Almudena Grandes, In memoriam


A lo largo de estos años se me han muerto varios escritores. A algunos me los ha matado la edad. Los escritores también cumplen años y llega un momento en que es cuestión de tiempo. De más o de menos, según la suerte. Con cierta edad ya no podemos esperar que alguien siga vivo mucho tiempo más, por mucho que nos guste, por mucho que nos duela. Es lo que me sucedió con Harper Lee, Ramiro Pinilla, Philip Roth, Toni Morrison, Amos Oz... 

Otros se me han muerto como del rayo, que diría el poeta, sin esperarlo, algunos sin saber siquiera que estaban enfermos, como Philip Kerr o Henning Mankell. 

Todos ellos han dejado un agujero en mi alma, pero ninguno tan grande como el que Almudena Grandes me abrió ayer tarde al enterarme de su muerte. Sabía que estaba enferma. Ella misma nos lo había anunciado en su columna de El País del 18 de octubre. Pero anunciaba el buen pronóstico de su enfermedad, hoy día hay mucha gente que supera un cáncer y estaba convencida de que ese iba a ser su caso. Su muerte me ha pillado tan por sorpresa que estoy en shock desde que conocí la noticia. Sí, hay autores cuya muerte es esperada. La edad no perdona y es lógico que veamos su desaparición y que los añoremos, pero nunca pensé que iba a tener que escribir una entrada de este tipo para Almudena Grandes. Era más joven que yo.

Era 1990 cuando conocí a la autora literariamente hablando. Yo tenía 30 años, ella, veintinueve. Lo primero que leí fue Las edades de Lulú. Me gustó, pero tampoco me sentí entusiasmada. Creo que el erótico es otro de esos géneros que no me atraen lo suficiente. De hecho tardé otros cuatro años en volver a leerla, pero entonces vino Malena es un nombre de tango y caí rendida a los pies de Almudena Grandes. ¿Cómo podía describirme tan bien hablando de alguien de quien me separaban tantas diferencias? Me sentía identificada con Malena a pesar de saberla muy distinta a mí. 

Tras Malena ya fue un no parar. Veinte veces aparece la autora en mi lista de libros leídos. No he leído veinte libros suyos, creo que ni siquiera los tiene, pero algunos los he leído dos veces. Toda su obra de ficción, novelas y relatos, aparece en esa lista de la que solo están ausentes sus recopilaciones de artículos. 

Con los Episodios de una Guerra interminable nos hizo recordar una época oscura, y unos episodios (qué bien supo elegir el título) que no deben olvidarse. Nos enseñó, a los que los desconocíamos, algunos hechos de nuestra historia más reciente que conviene no ignorar; nos recordó o nos hizo ver desde otra perspectiva, a los que ya los conocíamos, muchos detalles que se pueden escapar entre la malla fina de la memoria y pasar al terreno del olvido o de la obviedad. Habló desde la trinchera del dolor y dio su palabra a los perdedores de uno y otro bando. De nadie es la culpa de que un bando cuente con muchos más perdedores que el otro.

Le quedaba el sexto Episodio por publicar. Era el último. En la misma columna de El país en que anunció su enfermedad también hablaba de la novela que estaba escribiendo, que ya casi había escrito. Mariano en el Bidasoa será la última entrega de los Episodios de una guerra interminable y la última entrega de la autora. «Durante todo este proceso he estado escribiendo una novela que me ha mantenido entera, y ha trazado un propósito para el futuro que me ha ayudado tanto como mi tratamiento. Ahora necesito devolverle todo lo que me ha dado, encerrarme con ella, mimarla, terminarla, corregirla». Leeremos su última novela y nos conformaremos con releer las demás. Es el consuelo que nos queda cuando sabemos que ya no habrá una próxima vez, volver sobre las anteriores y conformarnos con sentir cerca de nosotros a ese autor querido y añorado.

*Con posterioridad a la publicación de esta entrada, he sabido que esa novela que dejó casi terminada, no es Mariano en el Bidasoa. Sin remedio, sus Episodios de una guerra interminable, se quedarán sin terminar. Como la guerra.

Sit tibi terra levis.

Comentarios

  1. ¡Hola!
    no soy fan de Almudena Grandes, hace mucho tiempo empecé a leer "El corazón helado" recomendado por una buena amiga que decía maravillas de ella y sinceramente no pude con ella, solo recuerdo muchos nombres, mucho lío y casi ningún interés por lo que me contaba. Por eso nunca intenté leerla de nuevo. Pero eso no quita para que sea consciente de que es (era) muy buena escritora (y yo rara de narices), con muchísimo tirón y buenas obras, no hay más que escuchar los comentarios de los usuarios en la biblio cuando devuelven sus novelas.
    Ayer, la verdad es que me entristeció muchísimo saber de su fallecimiento, de hecho no sabía que estaba enferma, fue como una bofetada inesperada.
    Lo bueno que tienen los escritores cuando fallecen, es que sus obras perduran por siempre, eso es algo mágico
    Besos

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    1. El corazón helado la he leído dos veces. Cuando se publicó y cuando se dijo que era en realidad la primera de los Episodios. me parece una novela fantástica y en ningún momento recuerdo haber tenido con los nombres.
      De sus novelas, tan solo Te llamaré Viernes me dejó bastante fría. Lo escribió antes que Malena es un nombre de tango, pero yo lo leí después, al calor de lo mucho que me había gustado este último, y me decepcionó. Luego jamás ese sentimiento volvió a mí al leer a Almudena Grandes. Cada uno de sus libros me enganchó desde el principio y ya no me soltó. He releído varios y espero releerlos todos como homenaje y porque siento la necesidad. De momento esperaré a que se publique el último de los Episodios y el último de sus libros.
      Yo si sabía que estaba enferma, pero había dicho que tenía buen pronóstico y pensé que lo superaría. El martes aún envió una columna a El País. Es increíble.
      Un beso.

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  2. Yo aún sigo sin poder creerlo, estoy totalmente en shock, ni siquiera sabía de su enfermedad. Te leo y me sonrío al ver que mi secuencia lectora con Almudena ha sido exactamente la misma, supongo que la de muchos, claro. Aquellas Edades de Lulú tampoco me entusiasmaron y su mayor aliciente fue que mi padre me dijo que no lo leyera, para él era demasiado joven para aquella lectura. Después vinieron todos los demás y, salvo el primer episodio, no me preguntes por qué, todos sus libros tanto novelas como relatos, han pasado por mis manos. Tras su novela póstuma solo nos quedarán las relecturas y de verdad que me duele, cada publicación suya era un lo dejo todo porque Almudena tiene nueva novela.
    Besos.

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    1. Ayer después de saber la noticia fui incapaz de leer. me quedé como tú, en shock. Yo sí sabía que estaba enferma, pero desde luego, pensé que lo superaría. El martes aún envió una columna, para publicar el día 5 en El País, que hoy adelanta el periódico.
      Cuando se publicó Las edades de Lulú y le dieron el premio Sonrisa vertical, fue un bombazo. Lo leí y me gustó, pero nada que ver con lo que vino luego con Malena es un nombre de tango.
      Yo también dejaba todo para leer «lo último de Almudena Grandes». Recuerdo que cuando empecé La madre de Frankenstein había quedado con mi hermana para llevar a mi madre al fisioterapeuta. Le mandé a mi hermana un WhatsApp que decía «acabo de empezar la novela de Almudena Grandes. Ya me ha enganchado. hasta que no la termine no me muevo del sofá» Por supuesto, era broma. Me moví muchas veces del sofá antes de terminar la novela, pero todas ellas me costó soltar el libro de las manos.
      Sí, nos queda Mariano en el Bidasoa y releer todo lo anterior.
      Un beso.

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  3. ¡Hola Rosa!

    Me enteré justo ayer porque me lo dijo mi padre y me quedé loca, no tenía ni idea de que la escritora estaba enferma. Desde luego, deja un vacío muy grande en el mundo de la literatura.
    En fin, todavía no he leído nada de ella, pero tendrá que ser el momento.

    ¡muchos besos!

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    1. Pues este es el momento de leer a Almudena Grandes. Sus novelas son de las que enganchan y la dejan a una prendada y prendida para siempre.
      Un beso.

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  4. Precioso homenaje, Rosa. Yo también he leído prácticamente todo lo que escribió (algunas novelas más de una vez) y no podía creer ayer la noticia. Una pérdida tristísima y muy prematura. Como dices, queda el consuelo de volver a sus novelas. Un beso.

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    1. Magro consuelo, pero consuelo al fin. Ya he puesto en mi lista de lecturas Las edades de Lulú para empezar por su primera novela. Puede que ahora, con la edad, le saque más partido que hace treinta y un años porque de lo que estoy segura es de que en ella hay mucho más que erotismo.
      Un beso.

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  5. Yo no era lector de su literatura, sí lo era con más o menos regularidad de sus columnas, brillante y fina observadora de nuestra realidad. Sabía también que estaba enferma, pero ni mucho menos esperaba este final, cuando lo supe ayer me quedé impactado, muy descolocado. Conocía tu aprecio por la escritora y la persona... Una mujer con la pluma en ristre hasta su último día, hay que tener muchos arrestos, la verdad.
    Vaya mi pésame.
    Beso, Rosa.

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    1. Hasta el último momento escribiendo. El martes aún envió a El País la columna para el 5 de diciembre que ayer difundió amablemente el diario.
      Por lo que se ve en tu blog no es el tipo de libro que sueles leer, pero veo, como ya pensaba, que no hace falta leer a un autor para ser consciente de su importancia y de su relevante papel en el mundo de la literatura.
      Acepto tu pésame, que te agradezco, porque realmente, me siento de duelo ante una pérdida que me ha afectado por lo prematuro, imprevisto y duro.
      Un beso.

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  6. Dentro de la tristeza que siento, porque me ha pasado como a ti, que he sentido su pérdida de una manera muy salvaje, me has dado una alegría. Yo pensaba que Mariano era la quinta entrega. De hecho, me he levantado a mirar en La madre de F. y no, nooo, Mariano es la última y, según he leído, se publicará. Sería todavía más triste que dejara los episodios incompletos. Qué curioso. Es como, si habiéndola acabado, la vida hubiera puesto fin a su carrera en lo más alto. O también, como si la muerte hubiera esperado a que acabara. Madre mía, no me estoy creyendo lo que escribo. Qué pena. Besos

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    1. Sería triste por ella, por cuanto hubiera quedado uno de sus proyectos sin terminar, y también para los lectores. Pero creo que ella ha hecho todo lo posible para no dejarnos huérfanos también de sus Episodios.
      Veo que tenemos sentimientos similares. Cuando un autor te ha acompañado durante treinta años, cuando has esperado su nueva publicación, una y otra vez, durante tantos años, saber de pronto que ya no habrá más (bueno, solo otra vez) te deja como desolado. Cuando ayer escribía esta entrada, tampoco podía creerme estar escribiendo algo así. Terrible.
      Un beso.

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  7. Hola, Rosa. De Almudena solo he leído El corazón helado, uno de los libros que estaría en mi top ten si me propusiera hacerlo. Me ha pillado por sorpresa cuando lo vi por twiter hace unos días. No sabía que estuviera enferma. La verdad es que me pilló de sorpresa. Su legado queda ahí dotándola de cierta inmortalidad.
    Descanse en paz, Almudena.
    Un abrazo, Rosa.

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    1. El corazón helado es una de las que he leído dos veces. Se considera como el inicio de los Episodios. Imagino que fue después de esta novela cuando Almudena Grandes decidió escribir los Episodios, pero ya este libro habla de la guerra, el exilio, la vuelta... etc.
      Ha sido un golpe duro. Yo sabía de su enfermedad, pero jamás hubiera pensado en un final así.
      Un beso.

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  8. Hola Rosa, también leí el artículo de octubre, tan optimista, tan vitalista, que la noticia de ayer también me dejó tocado.
    Era una grandísima escritora (seguramente la mejor). Le echaremos mucho de menos.
    Un abrazo.

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    1. No parecía tan grave y definitivo en aquel 18 de octubre y, sin embargo, no sé por qué, ahora pienso que ella ya lo sabía y se empeñó en dejarnos Mariano en el Bidasoa terminada del todo como último regalo.
      No sé si era la mejor, pero desde luego era una de las mejores.
      Un beso.

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  9. Hola Rosa. Pues sí, qué pena. Dijo que estaba enferma pero de ahí a que de repente muriera...Nos ha cogido por sorpresa a todos. Yo también leí primero Las edades de Lulú y me gustó, y después he seguido leyéndola. Ahora tengo pendiente de ella los cinco libros de Episodios de una guerra interminable.
    Es un día triste para las letras.
    Un besito!

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    1. Casi envidio tus cinco libros sin leer y lo que vas a disfrutar con ellos. Yo los releeré, pero no es lo mismo que la primera vez.
      Leeré en breve Las edades de Lulú. A ver si me gusta más que la primera vez, que me gustó, pero creo que no le saqué todo el partido.
      Un beso.

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  10. Hola Rosa, bonito homenaje a la gran Almudena Grandes. Como comentamos aún sabiendo que estaba enferma pensaba que tenía un buen pronóstico y que podría recuperarse, ayer la noticia de su muerte fue un mazazo. Varias veces había comentado que Almudena Grandes era una de mis escritoras favoritas y que me encantaba como sus personajes acababan formando parte de una y al acabar sus novelas era como quedarse un poco desvalidas.
    La descubrí con un Atlas de geografía humana y aquellas cuatro mujeres se hicieron tan entrañables. Después con Los Aires difíciles me acabó de conquistar, después llegaría Malena y mas tarde Las edades de Lulú que quizás fue de las que menos me gustó. El corazón helado me encantó y cada uno de los Episodios dando voz a los que no la habían tenido.

    Es una triste noticia para las letras aunque somos afortunados de haberla tenido y haber disfrutado de ese mundo que ella sabía crear y transmitir.
    Descanse en paz.
    Un beso

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    1. Somos varios los lectores de Almudena Grandes a los que La edades de Lulú ha sido la novela que menos nos ha gustado. Puede que sea por la parte erótica, que no a todos nos atrae como género y, no obstante, va a ser la novela elegida para la relectura de la autora. Por ser la primera y porque creo que oculta muchas cosas que en su día no supe ver. espero que no me decepcione a mí misma con estas expectativas.
      Es cierto que sus personajes se te metían dentro y cuando terminabas sus novelas los echabas de menos. Cuánto la vamos a echar de menos a ella...
      Un beso.

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  11. A veces los obituarios no sirven sólo para ensalzar a los fallecidos, también para consolar a quienes los queríamos. Y eso es lo que me sucede a mí ante las palabras que dedicas a Almudena Grandes. ¡Se ha ido tan pronto, cuando tanto esperábamos todavía que dijera...! Te haremos caso, Rosa y “leeremos su última novela y nos conformaremos con releer las demás”. Quizás así atemperemos esa sensación de conversación inconclusa que nos ha traído su temprana muerte.
    Un abrazo de los fuertes

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    1. Es cierto. Con estas entradas en las que homenajeo a escritores que nos dejan soy yo la que siente consuelo. Es una forma de mantenerme con ellos, en su compañía, de atraparlos y retrasar su marcha.
      ¿Recuerdas? Su libro La madre de Frankenstein nos quedó pendiente en la tertulia. La pandemia nos impidió hablar sobre él y sobre la autora.
      Un fuerte abrazo y un beso para ti también.

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  12. A mi me ocurrió algo parecido con la muerte de Hening Mankel, a quien también le dediqué una entrada en mi blog Cuaderno de bitácora. Aun sabiendo de su enfermedad (en su último libro "Moriré, pero mi memoria sobrevivirá", ya hablaba de su cáncer terminal), no por ello lo sentí menos. Y es que cuando alguien (en este caso un escritor) te acompaña durante muchos años de tu vida lectora, su falta se ocnvieret en un agujero negro y sientes una pena especial al saber que ya no volverás a leer nada más de él, o de ella.
    De Almudena Grandes solo he leído cuatro obras, tres de ellas pertenecientes a Los episodios de una guerra interminable. Y fuiste precisamente tú quien me impulsó a leerla, desde que leí tu reseña sobre Los pacientes del doctor García.
    Si bien al principio me resultó una lectura densa y sus novelas extremadamente largas, para mi gusto, enseguida le cogí el tranquillo, como se dice familiarmente, del mismo modo que me ocurrió con uno de mis escritores catalanes favoritos, Jaume Cabré.
    Que en paz descanse, pues, esta gran autora. Aunque lla ya no esté, siempre permanecerá en la memoria de sus lectores y en la historia de la literarura española.
    Un beso.

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    1. Yo no sabía que Henning Mankell estuviera enfermo. Fue otro duro golpe. Él me empujó a leer series policíacas Su Wallander fue mi primer policía de una serie que fui siguiendo hasta verlo enfermo. Fue triste ver deteriorarse a Wallander, pero ver morir al autor fue más duro aún.
      Pero, por supuesto, el mayor golpe de todos los In Memoriam que he escrito (después de el de mi padre, por supuesto) ha sido este de Almudena Grandes. No me extraña que te empujara a leerla porque para mí es de lo mejor que hemos tenido en la literatura actual. Creo que tanto tú como yo, coincidimos mucho con su actitud vital, con su forma de ver la vida. Los tres en definitiva, somos de izquierdas, pero sin dogmas, sin sectarismos, sin intolerancias. Y eso creo que une mucho.
      Me gusta tanto que nunca he encontrado excesivas sus novelas. Hasta lo que podría sobrar, tiene mucho valor en las obras de Almudena Grandes.
      Durante treinta años ha sido una presencia constante en mi vida y es una presencia muy fuerte porque con sus libros se me ha metido en el alma cada vez. Será muy triste aprender a vivir sin esperar su nueva novela. Bueno, aún lo haremos una vez más.
      Un beso.

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  13. Le comentaba ahora mismo a Juan Carlos la pena tan grande que siento ante la pérdida de una de las más grandes autoras del panorama literario español. Ya veo que también la has disfrutado y seguido en su carrera. Yo leía sus artículos en El país y me gustaron mucho las adaptaciones cinematográficas de Las edades de Lulú y Malena es un nombre de tango.

    Un beso, Rosa.

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    1. No llegué yo a empatizar con la Malena de la película. Imagino que mi poca simpatía por Ariandna Gil tuvo la culpa. Sí que creo que con Las edades de Lulú y Bigas Luna estuvo muy acertado. Volveré a verla... en cuanto relea el libro, cosa que no creo que tarde en hacer.
      Ha sido doloroso y aún me cuesta quitarlo de la cabeza. El homenaje en el cementerio ha sido tan emotivo...
      Un beso.

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  14. Hola. Yo no entendía que la gente tuviera ese pesar por un artista en concreto. Hasta que se murió Leonard Cohen y me pasó a mí. Ahora muchas veces pienso en quién hará las pelis de Woody Allen cuando no esté, o quién contará las historias de Stephen King, ese tipo de creadores que son únicos y qie sabes que cuando se vayan ya no habrá más. Y de los que ya no están como Toni Morrison, vas dosificando para no llegar a la última. Así que te entiendo. A mí me gustaron muchísimo Los aires difíciles, creo que la que más. Lulú fue lo que tenía que ser, una novela de las que leías para demostrarte a ti lo mayor y (lo pava) que eras. El corazón helado también lo dejé porque el personaje me traicionó. Malena es hipnótica. Donde quiera que esté Almudena estará muy orgullosa de lectoras como tú y de haberse ganado un escrito como el que le has dedicado.
    Besos

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    1. Bueno, en mi caso la lectura de Las edades de Lulú ya no me pilló en edad de demostrar lo mayor que era. Con treinta años, era realmente mayor. Un poco pava sí que seguía siendo. Lo voy a releer porque intuyo que hay mucho escondido que no supe ver en aquel momento.
      Es que cuando un artista ha significado mucho para una, cuando se lo ha seguido en todas sus obras a lo largo de treinta años, ese artista puede llegar a sentirse más próximo que muchos conocidos o familiares a los que se ve poco o con los que se comparte poco. Almudena Grandes formaba parte de mi vida literaria y esa vida es muy importante para los que leemos mucho. Tú lo sabes.
      Ojalá pudiera creer que desde algún sitio ha tenido noticia de estas palabras que le he dedicado.
      Un beso.

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  15. Cuando un creador muere deja su creación que nos consuela; que la pérdida es menor si queda huella del que pasó, dejando un legado con su obra. Que descanse en paz Almudena grandes, que lo era no solo con su apellido.
    Recuerdo también que se nos fueron recientemente Carlos Ruíz zafón y Javier Reverte.
    Cuanto hemos perdido con semejantes pérdidas.
    Me uno a tu homenaje.
    Un abrazo.

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    1. Un poco sí consuela saber que nos quedan sus obras, pero pensar en las cosas que podría haber creado con unos cuantos años más de vida, transforma en rabia ese consuelo.
      Pequeño homenaje el que le dedicamos. Sentí que me faltaban palabras para escribir algo a la altura de su Grandeza.
      Un beso y

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  16. Querida Rosa:

    No tengo palabras para explicar cómo me ha emocionado tu entrada. Yo no he leído nunca a Almudena Grandes, mea culpa, pero comprendo perfectamente lo que te ha movido para escribir hoy así. Me uno a ti en el dolor por la pérdida de esta grande de las letras, que tantos admiradores ha dejado.

    Un abrazo grande y gracias por compartir tanto y tan verdadero sentimientro!!

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    1. Me alegro si he sabido transmitir parte del sentimiento que la pérdida de Almudena Grandes me ha provocado. No solo es una escritora a la que he seguido a lo largo de toda su obra durante tantos años, sino que además, me sentía muy identificada con su forma de ver el mundo y me parecía una mujer honesta y valiente que decía las cosas de una forma clara y sin complejos.
      Un beso.

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  17. Un precioso homenaje a una grande de la literatura, estoy segura que allá donde esté estará orgullosa de este homenaje y fíjate que cuando leí la noticia me acorde de ti.
    No he leído nada de Almudena Grandes porque a mis padres nos le gustaba y no había nada de ella en casa, de modo que no he tenido oportunidad pero lo haré sin duda que lo haré, eso si he visto las películas que se han hecho basadas en sus libros ya de mayor y he mirado el ebook para leerla alguna pero chari no me ha pasado ninguna.
    Es otro ejemplo de que a pesar de una dura enfermedad y con la espada Damocles encima sigues porque es la única forma de no venirte abajo e intentar vencer a la muerte y ejemplos como el de Almudena Grandes he vivido varios y eso la hace mas grande todavía.
    Un beso Rosa y mucho ánimo al menos nos queda el pensar que su obra quedará por siempre y además el consuelo de que nos dejo un regalo, su última novela.

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    1. No sé si estará en algún sitio desde el que pueda ser consciente de estas palabras que le dedico, pero lo que sí sé es que ella conocía el enorme aprecio de sus lectores. Decía que ellos eran los que le daban libertad. Decía exactamente: «Desde mi punto de vista, mis lectores son mi libertad. Yo escribo lo que me da la gana, porque mis lectores me sostienen. Si ellos me abandonaran, no podría escribir los libros que creo que tengo que escribir, tendría que ponerme a escribir los libros que otros creen que tengo que escribir. Son mis lectores y mis lectoras los que me hacen libre». Y yo me siento muy orgullosa de pertenecer a esos lectores que la permitía ser libre.
      Nos dejó de regalo su última novela y creo que sabía que lo era y la quiso dejar rematada por respeto y cariño a los lectores. Nunca se lo agradeceré bastante.
      Un beso.

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  18. A mi también me dió un vuelco el corazón cuando leí la noticia. Fue una mujer independiente y combativa. Se la va a echar de menos. Besos

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    1. Ya se la echa de menos, cada vez que se piensa que no está ya con nosotros. Habrá que acostumbrarse a su ausencia y releer sus libros para mantenerla presente.
      Un beso.

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  19. Hola.
    Yo he ido y venido con esta autora, y al final, como siempre ocurre, volví para quedarme. A mi madre le encantaba y a mí me gustaba mucho, la verdad. Cuando yo participaba en concursos literarios, en foros entendidos siempre decían que no participásemos si ella estaba en el jurado porque no era precisamente limpa e imparcial. Y yo le cogí manía, lo confieso. Pero leyendo tus reseñas, escuchando a mi madre y dejando a un lado tonterías, volvió a atraparme.
    Ayer leí la última columna del periódico, que ella envió el 23 de noviembre y aaunque era para publicar en diciembre delantaron su edición. Y al leerla he sentido que se va alguien especial. Coherente hasta el final, con esa ceremonia civil cantando La Internacional (estuve muy a punto de ponerla en el funeral de mi tío, al final elegí a Serrat y a Nuberu, y me han quedado dudas), rodeada de amigos y de gente a la que logró atrapar con sus letras. Fue muy triste ver a su marido depositando el poemario en la caja...
    Estoy deseando que saquen a la venta su último trabajo, qu eal parecer terminó in extremis.
    Preciosa entrada Rosa.
    Feliz semana.

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    1. Fue una ceremonia muy emotiva para los que compartimos una forma de ver la vida, un ansia de justicia histórica y poética de la que nos hemos visto despojado, primero por el miedo y la represión y ahora con la monserga de que no hay que abrir heridas. Cuando una herida se cierra en falso e infectada, se gangrena, y creo que eso es lo que pasa en España, hemos cerrados en falso tantas heridas que el país está gangrenado. Hay que pasar página, pero hay que leerla primero. Ella se empeñó en desinfectar la herida y en leer todas las páginas de la historia y por eso, hay gente que la odiaba y se han leído algunas cosas muy dolorosas estos días en las redes para los que la queríamos.
      Me alegro de que volvieras a ella para quedarte. Y me alegro de que te haya gustado la entrada. Sirva de homenaje también para todos los que quieren y querían a Almudena Grandes, tu madre entre ellos.
      Un beso.

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  20. Dices bien, se "nos" ha muerto Almudena, una GRANDE.
    De ella me he leído todo, o casi todo, es una de mis escritores preferidos, y con ella ha muerto sus futuras letras que nunca podremos leer. ¡Menos mal que un pedazo muy grande de ella, la conservamos en nuestras librería y nuestras memorias todos los que la leíamos y admirábamos!
    Tu artículo-homenaje a Almudena me ha emocionado mucho, Rosa.

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    1. Tan solo he dejado de leer sus recopilaciones de artículos. No suelo leerlos de ningún escritor. Pero sus novelas y relatos han pasado todos por mi mano. Y creo que volverán a pasar porque siento necesidad de leerla para mantenerla presente. ha sido un duro golpe, pero nadie, por GRANDE que sea, está libre de estas cosas de la muerte.
      Un beso.

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  21. Con una entrada tan sentida como esta casi estoy por darte el pésame, Rosa.
    Precisamente vengo de comentarle a Juan Carlos lo tocados que nos ha dejado a todos la muerte de Almudena Grandes, por supuesto por su calidad literaria y por el sentimiento de orfandad que deja en tantos lectores, pero, principalmente, por lo joven que era para irse y por lo inesperado de esa marcha, a pesar de saberse de su enfermedad.
    Como ya te he comentado en otras entradas tuyas sobre la escritora, solo he leído de ella Malena es un nombre de tango. Hace ya muchísimos años de eso, pero el tiempo, que es el mejor juez, ha juzgado muy favorablemente esa novela. Ha sido una autora injustamente postergada por mí una y otra vez. Supongo que el mejor homenaje que puedo hacerle es remediar esa injusticia.
    Un abrazo

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    1. Además creo que disfrutarás enormemente de ese homenaje.
      Creo que todos sus lectores, los futuros también, estamos de duelo.
      Yo la voy a homenajear releyéndola poco a poco.
      Ha sido todo un palo por lo temprano, dada su edad, y por lo inesperado.
      Un beso.

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  22. Hola, Rosa.
    Confieso no haber leído aún ninguna obra de Almudena, pero leyendo tu sentido artículo y los comentarios de tus lectores que sí han leído obras suyas, como que me he animado a leer algo suyo. De momento, ya he podido conseguir "Las edades de Lulú" y "Malena es un nombre de Tango". Creo que empezaré por la segunda, a ver qué tal la experiencia.

    Tu artículo, por cierto, me ha parecido hermoso.

    Un abrazo, Rosa.

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    1. Pues ojalá disfrutes con Malena y te enganche a la literatura de la autora como me enganchó a mí. Disfruto tanto leyendo sus libros que es algo que deseo a todos mis amigos lectores.
      Un beso.

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  23. Hola Rosa, yo también me lleve una sorpresa y un disgusto cuando me enteré de la muerte de Almudena, porque pensé que iba a superar el cáncer. De sus libros los he leído casi todos, me queda terminar Los episodios de una guerra interminable, que sólo leí los tres primeros, así que aún me quedan otros tres, y la relectura siempre, que hay algunos que sólo he leído Una vez. Besos.

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    1. Yo pienso releer hasta los que he leído dos veces. Bueno, esa es mi idea. Luego vienen tantas cosas que igual no cumplo.
      Los episodios los he ido devorando a medida que salían. Son tan buenos...
      Una pena y hay que agradecerle que se empeñara en dejar el último rematado y para publicar. Todo un detalle por su parte.
      Un beso.

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  24. ¡Hola, Rosa! Una entrada que seguramente muchos no hubiéramos querido leer. Se nos ha ido una grande de verdad, y no solo por su apellido. Escritores hay muchos, maravillosos escritores no tantos, pero Personalidades literarias se cuentan con los dedos de una mano. Escritores con voz propia, nacidos en la Literatura pero que su carisma logra traspasar esos límites y llegar a la sociedad en general. Gala, Terenci Moix, Cela, Delibes, un largo elenco de autores por los que te pasarías horas esperando su firma en cualquier Sant Jordi a los que se une ahora Almudena Grandes. Una pérdida irreparable, aunque siempre nos quedará su obra para recordarla. Un abrazo!

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    1. Todos eso que nombras son también grandes de la literatura, pero con ninguno, salvo con Delibes en una época muy temprana, me llegué a sentir tan unida literariamente hablando. Además todos, salvo Moix, que creo recordar que lo hizo también prematuramente, murieron ya mayores, de hecho, Gala aún no ha muerto ¿no? (a ver si ha muerto y no me he enterado...)
      Sea como sea, son noticias que nos dejan el corazón helado y vuelven más difíciles los aires que se respiran.
      Un beso.

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  25. Tengo entendido que lo que va a publicar Tusquets es una novela de distopía que tenía ya acabada, pero que el último de los Episodios de una Guerra interminable no lo había ni siquiera empezado, que le había contado a su editor cómo iba a encajar muchos personajes de las obras anteriores para darles un cuerpo único, pero que solo estaba en su cabeza. Qué rabia que la muerte nos la haya arrebatado.
    Al igual que a ti, Malena es un nombre de tango, me enganchó porque ahí me vi reflejada a pesar de no tener muchas cosas en común con el entorno en que la prota vivía (no he tenido un chalé en la sierra nunca, ni el estatus de Malena en la adolescencia), pero creo que los que somos de la generación de Almudena (yo soy algo más joven, pero poco) nos vimos descritos en sus libros porque, queriéndolo o no, también se reflejaba ella misma.
    Un beso.

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    1. Tienes toda la razón, Paloma. Me acabo de enterar y me he llevado otro disgusto.
      Cuando escribí la entrada y después, busqué información, y si al principio no estaba claro cuál iba a ser esa novela póstuma, enseguida empecé a leer cosas en el sentido de que era Mariano en el Bidasoa, ninguna publicación lo desmentía, así es que lo di por cierto. Ahora, justo antes de ver tu comentario, acabo de leer que no es así. La verdad es que hace unos días que no me apetece leer nada sobre el tema porque se ha inundado la Red y ya parece que lo que pasa es que como vende...
      A mí con Malena me pasa exactamente lo mismo que a ti. No me siento identificada por cuanto mi familia no era de esa clase privilegiada. En ese aspecto, nada más dispar que ella y yo, pero en otras muchas cosas... Creo que el acierto de Almudena Grandes fue crear un personaje en el que casi todas, unas por unas cosas y otras por otras, nos íbamos a identificar.
      Un beso.

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  26. Hola Rosa, un justo y bonito homenaje a esta gran escritora. A mis padres y a mi nos gustaba. Había oído algo que de salud estaba delicada ¡Maldito sea el cáncer!
    Con retraso vengo, mis disculpas. Me he despistado creí que ya lo había hecho....
    Bueno, en estos días que vienen te deseo que los pases muy felices con los tuyos y que el año 2022 te depare bienestar, logros y suertes.

    Te dejo un fuerte abrazo.

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