"Memento mori" César Pérez Gellida

Suelo compaginar mis lecturas de manera que siempre estoy leyendo una novela policíaca. Me gusta sobre todo por la noche ya que soy incapaz de dormir sin antes haber leído al menos media hora (que, a veces, si no tengo que madrugar, se convierte en dos horas). Normalmente son lecturas más ligeras que no estorban la mente con problemas de peso y facilitan la llegada del sueño. Hasta ahora, no solía comentarlas, pero he pensado que estas historias también merecen un trocito de espacio en este blog.
"Memento mori" es la primera novela que leo del autor y puedo adelantar que no será la última. Forma parte de una trilogía formada además por "Dies irae" y "Consummatum est". Irán cayendo poco a poco.

Se trata de una historia muy interesante y original, desde el comienzo en que te mete de lleno en una trama estremecedora, hasta el final, un final inusual en este tipo de novelas en las que, generalmente, queda todo bien resuelto.
Para empezar, sabemos desde el principio quien es el asesino. Vamos viviendo con él, sabemos de sus andanzas, sus anhelos y sus frustraciones, su arrogancia y autosuficiencia, su vanidad y lo presuntuoso de toda su personalidad enferma de autocomplacencia y autocompasión. Un individuo polifacético, culto y muy leído, aprendiz de poeta, experto (con ayuda) en acceder a los archivos policiales más ocultos en las entrañas del disco duro de cualquier ordenador. 
Conocemos al inspector Ramiro Sancho, de la comisaría del barrio de las Delicias de Valladolid, que a medida que persigue al asesino, va perdiendo algo más que el tiempo que necesitaría para evitar otra muerte; va perdiendo muchas cosas y, finalmente, está a punto de perderse a sí mismo, física y psicológicamente porque la traición hace que uno pueda perder las referencias que lo conforman como persona.
Y, por supuesto, no podemos olvidarnos de Armando Lopategui, Carapocha, el psicólogo aparecido, no se sabe muy bien cómo, no se sabe muy bien de dónde, pero con todo un bagaje de conocimientos sobre asesinos en serie, y todo su apoyo y amistad al inspector Sancho.
César Pérez Gellida
Una novela policíaca original, con un final abierto y poco convencional en este género literario. Una novela musical, en la que los distintos temas que escucha el asesino en cada situación van marcando un ritmo que hace que te den ganas de moverte al compás de sus andanzas perversas.
Una novela que empieza con el siguiente párrafo:

"El vaho no le permite ver con nitidez a través de la bolsa a pesar de ser transparente. El calor y la humedad se manifiestan en forma de sudor que nace en la frente y
discurre por la cara en varios afluentes para terminar desembocando en el calcetín que tiene metido en la boca, hasta la campanilla. Hace ya tiempo que a Mercedes no le queda fuerza física ni psíquica como para pensar en que va a poder liberarse de la silla de madera en la que está sentada
".

Y a partir de ahí, hasta el final.



Comentarios

  1. He leído la trilogía y la he disfrutado. Son muy entretenidos y además el autor incrementa la tensión en cada libro
    Besos

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