"Sobre los huesos de los muertos" Olga Tokarczuk

«He llegado a una edad y a un estado en que cada noche antes de acostarme debería lavarme los pies y arreglarme a conciencia por si tuviera que venir a buscarme la ambulancia.

Si aquella noche hubiera consultado el libro de las efemérides para saber qué sucedía en el cielo, jamás me hubiera ido a acostar. Pero en lugar de eso caí en un sueño profundo, gracias a una infusión de lúpulo que acompañé con dos pastillas de valeriana. Por eso, cuando a mitad de la noche me despertaron los golpes en la puerta —violentos y desmesurados, y por lo tanto, de mal augurio—, me costó recuperar la conciencia».

Y lo que anuncian esos golpes dados en la puerta por Pandedios, el vecino de Janina Duszejko,  la narradora, es la muerte de Pie Grande, otro vecino de ambos. Ha muerto atragantado con un hueso de corzo y Janina piensa que la naturaleza y los corzos han terminado con él como venganza. Pie Grande era cazador furtivo y «Trataba el bosque como si fuera de su propiedad, todo en él le pertenecía. Pertenecía a la especie de los saqueadores». 

Janina Duszejko es una ingeniera de caminos que se ha retirado a este pueblecito polaco cercano a Wroclaw y a la frontera con Chequia. Allí se dedica a cuidar de las casas de los vecinos que solo llegan en verano y a dar clases de inglés a los niños de la escuela un día a la semana. Su vida es solitaria, tan solo tiene un amigo que la visita, Dionizy, un antiguo alumno, y dos vecinos, ahora solo uno, con los que tampoco tiene excesivo trato. Su vida es solitaria, entretenida con la astrología, en la que cree fervientemente y en William Blake, poeta cuyo entusiasmo comparte con Dioni que se dedica a traducirlo al polaco.

A partir de la muerte de Pie Grande y las que se sucederán después, también se dedica a enviar cartas a la policía en las que trata de convencerlos de que los corzos se han vengado y asesinado a los que los cazan. Janina es muy crítica con las agresiones a la naturaleza y sobre todo con los cazadores «Y es que no puedo soportar su presencia. Aunque la verdad es que quien siente ira y no actúa, propaga la epidemia. Eso es lo que dice Blake».  También le preocupa el cambio climático del que piensa que puede ser el responsable de que los corzos se hayan vuelto agresivos. En el pueblo empiezan a pensar que está un poco trastornada y algo así siente también el lector.

La novela está llena de preciosas y muy curiosas reflexiones acerca de muchas cuestiones científicas, aunque más que en plan científico esas reflexiones son muy literarias. Hechas por una científica amante de la astrología no podría ser de otra manera y en ellas la ciencia adquiere el tono poético que pone el contrapunto ideal. «A mí me parece que después de morir debería tener lugar la desmaterialización de la materia. Sería la solución más adecuada. Los cuerpos desmaterializados volverían así directamente a los agujeros negros de los que salieron. Las almas viajarían a la velocidad de la luz hasta la luz. Si es que existe el alma, claro está».

Hay un punto de intriga en el libro, el misterio de cómo han podido suceder esos asesinatos y si realmente es una venganza de los corzos, de la naturaleza, como Janina asegura o sencillamente hay algo más humano y prosaico escondido detrás. Pero el misterio se ve eclipsado por otros detalles del libro que hacen que pierda importancia. Uno de ellos es la ambientación  invernal en ese pueblecito entre la frontera de Polonia y Chequia que está continuamente presente en la trama. Un pueblecito sin nombre oficial, aunque antes de la guerra «se llamaba Luftzug, es decir "Corriente de Aire". Hoy en día se le sigue llamando Luftzug de modo coloquial, porque oficialmente no tiene nombre.

Hay varios personajes, no muchos dada la vida un tanto aislada que lleva la narradora. Dioni, Pandedios,  Buena Nueva, la dueña de la tienda de ropa usada en que se aprovisiona Janina; Cenicienta, la escritora; Boros, que apareció un día y se quedó varias semanas a vivir con Janina; unas chicas a las que se hace referencia de continuo y que tardaremos en saber quiénes son. A todos los ha bautizado Janina según su instinto y sus sensaciones. Pero entre todos ellos es Janina, sus pensamientos, sus actos, sus reflexiones, quien acapara el protagonismo de la novela. 

Es Janina quien nos narra su desconfianza en el ser humano, su inquietud por el futuro y su desilusión con el presente. Quien nos cuenta sus diálogos con sus amigos en los que analizan la maldad de algunas personas. ¿Por qué algunas personas son tan malas? Y aunque Janina, astróloga convencida, le echa la culpa a Saturno, no deja de darnos otras claves que pone en boca de los demás: errores cometidos durante su educación, la lucha de clases, malos hábitos de higiene personal, la adicción de la madre, el autoritarismo del padre, falta de litio en la dieta, no haber sido amamantado con leche materna, demasiada televisión y hasta la caída de la Bolsa. No, no le falta su punto de humor a Sobre los huesos de los muertos, pero es un humor amargo, que subyace bajo un pesimismo patente.

Olga Tokarczuk

La prosa de la autora, Premio Nobel en 2018, es muy sugerente y poética; la historia es un canto de amor a la naturaleza y la manifestación de una cierta desconfianza en el ser humano, y el personaje narrador oscila entre la clarividencia más perspicaz y un tono de desequilibrio de lo más contradictorio. Termino con una cita que creo que puede dar idea del tono de la novela y del talante de la narradora. 

«La realidad ha envejecido, se ha anquilosado porque está sometida a las mismas leyes que todo organismo viviente: también envejece. Sus más minúsculos componentes, los significados, sufren el mismo tipo de apoptosis que las células del cuerpo. La apoptosis es la muerte natural provocada por el cansancio y el agotamiento de la materia. En griego, la palabra significa «caída de pétalos». Al mundo se le han caído los pétalos.

Pero pronto debe llegar algo nuevo. Siempre ha sido así, ¿no es divertida la paradoja? Urano está en Piscis, pero cuando pase por el signo de Aries comenzará un nuevo ciclo y la realidad nacerá de nuevo. En primavera, dos años después».

Título del libro: Sobre los huesos de los muertos

Autor: Olga Tokarczuk
Nacionalidad: Polonia
Título original: Prowadz swój plug przez kosci umarlych

Traducción: Abel Murcia

Editorial: Siruela

Año de publicación: 2019

Año de publicación original: 2009

Nº de páginas: 240