.
No te preocupes si no puedes compartir. Lo bueno es que disfrutes leyéndome.
Un beso.
Hola Rosa, te tengo abandonada en comentarios, pero es que es tal la bibliografía que hay tan interesante y que nos compartes, que me siento una lombriz bajo tierra. De este libro has hecho una referencia muy clara y concisa, me parece sorprendente que una escritora a pesar del tiempo conserve aquella frescura de los 23 años, al menos en algunos de sus libros. Siempre he pensado que el escritor evoluciona y que sus letras cambian con él, pero y veo que no, será lo que llaman el "estilo". Gracias. Un abrazo
ResponderEliminarNo te preocupes, Eme. No podemos estar siempre en todos los sitios que nos gustaría. Andamos todos igual. Lo que reseño es una parte de lo que leo (la mayor parte, es cierto afortunadamente) y lo que leo es una parte ínfima de lo que me gustaría leer. Y así andamos.
EliminarEsto es solo una leve aproximación a esta novela que leí por última vez hace siete años. Es un poco lo que recuerdo de la maravillosa sensación que, cada vez que la leo, me deja.
Un beso.
Creo que soy de las pocas personas que no han leído esta novela, pero me la apunto, Rosa.
ResponderEliminarCreo que me gustaría ver cómo se desenvuelve Andrea entre tanta gente fría, canalla o que quiere olvidar que está viviendo.
Todo un mérito de la autora escribirla a tan corta edad.
¡Un beso!
Pues tu y Kirke debéis ser las únicas en España😂😂. Pero no te preocupes. Así tenéis la oportunidad de disfrutarla a una edad en que se aprecia en todo su valor. Creo que la mayoría la leímos por primera vez demasiado jóvenes.
EliminarUn beso.
Hola! Leí Nada en el instituto, hace 15 años ya, y se convirtió en una de mis referentes. Tú has explicado muy bien la esencia de la novela, para mí es tan grande que no sé ni por dónde empezar. Admiro a Carmen Laforet y su novela. No creo que muchos escritores sean capaces de expresar ese sentimiento de soledad y miseria.
ResponderEliminarMe ha encantado tu entrada. Un saludo! :))
Mucha gente leyó esta novela en el instituto y, si bien, a casi todo el mundo le gustó, al menos a los que se acercan por aquí, creo que es una edad en que no se aprecian bien todos los matices de la novela y, sobre todo, no se valora la juventud de la autora (cómo se va a valorar si quien lee es aún seis o siete años más joven). Veo que tú, lo captaste todo con gran acierto, pesar de tu juventud.
EliminarYo estudié en un colegio en el que jamás nos mandaron leer nada. Es por eso que mi primer contacto con "Nada" y con Carmen Laforet fua ya con veinte años. No obstante, fue en la segunda lectura cuando realmente la disfruté.
Muchas gracias por tus palabras. Me alegro de que te haya gustado.
Un beso.
Esta no la he leído y me parece extraño porque si no hay otra cosa en casa de mis padres son libro sy libros y libros, tantos que mi madre cuando murió mi padre dono un montón de libros pero te puedo asegurar que este no estaba y ahora me apetece leerlo, haré por hacerme con él sin duda, es de una temática muy interesante y me da que tiene mucho sentimiento y esta muy bien escrito, es lo que deduzco de tu magnifica reseña de él. un beso. TERe.
ResponderEliminarTú lo has dicho, Tere: mucho sentimiento y muy maduro para una autora de tan poca edad. En mi casa también hay muchísimos libros. Están incluso los Verne y Salgari Y Scott que leía mi padre de crío y con los que yo me inicié en la lectura, pero, casualmente, este tampoco estuvo nunca. La primera vez que lo leí, fue de un préstamo de una amiga, la segunda, de la biblioteca del instituto y ya, finalmente, lo compré en una colección de El Mundo. Por fin, en mi tercera lectura, leí un ejemplar propio.
EliminarUn beso.