"Ejercicios respiratorios" Anne Tyler

Maggie estaba convencida de que "en la tierra no había nada que representase un cambio auténtico. Podías cambiar de maridos, pero no podías cambiar la situación. Podías cambiar el quién, pero no el qué". De nuevo Anne Tyler nos ofrece una novela en la que se indaga sobre las relaciones de pareja y sobre las relaciones de familia en general. Como ya vimos en "El matrimonio amateur" (2004), cuya reseña publiqué hace unos meses, en "Ejercicios respiratorios" (1988), analiza las relaciones de un matrimonio que en nada se parece al amateur de la novela anterior (anterior en mis lecturas, que no en el orden de publicación, como se ve por las fechas). 

La novela empieza un sábado muy de mañana. "Maggie e Ira Moran tenían que ir a un funeral a Deer Lick, Pennsylvania. La amiga de infancia de Maggie acababa de perder a su marido. Deer Lick se hallaba situado junto a una estrecha carretera rural, unas noventa millas al norte de Baltimore, y el funeral estaba previsto para el sábado a las diez y media de la mañana; así que Ira calculó que tendrían que ponerse en marcha alrededor de las ocho". Toda la novela transcurre en ese sábado del funeral. Toda la novela, que no toda la historia, porque a raíz de lo que van viviendo en ese día, se nos va mostrando poco a poco, toda la vida de Ira y Maggie incluso desde antes de conocerse.

Cuando Maggie recoge el coche en el taller para poder viajar a Deer Lick, escucha algo por la radio que trastorna todo su día desde el principio. Es uno de esos programas a los que llama la gente para hablar de un tema y el tema ese día es ¿Qué es lo que hace ideal a un matrimonio? Entre opiniones de lo más variopintas de pronto llama una joven para decir que está a punto de casarse por segunda vez y que si la primera lo hizo por amor y no funcionó, ahora lo hace para tener seguridad. El asombro de Maggie es absoluto porque quien ha hablado es nada menos que su nuera Fiona, más bien ex nuera aunque eso Maggie no termina de sumirlo. Maggie no tenía ni idea de que Fiona pensara en casarse de nuevo y toda su mente maquinadora se pone en marcha. Desde que Fiona abandonó la casa y a su marido llevándose a su hija, Leroy, que tenía entonces casi un año, Maggie no deja de pensar en cómo volver a unir a la pareja que está segura de que se sigue queriendo, o al menos cómo recuperar a la niña. Ahora todo se desmorona porque Fiona va a casarse de nuevo. "—Ira, Fiona se casa.[...]
—¿Fiona qué?
—Fiona, tu nuera, Ira. ¿Cuántas Fionas conocemos? Fiona, la madre de tu única nieta, ahora va y se casa con un completo desconocido nada más que para tener seguridad".

Y la imaginación de Maggie se pone en marcha y, con ella, los temores de Ira que la conoce y la teme más que a un tornado, porque Maggie siempre se está metiendo en líos y metiendo a todos los que la rodean. Y es curioso porque cuando Maggie hace sus planes, le parecen maravillosos. En ningún momento piensa que puedan salir mal. Parecen tan perfectos... Y lo sé porque me ha sucedido lo mismo en muchas ocasiones. Más de adolescente y joven, por supuesto. Después una aprende y sabe que muchas veces lo que parece perfecto va cambiando de cara a medida que se materializa hasta convertirse en algo feo, vergonzoso o sencillamente inútil. Maggie ha llegado a la cuarentena cometiendo los mismos errores y con la misma ingenuidad acerca del resultado, "como de costumbre, había actuado de forma insistente y entrometida. Y, sin embargo, en el momento de hacerlo, no le parecía que estaba entrometiéndose. Simplemente le había parecido que el mundo estaba algo desenfocado, que los colores no acababan de estar exactamente dentro de su contorno correspondiente —algo así como el anuncio mal impreso de un periódico— y que, sólo con que ella efectuara un pequeñísimo ajuste, todo encajaría en su lugar a la perfección". Pero los ajustes de Maggie no suelen ajustar nada. Más bien ponen las cosas fuera de quicio, desenfocan el mayor o menor enfoque que los hechos puedan tener y termina metiéndose ella y metiendo a los que la rodean en situaciones de lo más molesto.

Ahora se dirigen al entierro de Max, el marido de Serena, la mejor amiga de Maggie, la que fue terminando con todas sus ilusiones y poniéndole la vida por delante justo antes de que la vida le fuera llegando a ella misma, y es que Serena siempre fue un paso por delante de Maggie. Serena descubrió antes que el matrimonio no era un paseo campestre lleno de flores y romanticismo; Serena le hizo ver que la maternidad era muy dura y algo alejado de la idea idílica que les habían inculcado. Ahora Serena se ha quedado viuda y Maggie teme que también eso sea un anticipo de lo que le espera, que sea Serena la que le demuestre, con un poco de antelación, que los maridos no duran eternamente.

Maggie se enamoró de Ira casi por error. No por error suyo sino de quién le informó de la muerte del hijo de los Moran en un accidente en el campamento de instrucción de reclutas justo el día en que la chica cumplía diecinueve años. No es que Maggie lo conociera mucho, pero no hay como una muerte temprana y rodeada de cierto aire de heroicidad para hacer volar la imaginación y convertir al simple conocido en el mejor y más querido amigo. Tan querido sentía al amigo que Maggie se sintió en la obligación de enviar una carta de pésame al padre de Ira Moran, pero en lugar de la respuesta que esperaba, lo que llegó fue el propio Ira al ensayo del coro del jueves siguiente. "Por aquel entonces, era como si Maggie estuviera convirtiéndose en otra persona, una persona atolondrada e inestable y propensa a los percances. A veces se imaginaba que aquella carta de pésame la había desequilibrado para siempre". Y es que escribir una carta de pésame para descubrir días después que el supuesto difunto está vivo es algo que puede desequilibrar a cualquiera y puede que Maggie ya estuviera algo desequilibrada, y puede que fueran sus fantasías acerca de la maravillosa persona que era el difunto Ira, las que se materializaron en amor cuando el joven apareció vivo unos días después. 

El caso es que Maggie, en su afán por no parecerse a su madre, no quería a un hombre como su padre, torpe y bienintencionado, no quería ser la dura de la familia como era su madre y en ese empeño había triunfado plenamente porque ahora ella era la torpe, patosa, sentimental y provocadora de conflictos, mientras que Ira era el hombre sensato y fuerte. "Había puesto tanto empeño en no parecerse a su madre, que había acabado por parecerse a su padre".

Anne Tyler
A medida que pasa el día, asistiremos a los recuerdos, mediante los que conoceremos toda la vida de la pareja y de sus hijos, pero también iremos viendo las situaciones extrañas, algunas casi oníricas, que se van sucediendo en ese sábado que parece durar semanas de tantas cosas como en él ocurren. "Ejercicios respiratorios" tiene mucho de road movie, pero en ese viaje se mezclan los recuerdos de toda una vida. Está narrada en tercera persona por un narrador que siempre toma el punto de vista de Maggie. 

El matrimonio Moran, al contrario que el formado por los Anton de "El matrimonio amateur" está condenado a durar, al menos dura todo lo que dura la novela, pero salvo esa diferencia, no menor, ambas novelas son una disección de la vida en pareja, de los conflictos, distintos según las personas, pero constantes, que la convivencia pone de manifiesto. Saber o poder superarlos depende del talante de cada cual, pero lo que está claro es que la vida en pareja no es "una película de Rock Hudson y Doris Day" como ya le había enseñado Serena a Maggie. 

Tras veintiocho años de matrimonio, Ira y Maggie se siguen queriendo, pero no consiguen librarse de los problemas de siempre: "Maggie, no puedes estar siempre mangoneando de este modo la vida de los demás. ¡Enfréntate con los hechos! ¡Despierta y espabila!". Como tampoco pueden librarse de la frustración inherente a casi toda esperanza: los hijos no son lo que se esperaba, el matrimonio no termina con la soledad, los años pesan y sobreviene el cansancio y uno no sabe en qué ha podido equivocarse, aunque lo más probable es que no exista equivocación alguna más allá del paso del tiempo.

"Ejercicios respiratorios" obtuvo el premio Pulitzer de ficción en 1989. Un premio este Pulitzer que nunca decepciona.

Título del libro: Ejercicios respiratorios
Autora: Anne Tyler
Título original: Breathing Lessons
Traducción: Gemma Salvá
Editorial: Debolsillo
Año de publicación: 2017
Año de publicación original: 1988
Nº de páginas: 448

Comentarios

  1. Buena técnica esa de contar una historia en un lugar concreto pero a través de los recuerdos. Creo que me la apunto (la novela, no la técnica), pero para más adelante que ahora tengo atasco en la lista (como ya no puedo leer en el trayecto al trabajo... snif).
    Oye, tú no estabas de viaje por Italia? Podría pensar que esta entrada está programada, pero como veo que compartes por redes sociales... o eso también se puede programar?
    Madre mía, eres una prestidigitadora de las reseñas.
    Un besote.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. No es exactamente en un lugar concreto. Es más bien en un día concreto, pero en ese día recorren muchos lugares. Por eso digo que es como una road movie, adobada con multitud de recuerdos. Es una autora que desconocía (la conocía mucho de nombre silamenre), pero me está gustando mucho.
      Sigo por Italia ya en la última etapa del viaje, concretamente en Bari. Las entradas están programadas y lo de compartir es un momento desde la propia entrada. No es nada. Mucho ruido y pocas nueces.
      Un beso.

      Eliminar
  2. ¡Hola, Rosa! Un libro que me gustaría leer, pues el tema del matrimonio, los sueños , las frustraciones y la convivencia, siempre son temas que darán mucho que hablar. Además, al saber que ha ganado un premio Pulitzer, estoy más que segura, que será una muy buena lectura. Gracias por la reseña. ¡Besitos!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Es una muy buena lectura. Entretenida, interesante, muy reflexiva... Vamos que merece la pena.
      El premio Pulitzer nunca me ha defraudado, la verdad.
      Un beso.

      Eliminar
  3. Tiene muy buena pinta y creo que podría gustarme. No conocía ni el libro ni la autora, gracias por el descubrimiento. Besos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Yo descubrí hace unos meses a la autora, pero me ha gustado mucho todo lo que he leído suyo.
      Un beso.

      Eliminar
  4. Muy interesante, parece y es cierto, como dices, que el Pulitzer siempre es una garantía. La tengo en cuenta, Rosa. Gracias por la recomendación. Un beso.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Es cierto, todos los premios Pulitzer que he leído me han gustado mucho. Suelen garantizar la novela que lo gana, pero también al autor y al resto de su obra.
      Un beso.

      Eliminar
  5. No sé la cantidad de veces que me habré planteado leer “El turista accidental” de Anne Tyler, pues lo tengo por casa.

    Hay que tener mucho talento para que las 448 páginas de una novela se concentren en un solo día, que todo el desarrollo quepa en ese breve paréntesis. Ya sé que por ahí anda el Ulises de Joyce… pero esa es una paranoia de otra categoría.

    Hay muchas reflexiones a partir de tus impresiones y los fragmentos que pones del libro… al final, sobrellevar el peso de la existencia, con todas sus responsabilidades, por muy normalita que sea tu vida, es toda una proeza si lo piensas bien. Uno no sabe muy bien, o no es del todo consciente, de como va avanzando por la vida a pesar de algunos aciertos, pero bastantes más equivocaciones, es decir, a pesar de todo…
    Un beso, Rosa.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. En realidad en ese día de funeral, aunque pasan muchas cosas, no sucede toda la novela, pues una gran parte de ella son recuerdos de Maggie que nos llevan a muchos años atrás. Pero todo ello, el pasado y el presente, está imbricado de una forma muy natural y se lee de maravilla.
      No he leído "El turista accidental" y será de lo próximo que lea de Anne Tyler. Es una autora que forma parte de esos escritores estadounidenses que te cuentan la vida sin grandes alaracas y sin pretensiones. Vidas sencillas en las que suceden cosas sencillas, unas mejores y otras peores, pero que, ciertamente, son difíciles de llevar adelante y, para reflejar en una novela, mucho más complicadas y humildes que las vidas llenas de grandes tragedias y acontecimientos alambicados.
      Avanzar por la vida, por muy sencilla que esta sea, no deja de ser una proeza como bien dices.
      Un beso.

      Eliminar
  6. ¡Hola!
    Ay qué apetecible, la verdad. Megustan esas historias que hablan de matrimonios imperfectos(Doris Day y Rock Hudson discutían, ehhhh, e hijos qu eno son como esperaban...me atrapan esas historias.
    Muy feliz semana.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Las historias familiares son de lo más esclarecedor. Por muy buenas que sean las relaciones, siempre esconden sombras y sentimientos no tan buenos, cierta envidia, ligeros rencores, pequeños resentimientos... que pueden desencadenar episodios de lo más suculento.
      A mí también me gustan mucho estas historias y Anne Tyler disecciona el matrimonio de forma que te atrapa.
      Un beso.

      Eliminar
  7. Por un lado, la trama de esta novela me atrae, por lo que nos cuentas en tu reseña. Por otro, hay algo en ella que me hace dudar sobre una posible lectura de esta novela: quizás sea que la encuentre un tanto reflexiva, sobre todo por el hecho de que esa trama se desarrolla durante el sábado del funeral. Espero que tu respuesta me dé algo más de claridad a mis dudas. Besos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Aunque en principio toda la trama ocurre en ese sábado, en realidad se cuenta prácticamente toda la vida de Maggie desde adolescente y, sobre todo, la relación entre Maggie e Ira. Durante ese día suceden muchas cosas y Maggie recuerda muchas otras. Es reflexiva, pero también muy movida. No tiene esa lentitud que a veces acompaña a las novelas que transcurren en un solo día. En esta eso casi ni se nota.
      Un beso.

      Eliminar
  8. Hola, Rosa.
    Me la apunto, creo o por lo menos he percibido en tu reseña que dentro de la reflexión tiene toques irónicos, que tanto se agradecen. A parte me parece un tema muy interesante: la familia, y la imperfección de esta, tomada desde una visión un poco extraña y entrometida, para volverse un poquito loco, :)
    Un beso, y espero que las vacaciones hayan ido súper bien.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Las vacaciones, muy bien. Gracias, Irene. Ya de vuelta enredada en la rutina.
      Es una novela en la que, a pesar de lo que podría parecer, pasan muchas cosas y es cierto que tiene su ironía, a veces un tanto amarga. Creo que es una muy buena reflexión sobre la pareja y la familia, pero una reflexión hecha por medio de una trama y unos sucesos muy bien narrados, algunos un tanto surrealistas.
      Un beso.

      Eliminar
  9. Tyler parece una autora dedicada a enfocar las relaciones familiares en sus novelas. Te había leído -y apuntado- con 'El matrimonio amateur' y ahora lo vuelvo a hacer con éste. Si le sumas 'El turista...' y 'El hilo azul', creo que deberé iniciarme con ella en breve.
    Gracias por tan buena reseña, Rosa.
    Un beso para ti.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Tengo "El turista accidental" como próxima novela de la autora para leer. Me imagino que después leeré todas las que vaya encontrando pues me gusta mucho su forma de tratar las relaciones familiares y, más concretamente, las de pareja.
      Te recomiendo su lectura. Creo que merece la pena adentrarse en su obra.
      Un beso.

      Eliminar
  10. Pues no me importaría leerla! No la conocía, gracias por la reseña.

    Besotes

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Con tus comentarios reflexionamos, debatimos y aprendemos más.

Lo más visto en el blog este mes

"La buena letra" Rafael Chirbes

"Tan poca vida" Hanya Yanagihara

"Mujer en punto cero" Nawal El Saadawi

"Golpe de gracia" Dennis Lehane

Tres eran tres 33

"Del color de la leche" Nell Leyshon

"El ancho mundo" Pierre Lemaitre

"Propios y extraños" Anne Tyler

"La sal de todos los olvidos" Yasmina Khadra

"La hija del optimista" Eudora Welty