"Un matrimonio de provincias" Marquesa Colombi

«Es difícil imaginar una juventud más monótona, más sórdida y más carente de toda alegría que la mía. Al evocarla al cabo de tantos y tantos años, vuelvo a sentir el inmenso tedio de aquella tranquilidad muerta que se prolongaba, se prolongaba inalterable, durante el largo periodo de tiempo que discurría entre los poquísimos acontecimientos familiares»
.
 

No, la vida de Denza, Gaudenzia, no es una vida apasionante. Ni siquiera entretenida. Huérfana de madre desde antes de lo que recuerda, vive con su padre, su tía y su hermana mayor, Titina, en un caserón desvencijado y poco acogedor. Ni siquiera van a la escuela pues su padre se dedica a su formación, sobre todo durante los paseos que las dejan agotadas. Tan solo de tarde en tarde, visitan a dos primas de su edad. Maria y Giuseppina, que así se llaman las primas, son su única mirada al mundo exterior, las únicas que les abren los ojos a una realidad que se vive más allá del caserón que habitan, en un mundo que ignoran en la pequeña ciudad de Novara. 

Las niñas crecen, el padre vuelve a casarse y una madrastra entra en la  vida de la familia para alterar las costumbres y tomar cartas en la educación de las mjchachas. El objetivo, como siempre cuando de hijas se trata, es casarlas lo mejor posible teniendo en cuenta que no poseen una cuantiosa dote. Denza es hermosa. Su hermana, aunque mayor, no tanto. Hay que ocultar la belleza de la pequeña hasta que se case la mayor. Aunque tal vez hablar de belleza sea un tanto exagerado.

«Una belleza no, porque tiene un aire demasiado beatífico y bobalicón, pero guapa sí que lo es. Y precisamente porque ella es guapa y tú no y tú eres mayor que ella, no quiero ponerle perifollos; de lo contrario, en ocho días encuentra marido, y de ti no me libero ni a tiros, con lo cual saldrías perdiendo tú mucho más que yo. Yo no me ando con cumplidos ni remilgos con vosotras, sino que miro por vuestro interés como si fuera vuestra madre; algún día me lo agradeceréis. Y ahora, ¡rápido, a la cocina! Y tú ten cuidado de no calentarte la cabeza con la dichosa belleza, que, si la tienes, no es mérito tuyo, y además no te hará ni más buena ni más afortunada ni más amada que cualquier otra. Mira, yo soy fea y mayor, pero he encontrado el mejor marido del mundo: hay muy pocas mujeres que se sientan tan queridas como yo».

Y el empeño en casar antes a la fea y ocultar la belleza de la hermosa hace que se la mantenga con ropas infantiles hasta una edad más allá de lo razonable. «Pronto cumpliría diecisiete años. No podía pasarme toda la vida con los pies fuera de la falda y peinada de colegiala porque mi hermana no estuviera casada». Pero no es solo el deseo de lucir vestidos y peinados adaptados a su edad. Es que el tedio se la come. Encerrada en casa, cuidando de su hermano pequeño, realizando labores domésticas que carecen de interés, pero son harto pesadas, Denza empieza a soñar con un futuro más prometedor que a la fuerza pasa por el matrimonio. «Sobre todo desde que la madrastra había dicho que, vestida como Dios manda, en ocho días encontraría marido. Y yo, en aquella casa tan fea, con aquellas costumbres laboriosas y caseras y aquel insoportable crío sobre mis espaldas, con su vieja carita de hijo de viejos, me moría de ganas de casarme»

Es peligroso querer casarse cuando tan solo se piensa en el matrimonio en abstracto, como medio para romper unas cadenas que pesan, aprisionan, anulan. Y es entonces cuando una invitación de esas primas al teatro abre en su cabeza, preparada y abonada, los surcos en los que se planta la semilla de la ilusión. Maria afirma que en el teatro ha conquistado a Mazzucchetti, un rico heredero e hijo único que no ha dejado de mirarla. Cierto que es un poco gordo, pero apuesto y de rasgos bonitos. A partir de ese momento y durante mucho tiempo, las fantasías de Denza estarán llenas de Mazzucchetti, de las miradas y las palabras esporádicas o no tan esporádicas con las que el joven la anima y entretiene. 

Se ve así envuelta en un amor romántico y novelesco originado, no por el amor, sino por unas palabras dichas casi al tuntún, sin darles más importancia, como jugando. «Aquel gran acontecimiento que a mí me había abstraído tanto, que había cambiado mi humor, mi forma de actuar, mis expectativas de futuro, que casi me había vuelto loca, a Maria le había parecido tan fútil que ni siquiera se lo había contado a su hermana». No, para Maria aquella conquista hecha en el teatro una noche de ópera en que se representaba Fausto, no tiene importancia. Ella está acostumbrada a hacer ese tipo de conquistas y jamás les ha prestado más atención que la que le exige su vanidad. Para Denza ha sido un acontecimiento glorioso. Ha sido la promesa de sacarla de una vida gris y pesada. 

No quiero contar más. No quiero destripar el final por más que éste se vea venir y tampoco estemos ante una novela de intriga. Un matrimonio de provincias no tiene intriga, no hay un final sorprendente. Su valor no está en llegar al final, sino en ir recorriendo el camino. 

Marquesa Colombi

Marquesa Colombi es un seudónimo. Es el seudónimo con el que Maria Antonietta Torriani escribió algunas de sus novelas. Utilizó también otros seudónimos y colaboró con artículos de contenido feminista en distintos periódicos, en especial en Il Corriere della sera fundado por su marido, Eugenio Torelli Viollier. Se la considera la  ideóloga que abrió paso al movimiento feminista milanés allá por los años sesenta y setenta del siglo XIX. Fue, por lo tanto, una mujer muy adelantada a su época. 

Su obra más conocida e importante es Un matrimonio de provincias. Permaneció en el olvido durante muchos años hasta que en 1973, Italo Calvino la rescató. Natalia Ginzburg hizo la introducción a la edición de Calvino y esa introducción es aquí, en esta edición de Contraseña de 2010, el posfacio que cierra la historia.

Natalia Ginzburg se manifiesta enamorada de la historia. Me recuerda a mí misma, leyendo novelas de adultos mucho antes de tener la edad adecuada. Creo que yo también la hubiera disfrutado de haberla pillado en mi infancia. Ella además, como italiana, se sentía identificada hasta cierto punto con la narradora (obviando los años pasados entre la infancia de ambas) «La casa descrita no me pareció ni bonita ni fea, como tampoco me parecía ni bonita ni fea la mía, y me resultó muy semejante a la mía, aunque en nuestra casa no hubiera ni madrastras ni pilas de agua bendita». También me recordó a mí por el descubrimiento, de pronto, de que los personajes no eran ni buenos ni malos. Es algo que todo lector desde la infancia descubre de pronto. Los personajes son buenos, pero no tanto; los malos pueden comportarse bien; hay miserables con comportamientos dignos y héroes que se comportan con mezquindad. La realidad de la vida entra de pronto en el mundo de los lectores infantiles. Sí, yo hubiera disfrutado este libro en la infancia. No sé si cómo lo he disfrutado ahora. Seguramente de otra manera, pero lo hubiera disfrutado. 

Como lo disfrutó Natalia Ginzburg con cuyas palabras termino esta entrada sobre una preciosa novela cuyo conocimiento le debo a Undine, del blog Reseñas de Undine. Gracias, amiga. Un descubrimiento más de los muchos que te debo.

«Leí y releí esta novela un sinfín de veces, desde los siete hasta los catorce años. El padre y la madrastra; la tía beata, un poco insustancial y jovial; la desvaída hermana Titina; Denza, con la cara redonda y blanca como la luna, el aire "beatífico y bobalicón" y las manos llenas de sabañones; las elegantes primas con manteleta de paño; el rico y misterioso Onorato Mazzucchetti con gabán gris, que pasaba lento y pesado como un elefante, y por último el hombre con la verruga y la voz educada y monótona, eran las personas que en aquellos años yo tenía constantemente ante mí y a las que observaba con gran atención. Me limitaba a observarlas. [...] No podía inventar para ellas acontecimientos diferentes y mejores, porque aquí las cosas eran tal y como eran y yo no podía moverlas ni un centímetro. No podía regalarles una vida aventurera y magnífica, porque no parecían aceptar regalos y estaban ante mí con la evidencia pesada e inalterable de la realidad».

Título del libro: Un matrimonio de provincias
Autora: Marquesa Colombi
Nacionalidad: Italia
Título original: 
Un matrimonio in provincia
Traducción:  Mercedes Corral y María Corral
Editorial: Contraseña
Año de publicación: 2010
Año de publicación original: 1885
Nº de páginas: 144

Comentarios

  1. Ya la tenía apuntada, gracias a Undine también, así que ahora con más ganas me dejas. Cómo se nota qeu la has disfrutado!
    Besotes!!!

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    1. Creo que Undine nos ha convencido. A mí ya me ha llevado al huerto muchas veces y siempre he estado feliz de acompañarla. Seguro que te gusta este matrimonio provinciano.
      Un beso.

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  2. Para mí también es un descubrimiento y ya desde el título llama la atención. Tengo la impresión que se puede leer con una sonrisa en los labios y más si lo comparamos con la forma de relacionarse o de encontrar pareja en el día de hoy. 144 páginas que se deben leer en un suspiro como aquel que dice.
    Besos, Rosa.

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    1. Desde luego, hay mucha diferencia con la forma en que hoy día se encuentra pareja y con el hecho de que hoy en día no hay nada en contra de que una mujer se quede soltera por voluntad o por no encontrar lo que le interesa. Lo que pienso es que sigue habiendo, sobre todo mujeres, enamoradas del amor, que más que elegir, se fijan en quien las elije y se enamoran por un acto de voluntad. En el asunto social hay diferencias, pero en lo que se refiere al carácter individual de Denza y su forma de entender el amor, creo que por desgracia hay aún gente que se lo toma de esa manera. Muy interesante en todo caso esta novela.
      Un beso.

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  3. Ay me acabas de crear una necesidad, qué interesante y, por desgracia, real en muchas ocasiones.
    Gracias por la reseña y muy feliz tarde.

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    1. Sí, como le digo a Miguel, aún hay gente, mujeres sobre todo, que se fijan en quien se fija en ellas, más que en quien podría de verdad interesarles o gustarles. Una novela que recomiendo mucho.
      Un beso.

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  4. Querida Rosa.
    Yo soy quien debo darte las gracias a ti por todo lo que me dejas compartir contigo. Cada vez que entro en tu página es para recoger buenas vibraciones, humanidad y conocimiento. Toparme contigo fue un feliz encuentro, en un mundo repleto de superficialidad. Me alegra enormemente que Marquesa Colombi te causara tanto impacto como a mí.

    Un abrazo enorme, y muchas gracias por tu amistad!!

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    1. Ay, Undine, muchísimas gracias por tus palabras. Por tus palabras y por todas las lecturas que me has dado a conocer y que han sido verdaderos descubrimientos. Y no solo las lecturas, sino todo lo que aportas en tu blog: la música, el arte, la historia, las vidas de los autores... No es por devolver halagos, pero creo que yo estoy en deuda contigo mucho más.
      Esta novela ha sido un descubrimiento mágico. Tan sencilla y con tanto escondido en su sencillez. Muchísimas gracias de nuevo.
      Un beso.

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  5. Hola, Rosa. Pues si, todo un descubrimiento. Tampoco yo conocía a esta autora y tiene una pinta estupenda. Este tipo de historias a mí me encantan y tu reseña me ha parecido preciosa. Un beso y gracias.

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    1. Seguro que esta novela te gusta. Y gracias por tus palabras sobre la reseña. Si transmite las ganas de leerla, cumple su objetivo.
      Un beso.

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  6. Me has dado a conocer a una autora y a una obra (su mejor obra según dices) totalmente desconocidas para mí (nada extraño, por otra parte, je, je.). Y ha sido un descubrimiento muy interesante, pues ese tipo de historias "familiares" me atrae. Lo de mantener a buen recaudo, fuera de la vista de posibles pretendientes, a la hija menor, más bella o atractiva, es algo que a mí me han contado ,del siglo pasado en los que se daba esa práctica: casar primero a la hija mayor, por muy poco agraciada que fuera y dejar la fruta más apetitosa para luego, cuando ya se había logrado "colocar" a la mayor.
    Como digo, me ha parecido una historia de lo más sugerente. Y como dice Miguel, es asombroso encontrar una historia que parece tener que ocupar mucho espacio escrito, en tan solo 144 páginas. Eso me recuerda a las obras de Stefan Zwieg, que se leen de un tirón.
    Un beso.

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    1. A veces me asombra lo mucho que algunos autores cuentan en unas pocas páginas. Y sí, uno de ellos es Zweig. Son capaces de condensar mundos enteros en poco más de cien páginas e incluso menos. Esta es una novela que cunde mucho más de lo que ocupa. Es una historia preciosa y muy real, con su toque de humor, su ingenuidad, costumbres ya caducas en nuestros tiempos y actitudes no tan obsoletas como deberían estar. Una lectura muy grata.
      Un beso.

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  7. Hola Rosa, yo también me apunté la novela por la reseña de Undine y ahora con la tuya estoy más que convencida de que tengo que leerla.Me gusta lo que comentas de que lo importante en esta historia no es el final, sino el camino recorrido, a veces nos dejamos obnubilar por un final sorprendente y nos perdemos todo lo aprendido hasta llegar a el. Besos.

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    1. hay novelas que merece la pena leerlas aunque te hayan contado el principio, el medio y el final y esta es una de ellas. No hay intrigas ni misterios, hay una historia real y dura, un poco anticuada y con aspectos actuales. No la dejes pasar.
      Un beso.

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  8. Poca intriga puede haber en las vidas de las mujeres de determinadas épocas y lugares. Ciertamente, abrazar el matrimonio como vía de escape es muy peligrosos, así como también enamorarse de la idea del amor. Claro que en un mundo tan limitado como aquel en el que creció Denza, pocas oportunidades habría de hacerse ideas más realistas.
    Me has dado ha conocer una novela y una autora muy apetecibles, Rosa. También me has recordado que ya va siendo hora de que me reencuentre con Natalia Ginzburg.
    Besos

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    1. También yo debo volver a Natalia Ginzburg de la que tengo algún libro comprado y un tanto olvidado y unos cuantos apuntados y sin comprar,
      Un matrimonio de provincias es una novela magnífica que sé que te va a gustar. La verdad es que ese mundo de Denza agobia mucho. No es tampoco el mundo de la época ni del lugar, sino el impuesto por su padre y su madrastra, pues sus primas vivían, dentro de las limitaciones temporales, una vida mucho más luminosa, con más salidas y relaciones. Tampoco extraña que Denza quisiera salir de casa como fuera y ya sabemos que entonces, como fuera era casándose. las primas no tenían tanta prisa porque su casa no era tan opresiva. Una gran novela.
      Un beso.

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  9. Hola. Me gustaría leer este libro por la carga de humor y el tono burlesco que intuyo será una delicia para mi. Muchas gracias, Rosa. Anotado queda para mis futuras compras o para buscarlo en mi biblioteca pública. Besos.

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    1. La vida que llevan Denza y su hermana en su casa es para tomársela con humor porque si no sería muy agobiante. No obstante ese humor que se deja entrever en muchos momentos resulta de la ironía con que está escrita la novela. Denza no creo que encontrara nada graciosos en su vida. No la dejes pasar.
      Un beso.

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  10. Gracias a Undine yo también conocí este libro que espera en mi lista pacientemente. Este tipo de historias son peligrosas porque pueden parecer banales y superficiales pero si lees con cuidado descubres que no.
    Como empecé a ser lectora habitual un poco tarde, la verdad es que no me adelanté por edad pero a veces sí por experiencia, leí libros para los que no estaba preparada.
    Probablemente sí te hubiera gustado pero habría sido distinto..
    También tengo curiosidad por descubrir lo que dice Ginzburg, ella que es tan contundente.
    Besos

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    1. Es curioso, pero yo que empecé a leer muy pronto, ni siquiera podría recordar cuándo, leí de niña libros que hoy sería incapaz de aguantar. Creo que éste me hubiera gustado, aunque tampoco lo puedo asegurar, claro, y lo que es seguro es que me hubiera gustado de otra forma. Seguro que no le había pillado todo el matiz y la profundidad de la historia.
      Undine nos ha dado a conocer este libro a varias lectoras y se lo agradezco muchísimo. El aporte de Natalia Ginzburg es de lo más interesante.
      Un beso.

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  11. ¡Hola Rosa!
    me encantan las autoras feministas y si encima son de antaño, me parecen todavía mas interesantes, porque lo tenían aún mas complicado. Sabes que yo no necesito intrigas ni finales sorprendentes para disfrutar de una buena novela, ni siquiera me importan los no finales, me importa el disfrute obtenido en el camino.
    Te cuento que no conocía a esta mujer tan adelantada a su época a la que seguro debemos mucho. Me encanta eso de que Italo Calvino rescatara la obra en el 73.
    Es genial las amistades que nuestros blogs nos permiten hacer ¿verdad?, los blogs y compartir libros une mucho y nos permite encontrar personas maravillosas con las que compartir lecturas. Genial eso de que una novela vaya pasando de blog en blog
    Me apetece leerla, sí, me la llevo
    Besos

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    1. Undine siempre trae cosas curiosas. A mí me ha descubierto varios autores que me han gustado mucho. Además en contra de lo que sucede en otros blogs, no suele traer las últimas novedades, sino autores clásicos, muchas veces totalmente desconocidos.
      Sí que es fantástico cómo van pasando las lecturas de un blog a otro. Lo malo es que las listas de pendientes crecen y crecen.
      Esta novela te gustará. Nos descubre todo un mundo de opresión hacia la mujer. la debida a la época y la añadida en el caso de Denza y su hermana por las circunstancias familiares. Si ya era duro para todas las mujeres, aunque ellas no fueran muy conscientes, para Denza, más aún por el encierro suplementario. Ella sí era consciente y quiso escapar de la única forma que se le ocurrió. Muy interesante.
      Un beso.

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  12. ¡Hola, Rosa!
    Una sugerencia fuera de lo común, una novela peculiar e interesante.
    Te cuento que este pequeño libro está en casa de mi madre, en italiano,"Un matrimonio in provincia", pero nunca me llamó la atención, ja, ja, ja.
    Tocará buscarlo y ver si logro leerlo y entenderlo en su idioma original, te contaré ;)
    Me encantan esas sugerencias que vuelan de blog en blog, es muy bonito intercambiar y comentar lecturas.
    Un beso y feliz fin de semana.

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    1. Yo no lo conocía de nada, pero te puedo asegurar que me ha parecido una delicia de historia y una historia bastante dura. Me parece increíble la casualidad de que el libro esté en casa de tu madre. ¡Y en italiano! Yo no podría ni intentar leerlo en otro idioma que no fuera el castellano, pero si puedes leerlo en el idioma original tiene que ser mucho mayor.
      No dejes de buscarlo y leerlo, porque además es poco extenso y se lee en un par de tardes. Ojalá lo disfrutes.
      Un beso.

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  13. ¡Hola, Rosa! Desconocía la novela, pero tu reseña y esos diálogos que has citado me han hecho percibir cierto humor. Eso de vestir fea a la guapa porque sino no se libra de la fea ni a tiros, me ha sacado una sonrisa. ¡Una madrastra en toda regla y con total control de la situación y reglas sociales de la época! No he podido evitar las similitudes con Cenicienta, aunque en este caso sin hada madrina. No sé si en la novela se menciona o se hace algún guiño al cuento de Perrault. Un abrazo!!

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    1. Bueno, en la casa tienen criada por lo que Denza no tiene que hacer esa labores de Cenicienta. Por otra parte, la madrastra no las trata mal. pero, como querría su propia madre, quiere casarlas lo mejor posible.
      Sí, toda la novela tiene unos toques de humor que suavizan la historia. Una historia que es sencilla, sin grandes acontecimientos, pero muy ilustrativa de la vida de las mujeres en la Italia de principios del siglo XX.
      Un beso.

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