"La ciudad" William Faulkner
Luis Landero en El huerto de Emerson me trajo a la cabeza a Eula Snopes, nacida Varner. La recordaba Landero como uno de los personajes de El villorrio y entonces, al calor de los recuerdos de él, recuperé yo los míos de cuando leí la maravillosa novela de Faulkner hace ya bastantes años, concretamente en 2012. Me entraron ganas de volver sobre el autor y continuar con la trilogía de los Snopes así es que me puse con esta segunda entrega, La ciudad. No obstante, tenía tan olvidada la entrega anterior y había tantas referencias al pasado en esta segunda que no pude evitar coger de nuevo El villorrio con idea de echar un vistazo rápido y recordar algunos detalles, pero fue imposible. Terminé leyéndola entera (recordaba muy poco, la verdad) y compaginando la lectura de ambas.
«[...] ahora los tenemos; son nuestros; no sé qué pecado pudo cometer Jefferson, en el momento que fuera, para merecer este castigo, obtener este derecho, lograr este privilegio. Pero así fue. De manera que es asunto nuestro arreglárnoslas, resistir; nos corresponde aguantar y (si podemos) sobrevivir». En Jefferson, condado de Yoknapatawpha, en el estado de Mississippi, hace ya años que tienen como privilegio y castigo la dinastía de los Snopes. Llegaron al condado, concretamente al villorrio de Frenchman’s Bend, con la fama de haber quemado un granero, y los Varner, por miedo a que les quemaran el suyo, colocaron a Flem de encargado en su almacén, les dieron toda clase de privilegios y los trataron con una mezcla de miedo, recelo y respeto. Poco a poco Flem Snopes se va haciendo con las propiedades de Varner y hasta con su propia hija, Eula, con la que se casa a pesar de estar la joven embarazada de otro. Pero no hay que dejarse engañar. Todos los errores que Flem parece cometer, tolo lo que parece perjudicial para Flem, termina por volverse a su favor.
Pero eso fue en El villorrio, ha pasado el tiempo y Flem, con su mujer y su hija, ha ascendido lo suficiente en la escala social como para mudarse a la ciudad, al mismo Jefferson. Llegó por tanto con su familia y empezó rápidamente a trabajar en el restaurante de V. K. Ratcliff y su socio. V. K. Ratcliff es uno de los tres narradores que se irán turnando para contarnos esta historia. Los otros dos son Gavin Stevens, abogado y fiscal del condado, y su sobrino Charles Mallison quien empezará a contarnos hechos sucedidos mucho antes de que él naciera y que le han sido relatados por los otros y por su primo Gowan.
No durará mucho Flem tras el mostrador del restaurante. «[...] al cabo de seis meses, Snopes, además de eliminar al socio del restaurante lo había abandonado él mismo, reemplazado detrás del grasiento mostrador y también dentro de la tienda de campaña por otro Snopes añadido desde Frenchman's Bend al vacío dejado por el ascenso del primero, gracias a la misma especie de ósmosis con la que, según Ratliff, habían ocupado Frenchman's Bend sin romper la cadena, con cada Snopes ya presente subiendo un escalón y dejando el hueco vacío al principio de la escalera para el siguiente Snopes que apareciera de la nada y lo llenase, lo que sin duda ya habría hecho, aunque Ratliff no hubiera tenido aún tiempo de ir allí a comprobarlo». Y así, no solo Flem, sino toda la ralea de Snopes que va llegando al villorrio de Frenchman's Bend, va ascendiendo en la escala social de Yoknapatawpha.
Hay Snopes para perderse. No todos llegarán, no obstante, a triunfar socialmente. El verdadero protagonista de La ciudad (también de El villorrio) es Flem Snopes, pero todos sus primos y sobrinos, y hasta su padre, Ab, forman un friso que se extiende a lo largo de la obra dejando personajes tan curiosos que cada uno merecería una historia aparte. Snopes con nombres como Wallstreet Panic o su hermano, Almirante Dewey. Snopes como I. O. «herrero, maestro de escuela y bígamo todo en una pieza»; Snopes como Byron que huyó tras robar en el banco en el que trabajaba de contable y al cabo de los años enviaría por tren cuatro niños Snopes medio indios y tan inquietantes como indescifrables. Snopes como Montgomery Ward y sus negocios turbios e impronunciables. Snopes, finalmente como Mink «El único Snopes decididamente atravesado que tuvimos que sufrir. Había entre ellos incendiarios de graneros con muy mal genio como el viejo Ab; estaban los mansos e inocentes como Eck que no sólo no era un Snopes, dijera lo que dijese su madre, sino que resultaba tan exótico que hubiera nacido en un nido de Snopes como que un gorrión vea la luz en un nido de halcones; y había quienes eran pura y simplemente necios, como I. O. Pero nunca nos habíamos encontrado con un Snopes que fuese atravesado sin esperanza de provecho ni ningún otro tipo de esperanza».
Pero el verdadero protagonista de La ciudad, como ya he dicho, el Snopes por antonomasia, es Flem que llegará a Jefferson a trabajar de camarero en el restaurante del hotel e irá ascendiendo hasta llegar a presidente del banco. Igual que había llegado a Frenchman’s Bend como basura blanca (white trash como se llama a los blancos pobres en Estados Unidos) y había llegado a casarse con la que era hija del dueño de casi todo en la aldea, el dueño del «almacén y de la desmotadera de algodón, y del complejo de molino harinero y herrería», y de casi todo se había adueñado Flem antes de desplazarse a la ciudad para seguir con sus artes de urraca ladrona. Sus parientes van apoderándose de las miguitas que él deja caer, al menos aquellos a los que les deja miguitas.
Todo un reto asistir a las maquiavélicas maniobras con las que los distintos Snopes se van apropiando de todo lo que les interesa y cómo van ascendiendo en la escala social de Jefferson. «[...] la razón de que los Snopes tuvieran éxito obedecía a que todos ellos se confederaban unánimemente para convertir el hecho de ser un Snopes de simple categoría zoológica en una situación social uno de cuyos componentes era el éxito mediante la sencilla regla y normativa y juramento sagrado de nunca decirle a nadie cómo».
William Faulkner |
Faulkner es un escritor fascinante, pero complejo. Su lectura nos envuelve y nos sumerge en ambientes a medio camino entre la tragedia griega y la denuncia de la más desnuda miseria social y personal. Pura literatura del Sur en definitiva. A mí me encanta, pero debo reconocer que me da pereza porque sé que me embarco con cada nueva novela que abordo en una tarea difícil, que exige mucho del lector tanto en la forma (su estilo es complicado, lleno de paréntesis y guiones, encadenando frases subordinadas en un estilo que me recuerda mucho al de Proust), como en el contenido (las historias son complejas, van y vienen, hay muchos personajes con parentescos que se enredan).
Con motivo del centenario de su nacimiento, en 1997, en un artículo que leí, alguien citaba una entrevista de 1956 en The Paris Review dónde se le preguntaba qué les diría a las personas «que no entienden lo que escribe incluso después de leerlo dos o tres veces». No se cortó el autor en su respuesta: «que lo lean cuatro veces». No me parece que sea (no lo es para mí) una cuestión de entendimiento. Es más bien una cuestión de dejarse llevar, leer en efecto varias veces algunos párrafos, poner de nuestra parte, completar la historia, interpretar, rellenar. Un trabajo literario a los que invitan los escritores que respetan al lector, que lo hacen cómplice, que tienen la generosidad de permitirle escribir parte de la historia, esa parte que depende de la subjetividad de cada lector. Sin olvidar, por supuesto, lo que realmente nos quiere decir el autor.
Lo que más me atrae de Faulkner, además de sus historias complicadas y llenas de personajes con infinitos matices, es el ambiente que crea alrededor. Un ambiente en el que nos sumergimos durante la lectura y del que nos cuesta sustraernos al terminar y cerrar el libro. Faulkner es un creador de mundos. El condado de Yoknapatawpha supera con creces en mi imaginario a Macondo o Comala. Yoknapatawpha es un escenario de tragedia griega donde puede ocurrir cualquier cosa. En ese mundo nos encontramos personajes esforzados y tenaces que además pueden ser la encarnación de la miseria moral más depravada, pero también hay gente buena, desinteresada, capaz de hacer favores o cargar con causas que no son las suyas.
Leer a William Faulkner es siempre una experiencia turbadora y fascinante. Y, sin embargo, tan solo cinco novelas suyas han pasado por mis manos. Solo de una tengo reseña por haberla leído con el blog ya en funcionamiento. Se trata de Mientras agonizo, una de las más sugestivas y puede que de las más sencillas. Espero vencer la pereza de la que no dejo de avergonzarme. Espero que pronto le llegue el turno a La mansión y no tenga que volver a leer La ciudad para darle continuidad en mi memoria.
Este libro participa en el Reto Escritores de la A a la Z que organiza el blog Lecturápolis. Con él relleno la letra F.
Título del libro: La ciudad
Autor: William Faulkner
Nacionalidad: Estados Unidos
Título original: The Town
Nacionalidad: Estados Unidos
Título original: The Town
Traducción: José Luis López Muñoz
Editorial: Alfaguara
Año de publicación: 2006
Año de publicación original: 1957
Nº de páginas: 392
Yo no los he leído pero es cierto que tengo El villorrio en casa hace tiempo. Por lo que veo, me conviene no dejar pasar tiempo cuando lo lea y ponerme con este sin tardanza, no me vaya a pasar como a ti y tenga que leerlo otra vez.
ResponderEliminarUn beso
Si se quiere leer la trilogía, como es mi caso, es conveniente leer las tres novelas sin demasiado tiempo entre ellas. Pero si lo que se quiere es leer una novela sin más, también se pueden leer de manera independiente. Se entiende todo y se hacen referencias a hechos del pasado y no se pierde una cosas importantes.
EliminarEs un autor que creo que, al menos, hay que intentar leerlo.
Un beso.
Hola.
ResponderEliminarLo único que he leído de Faulkner es un cuento maravilloso titulado "Una rosa para Elmily", además al ser cuento es más sencillo que lo que dices de esta novela. Siempre me ha atraído muchísimo pero me echaba para atrás precisamente eso, su estilo, que me parece será demasiado denso. Eso y que sea una trilogía. Pero tengo que animarme porque creo que me van a gustar mucho los personajes, complicados donde los haya y sobre todo los tejemanejes. Soy muy fan de esos líos y además me encanta el lugar, menudo nombrecito.
Besos
Aparte de esta trilogía tiene otros muchos libros geniales y te recomendaría Mientras agonizo.
EliminarPara las que nos gustan los tejemanejes familiares Faulkner sería el ideal si su estilo fuera más sencillo porque en esta familia (y en otras de las que habla en sus libros como los Sartoris) hay de todo. Ya digo que es como una tragedia griega. Y no obstante, ese estilo oscuro y complejo, le va muy bien a las tramas y ayuda a elaborar sus complejos comportamientos. Anímate.
Un beso.
Turbador y fascinante geniales palabras para Faulkner.
ResponderEliminarHe leído muy poco de su extensa obra pero me lleva a querer leerlo todo de a poco y sin prisa pero sin pausa.
Gracias Rosa y bella semana😊
Eso me pasa a mí también. Me apetece leerlo todo, pero luego me entra la pereza. Aunque esta vez espero leer La mansión antes de llegar al ecuador del año.
EliminarUn beso.
Por cierto en la biblio de mi ciudad hay un ejemplar viejisimo de El villorio que tras leer tu reseña rescatar en del olvido para este fin de. Semana.
ResponderEliminarPues ya nos contarás tus impresiones.
EliminarPues por mis manos no ha pasado aún ninguna novela suya, algo que a lo voy a tener que poner remedio. Y no me importaría nada que fuera con esta novela.
ResponderEliminarBesotes!!!
Pues se puede leer muy bien independientemente de la anterior porque se van haciendo muchas referencias que explican todo lo que podría quedar a oscuras. Así es que no tepreocupes si no has leído El villorrio porque no es necesario.
EliminarUn beso.
No he leído nada de este autor ni tampoco está novela, pero te agradezco el rato agradable que he pasado leyendo esta entrada. Un abrazo.
ResponderEliminarMe alegro de que mi reseña te haya proporcionado un rato agradable. Si te animas con Faulkner, espero que también te resulte grato.
EliminarUn beso.
Hola, Rosa.
ResponderEliminarEn primer lugar comentarte que la portada del libro me ha parecido fantástica. Tu reseña estupenda como siempre. La verdad es que no he leído nada de este autor y quizás una segunda parte no sea lo más conveniente para comenzar. Creo que "Mientras que agonizo", por su sencillez, puede ser más indicada como deduzco de tus palabras finales.
Besos.
Es una portada muy cinematográfica. Ya sabes que Faulkner intervino en guiones tan emblemáticos como el de Tener y no tener o El sueño eterno, por poner solo dos ejemplos muy vistosos.
EliminarMientras agonizo creo que es una novela muy adecuada para empezar con Faulkner, no obstante, La ciudad se puede leer perfectamente de forma independiente. Su principio y su final son perfectos.
Un beso.
Faulkner es de lo más más que en mi opinión hay en literatura. Como te he dicho por Facebook conocí a los Snopes leyendo "Hamlet" ("El villorrio") [ja, ja..., te darás cuenta de que me gusta más su título en inglés por eso de la coincidencia con el nombre del príncipe de Dinamarca].
ResponderEliminarLuego me los he ido encontrando por varios títulos de Faulkner y también, sí, es cierto, en la última de Luis Landero. En mi reseña de "El huerto de Emerson hablé de la mucha literatura "vivida" por Landero entre la que cita directamente a "El villorrio".
Tengo que leer esta novela de "La ciudad" pues con Faulkber siempre se va seguro de leer novelas de calidad altísima.
Un beso
Los Snopes atraviesan la obra de Faulkner al igual que los Sartoris,todos ellos en ese mundo mágico de Yoknapatawpha que fue capaz de crear.
EliminarPara mí también es lo más. Cuando lo leo siempre me gusta tanto que hago propósitos de leerlo más a menudo, pero luego me dejo tentar por cosas más fáciles.
Espero que esta vez lo consiga y La mansión caiga en dos meses como mucho.
Un beso.
Hace muchos años saqué de la biblioteca, en préstamo, Santuario y me resultó tal tostón que se me quitaron las ganas de leer nada suyo. Probablemente me estaré perdiendo buena literatura, dado que tiene un Premio Nóbel en su haber, pero hay otros autores que no tienen este galardón y merecen mas la pena. Besos
ResponderEliminarPues por Santuario empecé yo y me encantó, pero reconozco que es un autor que puede resultar demasiado denso.
EliminarEstoy de acuerdo contigo en que hay muchos autores sin Nobel que son muy buenos (ahí está mi adorada Joyce Carol Oates), mejores que muchos que sí que tienen el premio, y más desde que se concede no tanto por mérito como por país que toca, género que toca, o sexo que toca. En fin, los intereses, más o menos legítimos que rodean todo premio.
Un beso.
Hola.
ResponderEliminarLeí Mientras agonizo gracias a ti, hace ya unos años. Me encanta Faulkner, es complejo y perfecto. Y tu reseña, como siempre, estupenda. Consigues atrapar sin estropear la sorpresa.
Muy feliz velada.
Me alegro de que me digas eso porque hay gente que me reprocha que cuento demasiado de los libros en mis reseñas. Yo siempre digo que eso puede parecer sin haber leído el libro, pero que nunca destripo nada...
EliminarMe alegro de haber sido la causa de tu lectura de Mientras agonizo, una novela fantástica.
Un beso.
Pues para mí no solo no cuentas demasiado, también enganchas. Una reseña no es una sinopsis, hay que profundizar un poco.
EliminarMuchas gracias, guapa. Es cierto que no es lo mismo una sinopsis que una reseña. Yo no hago sinopsis porque para eso están las de las editoriales. Lo que hago es compartir lo que a mí me transmiten las novelas.
EliminarUn beso.
Qué maravilla cuando una lectura te lleva a otra.
ResponderEliminarReconozco que me da mucha mucha pereza ponerme con Faulkner. Mi primer encuentro con él fue entre fascinante y soporífero. Fue con la lectura de Las palmeras salvajes, que bien que estuve tentada de abandonarla aunque finalmente me alegré de no hacerlo. Apenas reposada esta lectura me embarqué en Mientras agonizo. Casualmente Carmen Forján organizó por entonces una lectura de esta novela y, aunque tenía pensado dejar pasar tiempo para repetir con el autor, tenía una espinita clavada por pensar que no había estado a la altura de Faulkner, así que, animada porque había leído como también señalas que Mientras agonizo es su novela más 'sencilla', me animé a leerla. Y sí, me resultó menos soporífera pero Las palmeras salvajes sigue pareciéndome más fascinante.
Acabo de mirar por curiosidad y hace ya cinco años de mi doble encuentro con Faulkner. Pensaba dejar pasar tiempo para una tercera cita pero la verdad que no tanto. Pero, lo dicho, me da pereza. Supongo que necesito un empujoncito como el que te dio a ti Landero en El huerto de Emerson.
Siendo sincera, no creo que me anime con esta trilogía. Aunque supongo que se puedan leer los libros que la componen de manera independiente, cuando se trata de lecturas relacionadas me gusta completar esa especie de ciclo. Leerlas bastante seguidas sería sobredosis de Faulkner. Distanciarlas, por otra parte, sería exigirle a mi memoria más de lo que da.
Bueno, me queda mucho Faulkner por descubrir. Solo espero que no pasen otros cinco años y siga con la pereza a cuestas.
Besos
Yo también leí Mientras agonizo gracias al reto de Carmen Forján. Palmeras salvajes no la he leído. Me queda mucho por leer de Faulkner. Es lo que tiene el autor, que por muy difícil y hasta soporífero que te parezca, termina por fascinarte porque te lleva a un mundo... fascinante.
EliminarLos libros de esta trilogía, al menos los dos que he leído, se pueden leer independientemente. No te pierdes nada porque se dan datos y se recuerdan hechos que pudieran ser necesarios.
Yo también tengo bastante Faulkner por descubrir, pero espero hacerlo sin demorar demasiado, aunque también sin sobredosis.
Un beso.
Very interesting post!
ResponderEliminarThanks for sharing 😍😍
Regards:)
Gracias a ti por acercarte a leerlo. Me alegro de que te haya gustado.
EliminarUn beso.
¡Hola, Rosa! Sé que en algún momento tengo que animarme a leer algún libro de William Faulkner, aunque me cueste entender su obra. Muchas gracias por la reseña. ¡Un beso!
ResponderEliminarYo creo que hay que acercarse a Faulkner al menos para comprobar si nos gusta o no. Luego ya se decide si gusta o resulta demasiado denso.
EliminarUn beso.
Tengo a Faulkner pendiente. No he leído nada de él pero sí que me gustaría. Ese mundo de matices y personajes esforzados que comentas me resulta muy atractivo aunque sea una lectura exigente. Me ha encantado esta reseña, Rosa. Tomo nota de la trilogía. Besos y buen fin de semana.
ResponderEliminarEs de esos autores que exige mucho, pero también ofrece mucho. Puede hacer que lo abandones harta de tener que releer algunos párrafos o alguna de sus interminables frases, pero, para mí, merece la pena cada gramo de esfuerzo empleado. Lo que no quita para que me dé pereza abordarlo cada vez.
EliminarUn beso.
Quiero leer algo de Faulkner pronto ❤
ResponderEliminarPue anímate. merece la pena.
EliminarUn beso.
¡Hola, Rosa! Puff, creo que mi relación con Faulkner llegó demasiado pronto. En la adolescencia, cuando comenzaron a publicarse coleccionables de grandes obras de la Literatura a precios muy módicos. En aquella colección descubrí lecturas atrapantes y desconocidas por mí entonces como A sangre fría de Trapote, por poner un ejemplo. El primero que publicaron de Falukner fue ¡Absalom, Absalom! Recuerdo que cada página me resultaba una pesadilla, hasta que al llegar a la treinta y pico desistí. Era incapaz de comprender qué estaba leyendo. Le di otras dos oportunidades y en una ocasión llegué hasta la cincuenta, aunque como si hubiera leído solo la primera. Ese mal recuerdo me alejó de este autor, tu reseña me anima a recuperar aquella relación con, espero, mejores resultados. Un abrazo!
ResponderEliminarCreo que sé de qué colección hablas. ¿Era la de Salvat de RTV? Es que compré varios de esos libros y tengo en la cabeza que el primero fue ¡Absalom, Absalom! Es de los libros que no he leído de Faulkner. De todas formas no creo que sea una autor para adolescentes. Es para adultos y además creo que es para adultos que estén muy acostumbrados a leer. Desentrañar algunas de sus enrevesadas e interminables frases requiere de entrenamiento. Tú como lector y escritor tienes ese entrenamiento. Espero que, si le das otra oportunidad, lo disfrutes esta vez.
EliminarUn beso.
Como dice David, Faulkner es un autor difícil, pero una vez que te sumerges y te dejas llevar te atrapa sin remedio. Hace muchos años que no lo leo, lo cierto es que llevo una temporada con la atención bajo mínimos. Espero recuperarla algún día. La trama que describes en "La ciudad" es pura literatura sureña, me encanta y es que por muy lejos que nos pille, cualquiera reconoce a esos trepas que arrasan por donde van y la verdad sea dicha, qué difícil es pararlos.
ResponderEliminarMuy buena la anécdota de las cuatro veces. Este tipo de escritores tenían claro lo que querían decir y cómo, a ellos les iban a ir con milongas, jaja.
Un abrazo.
Eso es lo que yo siento con Faulkner. Me dejo llevar y siempre me atrapa. Es increíble cómo los Snopes se van haciendo con todo lo que les interesa. Hacen verdaderos juegos de ingeniería para conseguir sus fines usando todo lo que tienen a mano para ello. Es genial.
EliminarEn aquella época, y sobre todo algunos escritores, solo escribían lo que querían escribir y a ellos las maniobras de marketing de las editoriales les daban igual. Si no le entendían los lectores pues que se fastidiaran y leyeran otra cosa. Ellos escribían lo que realmente les apetecía. Imagino que eso sería lo que le llevó a Hollywood a escribir guiones, la necesidad de ganar dinero. Y claro, escribió guiones geniales en los que todo se entiende, pero que no dejan de tener la calidad correspondiente a todo un premio Nobel.
Un beso.
De él leí hace años "El oso", una novela corta (o relato largo) muy interesante, aunque era Faulkner en estado puro; una narración que te cautivaba en unos pasajes y te exasperaba en otros, pero algo debe tener Faulkner para haber sido influencia y guía para autores como Llosa o Gabo, entre otros muchos.
ResponderEliminarTú lo has definido con mucha precisión en tu reseña, "Faulkner es un creador de mundos".
Un beso, Rosa.
No tenía ni idea de El oso. Imagino que hay mucha obra de Faulkner que desconozco, sobre todo de relatos más o menos largos. Las novelas, al menos por el título, creo que todas me suenan.
EliminarNo me extraña que haya sido influencia de muchos escritores porque cuando lo lees te envuelve en su mundo, en ese mundo que crea y con el que te atrapa. Yo no escribo, pero entiendo perfectamente, que si después de leerlo te pones a escribir, se te haya pegado mucho del ambiente de Yoknapatawpha..
Un beso.
Sé que es un clásico, pero Faulkner me resulta un poco espeso y últimamente no me apetecen lecturas así, prefiero cosas ligeras para despejar la mente (y si es posible, reírme un poco) que ya la tengo bastante aturullada con el trabajo y la pandemia.
ResponderEliminarUn besote.
Es denso, espeso, enrevesado y fascinante. Creo que he repetido varias veces el adjetivo, pero es que es el que más se aproxima al efecto que Faulkner tiene sobre mí, me fascina. Pero es cierto que me da pereza y por eso lo tomo en tragos cortos, aunque querría ir haciéndolos un poco más largos (y con limón).
EliminarUn beso.
Tengo curiosidad por el verdadero protagonista Flem en el libro The City ..., la lucha que se muestra es realmente impresionante a partir de la criada del hotel para convertirse en el presidente del banco.
ResponderEliminarQué libro que me llamó la atención.
Saludos.
Toda una estrategia la que llevan a cabo Flem Snopes y sus parientes para ir apoderándose de ciertos negocios. Es un libro para llamar la atención.
EliminarUn saludo.
Del autor solo he leído Mientras agonizo y me resultó una lectura realmente compleja, muy satisfactoria, pero desde luego agotadora.
ResponderEliminarBesos.
Es un autor bastante complejo. Mientras agonizo tiene su complicación, pero no es de los más difíciles. Como dices, la lectura de Faulkner es muy satisfactoria y yo creo que la complicación vencida aumenta la satisfacción.
EliminarUn beso.
Pues no he leído a Faulkner y quiero hacerlo pero esa complejidad que exige elegir el momento adecuado me hace ir posponiéndolo una y otra vez.
ResponderEliminarBesos
Es difícil y da pereza, pero cuando me decido, cada vez, me compensa con creces y lo disfruto mucho. Si te animas, nos cuentas.
EliminarUn beso.
Hola Rosa, hace tiempo que no leo nada de Faulkner, leí que yo recuerde Santuario, y Los rateros. Me llevo este que los buenos hábitos hay que retomarlo. Besos.
ResponderEliminarPues Los rateros la tengo por casa también y aún no le ha llegado su turno. Santuario fue el primero que leí de Faulkner. Son hábitos que, aunque cuesten un poco, merecen la pena.
EliminarUn beso.
Hola Rosa!! Me has picado mucho la curiosidad por esta novela, no la conocía y podría estar muy bien. Me la llevo bien anotada a mi lista de pendientes. ¡Genial reseña y gracias por el descubrimiento! Besos!!
ResponderEliminarMe alegro de haberte descubierto esta novela. Todo Faulkner es muy bueno, pero las peripecias de los Snopes son geniales.
EliminarUn beso.
muy buena reseña. me la guardo para repetirla durante y después de la lectura de la trilogia.
ResponderEliminarcon Desciende, Moisés aprendí que, con Faulkner, viene bien tener una idea previa a la lectura en sí. en su caso, no me alarman los "spoilers", ya que, si bien tiene giros de trama sorprendentes, por un lado importa mas el cómo que el qué; por otro, temo perdérmelos por no entender la narración =P
que si bien ya tengo leídos unos cuantos de sus libros (Luz de Agosto mi favorito), no se me hacen más sencillos, aunque sí más apasionantes.
saludos!
Totalmente de acuerdo contigo. No hay destripes que estropeen una novela de Faulkner. El modo de contar es mucho más importante que lo que se cuenta.
EliminarTambién he leído varias novelas y son apasionantes, como dices. Aún no he leído Luz de agosto y será una de las próximas junto con La mansión que es la tercera de los Snopes.
Un abrazo.