"Amsterdam" Ian McEwan
"Molly, mujer espléndida y de ingenio, crítica de restaurantes, fotógrafa, audaz jardinera, que había sido amada por el ministro de Asuntos Exteriores y era aún capaz de dar una voltereta lateral a la edad de cuarenta y seis años... La rapidez de su descenso a la locura y el dolor llegó a ser la comidilla del momento: su pérdida de control de las funciones fisiológicas y, con ella, de todo sentido del humor, y su gradual caída en una vaguedad jalonada de episodios de ahogados gritos y vana violencia". Molly acaba de morir y en el tanatorio se juntan sus amantes conocidos y alguno no tanto. Además de su marido, claro. El marido que no pudo dominarla en la salud, pero se apropió de ella en la enfermedad, cuando el estado de la mujer la dejó a su merced, encerrada en la casa y sin recibir más vistas que las que él determinaba.
Por el tanatorio deambulan, con la amistad que siempre les ha caracterizado, Clive Linley y Vernon Halliday, los dos amantes primero y amigos después más constantes y fieles de Molly. Clive es músico y en este final del siglo XX ha sido elegido para componer la Sinfonía del Milenio, una obra para celebrar el siglo y el milenio que se avecinan. Vernon dirige un periódico, El Juez, aunque lo hace de chiripa y no se sabe muy bien cómo. "En los mentideros periodísticos era célebre el prodigio —difícil de exagerar y a menudo narrado en las barras de los bares de la City— de cómo había llegado a director de El Juez".
Clive fue el primero de los dos en ser amante de Molly a la que conoció en el 68 cuando ambos eran estudiantes. Vernon vino después. Ya adultos coincidieron trabajando en París, él para Reuters y ella para Vogue. Allí vivieron un año juntos. A pesar de que hace ya mucho de sus respectivos escarceos sexuales los tres han mantenido una amistad que ha resistido el embate de los tiempos, aunque ahora, sin Molly, la relación entre Vernon y Clive se va a ver seriamente puesta en peligro y en ello no va a estar ausente la intervención de George.
George llevaba mucho tiempo casado con ella y nadie entiende como Molly no lo dejó con lo mal que le trataba. George es un rico editor al que ni Molly ni nadie en general parecía respetar mucho. Cuando Molly enfermó se dedicó a cuidarla, a decidir quién podía verla y quién no. Las visitas de Clive y Vernon fueron de las más limitadas. Y también las del ministro de Asuntos Exteriores tal vez el último amante de Molly y, por tanto, el más peligroso para George. Y ahora, George recibe con toda dignidad el pésame de los que asisten al tanatorio porque por fin "La muerte de Molly lo había rescatado del desprecio general. Incluso parecía haber crecido unos centímetros; su espalda se había enderezado, su voz se había hecho más grave y una nueva dignidad había encogido un tanto sus ojos suplicantes, codiciosos [...] Había «conseguido» a Molly al fin, cuando ésta ya no pudo ni reconocer su propia cara en el espejo. Nada podía hacer respecto a sus pasadas aventuras amorosas, pero al final era enteramente suya".
A partir de ese momento, todos se van a tener que ir adaptando a la muerte de Molly. Podrían haberlo hecho sin más sangre (virtual quiero decir), sin trauma. Clive, componiendo su sinfonía; Vernon, dirigiendo su periódico. Ambos, al fin y al cabo, habían conseguido llegar a lo más alto en sus profesiones. También George ha llegado a lo más alto. Es rico. Tiene una fortuna amasada en el mundo editorial a base de libros esotéricos que suponen "una concienzuda explotación de los simples de este mundo: ocultas claves numéricas de la Biblia que predecían el futuro, incas oriundos del espacio exterior, el santo grial, el arca de la alianza, el Segundo Advenimiento, el tercer ojo, el séptimo sello, Hitler sano y salvo en Perú...". Además posee un uno y medio por ciento de El Juez. Tal vez la falta de estímulos para conseguir un prestigio y una fortuna que ya posee es lo que le hace querer venganza e incluso poder intervenir en el mundo del poder y la política.
Unas fotos que obran en su poder realizadas por Molly podrían poner en entredicho la reputación de Julian Garmony, ministro y último amante de la mujer. Como amigo y accionista de El Juez, George le ofrece a Vernon la posibilidad de publicarlas, lógicamente sin declarar la fuente.
Y aquí empieza el dilema moral que atraviesa esta novela, el análisis de si todo vale, de si el fin justifica los medios, de si se puede destrozar la reputación privada de una persona para evitar los males que podría causar en la política del país. "Habrá aún más gente viviendo por debajo del umbral de la pobreza, más gente en la cárcel, más gente sin hogar, más crimen, más algaradas callejeras... Incluso ha estado hablando de volver a instaurar el servicio militar obligatorio. El medio ambiente se resentirá enormemente, pues preferirá complacer a sus amigos especuladores a firmar los acuerdos para detener el calentamiento del planeta. Quiere sacarnos de Europa. ¡Qué catástrofe económica!". Veinte años después de publicado "Amsterdam" alguien ha sacado al país de Europa y no se ve mucha catástrofe por ahora.
El dilema también tiene su parte interesada. Vernon necesita aumentar la tirada del periódico si quiere seguir siendo el director, de manera que no todo lo que impera en el afán de Vernon por publicar las fotos es el interés del país y de sus gentes. Clive, `por el contrario, se muestra contrario a dicha publicación. Las discusiones entre ambos amigos dan lugar a una interesante reflexión acerca de lo que puede llegar a ser permisible en según qué circunstancias y a según qué precio. Además Clive tiene otra carta que jugar aparte de la privacidad de la vida íntima de Garmony y es la fidelidad a la amiga. "A nosotros no nos gusta Garmony, pero a Molly sí le gustaba. Garmony confió en ella, y ella no defraudó esa confianza. Fue algo entre ellos dos. Y las fotografías son de Molly; no tienen nada que ver contigo o conmigo o con tus lectores. A ella le parecería aborrecible lo que estás haciendo. Sinceramente, la estás traicionando".
Pero no todo en Clive funciona con tanta ética como le exige a su amigo. Cuando los acordes recién encontrados de su Sinfonía están en riesgo de perderse, también él es capaz de todo por mantenerlos en su memoria y ser capaz de pasarlos al papel pautado antes de que desaparezcan ante cualquier distracción. Clive es más exigente con la ética ajena que con la propia.
Tenía pendiente esta novela desde hace muchos años. No sé muy bien por qué dormía el sueño de los justos en uno de mis estantes de literatura europea. Ian McEwan es un autor que me gusta mucho, pero alguna de sus novelas más antiguas aún están esperando a que les llegue el turno. Fue la reseña de Juan Carlos en su blog lo que me animó a leerla y me alegro mucho porque no es una novela menor.
La sátira, el humor irónico, la crítica a una sociedad acomodada y culta de final de siglo y de final de milenio, es lo que impera la narración. McEwan se ríe de sus personajes con esa cara socarrona y su sonrisa acusadora y, de haberla leído en el momento de su publicación, hubiera sentido que también se reía de mí, aunque creo que sobre todo se ríe de los ingleses cultos y estirados, los que se creen (se creían) en posesión de la esencia de los principios y la ética, y ven cómo la esencia se les queda sin aroma cuando sus intereses personales entran en conflicto con sus principios.
El final de la novela, es una burla total del autor hacia ese tipo de gente y hacia sus personajes. Pero una burla piadosa, una burla con la que le gustaría redimirlos, aunque yo creo que quedan irredentos porque ni siquiera la muerte es capaz de liberar de ambiciones y soberbia. No se puede decir más. Hay que leer "Amsterdam", degustarla, disfrutarla y reírse con Ian McEwan de una época y de unos personajes. Los que ya le conocemos sabemos que es un autor incómodo. Lo es ahora, pero hace más de veinte años, cuando escribió esta novela, lo era aún más y tenía que levantar muchas ampollas en cierta clase social de su país. De hecho, las sigue levantando. En el Reino Unido, Ian McEwan es un autor que sigue brillando en lo más alto del Olimpo literario. Espero leer en breve "La cucaracha", su última novela.
Este libro participa en el Reto Escritores de la A a la Z que organiza el blog Lecturápolis. Con él relleno la letra M.
Título del libro: Amsterdam
Autor: Ian McEwan
Nacionalidad: Reino Unido
Título original: Amsterdam
Nacionalidad: Reino Unido
Título original: Amsterdam
Traducción: Jesús Zulaika
Editorial: Anagrama
Año de publicación: 2002
Año de publicación original: 1998
Nº de páginas: 200
Buen día, Rosa.
ResponderEliminarSi ponemos en el punto de mira los dilemas morales, el amor posesivo y esa narrativa satírica creo que nos hallamos ante una novela imprescindible. Sobre todo para todas aquellas personas interesadas en esas relaciones "british" que tanto juego dan en cine y literatura casi de manera independiente a la época narrada.
Un beso.
A Ian McEwan le hacen muy buenas adaptaciones al cine. Vi "Expiación", "Chesil Beach" y "La ley del menor" y las tres ne gustaron mucho. Hay varias más, pero no he visto ninguna.
EliminarEs un autor eminentemente británico, con ese humor elegante e irónico que destroza lo que critica.
Realmente, un autor imprescindible, si lo hay.
Un beso.
Pues había oido hablar mucho de McEwan, nunca he leido nada suyo. Promete ser interesante. Y me gustan los autores incómodos, como tu los llamas. A lo mejor me animo en breve. Gracias por la reseña. Besos.
ResponderEliminarPues este es muy incómodo. Trata temas que nos ponen ante nuestras propias miserias y nos hacen reflexionar acerca de nuestros comportamientos. Interesante de verdad.
EliminarUn beso.
¡Hola, Rosa! Como no animarme a leer una obra de este autor, que por lo que nos cuentas, es una lectura que se disfruta mucho. Muchas gracias por la reseña y espero tengas un lindo día. ¡Un besote!
ResponderEliminarSe disfruta y se sufre. Sus historias escarban en la condición humana y descubrimos cosas de nosotros mismos que duelen.
EliminarUn beso.
Tengo pendiente repetir con McEwan aunque no sé cuándo será. Me gustó mucho La ley del menor. Más tarde leí Solar y, aunque me pareció un buen libro, no conseguí conectar. La novela que reseñas creo que trata temas interesantes pero ese tono de humor me hecha un poco para atrás, porque también estaba presente en Solar. Aun así, hay novelas del autor que me atraen más que esta. También he estado echando un vistazo a La cucaracha, ya que he estado actualmente un tanto insectívora literariamente hablando. Y aunque parece tener también un toque sarcástico, me tienta mucho esa metamorfosis kafkiana a la inversa.
ResponderEliminarBesos
No he leído "Solar", pero no creo que tarde. Me intriga mucho la combinación Beard-Einstein de la que habla el libro. Lo tengo anotado como obra del autor, pero no sé por qué, pensaba que era de Ciencia ficción y lo tenía apartado. El otro día mirando cosas vi un resumen y me di cuenta de mi equivocación.
EliminarTe recomiendo "Expiación" y "Chesil Beach".
Yo me enganché con "Expiación".
Un beso.
La reseña de Juan Carlos también me hizo apuntarme esta novela y la tuya me confirma que no tengo que dejarla escapar.
ResponderEliminarBesotes!!!
Gracias a Juan Carlos lo he leído yo y gracias a leerlo he descubierto que otro que tenía un poco vetado, "Solar", no es lo que yo pensaba y lo leeré.
EliminarGracias dobles por lo tanto. Creo que no debes dejarlo escapar.
Un beso.
Del autor solo he leído Expiación que me encantó, me dejó totalmente entregada a la causa de volver con el autor a no mucho tardar, pero como tantas otras veces el tiempo ha ido pasando y otras lecturas se han ido colando. Tengo que ponerle remedio.
ResponderEliminarBesos.
Es que "Expiación" es una novela fabulosa. A mí fue la que me enganchó al autor, pero aparte de esa, las tiene muy buenas y esta es una de ellas.
EliminarUn beso.
Buena reseña, Rosa. Que gran satisfacción me da saber que recordaste que tenías pendiente la lectura de esta novela por la reseña que hice de ella hace poco menos de un mes. Te agradezco mucho que hayas dejado el enlace a ella en tu blog.
ResponderEliminarMe ha gustado ese comentario que dejas caer sobre la salida de England de Europa. Dices exactamente que por ahora no se ve la catástrofe económica que los personajes de "Amsterdam" auguraban. Bueno, ya, sí, ya sabes como son estos ingleses que saben sacar tajada de todo y de todos. En fin, ya veremos. Lo que sí es más cierto es la catástrofe que su salida puede provocarnos a nosotros porque vivimos mucho de los ingleses: puestos de trabajo allí, turistas y residentes ingleses aquí, etc., etc.
Un buen libro "Amsterdam" desde luego. Tomo nota de "La cucaracha" pues como tú este escritor me encanta.
Un beso
Sí, el estado británico sabe volver a du favor incluso lo que les perjudica y podría ser que algunos países de Europa sufrieran más su salida que ellos mismos.
EliminarComo le digo a Margari, las gracias son dobles porque indagando en mis pendientes de McEwan he descubierto que "Solar" no es de ciencia ficción como yo creía, sino que trata de un tema que me apetece mucho. No sé por qué se me metió en la cabeza esa idea.
"Amsterdam" me ha parecido además de las mejores del autor.
Un beso.
Hola Rosa, leí la novela el año pasado en un club de lectura, me gustó mucho. Ese dilema de elegir entre dos males y sobretodo la situación claustrofobica de Molly, cercada por un marido que terminó teniéndola en su poder para decidir que a quien podías ver y que podía hacer, la verdad es que me resultó muy interesante. Besos.
ResponderEliminarEs muy interesante como Molly está presente de continuo sin aparecer en ningún momento. Y es genial cómo nos muestra el dilema de la elección dejando claro que todos eligen en función de sus intereses. Y el final es espectacular.
EliminarUn beso.
Es que este hombre se mete en unos jardines... Tengo que decir que algunos de sus libros me gustan mucho, en La ley del menor ya anduvo enredando con otro tema espinoso, pero otras como Solar se me han puesto cuesta arriba. Amsterdam creo que me podría gustar, es de las que tiene chicha. Me apunto.
ResponderEliminarBesos
Acabo de ver estos días la película basada en "La ley del menor" de la que hizo el guión el propio McEwan y es muy buena. Me quedo con la novela de pero la película merece la pena.
EliminarEn breve espero leer "Solar" y espero que no se me ponga cuesta arriba, veo por otros comentarios que no eres la única a la que esa novela no le entusiasmó. Yo creo que "Amsterdam" es de las que cautivan.
Un beso.
No sabía que había peli. Me apunto. Gracias.
EliminarCreo que te gustará. A mí me gustó mucho aunque prefiero el libro, pero no es por comparar. Es que me gusta más la literatura que el cine. Y eso que este me gusta mucho.
Eliminar¡Hola!
ResponderEliminarMcEwan es uno de mis escritores preferidos, y eso que tampoco es que me los haya leído todos (han caído "Chesil Beach", "La ley del menor", geniales las dos), pero su prosa me parece especial, de esas muy disfrutables. El de Cucaracha tengo en mente leerlo y Amsterdam en principio no, pero después de leerte (también la reseña de Juan Carlos me hizo dudar) igual sí me animo.
En La ley de menor, también el autor plantea varios dilemas morales, se le dan bien
Besos
Se le dan muy bien los dilemas morales y cómo la gente responde a ellos. Y para dilemas morales no te pierdas "Expiación". Es muy bueno.
EliminarUn beso.
Me resulta muy original que todo ese zafarrancho de dilemas e intentos de venganza surja a raíz de la muerte de esa mujer, de la que supongo que el autor debe dar a conocer muchos aspectos de su vida de forma directa y no a partir de los recuerdos de su marido y ex amantes. Me refiero a que deben haber flashbacks sobre su vida cuando estaba viva y se permitía el "lujo" de tener varios amantes mientras convivía con quien menos la satisfacía. Y también es interesante ver cómo el marido aprovecha el deterioro físico y mental de su mujer para ejercer un férreo control y dominio que nunca habría logrado de otro modo.
ResponderEliminarLa crítica social británica me encanta, por su agudeza e ironía fina.
Un beso.
Pues siento decepcionarte, pero no hay flash back en que se cuente la historia de Molly, más allá de lo que se cuenta de sus amantes en relación a ella y que casi lo he contado yo en la entrada. No, Molly queda más intuida que conocida, pero a raíz de su muerte las fotos pasan a su marido y es ahí donde surge la trama.
EliminarMolly no aparece en la historia porque toda ella sucede después de su muerte, pero está presente siempre de alguna manera (debí decir esto en la reseña, ja ja).
Un beso.
Vamos, al estilo de Rebecca, je,je.
EliminarSíiii, cierto, algo similar.
EliminarTambién a mí me gusta mucho Ian McEwan pero esta novela justamente no la he leído. La ironía y esa burla piadosa que comentas hacia sus personajes forma parte de su tono al contar historias y es muy bueno con eso. La tengo en cuenta, Rosa. Muchas gracias.
ResponderEliminarPues te la recomiendo porque es de las buenas. Bueno todas lo son, pero esta me ha gustado especialmente.
EliminarEs un autor muy británico que critica lo británico valiéndose del humor propio de los británicos. Todo muy... británico.
Un beso.
Sí, tienes razón en que es un autor incómodo en ocasiones pero como también comentas hay que leerlo. He leído varias de sus novelas y siempre he disfrutado.
ResponderEliminarUn beso
Nos pone delante de nuestras propias contradicciones y por eso nos incomoda, pero es bueno que seamos capaces de desentrañar los misterios de nuestros comportamientos y nuestras motivaciones y eso, mostrárnoslo, lo hace de maravilla.
EliminarUn beso.
Me la apunto, ese humor irónico y esa crítica social me atraen. Tengo yo también pendiente este autor desde que os leí a ti y a Juan Carlos algo sobre él. Creo que empezaré con esta.
ResponderEliminarUn beso.
Es un autor que hay que conocer. Su crítica es irónica y muy fina pero no se puede decir que sean libros de humor. Son libros en los que hay humor, pero muy serios y que tocan la fibra.
EliminarCreo que te gustará.
Un beso.
Qué interesante propuesta Rosa y el dilema o los dilemas que se plantean y que desde luego están muy vigentes.
ResponderEliminar¿El fin justifica los medios? ¿Se puede destrozar la reputación privada? ¿Cuáles son los límites? Grandes preguntas y diría que cada vez esos límites se desdibujan más y que, en aras de la libertad de información que algunos esgrimen parece que todo vale.
Lo anoto aunque no sé cuándo lo leeré porque me parece de lo más interesante.
Un beso enorme
Sí que es interesante. la libertad de prensa, la obligación de informar, el mal menos de destrozar una reputación para impedir que un extremista de derechas llegue a ser presidente... Son temas interesantes que lo eran hace más de veinte años cuando la prensa escrita dominaba el mundo de la información. Ahora que ese dominio ha pasado a las redes sociales y cualquiera puede "publicar" noticias, se hace lo mismo (destrozar reputaciones, impedir que alguien que no nos gusta llegue a presidente, etc.), pero con noticias falsas. Estaría bien que Ian McEwan escribiera una novela sobre ese tema.
EliminarUn beso.
¡Hola, Rosa! Atrapado por esta novela que he de leer sí o sí. Los temas que plantea me interesan mucho. El dilema del fin y los medios, el papel de la prensa como elemento de estabilización o desestabilización de un país, el control y uso de la información... Temas de una actualidad rabiosa, como diría un periodista. Si algo me ha hecho ver este último año es hasta qué punto podemos ser manipulados, cómo puede cambiar una noticia en función de cómo se cuente o, simplemente, en función de qué noticia la preceda o suceda. Una novela realmente interesante y atrapante. Una reseña magnífica. Un fuerte abrazo, Rosa!!
ResponderEliminarPues aunque el tema sea de una actualidad rabiosa, el libro tiene más de veinte años. Entonces no había redes sociales y no existía esa posibilidad de lanzar bulos y dejar que se extiendan como aceite sobre el mar, pero la prensa ya tenía poder (el cuarto poder) para tirar reputaciones. Al menos solían hacerlo con noticias verdaderas. En el libro se plantea muy bien el tema. No todo sale como Vernon espera y el planteamiento del problema es muy interesante. Toda la obra de Ian McEwan lo es.
EliminarUn beso.
No he leído a McEwan, pero si he visto alguna de sus adaptaciones cinematográficas, recuerdo que "Expiación" me pareció extraordinaria. Este título parece lleno de mordacidad y fina ironía, me gusta, sobre todo el punto de partida. A lo mejor de escribirla hoy sería más indulgente, porque esa clase social casi se encamina a su extinción, sustituidos sus valores (e hipocresías) por otros no menos dignos de una novela satírica.
ResponderEliminarBuen finde, Rosa.
Pues con ser buena la adaptación de "Expiación" el libro es fantástico, mucho mejor.
EliminarLa novela es universal porque aunque trata de una clase social que, como dices, camina hacia su extinción, en realidad trata de comportamientos individuales también que se pueden aplicar a todos: interés frente a lo que es correcto (confundir lo que está bien con lo que me conviene, que diría Serrat); la duda de si el fin justifica los medios... en fin, situaciones para reflexionar sobre el comportamiento de cada cual.
Un beso.
Hola Rosa!! Siempre que me paso por tu blog, me llevo unos títulos estupendos conmigo. ¡Genail reseña y gracias por el descubrimiento! Besos!!
ResponderEliminarMe alegro de que te haya gustado. Es un autor al que merece mucho la pena conocer y "Amsterdam", una de sus novelas más certeras.
EliminarUn beso.
Yo también leí la reseña de Juan Carlos y me quedé prendada de la novela. Tu reseña viene a ratificar mi primera impresión. Además del autor, conozco lo típico, y por la película. No he leído nada de él. A ver si me animo. Magnífica reseña, Rosa. Besos
ResponderEliminarLa verdad es que le hacen unas adaptaciones muy buenas. De algunas es él mismo el guionista. Nunca he visto una película basada en una novela de Ian McEwan que no me haya gustado. Anímate porque seguro que te gusta.
EliminarUn beso.
Hola.
ResponderEliminarQué apetecible, la verdad. Me ha hecho pensar.Tomo nota, y a ver cuando le hago un hueco.
Muy feliz finde.
Es que las historias de Ian McEwan hace pensar mucho siempre. Como le digo a Gerardo, además de la crítica a una cierta clase social, nos hace una descripción de nuestros comportamientos más controvertidos y nos hace pensar en ellos.
EliminarBuen finde también para ti.
Un beso.
Todavía no he leído nada de Ian McEwan pero tengo en casa Expiación. Creo que empezaré por ella y si me gusta como escribe seguiré con ésta.
ResponderEliminarBesos.
Nunca me canso de decir que "Expiación" es la novela del autor que más me ha gustado. Es la que me enganchó, aunque eso es muy personal y "Amsterdam" es muy buena.
EliminarMe gustará saber tu opinión.
Un beso.
La actual situación además de lo ya conocido, para algunos supone una multiplicación de horas laborales que obligan a reducir actividades. Así que tengo un montón de material pendiente de leer aquí.
ResponderEliminarPero empiezo por McEwan por ser uno de mis autores favoritos. Le conocí con este "Amsterdam" y "On Chesil Beach" y con "Expiación" me terminé de convencer, ya no lo he soltado.
Como siempre la reseña da en el clavo.
Besos.
Muchas gracias, Jorge, por tus palabras y por aparecer por aquí a pesar de las dificultades añadidas para algunos dada la situación.
EliminarIan McEwan me enamoró con "Expiación" y desde entonces procuro no perderme nada suyo. Esa forma de indagar en las contradicciones y las culpas a las que todos debemos enfrentarnos, me encanta. Es un maestro en eso de ponernos ante nuestras propias miserias y me gustan los autores que lo hacen y, de paso, nos hacen pensar.
Un beso.