"Desde Rusia con amor" Ian Fleming
Con esta reseña colaboro con el concurso de relatos correspondiente a junio, de El tintero de oro dedicado a "Desde Rusia, con amor" de Ian Fleming. La reseña no participa en el concurso. Tan solo pretende contribuir al homenaje que a la obra y al autor rinde El tintero de oro en este mes de junio.
Podría ser un ahogado acabado de rescatar de la piscina y tendido sobre la hierba para que se secara mientras llamaban a la policía o a sus familiares. Incluso los objetos del pequeño montón que había en la hierba, junto a su cabeza, podrían haber sido los efectos personales del hombre, cuidadosamente reunidos a plena vista de modo que nadie pensara que sus rescatadores habían robado algo.
Si se juzgaba por el brillante montón, aquél era, o había sido, un hombre rico. En él se encontraban los típicos distintivos de los miembros de la clase adinerada».
Sí, un buen fajo de billetes de banco, encendedor, pitillera y reloj, todo de oro y de buena marca. Aquel hombre era rico y no estaba muerto. Descansaba en su preciosa mansión de la costa de Crimea esperando a que llegara su masajista particular. Pero ese día, 10 de junio a las 2:30 de la tarde, el masaje va a quedar incompleto. Una llamada lo interrumpe. Una llamada insoslayable que aquel hombre, musculado y de ojos azul pálido empañados por una ausencia de expresión que los volvía fríos como solo es frío lo que carece de alma, no podía eludir. Aquel hombre «era Donovan Grant, o Grant "el Rojo". Sin embargo, durante los últimos diez años, había sido Krassno Granitski, con el nombre clave de "Granit".
Era el jefe ejecutor de SMERSH, el aparato asesino del MGB, y en este momento estaba recibiendo instrucciones por la línea directa del MGB, en Moscú».
Grant es en realidad de origen irlandés y la historia de cómo llegó a ser asimilado por SMERSH es un relato tan apasionante que no echamos de menos al que se supone protagonista de la novela, James Bond, y que no aparece hasta la segunda parte del libro, cuando ya llevamos leído más de un tercio del mismo.
«En la URSS hay que llevar a cabo una gran cantidad de asesinatos, no porque el ruso medio sea un ser cruel, aunque algunas de sus etnias se encuentran entre los pueblos más crueles del mundo, sino como un instrumento de política gubernamental. Las personas que actúan en contra del Estado son enemigos del Estado, y el Estado no tiene espacio para los enemigos. Hay demasiado que hacer para dedicarles una parte del precioso tiempo y, si se convierten en una molestia persistente, acaban muertos. En un país con una población de 200.000.000 de habitantes, uno puede matar a varios miles de ellos sin echarlos en falta. Si, como sucedió durante las dos purgas más grandes, había que matar a un millón de personas en un año, tampoco eso constituía una pérdida grave. El problema serio era la escasez de verdugos. Los verdugos tienen una «vida» corta. Se cansan del trabajo. El alma enferma a causa del mismo. Después de diez, veinte, cien estertores de muerte, el ser humano, por subhumano que pueda ser, adquiere, tal vez por osmosis con la muerte misma, un germen de muerte que entra en su cuerpo y lo devora como un cancro. Se apoderan de él la melancolía y la bebida, y una horrenda lasitud que nubla los ojos, ralentiza los movimientos y destruye la precisión. Cuando el jefe ve estos signos, no le queda otra alternativa que la de ejecutar al verdugo y buscar otro».
Muchos años después de ser reclutado, Granitski se ha convertido en el jefe ejecutor, el asesino más letal del MGB, el servicio secreto soviético predecesor del KGB. Ahora tendrá que volar a Moscú y allí le será encomendada una misión, asesinar a James Bond. El servicio secreto ha perdido en los últimos tiempos muchos efectivos que se han pasado a Occidente o han sido capturados. Necesita un golpe de efecto que haga que sus agentes se ilusionen de nuevo y no sientan tentaciones de desertar. Además desea causar un perjuicio severo y humillante al enemigo. El objetivo que se les ocurre se llama Bond, James Bond, porque «Los espías ingleses que hemos capturado hablan maravillas de este hombre. No cabe duda de que es muy admirado dentro del servicio secreto. Se dice de él que es un lobo solitario, pero un lobo muy apuesto».
Pero Granitski, el asesino, no será el único implicado en el caso. Se necesita un cebo para llevar a Bond a donde se le necesita y ningún cebo mejor que una mujer hermosa. Esta será Tatiana Romanova, cabo de Seguridad del Estado, una joven de veinticuatro años a la que le parece que la misión le queda grande y más cuando le comunican que la misma supondrá su ascenso a capitán. «La misión para la que ha sido escogida es sencilla y placentera, camarada cabo… un auténtico trabajo de amor, como decimos nosotros. Es cuestión de enamorarse. Eso es todo. Nada más. Sólo enamorarse de este hombre». Lo único que no le dicen a Tatiana es que el objetivo final es terminar con ese hombre al que debe enamorar.
Preparado el cebo y el asesino, entra en escena Bond y comienza una historia que no da tregua al lector. Comienza en Estambul, continúa en el Orient Express y termina en París, igual que el recorrido del mítico tren. Las muertes se suceden a lo largo del recorrido, al igual que en las estaciones de origen y fin. Habrá amor y traición, amistad y lealtad, giros inesperados, personajes siniestros como Rosa Klebb, escenas sobrecogedoras... El propio final es inesperado y deja al lector con la boca abierta, pero de eso no se puede hablar. Hay que leer la novela.
Ian Fleming |
Desde Rusia con amor es la quinta entrega de la serie de James Bond. Lo poco que me gustan las películas de la serie (cosa tal vez injusta porque creo que nunca he terminado de ver una) ha hecho que jamás se me haya ocurrido acercarme a los libros. Y eso que el género de espías me gusta mucho. Lo he leído sobre todo en la pluma de John Le Carré y de Graham Greene. Lo he leído también, recientemente, en dos novelas de Pablo Zarrabeitia y en una de Jon Vendon que tienen como protagonistas a agentes del CNI. Acercarme a la literatura de Ian Fleming ha sido toda una experiencia inesperada y muy grata. Tal vez la trama sea algo más ligera que las de Le Carré o Greene, pero, por lo que recuerdo, es mucho más interesante y con muchos más matices que las de las películas (o los fragmentos de ellas que he visto).
La novela está escrita en 1957, en plena Guerra Fría. Los prejuicios que sobre el mundo del otro lado del Telón de Acero había en occidente quedan aquí perfectamente reflejados y sirven para la propaganda de occidente. No sé si el autor los compartía o si tan solo son adjudicables a su personaje. «[...] estoy muy de acuerdo con usted por lo que respecta a los rusos. Sencillamente no entienden el lenguaje de la zanahoria. Sólo el palo logra algún efecto. Son básicamente masoquistas. Adoran el azote. Por eso eran tan felices bajo Stalin. El les daba azote. No estoy seguro de cómo van a reaccionar ante los trozos de zanahoria que les están dando Kruschov y compañía».
Tras haber leído esta novela tendré que seguir con la siguiente, Dr No, porque el final de Desde Rusia, con amor, creo que así lo exige.
Título del libro: Desde Rusia con amor
Autor: Ian Fleming
Nacionalidad: Reino Unido
Título original: From Russia, with love
Nacionalidad: Reino Unido
Título original: From Russia, with love
Traducción: Diana Falcón
Editorial: RBA
Año de publicación: 1998
Año de publicación original: 1957
Nº de páginas: 234
¡Hola, Rosa! Fantástica reseña que una vez más nos regalas para la edición de El Tintero de Oro. No hace mucho te comenté que el género de espías creo que pronto tendrá una nueva época dorada. Leer cómo esta novela retrata a la URSS se diferencia muy poco de lo que hoy día vemos en los informativos. Vivimos una nueva Guerra Fría y la propaganda es la reina de los contenidos informativos.
ResponderEliminarReconozco que con este autor me ha pasado lo mismo que a ti. Me acerqué al personaje a través de sus películas y cuando eso sucede parece que da un poco de modorra leer la novela. Y de las películas la que guardo mejor recuerdo es de esta, quizá tuvo mucho que ver la preciosa canción cantada por Matt Monroe que es de esas que cuando la escucho me paso todo el día tarareándola. Un abrazo!!
Estamos viviendo una situación en la que los servicios de Inteligencia de los distintos países tienen que estar echando chispas. Esperemos que algún día nos lo cuenten en novela.
EliminarCreo que buscaré la película para verla porque la verdad es que nunca he visto una entera. A mi padre le gustaban y alguna vez le pillé viendo alguna en la tele y me quedé un rato, pero enseguida me aburrí. Creo que el toque que se le ha dado en el cine es muy frívolo, chicas guapísimas, mucho lujo y glamour, mucho efecto especial... Prefiero las historias con menos espectáculo y más contenido. Y he visto que el libro es justamente así. Me ha encantado como está escrito.
Lo dicho, buscaré la peli y así me entero de esa canción de Matt Monroe que tanto te gusta. Y disfruto con Sean Connery que tanto me gusta a mí.
Un beso.
Otra estupenda aportación para esta edición de El Tintero tan cinematográfica e icónica. Yo he visto casi todas las pelis y sin embargo tengo como asignatura pendiente tanto reseñar o retro reseñar alguna. cómo leer al autor. Lógicamente, como dices, hay que afrontar la novela con los códigos de los años cincuenta y con la dosis de propaganda que se estilaba. Pero desde luego que si te ha conseguido enganchar y picar para la siguiente entrega (de la época) eso dice del poder de persuasión del escritor. Besos, Rosa, y buen fin de semana.
ResponderEliminarImagino que ya sabes cómo termina Desde Rusia con amor. Imposible no saber los derroteros que sigue en el futuro. Aunque ahora que lo pienso, puede que la película no termine igual.
EliminarSea como sea, me ha sorprendido la forma de escribir de Ian Fleming y la profundidad que da a sus personajes. Nada que ver con lo poco que recuerdo de los trozos de películas que he visto.
Un beso.
Nunca me he planteado leer estas novelas, porque las pelis precisamente no son santo de mi devoción. El tema espías además me cuesta, lo reconozco. Pero se nota tanto que lo has disfrutado que me picas la curiosidad. Pero no sé si terminaré animándome.
ResponderEliminarBesotes!!!
Pues te pasa lo mismo que me pasaba a mí, pero nada que ver. También es cierto que el tema de los espías me gusta mucho, sobre todo en literatura.
EliminarUn beso.
Hola, Rosa. Sí, es una historia muy entretenida que hay que leer sin perder de vista el momento en que fue escrita. Creo que a ti te ha gustado más que a mí, aunque es cierto que yo no soy una gran lectora del género de espías. No me ha parecido que resista bien del todo el paso del tiempo, hay que tener muy presente siempre el contexto de los años cincuenta y pasar de puntillas por determinadas situaciones. En cualquier caso, tu reseña es fantástica, un gran aporte para El Tintero. Un beso y buen fin de semana.
ResponderEliminarLa época de oro para el género de espías fue la Guerra Fría y creo que las mejores novelas se escribieron en esos años. Lógicamente suelen ser un tanto propagandísticas y mostrar todos los prejuicios de la época hacia el bloque soviético, así como bastante machismo, pero como me gusta el género, sin llegar a la calidad de Le Carre o Greene, me ha sorprendido para bien. Con el machismo que destilan las películas, esperaba que fuera peor.
EliminarUn beso.
He visto, si no todas, una gran parte de las películas de James Bond y lo único que han coseguido es distraerme, que no está mal, pero jamás he leído las novelas de Ian Fleming en las que se han basado. Suponía que la lectura podía ser más grata que la visión del film y tu entrada me lo ha confirmado. Solo con leer esos párrafos que han reproducido he podido constatarlo.
ResponderEliminarUn beso.
Lo que más me ha sorprendido es lo bien que escribe Ian Fleming y los personajes tan curiosos que trae y la minuciosidad con que los describe. Claro, todo eso en las películas no aparece, por lo que he visto, que es muy poco.
EliminarEstas novelas son muy entretenidas, pero creo que tienen mucha más enjundia que las películas, a pesar de los vicios de la época que las acompañan. Al menos a esta primera y única que he leído.
Un beso.
Hola, Rosa. Como ya le dije a Marta Navarro en su blog, estaba deseando leer alguna reseña sobre esta novela. Yo justamente terminé su lectura ayer y debo decir que le di 3 estrellas en GoodReads porque el final le subió puntos, si no se hubiera quedado solo con 2 estrellas equivalentes a un «estuvo bien».
ResponderEliminarY me explico. Sí que tiene un comienzo espectacular, ese que has reproducido al principio, pero va seguido de unas cien páginas de auténtico coñazo (perdón por la expresión pero no hay otra manera de definirlo para mi gusto) de definión exhaustiva de todas las instituciones rusas que forman parte de sus servicios de inteligencia y de control del comportamiento de la población y que me hicieron muy cuesta arriba seguir leyendo. Me interesaron hasta cierto punto por lo parecidas a las actuales, y es que parece que Rusia siga anclada en la Guerre Fría por los siglos de los siglos. Otra cosa que me disgustó profundamente y me pareció muy anticuada (incluso para el momento en que fue escrita la obra) es la manera de describir a los personajes con todo lujo de detalles en extensos y cansinos párrafos que conseguían sacarme de la trama. Además, y no sé si será debido a una mala traducción, los párrafos descriptivos adolecían de exceso de adjetivación, en algunos casos creo haber contado tres adjetivos para una misma cosa puestos unos detrás de otros; algo que no me ha gustado nada.
Como positivo he encontrado que quitando todo lo dicho anteriormente, cuando al fin ha entrado en acción Bond, se me ha hecho de lectura fácil. Tiene algunos párrafos buenos y un final para echar cohetes y, como tú dices, para seguir leyendo más entregas (algo que yo no haré).
En fin, como resumen, y a mí sí me gusta bastante el género, me ha parecido una novela anticuada, con un nivel de escritura irregular, una trama infantiloide, simplista y demasiado enfocada al público masculino. Me parece increíble que Fleming haya sido espía. Fíjate que me han gustado más las pelis, con eso te lo digo todo. He echado de menos la elegancia de Bond en ellas, su infalibilidad, los maravillosos artilugios que le fabricaban y hasta los bólidos que conducía.
Sí que comprendo todo lo bueno que tú le has encontrado aunque no lo comparta y me ha gustado saberlo, pero hoy sé que ni Fleming ni Bond son para mí. Una excelente reseña, así como las citas escogidas, ya marca de la casa y de tu buen hacer.
Un beso.
Yo también le di tres estrellas, aunque puede que no tengamos el mismo criterio. Yo doy tres estrellas a la mayoría de los libros que leo. Cinco no doy a casi nadie. Las reservo para las obras maestras al ser la máxima puntuación. A las que me gustan mucho sin llegar a obras maestras les doy cuatro y por eso la mayoría se quedan con tres. Si pudiera dar tres y media o cuatro y media...
EliminarNo me molestó que empleara descripciones largas y con muchos detalles porque creo que Ian Fleming escribe muy bien y la verdad es que he disfrutado de esas descripciones. Me encantó el inicio y me encantó toda la parte hasta que sale Bond. A partir de ahí, la trama se vuelve más trepidante y entretenida, pero creo que la primera parte me interesó más por todas esas cosas que cuenta y que a ti te aburrieron. Puede que mi edad y el haber vivido d emás adulta la Guerra fría de los setenta y ochenta, haga que me interese más cómo funcionaban todo aquello.
Ja, ja. Veo que en lo único que estamos de acuerdo es en ese final que la deja a una pendiente de lo que puede seguir, aunque veo que a ti, ni por esas. Bueno, no siempre se tiene por qué estar de acuerdo.
Un beso.
A ver, creo que el tema de la 'valoración' —prefiero esa denominación a 'puntuación' que tiene otras connotaciones— genera mucha confusión y dudas. Yo sigo al pie de la letra el significado de cada estrella en GR —es su plataforma, son sus reglas— y es la siguiente: No me gustó [1estrella], Estuvo bien [2 estrellas], Me gustó [3 estrellas], Me gustó mucho [4 estrellas] y ¡Fue alucinante! [5 estrellas]. Es algo así como la impresión subjetiva que te produce un libro cuando lo terminas y no una puntuación acerca de su calidad en plan profesional u objetivo, o como si le dieras un aprobado o un suspenso, en plan examen. No creo que el concepto aplicable vaya de obra maestra a mala. Eso sería meterse en unos baremos para los cuales la mayoría de lectores de la plataforma no tenemos ni conocimientos ni autoridad, creo yo.
EliminarEsta plataforma estudia solo si el libro gusta más o menos para aplicarlo a las ventas. Un 5 estrellas no ha de ser por fuerza una obra maestra, sino una que a ti particularmente te haya gustado en un grado superlativo, independientemente de su sobresaliente o no calidad literaria. Creo que eso es otra cosa. En ese sentido a mí esta novela me pareció que estuvo bien, pero ese final le dio un plus e hizo que me gustara a secas, a pesar de todos los defectos que le encuentro, que son bastantes.
Aunque creo que mucha gente sigue tu criterio y por eso se explica que una reseña hable maravillas y tenga solo 2 o 3 estrellas, algo que nunca entendí, si nos ajustamos al significado de éstas en GoodReads.
Un beso.
La verdad es que no sabía que había reglas para aplicar las estrellas. Yo llevo mucho tiempo con cuenta en GR, pero hasta el año pasado no me lo ha tomado más en serio. No sé si esa forma de poner estrellas me gusta. Sea como sea, no puedo comparar ciertas cosas y poner cinco estrellas a novelas muy dispares en calidad.. En fin, tampoco quiero producir confusión. Igual dejo de puntuar y hasta de usar la Red.
EliminarUn beso.
Le tengo mucha manía a las películas de James Bond. Sé que es un prejuicio por mi parte, pues, aunque yo no me atrevo a afirmar que no haya visto ninguna entera (probablemente alguna haya visto hasta el final cuando las pasaban por la tele siendo niña o adolescente), sí puedo decir que a ninguna le he prestado plena atención. Me aburren y me parecen todas iguales. Tampoco es que esté muy por la labor de conocer al James Bond original de las novelas. Me ha sorprendido, eso sí, que en esta novela no aparezca hasta bien avanzada la trama. En fin, Rosa, que esta vez, para inmensa alegría de mi lista de pendientes, no me tientas. Pero me alegra saber que para ti esta lectura ha sido un grato descubrimiento.
ResponderEliminarBesos
Veo que nuestra idea de las películas de James Bond es más o menos la misma. Nunca me hubiera acercado a las novelas de no ser por El Tintero de Oro, pero hasta me gustó ese acicate para hacerlo. Ese inicio en el que Bond aún no sale y que está todo ambientado en Rusia, es muy bueno. A mí también me sorprendió que tardara tanto en salir, pero me estaba gustando tanto esa parte que tampoco lo eché de menos.
EliminarEntiendo que no te tiente y, sobre todo, entiendo la alegría y el alivio de tu lista de pendientes.
Un beso.
¡Hola Rosa!
ResponderEliminarpues yo te cuento que, como Lorena (he leído su comentario arriba), le tengo enorme manía a todo lo relacionado con James Bond y eso que a mi marido le encantan sus películas, creo que las vio todas, incluso mas de una vez (te diría que yo, hasta odio ese personaje). Como tú, creo que nunca terminé de ver una de las películas (quizás sí alguna en el cine, arrastrada inevitablemente por mi cónyuge, jeje), me aburren tanto..., y no me suscitan para nada ningún interés y eso que en el cine y series (me enganché y disfruté totalmente con Homeland) sí me gusta el tema "espías", como ya te conté, en libros no.
Al principio de leerte pensé que estabas compartiendo un relato tuyo que no participaba del concurso, pero ya vi que participas con esa otra modalidad que es reseñar el libro y veo que lo disfrutaste y que vas a seguir con la saga, me alegra. Me pareció curioso saber que el autor fue espía también, lo desconocía
Yo, por mi parte esta vez no me llevo tu propuesta, seguro que ya lo sabías.
Un beso
No sé si puede llamarse seguir con la serie. Solo pretendo leer la sexta parte que es la siguiente para ver cómo continúa porque el g¡final de ésta te deja un tanto intrigada.
EliminarVi algunas temporadas de Homeland con mucho gusto. Sobre todo la primera, pero luego la alargaron tanto que me terminó aburriendo.
Entiendo que no te animes con este libro. Yo nunca lo hubiera hecho de no ser por la iniciativa de El Tintero. Me ha alegrado, no obstante, conocer a Ian Fleming. Su james Bond es mucho más humano y vulnerable que lo que recuerdo de lo que he visto en películas.
Un beso.
No sé hasta donde viste Homeland, y es verdad que cuando desaparece el pelirrojo, la historia parece otra, pero si te falta poco te recomiendo que la acabes, porque es el mejor final de una serie que he visto.
Eliminarabrazoo
Pues me tientas mucho porque un buen final siempre gusta. Lo malo es que ya no recuerdo en qué temporada me quedé y verlas todas otra vez... Igual trato de averiguar por dónde andaba. Mi final favorito de serie, por ahora, es el de Shameless. Me pareció una maravilla.
EliminarGracias por la información.
Un beso.
Hola Rosa!! Muy buena sugerencia lectora, no lo conocía y no me importaría darle una oportunidad. Tomo nota. ¡Genial reseña y gracias por tu recomendación! Besos!!
ResponderEliminarPues seguro que te gusta. Es muy entretenido y tiene cosas interesantes.
EliminarUn beso.
Hola, Rosa. Las pelis de James Bond no son mi fuerte, he visto algunas, sobre todo de las últimas. La última me pareció marítima y encima destrozan al personaje de James Bond.
ResponderEliminarTambién me gusta John Le Carré, en especial El jardinero fiel y El sastre de Panamá que leí antes de que hicieran pelis.
La verdad es que aunque me gustan mucho las historias de espías no me termina de convencer el señor Fleming. Creo que esta no entra en la lista.
Besos
Las pelis a mí tampoco me gustan y creo que nunca hubiera leído una novela de no ser por El Tintero, aunque alguna vez me había entrado el gusanillo. Pero me he alegrado de hacerlo. La verdad es que no me ha gustado tanto como Le Carré o Graham Greene, pero es bueno, es mucho mejor de lo que pensaba y escribe muy bien. Como les he dicho a Lorena y a Marian más arriba, entiendo que no lo apuntes. hay que dejar descansar las listas de los atracones habituales.
EliminarUn beso.
De novelas de espía, John Le Carré se lleva la palma, en mi opinión. Creo que he visto todas las películas de James Bond protagonizadas por Sean Connery, algunas más de una vez. En general me parecen buenas, algo envejecidas, pero buenas. No he leído nada de Ian Fleming, veo que el orden de sus novelas no es el mismo que siguen las películas, puesto que la primera de la serie era Dr. No.
ResponderEliminarAbrazos.
No he visto las películas más que algún trozo que me hizo imposible seguir. Ayer mismo empecé a ver Desde Rusia con amor y la dejé a medias. Creo que la comparación con la novela es desastrosa para la película ya desde la primera escena. Por lo que he visto de la serie de Bond, esta novela es la quinta y luego hay una, también de 1957, que se titularía, traduciendo, Los contrabandistas de diamantes, pero no he visto que haya traducción al español. La siguiente ya es Dr No.
EliminarUn abrazo.
Hola.
ResponderEliminarPues nunca he leído las novelas de Ian Fleming, solo he visto las pelis.
Muy feliz día y me parece una aportación genial para los bonitos homenajes del tintero.
Pues si te animas creo que pensarás como yo que, en este caso, las adaptaciones sí que pierden mucho respecto a la obra original.
EliminarUn beso.
Buenas tardes, Rosa.
ResponderEliminarNo deja de sorprenderme la versatilidad narrativa que demuestras con cada nuevo relato corto que publicas. Mi más enhorabuena!!
Por otro lado, te animo a que leas a Ian Fleming, vas a ver que es un imprescindible del género. Eso sí, yo no soy imparcial, porque las adaptaciones siempre me han gustado (unas más que otras).
Un beso, y enhorabuena nuevamente!!
No comparto tu gusto por la películas de James Bond. Anoche intenté ver Desde Rusia con amor y fui incapaz. La novela me ha gustado, pero creo que la película prescinde de lo mejor del libro y se queda en el puro espectáculo. Ja, ja, no me hubiera imaginado que te gustaran esas películas. Tú tampoco dejas de sorprenderme. Se ve que ambas tenemos un gran espectro de gustos e intereses.
EliminarUn beso.
Hola Rosa, nunca me he atrevido con las novelas de este autor porque las películas que he visto de sus novelas no me han convencido.Y eso que el tema de los espías siempre me han gustado y he leído a varios autores, LeCarre, Graham Greene, Robert Lunlum... Tal vez debería dejar atrás mis prejuicios, e intentarlo.A veces autores que no nos llaman en principio terminan sorprendiéndonos. Besos.
ResponderEliminarYo tampoco soy nada fan de las películas y anoche mismo, como cuento más arriba, intenté ver una y la dejé a medias, pero esta novela me ha atrapado desde el principio. Lo más interesante es cuando Bond aún no ha salido, aunque el resto también lo es. Está muy bien escrita y sin ser Le Carré o Greene, merece la pena.
EliminarUn beso.
Pues yo tampoco tenía mucho interés ni en las novelas ni en las pelis ( me pillo en mi juventud, cuando me aficionada sl cine, la serie de Roger moore, seguramente el peor), pero el primer párrafo que has escogido me ha picado la curiosidad, el del verdugo me ha encantado y el de la zanahoria me ha decidido.
ResponderEliminarEstaba leyendo Ulises por una apuesta entre amigos, ( y eso que ya llevo 1 capitulo), pero lo voy a aplazar.
Gracias y abrazo fuerte
Ulises he intentado leerlo dos veces y las dos lo he abandonado. Me queda dentro una espinita, pero hay muchas cosas muy buenas para leer y no hay que forzar demasiado las cosas.
EliminarLa película Desde Rusia con amor, he sido incapaz de verla tras intentarlo después de leer el libro, pero la novela, como ves por las citas, tiene muchos matices, está muy bien escrita y es una novela que sorprende a los que no somos fans del personaje fílmico.
Un beso.
Hola, Rosa. Has analizado perfectamente la novela en la que se basa este reto. Y has comentado una cosa que para mí hace especial la obra de Fleming: todos los personajes sean o no secundarios, tienen una historia propia digna de contar.
ResponderEliminarSi leemos la novela entendiendo el momento en que fue escrita podremos disfrutar de ella pues es rápida y sin mucha profundidad, algo de lo que "peca" el trabajo de Le Carré. Tiene escenas y diálogos censurables, por supuesto, y por ello debemos analizarla y aprender de nuestros antiguos errores.
Gracias por completar mi trabajo.
Un abrazo enorme!!
Me alegro de que te haya gustado la reseña. Yo sigo prefiriendo a Le Carre, pero he de reconocer que Ian Fleming me ha ganado para su causa escrita. Las películas siguen sin atraerme, pero las novelas, al menos ésta, me parecen muy superiores. Hay que saber ponerlas en su contexto, por supuesto,. Juzgar todo con la visión actual es tan fácil como torpe.
EliminarUn beso.
¡Hola, Rosa!
ResponderEliminarSiento cierta curiosidad por el escritor que inventó a James Bond, pero no creo que me lea estos libros, la verdad es que tiempo no me sobra y prefiero dedicarlo a lecturas que llaman más mi atención.
Sí he visto algunas pelis, es el género que suele gustarle a mi marido :)
Gracias por hablarnos de "Desde Rusia con amor", me alegra saber que lo has disfrutado, espero que el sexto libro también sea de tu total agrado.
Abrazos.
Te entiendo perfectamente. Yo no me hubiera acercado a Ian Fleming de no haber sido por el reto de El Tintero de oro y porque tenía cierta curiosidad por ver como era James Bond en novela. La verdad es que ha resultado una experiencia muy positiva. El libro es mucho más interesante que la película, que intenté ver la otra noche y dejé a medias. Hay mucha acción, pero aún hay más reflexión, análisis, crítica. En fin, que tiene poco que ver con el Bond de película. Si quiero leer la siguiente entrega de la serie es porque tal y como termina ésta (nada que ver con el final de la película por lo que me ha contado mi marido que sí la vio entera) me queda mucha curiosidad por ver cómo continúa la historia. Pero a ver cuándo me animo.
EliminarUn beso.
Hola Rosa. Una reseña muy profesional, como de costumbre, que nos introduce en las entrañas de la novela señalando su línea argumental pero sin desvelarnos nada que no debamos conocer por adelantado. La época de la guerra fría es muy atractiva para este género por la desconfianza que había entre ambos bloques y ha dado lugar a buenas historias de espías. Quizás la novela peca en exceso de maniquea, lo cual siempre es un error en literatura pues aunque en esta se permiten ciertas licencias, no deja de retratarse el mundo real y en este no hay nunca una línea divisoria clara entre buenos y malos. Esa visión tan de la época desde un punto de vista occidental lleva a Fleming a incurrir en algún error histórico, eso del millón de muertos por ejemplo no tenía base documental cuando se publicó y es hoy en día un dato harto desmentido, pero va muy acorde con la visión maniquea que se tenía en la época en occidente del papel de cada uno de los bloques, algo que estamos viendo como se reproduce de nuevo en nuestros días. De todas formas, como bien dices, no sabemos hasta que punto se refleja el punto de vista del autor o de sus personajes, que en muchas ocasiones trascienden a sus autores y cobran vida propia. No obstante el buen hacer del autor nos regala una historia trepidante en la que merece la pena sumergirse, y con la experiencia del propio autor en el espionaje, lo cual siempre es un plus a tener en cuenta. Un abrazo.
ResponderEliminarEn una novela escrita en la década de ps cincuenta no se puede esperar que no surjan los prejuicios de la época. La Segunda Guerra Mundial estaba muy cerca y la Guerra Fría estaba en todo su apogeo. So hoy, tantos años después, aún hay quien considera que ser comunista es un delito, en aquellos momentos era mucho más entendible, dadas las circunstancias. No se pueden descontextualizar las historias. Hay maniqueísmo del bloque occidental capitalista frente a oriental comunista; hay homofobia, hay machismo, hay muchas cosas que en este momento están muy mal vistas, pero no se puede pretender que en los años cincuenta, hace setenta años, se pensara igual que ahora.
EliminarUn abrazo.
No pretendía ser una crítica a la visión de la época o del autor, que evidentemente dependen del contexto, sino una crítica estrictamente literaria. Si escribes una novela en la que la trama se desarrolla en el mundo real, debes ser capaz de reflejar esa realidad de la manera mas fiel posible, y la realidad no admite interpretaciones maniqueas, la realidad se escribe en grises tanto hoy como hace sesenta años. Vale que es ficción y que te permitirás ciertas licencias para hacer más atractiva la novela, de acuerdo que la historia se presenta desde el punto de vista de uno de los bandos y necesariamente presentará inclinaciones en ese sentido, y por otro lado todos tenemos nuestros sesgos ideológicos, pero la goma puedes estirarla hasta donde da y más allá se rompe. Esa visión tan maniquea solo sería justificable si el autor no pretende reflejar la realidad tal y como es sino presentarla desde el punto de vista sesgado en que la interpretan sus personajes, pero teniendo eso sentido para los secundarios parece imperdonable achacar ese comportamiento a un personaje como Bond, que está en la élite del espionaje y se mueve por situaciones altamente peligrosas de las que sale indemne, y que por lo tanto se le supone inteligente y necesariamente ha de ser consciente de la naturaleza de la realidad que lo rodea pues en ello le va la vida. Ni los buenos son enteramente buenos, ni los malos son enteramente malos, sobre todo esto último pues es donde las visiones maniqueístas hacen mayor hincapié; obviar el punto de razón y la humanidad que pueda tener tu rival no hace más que reforzarlo y minusvalorar tus propias posiciones. Un lector inteligente, al ver que el mundo que le pinta el autor no se corresponde con la naturaleza de la realidad tangible, se sentirá defraudado. Luego siempre habrá quien acepte esa visión maniquea de la vida y se sienta cómodo en ese ambiente, pero ello no hace más real el mundo que le están poniendo delante.
EliminarEste era el sentido de mi crítica, aunque es obvio que no me había expresado bien. Un abrazo, Rosa.
Sí que te expresaste bien. Creo que fui yo la que no lo hizo. Está claro que el maniqueísmo lo es independientemente del contexto. Pero creo que también es cierto que en aquella época y aquel contexto, los prejuicios salían a la luz y la forma en que Ian Fleming (o sus personajes; yo tampoco tengo muy claro si el autor muestra sus opiniones o solo las de sus personajes) nos habla de los servicios secretos soviéticos y del mundo soviético en general, está mostrando una forma de ver las cosas en aquel momento. Pienso que igual que su machismo y su homofobia nos muestran cómo se pensaba mayoritariamente en la época, también sus prejuicios frente al bloque oriental lo hacen. Igual que su forma de mostrar a las mujeres o a los homosexuales no muestra la realidad de cómo son, sino de cómo se los veía, su visión del mundo soviético nos muestra cómo se le veía en Occidente, no cómo era en realidad. Una cuestión de matices en todo caso, porque creo que básicamente estamos de acuerdo.
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