"Algo en lo que creer" Nickolas Butler

Nada hay tan pesado en el mundo como el féretro que porta el cuerpo de un niño pequeño, pues ningún adulto que haya soportado alguna vez esa carga puede olvidarla jamás. Enterrar a un hijo es una tragedia a la que muchos padres no logran sobreponerse nunca. Oscurece el sol, arrebata el color, apaga la música. Disuelve los matrimonios como un ácido, desangra la felicidad y no deja tras de sí más que un rastro inerme de gris desesperación.

Nadie lo sabía mejor que Lyle y Peg, quienes recordarían siempre, con perfecta claridad, el desfile de dolientes que se formó desde San Olaf hasta el cementerio de la iglesia, situado a poca distancia, mientras dos viejos tíos de Lyle portaban el féretro de su hijo.


Cuando empieza la novela hace ya muchos años que Lyle y Peg perdieron a su hijo Peter de nueve meses  y no obstante encontramos a Lyle con su nieto limpiando la tumba del niño cadáver en el cementerio de 
Redford, un pequeño pueblo de Wisconsin próximo a la frontera con Minnesota. 

Lyle y Peg sufrieron mucho la muerte del niño, pero vino a salvarlos la posibilidad de adoptar a Shiloh, una niña fruto de un error juvenil cuya madre biológica, con quince años, no estaba en condiciones de cuidar. La pequeña consiguió anclar a sus padres adoptivos al mundo y que volvieran a sonreír después de haber perdido el gusto por la vida y, en el caso de Lyle, su fe en Dios. La niña fue su salvación, pero también una fuente total de inquietudes y problemas en su adolescencia. Cuando se fue a la universidad, el sentimiento de ambos padres fue de alivio a la par de que gran añoranza.

«Shiloh se había marchado de casa con dieciocho años para ir a la universidad en Milwaukee. [...] En algún punto de la veintena, sin embargo, su fe religiosa adquirió una importancia y un vigor renovados. Se convirtió en una devota entusiasta, si bien a Lyle le costaba identificar de qué rama. La iglesia a la que pertenecía se reunía en centros comerciales, restaurantes cerrados por quiebra y otros establecimientos en desuso. Era cierto que de niña había sido criada en el seno de la iglesia luterana, pero con el tiempo su fe se había ido tornando mucho más feroz. Lo más fuerte que bebía era una cerveza light, un margarita o una sangría, e insistía en rezar antes de cada comida. También se vestía de manera más conservadora, citaba la Biblia con frecuencia y cuestionaba la fe de Lyle y Peg».

Lo que ninguno de los padres supo nunca es quién y cómo concibió a Isaac en su puritana hija. «Peg solo se había atrevido a preguntar por él un par de veces y Shiloh había respondido haciendo un gesto despectivo con la mano. "No se merece ni que lo mencionen, de verdad", respondía, o «"No quiero hablar de ello"». Tampoco es que les importe. Así como Shiloh vino a salvarlos de la pérdida de Peter, Isaac los compensa con creces de la desafección de su hija, cada vez más palpable. Pero cuando Shiloh decide mudarse a La Crosse, donde se encuentra su iglesia, la desolación del matrimonio es total. Y aún aumenta cuando perciben que la iglesia a la que su hija se ha unido con total convicción tiene más de secta fanática que de iglesia. 

El golpe es mayor en Lyle que en Peg. Ésta con sus creencias religiosas admite mejor la fe de su hija, aunque no termine de convencerla, pero Lyle no es creyente. Desde la muerte de Peter no puede seguir creyendo porque «¿Qué clase de Dios haría una cosa así? Y las únicas respuestas que Lyle podía hallar eran estas: o bien Dios no existía, o bien Dios era cruel. Y Lyle no podía creer en un Dios tan cruel.». Buscará ayuda en sus mejores amigos, porque Peg no es la única que escucha sus quejas. Está el pastor Charlie, amigo de Lyle desde la infancia y con una fe lo más apartado posible del fanatismo. Y está Hoot. 

«Hoot vivía no muy lejos de Lyle, en una casa tipo rancho y más bien pequeña situada a las afueras del pueblo. Aunque, por lo demás, se trataba de un hogar impecable, la casa siempre estaba impregnada de un denso olor a tabaco. [...] Después de cenar, se fumaba uno o dos paquetes de Camel y luego se iba a la cama, donde dormía a tirones, con frecuentes interrupciones para evacuar toda la cerveza consumida durante la velada. Junto con Peg y, quizá, el pastor Charlie, Hoot era el mejor amigo de Lyle. Aunque distintos en muchas cosas, ambos eran bondadosos, y la bondad es, desde luego, una buena medida de la capacidad de una persona para trabar amistad con otras y tal vez también para amarlas».

Y con ellos tres, Peg, Charlie y Hoot, y también con Otis, en cuyo huerto de manzanas trabaja, Lyle irá tratando de resolver sus dudas, o más bien de hacer cuadrar su ateísmo con la fe inquebrantable y absurda a que le enfrenta Shiloh y su nuevo prometido, el pastor Steven de la iglesia no denominacional de Coulee Lands Covenant (clc) que tenía su sede en un antiguo cine a las afueras de La Crosse. 

La ansiedad de Lyle aumenta cuando ve cómo su hija va perdiendo la sensatez y hasta la cordura en manos del pastor Steven hasta llegar o involucrar a su nieto en sus delirantes creencias. El propio pastor Charlie, avisado por Lyle de las ideas fanáticas de Shiloh y Steven le previene contra ellos: «Lyle —dijo Charlie—. Estate lo más cerca de ellos que puedas. ¿Me oyes, amigo? Tan cerca como puedas».

Nickolas Butler

Otro de esos hechos, que no sé si se pueden deber a la casualidad, me ha llevado a leer casi seguidas dos novelas en las que personajes ateos se enfrentan a personas  muy creyentes que ponen a prueba su falta de fe. Tras El final del affaire, me encuentro con Algo en lo que creer. Ni siquiera el título me puso sobre aviso de lo que me iba a encontrar. De haberlo sospechado, me habría decidido por alguna otra novela de Nickolas Butler, pero me alegro de no haberlo hecho porque esta historia me ha enganchado desde el principio. Como ya decía en la reseña de la novela de Greene, yo soy agnóstica, pero muy respetuosa de las religiones, y los debates religiosos cuando son razonables e inteligentes, me atraen mucho. Esta es una historia en la que la falta de fe se pone en evidencia frente a la ilusión, la esperanza y la magia de la vida. 

¿O acaso no es mágico ese viaje de tres horas solo para ver una puesta de sol?

«Lyle decidió ir hasta Duluth, que quedaba a unas tres horas de camino. La idea era llegar allí justo antes de la puesta del sol, con tiempo suficiente para contemplar el gran lago y los últimos barcos de carga de la temporada, antes de emprender el camino de vuelta. Hay días en el Medio Oeste americano en que nada parece tan natural como conducir largas distancias, aunque solo sea para dejar atrás, por unas horas, la propia ciudad o el propio pueblo. Un viaje que resultaría incomprensible para la mayoría de los habitantes del planeta es en aquella tierra una forma distendida de pasar un domingo, ya sea para fotografiar las hojas otoñales, recorrer los cursos del Misisipi o del Saint Croix, pasear por la orilla del lago Superior o del lago Michigan —mares continentales, en realidad—, pegarse una caminata hasta alguna cascada o, sencillamente, hacer una larga excursión para comprar una porción de pastel. Cuando no hay nada que hacer, conduces».

Título del libro: Algo en lo que creer
Autor: Nickolas Butler
Nacionalidad: Estados Unidos
Título original: 
Little Faith
Traducción: Álvaro Marcos
Editorial: Asteroide
Año de publicación: 2020
Año de publicación original: 2019
Nº de páginas: 352

Comentarios

  1. La pérdida es algo tan fundamental en la literatura que pienso no tiene fin en sus múltiples variantes. En lo personal comparto contigo ese agnosticismo respetuoso con las ideas de los demás encantándome también los debates teológicos sin tratar de convencer a nadie ni de que me intenten convencer. Otro libro el que reseñas para tener en cuenta.
    Besos, Rosa.

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    1. Es que una pérdida importante, como la de esta novela, marca una vida entera. Toda la novela gira en torno a esa pérdida y a las que puedan derivar de ella, y a otras que se van sucediendo porque a ciertas edades, las pérdidas son lo que toca.
      Los temas teológicos son importantes. Hay un gran respeto por las creencias, pero también una dura crítica a los fanatismos y a esas religiones, más bien sectas, que abundan en Estados Unidos.
      Un beso.

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  2. ¡Hola Rosa!
    yo supe de este autor y novela en el blog de Norah y sé que te gustó también Buena suerte, pero te cuento que yo esa novela la abandoné a pesar de haber leído primero Algo en lo que creer y que me gustara muchísimo (no sé si recuerdas mi reseña allá por diciembre del año pasado). No sé porque no me terminó de atraer y enganchar el tema de fondo. Eso sí, este autor escribe de maravilla y no deshecho la idea de volver a él para nada.
    Me gustó sobre todo la ambientación tan magnífica que se recrea en esa trama rural donde el bosque y la naturaleza lo impregna todo, así como la verdadera amistad.
    Es curioso, sí, esa coincidencia de temas en tus dos últimas novelas leídas, el tema de la religión, el ateísmo y los fanatismos. Yo también soy muy respetuosa con los creyentes, por supuesto, y con todas las religiones en general pero ya sabes cual es mi pensamiento sobre ellas, eso no puedo evitar pensarlo no puedo evitar pensar que el mundo estaría mejor sin ellas (aunque claro, como tú dices, si no existieran se habrían terminado inventando, porque para los que no son ateos, es una buena manera de encontrar alivio y apoyo ante los palos de la vida)
    Pues eso, a por otro de Butler igual mas adelante
    Un beso.

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    1. Yo no sabría decir cuál de las dos me ha gustado más. Son tan distintas en cuanto a temas y personajes que es difícil compararlas en clave de gustar más o menos. A ver la próxima novela que lea del autor que me depara.
      Esas casualidades, como que dos libros seguidos, sin yo pretenderlo ni saberlo, traten de religión; o la casualidad no sé si aun mayor de que ahora estoy leyendo un libro en el que la narradora menciona justamente El final del affaire, esas casualidades, digo, a veces me ponen los pelos de punta y empiezan a parecerme algo más que casualidad. No es que las achaque a un poder divino, pero no sé a qué achacarlas y para casualidad, son muchas y mucha casualidad. Pero no nos pongamos místicos.
      Un beso.

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  3. Las casualidades existen (o no). Pero a mí estas carambolas me hacen gracia y me parecen sorprendentes. Leer dos libros sobre la misma temática, quizá te sirve para completar la visión que nos da una de las lecturas. En cualquier caso, esta novela no la he leído. Me parece durilla y, aunque estamos dejando atrás los días luminosos (gracias a Dios), todavía no tengo mi mente preparada para una lectura así. Besos

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    1. Ay, te acabo de sacar del spam.
      Pues si te digo que voy por la tercera novela de tema religioso... En fin, no voy a hablar más del tema porque me terminará dando yuyu.
      La visión se completa y es interesante, pero cuando no has sido tú quien ha decidido ahondar en el tema, sino que casi te ves arrastrada sin pretenderlo, ya la cosa... Ay, que decía que no iba a hablar más del asunto.
      La novela es dura, pero es un autor que ya me tiene enganchada.
      Un beso.

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  4. No puedo imaginar algo más doloroso que la pérdida de un hijo... Tiene que romperte tanto... Y luego luchar con la adolescencia, que cada vez parece que dura más. Me gusta los temas que trata esta novela, sobre todo ese debate religioso que plantea. Tomo buena nota y a ver si me estreno con el autor.
    Besotes!!!

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    1. Yo me estoy reprimiendo para no segur a mismo con otra novela de Nickolas Butler. Me han gustado tanto las dos que he leído que me apetece mucho, pero prefiero dejar pasar un tiempo entre dos libros del mismo autor, salvo casos excepcionales y que los libros sean muy cortos.
      Si no has leído a Nickolas Butler, te recomiendo que lo hagas.
      Un beso.

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  5. Hola Rosa. Fue la primera novela que leí de Butler y es una maravilla. El matrimonio protagonista son personajes magníficos de esos que te gustaría conocer de verdad. La historia en sí es muy dura pero tan bien contada y con tanta emoción.
    Además de este, también he leído La buena suerte, y creo que también te iba a gustar bastante aunque no es tan especial como este.
    Besos

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    1. Vale, no me acordaba de que ya habías leído Buena suerte. Pues nada, esperaremos otro Butler, jeje.

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    2. Sí, había leído La buena suerte y, como le digo a Marian, no sabría decir cuál me ha gustado más. Tal vez este sea más especial, en efecto. Lo que está claro es que seguiré con el autor en unas semanas. me encanta y, aunque ya lo tenía apuntado, cuando leí tu reseña, ésta fue la que me dio el empujón final para leer a Butler, aunque empecé por La buena suerte. Por cierto, pensaba que tenías reseña de esta última, pero veo que no.
      Un beso.

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    3. ¡Hola! Pues yo también estaba convencida de que tenía pero he ido a mirar y no está. La tengo en borrador, como leí prácticamente seguidos los dos de Butler, seguramente la guardé para más adelante. Madre mía, pues si no me lo dices,, ahí se hubiera quedado en el olvido.
      Ya tengo para el lunes.
      Besos

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    4. Genial. Me encantará leerla.
      Otro beso.

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  6. Cualquier libro que trate la pérdida me atrae rápidamente. Si a ellos añadimos los otros temas que comentas y que aún no he leído al autor me temo que no me queda más remedio que llevármelo.
    Gracias por la reseña.

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    1. La pérdida es de esos temas que dan para mucho literariamente hablando, como la culpa o la venganza. En este libro me atrevo a decir que el tema principal es la pérdida, pero es cierto que hay otros varios que atrapan y además está la forma de escribir del autor que hace especial cualquier cosa que cuenta. Al menos en los dos libros que le he leído.
      Un beso.

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  7. Justo vengo de leer tu respuesta a mi comentario en tu reseña de El final de affaire, así que precisamente no he podido evitar pensar en la casualidad del trasfondo religioso de ambas novelas. A veces pasa que sin planearlo ni sospecharlo encadenamos lecturas así. En todo caso me da que son novelas muy diferentes y me da también que con esta voy a salir mejor parada que con la de Graham Green. Definitivamente, con este libro o con otro, tengo que estrenarme con Nickolas Butler.
    Tremenda por cierto esa cita inicial sobre el peso del féretro de un niño pequeño.
    Besos

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    1. Pues no te lo creerás, pero estoy leyendo otro en el que, además de mencionar a Graham Greene y El final del affaire, también tiene sus reflexiones acerca de la religión y la fe, aunque no ocupen tanto espacio en importancia como en estos otros dos. No es una novela que me esté entusiasmando salvo algunos detalles y no le haré reseña. Mucha casualidad para ser casual ¿no? Ja, ja.
      Seguro que este libro de Nickolas Butler te gusta mucho más que ele Greene. Y sí, sea con el libro que sea, tienes que conocer a este autor. No creo que lo lamentes.
      Un beso.

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  8. Jó, Rosa, otra novela que tengo que apuntar y procurar leer. La verdad es que el tema me atrae mucho, casi más que el de "El final del affaire" que también, claro. Pero los asuntos que aquí se tocan (pérdida de un hijo, adopción, captación por una secta, la propia religiosidad, la no religiosidad...) me parecen interesantísimos. Y, además, te diré -sí, sí, lo sé, lo sé, parece mentira, no tengo remedio...- que de este autor no he leído nada. Así que ya lo estoy buscando. Me apunto también el que dice Norah Bennett de La buena suerte que por lo que leo tú también has leído. Jó, Rosa, es que eres una leona (ja, ja...)
    Un beso grandote

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    1. Soy una leona de León, ja, ja. Aquí estoy por cierto esperando a ver si amanece y no llueve, aunque falta hace el agua.
      Desde luego Algo en lo que creer es mucho más asequible y amable de leer que El final del affaire y como a ti también te gustan los autores estadounidenses, ya estás tardando. Aparte de estas dos novelas que se mencionan por aquí y que yo he leído, tengo otras dos apuntadas: Canciones de amor a quemarropa y El corazón de los hombres. Tienen ambas buena pinta.
      Un beso.

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  9. Parece una novela muy americana, ¿verdad?, con ese trasfondo rural y el fanatismo de la secta. Tenía ya apuntado al autor por una reseña tuya anterior y me sigue gustando mucho lo que cuentas. Los temas de esta novela son muy interesantes, sobre todo el de la pérdida y la imposibilidad de sobreponerse a ella. Un beso, Rosa, y gracias por la recomendación.

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    1. Sí, es una novela muy americana, del puro Medio Oeste. Trata de gentes trabajadoras, religiosas, aunque Lyle ha abandonado la fe tras perder a su hijo, honradas. Una historia que, a pesar de todo y de ser tan estadounidense, trata muchos temas universales. No dejes pasar a este autor.
      Un beso.

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  10. Hola Rosa, aún no he leído nada de Nicolás Butler, aunque tengo apuntadas Canciones de amor a quemarropa y Buena suerte, esta que traes hoy también me parece muy interesante; la perdida de un hijo, siempre hace plantearse las creencias más profundas y tambalearse toda tu vida, la verdad es que he leído novelas muy atractivas que giran entorno al tema, pero esta historia parece que va más allá, y trata otras cuestiones igual de apasionantes, los debates teológicos a mí atraen también. Me la llevo apuntada, a ver si me animo con el autor de una vez. Besos.

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    1. Desde que leí Buena suerte, que fue mi inicio con Nickolas Butler, apunté todos sus libros. Me encanta como escribe y las historias que cuenta. Los debates religiosos en esta novela son muy buenos porque además antepone la fe de una religión más o menos razonable (según quien lo mire) con la de esos fanáticos que gritan desde sus púlpitos y enardecen la ingenuidad de los creyentes. Religiones que son más sectas que otra cosa. Creo que te gustará mucho.
      Un beso.

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  11. Buenas tardes, Rosa,

    Entiendo cuando dices que si hubieras conocido el tema del libro te hubieras decidido por otro. Creo que su principio argumental a mí también me podría dar pereza. No obstante, tal y cómo has valorado la novela, creo que antes o después terminaré leyéndola. Butler merece ser leído.

    Un abrazo, y muy feliz comienzo de semana!!

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    1. Hola, Undine.
      El principio argumental me atrae. Si me hubiera decidido por otro es más que nada por no leer dos libros seguidos en los que se trata un mismo tema, aunque se trata de forma tan diferente que al final ha sido un acierto. Y sí, Nickolas Butler merece ser leído.
      Un beso.

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  12. Así como en mi comentario acerca del Final del affaire, decía que no me atraen las disquisiciones religiosas, pues nunca o casi nunca llegan a ninguna conclusión y cada uno es muy libre de creer en esto o aquello, en este caso me atrae especialmente el tema de las sectas y cómo jóvenes aparentemente formados religiosamente caen en sus redes y se convierten en unos fanáticos, acabando con las reaciones personales y familiares. El sufrimiento de esos padres, que primero pierden a su bebé y luego posiblemente a su hija adoptiva (aunque por causas muy distintas), me resulta una trama muy interesante.
    Un beso.

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    1. Ésta es una novela más actual y en ella el tema religioso, aunque es tema central, deja espacio a otros temas como esos que mencionas. En El final del Affaire, la religión lo ocupa casi todo y es la causa de amores y desamores. Para alguien a quien no le interesen especialmente esos debates Algo en lo que creer resulta más interesante creo yo. Espero que, si te animas, te guste el libro. Cualquier libro del autor (intuyo, porque sólo he leído dos) merece mucho la pena.
      Un beso.

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  13. Hola, Rosa. Veo por lo que nos cuentas que esta lectura es absorbente y con una gran carga ética. Y lo que más me gusta son las altas dosis de sensibilidad que creo que serán un bonito goce lector. Gracias por tus impresiones. BESOS Y FELICES LECTURAS.

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    1. Nickolas Butler es un autor con mucha sensibilidad para narrar las historias y lo que sienten los personajes. Sólo he leído dos libros suyos, pero ambos me han encantado.
      Un beso.

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  14. Hola! Me llamo Sandra y me encanta leer. He llegado a tí de blog en blog, de blog en blog y el tuyo me ha hecho pararme y pensar. Ya te sigo. Te invito a que te pases por el mío, que es casi un recién nacido, y si te apetece nos leamos y nos comentemos https://granlibroeditorialchiquita.blogspot.com/

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  15. ¡Hola, Rosa!
    Esta es una novela que desde el pasado mes de diciembre se encuentra en mi Kobo, lista para leerla, así que sin duda en algún momento le llega su turno ;)
    Conocí al autor gracias a Marian, nunca me resisto a esas prosas deliciosas y que emocionan.
    Me alegra saber que has disfrutado de ""Algo en lo que creer", pienso que Nickolas Butler es un autor que merece ser leído.
    ¿Sabes una cosa? Referente a lo que comentas sobre los dos libros seguidos con un mismo tema, te cuento que yo soy de la teoría de que los libros no llegan a nuestra vida por casualidad.
    Es una especie de magia, siempre los libros nos encuentran en el momento más oportuno...
    Todo un placer leerte ;)
    Un beso.

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    1. La verdad es que son de esas casualidades que parecen cualquier cosa menos casualidad. Siempre lo digo. Yo no soy creyente por lo que no hablo de milagros lógicamente, pero hace tiempo leí en algún sitio que la casualidad no es más que la ignorancia de las causas.
      No dejes de leer a Nickolas Butler. Con solo dos novelas que le he leído ya es uno de mis fijos. Me encanta. Esperaré un tiempo y me leeré otra. La que encuentre en la biblioteca.
      Un beso.

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