"La espía de cristal" Pere Cervantes
«En esta ciudad adolescente y hospitalaria propensa al tedio, no hace muchos años, hubo una guerra. Y de ella surgió un amor extraño que acabó perdiéndose en un rincón del tiempo. Un amor antiguo de un pasado que regresa. Un amor de esos que solo se descubren en la última página del libro de las certezas».
No es el inicio del libro, la cita aparece más bien al final, pero puede ser el resumen del libro. La espía de cristal es una historia de amor y muerte, tal vez todas lo sean, que narra muertes físicas, reales, pero también muertes del alma, muertes de ciudades, de países, de civilizaciones; la muerte de la convivencia, el origen de la suspicacia, la intolerancia y el odio. Lo narra en un contexto muy concreto y que aún no había visto en novela como es la guerra de Kosovo en su lucha por independizarse de Yugoslavia. Para entonces ya se habían independizado Croacia, Eslovenia y Bosnia y Herzegovina. Con más o menos lucha, con más o menos sangre, las repúblicas se fueron independizando y también Kosovo quiso hacerlo. Las diferencias étnicas y religiosas entre los albanokosovares, musulmanes, y los serbios, ortodoxos, llevaron a una guerra que se prolongó a lo largo de un año y en la que intervino la OTAN a favor de Kosovo.
La espía de cristal se mueve en el tiempo. Los capítulos impares nos narran diez días de 2019. En el primero de ellos Manu Pancorbo, antiguo reportero de guerra, recibe un sobre sin remite procedente de los Balcanes. En su interior encontrará un mensaje que viene del pasado y que alterará su vida con recuerdos y vivencias que nunca ha sido capaz de olvidar. «Mi nombre es Vjosa Shala, soy la única hija de Taibe. Tengo diecinueve años y mucho miedo. Hace dos días que mi madre ha desaparecido sin dejar rastro (probablemente algunos más cuando recibas esta carta). Poco antes de que lo hiciera me dijo que si le ocurría algo contactara contigo en esta dirección». Taibe Shala, la mujer a la que conoció en junio de 1999, de la que se enamoró, y de la que huyó sin despedirse a finales de 2020. Ahora no puede desoír la llamada y viajará a Pristina acompañado de otra reportera de guerra, la fotógrafa Olga Balcells que acaba de perder a su pareja «—Emma murió hace seis meses —anuncia ella al tiempo que apura la copa de un trago». Para sobreponerse bebe y fuma más de la cuenta, y ahora le viene de maravilla este viaje a Kosovo en busca del pasado.
Los capítulos pares nos narran la historia de ese pasado, desde los momentos de plena guerra y la subsiguiente posguerra. En ellos veremos los hechos sucedidos en Pristina y otros lugares de Kosovo desde enero de 1999 hasta octubre de 2019, uniéndose así con la actualidad y la trama que se nos cuenta en los capítulos impares.
En junio de 1999 Taibe Shala se recupera de la agresión sufrida en enero, en plena guerra, en su aldea de Raçak. «El momento atroz en el que descubrió el desenfocado rostro de su padre sobre la cuneta, con los labios apergaminados y un orificio chamuscado en el centro de una frente curtida por la intemperie. Recordará también la inefable inercia que la llevó a seguir caminando sin rumbo, confusa y sola, cegada por el brillo de la nieve, sosteniendo con las uñas rotas una cartilla de identidad serbia». Es la cartilla de identidad serbia de uno de los hombres que la han violado y que guardará durante años con la intención de dar con él y llevarlo ante la justicia.
Seis meses han pasado desde aquella agresión. La guerra ha terminado, al menos en los papeles, y Taibe se presenta a una oferta para trabajar en el Kosovë Në Ditë, un diario de Pristina donde ahora vive. Pero el papel que se le asigna, más que de periodista es de agente al servicio del SHIK, la agencia kosovar de inteligencia. En esas funciones, con una tapadera de traductora para la ONU, conoce a Manu Pancorbo, Panco, y se enamora de él.
La espía de cristal es, como he dicho, una novela de amor y guerra. El amor sin cortapisas de Panco por Taibe y el amor de Taibe por Panco, un amor que no puede entregar en plenitud porque los traumas del pasado se manifiestan en su memoria y en las heridas de su cuerpo. Son las heridas de muchas mujeres, las albanokosovares violadas por los serbios, pero también las serbias violadas por albanokosovares. A todas tratarán de ayudar Taibe y su amiga serbia Lana Belic en la asociación que crean, Mujeres de Negro. Porque La espía de cristal también intenta ser una novela de paz y reconciliación. Un intento de que en «ese trastorno de la paz llamado posguerra» se vayan superando los odios, que la paz sea de veras paz y no un trastorno, aunque para ello haya que superar tanto dolor, tanto odio, tanta tristeza: «Me gano la vida con tanta tristeza» dice Panco en un momento dado.
Esa posguerra se transforma en un trastorno de la paz debido a las tensiones acumuladas y que la firma de unos papeles o la intervención de las fuerzas de la ONU son incapaces de atenuar. ¿Cómo puede haber paz en un pueblo como Mitrovica en el que tan solo pasar un puente nos pude llevar a uno u otro lado de un conflicto que acaba de desangrar un país? «El de Mitrovica tiene ciento veinticuatro pasos de longitud por encima del agua verde, espesa y sonora del río Ibar. Esa es la distancia que separa el norte del sur, una sociedad católica ortodoxa de la musulmana en una ciudad escindida donde se encapsula todo el odio entre dos comunidades que se vigilan de lejos, se escupen de cerca y siguen viviendo estancadas en el tiempo. Esa misma mañana Panco y Olga han hablado de ello durante el desayuno. "Si hay una ciudad en los Balcanes que pende sobre el alambre más fino, es, sin lugar a duda, Mitrovica"».
¿Cómo puede haber paz cuando la declaración de independencia unilateral de Kosovo en 2008, no solo duele en Serbia o en las poblaciones serbias del propio Kosovo («Para los serbios de Mitrovica fue una declaración de guerra. Estos tipos tienen una enfermedad incurable llamada orgullo»), sino que ni siquiera los países de Europa se ponen de acuerdo acerca de su legitimidad? «Kosovo, el Estado más joven de Europa, al que Serbia y España, entre otros países, no le reconocen su independencia. La misma España que accedió a que la OTAN bombardeara Serbia en defensa de los albanokosovares ahora se muestra reacia a que una antigua provincia yugoslava se declare independiente. ¿Incongruencia o miedos internos insuperables? ». Miedo a que la palabra independencia suene demasiado en ciertos lugares del país y se tache de incongruencia admitir una y rechazar otra. Y es que «En España se respira una tensión política que tiene ciertas semejanzas con lo ocurrido en los Balcanes, afirma uno de los principales diarios. Panco se pregunta qué sucedería con Cataluña si en ella viviera una etnia mayoritaria distinta a la del resto de los españoles. Al fin y al cabo, los yugoslavos tampoco vieron venir su desgracia».
También se hace una dura crítica a la prensa, a lo que constituye la información, y a los que consumimos la información «los medios de comunicación eligen los contenidos, ponen el foco donde estiman oportuno y acordonan el planeta al unísono. Unos pretenden la noticia del otro y así, en esa competición en la que se termina con los ojos vendados, acaba creándose un mundo que dista mucho de ser el real. Es el fruto de esa competencia lo que consume el gran público» y es que «En Kosovo, una vez más, como en el resto del mundo, se están viviendo dos historias distintas: la real y la creada por los medios de comunicación».
«—Esto ha sido un exterminio, Panco. No lo endulcéis en vuestras crónicas, por favor.
No le faltaba razón. La prensa internacional no había sido lo suficientemente contundente a la hora de describir qué tipo de cadáveres solían hallarse en esas fosas comunes: madres, abuelas y niños. La violencia ejercida sobre aquellas personas nada tenía que ver con la patria, la bandera y la etnia, y sí mucho con el criminal que cada uno de sus ejecutores llevaba dentro».
Pere Cervantes |
Pere Cervantes sabe de lo que escribe. Ni siquiera ha tenido que documentarse. Me explico, seguro que se ha documentado, pero el grueso de la ambientación lo ha vivido en sus propias carnes. Como policía nacional durante más de 30 años asistió como Observador de Paz para la ONU en Kosovo en los mismos años en que Panco se enamoraba de Taibe. Sabe de lo que habla, previamente había hecho la misma función para la Unión Europea en Bosnia y Herzegovina, otro conflicto que se ve que le dejó marcado y del que habla aquí en numerosas ocasiones. «Llevas a Sarajevo tatuado en la memoria» le dice Panco a Olga cuando la fotógrafa hace una comparación con Grbavica, el barrio de Sarajevo que los serbios tuvieron que abandonar al quedar bajo el control bosniocroata.
Con La espía de cristal, Pere Cervantes me recupera como lectora entusiasta, algo que ya había conseguido con Tres minutos de color y que se había desinflado un poco con El chico de las bobinas, de la que dije en mi reseña «La sensación que me ha dejado [...] no ha llegado a levantar el vuelo hacia lo excelso que se prometía en todas las opiniones que he leído de ella. No era lo que esperaba del autor de "Tres minutos de color"». Ahora sí. La espía de cristal me devuelve al Pere Cervantes que me deslumbró con aquella primera novela que le leí y me deja con ganas de seguir con su obra, pues aún me quedan varias novelas suyas por leer. Espero no demorarme.
Título del libro: La espía de cristal
Autor: Pere Cervantes
Nacionalidad: España
Nacionalidad: España
Editorial: Destino
Año de publicación: 2022
Año de publicación original: 2022
Nº de páginas: 480
Hola, Rosa. Qué alegría compartir lectura e impresiones contigo. Yo quiero leer todo lo publicado por Pere Cervantes, El chico de las bobinas lo he adquirido este mes. Gracias, besos y felices lecturas.
ResponderEliminarMe dejó fascinada Tres minutos de color, aun siendo una novela bastante rara. O tal vez por eso. El chico de las bobinas me gustó, pero tal vez por la rareza i originalidad del libro que había leído antes, esperaba otra cosa. Con La espía de cristal he vuelto a quedar enamorada, aunque es más del estilo de El chico de las bobinas.
EliminarUn beso.
Hola, Rosa. Pues no he leído todavía al autor pero esta novela me resulta muy atractiva. El tema y el momento histórico me parecen muy interesantes y después de la buena sensación que dices que te ha dejado tengo mucha curiosidad. Apuntada está ya. Un beso y gracias. Estupenda tu reseña.
ResponderEliminarEstá además muy bien escrito como habrás visto por las citas que resalto y que en esta ocasión son muchas porque todas me gustaban tanto... Creo que disfrutarás con esta novela.
EliminarUn beso.
¡Hola! Le tengo muchas ganas a este autor, del que quería leer "El chico de las bobinas" antes de leerte y apuntarme también "Tres minutos de color". Me alegro de que haya vuelto a conquistarte con esta novela, ¡muchas gracias por tu reseña!
ResponderEliminarNos vemos entre páginas
La vida de mi silencio
Espero que te guste Tres minutos de color. Es una novela distinta, original y que me gustó y sorprendió mucho. La espía de cristal es una novela fantástica.
EliminarUn beso.
Me ha interesado muchísimo la trama de esta novela y cómo trata su autor un tema tan crudo que ha vivido personalmente, como es una guerra entre etnias y religiones, y las relaciones humanas que se suelen forjar (en este caso amorosa) entre sus sufridos protagonistas. Leí El chico de las bobinas y me gustó mucho, así que si afirmas que esta te ha gustado más, es una garantía de satisfacción plena si puedo leerla.
ResponderEliminarUn beso.
Hay muchas relaciones en este libro, no solo la amorosa. Hay amistad, maternidad y paternidad, rivalidad, odio, por supuesto. Creo que si te gustó El chico de las bobinas, esta te gustará tanto o más. Pone de manifiesto una realidad cercana que vivimos en su día pendientes de las noticias y que vista en novela, se llega a entender (o a no entender) más aún. No la dejes pasar.
EliminarUn beso.
Se ve que debe de ser un libro de lectura sensible y fuerte a la vez. No he leído nada de este autor, tal vez vaya siendo la hora.
ResponderEliminarSAludos.
Es un autor a tener en cuenta que te recomiendo. Esta novela me ha gustado mucho y creo que es necesario que se escriba ficción sobre estos temas.
EliminarUn beso.
Hola Rosa, de Pere Cervantes solo he leído No nos dejan ser niños, la primera entrega de una serie negra, luego me he ido apuntando las novelas siguientes sin decidirme por ninguna. Esta me llama por la temática y me parece una buena manera de reengancharme al autor. Besos.
ResponderEliminarNo he leído esa serie aunque tengo esos libros y Golpes en mi lista de pendientes hace tiempo. A ver si me voy animando aunque hay tanto pendiente que no da una abasto. Creo que esta novela te gustará. Engancha y es muy interesante como reflejo de algo demasiado actual y terrible.
EliminarUn beso.
Imposible resistirse tras leer tu reseña. Además, no he leído nada sobre ese conflicto y creo que la novela me puede resultar muy interesante. Sin duda, la apunto.
ResponderEliminarBesos
Es difícil resistirse sí. Es una novela que mueve a la reflexión y muestra muchas cosas de aquel conflicto del que yo tampoco había visto nada en novela. Además está muy bien escrita.
EliminarUn beso.
Qué interesante, no he leído nada de este autor.
ResponderEliminarPor cierto, en mi blogroll no salen tus entradas actualizadas, aunque al menos puedo comentar con mi nombre, será porque estoy con el móvil.
Muy feliz día.
Mira estoy de Blogger hasta el moño. Acabo de rescatar este comentario del spam con otros cuatro. Dos de ellos, míos.
EliminarLa novela creo que merece mucho la oena. Creo que te gustaria.
Un beso.
Buenos días, Rosa.
ResponderEliminarTuve una época que leía muchos libros sobre guerras, especialmente sobre la Segunda Guerra Mundial. En estos momento de mi vida, mis lecturas van en otro sentido. No obstante, me has conquistado por dos cosas. La primera, porque dices que es una novela que busca la paz; y la segunda, porque el autor fue testigo privilegiado de aquel horror.
Apunto con mucho interés este título.
Un abrazo y gracias por esta interesantísima reseña!!
Me gustan las novelas de guerra, pero no las que narran batallas sino las que indagan en las causas y consecuencias de las mimas. También he leído mucho sobre la Segunda Guerra Mundial, sobre los campos de exterminio, la Guerra Civil , etc. Ahora empiezan a salir cosas sobre las guerras de la antigua Yugoslavia y me interesan mucho.
EliminarAdemás de lo que apuntas, el autor escribe de maravilla.
Un beso.
Suena muy interesante. Los conflictos de la zona de los Balcanes dan para mucha literatura, si bien es cierto que tampoco me viene a la mente ninguna novela que se centre en Kosovo. Y esas ramificaciones que explora esta novela, como la analogía con el independentismo catalán aquí en España o la responsabilidad de los medios de comunicación, también me parecen muy interesantes.
ResponderEliminarBesos
Interesante la visión que da del conflicto, fuera de todo sectarismo y mostrando matices que no siempre se tienen en cuenta. En todo conflicto suele haber una víctima y un victimario;una parte que es más culpable que la otra, pero no se debe perder de vista queno todo lo de un bando es bueno y lo del otro, malo.
EliminarEsta novela es muy recomendable y además está muy bien escrita.
Un beso.