"La desaparición" Julia Phillips
La desaparición es una de las novelas más curiosas que he leído en los últimos tiempos y bien podría estar entre mis mejores lecturas del año. Su curiosidad viene, primero, de su ambientación en la península de Kamchatka, una península de 1200 kilómetros de largo en el extremo mas oriental del continente asiático, allí, al sur de donde termina Siberia. También es curiosa la forma de tratar la desaparición con la que empieza el libro, la de dos niñas hermanas de ocho y once años. Estaban pasando un día de verano, matando el tiempo mientras su madre trabajaba. «[...] se han pasado las vacaciones de verano solas, la una con la otra. Aliona le ha enseñado a Sofia a hacer la voltereta hacia atrás en el húmedo aparcamiento que hay a las espaldas del bloque donde viven». Han matado el tiempo en el zoo y en el cine, y en el día de agosto en que comienza la novela pasean por la ciudad de Petropávlovsk-Kamchatski y van a la playa, en el centro de la misma. Y allí un hombre les ofrece llevarlas a casa en coche y no se las vuelve a ver.
La desaparición no narra las investigaciones para encontrar a las hermanas Golosóvskaia ni centra la historia en dicho episodio. No se puede considerar una novela negra o policíaca, sino que a modo de relatos sutilmente enlazados va contando distintas historias de distintos personajes, todos ellos afectados por la desaparición, por la de Aliona y Sofia o por la propia y particular de cada uno. Hay desapariciones reales, una hija, un marido, una mascota; hay quien se ve afectado por la desaparición de las hermanas y hay incluso quien sufre una pérdida más poética: la confianza, la salud, la alegría, la amistad.
La desaparición de las niñas, que ocurre en el primer capítulo, no es más que el nudo en el que se entrelazan distintos personajes que iremos conociendo a lo largo de los doce capítulos siguientes. Once de ellos, con el nombre de un mes, nos llevan de vuelta a agosto, pero del año siguiente. El otro se titula Nochevieja y transcurre durante esa noche especial.
Olia pierde a su mejor amiga que no quiere salir advertida por su madre del peligro de que le pase algo como a las hermanas recientemente desaparecidas. Olia se verá abandonada y traicionada. Xiusha, una chica nativa que se ha trasladado de Esso a estudiar a la universidad de Petropávlovsk, va a perder la estabilidad al conocer a un estudiante que hará tambalearse su relación con su novio. Oxana es la única testigo que vio a las niñas entrar en el coche con el hombre sin imaginarse que estaba asistiendo a un secuestro. La policía la ha presionado, pero ella vio lo que vio sin fijarse demasiado. «La supuesta testigo… vio a un hombre, cree, con adolescentes, cree, en un buen coche, de eso sí está segura, durante tres segundos. El perro al que había sacado a pasear habría sido mejor testigo que ella». Ha perdido credibilidad y está a punto de perder algo más importante.
Y tenemos más personajes, más pérdidas. La familia nativa cuya hija menor también desapareció hace unos años; la mujer de un miembro del equipo de rescate que participó durante meses en la búsqueda de las niñas; el policía encargado del caso y su esposa; la madre de las niñas. Todos ellos y algunos personajes más van dejando historias de pérdidas y desapariciones, pasadas o presentes pero siempre capaces de conseguir que la vida ya no vuelva a ser la misma.
Y en todas las historias, la mujer como víctima, como ser que sufre todas las agresiones y se encuentra en desventaja. En casa, en el trabajo, sola con los hijos, blanca o nativa, la sociedad patriarcal a la que pertenece marca su día a día y su papel en la sociedad. Por más que trabaje, que sea la cabeza de familia, que esté más o menos liberada, su papel siempre está en desventaja con el del hombre. Aunque su desventaja radique ya solo en su cabeza. Hay violencia contra las mujeres, explícita en el caso de las desapariciones, pero también esa violencia disfrazada, la que se da en nombre de la protección, de la supuesta debilidad de la mujer, y que no deja de ser dominio aunque se vista de privilegio. Y las nativas sufren el doble, sufren por mujeres y sufren por nativas. Así la desaparición de Lilia, cuatro años antes que la de las hermanas Golosóvskaia, nunca se tomó demasiado en serio. «Para la ciudad era como si Lilia no hubiera existido. Los reporteros se comportaban como si las hermanas hubieran inventado este verano el acto de desaparecer».
La novela aborda al igual que la situación de la mujer la de las poblaciones nativas (even, koriakos, itelmenos, chucotos, aleutas) frente a los blancos, los rusos. Ambas cosas se tratan con naturalidad, como algo sobrevenido sobre lo que no se quisiera insistir y, sin embargo, con un talante muy crítico. Y así, más allá de la violencia que sufren las mujeres, nativas o no, está la discriminación más o menos soterrada que sufren los nativos por parte de los blancos descendientes de rusos.
«Esto nunca habría ocurrido en la época soviética [...] Ahora todo está infestado de turistas, inmigrantes. Nativos. Delincuentes.
Olia tendría que haberse mordido la lengua. Pero preguntó:
–¿Y los nativos no han estado siempre aquí?
[...]
–Se quedaban en sus aldeas, que es donde tienen que estar».
La actitud hacia la antigua URSS también está presente, a favor o en contra, según los personajes. Lo que no concita dudas es que todo cambió con la caída del régimen soviético, algunas cosas para bien y otras para mal, aunque lo bueno y lo malo siempre depende de quién sea el que lo juzga. «Tras el hundimiento de la URSS desaparecieron las restricciones para viajar; se cerraron las bases militares soviéticas que habían limitado los desplazamientos por toda la península y los residentes de Kamchatka tuvieron al fin la posibilidad de explorar sus propias tierras».
Y la península, Kamchatka, siempre presente con sus condiciones climáticas y geográficas. Un lugar exótico que libera y atrapa, hermoso y querido pero hostil; aislado y prohibido en la época soviética, liberado después, pero que encierra y aprisiona con sus propias características. «Mar y aire eran las únicas formas de abandonar la península. Aunque Kamchatka ya no era un territorio cerrado por ley, la región estaba separada del resto del mundo por su propia geografía. Al sur, al este y al oeste solo había océano. Al norte, a modo de muro que la separaba de la Rusia continental, se extendían kilómetros de montañas y tundra. Infranqueable. [...] No había ninguna carretera que conectara la península con el resto del continente. Nadie podía entrar o salir por tierra».
Julia Phillips |
Julia Phillips es una autora estadounidense que vivió varios años en Kamchatka en su afán por aprender ruso. La desaparición es su primera novela, finalista de Premio Nacional de Ficción en 2019. Como ha declarado en una entrevista en El Confidencial «Mi deseo era que este libro se sintiera específico de Kamchatka en sus detalles, pero que pudiera relacionarse con muchas otras partes del mundo en sus temas. Las experiencias de las mujeres en un patriarcado, los pueblos indígenas en un estado colonizado, los inmigrantes en una cultura nacionalista y los pobres del campo en una nación obsesionada con la riqueza urbana. Estas son experiencias de personas en Kamchatka, pero también en todo el mundo».
Una gran novela que como digo al principio podría estar entre mis lecturas favoritas del año y sin embargo yo le habría dado otro final, pero esa es otra historia y no deja de deberse a manías de la casa.
Título del libro: La desaparición
Autora: Julia Phillips
Nacionalidad: Estados Unidos
Título original: Disappearing Earth
Nacionalidad: Estados Unidos
Título original: Disappearing Earth
Traducción: Francisco González López
Editorial: Sexto piso
Año de publicación: 2021
Año de publicación original: 2019
Nº de páginas: 332
Hola Rosa,
ResponderEliminarMe has dejado turulata con lo de que no es una novela negra, sino relatos entrelazados sobre los personajes. No me lo esperaba por el título, pero la verdad es que la curiosidad me puede en estos momentos.
Me la llevo 😉💋
Perdona, pero este comentario estaba en Spam. Suelo revisarlo cada pocos días y ahora tenía siete. Y no, no es una novela negra al uso, por lo que si el género no es de tu agrado, esta novela puede gustarte a pesar de las apariencias.
EliminarUn beso.
Hoy llevo la negra con los comentarios, o se duplican o no suben...jo.
ResponderEliminarDecía que a pesar de no ser una novela negra en sí, me gusta.
A ver si sube... Besos, Rosa.
Parece que subió. Hay días que Blogger se pone odioso y no hay manera. No es una novela negra en sentido estricto, pero tiene su punto y, sobre todo, es una historia de pérdidas y desapariciones de lo más interesante.
EliminarUn beso.
Ese final, esa deriva que toma la novela, es el único pero que podría ponerle a esta lectura . No es que me haya desagradado completamente, pero no me pega con el conjunto de la obra. El resto me ha encantado tanto en fondo como en forma. La ambientación elegida es un acierto con esas peculiaridades que se van desgranando a lo largo de la lectura: la población nativa, la añoranza de la extinta Unión Soviética,... Y cada una de las mujeres y sus historias tienen algo. Una buena lectura que estaba segura disfrutarías.
ResponderEliminarBesos
Ya vi en cuanto terminé de leer la novela que me pasaba lo mismo que a ti. Yo lo hubiera dejado estar porque no añade nada y el objetivo estaba cumplido con las buenísimas historias que cuenta el libro. No obstante, como dices, es el único pero y puede ser una cuestión subjetiva. Seguro que hay mucha gente a la que le gusta ese final. Tampoco me ha disgustado del todo, pero...
EliminarUna gran primera novela y una autora a la que seguir de cerca.
Un beso.
Siempre andas tentándome con novelas que no conozco o con autores que continúo tengo pendientes. y ese es el problema, todo lo pendiente, así que por ahora voy a agarrarme a la pequeña pega de ese final que hubieras preferido distinto, por buscar una excusa más que nada, y lo dejo en la lista de "ya veremos".
ResponderEliminarBesos.
La pega del final no es para disuadir a nadie, incluso habrá gente a la que le guste más con ese final que con el que yo le daría a la novela. Si en un momento te animas, creo que lo disfrutarás. Entiendo que con las listas de pendientes que acumulamos cualquier excusa es buena para dejar pasar un libro.
EliminarUn beso.
¡Hola Rosa!
ResponderEliminarGuau, pues veo que ha sido una novela muy diferente, y que se ha convertido en una de tus mejores del año. La verdad es que me llama la ambientación en esta isla perdida de Siberia, guau.
Por otro lado, la premisa me encanta. Me gusta mucho cuando un suceso policíaco, como aquí el caso de la desaparición de las dos niñas, se utiliza para narrarnos las historias de todos los personajes de su alrededor y ver cómo sus vidas se ven afectadas por ello. En fin, me encanta que la historia al final se centre en eso :)
Sin duda me lo llevo apuntado.
¡besotes!
Tanto la ambientación como la forma de contar resultan originales. Las historias que se van enlazando con la desaparición de las niñas y que tienen mayor o menor relación con la misma, son historias de pérdidas en las que las protagonistas son mujeres que sufren la presión de una sociedad en la que ellas son las víctimas mayoritariamente. Eso es muy universal, pero en el ambiente de Kamchatka adquiere características propias.
EliminarUn beso.
Una novela muy exótica por su geografía y completamente universal por el centro de su narrativa. Parece ser que el tema de la desaparición de niñas o jóvenes es un fenómeno que no entiende de fronteras. Me gusta el detalle de numerar los capítulos con los nombres de los meses de manera circular.
ResponderEliminarUn beso, Rosa.
La ambientación fue lo que más me llamó la atención en principio, pero el planteamiento de esas historias casi independientes, pero sobrevoladas por la desaparición de las niñas, cada una con su pérdida y su desaparición me pareció una gran idea. Niñas desaparecen en todas partes, pero lo que rodea las desapariciones puede tener características dispares. Una muy interesante novela.
EliminarUn beso.
En principio, me llama mucho la ambientación, en esa península de Kamchatka, siempre me ha resultado un lugar muy curioso y me parece magnífico para ambientar una novela. Lo que ya no me gusta tanto es eso de que hayan tantos personajes (no me suelen gustar, me pierdo y me desvío de la trama). Por otra parte, el tema de la violencia contra las mujeres y la sociedad patriarcal también lo disfruto mucho, me encanta que se le de visibilidad, pero ese final que no ta he convencido (veo que tampoco a Lorena), pues no sé..., aunque es cierto que cada novela puede tener el final cada uno queramos darle y el que elige el escritor no tiene porqué ser el que nosotros elegiríamos
ResponderEliminarMe quedo indecisa
Besos
Yo me atrevo a recomendarte esta novela, creo que te gustará y no te perderás con los personajes porque en ese sentido es como si fueran distintos relatos. Hay muchos personajes, pero cada uno tiene su historia particular en un capítulo, aunque algunos puedan aparecer en otros. No temas perderte. Y el final, tampoco es que sea malo ni nada por el estilo, yo le hubiera dado otro, pero tampoco es que haya que fiarse mucho de mí. Cada cual tiene sus manías y yo no iba a ser menos.
EliminarUn beso.
Sin tener nada que ver la historia, algo de lo que cuentas me ha llevado a pensar en "El palacio de hielo". Una novela diferente que tiene una pinta estupenda. Me gusta mucho esa idea de ver las consecuencias que un mismo suceso tiene para los diferentes personajes. Gracias, Rosa por la recomendación. Anotada. Besos.
ResponderEliminarSon muy distintas. Las desapariciones de ambas nada tienen que ver. Tal vez el hielo que reina en ambos paisajes gran parte del año.
EliminarEsta, La desaparición, es más sencilla de leer y más directa. Aquella es muy sugerente, muy de interpretar, de dejarse llevar por la intuición... una maravilla.
Un beso.
Hola, Rosa.
ResponderEliminarEl otro día vi en las noticias, el numero de desapariciones que hay anualmente solo en España, y me pareció increíble el número, porque normalmente se hacen eco de pocos casos, o los más llamativos. Pero es una realidad que asusta.
Un libro sobre injusticia, y patriarcado.
Me parece muy interesante, pero la reservaré para más adelante, en estos momentos no me veo capacitada para su lectura.
Un beso.
Sí, ya había oído que hay muchas más desapariciones de las que podría parecer en principio, aunque muchas, de adultos, deben de ser voluntarias.la novela va más allá de la desaparición de las niñas y trata de las pérdidas a las que están sometidas varias mujeres. No me ha resultado especialmente dura, pero según en qué circunstancias podría serlo.
EliminarUn beso.
Hola, Rosa. Me llaman mucho la atención los libros que sitúan sus relatos en lugares exóticos que probablemente nunca vaya a visitar. Lo que ya no me gusta tanto es que aquí la gente sufre mucho y ahora mismo prefiero otro tipo de lecturas. Me lo guardo para más adelante.
ResponderEliminarBesos
Hay un poco de todo, pero sí es cierto que hay personajes que sufren y que están sometidos a la presión de una sociedad machista y racista, vamos, como todas. Son hechos de todas partes, ambientados en un lugar de lo más exótico.
EliminarUn beso.
Buenas tardes, Rosa:
ResponderEliminarCiertamente, esta novela parece muy original, tanto en planteamiento como en la ubicación de la historia; no estamos acostumbrados a leer novelas situados en aquellos lugares.
Por otro lado, la actualidad del momento parece que despierta mi curiosidad por conocer la situación social del lugar. ¡Gracias por dármela a conocer!
Un abrazo y enhorabuena por la interesante reseña!!
Ojalá te guste si te animas a leerla. Creo que es una novela que merece la pena tanto por la forma en que está narrada y el planteamiento que nos propone como por esa ambientación tan fuera de lo que suele ser habitual.
EliminarUn beso.
Hola.
ResponderEliminarLlevo desde ayer intentando comentar.
Es una obra muy apetecible, está llena de buenos ingredientes : ambientación, es coral con esos 11 personajes, la desaparición de las niñas, el patriarcado. ..
Muchas gracias y feliz martes.
Sí, tiene muchos ingredientes que la hacen muy apetecible. Creo que estaré al tanto de lo que en un futuro publique la autora porque creo que tiene bastantes cosas que decir y una forma curiosa de hacerlo.
EliminarUn beso y pasa un buen martes tú también.
Como digo en mi última reseña estoy atravesando una etapa ruso-obsesiva y esta novela entra en mis cánones del momento.
ResponderEliminarEso de "estábamos mejor con la URSS" me suena bastante pero aplicado a nuestro país y al dictador. En el fondo Dan igual las ideologías que todos acabamos pensando lo mismo en líneas generales. Está claro por lo que se desprende de este libro que la cruzada contra los nazis iniciada ahora por Rusia debería aplicarse a su propio país y a su propio pueblo, que tiene un lavado de coco importante. Lo de los nativos ya pasa todas las líneas, si al final no son tan distintos de los americanos aunque sean sus enemigos por excelencia. En fin, me parece muy interesante esta novela y me la apunto.
Muy buena reseña, como siempre das en el clavo.
Un beso.
Siempre hay nostalgia por el pasado en algunos sectores de la población. Aunque no todo lo pasado es malo en ningún sitio, hay cosas que es mejor alejar de la nostalgia, tanto en el franquismo como en la época soviética. De todas formas la dictadura soviética no se diferencia de otras dictaduras y el comunismo que practicaban tampoco se aleja mucho del capitalismo. Allí el capitalista era el estado. Creo que esta novela te gustará mucho y desde luego, se adapta fenomenal a tu «obsesión» rusa.
EliminarUn beso.
Voy a tenerlo en cuenta como todas tus sugerencias hechas en tu lindo blog😀
ResponderEliminarPues ojalá te guste. Ya nos contarás.
EliminarUn beso.
Hola Rosa!! Me has picado mucho la curiosidad por esta novela, no la conocía y podría estar muy bien. Me la llevo bien anotada a mi lista de pendientes. ¡Genial reseña y gracias por el descubrimiento! Besos!!
ResponderEliminarSerá una de mis mejores lecturas del año. Una novela interesante, entretenida, muy buena en una palabra.
EliminarAh, y perdona por el retraso en la respuesta. Tu comentario había ido a spam.
Un beso.