"El viaje" Manuel Cerdá

El viaje narra un verdadero viaje, y no solo porque se trate de un hombre que debe volver al pueblo en que nació y que, como nos dice reiteradamente, abandonó a los dieciocho años, sino porque es además un viaje del pasado al presente (2014) o, tal vez, del presente al pasado; “El viaje” es la crónica de los cambios que los años imprimen en todo lo que tocan que es, ni más ni menos, todo. Cambian las ciudades, las personas, la casa de la infancia, los amigos, las clases sociales, la economía que deviene en una gran crisis. Cambian hasta los recuerdos cuando se enfrentan a la realidad y nos damos cuenta de que lo recordado es falso. Aunque bien pudiera ser que lo falso y engañoso sea la realidad y solo los recuerdos existan. “Llegaba a repelerme la idea de volver a transitar por las calles y lugares donde habían transcurrido mis primeros dieciocho años de existencia, no fuera que hubiese alguna huella visible que me obligara a alterar todo lo que la memoria había ido revelando, aunque fuese deformando o falseando lo que sucedió, si bien eso es lo de menos: lo que sucedió es lo que se recuerda”.

El narrador de esta historia se ve obligado a volver a su pueblo natal. La casa en la que nació y vivió hasta los dieciocho años se ha incendiado y su hermano, impedido por la rotura de una pierna, le pide a él que vaya y se encargue de firmar los papeles mediante los cuales donan al Ayuntamiento el terreno donde estaba la casa para construir un parque. Un parque que, como es lógico, llevará el nombre del abuelo, “prócer local que hizo construir la casona nada más conseguir formar parte de la élite municipal gracias al negocio del vino cuando pocos años antes era un simple agricultor que nada tenía”.

La casa que sirvió para mostrar el dinero y la supremacía de su familia en el pueblo, sin interés económico tras el incendio, servirá ahora para seguir manteniendo la fama y la gloria del abuelo y del hermano, abogado y hombre de pro al igual que aquel.

El primer inconveniente del narrador es que para realizar el viaje tiene que atravesar la ciudad en la que vive, en la que se instaló a los dieciocho años para estudiar y en la que terminó estableciéndose. Desde que él llegó la ciudad ha sufrido tantos cambios que le duele pasear por sus calles y ver el deterioro disfrazado de modernidad a que se la ha sometido. Y no es que a su llegada la ciudad fuera el paraíso, puede que por entonces “la ciudad fuese miserable, pero ahora es mezquina”. Y si entonces había esperanza de que todo fuera a mejor, pasado el tiempo se ha visto que todo ha ido a peor y ya no queda ni siquiera la esperanza. Por ello el narrador no suele salir de su barrio, y el barrio se encuentra en la otra punta de la ciudad respecto a la salida hacia la autopista que le llevará al pueblo. "Atravesar la ciudad sin sentir desasosiego me resultaba impúdico, me indigna tanta presunción”.

El narrador se nos muestra como un hombre solitario y poco sociable. Poco dado a establecer relaciones. En el barrio, donde lleva viviendo más de veinte años, tan solo recientemente ha empezado a tratar con Cosme, un vecino con quien coincide en el bar de Paco, el lugar donde suele desayunar. Con Cosme le ha unido el amor al wisky y ahora, además del desayuno, comparte con él mesa y botella vespertinas de vez en cuando.

Ya de niño era solitario y pasaba las tardes en el jardín de la casa hasta que su madre le obligó a entrar en la pandilla de Juan Luis, el hijo del farmacéutico "Como advenedizo que era y sin posibilidad alguna de disimular lo pusilánime de mi carácter, nunca llegamos a acoplarnos y era frecuentemente criticado, cuando no objeto de burla, por mi acusada torpeza con las habilidades motoras que se suponen son las propias de los chicos de esa edad”Tal vez por la hepatitis que sufrió de pequeño, se acostumbró más a leer que a jugar al fútbol y no parece que el intento de su madre sirviera nada más que para reafirmarle en las ventajas de la soledad.

A medida que viaja, que se acerca al pueblo, que visita la ruina en que ha quedado convertida la casa, que realiza las gestiones con los prebostes del ayuntamiento, va recordando el pasado, viajando hacia atrás y hacia adelante en el tiempo, en la historia y hasta en la Historia. Y recordando, nos llevará a su bisabuelo que, gracias al cambio de las reglas del juego, pudo sustituir con el dinero ganado en el cultivo de olivos y viñas, el abolengo y la alcurnia de los que carecía su familia de campesinos. Y nos llevará al matrimonio, desigual y poco afortunado, de su madre, la hija de Don Tomás, el Abogado, con el hijo de un padre asesinado por los que habían ganado la guerra, sin estudios ni capital ni alcurnia de ninguna clase. "Encontró en él la ilusión ─mi madre en mi padre─, pero pronto se transformó en espejismo. Los negocios no eran para alguien como él, que a duras penas sabía leer y escribir, y don Liberto lo empleó en su fábrica de papel a instancias de mi abuela. Para los trabajadores de la fábrica, […]  era un protegido, […]que había dado un buen braguetazo; para el resto […] un inútil que no servía más que para trabajar. ¿Qué era él para sí mismo? Nunca lo sabré, pero no hace falta mucha perspicacia para colegir que, además de incómoda, una situación tal difícilmente se supera sin recurrir a la alienación voluntaria”.

Tal vez del padre heredó el narrador su gusto por el silencio, la soledad y el anonimato. Su hermano pequeño, abogado, salió más bien a la familia materna y por eso, tras concebirlo en reparación del error que suponía el hijo mayor, se permitió el padre, cumplida su misión fecundadora, el atrevimiento de morirse.

El narrador se ha sentido como un acto fallido, engendrado con más pasión que amor y defraudador de lo que su familia materna esperaba de él. Puede que también eso contribuyera a confinarle entre las paredes de su casa y los muros del jardín, aunque ya a los ocho años, cuando le vio el culo a Sara, la casa dejó de interesarle más allá de su función como refugio pasajero. Por eso, ahora, no siente que se haya quemado, ni siente que su hermano ceda el terreno al Ayuntamiento. Su viaje al pueblo es una tarea molesta, pero necesaria, y la encara con total neutralidad y asepsia. Aunque los recuerdos…

Los recuerdos no concuerdan con la realidad que muestra el pueblo y si nos alteran la realidad de los recuerdos es como si nos robaran el pasado y, ante un futuro que aún no llega, el presente nos tiraniza y nos deja inermes y descolgados de nuestra historia y de la esperanza. “Nada del pasado que yo conocí existía. Ningún vestigio, nada que pudiera recordar, y lo que no recordamos es como si no hubiera sucedido. Lo que no se recuerda no existe”.

Tras cumplir su cometido, regresará al barrio en la ciudad y otra vez el presente lo golpeará robándole parte del pasado y de la vida tal como la ha ido acomodando a sus gustos y necesidades. Los viajes nunca son viajes de ida y vuelta. El paisaje al que se regresa nunca es el mismo que se abandonó.

Manuel Cerdá
El viaje” es una novela densa, en la que encontramos muchas reflexiones, muchos análisis del mundo pasado y presente, de una sociedad en crisis económica, pero sobre todo en crisis moral y de valores. Un libro para leer despacio y para digerir sin prisas, con el que he completado, terminando por el principio, la bibliografía completa hasta la fecha de Manuel Cerdá.

Más reseñas de libros de Manuel Cerdá en:

Título del libro: El viaje
Autor: Manuel Cerdá
Editorial: Autoedición
Año de publicación: 2019
Año de publicación original: 2014
Nº de páginas: 235


Comentarios

  1. No he leído nada de Manuel Cerdá. Veo que a ti es un autor que te agrada pues te has leído todas sus novelas. Tomo nota de ésta, aunque últimamente no estoy para lecturas con muchas reflexiones y tal; me atrae más ahora mismo la acción.
    Un beso

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    1. Esta es una lectura interesante y que aporta muchas cosas pero no es una novela ligera.
      He leído todas las novelas de Manuel Cerdá y todas me han gustado. Cada una en su estilo, me han aportado muchas cosas. Incluso me he reído mucho, cosa rara en mí.
      Creo que te gustaría.
      Un beso.

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  2. No conocía al autor ni el libro. Me atrae mucho el tema, pero ahora mismo necesito cosas más ligeras, menos densas, más acción y menos reflexión, pero no lo descarto para una época más tranquila. Besos.

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    1. Como le digo a Juan Carlos, no es una lectura ligera. Creo que hay que estar con el espíritu relajado para poder disfrutarla.
      Un beso.

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  3. Hola! Como siempre que me llego aquí a descansar mis alas.me sorprendes con una nueva y prometedora lectura.Difícil querer partir.amiga.gracias! Y un enorme abrazobuho.

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    1. Aquí solo se descansa leyendo. No hay mejor descanso. Me alegro de servirte de relajo y paz.
      Un beso.

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  4. ¡Hola!
    Hace mcuho que tengo ganas de leer a este autor, y me da rabia no avanzar en mis lecturas. Este verano leí mcuho(qué felicidad) pero con el otoño llega la falta de tiempo y voy muy lenta. Además, dices que es una lectura densa así que queda en espera pra el verano.
    Muy feliz día y estupenda reseña.

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    1. Nunca se puede leer todo lo que se quiere. Yo tengo varios autores con los que intento empezar, pero no hay manera. Se consigue con algunos, pero otros quedan más o menos tiempo, algunos por siempre, aparcados.
      Espero que no te pase con este.
      Un beso.

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  5. Me da la impresión que para comprender al protagonista de esta novela hay que echarle una buena dosis de paciente comprensión y reflexión. Supongo que en eso reside el calificativo de novela densa, que requiere una lectura lenta, pausada. Visto así, habrá que esperar un momento propicio para encarar la lectura de esta obra que, por otra parte, me parece muy interesante.
    Un beso.

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    1. Tampoco hay que exagerar. Tampoco es que haya que armarse de paciencia y hacer enormes esfuerzos para leer la novela. A mí me resultó entretenida y la disfruté. No es una lectura ligera, de mero entretenimiento, pero creo que se lee bien y es muy interesante lo que plantea.
      Un beso.

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  6. Según te leo tiene el aspecto de ser una lectura bastante recomendable.

    Gracias.

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    1. Yo creo que sí que lo es. Me ha resultado muy agradable de leer y muy interesante.
      Un beso.

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  7. Empezando por el final, quien se va nunca regresa. El ser humano es como el río, tiene individualidad, pero sus pensamientos, su carácter, su ánimo... todo ello cambia, y a veces de una manera tan rápida que ni nos damos cuenta. El entorno cambia, ¿o es acaso nuestra mirada la que lo hace? Los lugares de nuestra infancia siempre nos parecen mejores, ¿o era nuestra mirada infantil, inocente y entusiasmada la que hacía que fueran así? Tan distintos de cuando volvemos a verlos con ojos ya gastados.
    Un libro que sin duda puede llevarnos a reflexionar sobre estos temas, ya tu reseña me ha sacado alguna. Un fuerte abrazo, Rosa!!

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    1. Se regresa a un lugar que no es ya el mismo, a personas que han cambiado; se regresa, pero se regresa cambiado, no somos los mismos cuando partimos que cuando regresamos. Y a veces volvemos a lugares que nunca fueron lo que creemos recordar. Vamos, que sea como sea, el regreso es imposible.
      Y de todas esas cosas y alguna más nos habla "El viaje".
      Un beso.

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  8. No me ha quedado muy claro si el libro te ha gustado o no, aunque si has leído todas sus obras por algo será.

    Tengo interés en los personajes que narran melancólicos o hasta tristes. Serás las lluvias que están cayendo en mi país y que estoy leyendo sentada en mecedora con ese ruido de agua caer. COmo una abuelita. Estoy leyendo estepario y es un personaje así, gris, la mayor parte del tiempo inconforme con todo y de repente, una estupidez ocurre y lo lleva al otro extremo de la comodidad.

    Me lo apunto Rosa. SObre todo por las reflexiones que comentas contiene. Sería otro autor más por empezar a conocer.

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    1. *Lobo Estepario.

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    2. "El lobo estepario" sí que la recuerdo como una novela dura y difícil de leer, aunque puede ser que la leyera demasiado joven.
      Aquí cada vez llueve menos y ya andamos en medio de una sequía.
      Las cuatro novelas que he leído del autor, me han gustado mucho.
      Un beso.

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    3. De nuevo el barrio como catalizador de emociones y recuerdos. Un hombre solitario suele tener ese marchamo de ser extraño y marginal, el escritor albanés Fatos Kongoli lo definió de una manera impactante en su novela "Una nulidad de hombre": "me fugué a mi interior, a los territorios de la soledad. No existe fuga más amarga, pero tampoco más segura" .
      Como siempre, muy interesante el abordaje que haces de la novela.
      Un beso, Rosa.

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    4. Pues este es un personaje totalmente fugado a su interior. Se puede decir que él es su propio barrio y su propio mundo. Solo recientemente empieza a abrirse un poco alrededor de una botella de wisky, pero entonces tiene que viajar a su casa y al pasado y entonces...
      Muy interesante.
      Un beso.

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  9. Me gusta la cadencia y el tono de tu reseña. Has conseguido que me sumerja en la atmósfera de la novela pero sobre todo que sienta mucho interés por su protagonista.
    Me gusta también el tema de la vuelta al pasado, de los recuerdos y su veracidad, etc. Y me tomo lo de que es una lectura densa como que es para leer despacio y dejarse envolver por ella.
    No he leído nada de Manuel Cerdá pero tomo nota de este título.
    Besos

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    1. Es una novela en la que se encuentran muchas cosas, difíciles de transmitir en una reseña. Habla de lo que cambian las ciudades al modernizarse, de lo que cambian los recuerdos cuando se enfrentan con la realidad, de lo que esperas encontrar cuando regresas(al pasado o al presente) y ya no encuentras nunca. De personas que se ensimisman porque todo lo que ven fuera de sí mismas las desconcierta y decepciona (o tal vez no se sienten capaces de enfrentarlo...) No sé, en las novelas de Manuel Cerdá encuentro mucha cosas que me hablan de mí misma y tal vez por eso me gustan tanto.
      Un beso.

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  10. Hola, Rosa.
    Mientras leía tu estupenda reseña me ha venido a la cabeza la canción de llanto de pasión. Uno siempre vuelve al hogar, pero el recuerdo de este ya no es el mismo, la vida sigue cambia, no solo lo que nos rodea, sino nosotros.
    Me la apunto para más adelante.
    Un beso.

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    1. Da vértigo si te pones a pensarlo porque cambian los sitios y las circunstancias; lo que no cambia lo transforma el recuerdo que suele ser engañoso y, por si quedaba algo, como diría Neruda, "nosotros, los de entonces, ya no somos los mismos". Nadie puede volver a ningún sitio porque, aunque exista el sitio, el que vuelve ya es otro.
      En esta novela, tanto en el viaje de ida a los lugares de la infancia, como en el de vuelta, al lugar presente y habitual, los cambios hacen imposible ese regreso.
      Un beso.

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  11. A raíz de tu recomendación y del fragmento que publicas, comencé ayer la lectura de este Viaje, hacia tiempo no quedaba atrapada por ningún escrito, este lo.hizo definitivamente, las reflexiones del protagonista me identifican y me asombran a la vez. Gracias por la reseña.

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  12. Me alegro muchísimo de haberte puesto en conocimiento de este autor y de este su primer libro. A mí me pareció fantástico.
    Se trata de un autor muy interesante del que he leído todas sus novelas y esta, a pesar de ser la primera, tiene un gran valor y mucha madurez, claro que el autor ya no es un niño y se nota el poso que dejan los años.
    Un beso y gracias a ti.

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  13. Hola, Rosa, te escribo porque se que eres admiradora del escritor valenciano, Manuel Cerdà, y a través de tu blog me introduje en la lectura de sus obras. Te comento que he leído El Hoyo, su última novela, y es imperdible. Es otro viaje, pero esta vez de búsqueda interior, de búsqueda de la felicidad, de en lo que debemos reflexionar y cuestionar, más aún en estos tiempos de pandemias y soledades. Muy recomendable.

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    1. Hola, Violeta. Hace unos días he recibido el libro y lo leeré en breve. Me alegra muchísimo haber sido la instigadora de tus lecturas de Manuel Cerdá. A mí me gusta mucho, sobre todo sus novelas históricas largas. Pero también las cortas son muy buenas.
      Gracias por tomarte la molestia de venir a hablarme de "El hoyo". Seguro que me gustará.
      Un beso.

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    1. Lo leerás por aquí o en MoonMagazine. Pero te diré algo.
      Un beso.

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