"Pequeñas mentiras" Liane Moriarty
De "Big little lies" conocí la serie, de título sin traducir (nunca entenderé por qué algunas series quedan por siempre con los títulos en inglés mientras otras se traducen con toda naturalidad), antes que la novela. Fue tras haber visto la primera temporada de la serie cuando supe que estaba basada en una novela de la escritora australiana Liane Moriarty cuyo nombre me sonaba vagamente. Ante lo mucho que me había gustado la serie (la primera temporada; aun no había visto la segunda) y la cantidad de detalles para reflexionar que entrega al espectador, imaginé que el libro tenía que resultar muy entretenido y sobre todo muy interesante. Y, por supuesto, no me equivoqué.
La serie está ambientada en Monterrey, California. Existe, puedo jurarlo. He estado allí. La novela, en cambio, tiene lugar en Australia, en la bahía de Pirriwee. No existe. Todas las referencias de Google me llevan a la novela. Allí, en la bahía de Pirriwee está el colegio público Pirriwee al lado del cual vive la señora Ponder con su gata Marie Antoinette. La noche en que se celebra en el colegio el concurso de preguntas y repuestas de cada año, observa desde su ventana que los padres se están comportando de manera poco adecuada. "Mientras la señora Ponder estaba mirando, un Elvis dio un puñetazo en la mandíbula a otro. Este retrocedió tambaleante encima de una Audrey. Dos Elvis lo agarraron por detrás y lo apartaron de un empujón. Una Audrey ocultó la cara entre las manos y se dio media vuelta, como si no soportara la escena". Olvidé decir que en esta ocasión al concurso de preguntas y respuestas había que ir disfrazado de Elvis Presley o de Audrey Hepburn.
Poco más volveremos a saber de la señora Ponder, nada de Marie Antoinette, pero la autora nos ha introducido en la historia por medio de un personaje que nada tiene que ver con ella, un testigo atónito como lo seremos los lectores a partir de ahora. Ese primer capítulo (casi todos en realidad) termina con declaraciones sueltas de varios testigos: padres, madres, profesores e incluso el policía que investigó el caso, testigos por medio de los cuales se nos irá narrando el mundo en el que viven estas familias. "Padres helicóptero. Antes de empezar en el colegio Pirriwee creía que era una exageración eso de que los padres estaban excesivamente encima de los hijos. Es decir, mi madre y mi padre me querían, [...] pero no estaban obsesionados conmigo". Así habla la señorita Barnes, la profesora de preescolar encargada de todos los niños a cuyos padres estamos a punto de conocer. Lo que dice el sargento detective Adrian Quinlan termina de meternos en la trama aunque aún tardaremos en saber qué ha sucedido. "Se lo diré claramente. Esto no es un circo. Es una investigación por asesinato".
Y así entramos en el segundo capítulo titulado Seis meses antes de la noche del concurso de preguntas sabiendo que alguien ha muerto, pero sin saber quién, ni cómo, ni por qué. ni a manos de quién. A la vez que vamos conociendo a los personajes clave, nos iremos acercando a la noche del concurso. El ambiente se irá poniendo cada vez más tenso, las relaciones se van haciendo más tirantes, los acontecimientos narrados van ganando en fuerza e incluso en violencia.
Seis meses antes de la noche del concurso de preguntas tiene lugar la jornada de presentación de los niños que poco después de Navidad empezarán el preescolar en el colegio Pirriwee. La hija de Madeline, Chloe, y los hijos gemelos de Celeste empiezan ese año preescolar. Celeste es la mejor amiga de Madeline en la bahía. También empieza Skye, la hija de Bonnie y Nathan. Nathan es el ex marido de Madeline a la que abandonó a poco de nacer su hija Abigail que ya tiene catorce años. Madeline no lleva nada bien que su hija y la de Nathan vayan a ser compañeras de colegio. "Su hija empieza preescolar al mismo tiempo que Chloe. ¿Te lo puedes imaginar?".
Amabella (no Annabella), la hija de Renata, también empieza preescolar, pero ella es una niña superdotada (de altas capacidades diríamos ahora) y su madre está preocupada por su adaptación y por la atención especializada que requiere. Y empieza Ziggy, pero a él nadie le conoce todavía. Él y su madre Jane, se van a trasladar a Pirriwee en diciembre. Ahora solo han venido para la jornada de presentación.
Un disparatado suceso (todo cuando Madeline anda cerca puede convertirse en algo disparatado) hace que Jane y Madeline coincidan al llevar a los niños a la presentación. La simpatía mutua será inmediata y cuando a ellas se una Celeste tendremos completo el trío de amigas que conformarán uno de los bandos maternales que se enfrentarán en los sucesos posteriores. Sucesos que comienzan cuando al ir a recoger a los niños al final de la jornada Amabella acusa a Ziggy de haber intentado ahogarla. Pero Ziggy es un niño dulce y cariñoso y Jane esta segura de que él es inocente... aunque no puede evitar que una duda perturbe su seguridad.
"Pequeñas mentiras" es una novela sobre el miedo y sobre los secretos. Secretos que se ocultan por miedo. Madeline teme perder a su hija mayor, su juventud, su marido. Jane tiene miedo de lo que pueda esconderse en los genes de su hijo. Celeste, la bella, elegante y riquísima Celeste, teme que lo que quiere creer una vida perfecta se termine traduciendo en una pesadilla de la que le sea imposible salir. Renata tiene miedo de lo que le pueda estar pasando a su hija y a su propio matrimonio. Nathan no teme volver a repetir con Bonnie y Skye los errores que cometió con Madeline y Abigail. Ya se encarga de comportarse de manera muy distinta. Y eso provoca el rencor de Madeline, sobre todo cuando Abigail decide que quiere irse a vivir con su padre y Bonnie. "Siempre creí que el castigo de Nathan por habernos abandonado sería que Abigail no lo querría tanto como a mí [...] Pagará por lo que hizo, creía yo. Pero ¿sabes una cosa? No está pagando sus pecados. Ahora tiene a Bonnie, que es más agradable, joven y guapa que yo, tiene otra hija que sabe escribir de corrido todo el alfabeto ¡y encima tiene a Abigail! Se ha salido con la suya".
Porque en "Pequeñas mentiras" hay miedo, pero también hay rencor. Rencor larvado o rencor manifiesto. Y hay también muchas frustraciones porque las vidas no siempre han discurrido por donde cada uno hubiera deseado. Todos esos miedos, rencores y frustraciones se tratan de conjurar por medio de los hijos. Padres helicóptero los llamó la señorita Barnes al principio de sus declaraciones. Sí, lo primero que encontramos en esta novela es una enorme obsesión por la educación de los hijos. Es importante que a los padres les preocupe la educación. Es como debe ser, pero cuando esa preocupación se convierte en obsesión, los niños pasan a ser víctimas de las ideas que los padres tienen al respecto. "Los padres están demasiado encima de sus hijos en estos tiempos. Espero que vuelvan los buenos tiempos de benigna indiferencia". Benigna, no confundir con indolente e interesada indiferencia.
Y hay hipocresía, o tal vez no hipocresía sino la necesidad de ser feliz y aprovechar el hecho de que se vive en un lugar y de una forma privilegiada. Abigail no es capaz de olvidar los problemas del mundo, no es capaz de saber ciertas atrocidades y seguir su vida como si nada sucediera, pero es que Abigail tiene catorce años y el alma intacta y generosa. Su madre, en cambio, ya sabe que para mantener el equilibrio emocional no hay que dejarse obsesionar por los desastres ajenos que padece una gran mayoría de los habitantes de este mundo. "Había un dolor real en el mundo, en ese mismo momento había personas sufriendo innumerables atrocidades y no podías cerrar completamente tu corazón, pero tampoco puedes abrirlo de par en par, porque si no ¿cómo vas a poder vivir tu vida si por pura suerte te ha tocado vivir en el paraíso? Tenías que tomar nota de la existencia del mal, hacer lo poco que pudieras y luego cerrar la mente y pensar en unos zapatos nuevos". Los zapatos son la perdición de Madeline.
Y hay, como su título indica, muchas mentiras, aunque no todas son pequeñas. Cada una de las mujeres miente a las otras por muy amigas que sean y las mujeres mienten a los maridos y los maridos a las mujeres, y a base de mentiras se va fraguando la historia que termina la noche del concurso de preguntas y respuestas con un asesinato; un muerto y un asesino a quienes no conoceremos hasta el final de la novela, y una crítica demoledora a una sociedad que se cree feliz y perfecta, pero que no es más que una frágil aunque vistosa estructura mantenida por un andamiaje de pequeñas y grandes mentiras.
Liane Moriarty es una autora australiana nacida en Sidney y esta es la primera novela suya que leo. Y es curioso porque desde el principio me recordó a otra novela que resulta que también es australiana: "La bofetada" del escritor Christos Tsiolkas, australiano de ascendencia griega, en la que también la educación de los niños y sus comportamientos suponen una obsesión para los padres.
Seguiré leyendo a Liane Moriarty pues ya tengo apuntadas otras novelas suyas y veré si la calidad de "Pequeñas mentiras" se repite o es solo algo puntual. Después de leer la novela, he visto la segunda temporada de "Big little lies". En ella ya queda muy poco de la novela que se cuenta entera en la primera temporada. Todo por lo tanto es creación de los autores de la serie. Me ha gustado menos que la primera, pero hay que reconocer que mantiene el estilo y se ve con mucho interés.
La serie está ambientada en Monterrey, California. Existe, puedo jurarlo. He estado allí. La novela, en cambio, tiene lugar en Australia, en la bahía de Pirriwee. No existe. Todas las referencias de Google me llevan a la novela. Allí, en la bahía de Pirriwee está el colegio público Pirriwee al lado del cual vive la señora Ponder con su gata Marie Antoinette. La noche en que se celebra en el colegio el concurso de preguntas y repuestas de cada año, observa desde su ventana que los padres se están comportando de manera poco adecuada. "Mientras la señora Ponder estaba mirando, un Elvis dio un puñetazo en la mandíbula a otro. Este retrocedió tambaleante encima de una Audrey. Dos Elvis lo agarraron por detrás y lo apartaron de un empujón. Una Audrey ocultó la cara entre las manos y se dio media vuelta, como si no soportara la escena". Olvidé decir que en esta ocasión al concurso de preguntas y respuestas había que ir disfrazado de Elvis Presley o de Audrey Hepburn.
Poco más volveremos a saber de la señora Ponder, nada de Marie Antoinette, pero la autora nos ha introducido en la historia por medio de un personaje que nada tiene que ver con ella, un testigo atónito como lo seremos los lectores a partir de ahora. Ese primer capítulo (casi todos en realidad) termina con declaraciones sueltas de varios testigos: padres, madres, profesores e incluso el policía que investigó el caso, testigos por medio de los cuales se nos irá narrando el mundo en el que viven estas familias. "Padres helicóptero. Antes de empezar en el colegio Pirriwee creía que era una exageración eso de que los padres estaban excesivamente encima de los hijos. Es decir, mi madre y mi padre me querían, [...] pero no estaban obsesionados conmigo". Así habla la señorita Barnes, la profesora de preescolar encargada de todos los niños a cuyos padres estamos a punto de conocer. Lo que dice el sargento detective Adrian Quinlan termina de meternos en la trama aunque aún tardaremos en saber qué ha sucedido. "Se lo diré claramente. Esto no es un circo. Es una investigación por asesinato".
Y así entramos en el segundo capítulo titulado Seis meses antes de la noche del concurso de preguntas sabiendo que alguien ha muerto, pero sin saber quién, ni cómo, ni por qué. ni a manos de quién. A la vez que vamos conociendo a los personajes clave, nos iremos acercando a la noche del concurso. El ambiente se irá poniendo cada vez más tenso, las relaciones se van haciendo más tirantes, los acontecimientos narrados van ganando en fuerza e incluso en violencia.
Seis meses antes de la noche del concurso de preguntas tiene lugar la jornada de presentación de los niños que poco después de Navidad empezarán el preescolar en el colegio Pirriwee. La hija de Madeline, Chloe, y los hijos gemelos de Celeste empiezan ese año preescolar. Celeste es la mejor amiga de Madeline en la bahía. También empieza Skye, la hija de Bonnie y Nathan. Nathan es el ex marido de Madeline a la que abandonó a poco de nacer su hija Abigail que ya tiene catorce años. Madeline no lleva nada bien que su hija y la de Nathan vayan a ser compañeras de colegio. "Su hija empieza preescolar al mismo tiempo que Chloe. ¿Te lo puedes imaginar?".
Amabella (no Annabella), la hija de Renata, también empieza preescolar, pero ella es una niña superdotada (de altas capacidades diríamos ahora) y su madre está preocupada por su adaptación y por la atención especializada que requiere. Y empieza Ziggy, pero a él nadie le conoce todavía. Él y su madre Jane, se van a trasladar a Pirriwee en diciembre. Ahora solo han venido para la jornada de presentación.
Un disparatado suceso (todo cuando Madeline anda cerca puede convertirse en algo disparatado) hace que Jane y Madeline coincidan al llevar a los niños a la presentación. La simpatía mutua será inmediata y cuando a ellas se una Celeste tendremos completo el trío de amigas que conformarán uno de los bandos maternales que se enfrentarán en los sucesos posteriores. Sucesos que comienzan cuando al ir a recoger a los niños al final de la jornada Amabella acusa a Ziggy de haber intentado ahogarla. Pero Ziggy es un niño dulce y cariñoso y Jane esta segura de que él es inocente... aunque no puede evitar que una duda perturbe su seguridad.
"Pequeñas mentiras" es una novela sobre el miedo y sobre los secretos. Secretos que se ocultan por miedo. Madeline teme perder a su hija mayor, su juventud, su marido. Jane tiene miedo de lo que pueda esconderse en los genes de su hijo. Celeste, la bella, elegante y riquísima Celeste, teme que lo que quiere creer una vida perfecta se termine traduciendo en una pesadilla de la que le sea imposible salir. Renata tiene miedo de lo que le pueda estar pasando a su hija y a su propio matrimonio. Nathan no teme volver a repetir con Bonnie y Skye los errores que cometió con Madeline y Abigail. Ya se encarga de comportarse de manera muy distinta. Y eso provoca el rencor de Madeline, sobre todo cuando Abigail decide que quiere irse a vivir con su padre y Bonnie. "Siempre creí que el castigo de Nathan por habernos abandonado sería que Abigail no lo querría tanto como a mí [...] Pagará por lo que hizo, creía yo. Pero ¿sabes una cosa? No está pagando sus pecados. Ahora tiene a Bonnie, que es más agradable, joven y guapa que yo, tiene otra hija que sabe escribir de corrido todo el alfabeto ¡y encima tiene a Abigail! Se ha salido con la suya".
Porque en "Pequeñas mentiras" hay miedo, pero también hay rencor. Rencor larvado o rencor manifiesto. Y hay también muchas frustraciones porque las vidas no siempre han discurrido por donde cada uno hubiera deseado. Todos esos miedos, rencores y frustraciones se tratan de conjurar por medio de los hijos. Padres helicóptero los llamó la señorita Barnes al principio de sus declaraciones. Sí, lo primero que encontramos en esta novela es una enorme obsesión por la educación de los hijos. Es importante que a los padres les preocupe la educación. Es como debe ser, pero cuando esa preocupación se convierte en obsesión, los niños pasan a ser víctimas de las ideas que los padres tienen al respecto. "Los padres están demasiado encima de sus hijos en estos tiempos. Espero que vuelvan los buenos tiempos de benigna indiferencia". Benigna, no confundir con indolente e interesada indiferencia.
Y hay hipocresía, o tal vez no hipocresía sino la necesidad de ser feliz y aprovechar el hecho de que se vive en un lugar y de una forma privilegiada. Abigail no es capaz de olvidar los problemas del mundo, no es capaz de saber ciertas atrocidades y seguir su vida como si nada sucediera, pero es que Abigail tiene catorce años y el alma intacta y generosa. Su madre, en cambio, ya sabe que para mantener el equilibrio emocional no hay que dejarse obsesionar por los desastres ajenos que padece una gran mayoría de los habitantes de este mundo. "Había un dolor real en el mundo, en ese mismo momento había personas sufriendo innumerables atrocidades y no podías cerrar completamente tu corazón, pero tampoco puedes abrirlo de par en par, porque si no ¿cómo vas a poder vivir tu vida si por pura suerte te ha tocado vivir en el paraíso? Tenías que tomar nota de la existencia del mal, hacer lo poco que pudieras y luego cerrar la mente y pensar en unos zapatos nuevos". Los zapatos son la perdición de Madeline.
Liane Moriarty |
Liane Moriarty es una autora australiana nacida en Sidney y esta es la primera novela suya que leo. Y es curioso porque desde el principio me recordó a otra novela que resulta que también es australiana: "La bofetada" del escritor Christos Tsiolkas, australiano de ascendencia griega, en la que también la educación de los niños y sus comportamientos suponen una obsesión para los padres.
Seguiré leyendo a Liane Moriarty pues ya tengo apuntadas otras novelas suyas y veré si la calidad de "Pequeñas mentiras" se repite o es solo algo puntual. Después de leer la novela, he visto la segunda temporada de "Big little lies". En ella ya queda muy poco de la novela que se cuenta entera en la primera temporada. Todo por lo tanto es creación de los autores de la serie. Me ha gustado menos que la primera, pero hay que reconocer que mantiene el estilo y se ve con mucho interés.
Título del libro: Pequeñas mentiras
Autora: Liane Moriarty
Título original: Big Little Lies
Título original: Big Little Lies
Traducción: Mario Grande
Editorial: Suma de Letras
Editorial: Suma de Letras
Año de publicación: 2014
Año de publicación original: 2014
Nº de páginas: 504
Alguna vez he pensado en leer el libro, pero nunca me he decidido. La primera temporada me gustó mucho, y con tu reseña, sospecho que la novela va a ser mejor.
ResponderEliminarSi no lo he leído es porque en las librerías está catalogado como novela puramente romántica y eso me echaba para atrás. Además, coincido contigo en que habría que leer más libros de la autora, para ver qué suele escribir.
La segunda temporada se me hizo más pesada, pero Meryl Streep es tan maravillosa que (para mí) le da la mayoría de valor a los nuevos capítulos. También mejora el personaje de Renata, pero los niños dejan de tener el peso interesante de la primera temporada.
Resumiendo, leeré el libro porque veo que merece la pena! Pero antes de leer más novelas de la autora, esperaré tu reseña a ver qué tal :)
Besitos!!!
Ha de decir que muy mal calificada. De novela romántica tiene muy poco, más allá de que algún matrimonio se lleva bien y hay algún adulterio, pero que ni siquiera es de lo más relevante. pero bueno, si has visto la serie, ya sabes de qué va.
EliminarMi hermana ha leído otra de sus novelas y dice que es de enganchar mucho. Habrá que ver si se repite en los temas y llega a cansar o mantiene el nivel de calidad.
La segunda parte me gustó también. Creo que para tener la osadía de continuar la historia de la novela más allá de lo que en ella se cuenta, lo hicieron muy bien y, desde luego, el personaje de Meryl Streep es muy bueno y ella está estupenda.
Muy recomendables tanto el libro como la serie.
Un beso.
Miedo, rencor, hipocresía... ese es el fondo de una historia mucho más profunda de lo que parece. Buscaré el libro. La serie es realmente buena y aunque es verdad que la segunda temporada es algo más floja, solo por el personaje de Meryl Streep ya vale la pena. No he leído nada de esta autora pero la tendré en cuenta. Besos, Rosa.
ResponderEliminarEs una autora que parece bastante buena por sus formas de retratar cierta clase de sociedad australiana. Solo he leído este libro, pero me ha enganchado totalmente. Espero leer en breve "El secreto de mi marido" a ver si mantiene el listón.
EliminarLa serie es muy buena también, pero el libro, como casi siempre, es mejor.
Un beso.
La serie tengo que verla porque Meryl Streep es una de mis actrices favoritas, y el libro no tiene mala pinta,de modo que me lo apunto, y seguiré tus reseñas en cuanto a esta autora para ver si sigue mereciendo la pena seguir leyéndola.
ResponderEliminarBesos y en una semana mas o menos, empiezo a publicar en el blog.
Si puedes, no te pierdas la serie entretiene mucho y además es muy buena y muy ien interpretada. me hubiera gustado que mantuviese la ambientación del libro en Australia, pero bueno, es cosa menor, lo importante es la trama y esa la lleva muy bien.
EliminarUn beso.
Todavía no he leído nada de esta autora, aunque traté de seguir esta serie de TV. pero acabé perdiendo el interés, puesto que no encuentro atractivo su estilo de «realización cinematográfica, al incluir en las escenas el pensamiento «sonoro» de los protagonistas, digamos que ese modo, a la americana, de contar sus historias como a niños o a personas que prefieren se lo den todo masticado, pues no, prefiero que dejen libre al espectador para que sea capaz de pensar por si mismo.
ResponderEliminarQuizás siguiendo el hilo de tu atractiva reseña, amiga Rosa, puede que termine por leer esta novela, aunque todavía tengo una larga lista de lecturas pendientes y muchas otras actividades que me restan tiempo.
Un beso.
A mí no me molesta la voz en off a no ser que se pretenda suplir con ella la torpeza narrativa y no me pareció el caso en esta serie. Creo que es interesante y cuenta una historia original y que muestra muchas de las miserias que aquejan a una clase social que creo muy bien retratada.
EliminarUn beso.
Estaba pensando en La bofetada pero no porque esta novela me la recordara sino porque estaba haciendo memoria de autores australianos que hubiese leído. Pero si a ti te la ha recordado para mí ya es mucho más que un punto positivo para animarme a leerla.
ResponderEliminarLa serie no la he visto. La portada del libro me echaba un poco para atrás porque me parece muy de best-seller (prejuicios míos, que un libro se venda mucho no tiene por qué estar reñido con su calidad). Menos mal que me he leído tu reseña para echar abajo esos prejuicios porque creo que esta historia me podría interesar.
Besos
Me recordó "La bofetada", pero no por ser de autor australiano, sino por ese afán protector hacia los niños y por esa obsesión por controlar todo lo que les pasa y lo que hacen y dicen y escuchan y ven... llega un momento en que parecería que quisieran programar toda su vida desde que nacen.
EliminarRespecto a tus prejuicios con la portada, te diré que estoy leyendo otra novela de la autora, concretamente "El secreto de mi marido" que es anterior, y estoy viendo repetido el mismo esquema. Ya me lo temía porque mi hermana leyó una tercera y ya me lo dijo. O sea, que van tres repitiendo esquema y ya me parece un exceso. La novela me gustó, pero si es repetición de repetición... Hablaré de ello cuando le haga la reseña, aunque me temo que va directa a Sin reseña.
Un beso.
EStoy confundida, pensaba que esa serie era de adolescentes. Gracias por reseñarla, ahora me llama la atención tanto ésta como el libro; y les daré una oportunidad.
ResponderEliminarLO de mamá helicóptero lo vi una vez en un video de un Banco, no me preguntes por qué pero BBVA hace entrevistas de psicólogos y luego lo postea en facebook. La cosa es que la psicóloga hablaba de las madres helicóptero pero yo resulté ser la madre bocadillo. La que persigue a su hijo por todas partes buscando que muerda frutas, galletas o tome agua mientras juega. Sï, una intensidad para que su hijo coma mientras está feliz haciendo otras cosas como si por un miedo irracional pensara que va a caer muerto por inanición.
Entonces ya la bajé a mi ridiculez jajajajja ahora soy solamente mamarazzi jajajajaja
Ja ja, no había oído lo de madre bocadillo. La mía lo fue con mi hermana y lo recuerdo como algo terrible. Yo le decía "déjala que no se va a dejar morir de hambre", pero cuando tuve a mi hijo comprobé que sí que se pueden dejar morir de hambre. Yo no llegué a madre bocadillo, pero me faltó muy poco.
EliminarLa novela no es de adolescentes, aunque hay una. Hay sobre todo niños, pero los verdaderos protagonistas son los padres.
Un beso.
hola! recien me desayuno con el libro que desconocia y la serie que si es meryl Streep ya puede gustarme, gracias por la reseña, tus lecturas hacen la diferencia!
ResponderEliminarMaryl Streep solo sale en la segunda temporada, pero la serie está muy bien y Nicole Kidman, que sale desde el principio, también es una actriz muy buena. Espero que os guste.
EliminarUn beso.