El tercer microrreto de la nueva temporada de "
El tintero de oro" consiste en escribir un relato a ciegas, es decir, desde el punto de vista de un ciego de nacimiento.
Debe tener como máximo 250 palabras y debe ser un relato
"en el que la historia sea narrada por un ciego de nacimiento. Da igual el tema o el género. La idea es que un narrador que jamás haya contado con el sentido de la vista nos narre su microhistoria". Esas son las condiciones que nos pone David en el microrreto.Espero haberlo conseguido.
Mis dedos se deslizan sobre las líneas. Puntos en relieve
que voy identificando para releer lo escrito: “La tormenta rugía en la lejanía,
el cielo negro dejaba pasar entre las nubes la luz blanca de los relámpagos y, por
décimas de segundo, todo el salón se iluminaba y dejaba una instantánea de los
colores brillantes del empapelado de la pared, la tapicería del sofá, las
flores del jarrón, las cortinas recogidas a los lados de la ventana para dejar
entrar la violencia de la noche…”.
Siempre que escribo, me queda la duda de si se notará mi
condición de ciego. Me gusta mucho más ciego que invidente. Las palabras de siempre
están refrendadas por el tiempo y la historia. Invidente es una palabra fría,
sin alma. No da idea de lo que dicha condición supone en realidad. Ciego expresa mucho mejor el desamparo de las tinieblas.
Pero decía que no sé si se notará en mis novelas. Solo a
base de mucho leer he conseguido ser capaz de hablar de colores brillantes que
nunca he visto. De todo el párrafo, solo la negrura de la noche y el sonido del
trueno me resultan familiares. El resto son sensaciones nunca sentidas o
sentidas de otra forma: el tacto de la tapicería, el olor de las flores, el
movimiento de las cortinas…
Y es que quiero escribir como todos. No quiero que me den el
premio por lástima. Quiero merecerlo por completo. No quiero que digan “escribe muy bien para
ser ciego”.
250 palabras.
Sí lo has conseguido, Rosa. Tus palabras llevan al mundo interior de una persona que se esfuerza en superar su limitación, y no aprovecharla para beneficiarse.
ResponderEliminarY además, también escribes muy bien.
Un abrazo.
Muchas gracias, Carmen. Tus palabras son muy alentadoras. Me alegro de que te haya gustado. me ha salido un personaje con mucho tesón y fuerza. Espero que gane el premio.
EliminarUn beso.
Pues sí, muchas veces se utliza esa coletilla al juzgar el mérito de alguien ante un reto un obstáculo que, por su minusvalía, parecía imposible de salvar.
ResponderEliminarExpresar con palabras lo que inspiran los sentidos debe ser una tarea árdua y no parecer ciego siéndolo todavía más.
Es curioso que en tu relato el protagonista prefiera el término ciego a invidente y en el mío todo lo contrario, anque por sea motivos distintos, je,je.
Un beso.
Se ve que a mi personaje no le hicieron objeto de burla y no tiene prevención conta el apelativo de ciego, mucho más humano y literario que invidente.
EliminarEsas coletillas (lo hace bien para ser...) son pura condescendencia que es una de las formas más terribles de discriminar porque se disfraza la discriminación con pena o caridad o no sé muy bien qué, pero resulta odioso.
Un beso.
Interesantísimo tu relato, Rosa. Cuántas veces se ningunea el mérito de alguien con coletillas como la que cierra tu escrito.
ResponderEliminarLogras que el lector conecte con la sensibilidad de quien no posee el sentido de la vista. Muy bien.
Un beso
Gracias por tus palabras, Juan Carlos. No sé si un escritor ciego será capaz de narrar las cosas como hace el mío. Pero en la ficción todo es posible. Y si un sordo puede escribir sinfonías, un ciego puede hablar de los colores que nunca ha visto. Digo yo.
EliminarUn beso.
No ser juzgado en base a una condición física es lo que pide a gritos tu personaje. Ciertas actitudes benevolentes también pueden ser una forma de discriminación y hacer mucho daño. Lo has contado muy bien, Rosa. Gran micro.
ResponderEliminarEsa benevolencia (condescendencia que le llamo yo) me resulta odiosa porque disfraza la discriminación de buenismo, que ya es el colmo.
EliminarMe alegro de que te guste.
Un beso.
Pues lo has logrado y muy bien, Rosa. Genial tu relato.
ResponderEliminarBesotes!!!
Gracias, Margari. Me alegro de que pienses eso. Muchas gracias.
EliminarUn beso.
Creo que no existe nada peor que ser juzgado con benevolencia por padecer alguna limitación física,... te ha quedado un relato fantástico Rosa.
ResponderEliminarGracias. No resulta fácil ponerse en la piel de una persona que nunca ha visto. El querer que no se note su condición para que le traten con justicia y no con benevolencia es algo que quería que se notara sobre todo lo demás y veo que se ha conseguido.
EliminarUn beso.
Estupendo relato, Rosa. Qué envidia me dais los que tenéis la capacidad de transmitir tanto con tan pocas palabras.
ResponderEliminarBesos.
No me considero yo muy capaz de transmitir mucho mediante la escritura. No suele ocurrírseme nada que contar, pero los retos de "El tintero de oro" me vienen muy bien porque me dan la idea de comienzo.
EliminarUn beso y muchas gracias.
Un micro redondo, me ha encantado Rosa. Escribes muy bien. Un abrazo.
ResponderEliminarGracias, mamen. Me alegro de que te haya gustado. Eso de que escribo muy bien me ha llegado al alma.
EliminarUn beso.
¡Hola, Rosa! Un fantástico micro para el reto en el que veo muchos temas interesantes. Ese ciego-invidente que nos lleva a esa moda de lo políticamente correcto, que desde la buena intención puede llegar a llamar las cosas de una manera casi ridícula. O ese manía condescendiente de valorar los actos según la condición de quien los realiza, como en este caso. Él quiere que se le valore por sus letras, no porque sea ciego. Estos dos aspectos, muy de actualidad, los has abordado de manera valiente y gráfica. El tercer tema, parece mentira en solo 250 palabras, se aleja de la ceguera y es una idea que siempre me ronda. ¿Puede escribir el escritor sobre lo que no ha conocido o vivido? Si escribe una historia bélica, ¿sonará falsa si nunca has vivido esa tesitura? ¿Solo sonaría auténtico en casos de escritores que hayan padecido una? ¿Puede la imaginación y la documentación suplir esa falta de experiencia? Personalmente, y tras muchas dudas en estos años, creo, o deseo, que sea así. Que un escritor no necesite vivir según qué experiencias para escribir honesta y verosímilmente sobre cualquier tema. En caso contrario, ¡puf!
ResponderEliminarExcelente micro, Rosa, tienes muy buen pulso narrativo y deberías escribir mucho más y regalárnoslo en tu blog. Un fuerte abrazo!
Es un tema complicado el hasta qué punto un escritor es capaz de escribir sobre lo que nunca ha vivido. Yo creo que ahí está la pericia y la calidad del autor. Pierre Lemaitre no vivió la Gran Guerra ni sus consecuencias y, sin embargo, "Nos vemos allá arriba" te mete de lleno en la época. Tampoco tú has vivido rodeado de extraterrestres, ni has viajado a otros planetas y ahí está "Los demonios exteriores" que nos hace sentir perfectamente lo que podría suceder llegado ese momento. Si el escritor es bueno puede narrar lo que se proponga. Será capaz de hacerlo verosímil. Luego está la labor de documentación que también es necesaria (más para el pasado que para el futuro).
EliminarMe alegro de que te haya gustado el micro. Tu dame ideas y yo escribiré. Pocas veces se me ocurren por mí misma.
Un beso.
Excelente. Conmovedor y que te lleva a la reflexión!
ResponderEliminarGracias. me alegro de que te haya gustado.
EliminarUn beso.
Hola Rosa, se dice que quien mucho lee, mucho aprende y tanto tu, como tu protagonista, son asiduos lectores, un gran punto a vuestro favor para escribir bien.
ResponderEliminarEl relato es genial, pues pones sobre el tapete unas interrogantes muy particulares, la carga que tienen los vocablos, la honestidad y el reconocimiento merecido por el talento, no por lastima, y lo creíble que pueden sentirse las emociones plasmadas en los libros. El titulo le va genial a estos tópicos que abarcaste, pues de seguro son el plato fuerte de muchos escritores.
Bien por tu inspiración Rosa, disfruté la lectura.
Muchas gracias. Afortunadamente, yo puedo leer de la forma tradicional y no tocando puntitos en relieve como mi personaje. Pero igualmente, es cierto que leer mucho ayuda en la tarea de escribir. Siempre y cuando acudan las ideas en ayuda del escritor. No sé lo que él estaba escribiendo. Nos leyó muy poco. Puede ser terror, gótico, negro, policíaco. En todo caso ha sido interesante saber lo que siente respecto a su ceguera y a la lástima con que se trata a las personas que tienen algún tipo de limitación.
EliminarHa sido un personaje muy agradecido pues en cuanto le di la palabra, se hizo bastante independiente y casi todo lo hizo él solo.
Un beso.
Hola Rosa,
ResponderEliminarEl tema de los prejuicios convenientemente aderezado con la propia inseguridad del escritor por saber si es capaz de transmitir fundamentan una buena historia. y ese debate entre líneas al que alude David, ¿sobre qué puede escribir un escritor?... En fin, que has tratado muchos temas en muy pocas líneas para forjar el perfil de tu protagonista. Buen trabajo. Un abrazo
Me imagino que cuando no se tiene la experiencia de la vista tiene que ser muy difícil imaginarse la luminosidad o el color. Creo que ahí juegan un papel importante la pericia del escritor y el hecho de haber leído mucho y de forma inteligente. No obstante, no deja de ser algo de lo que siempre nos quedará la duda.
EliminarUn beso y muchas gracias.
Es muy claro el dominio que tienes de este tipo de narrativa, donde la síntesis y la sorpresa del desenlace son imprescindibles. Y lo digo porque como ya te han comentado, con tan pocas palabras has logrado abordar temas distintos, pero convergentes, como la hipocresía social respecto a los marginados y el afán de superación personal que hace posible alcanzar metas prácticamente inverosímiles; aparte de plantearnos
ResponderEliminaruna gran reflexión, acerca de si es posible o no, escribir algo de lo que no se tiene ninguna experiencia o no se ha vivido.
Otro detalle es tu hábil manejo narrativo, utilizando distintos estilos narrativos dentro de un mismo texto y de acuerdo a la función que cada uno desempeñe, por ejemplo, aquí en cursiva describes al principio una visual instantánea tal y como lo haría el novelista ciego, dejando que todo lo demás se narre de forma más natural y directa.
Me uno a las felicitaciones, lamento que no nos ofrezcas con más frecuencia tus interesantes letras que se hacen tanto de rogar.
Un beso.
De verdad que no es falsa modestia. No me importa decir que este relato me ha gustado bastante, pero tampoco puedo dejar de decir que para escribir ficción me faltan ideas. Estos retos son ideales para mí porque la idea viene con el planteamiento, Tener que escribir en frío sin ideas previas me costaría muchísimo. Hubo un tiempo en que me inspiraba con pinturas que aparecían en otros blogs.
EliminarMe encanta todo lo que me dices y es un gran estímulo para mí. A mí también me gustaría escribir relatos más a menudo, pero creo que lo mío es opinar sobre lo que escriben otros y, sobre todo, leer mucho que es lo que más me gusta.
Muchas gracias por tus palabras.
Un beso.
A mí también me gusta más la palabra ciego que invidente.
ResponderEliminarHas reflejado muy bien la situación de alguien que escribe "desde otro punto de vista". También me ha encantado la preocupación del protagonista de ser mejor valorado por lástima; la discriminación positiva muchas veces trae más problemas que soluciones.
Un besote.
¿No suena muy frío invidente? Queriendo quitarle las malas connotaciones que pudiera tener le han quitado toda su carga. ¿Imaginas al Lazarillo diciendo que trabajaba para un invidente? Vamos que no.
EliminarAdemás en este caso, esa discriminación positiva está cargada de ese tipo de discriminación que se basa en la compasión y la condescendencia. "Pobrecito, vamos a demostrarle que no nos importa que sea ciego dándole el premio". Vomitivo.
Un beso.
Genial tu micro relato.
ResponderEliminarMe alegro de que te haya gustado. Muchas gracias.
EliminarUn beso.
¡Genial Rosa!! Me ha encantado, en especial lo del la diferencia que hace tu escritor entre las palabras ciego e invidente, nunca me había parado a pensarlo
ResponderEliminarUn beso
Soy enemiga de lo que es políticamente correcto y que solo afecta a las formas. Ahora no hay minusválidos, ni discapacitados. Ahora son personas con capacidades diversas. Se le puede llamar como se quiera, pero mi personaje no quiere aumentar la diversidad. Le gustaría tener las capacidades vulgares de todo hijo de vecino. Por mucho que se use un lenguaje políticamente correcto, el hecho es que él tiene que escribir en braille e imaginarse como es la luz de un relámpago. Entiendo que no se pueden usar términos ofensivos, pero ni ciego ni cojo ni bizco entran en esa categoría, por poner unos ejemplos.
EliminarUn beso.
Hola, Rosa.
ResponderEliminarSi yo fuera ciego no me gustaría que me llamaran invidente. Se sigue retorciendo el lenguaje para hacerlo más inclusivo pero creo que a veces se llega al absurdo. Me gusta que hayas incluido esta reflexión en el reto así como la capacidad de escribir sobre algo que no se ha vivido. En cualquier caso creo que la experiencia vital hace mejor a los mejores escritores. Otro resto superado.
Besos.
Yo preferiría también que me llamaran ciega. Es más humano. El lenguaje inclusivo es una pura forma, son eufemismos que se quedan en la superficie y no hacen nada en el fondo. Soy enemiga acérrima de esas chorradas que lo único que hacen es destrozar el lenguaje. Como si no hubiera cosas más importantes.
EliminarTambién estoy de acuerdo en que para ser un buen escritor más importante que lo que se ve es lo que se vive y se ha vivido.
Un beso
“El desamparo de las tinieblas”, que bien has definido, Rosa, lo que supongo que sería la ceguera.
ResponderEliminarLo de escribir muy bien para ser ciego, me recuerda cuando las mujeres de otros tiempos tuvieron que ponerse seudónimos masculinos para conseguir que las publicaran, aunque en estos casos, los ciegos de espíritu eran los editores.
Me alegro de que te decidieras a escribir, Rosa, y ¡cómo no!, un micro a la medida de e una lectora empedernida como tú,
Los prejuicios se visten con ropajes muy diferentes. Desde la negación a publicar a una mujer hasta la condescendencia que lleva a decir "Escribe bien para ser..."
EliminarHay que tener cuidado con esas posturas que con el disfraz de la tolerancia esconde el sentirse superior.
Gracias por tus palabras.
Un beso.
Hola Rosa, me parece bien tu propuesta y el desafío que en ella hace tu protagonista a una sociedad más ciega que él, capaz de describir la luz y los colores en sus novelas. Si él que no los ve se los puede imaginar seguro que sus lectores también. Es más ciego quien no siente las cosas que quien no las ve.
ResponderEliminarSaludos 🖐
Eso creo yo también. hay mucha más ceguera en quien es incapaz de salirse de sus prejuicios que en quien no puede ver con los ojos, pero tiene una gran visión mental. Mi personaje es capaz de imaginar y de salirse de su mente a oscuras para sentir lo que puede ser la luz y el color y, como buen escritor tratar de transmitirlo aunque no lo haya visto.
EliminarUn beso.
Hola Rosa.
ResponderEliminarCreo que has planteado muy bien en tu relato esa duda existencial que tiene cualquier escritor con respecto a escribir sobre lo desconocido desde el punto de vista de un escritor ciego. La respuesta es la misma para todos, leyendo y escribiendo se puede llegar a aprender a escribir. Si además tienes un buen mentor, algo ayuda siempre. Lo que sí me da la impresión en el relato, es que tu protagonista, no quiere aprovechar la ventaja de ser ciego para enriquecer su escritura, ha renunciado a escribir añadiendo la perspectiva de un invidente a los relatos que ya de por sí están plenos de luz.
Me ha gustado tu relato .
Un abrazo.
Exactamente mi personaje no quiere ganar un premio por el hecho de ser ciego. No quiere que el jurado sea más tolerante con él que con otros participantes por el hecho de que él es ciego. Quiere que lo traten como a todos los demás y, si gana, ganar por méritos de su trabajo, no por su ceguera.
EliminarYo también creo que un buen escritor puede describir cosas que nunca ha visto. Se hace continuamente y solo la pericia del escritor es responsable de que las historias sean o no creíbles.
Un beso.
Qué bueno Rosa. Hace bien, nos gusta ganar por méritos, no por lástima. Mi madre tenía dos primos ciegos, eran chico y chica. No eran de nacimiento, perdieron la vista por meningitis con muy pocos años, pero no recordaban lo que era ver.
ResponderEliminarSu padre quiso que estudiaran bachilletaro(en los años 50 y 60 no estaba mal para unos ciegos) y a mi madre le encantaba ir a su casa y leer los libros en braile, aunque le costaba y era más difícil de lo que ella había imaginado. Un día contaré la historia de su padre, que estuvo en el paredón de fusilamiento por tener libros y su mujer lo salvó in extremis, en plan película. Uno de esos primos murió hace poco y la otra aún vive.
Me ha gustado mucho el enfoque que le has dado, mucha suerte y feliz viernes.
Me encantará que escribas esa historia de tu tío y su paso por el paredón. Madre mía, qué interesante.
EliminarPues al contrario que tu madre, yo siempre he pensado que sería incapaz de leer en braille. No tengo yo las yemas de los dedos tan sensibles como para discernir la disposición de los puntos en las distintas letras. No sabía que se pudiera perder la vista por una meningitis. Y dos hermanos. Me parece terrible. Menos mal que tu tío se empeñó en que estudiaran porque en aquella época, muchas familias con hijos con distintas minusvalías los dejaban en casa y jamás iban a la escuela.
Ganar un premio por lástima le quita una parte importante al mérito del logro y no deja de ser una forma de discriminación. Mi personaje no quiere eso y le entiendo perfectamente.
Un beso.
El reto para ese ciego, tal vez, sería esforzarse menos en expresar colores que nunca ha visto y apoyarse en los otros sentidos. El reto, así, sería, el ver si los lectores seríamos capaces de darnos cuenta de que la narración carece de descripciones visuales; el poder conseguir que los lectores, sin saber que el escritor es ciego, no echaran de menos lo que aporta ese sentido que él no tiene y en el que nosotros nos apoyamos tanto. Supongo que casi siempre impera el no querer ser diferente al resto y es muy digno ese querer ser considerado un buen escritor y no un buen escritor para ser ciego.
ResponderEliminarEs cierto que hay palabras muy despectivas (no es el caso de ciego), o que aun sin ser despectivas pueden señalar o hacer sentir de menos. No es menos cierto que las nuevas nomenclaturas a veces parecen demasiado frías, asépticas e incluso vacías. Es difícil acertar.
Me ha gustado el relato, Rosa. Da que pensar.
Besos
Mi personaje quiere escribir como cualquiera. No quiere que se note su condición de ciego y mucho menos, ganar el Premio por ello. Además te confesaré que hacerle escribir sin utilizar el sentido de la vista y que no se note hubiera sido un reto insuperable para mí, ja ja.
EliminarEs razonable no utilizar ciertas palabras para definir a personas con minusvalías físicas o mentales. En "Rebeca" llama la atención el hecho de que al personaje de Ben se le califique en muchas ocasiones de tonto o idiota. Y no como insulto sino como definición de su enfermedad. En los años treinta en que se escribió la novela (y varias décadas después) era normal utilizar esos términos que, por ofensivos, se han suprimido del lenguaje. Pero ciego...
Me alegro de que te haya gustado.
Un beso.
Lo que has hecho me parece dificilísimo. Si ya de por sí me lo resulta que un vidente describa lo que le rodea, ¿cómo hacerlo en el caso de un invidente? Lo has hecho genial. Besos
ResponderEliminarGracias Marisa. Quería mostrar el empeño del personaje porque no se note su condición y no ser objeto de esa piedad o condescendencia que hace decir lo de "no está mal para ser...". Espero haberlo conseguido.
EliminarUn beso.
Hola, Rosa. Cuando comencé a leer el primer párrafo, me pregunté si un ciego estuviera leyendo, qué imagen mental lograría. Todas eran alusiones a imágenes visuales. Imagina mi sorpresa al comprobar que quien estaba escribiendo era ciego. Quedé perpleja. Un micro excelente!
ResponderEliminarPues sí que ha sido casualidad. Que pienses en un ciego leyendo el relato y aparezca un ciego como autor del textes casi telepatía. o Quería precisamente centrar el texto del escritor en la instantánea visual que dejan los relampagos en la oscuridad de la noche. Él trata de pasar inadvertido en su ceguera y ganar el premio por su novela, no por lástima. Para ello tiene que arriesgarse a describir escenas visuales.
EliminarMe alegro de que te haya gustado.
Un beso.
Creo que lo has conseguido de sobra. Tu relato describe perfectamente el sentir de ese escritor ciego.
ResponderEliminarEl ritmo del relato adecuado para llegar a un final que es un pensamiento personal con una frase que encierra todo el argumento. No por lástima sino por méritos propios es como se han de conseguir los logros personales.
Un abrazo, amiga.
Sí. No hay nada peor que esa lástima que enmascara el desprecio: "conduce bien para ser mujer". Me entran ganas de matar. Imagino que lo mismo siente mi personaje ante la posibilidad de que alguien piense "no escribe mal para ser ciego".
EliminarUn beso.
Hola, Rosa.
ResponderEliminarSuperación y valor, eso es lo que me ha quedado al leer tu relato.
Qué triste debe ser que a uno se le valore solo por su condición y no por lo que es (sin nada más) solo eso. Me ha gustado mucho, y sobre todo el orgullo que desprende.
Un beso.
Gracias, Irene. Es un personaje que ha tratado de superar todas sus dificultades, hasta el punto de haber llegado a ser escritor siendo ciego. Ahora quiere que solo le valoren por la calidad de su obra y no con lástima por su condición. Sí, es un hombre orgullosos en el buen sentido: siente orgullo por sus logros y por sus capacidades.
EliminarUn beso.
Me ha gustado tu relato, perdón la tardanza. Voy con retraso.
ResponderEliminarMuchas gracias. Todos vamos con retraso. Demasiado para leer.
EliminarUn beso.