"Dura la lluvia que cae" Don Carpenter

Este es un libro del que no sabía nada. El autor me sonaba ligeramente. Alguna vez habría leído acerca de él o habría oído su nombre en algún programa de televisión o radio. Nada más allá de un leve rasguño en el vasto territorio del subconsciente.
La noticia de "Dura la lluvia que cae" me llegó, como tantas otras, leyendo un blog. En este caso, "Libros en estéreo", de Marcelo Zuccotti, y no me pude resistir. Sobre todo cuando vi que estaba en la biblioteca de una amiga encantada de prestarlo.
Empieza el libro con un prólogo de George Pelecanos. Por si alguien no le conoce, George Pelecanos es un autor de novela negra de los más interesantes que hay hoy en Estados Unidos. Por si fuera poco, ha intervenido como guionista en series de la talla de "The Wire" y "Treme". Su prólogo es muy bueno, pero debería haber sido un epílogo porque en él se resume toda la trama de la novela. En cuanto me di cuenta, lo salté y volví sobre él al terminar la lectura.
Continúa con otro prólogo que ya forma parte de la acción de la novela y nos pone en antecedentes para entender la situación del personaje principal. Estamos en 1929. "Esa mañana, había tres indios de pie ante la oficina de Correos cuando la motocicleta atravesó la calle Walnut a toda pastilla, haciendo que Mel Weatherwax retrocediera en su camioneta y atropellara al vaquero que estaba cargando sacos de cal. Probablemente, el hombre y la mujer que iban en la moto ni se percataron del accidente que habían causado, de lo rápido que circulaban. Ambos llevaban gafas protectoras, y todo lo que Mel vio fue la motocicleta roja, las gafas y dos matas de pelo, negra la de él y rubia la de ella".
En esa zona del este de Oregón ya hacía dos años que se dejaba sentir la Depresión y los jóvenes que llegaron en la moto, Harmon y Annemarie, iban a determinar su propio destino y el destino de varias personas en el presente y en el futuro sin ellos saberlo. 
Poco podían llegar a saber, porque unos años después ambos estarían muertos y tan solo habrían dejado tras de sí un niño huérfano que nunca llegó a conocer a sus padres a pesar de los enormes intentos de Harmon por encontrarlo.
Pero eso es solo el prólogo. Después saltaremos a 1947 y nos encontraremos con el joven Jack Levitt recién escapado del orfanato con diecisiete años y sabiendo perfectamente lo que quiere: "Quería echar un buen polvo. Quería cenar bien, a todo lujo. Quería una botella de whisky. Quería un coche, para ponerlo a casi doscientos por hora[...] O sea, que lo que realmente necesitaba era un montón de pasta. Diez mil dólares, pongamos".
Quería todo aquello que nunca había tenido, aquello con lo que todo chico de diecisiete años que empieza a vivir se siente capaz de soñar; aquello que es peligroso desear cuando se es un huérfano y la vida se presenta carente de privilegios y escasa en oportunidades. Cuando la vida se presenta, más bien, con aires de cobrarse una deuda que uno ni siquiera sabe que tiene contraída.
Así es que nos encontramos a Jack ante el escaparate de una tienda de objetos de broma preguntándose cual es la mejor forma de no estar sin blanca. Lo que Jack no sabe es que en Portland hay un montón de gente buscando lo mismo que él, la manera de ganarse la vida, porque todos esos hombres que hacían cola en la oficina de empleo y que Jack pensó que eran vagabundos y borrachos "sólo eran trabajadores en paro. Pescadores, estibadores, carpinteros, pinches de cocina, tíos que habían estudiado para barbero y tan sólo unos pocos beodos".
Cuando Billy Lancing bajó del autobús procedente de Seatle no sabía que iba a conocer a Jack y que esa amistad iba también a determinar su futuro. Billy Lancing "tenía la piel de color amarillo malaria, pero resultaba evidente, pese a eso y a su alborotado pelo castaño rojizo, que era un Negro".
La misma noche que llega a Portland, Billy conoce a Jack y a Denny Mellon, el tercer personaje que vertebra la historia. Billy pretende ganarse la vida como jugador de billar, Jack y Denny como buenamente puedan, lo que supone estafar a Billy o robar en donde se tercie. 
La moral no está impresa en los genes de Jack. Tal vez la moral no está en los genes de nadie y no es más que uno de esos aprendizajes que se hacen en la infancia, algo que enseñan los padres, los colegios, las circunstancias; algo para lo que Jack no tuvo maestros. Él solo quiere apropiarse de lo que necesita, sin más planteamientos ni reflexiones "Contempló los billetes verdes que desaparecían en el bolsillo de Billy Lancing al final de casi todas las partidas. [...] Jack le tenía ganas a todo ese dinero. Deseaba acercarse a Billy y quitárselo, sin más. ¿Por qué no? ¿Por qué no esperar a que se vaya, pillarlo en algún lugar solitario, atizarle, quitarle todo el dinero y a tomar por culo?".
Siguiendo a Jack en su azarosa trayectoria paralela a la ley, aunque a veces se cruce con ella y ambas coincidan, nos iremos encontrando con sus dos amigos. Irán pasando los años y Jack pasará por el reformatorio donde vivirá una experiencia aterradora contada con una eficacia tal por parte del autor que sentiremos su angustia y su sensación de no valer nada; visitará un psiquiátrico, volverá a coincidir con Denny y terminará en San Quintín donde se encontrará de frente con su propia realidad y tendrá tiempo de reflexionar sobre su situación y para sorprenderse con reacciones y sentimientos que nunca hubiera pensado tener. Allí conocerá a gente de todo tipo. El autor nos hace una dura crítica del sistema penitenciario por su hipocresía - "¿Juego ilegal? Todos los putos jueces y abogados de este puto país juegan al póquer en su club para pijos, ¡y luego se van al juzgado y le endiñan dos años a algún infeliz por jugar a lo mismo!" - o por su carácter opresor y alienante de toda iniciativa individual - "He perdido mi privacidad y mi orgullo, carezco de estatus social, algo que, por otra parte, es imposible obtener aquí. Mis necesidades sexuales, por débiles que sean, no tienen ninguna posibilidad de satisfacción. Mis otros apetitos se han visto reducidos hasta el punto de que como, bebo, duermo, cago, meo, me rasco y bostezo por el mismo motivo: la mera satisfacción o, más bien, reducción de un picor primigenio que más me valdría no experimentar".
Cuando Jack salga de la cárcel a los veintiséis años habrá terminado el instituto y hecho un par de cursos a distancia de la Universidad de California. Empezará atrabajar y conocerá gente importante, se enamorará y creerá que su vida puede enderezarse y purgar sus propios pecados y hasta los de sus padres. No queda muy claro si lo va a conseguir, pero al menos vemos abrirse una posibilidad. 
Tal vez el autor ha decidido perdonarle porque entre las muchas cosas que Jack quería "había otra cosa que nunca llegaste a hacer, ¿verdad? Nunca mataste a nadie. Y eso es algo que siempre quisiste hacer, machacarle los sesos a alguien, triturarlo hasta que no quedase nada que maltratar. Pero nunca lo hiciste".

Don Carpenter
"Dura la lluvia que cae" es la primera novela, y una gran novela, de Don Carpenter, un autor que nunca tuvo el éxito suficiente como para poder dedicarse exclusivamente a escribir, lo que le supuso trabajar como guionista para Hollywood, donde ambientó algunas de sus novelas. Para ser una opera prima carece de los vicios que suelen acompañar a estas y como George Pelecanos comenta en su prólogo "Muchas primeras novelas se resienten de una voz tan vehemente que las sitúa cerca del manifiesto; es muy extraño dar con una que acierte de pleno con la seguridad, la madurez y la autoridad de Dura la lluvia que cae".
Se suicidó en 1995, a los 64 años. No pudo superar el suicidio en 1984 de su amigo Richard Brautigam, el autor de "La pesca de la trucha en América", ni las enfermedades que se le fueron declarando en poco tiempo, una de las cuales, el glaucoma, amenazaba con dejarle ciego. 

Esta novela entra en el III reto "Nos gustan los clásicos" por estar publicada antes de 1980. "Dura la lluvia que cae" está publicada en 1966.

Esta novela entra también en el I reto "Cabalgando entre clasicospor estar publicada antes de 1970. 

Título del libro: Dura la lluvia que cae
Autor: Don Carpenter
Título original: HardRain Falling
Traducción: Ramón de España
Editorial: Duomo
Año de publicación: 2012
Año de publicación original: 1966
Nº de páginas: 360

Comentarios

  1. Por lo que nos comentas en tu reseña, entiendo que es una novela negra de las que yo llamo genuinas, con sabor a clásico. Estas son las que más me atraen. La leería, sin duda alguna. Besos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Creo que puede considerarse todo un clásico. Y sí, es novela negra en el sentido de hacer una crítica bastante demoledora de una sociedad desigual en la que el nacimiento impone muchas condiciones, si bien es cierto que con empeño y determinación (y algo de suerte) se pueden dejar atrás. En esta, no hay soluciones, pero hay una esperanza.
      Un beso.

      Eliminar
  2. El bueno de Marcelo, un apreciado colega por estos lares, cuyo blog me entusiasma, siempre con libros muy atractivos para mí.

    La época de La Gran Depresión da para una buena novela negra, poniendo en liza las grandezas y, sobre todo, las miserias de la sociedad, sus fallas y grietas.

    Muy interesante tu apreciación sobre esa ausencia de moral en Jack, que me hace pensar en como la adquiere uno realmente sin ser algo que "venga de serie". Es magnífico que los libros te hagan pensar en estas cosas.

    Y los párrafos que has seleccionado... de los que quitan el hipo.

    Magnífico comienzo en tu reto de los clásicos, esto se pone interesante...

    Un abrazo, Rosa ;)

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. El reto se inició, más bien con "Asesinato de calidad", aunque ni sabía que estaba empezando un reto. Tampoco este lo leí por el reto.
      Me ha gustado mucho la novela y sí que es de las que hacen reflexionar. También da para mucho la idea de si uno puede salir de las mala estrella con la que nació o está ya condenado de por vida. Es muy interesante.
      Desde luego la época de la Depresión ha dado novelas magníficas de las que la mejor. para mí, sigue siendo "Las uvas de la ira".
      Un beso y feliz semana.

      Eliminar
  3. Un placer volver a leerte, Rosa. Dejando a un lado la novela (que me parece interesante), me ha gustado mucho lo que dices de que la vida a veces viene a cobrarse una deuda que no sabíamos que teníamos, así como lo de la moral no impresa en los genes.
    Una pena lo del sucidio del autor de la obra que, sin duda, apunto.
    ¡Besos, amiga!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ¡¡Chelo!! ¡¡Qué bien verte por aquí!! Has llegado a tiempo para apuntar una muy buena novela. Aparte de los detalles que mencionas, hay mucho más para reflexionar, pero no se puede hablar de todo en una reseña. A veces pienso que me van a salir más largas que las novelas.
      Un beso.

      Eliminar
  4. Ya sabes que las novelas ambientadas en EEUU no me atraen mucho, no sé, me siento más identificada con las cosas que le pasa a la gente de Cuenca o Zaragoza, aunque sobre estas no se escribe mucho, precisamente.
    Me llama la atención dos cosas de todo lo que cuentas. Una que se suicidara por no superar la muerte de un amigo, aunque entre la muerte esa y su suicidio transcurrieron once años. La otra, es que sea una buena opera prima y que sea tan buena. Yo también he acabado la opera prima de otro escritor y es muy buena, en mi caso se trata de la primera novela (en realidad es un relato porque no supera las sesenta páginas) de Javier Cercas, El móvil.
    Un besote.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. A mí también me gustan las novelas ambientadas en España. De hecho, ahora estoy leyendo una ambientada en Cartagena, y he leído otra que anda entre Madrid, País Vasco, Barcelona y Aragón, pero creo que no hay que limitarse a leer solo de lo propio. Leer sobre lo ajeno enseña muchas cosas y los escritores norteamericanos son maestros en provocar la reflexión.
      Leí "El móvil" hace tiempo y, la verdad es que recuerdo muy poco, más allá de que me gustó. Javier Cercas es un gran escritor, tanto en novela como en ensayo. Me encanta.
      Un beso.

      Eliminar
  5. Hola Rosa, quizás atraído irremediablemente por el cine; la literatura norteamericana y especialmente en el contexto temporal donde está situada la acción, me seducen y más con la recomendación que nos haces de una ópera prima donde vemos el nacimiento de un escritor. De él, tal vez y por esa personalidad tan marcada, y con las entretelas de su trabajo en Hollywood sería fantástico que se hiciera una película. La novela también tiene pinta de ser muy cinematográfica.
    Estupenda reseña, besos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Desde luego esta historia tiene una gran película esperando a que alguien se decida a rodarla. También es muy cinematográfica la vida del autor que fue a la Universidad tras haber estado destinado en Japón con las Fuerzas Aéreas y haberse casado. Antes de escribir esta primera novela había dado clases de inglés. Se suicidó dejando una novela inconclusa, "Los viernes de Enrico's" que fue revisada y terminada por Jonatham Lethem en 2015.
      O sea que sí, una vida de cine y una novela de cine.
      Un beso.

      Eliminar
  6. No conocía al autor, pero me gusta lo que cuentas, así que me lo llevo apuntado.
    Besos

    ResponderEliminar
  7. Opino como Miguel en cuanto a que, mientras leía la trama de esta novela, me la imaginaba representada en la gran pantalla, pues se me antoja muy cinematográfica, Posiblemente este autor ya llevaba en su interior, cuando la escribió, la semilla del guionista. Como no he leído nada de Don Carpenter, no puedo saber si es uno de esos casos en los que, la primera novela es la mejor de toda su producción literaria, algo que ha sucedido en más de una ocasión.
    La trama es realmente interesante y, diría yo, típicamente americana, jeje.
    Un beso.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Yo tampoco he leído nada más de él, pero esta novela es la más importante y conocida de toda su obra. Tiene otra, "Una pareja de comediantes" que según Norman Mailer es la mejor novela escrita nunca sobre Hollywood y le tengo muchas ganas.
      No sé si tenía la semilla del guionista o se vio obligado a escribir guiones para sobrevivir, pero lo que sí hizo fue escribir varias novelas ambientadas en el mundo de Hollywood. Espero encontrar alguna de ellas.
      Un beso.

      Eliminar
  8. Da la impresión de que a varios comentaristas varones (José María y Miguel, al menos) leyendo tu buena reseña les ha sucedido lo mismo que a mí, que nos hemos imaginado esta novela ya trasladada a la gran pantalla. Quizás sea porque el cine ha presentado en muchas ocasiones esta época de la Gran depresión y cómo había que buscarse la vida como uno podía.
    Tomo nota del libro y del autor. A diferencia de Paloma, a mí la literatura norteamericana me encanta y la novela negra de allá es de la mejor. A Don Carpenter no lo conocía, pero a partir de hoy ya no se me olvida.
    Un beso, amiga

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Y escribió mucho sobre Hollywood, aparte de los guiones. Ya le menciono a Josep María la Trilogía de Hollywood que me encantaría leer, pero que no están traducidas al castellano. Si lo está su novela póstuma, con la que espero hacerme en breve. Es un gran escritor que yo solo conocía de nombre.
      Sé que tu amas la literatura norteamericana, como yo, por lo que te lo recomiendo sin dudar.
      Un beso.

      Eliminar
  9. George Pelecanos es un gran apoyo. También vagaba por mi subconsciente. Ahora sé quién es y qué escribe. Y promete mucho. Un beso.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Promete, pero la mayoría de sus novelas no se encuentran en castellano. Tengo muchas ganas de leer sus novelas ambientadas en Hollywood.
      Un beso.

      Eliminar
  10. Me gusta lo que cuentas, no lo conocía y pinta muy bien =)

    Besotes

    ResponderEliminar
  11. Parece que en EE.UU. cine y literatura van de la mano. El contraste con España es notable, aquí son (o eran) habituales las adaptaciones, pero no que los escritores se involucren desde cero en un proyecto cinematográfico. Por otra parte, hay guionistas que dan el salto, como David Trueba o se mueven en ambos mundos, pero creo que son los menos. Es mi impresión, trataré de documentarme más. La novela pinta bien, yo leo Carpenter y se me viene a la mente "Golpe en la pequeña China", jaja. El director (John) era uno de mis favoritos en los tiempos de la adolescencia.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Es cierto que muchos grandes escritores estadounidenses han hecho sus pinitos como guionistas, incluyendo al que para mí es el mejor, William Faulkner, pero es que en Hollywood, y sobre todo en cierta época, se hacía tanto cine que había salida para todos y siempre se necesitaban buenos guionistas. Aquí la industria nunca ha dado para tanto. Es casi más fácil vivir de la novela que de los guiones.
      Ja, ja, me hace gracia lo que dices porque al informarme acerca del autor y del libro, en Google hay que poner Don porque si solo pones Carpenter, te lleva sin remedio a John Carpenter. Está visto que dirigir cine da más popularidad que escribir novelas (a no ser que seas Ken Follett).
      Un beso.

      Eliminar
  12. Una novela que he de leer sí o sí. Un personaje de los que a mi me gustan. Solo con esa declaración de intenciones de Jack "Quiero echar un polvo..." Me ha ganado por completo. Tu reseña, la historia arrojan un perfume a novela redonda, dura, que deja resonancia, pegándose a la memoria. Excelente recomendación, Rosa. Un fuerte abrazo!!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Creo que has definido bien la novela sin haberla leído: redonda, dura, que se pega a la memoria. Yo diría que es de esas novelas que ganan con el reposo, el recuerdo y la reflexión. Seguro que te gusta.
      Un beso.

      Eliminar
  13. Me gusta la maestria en la que me haces hamacar con tus letras.Y la contas tan bien que no tengo necesidad de leer el libro la riqueza ya la has dicho entre vos y los que te comentan

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Te aseguro que el libro encierra mucha más maestría de la que hay en mi reseña. Pero muchas gracias, me siento muy honrada con tus palabras. Y gracias también en nombre de los que comentan.
      Un beso.

      Eliminar
  14. A mi me ocurre al revés, creo que muchas veces las óperas primas muestran al auténtico autor, luego va teniendo oficio y aunque siga siendo un gran escritor o escritora, ya no es tan auténtico (ni falta que hace tal vez).
    Me ha interesado mucho de cualquier forma y la leeré. Gracias.
    Saludos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Respecto a eso que dices, siempre recuerdo la primera novela larga de Juan Manuel de Prada (antes había escrito un par de cosas cortas), "Las máscaras del héroe", una novela sobresaliente, con una calidad que jamás ha sido capaz de repetir el autor.
      Quizás sea cierto que el oficio quita espontaneidad y frescura, o tal vez es la necesidad de responder a unas expectativas creadas, pero sí que hay autores que con su primera novela emiten su canto de cisne.
      Un beso.

      Eliminar
  15. Antes que nada, te agradezco la generosidad de mencionarme y al blog de donde tomaste el título. Después, te felicito por haber desplegado, in extenso, el contenido de tan buen libro; yo no lo podría haber hecho tan bien.
    Ojalá que tus lectores, ésos que han de animarse a leerlo, disfruten tanto como tú y yo.
    Nuevamente, gracias!
    Un beso y un fuerte abrazo, Rosa.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Ja, ja, Marcelo, al contrario que los buenos periodistas, yo siempre revelo mis fuentes. Yo soy quien debe agradecerte el darme a conocer a este autor y esta gran novela. Indagando llego a la conclusión de que sus novelas no están traducidas al castellano, salvo su novela póstuma, "Los viernes de Enrico's" que ya le tengo echado el ojo.
      Esperemos que los lectores que se animen con Don Carpenter desde nuestros blogs, queden satisfechos.
      Un beso.

      Eliminar
  16. Es cierto, como señalan algunos comentaristas, que esta novela tiene olor a cine hollywoodiense del bueno. Ya me llamó la atención cuando la reseñó Marcelo y vuelve a llamármela ahora que la reseñas tú. A ver si consigue abrirse hueco entre tanto pendiente.
    Besos

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Déjala que se haga un hueco. De verdad que merece la pena. Mientras alguien se decide a hacer la película, yo soy feliz tan solo con el libro. Me ha gustado mucho. Creo que a ti te gustará también.
      Un beso.

      Eliminar
  17. hasta aqui he llegado me sigues sorprendiendo siempre! besitos!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias, guapa Con tan buenas novelas no es difícil sorprender.
      Un beso.

      Eliminar

Publicar un comentario

Con tus comentarios reflexionamos, debatimos y aprendemos más.

Lo más visto en el blog este mes

"Mujer en punto cero" Nawal El Saadawi

"La amiga estupenda" Elena Ferrante

"Tan poca vida" Hanya Yanagihara

"La caída de Madrid" Rafael Chirbes

"La sombra del cardo" Aki Shimazaki.

"El imán y la brújula" Juan Ramón Biedma

"La ciudad y sus muros inciertos" Haruki Murakami

"La trenza" Laetitia Colombani

Dos clásicos de amor y desamor.

"Las maldiciones" Claudia Piñeiro