"La isla del árbol perdido" Elif Shafak

No es mi intención menospreciar a una colega, pero ¿qué posibilidades tiene una manzana desabrida al lado de un exquisito higo que aun hoy, eones después del pecado original, sabe al paraíso perdido? 

Con todo el respeto debido a los creyentes, no tiene ningún sentido asumir que el primer hombre y la primera mujer se viesen tentados al pecado por comerse una sencilla y familiar manzana y que, al verse desnudos, temblorosos y mortificados y a pesar de temer que Dios los pillara en cualquier momento, se diesen sin embargo un paseo por el jardín encantado hasta que se toparon con una higuera y decidieron cubrirse con sus hojas. Es una historia interesante, pero algo no cuadra en ella y sé lo que es: ¡yo! Porque desde el principio fui yo el árbol del bien y del mal, de la luz y de la oscuridad, de la vida y la muerte, del amor y el desamor.


¡¡Cómo comprendo a la higuera!! Yo no soy creyente, aunque me encanta el mito de la mujer que desafía a todo un dios para comer un fruto prohibido, que desafía a todo un dios para alcanzar el conocimiento. Pero también es cierto que si estuviera dispuesta a jugarme el paraíso, sería por un higo dulce y suculento, jamás por una simple manzana. 

Una humilde higuera, o no tan humilde, trasplantada de Chipre a Londres, nos cuenta una historia, pero no es ella la única narradora. Hay dos tiempos en esta historia, o más bien tres. Hay dos lugares en esta historia. Todos ellos, lugares y tiempos, se van mezclando, aunque gracias a los encabezamientos de los capítulos siempre sabemos dónde y cuándo estamos. 

Si a la cronología nos atenemos, la historia empieza en Chipre en 1974. Un mal momento y un mal lugar para empezar cualquier historia y más si se trata de una historia de amor entre un grecochipriota y una turcochipriota. Kostas Kazantzakis y Defne (creo que no se menciona el apellido) no podían imaginar que su amor, y lo que iban a vivir ese verano, haría que cuarenta años más tarde su hija Ada gritara en clase hasta quedarse sin aliento espantando a todos sus compañeros y a su profesora.

Pero me he adelantado un poco porque, antes del grito de Ada, la primera que habla es la higuera y nos habla de 

«Nicosia, la única capital dividida del mundo. Descrita de ese modo, sonaba casi como algo positivo; tenía algo especial, si no único, una sensación de desafiar la gravedad, como si un solo grano de arena flotase hacia el cielo en un reloj de arena recién girado. Pero en realidad Nicosia no era ninguna excepción, era un nombre más añadido a la lista de lugares segregados y de comunidades separadas, de los que ya han quedado relegados a la historia y de los que están todavía por llegar. En aquel momento, sin embargo, era una peculiaridad. La última ciudad dividida de Europa.

Mi ciudad natal».


Y es en Nicosia donde empieza esta historia. Allí viven su amor prohibido dos adolescentes. También dos adultos. Los adultos esconden su amor como pueden; los adolescentes, se ven ayudados por los adultos. Los adultos tienen una taberna, La Higuera Feliz. Allí vive, en efecto, una higuera feliz, la que muchos años después nos habla desde un jardín en Londres.  Allí esconden su amor Kostas y Defne. También lo esconden Yiorgos y Yusuf, griego uno, turco el otro. Hombres, los dos. 

Muchos años después, a finales de la década de 2010, Ada Kazanzakis vive en Londres con su padre. Sabemos que su madre murió hace un año. Tiene dieciséis años y en el último día de clase del trimestre antes de Navidad está a punto de gritar hasta quedarse sin aliento. Ada ha sido mantenida, tanto por su padre como por su madre, alejada del pasado familiar. «Ada no sabía hablar ni el griego de su padre ni el turco de su madre». Ambos, pero sobre todo la madre, han querido mantenerla al margen de la convulsa historia que se ha vivido en Chipre, la terrible historia que han vivido sus familiares y sus amigos. De todo lo que separó a Kostas y a Defne y de lo que, años después, volvió a juntarlos. Del pozo escondido entre matorrales que se encuentra en una de las colinas de Nicosia y de lo que en su fondo se esconde.

Pero los secretos están a punto de terminar para Ada. En esta Navidad, la primera que pasa sin su madre, una visita inesperada le abrirá las puertas a la historia y a la cultura que quedaron abandonadas en la isla cuando sus padres se fueron a Londres, él, con una rama de higuera en la maleta; ella, con Ada en su vientre aunque aún no lo sabía. 

Decía que hay tres tiempos. He hablado de 1974 y de finales de la década de 2010. No debemos olvidar los finales de la década de 2000, cuando Kostas corta la rama de la higuera, cuando se descubre el pozo y lo que oculta, cuando Kostas y Defne vuelven a encontrarse. Y el narrador omnisciente alterna con la higuera, y yo, que fruncí el ceño cuando supe que había un árbol que hablaba, he de confesar que lo que cuenta la higuera es lo que más me ha gustado. 

«Soy una Ficus carica, conocida como higuera común, aunque os aseguro que no tengo nada de común. Soy una orgullosa miembro de la gran familia de las moráceas del género Ficus del reino Plantae. Provengo de Asia Menor, se me puede encontrar a lo largo de una vasta geografía, desde California a Portugal y el Líbano, desde las costas del mar Negro a las colinas de Afganistán y los valles de la India.
Enterrar las higueras en zanjas bajo tierra durante los inviernos más duros y desenterrarlas en primavera es una curiosa tradición, si bien está muy arraigada».

Y sí, esta higuera nos habla desde debajo de la tierra donde Kostas la ha metido para que soporte el temporal que amenaza Londres en esa Navidad.

Elif Shafak

Elif Shafak nos habla en La isla del árbol perdido de la necesidad del recuerdo para comprender las heridas que la historia, incluso la que desconocemos, puede haber trazado en nuestra piel. Y nos habla del entendimiento, de la semejanza que hay entre todos los humanos aunque nos empeñemos en remarcar las diferencias. «Las abuelas, tanto la de origen turco, como la de origen griego, hacen cosas parecidas para evitar el mal de ojo. Me encanta. La comida también viaja, como esa "guerra del baklava" que tenemos en Oriente Medio, que es de todos y de nadie», declaraba Elif Shafak en una entrevista en La vanguardia en julio de 2022. 

Y a pesar de esa semejanza, los seres humanos se empeñan en desconocerse y en lugares en los que ha habido guerras civiles esconden bajo la tierra los restos del desastre. Y si no que se lo pregunten a la higuera.

Un árbol es un guardián de la memoria. Enmarañadas bajo nuestras raíces, ocultas en nuestros troncos, están las nervaduras de la historia, las ruinas de las guerras que nadie llegó a ganar, los huesos de los desaparecidos [...] Cuando Lawrence Durrell, que se había enamorado de Chipre, decidió plantar cipreses en el jardín de detrás de su casa y metió la pala en la tierra, encontró esqueletos. Cómo iba a saber que no era en absoluto insólito. En cualquier parte del mundo donde hay o ha habido alguna vez una guerra civil o un conflicto étnico, pedid a los árboles indicios, porque somos los que reposan en silenciosa comunión con los restos humanos».

tulo del libro: La isla del árbol perdido
Autora: Elif Shafak
Nacionalidad: Turquía
Título original: 
The Island of Missing Trees
Traducción: Inmaculada Concepción Pérez Parra
Editorial: Lumen
Año de publicación: 2022
Año de publicación original: 2022
Nº de páginas: 440

Comentarios

  1. ¡Que buena propuesta, Rosa!
    que novela tan curiosa e interesante...y qué peculiar eso de la higuera que habla y narra (igual yo también habría fruncido el ceño solo al principio) Me encanta ese párrafo final de "Un árbol es un guardián de la memoria..." Ayyy si los árboles del mundo hablaran...
    Me atrae mucho esta historia de la que nos hablas, no descarto para nada leerla mas adelante
    Me alegra que la hayas disfrutado
    Un beso

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    1. Es una historia preciosa, en la que pasan muchas cosas y en la que se ensalza la igualdad y el entendimiento entre todos.
      La autora vivió en España y también sabe de los muertos cuyo secreto guardan nuestros árboles.
      Ha sido un gran descubrimiento y ya tengo varios libros de la autora apuntados.
      Un beso.

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  2. Me apunto la novela, la historia me atrae y el narrador... también. Siento curiosidad por saber cómo ve una higuera los avatares de los humanos.
    Por cierto, si yo fuera Eva no habría arriesgado el Edén ni por una manzana ni por un higo. En cambio, si fuera un albaricoque... mato a Adán, a la serpiente y al manzano.
    Besossss.

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    1. Yo también adoro los albaricoques, pero ya resulta difícil encontrarlos buenos. Recuerdo aún el sabor de los que comía de niña, del árbol de una tía mía. Ya no saben igual. De todas formas, entre un higo y una manzana...
      El libro es fantástico. Si tienes oportunidad, no lo dejes pasar.
      Un beso.

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  3. Esta novela me ha llegado muy profundo pues en mi propia familia hay un árbol. un limonero en este caso, que podría narrar toda la historia de varias generaciones familiares. Y bajo ese árbol siguen sucediendo historias que marcan y marcarán mis lazos familiares. Por otro lado me parece muy interesante esa parte del conflicto con epicentro en Chipre y las derivadas que ha producido.
    Besos, Rosa, y buen fin de semana.

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    1. Ay, qué maravilla, un limonero familiar capaz de contar la historia de varias generaciones. Eso es lo que pasa en esta novela y es precioso. Aunque no todo lo cuenta la higuera, ella es la única que sabe desde el principio lo que oculta el pozo.
      Un beso

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  4. No sé si la cita que encabeza la entrada es el inicio de esta novela. Sea como sea, sin duda consigue llamar la atención. Por otra parte, la cita con la que cierras es una maravilla y encierra mucha verdad. Una novela llamativa en forma, por lo que veo, con esa higuera como narradora ocasional, y con un contenido nada despreciable. La tendré en cuenta.
    Besos

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    1. La cita con la que inicio la entrada no es el inicio de la novela. Aparece algo más adelante. El inicio, antes de la Primera parte, se titula Isla y en él se habla de Nicosia. De ese inicio forma parte la segunda cita que pongo. Dudé mucho qué cita meter en el cuadro. La novela está llena de citas preciosas porque la prosa de la autora es muy poética. Su vida ha dado para mucho. ha vivido en Turquía, España, Jordania... Eso con su madre, diplomática. Luego ya ella ha estudiado en reino Unido y creo que vive en estados Unidos. A ver si para la próxima novela que lea, en la reseña, hablo un poco de su vida. Aquí ya me parecía un exceso. No la dejes pasar.
      Un beso.

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  5. Interesantísima historia y curiosísima la forma de verla y contarla por un viejo árbol, una higuera que ha sido testigo de historias de amor y de guerra. Conocer el pasado y los conflictos sociales, políticos y familiares resulta un aliciente para leer esta novela, de la que tomo nota.
    Un beso.

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    1. Una gran historia, pero sobre todo contada de una forma muy original y poética. yo ya he apuntado los libros de la autora de los que he tenido noticia porque éste me ha encantado, aunque eso de que hablara un árbol al principio me mosqueó, terminó por gustarme mucho. la verdad es que la leímos para la tertulia del instituto y de no ser por eso...
      Un beso.

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  6. Me encanta el enfoque de esta historia. Una que viaja a lo largo del tiempo y del mundo. Estupendo que haya sido una higuera la elegida como árbol protagonista. Tan mediterránea, tan nuestra. Con un fruto tan espectacular, que esconde su belleza en su interior. Gracias, Rosa. Un abrazo.

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    1. Y una higuera que nos cuenta, aparte de la historia central, cantidad de leyendas sobre árboles y animales, y da una visión certera de los males que el ser humano les causa. Es de no perdérsela.
      Un beso.

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  7. Hola Rosa, !Que novela tan atractiva nos traes hoy!. No sólo por la historia de amor y guerra, sino también de familias y conflictos, y que narrador tan curioso y original, !una higuera!, Además por lo que comentas escribe bien y de forma poética, hasta siendo superficial me llama la portada. No conozco a la autora, pero esta historia por tu reseña es de las que estoy segura que me gustarán. Besos.

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    1. A mí la portada me parece preciosa. hay veces en que las portadas me disuaden totalmente de la lectura de un libro, pero ésta en concreto me gusta mucho por su sencillez, sus colores y la forma tan bonita de representar a la higuera. me parece un acierto total.
      La novela es de las de no dejar pasar. La autora tuvo fama hace un par de años por su libro Mis últimos 10 minutos y 38 segundos en este extraño mundo. Ese libro lo tengo apuntado desde que salió, pero no lo había relacionado con esta autora hasta que repasé la lista tras la lectura de La isla del árbol perdido. Ahora he añadido alguno más que he encontrado. Creo que te gustará la novela.
      Un beso.

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  8. Muy curiosa la novela, desde luego es original el punto de vista de un árbol. Pero sobre todo me ha gustado tu reseña. Sentida y muy bien escrita. Enhorabuena.
    Abrazos.

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    1. No sabes cuánto te agradezco tus palabras porque últimamente, cuanto más me gusta una novela, más me parece que me quedan reseñas muy pobres. Esta historia es tan buena que me da la sensación de que no le he hecho justicia.
      Un beso.

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  9. Qué propuesta tan original e interesante. Tomo nota, aunque para dentro de doscientos años, a este paso, jajajaja.
    Feliz velada de domingo.

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    1. Yo tengo montones de libros en la lista ¡y en la estantería! que sé que jamás leeré por lo que doscientos años tampoco es tanto, ja, ja. Es una gran historia que te recomiendo.
      Un beso y feliz semana.

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  10. Una historia muy original por la forma de contar y profunda por los temas que aborda. Me ha encantado todo lo que cuentas sobre ella y la ambientación en un contexto que es poco conocido. Parece una novela preciosa. No conocía a esta autora pero la apunto ya mismo. Un beso, Rosa, y gracias por el descubrimiento. Estupenda tu reseña.

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    1. Ojalá te guste. Yo creo que es una novela muy buena, además de muy bien escrita, muy poética, y que nos cuenta un periodo y un conflicto del que se sabe poco. Aunque yo recuerdo haber oído hablar del arzobispo Makarios en los telediarios de mi adolescencia.
      Un beso.

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  11. Buenas tardes, Rosa.
    Siempre me ha llamado la atención la implicación o protagonismo que se le ha dado a los árboles en la literatura. Bueno, también en la vida real, porque sin ellos qué sería de nosotros. La novela que nos traes me llama muchísimo la atención por dos cosas: por el planteamiento que le ha dado la autora, y por conocer más sobre la idiosincrasia de Chipre. Anotada queda. Muchas gracias.

    Un abrazo, y feliz semana!!

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    1. Buenos días, Undine.
      Sí. Es una novela original en la forma y muy interesante y de las que atrapan, en el contenido y, por supuesto se ve un episodio de la historia, uno más, en que el odio por nacionalidad y religión causó un conflicto muy serio del que algo recuerdo, pero muy poco. La higuera consigue que se le coja cariño igual o más que a los personajes humanos.
      Un beso.

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  12. Qué interesante esta historia que nos traes hoy! Me atrae mucho, aunque también, y aunque vaya ya advertida por tu reseña, frunciré el ceño cuando la higuera empiece a hablar. Pero parece que está tan bie hecho que enseguida te adaptas. Eso está bien. Tomo buena nota.
    Besotes!!!

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    1. La verdad es que la higuera es tan sabia y sensata y cuenta cosas tan interesantes que enseguida olvidas que es una higuera porque árbol, piedra o animal, cuando lo que cuentan nos atrapa, da lo mismo. Seguro que te gusta.
      Un beso.

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  13. Hola. Pues no hace tanto que me enteré yo de la Malta dividida y ocupada. A Dios gracias fue hablando con alguien de altísima confianza que no me tuvo en cuenta la ignorancia.
    El caso es que esta historia me gusta mucho, eso de las culturas, los conflictos y el pasado, me atrae muchísimo. Lo que menos, eso del punto de vista inanimado, es que estos experimentos no me van, pero creo que aquí solo es jn narrador y ya está.
    De la autora leí antes de tener el blog, La bastarda de Estambul y me gustó mucho.
    Estaría bien repetir con este.
    Besos

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    1. En 1974 yo tenía quince años y fui consciente del conflicto en Chipre. Tampoco me enteré de mucho. Se oía continuamente hablar del arzobispo Makarios en los informativos y supe que había conflictos entre los griegos y los turcos de la isla. No te asustes porque hable una higuera. Nada menos inanimado que ella. Yo tenía mis más y mis menos, y de no haberlo puesto para la tertulia del instituto me hubiera decidido por Mis últimos 10 minutos y 38 segundos en este extraño mundo, que es el que tenía apuntado. Ahora ya tengo varios más y seguiré con ese o La bastarda de Estambul que también me atrae y veo que te ha gustado.
      Un beso.

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  14. ¡Hola, Rosa!
    Me has atrapado con tu reseña, con todo lo que nos cuentas sobre esta novela.
    El drama de Chipre a través de una larga y tortuosa historia de amor, me gustan estas historias llenas de magia que nos hablan sobre el amor, la identidad, el sentido de pertenencia, los misterios de la naturaleza y el poder del renacimiento.
    La cubierta también me ha encantado, me transmite esa presencia tan fuerte del mundo natural en toda la historia. No he leído a la autora, pero intuyo que la leeré muy pronto.
    Me la llevo apuntada sin la menor duda, gracias por tan buena sugerencia ;)
    Un beso.

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    1. Todo eso es esta novela: «historias llenas de magia que nos hablan sobre el amor, la identidad, el sentido de pertenencia, los misterios de la naturaleza y el poder del renacimiento». La has descrito de maravilla y estoy segura de que vas a pasar momentos muy buenos con ella. La cubierta también me ha gustado mucho...
      Un beso.

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  15. Pues que chulo parece!!! He entrado en tu reseña por el título, y luego lo que cuentas es mejor todavía. Gracias por la sugerencia. Besos

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    1. Es una novela estupenda que espero que te guste si te animas con ella.
      Un beso.

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