"Los buenos amigos" Use Lahoz
«Decía el tío Benigno que el único requisito para ser admitido en el orfanato de Barcelona era llevar tres o cuatro mudas, cubiertos de alpaca y un colchón. Hacía un mes que lo repetía cada noche mientras devoraba la cena, entre tragos de vino y quejas, pringando el porrón con las manos grasientas; y también antes de acostarse, cuando susurraba a solas buscando la cama, ya con el pijama puesto y su mujer acostada». Sixto tenía nueve años cuando tuvo que abandonar el pueblo y a sus amigos para encontrar acogida en el orfanato de de San José de la Montaña en Barcelona. Una noche de incendio lo dejó huérfano y sin abuelo. Hasta perdió a su hermana Abril de diecinueve meses acogida por unos primos de su padre en una población cercana. Sus tíos, hermanos de su madre, se hicieron cargo de Sixto, pero no tenían para alimentar otra boca y se vieron obligados a llevarlo al hospicio con la promesa de que si no se aclimataba volvería, pero a todo se aclimata uno antes o después. Al fin y al cabo, muchos hombres abandonaban el pueblo porque querían prosperar. Tal vez si se abandonaba de niño se prosperaba antes.
De manera que la tarde antes de viajar a Barcelona con las mudas, los cubiertos de alpaca y el colchón se despidió del pueblo, el pueblo en el que había vivido toda su corta vida de nueve años y en que «estaban sus amigos, las eras, los corrales, el monte, las cabras; y también los inviernos ante las brasas del hogar y los veranos de sequía y de aire seco con carreras, escondites y pillerías. Allí había crecido, había comulgado y había trapicheado con el Quílez y el Aurelio». Lo que constituye todo un mundo que nunca más se volverá a reencontrar.
En el hospicio Sixto encontró una nueva familia. Entre la disciplina atroz e injustificada había islas de ternura, comprensión y camaradería. La madre Leonor y la hermana Lucía, cada una a su manera, calentaron el corazón del niño con amor y belleza. Pero fue Vicente Cástaras quien en realidad constituyó su familia en el orfanato. Vicente fue el encargado de enseñarle las tareas a su llegada. Una especie de tutor que terminó convirtiéndose en amigo y casi hermano. Junto con Juan formaron un trío bien avenido que sustituyó para cada uno a la familia perdida.
Pero las amistades de la infancia se trastocan al crecer. Los niños que eran amigos desaparecen sustituidos por los adolescentes que puede que ya no lo sean tanto. Las suspicacias y los celos pueden hacer acto de presencia y desbaratar lo que parecía tan fuerte. «Cuando el resentimiento mordió los labios de Sixto, lo imaginó volviéndose lentamente y mirándolo de soslayo. En los supuestos ojos, Sixto leyó la palabra "traición" [...] y a partir de ese momento ya nada fue igual en sus vidas».
Nada fue igual porque además, poco después, Sixto abandonó el orfanato con catorce años para empezar a trabajar en un hotel. A partir de ese momento, Los buenos amigos se bifurca. La segunda parte de la novela nos cuenta la vida de Sixto desde que sale del hospicio. Otro tío, también hermano de su madre, al que no conocía por haber vivido en Bélgica, se haría cargo de él y sustituiría a los tíos que lo habían cuidado en el pueblo durante un breve periodo. Odón le daría buenos consejos y sería lo más parecido a un padre que tuvo desde que perdió al suyo. «[...] en la vida sólo hay dos tipos de personas: los que van a saludar y a los que saludan. Procura ser siempre de los segundos, pero con la mirada firme e ingenua de los primeros». Consiguió ser de los segundos, pero no mantuvo la ingenuidad de los primeros. Muchos de los que le ayudaron no recibieron el agradecimiento debido. Sixto iba ascendiendo y se iba olvidando de lo que iba dejando atrás.
La tercera parte de la novela se centra en la vida de Vicente fuera del orfanato, pero si Sixto supo ir sacando la cabeza del barro, ascender en lo económico y en lo social y hacerse con una familia estable y a la que quería, Vicente solo tenía buenos propósitos y mucha imaginación. Durante años viajó por el sur metiéndose en negocios cada vez más turbios hasta volver a Barcelona. Allí, en un bar sucio y decadente, una tarde de Jueves Santo, volverán a encontrarse los amigos. «Una incipiente alopecia le había abierto entradas y surcos en la cabeza, y el poco pelo que le quedaba tenía una apariencia grasienta. Pero ni eso, ni la barba de cuatro días ni el tatuaje de una cruz grabado sobre una muñeca en la que reverdecían las venas, le impidieron reconocer a Vicente Cástaras».
A partir del encuentro, las vidas de Sixto y Vicente empiezan a mezclarse y a afectarlos a ellos y a sus familias. Y los hechos se van encaminando hacia un final inesperado, pero que se ve venir a partir de cierto momento. Entonces todo se pone en su sitio y cada uno paga sus culpas, aunque el precio se cobre víctimas inesperadas e inocentes. Y es que en la historia se van descubriendo secretos muy bien ocultos y hay más de lo que parece y cosas muy distintas de lo que parecen.
Esta es la sexta novela que leo del autor, aunque solo de otras dos, Jauja y Leer del revés, tengo entrada en el blog. Curiosamente, son la última y la primera de las novelas del autor respectivamente. Los buenos amigos es una de las más extensas. En ella vuelve a estar presente el recurrente tema en la obra de Use Lahoz del pueblo frente a la ciudad, las ventajas de cada uno de estos hábitats y sus inconvenientes. Pero lo que destaca sobre todo lo demás es el presente frente al pasado. La distinta evolución que el correr de los años va imprimiendo a cada personaje, pero también a la propia España y a Barcelona, un país y una ciudad a los que vemos avanzar sin freno posible hacia el presente. Sin tener demasiado que ver, no he podido evitar recordar en varios momentos, mientras la leía y salvando las distancias, La ciudad de los prodigios de Eduardo Mendoza.
Pero lo que más destaca es esa amistad a la que hace referencia el título. Esa relación entre dos personajes que crecieron como hermanos y a los que la vida llevó por caminos tan distintos que cuando volvieron a encontrarse ya nada tenían en común. «Ese que antes siempre estaba a tu lado, con los años se pierde, pero así es con todo, elucubraba, nada es para siempre, ni las cosas, ni las personas. Cuántas veces mosén Gil le dijo que vivir consistía en saber desprenderse de lo innecesario, en caminar ligero de equipaje, con lo justo, sin hastiar a la cabeza (la cabeza, la cabeza) con pesos inútiles, sabiendo detectar lo que sobra y dejarlo a un lado».
Título del libro: Los buenos amigos
Autor: Use Lahoz
Nacionalidad: España
Nacionalidad: España
Editorial: Destino
Año de publicación: 2016
Año de publicación original: 2016
Nº de páginas: 736
Me atrae mucho el tema, pero me retrae tantas páginas, je,je. Pero la longitud de una novela, aunque pesa, se hace liviana si el estilo narrativo es ágil y la historia es entretenida y carente de paja. Me gustan las historias que van al grano sin marear la perdiz y, por supuesto, bien escritas. Espero que esta sea una de ellas, pues desconozco por completo a este autor. Por lo tanto, tomo nota, una vez más, de tu recomendación.
ResponderEliminarUn beso.
Bienvenido otra vez tras las vacaciones. A mí me encantan las novelas largas siempre que sean interesantes y, como dices, que carezcan de paja y de pretextos para llenar cuantas más mejor sin demasiado sentido. Esta novela no lo hace. Creo que todo está perfectamente medido y la novela, que ya terminé hace tres semanas es de las que ganan en el recuerdo.
EliminarPues creo que te gustaría conocer a Use Lahoz porque es de Barcelona y sus novelas se ambientan en la ciudad o cerca de ella. Te lo recomiendo. Yo ya ni recuerdo cómo lo descubrí, pero lo he seguido fielmente desde entonces.
Un beso.
Es así, en la vida vamos perdiendo mucho y a muchos, incluso a los que considerábamos imprescindibles. La vida se nos complica o la complicamos nosotros porque si no nos la complicamos nos quedamos fuera del juego de la vida.
ResponderEliminarUn autor al que tengo pendiente, Use Lahoz. A ver si de una vez me animo.
Besos
Para mí Use Lahoz fue todo un descubrimiento. No sé ya ni dónde ni cómo supe de él allá por 2012, pero me gustó y a día de hoy creo que he leído todas sus novelas, salvo alguna juvenil. Te lo recomiendo.
EliminarEsta novela muestra dos personas muy distintas y cada una con sus miserias y grandezas y alguna sorpresa que otra.
Un beso.
Este es otro de los autores que tengo pendientes y esta novela parece estupenda. Me encanta el tema y todo lo que cuentas de ella. Otra que me apunto 😉
ResponderEliminarPues anímate porque creo que es un autor que merece mucho la pena. Todas sus novelas me han gustado, aunque de algunas ya recuerde muy poco.
EliminarUn beso.
Me la apunto en la recámara, se me está acumulando mucho libro pendiente y ya se me han acabado las vacaciones. Ese destino divergente entre dos amigos de la infancia y cómo cada uno tiene una vida distinta me atrae aunque ahora mismo no estoy yo para muchos tochos.
ResponderEliminarUn besote.
Esta es una novela extensa, pero la verdad es que la he leído sin darme cuenta. me ha atrapado y me ha gustado mucho. Esos amigos guardan secretos muy interesantes, pero aun sin ellos, la novela se lee sin darse una cuenta. Ta la recomiendo, aunque ya sin vacaciones el tiempo mengua mucho para las aficiones y se dilata para las obligaciones.
EliminarUn beso.
¡Hola Rosa!
ResponderEliminarno sabes la de veces que he estado a punto de llevarme esta novela a casa porque algo de ella me atraía. Al final nunca lo hice, siempre había otra que me atraía más, pero creo que al final acabaré leyéndola porque además me apetece mucho conocer al autor, que veo que te ha gustado. Cuanta verdad en eso de que a veces amigos que consideras para toda la vida, casi como de tu familia, al final, en algún momento de la vida se pierden, por unas cosas o por otras los caminos se separan
¡Vaya! veo que estás leyendo Nenúfares negros y El asesinato de Pitágoras, dos libros que me gustaron mucho, que curiosidad por saber que tal te fue con ellos. Por cierto si estás leyendo el libro en papel, lee en la contracubierta..., lee todo lo que pone en la camisa del libro, además de la sinopsis. Ya me dirás si hay algo que te llame la atención
Besos
Y en este caso creo que peor que perderse fue reencontrarse. Te recomiendo a Use Lahoz. Imagino que te habrás encontrado con más novelas suyas. Yo las he leído todas (eso creo, salvo dos juveniles) y me han gustado mucho.
EliminarTanto El asesinato de Pitágoras como Nenúfares negros los estoy leyendo en versión Kindle. ¿De cuál de ellos me recomiendas leer contracubierta y demás?
Te diré que El asesinato de Pitágoras no me está gustando mucho y de hecho no sé si lo terminaré. Lo leo en algún rato tonto y la verdad es que pensaba que fuera mi lectura negra de la noche, pero ha quedado como relleno porque no es mi estilo de lectura y me está costando avanzar. Ya veremos.
Nenúfares negros es ahora mi lectura de noche y ese sí que me está gustando.
Un beso.
¡Hola de nuevo!
EliminarMe refería al de El asesinato de Pitágoras. Es que en el formato libro (en electrónico supongo que no podrás verlo), Marcos Chicot nombró mi blog y puso un extracto de un comentario que hice en mi reseña en su día, me hizo mucha ilusion. Te diré que a mi si me gustó mucho (también me gustaron la segunda parte y la de El asesinato de Platón que leí no hace mucho, me pareció muy interesante conicer todas las cosas sobre Pitágoras que cuenta, ya que el autor es de los que se documentan mucho. Veo que no te está convenciendo e incluso te está costando.
A ver que tal el de los Nenúfares...
Otro beso
Voy a pasar a leer tu reseña, pero te diré que el libro ya lo he abandonado. Por la página 200 más o menos, me di cuenta de que no me interesaba nada porque hasta como novela policíaca me estaba aburriendo. No dudo de que se documente, esa parte no está mal y ha sido lo que me ha mantenido tanto tiempo: cuando habla de los pitagóricos y su forma de organizarse y símbolos... pero la historia de los asesinatos me estaba matando de aburrimiento. Ya sabes, cuestión de gustos.
EliminarEl de Nenúfares negros, sin embargo, me está gustando mucho.
Buenos días querida Rosa. Retomo, lo que no abandoné del todo. Pero la vida como en esta novela que nos presentas nos lleva por derroteros muchas veces difíciles de asumir y abarcar; y es que no me da la vida para más, con tanta exigencia cotidiana.
ResponderEliminarEsta la tengo en cuenta como tantas otras; pero es que hay tantas otras que tener en cuenta...
Como siempre agradezco tus reseñas que me presenta a autores desconocidos hasta el momento y me acerca a sus obras.
Besos.
Hay demasiadas para tener en cuenta, en efecto, y el tiempo es limitado y las obligaciones muchas, sobre todo, para los que trabajáis.
EliminarMe alegra tenerte de nuevo por aquí. Sabes que eres bienvenido vengan cuando vengas y con la frecuencia que lo hagas. Y me alegro de darte a conocer autores y novelas. Es lo bueno de los blogs, que abren la perspectiva literaria hasta... la imposibilidad de abarcarla, pero más vale tener mucho donde elegir que estar a dos velas en cuanto a libros apetecibles.
Un beso.
Conocí al escritor gracias a una entrada que leí en tu blog, hace ya algún tiempo.
ResponderEliminarPlantea un recorrido vital muy interesante, partiendo de un niño que prácticamente se ha quedado sin nada. El contraste pueblo-ciudad suele ser un aspecto atractivo en las novelas, se da en muchas ciertamente.
Y la evolución de los personajes, desde las tempranas amistades hasta el lugar donde los ha colocado la vida incita a la reflexión.
Un beso.
La vida nunca se sabe por dónde va a golpear. de tener una familia completa y feliz, Sixto pasa a quedarse huérfano y terminar en un orfanato donde se rehace y creo otra familia compuesta por amigos y algunas monjas. La edad adulta lo lleva a trabajar, salir adelante dignamente y hacerse rico, pero ha perdido de nuevo a su familia de antes sustituida ahora por la mujer y los hijos. El reencuentro trae problemas inesperados. La vida está hacha de pérdidas y a veces estas son excesivas.
EliminarNo sé si leíste algo del autor. A mí me gusta mucho y siempre lo recomiendo.
Un beso.
Los comentarios de la autora son mas imprtantes que las reseñas
ResponderEliminarMe alegra tenerte de nuevo por aquí. Sabes que eres bienvenido vengan cuando vengas y con la frecuencia que lo hagas.
Abrazoss .Te dejo huellas por si se te ocurre seguir mis pasos
Tienes un gran lío de géneros.
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