"Litio" Imanol Caneyada
«Pero de qué estamos hablando exactamente, le preguntó ayer Ironwood en la conferencia telefónica que sostienen diariamente. De uno de los yacimientos más grandes de América, le tuvo que confesar. ¿Estás seguro? Lo estoy. ¿Le puedo comunicar eso a los de arriba? Sí. Entiendes las implicaciones, ¿verdad?: buscar financiamiento externo, capitalizarse, encontrar socios estratégicos… Eso no me concierne, Jonathan, solo te informo de los resultados que se desprenden de la exploración hecha a conciencia, me conoces».
Para la Inuit Mining Corporation, una empresa minera canadiense, está claro de lo que se habla. Un yacimiento de litio en el Estado de Sonora, México, que le reportará beneficios suculentos. Para los habitantes del pueblo y alrededores, la oportunidad de salir de la pobreza y tener trabajo con sueldo fijo a fin de mes y una ciudad próspera. Pero no para todos. Algunos quieren seguir con su vida de siempre, con sus ranchos o sus negocios. Para otros se habla de la destrucción de un entorno que hay que proteger a toda costa y salvarlo de las explotaciones que talan los bosques y contaminan las aguas. El conflicto está servido.
Estamos en 2014 y en Canadá gobierna Stephen Harper, conservador que terminó con doce años de gobiernos liberales y que se mantuvo nueve años en el poder, de 2006 a 20015.
«Stephen Harper sigue haciendo de las suyas con el beneplácito de una población canadiense desenfrenada; continúa desmantelando el otrora distinguido estado de bienestar. Dinamita con esmero la Escandinavia norteamericana para convertirla en un remedo del vecino. Los liberales protestan, reaccionan tarde y mal; no entienden, piensa Marc Pierce, que sus compatriotas están eclipsados por el sueño canadiense. Los migrantes son para lo que son y el resto es retórica. País multicultural mis huevos, se regodea en buen mexicano. Con cierto rencor, disfruta del desenmascaramiento progresivo de una sociedad que se negaba a asumirse monstruosa».
La novela está narrada en tercera persona tomando el narrador en cada capítulo la perspectiva de un personaje diferente. La empresa está representada por Jonathan Ironwood, director general de la compañía en México. También trabaja para ellos Guy Chamberlain haciendo las prospecciones que les informan de dónde está el yacimiento interesante. Si el primero asume que el trabajo le puede hacer perder a su familia, el segundo no está dispuesto a llegar a tanto por un trabajo en el que «Es el sujeto que hace magia y les dice dónde se esconde el dinero. A sus espaldas se burlan de él. Las caras de aburrimiento y desdén cuando expone los procedimientos científicos de la búsqueda se iluminan en el momento en que se traducen en dólares. Entonces lo felicitan, lo celebran y lo olvidan de inmediato». También tenemos a Marc Pierce, quien hace trabajos no muy limpios ni confesables para la Inuit Mining Corporation. Sus aficiones, menos confesables aún, en ciertos ambientes y lugares, que sus trabajos lo volverán vulnerable.
Margaret Rich es la embajadora canadiense en México. Todos esperan de ella que sea una buena chica y le conviene serlo si quiere optar a un puesto mejor, pero por otra parte... ser una buena chica podría tener sus ventajas.
Y luego están los mejicanos. No parece que en Sonora vayan a causar los problemas que la empresa ha tenido que enfrentar en Michoacán. Aquí parecen más que satisfechos de tener en su territorio el mayor yacimiento de litio conocido hasta el momento. Cipriano, el alcalde del pueblo «Sueña en litio, piensa en litio, coge con su mujer en litio, come y caga litio. Se ha puesto a investigar sobre el tema (horas en internet cuando no falla), se asume ya como un experto. Futuriza y se estremece con los vaticinios [...] Con suerte, esa región cada vez más castigada por la sequía y la pobreza se convertirá en una potencia mundial». Muchos ya vendieron o están deseando vender, pero siempre hay quien se agarra a su terruño, aunque cada vez sea más difícil sacar beneficio de él.
María Antonieta ha tenido que reinventar el rancho de su padre tras la muerte de éste de un infarto mientras montaba su caballo. «María Antonieta no se atreve a preguntarse si es feliz. Con cuarenta y dos años y una memoria ulcerada, hay preguntas que no tienen sentido». Ha vuelto de Hermosillo, la capital del estado de Sonora, tras veinte años de ausencia; ha huido de un matrimonio desgraciado, ha salvado como ha podido su futuro y el de su madre. No es cuestión encima de preocuparse de pendejadas como la felicidad. Más teniendo en cuenta que ha sido capaz de mantener gran parte de lo que le dejó su padre. No va a permitir que nadie se lo quite ni con millones de por medio.
«[...] las tierras yermas de lo que fue un rancho de veinte hectáreas y sesenta cabezas de ganado. Las sequías, los especuladores, el furor de la carne importada, la rapiña del gobierno con los pozos de agua, las malas decisiones, los estafadores a los que padre se confiaba con la palabra dada —qué otra cosa podía dar más valiosa—, el orgullo de no mendigar subsidios a cambio de votos, los bancos, los leguleyos, los tribunales agrarios… las deudas, la merma, el fin de una época, la derrota de unos hombres que lo sabían todo de la sierra y nada del mundo globalizado, veloz, sin escrúpulos».
Imanol Caneyada |
No había oído hablar de Imanol Caneyada hasta que se hizo este año con el Premio Dashiell Hammett en la Semana Negra de Gijón. Dado que es un premio que sigo fielmente desde hace varios años, enseguida me hice con el libro. Ha sido un gran descubrimiento y un gran acierto. Litio es una novela muy mexicana. Su autor, nacido en San Sebastián en 1968, lleva cerca de treinta años viviendo en México cuya nacionalidad ha adquirido. Es muy mexicana y a la vez es muy universal, porque la historia que cuenta es la de la explotación a gran escala de los recursos de la Tierra sin importar lo que esa explotación se lleve por delante, sin importar nada que no sea el enriquecimiento de unos pocos a costa de lo que sea. Y lo que me ha parecido más valioso es que no se muestra optimista con la lucha desigual que se desata en estos casos. El poder (político, económico, social) es... demasiado poderoso. Nada puede enfrentarse a él. Se sacudirá de un manotazo la pequeña molestia y seguirá con su vida. Al menos mientras quede un recurso para explotar.
«Ahora que todo parece volver a la normalidad en Michoacán, Jonathan Ironwood podrá dedicarse plenamente al proyecto de Sonora. Baja el volumen de la pantalla de plasma y cambia a Fox News, cuyos conductores y analistas le resultan un bálsamo, la seguridad de que el orden mundial no está amenazado y él, en su torre de cristal de Santa Fe, es una pieza fundamental del engranaje.
Piensa en una cena opípara, había perdido el apetito, putos indios de mierda».
Título del libro: Litio
Autor: Imanol Caneyada
Nacionalidad: México
Nacionalidad: México
Editorial: Planeta
Año de publicación: 2022
Año de publicación original: 2022
Nº de páginas: 272
Te compro -copio, más bien- literalmente tu frase («No había oído hablar de Imanol Caneyada hasta que se hizo este año con el Premio Dashiell Hammett en la Semana Negra de Gijón.») y la hago mía. Veo que el autor es donostiarra pero afincado en Mexico desde hace una pila de años.
ResponderEliminarLo que no me queda claro del todo tras leer tu reseña es si la novela ha sido de tu agrado o no. Parece como que sobrevuelas y no te mojas (je, je...)
Un beso
¿Ah, no? Igual se me ha pasado dar una opinión. A veces me pongo a hablar de lo que trata la historia y me olvido opinar. Me ha gustado, sí. Me ha gustado mucho.
EliminarBueno, releyendo el texto
veo que digo que "ha sido un descubrimiento y un gran acierto". O sea que sí dejo entrever que me ha gustado... 😅. Te la recomiendo. Ya sabes que yo no suelo huir de la mojadura literaria.
Un beso.
Tampoco yo conocía a este autor, Rosa. La novela parece que hace una denuncia muy potente de ciertas desigualdades y abusos de poder. Me ha parecido interesante y me gusta eso que dices acerca de que siendo muy mexicana es también muy universal. Así son siempre las buenas novelas, ¿verdad? Un beso y gracias por la recomendación.
ResponderEliminarEs una denuncia de la explotación incontrolada del medio ambiente, pero también de la corrupción y de las artes que utilizan las empresas para salirse con la suya en cualquier circunstancia y pese a quien pese. Además está muy bien escrita y tiene unas tramas de los distintos personajes que son muy interesantes y encajan a la perfección.
EliminarUn beso.
No lo conocía. Aprovecho para dejarte Feliz Septiembre.
ResponderEliminarPues feliz septiembre para ti también.
EliminarHola Rosa, yo también sigo el Dashiell Hammett, pero mi Librero de cabecera me dijo que no estaba publicado en España, igual se refería a que no había salido en papel. Me la apunto que ya me había llamado la atención cuando la vi entre los finalistas en la Semana Negra y veo que a ti te ha gustado. Besos.
ResponderEliminarYo lo compré en Kindle. Es de Planeta, pero igual es de Planeta de México. Sí, me ha gustado mucho. No cuenta nada nuevo, pero sí que lo cuenta de una forma diferente porque se enlazan distintas historias quedan como resultado una crítica muy buena y una novela notable. Te gustará.
EliminarUn beso
Yo tampoco soy muy optimista respecto a la lucha desigual que se desata en casos como los que relata esta novela. La verdad es que suena muy muy interesante, especialmente por esa forma tan poliédrica de enfocar el tema.
ResponderEliminarImanol Caneyada también es un desconocido para mí. Me imagino que en su tierra adoptiva sea más conocido. Esperemos que a raíz del premio Dashiell Hammett empiece a serlo también por aquí.
Besos
Yo soy sumamente pesimista. Sé que la Tierra se quitará a este ser molesto de encima como las vacas se quitan las moscas, de un coletazo del rabo. La novela es interesante y está escrita con esa forma tan especial que tienen los mejicanos de escribir (aunque el autor es de origen español se ve que tantos años en México han dejado su impronta). Quiero leer algún libro más del autor a ver qué otras cosas ha hecho.
EliminarUn beso.
¡Hola!
ResponderEliminaryo tampoco conocía a este autor, ni siquiera sabía que ganó ese premio (al que tampoco sigo muy de cerca. Pero me gustan muchas cosas de todo lo que nos cuentas y me la hacen apetecible. Primero que esté en parte ambientada en México (tengo una conocida mexicana y me ha contado muchas cosas del país) y por los párrafos que seleccionaste también su prosa parece de las bonitas y cuidadas. Lo del tema de fondo de la sobreexplotación de los recursos naturales del planeta, pues también me llama. Y ademas comentas que la novela y el autor ha sido un gran descubrimiento para ti, así que no va a ser una lectura prioritaria porque tengo unas cuantas novelas que me apetecen mucho en mente, pero sí la voy a tener en cuenta
Me alegra que la hayas disfrutado,
Un beso
No sé quién eres, aunque tengo mis sospechas... Creo que aparecer como anónimo, ha sido un fallo del sistema, ja, ja.
EliminarYo sigo hace años el Premio Dashiell Hammett porque en novela negra es todo un referente. Tengo que reconocer que nunca me ha defraudado. La ambientación del libro se reparte entre México y Canadá, aunque mayoritariamente, en México. Y sí, la prosa del autor es de las que enganchan. ha sido en verdad un descubrimiento muy grato.
Un beso.
Pues era yo, jeje, es que te comenté desde otro ordenador distinto al de siempre y el caso es que sí creía estar registrada con mi correo, no me di ni cuenta de que el comentario quedaba como anónimo, pero bueno, me encanta que hayas sospechado, ya me dirás si pensabas que podía ser yo, imagino que sí,al final, hasta para comentar tenemos nuestro estilo ¿verdad?
EliminarDefinitivamente tendré que estar mas pendiente del Premio Dashiell Hammett, si nunca te ha defraudado será por algo, sin duda
Otro beso!
Ja, ja, sospechas confirmadas. Es curioso, pero sabía que era tú. Imagino que todos tenemos una forma de escribir en nuestros comentarios que nos delata. No dejes de seguir el Dashiell Hammett. Si te gusta la novela negra es un imprescindible.
EliminarOtro beso.
Un placer el haberte leído hoy besos
ResponderEliminarMe alegro mucho.
EliminarHola, Rosa. Pues yo tampoco sabía de este escritor y me parece un gran descubrimiento. Mil gracias. Besos y felices lecturas.
ResponderEliminarEspero que te guste si te animas. Una muy buena novela de género negro, muy bien escrita y que da para reflexionar, entretenerse y disfrutar con un buen libro.
EliminarUn beso.
Pues tampoco había oído hablar de él. Me parece muy interesante lo que cuenta y me llaman la atención estas historias de poder, amaños y tejemanejes. Si además el hombre conoce de primera mano la vida mexicana seguro que le ha dado mucha autenticidad y no ha tenido que recurrir a tópicos.
ResponderEliminarMe la apunto.
Besos
Lleva casi treinta años en México y está nacionalizado, así es que seguro que conoce bien la realidad del país. Tiene más novelas ambientadas allí. Espero leer alguna sin tardar demasiado. Te lo recomiendo. Es una novela muy realista y sin concesiones a un tonto optimismo.
EliminarUn beso.
¡Hola, Rosa!
ResponderEliminarAcá tienes otra seguidora que tampoco conocía al autor, ja ja ja.
Siempre me fijo en las cubiertas y los títulos de los libros, pues te cuento que incluso esos me son desconocidos.
Corrupción, explotación de recursos naturales, destrucción ecológica... ¿porque será que me suenan tanto estos argumentos?
Es así como la maldición de los recursos naturales o la paradoja de la abundancia, algo que se traduce rápidamente en desigualdad, miseria y corrupción.
Lamentablemente es lo que se vive en casi toda Latinoamérica :(
Me has atrapado con tu reseña, voy a leer tu sugerencia, gracias por descubrirme a Imanol Caneyada ;)
Besos.
Tampoco yo conocía ni autor ni portada ni título hasta que no fui a buscar quién había obtenido este año el Dashiell Hammett. No creas que me gustó mucho la portada. Demasiado colorida para mí, pero desde luego la historia sí que me ha gustado y la forma de escribir y cómo muestra las diferentes posturas ante esa explotación, desde los afectados, más o menos partidarios del expolio, hasta la embajadora canadiense, pasando por los diferentes miembros de la empresa y sus distintas actitudes.
EliminarLa desgracia de Latinoamérica y de África ha sido ser zonas muy ricas en recursos ambicionados por el mundo más industrializado. Hace un tiempo leí una novela fantástica en la que se decía que El Congo es el país más rico del mundo en recursos naturales y mira cómo están.
Espero que la novela te guste tanto como a mí.
Un beso.