29 de Mayo de 1966 - 29 de mayo de 2016. 50 años del incendio de la Catedral de León.
Foto de César, un fotógrafo leonés del que no hay que decir más. El nombre lo dice todo. |
El 29 de mayo de 1966, domingo, mientras la Cultural y Deportiva Leonesa, el equipo de fútbol local, jugaba y ganaba el partido frente al Cartagena, el calor sofocante que se había ido acumulando en la tierra durante todo el día, estalló en el cielo en forma de una de esas tormentas eléctricas que estrangulan el bochorno y son capaces de perturbar la atmósfera con el sonido de los truenos y la luz de los rayos recortándose contra el gris "panza de burra" de las nubes.
"¡¡La catedral se quema!!" era el grito que se oía en León aquel anochecer del 29 de Mayo de 1966. Un rayo, recogido por el pararrayos de la torre pero devuelto en retroceso por la toma de tierra, prendió en la techumbre de madera de la catedral amenazando con dejar a León expoliada de su perfil característico, ese perfil en el que, a día de hoy, la catedral sigue siendo la mayor altura que se recorta contra el cielo. Parece ser que las llamas tardaron unas dos horas en hacerse visibles. Las primeras notas de alarma sonaron en la misa de ocho, cuando empezó a notarse el olor acre y pastoso del humo.
Yo era muy pequeña, probablemente esa noche no me enteré de nada. Ahora solo recuerdo a mi madre entrando en la cocina y diciendo que se había incendiado la Catedral, pero es muy posible que fuera ya al día siguiente.
¿Qué más recuerdo de aquel suceso? Solo una cosa: tiempo después, con motivo de alguna celebración - no sé si para las fiestas de San Juan y San Pedro que tuvieron lugar un mes después, o para las Navidades o la Semana Santa siguiente -, la confitería La Coyantina - las mejores bombas fritas rellenas de crema que he comido y jamás volveré a comer - hizo un montaje de escaparate
en el que se veía una reproducción en dulce de la catedral y, saliendo de ella, una fila de sacerdotes pequeñitos que llevaban los Tesoros al vecino Palacio Episcopal, recreado también en dulce. Nada más recuerdo. Así quedó grabado en mi memoria el incendio de la Catedral de León.
Con motivo del cincuenta aniversario del suceso, han salido publicadas algunas cosas en la prensa local - Diario de León - que me han resultado curiosas y esclarecedoras.
Hay una frase que dice muy a menudo un amigo de mi padre: "Deja al maestro aunque sea un burro". El maestro, en esta ocasión era Andrés Seoane, cantero mayor y restaurador, tanto de la Catedral, como de San Isidoro, entre otros monumentos. Pero tenía una ventaja sobre el maestro del aforismo anterior: él no era ningún burro. Por el contrario, sabía muy bien lo que se hacía y se dio cuenta de algo que pocos más aparte de él habrían percibido y que iba en contra de toda la lógica que cualquiera hubiéramos aplicado: a partir de un determinado momento, mandó retirar a los bomberos y dejar de echar agua, porque el derrumbe del templo, que no pudo provocar el fuego, lo hubiera provocado un exceso de agua. La razón estriba en la bóveda de la Catedral. Convertida en cenizas toda la cubierta de madera - 3500 metros cuadrados - había que salvar la bóveda de piedra, concretamente de toba volcánica, una roca muy porosa, poco pesada y resistente al fuego. Resiste el fuego, sí, pero lo que no puede resistir es que su estructura porosa se empape de agua y entonces el peso se multiplica y el peligro de derrumbe se vuelve muy grande.
De esa manera, se salvó la Catedral de León, la Pulchra Leonina, de un nuevo ataque del destino, de otro de los muchos que, a lo largo de su dilatada existencia se han ensañado con ella, no todos ajenos a la desidia y mal hacer de quienes deberían vigilar su seguridad.
El primero de esos ataques tuvo lugar ya durante su construcción, cuando el topo famoso roía y destruía por la noche lo que los trabajadores
La piel del topo sobre la puerta de San Juan |
Foto propia se julio de 2015 |
Yo no soy católica pero una cosa si es cierta, si hay algo que me vuelve loca, son las iglesias sobre todo esas majestuosidades de Europa. Son tan imponentes y casi castillos. Es preciosa y qué datos tan interesantes nos has compartido. Pornno ser de tu país no conocía la historia, pero caigo en cuenta que um techo de madera para una estructura tan alta, era probable que el rayo le cayera. Una pregunta, en qué año la construyeron? Pues es que se intacta. Si ya pasaron 50 años del incendio y se sigue viendo regia.
ResponderEliminarYo soy católica de bautizo, pero agnóstica por convicción. No obstante estoy enamorada de las catedrales e iglesias góticas y románicas por su belleza y por su valor artístico. Esta catedral se empezó a construir en 1205 y, tras un parón de cincuenta años, la parte fundamental se terminó en 1302.
EliminarEste no es el Único incendio que sufre la pobrecita, pero se ve así de hermosa.
Un beso.
hola Rosa! que monumento a la belleza y que marco le diste a tu relato magnifico como siempre. hermoso, me dejaste sin palabras y cuesta contar lo que mueves! gracias.gracias.
ResponderEliminarEs una catedral muy hermosa. De lo que cuento me he enterado hace poco leyendo periódicos, pero me pareció tan curioso que pensé que tenía que hacer aquí un homenaje.
EliminarUn abrazo.
¡El tirón que tiene la patria chica! Me he identificado contigo según leía tu entrada sobre el incendio de la Catedral de León y en especial cuando al final hablas de la emoción que te embarga al culminar la calle Ancha y descubrirla imponente erguida en la plaza. Este cúmulo de emociones me ha llevado a rememorar otras análogas que yo siento en mi ciudad natal al entrar su elegante Plaza Mayor o, al enfilar la Rúa Mayor, reconocer allá, al final de la misma, la espectacular torre campanario de la Catedral Nueva. ¡Qué importan aquí sentimientos o creencias religiosas del tipo que sean! Lo que nos eriza la piel es el Arte con mayúsculas, las creaciones humanas que pervivirán en el tiempo más allá del concedido a sus artífices. Eso es, para mí, la satisfacción de la vida, la felicidad máxima: ¡yo formo parte de esta estirpe, yo desciendo de quién o quiénes creó / crearon tal/es maravilla/s!
ResponderEliminarUn beso
Salamanca es más grandiosa como ciudad porque tuvo su época de esplendor algo más tarde, durante el renacimiento y los edificios se han conservado mejor. León la tuvo durante el Románico y el Gótico y aparte de ser una época más humilde, ha perdido algunas cosas. La Plaza Mayor de Salamanca en insuperable.
EliminarEstoy de acuerdo contigo. Cuando veo esos monumentos lo que me mueve no es la emoción religiosa - de la que ni me acuerdo, ni en ese ni en ningún otro momento - lo que me eriza los pelos es la emoción que proporciona la belleza.
Un abrazo.
Ayyyyyy me ha encantado el post!!!! Voy mucho a León,tengo un post de Astorga, otro de Las cuevas de Valporquero, y otro de unos sitios un pelín menos conocidos, y me apetece mucho hacer uno de la Catedral pero aún no me he puesto, y al leerte me apetece tanto...Es un lugar maravilloso y lleno de rincones increíbles.
ResponderEliminarPor cierto, aunque sabía que se había quemado no tenía ni idea de que se había salvado al parar las labores de extinción, ni me imaginaba que la piedra porosa se volvería de un peso insostenible. Lo repito, me ha encantado porque mencionas un lugar que me encanta y al que he ido muchas veces y además he aprendido.
Un besín y feliz domingo.
Yo no sabía tampoco esas cosas hasta hace cosa de un mes que "El Diario de León" lo publicó en el enlace que pongo al final. Me resultó tan curioso que lo quise compartir aquí y hacer mi pequeño homenaje a tan majestuoso lugar.
EliminarUn beso.
Aunque pudiera decirse que tus recuerdos fueron dulces por lo que cuentas de la confitería, creo que debió ser un drama que la catedral ardiera. No tenía ni idea, y cuando la he visto ha sido ya majestuosa como es. Y lo del topo, curiosísimo.
ResponderEliminarMuchas gracias por este post, Rosa. En tus líneas se te nota el amor a tu tierra y eso es precioso.
¡Un beso, amiga!
Del drama de la catedral, como se precia en el post, casi no queda nada en mi memoria, pero de las bombas y los helados de nata y mantecado de La Coyantina no me olvidaré nunca.
EliminarQuiero mucho a mi tierra, pero no me ciega el amor por ella, Sé que la quiero por ser la mía, pero no es la mejor, solo es donde, casualmente, nací. ¡¡¡Pero es preciosa!!!
Un beso.
Creo que no hace falta ser creyente, o entender de arte; ante la grandiosidad y la belleza todos nos quedamos admirados de que el hombre tan limitado y capacitado para la destrucción ,sea capaz de crear estas maravillas... no solo las catedrales y los castillos, también palacios como el de Madrid, pinturas como la mona lisa esculturas como el David o la piedad e Miguel Ángel.
ResponderEliminarLa cultura,el arte y el conocimiento mueven nuestra ánima y la elevan.
desconocía tal suceso y me ha encantado conocerlo por lo positivo del final.
gracias por divulgar.
besos
Es que las catedrales góticas son un canto a todo lo que es arte y arquitectura. Los logros que se consiguen con al paso del Románico al Gótico son increíbles. Cualquier estudiante de historia del arte lo sabe. Y, desde luego, no hace falta ser religioso. El arte ya es bastante religión.
EliminarUn beso.
Es una pena que esas maravillas se quemen, por eso está muy bien recordar lo que pudo pasar y poner todos los medios para que no suceda. Nosotros, en Santander, no lo conseguimos y nos quedamos sin el casco viejo que tienen casi todas las ciudades.
ResponderEliminarSeguid cuidándola con mimo y así, también disfrutamos de ella los turistas. Un beso
Tampoco creo que fuera culpa de nadie lo de Santander. Ya sabemos como se las gasta el viento sur, pero, sí, es una pena que Santander haya perdido su casco antiguo. Espero que el de León con su vino y su arte nos reciba por allí durante mucho tiempo.
EliminarUn abrazo.
Yo estuve allí hace unos años, con base de operaciones en el Bierzo. Me encantó toda la zona, especialmente la catedral de León. Tengo muchas fotos de sus preciosas vidrieras y de una calle peatonal de los alrededores. Me encantó la catedral y menos mal que pudo salvarse. Es curioso que por un rayo estuviera a punto de perderse ese hermoso patrimonio. Un beso, Rosa, y gracias por tu información.
ResponderEliminarEl Bierzo es un lugar precioso, con historias muy curiosas y unos paisajes, naturales y de construcción humana como Las Médulas que son inigualables. En León, la Catedral y la zona que la rodea - al norte el trazado de la ciudad romana y al sur la medieval, con el Barrio Húmedo - es una preciosidad.
EliminarUn beso.
Me guata esta entrada. Quizás lo sabia , pero en estos momentos no recuerdo que nadie lo dijera y eso que la visitamos con guía en una de mis excursiones con amigas. Hace unos tres años estuve en fecha cercana a la Navidad visitando León y recorrí la parte de la catedral y sus alrededores muchas veces. Me encantó verla tan majestuosa y preciosa. Es una de las mejores catedrales que he visitado. Un abrazo
ResponderEliminarEn vísperas de Navidad puede hacer mucho frío en León aunque con el cambio climático hace ya muchos años que no hace tanto frío como yo recuerdo de pequeña. La catedral es de las más bonitas de España porque se hizo en poco tiempo y es un Gótico muy puro, al menos en lo que se refiere al exterior y a la estructura principal. Otras tienen mezcla ya de Renacimiento, e incluso Barroco. Y luego están las vidrieras que esas sí que son las mejores que se pueden encontrar en España.
EliminarUn abrazo.
No sabía nada de ese incendio. Tengo pendiente visitar León, así que gracias por acercarme un poco su historia.
ResponderEliminarbesos
León es una ciudad muy agradable para una escapada de fin de semana. Tiene un casco antiguo muy agradable con varias zonas distintas de bares y en todos ellos ponen tapa gratis con el vino o la cerveza - o el mosto - si eres abstemia. Y si te gusta el arte y la arquitectura, tienes varios edificios singulares. Anímate.
EliminarUn beso.
Preciosa forma de reseñar una efemérides, aunque sea de algo tan dramático como un incendio. Se nota tu amor por tu ciudad y sus edificios, la manera tan entrañable de describir un monumento ya majestuoso por sí mismo y que tú lo amplías mucho más.
ResponderEliminarHe visitado muchas catedrales a lo largo de mi vida, y reconozco que llega un punto en que algunas las confundo y mezclo capillas y bóvedas, pero de la de León recuerdo cuánto me impresionaron sus vidrieras, el colorido de esos cristales me dejó impactada.
Un beso.
P.D. ¿Seguro que el incendio fue provocado por un rayo? ¿No sería algún sacerdote haciendo horas extras que se dejó un cigarrillo encendido? En Madrid ardió completamente un edificio de 32 pisos por culpa de una colilla mal apagada :(
Pues no sabría decirte. Lo que está claro es que tormenta la hubo y parece ser que una de las descargas fue tan enorme que en vez de irse por la toma de tierra rebotó y volvió a subir por lo que lleva al pararrayos y al tejado. Lo que no sé es si esto está probado o es una suposición. Lo de la tormenta es bastante verosímil, claro que el cura fumando...
EliminarMe gusta mucho mi ciudad y me siento muy feliz cuando llego y veo que la catedral sigue siendo el edificio más alto. Hay una zona de entrada a León desde la que se va viendo toda la ciudad poco a poco y de pronto, al dar una curva, surge la catedral dominante y majestuosa. Cuando mi hijo era pequeño jugábamos a ver quien la veía antes.
Un beso.
Menos mal que el fotógrafo no se llamaba Nerón, jeje. La de León es la única de las grandes catedrales españolas que me queda por ver y todavía se hará de rogar. La estudié en su día, eso sí. Me ha gustado conocer algo más de su historia y de paso de la tuya propia, Rosa.
ResponderEliminarUn abrazo.
Gerardo, eso quiere decir que aún no conoces León. Pues te pierdes una ciudad muy hermosa y muy agradable, con unos monumentos muy interesantes, antiguos y modernos porque el MUSAC - museo de arte contemporáneo - es muy curioso. Y de la Catedral, que te voy a decir si la has estudiado. No la hagas esperar mucho.
EliminarUn abrazo.
Lo lei en su dia y me encanto, pero con tus comentarios dan ganas de repetir
ResponderEliminarYo, en realidad, no lo he leído esta vez. Sólo he comentado un poco el inicio para esta sección, pero a medida que iba copiando las palabras del comienzo, iba sabiendo que, con toda seguridad, volverá a caer. Y será la tercera.
EliminarUn beso.