"Asesinato de calidad" John Le Carré
"Asesinato de calidad" es la segunda novela de John Le Carré y la segunda que tiene como protagonista a George Smiley, un personaje que recorre gran parte de la obra del autor, a veces como personaje principal y otras muchas como secundario.
Según Carlos Pujol, en el magnífico prólogo de la edición que he leído, esta novela "fue posiblemente para John le Carré una tentativa de conquistar un éxito fulminante que no le había proporcionado su primera obra". No sé si la afirmación es cierta o solo se queda en el posiblemente, pero lo que no puedo negar después de dieciséis libros leídos del autor es que esta novela se sale de casi todo aquello a lo que John Le Carré me tiene acostumbrada.
Tal vez queriendo atraerse al gran público, huye de la historia de espías que había protagonizado Smiley en su anterior y primera novela, "Llamada para el muerto", y nos ofrece una novela de detectives en el más estricto estilo británico, digna de la Golden Age más golden del género. Con su asesinato, el té de las cinco, el detective aficionado, la resolución en las últimas páginas perfectamente explicada, una localización concreta que, en este caso, constituye también un ambiente cerrado y exclusivo, un colegio típicamente inglés, aferrado a las tradiciones más acendradas y en el que todo es tan exclusivo que hasta los asesinatos tienen una calidad especial.
"Es una opinión generalizada el que la grandeza y esplendor del Carne School procede de Eduardo VI, cuyo celo docente —según la historia— procede a su vez del duque de Somerset. Sin embargo, Carne se siente más inclinado hacia la respetabilidad del monarca que hacia la discutible política de su consejero. Además, no hay que olvidar que los grandes colegios, al igual que los reyes Tudor, se ordenan en el cielo".
Carne es una típica Public School inglesa, pero no confundirse. Si alguien pretende traducirlo literalmente por escuela pública, con el significado que le damos en España, se estará alejando mucho del concepto que de tal cosa tienen en el Reino Unido. Las Public School inglesas son criaderos de jóvenes ricos y poderosos; "viveros del poder" se las llama en la revista digital Fronterad, una de las páginas web en las que mejor he visto explicado lo que son estas escuelas. Por si alguien quiere hacerse una idea, colegios tan prestigiosos como Eton, Harrow, Saint Paul's o Westminster pertenecen a esta categoría de colegios que alimenta con sus polluelos la Cámara de los Lores desde hace siglos.
Carne es uno de estos colegios, "Carne posee pergaminos en latín, distinguidos sellos en cera [...] Carne posee, además, una hacienda en propiedad, claustros, carcoma, una plataforma donde recibir los latigazos, amén de un renglón completo en el libro de Guillermo el Conquistador... Así que..., ¿qué más puede exigirse de un colegio encargado de la educación de los ricos?". Pues en este colegio aparece asesinada la esposa de uno de los profesores y como su padre era uno de los suscriptores más antiguos de La Voz Cristiana, la señorita Brimley, redactora-jefe de la revista, pide ayuda a George Smiley, uno de sus compañeros de espionaje en la pasada guerra. Smiley está retirado y se dedica a su afición de investigar sobre los poetas barrocos de la Alemania del siglo XVII.
A petición de la señorita Brimley y por propia curiosidad y afán de esclarecer la verdad, Smiley irá a investigar el suceso. Allí se encontrará con un ambiente cerrado y opresivo, un ambiente que se retroalimenta para no sucumbir a la propia auto destrucción, un ambiente de envidias, rivalidades, mentiras y resentimientos; con unos profesores que tienen que mantener un nivel social para el que no se les paga; con unas esposas que distraen el aburrimiento con la caridad y hacen desesperados intentos por aparentar que son lo que no son y que tienen lo que no tienen.
Allí Smiley tendrá que disimular su rechazo al ambiente mientras mantiene conversaciones que solo su necesidad de averiguar la verdad le obliga a soportar:
"—Nunca se pueden hacer experimentos, ni innovaciones, ni jugar con la tradición.
—Desde luego que no.
—Eso es lo malo de nuestra época. Igual que en África. Nadie quiere aceptar que una civilización no se improvisa de un día a otro. Se necesitan siglos para fabricar a un gentleman".
Conocerá policías, profesores, reverendos, esposas de profesores, locas del pueblo y aristócratas del lugar, y a la vez que él los conoce, el autor nos los irá dando a conocer a nosotros e irá profundizando en personajes complejos, perfectamente retratados en sus, a veces, sofisticados comportamientos y en sus muchas caras ocultas. A través de ellos llegaremos a descubrir muchas de las miserias que se esconden en el colegio, en las iglesias, en los hoteles y en el alma humana en general, pero particularmente en esos ambientes en los que el disimulo, la opresión y la hipocresía pueden desencadenar una tragedia. Porque si bien el verdadero culpable es siempre el que maneja el arma, no se debe menospreciar la influencia que algunos entornos tienen como desencadenantes de tragedias que en otras circunstancias nunca se habrían llegado a producir.
Smiley aporta su sagacidad para averiguar la verdad de los hechos, pero también aporta toda su humanidad para entender y respetar la estabilidad de un mundo en el que muchas vidas están atrapadas, pero del que también depende que esas vidas no se desplomen bajo el peso de evidencias que, a veces, es mejor no sacar a la luz.
Esta es la novela más lineal y sencilla de John Le Carré, la que quizá pensó que estaría más al alcance del gran público y le daría la fama, pero, curiosamente, tuvo que volver a las historias complejas y nada lineales de espías para alcanzar el éxito y ganar lo suficiente como para poder dedicarse en exclusiva a la literatura. Lo consiguió con su tercera novela en la que también aparece George Smiley, aunque como personaje secundario. "El espía que surgió del frío" sigue siendo para mí su mejor novela y la mejor novela de espías que nunca he leído por lo que le daré una segunda lectura en esta revisión que me he propuesto de John Le Carré y de George Smiley.
Esta novela entra en el III reto "Nos gustan los clásicos" por estar publicada antes de 1980. "Asesinato de calidad" está publicada en 1962.
Esta novela entre en el I reto "Cabalgando entre clasicos" por estar publicada antes de 1970. "Asesinato de calidad" está publicada en 1962.
Según Carlos Pujol, en el magnífico prólogo de la edición que he leído, esta novela "fue posiblemente para John le Carré una tentativa de conquistar un éxito fulminante que no le había proporcionado su primera obra". No sé si la afirmación es cierta o solo se queda en el posiblemente, pero lo que no puedo negar después de dieciséis libros leídos del autor es que esta novela se sale de casi todo aquello a lo que John Le Carré me tiene acostumbrada.
Tal vez queriendo atraerse al gran público, huye de la historia de espías que había protagonizado Smiley en su anterior y primera novela, "Llamada para el muerto", y nos ofrece una novela de detectives en el más estricto estilo británico, digna de la Golden Age más golden del género. Con su asesinato, el té de las cinco, el detective aficionado, la resolución en las últimas páginas perfectamente explicada, una localización concreta que, en este caso, constituye también un ambiente cerrado y exclusivo, un colegio típicamente inglés, aferrado a las tradiciones más acendradas y en el que todo es tan exclusivo que hasta los asesinatos tienen una calidad especial.
"Es una opinión generalizada el que la grandeza y esplendor del Carne School procede de Eduardo VI, cuyo celo docente —según la historia— procede a su vez del duque de Somerset. Sin embargo, Carne se siente más inclinado hacia la respetabilidad del monarca que hacia la discutible política de su consejero. Además, no hay que olvidar que los grandes colegios, al igual que los reyes Tudor, se ordenan en el cielo".
Carne es una típica Public School inglesa, pero no confundirse. Si alguien pretende traducirlo literalmente por escuela pública, con el significado que le damos en España, se estará alejando mucho del concepto que de tal cosa tienen en el Reino Unido. Las Public School inglesas son criaderos de jóvenes ricos y poderosos; "viveros del poder" se las llama en la revista digital Fronterad, una de las páginas web en las que mejor he visto explicado lo que son estas escuelas. Por si alguien quiere hacerse una idea, colegios tan prestigiosos como Eton, Harrow, Saint Paul's o Westminster pertenecen a esta categoría de colegios que alimenta con sus polluelos la Cámara de los Lores desde hace siglos.
Carne es uno de estos colegios, "Carne posee pergaminos en latín, distinguidos sellos en cera [...] Carne posee, además, una hacienda en propiedad, claustros, carcoma, una plataforma donde recibir los latigazos, amén de un renglón completo en el libro de Guillermo el Conquistador... Así que..., ¿qué más puede exigirse de un colegio encargado de la educación de los ricos?". Pues en este colegio aparece asesinada la esposa de uno de los profesores y como su padre era uno de los suscriptores más antiguos de La Voz Cristiana, la señorita Brimley, redactora-jefe de la revista, pide ayuda a George Smiley, uno de sus compañeros de espionaje en la pasada guerra. Smiley está retirado y se dedica a su afición de investigar sobre los poetas barrocos de la Alemania del siglo XVII.
A petición de la señorita Brimley y por propia curiosidad y afán de esclarecer la verdad, Smiley irá a investigar el suceso. Allí se encontrará con un ambiente cerrado y opresivo, un ambiente que se retroalimenta para no sucumbir a la propia auto destrucción, un ambiente de envidias, rivalidades, mentiras y resentimientos; con unos profesores que tienen que mantener un nivel social para el que no se les paga; con unas esposas que distraen el aburrimiento con la caridad y hacen desesperados intentos por aparentar que son lo que no son y que tienen lo que no tienen.
Alec Guinness, el actor que mejor ha sabido interpretar a George Smiley |
"—Nunca se pueden hacer experimentos, ni innovaciones, ni jugar con la tradición.
—Desde luego que no.
—Eso es lo malo de nuestra época. Igual que en África. Nadie quiere aceptar que una civilización no se improvisa de un día a otro. Se necesitan siglos para fabricar a un gentleman".
Conocerá policías, profesores, reverendos, esposas de profesores, locas del pueblo y aristócratas del lugar, y a la vez que él los conoce, el autor nos los irá dando a conocer a nosotros e irá profundizando en personajes complejos, perfectamente retratados en sus, a veces, sofisticados comportamientos y en sus muchas caras ocultas. A través de ellos llegaremos a descubrir muchas de las miserias que se esconden en el colegio, en las iglesias, en los hoteles y en el alma humana en general, pero particularmente en esos ambientes en los que el disimulo, la opresión y la hipocresía pueden desencadenar una tragedia. Porque si bien el verdadero culpable es siempre el que maneja el arma, no se debe menospreciar la influencia que algunos entornos tienen como desencadenantes de tragedias que en otras circunstancias nunca se habrían llegado a producir.
Smiley aporta su sagacidad para averiguar la verdad de los hechos, pero también aporta toda su humanidad para entender y respetar la estabilidad de un mundo en el que muchas vidas están atrapadas, pero del que también depende que esas vidas no se desplomen bajo el peso de evidencias que, a veces, es mejor no sacar a la luz.
John Le Carré |
Esta novela entra en el III reto "Nos gustan los clásicos" por estar publicada antes de 1980. "Asesinato de calidad" está publicada en 1962.
Esta novela entre en el I reto "Cabalgando entre clasicos" por estar publicada antes de 1970. "Asesinato de calidad" está publicada en 1962.
Título del libro: Asesinato de calidad
Título original: A murder of quality
Título original: A murder of quality
Autor: John Le Carré
Traducción: María Borrás
Editorial: Debolsillo
Año de publicación: 2011
Año de publicación original: 1962
Nº de páginas: 224
Me has convencido, que sea muy del estilo de la Golden Age con "su asesinato, el té de las cinco, el detective aficionado... un colegio típicamente inglés, ..." me gusta, más que sus novelas de espías.
ResponderEliminarBesos
Yo prefiero las de espías, pero Le Carré deja su sello en todo lo que escribe y aquí ha sido capaz de dotar a una novela clásica de detectives de una profundidad y unas reflexiones que no suelen ser típicas del género. Género que, de todas formas, me gusta desde hace mucho tiempo.
EliminarUn beso.
Hola.
ResponderEliminarMe encanta Le Carré y adoro esta obra, poco más puedo decir.
Muy feliz martes.
Feliz martes Gemma. La próxima, "El espía que surgió del frío", una relectura muy deseada. escalofríos me dan de pensarlo.
EliminarUn beso.
Una magnífica reseña, Rosa.
ResponderEliminarYo me quedé deslumbrado con J. Le Carré… como consigue meterme en la mente de un espía, hacer que sientas el personaje en propia piel, por una sencilla cuestión, y a la vez compleja de solventar sobre el papel (tú la has señalado con tino, la “humanidad”, en lo bueno y en lo malo de Smiley, siendo espía), decía que ese acierto del autor, es hacer convivir en un personaje sofisticado, como aparentemente es un espía (John Smiley), al otro ser vulnerable, dubitativo y contradictorio que habita en cada persona, esto lo hace absolutamente creíble, pero requiere unos equilibrios psicológicos muy calibrados, Le Carré lo logra con esa eficaz “ingeniería literaria” que solo consiguen escritores con mucho oficio a sus espaldas.
Tengo muy fresco el recuerdo de “El espía que surgió del frío”, ya sabes que la leí hace poco.
Me ha gustado mucho leerte, pues me has descubierto otros aspectos que fortalecen mi grata impresión sobre el autor británico.
Alec Guinness es uno de esos actores que identificamos al instante con la figura reconocible del actor inglés per se, su sola presencia ya fascinaba, como la de Richard Burton interpretando al agente secreto Alec Leamas, en El espía que surgío del frío... buenas películas para ver, precisamente, con estos fríos.
Volveré a Le Carré, así que tendré muy en cuenta tus líneas, Rosa, agradecido por enseñarme algo más.
Beso!
Smiley es un personaje muy bueno y maravillosamente construido. John Le Carré es un maestro a la hora de trazar personalidades complejas y contradictorias, pero muy humanas, y a la hora de desarrollar tramas perfectamente trabadas, aunque complejas, y en las que siempre hay un retrato de diferentes mundos, y de diferentes personalidades. Sus pensamientos y reflexiones son geniales, su crítica, rotunda y nunca panfletaria. (Si no lo has leído, no te pierdas "El jardinero fiel")
EliminarEn fin, no tengo palabras suficientes para alabar a este autor, al que solo compararía en su género con Graham Greene, aunque, la verdad es que, tanto uno como otro, trascienden los géneros.
La próxima, "El espía que surgió del frío".
Un beso.
Creo que la leí hace muchos años, de jovencito y no la recuerdo bien. Con los años es un autor que apenas he leído, pero me suena mucho todo lo que cuentas en la reseña.
ResponderEliminarSaludos.
Pues es un autor de lo más completo. Si tienes tiempo, dale alguna oportunidad, entretiene, enseña y hace reflexionar. Me parece magnífico.
EliminarUn beso.
"Todo es tan exclusivo que hasta los asesinatos tienen una calidad especial". Genial Rosa, esa frase es toda una declaración de intenciones de tu fantástica reseña. Por otro lado, anoto su tercera novela y agradezco tu recomendación como su mejor libro.
ResponderEliminarBesos y feliz semana lectora.
Me alegro de que la frase te haya gustado.
EliminarHabrás visto la película sobre "El espía que surgió del frío" que dirigió Martin Ritt en 1965 y en la que Richard Burton hace el papel principal como Alec Leamas. Es fántastica y, sin embargo,está muy por debajo de la novela.
Espero que te guste la novela.
Un beso.
No suelo leer novelas de espías, si puedo las evito, pero sí que he leído "El espía que surgió del frío" y recuerdo que me gustó. Besos
ResponderEliminarEs que John Le Carré se sale del género para escribir historias muy humanas y hacer crítica de todo casi sin que nos demos cuenta. "El espía..." es muy buena, no me extraña que te gustara.
EliminarUn beso.
Hace muchos años que leí a John Le Carré, "El espía no vuelve", "Una pequeña ciudad de Alemania", "El topo". Y me encantó el tema espías. Aunque como ha pasado tiempo, recuerdo más las películas basadas en sus novelas, con unos grandes actores Richard Burton, James Mason.
ResponderEliminarUn abrazo
No he leído "Una pequeña ciudad de Alemania". Es otra de mis pendientes. Las películas son buenas, la verdad es que ha tenido suerte con las adaptaciones, pero los libros son mucho mejores.
EliminarUn beso.
De Le Carre he leído poco, El jardinero fiel, el Sastre de Panamá, pero si recuerdo las películas de Sir Alec Guinness, uno de mis actores clásicos favoritos, me apunto el libro para mi próxima visita a la biblioteca. Besinos.
ResponderEliminarLas dos que mencionas son fantásticas. De hecho, "El sastre de Panamá" supuso para mí el descubrimiento del autor y "El jardinero fiel" me sigue pareciendo una de sus mejores novelas.
EliminarUn beso.
Le Carré, uno de mis autores preferidos, gracias. Interesante.
ResponderEliminarUn abrazo.
También es uno de mis favoritos. Cuando se le conoce, no se puede dejar de admirarle y seguirle.
EliminarUn beso.
Para quien le gusta este género, John Le Carré nunca defrauda. Curiosamente, y a pesar de su extensa obra, yo no he leído ninguno de sus libros, pero sí he visto muchas de sus versiones cinematográficas (El espia que surgió del frío, La casa Rusia, La chica del tambor, El sastre de Panamá, etc.) y todas ellas me han gustado mucho. Creo que ya es hora de leerle, y esta bien podria ser una primera experiencia.
ResponderEliminarUn beso.
Como digo más arriba, ha tenido mucha suerte con las adaptaciones de sus obras. Muy buenas películas han salido de ellas.
EliminarYo he leído más de lo que he visto en cine. Y, desde luego ,es un autor que te recomiendo sin dudar.
Un beso.
Pues creo que empezaré con esta novela. De hecho, hace unos días terminé de leer Mystic River, gracias a tu reseña de hace algún tiempo, y me congratulo de haberme dejado guiar por tu opinión/descripción de esa novela porque la he disfrutado de principio a fin. Lástima que no he encontrado todavía la versión cinematográfica.
EliminarOtro beso.
Me alegro mucho de que hayas disfrutado un libro gracias a mí. No dejes esa película. Es muy buena.
EliminarDe Le Carré he leído El topo, El espía que surgió del frío y alguna más que no recuerdo. Curiosamente no he visto ninguna película en la que se versionan obras suyas.
ResponderEliminarPero siempre he asociado a Smiley con historias de espías, que esta novela no lo sea me llama la atención y por eso me la apunto ya que las historias de espionaje no me hacen demasiado tilín porque siempre me pierdo, sobre todo cuando hay agentes dobles porque me lío y no sé de qué bando están realmente.
Un beso.
Ja, ja, yo también me pierdo con las historias de espías, pero releo, imagino y si pierdo algún detalle pues qué le vamos a hacer...
EliminarEsta no tiene ningún espía. Es una historia de asesinato y su invento, pero con la humanidad y la visión del mundo del autor.
Un beso.
Me sigo quedando con "El espía que surgió del frío". Es curioso cómo el éxito asalta a los autores donde menos se lo esperan. El público lector no es tan predecible como muchos creen.
ResponderEliminarUn abrazo.
Yo también me quedo con "El espía..." es que es sublime.
EliminarSí es curioso porque "El espía..." es una novela complicada, aunque de muchísima calidad, y llegó al gran público mucho más que esta que es muy sencilla y entretenida (y muy buena también). Creo que de publicarse hoy en día, "Asesinato de calidad" tendría más éxito que "El espía...". Este mundo se ha hecho más simple y lo que tiene muchos matices le asusta.
Un beso.