"El silencio de tu nombre" Andrés Pérez Domínguez
"Una millonaria beata, dos nazis nostálgicos de tiempos mejores y un agente norteamericano que se larga cuando las cosas se ponen feas [...] un español exiliado, un periodista comunista y [a] la viuda de un agente alemán [..] Le había faltado incluir al sevillano con modales de aristócrata". Y es que todo esto tiene esta novela; y una ambientación que salta de Salzburgo a Madrid y de París a Sevilla y Berlín. Los acontecimientos principales ocurren en unos pocos días de Enero de 1950, pero nos llevan a hechos anteriores como el final de la Segunda Guerra Mundial en un Berlín ocupado por las tropas soviéticas.
Los personajes, esbirros, matones, guardaespaldas y demás acompañantes accesorios al margen, son los resumidos en la cita del principio.
Herbert Mundt, Alois Becker dos antiguos nazis camuflados y protegidos en la España de Franco con el beneplácito de las autoridades, buscando algo que podría comprometerles, huyendo del agente norteamericano que pretende llevarles ante los tribunales por crímenes de guerra y sin importarles lo que tengan que hacer para conseguir sus objetivos.
Un exiliado español en París, Martín Navarro, antiguo Capitán, tanto del ejército republicano en la Guerra Civil como del ejército soviético en la posterior Guerra Mundial. Comunista desencantado que ha perdido la confianza en y de los suyos. "Él ya tampoco confiaba en la gente de Moscú. Había perdido a unos cuantos amigos, hombres valientes que se merecían el título de héroes de la Unión Soviética [...] Gente a la que habían enviado al Este, a terribles campos de trabajo a miles de kilómetros de Moscú sólo porque alguien del Partido había considerado que fueron impertinentes a la hora de hacer una pregunta". A Martín lo busca, por cuenta del partido, un joven periodista, Gregorio León, un antiguo amigo que no puede creer en la traición que le revelan de su apreciado y querido "Capitán Navarro".
Una mujer austriaca, Erika Walter, viuda de un agente alemán de la Abwehr que escondió algo, algo que ella intenta devolver, porque retenerlo les puede costar la vida a ella y a Navarro de quien es amante desde que se conocieron en Berlín en 1945.
Robert Bishop, el agente norteamericano de la CIA (OSS hasta hace muy poco), empeñado en dar caza a los nazis, obsesionado con cumplir su objetivo de manera legal ("para Robert Bishop los cazadores de nazis no eran una opción") y en hacerlo cuanto antes porque si tarda mucho "el gobierno de su país empezaría a tender la mano, cada vez de una manera más abierta, al gobierno de Franco, y entonces quizá su trabajo de los últimos años no habría servido de nada". Y es que, en breve, España va a ser reconocida internacionalmente y admitida en la ONU, con lo que Franco será mantenido en el poder por unas democracias occidentales que tendrán en España una reserva espiritual que lucha ferozmente contra el comunismo. Las democracias traicionan a la democracia si con ello logran contener a una dictadura con la cara menos amable que la del Generalísimo.Y todos contentos.
Y en medio de todo esto, Mercedes Corrientes, una rica heredera vestida de negro como el rosario que gira entre sus dedos, con un papel más importante del que esperábamos, y Artemio Corona Sáez de Artázcoz, un anciano aristócrata sevillano que mata de vez en cuando el aburrimiento, en pequeñas misiones a cargo de distintos enemigos del régimen, y es que "además de sentir el placer de la adrenalina, aunque le costase aceptarlo, lo perdía el idealismo, las causas perdidas. No lo podía evitar". Con un papel tan secundario como aparenta.
Los elementos no son muy originales, pero bien integrados y procesados pueden dar un resultado muy interesante. Con ellos, todos juntos o combinados de distintas maneras, se han gestado buenas e interesantes novelas y películas. Pero lo malo de este libro es que convierte una trama que es interesante, ya que no original, en una historia que llega a hacerse tediosa, que he estado a punto de abandonar en un par de ocasiones. Una novela que, para mí, ha quedado lastrada por las innumerables repeticiones, las vueltas que se les da a los argumentos, a las razones, a las posturas de cada personaje. Esa obsesión (que he querido dejar patente en alguna de las citas que incluyo) porque todo quede explicado hasta el aburrimiento, hasta que uno se sorprende preguntándose si el autor lo habrá tomado por tarado.
Pero lo peor, tal vez, es que tanta explicación no llega a hacerme entender las reacciones o el papel de algún personaje que se comporta de maneras sorprendentes, que no están acordes con lo que se nos ha transmitido de él a lo largo de la novela.
Diré en su favor que me ha gustado el final y cómo éste se enlaza con el prólogo, que yo ya había olvidado, cerrando la historia de una manera cíclica, pero dejando resquicios, dando una oportunidad a nuestros deseos de participación.
No había leído nada de este autor y me ha sorprendido la cantidad de libros publicados que tiene. He leído buenas reseñas de su última novela "Los dioses cansados" y me ha entrado la curiosidad. Le daré una oportunidad y espero que me guste más que esta.
Los personajes, esbirros, matones, guardaespaldas y demás acompañantes accesorios al margen, son los resumidos en la cita del principio.
Herbert Mundt, Alois Becker dos antiguos nazis camuflados y protegidos en la España de Franco con el beneplácito de las autoridades, buscando algo que podría comprometerles, huyendo del agente norteamericano que pretende llevarles ante los tribunales por crímenes de guerra y sin importarles lo que tengan que hacer para conseguir sus objetivos.
Un exiliado español en París, Martín Navarro, antiguo Capitán, tanto del ejército republicano en la Guerra Civil como del ejército soviético en la posterior Guerra Mundial. Comunista desencantado que ha perdido la confianza en y de los suyos. "Él ya tampoco confiaba en la gente de Moscú. Había perdido a unos cuantos amigos, hombres valientes que se merecían el título de héroes de la Unión Soviética [...] Gente a la que habían enviado al Este, a terribles campos de trabajo a miles de kilómetros de Moscú sólo porque alguien del Partido había considerado que fueron impertinentes a la hora de hacer una pregunta". A Martín lo busca, por cuenta del partido, un joven periodista, Gregorio León, un antiguo amigo que no puede creer en la traición que le revelan de su apreciado y querido "Capitán Navarro".
Una mujer austriaca, Erika Walter, viuda de un agente alemán de la Abwehr que escondió algo, algo que ella intenta devolver, porque retenerlo les puede costar la vida a ella y a Navarro de quien es amante desde que se conocieron en Berlín en 1945.
Andrés Pérez Domínguez |
Robert Bishop, el agente norteamericano de la CIA (OSS hasta hace muy poco), empeñado en dar caza a los nazis, obsesionado con cumplir su objetivo de manera legal ("para Robert Bishop los cazadores de nazis no eran una opción") y en hacerlo cuanto antes porque si tarda mucho "el gobierno de su país empezaría a tender la mano, cada vez de una manera más abierta, al gobierno de Franco, y entonces quizá su trabajo de los últimos años no habría servido de nada". Y es que, en breve, España va a ser reconocida internacionalmente y admitida en la ONU, con lo que Franco será mantenido en el poder por unas democracias occidentales que tendrán en España una reserva espiritual que lucha ferozmente contra el comunismo. Las democracias traicionan a la democracia si con ello logran contener a una dictadura con la cara menos amable que la del Generalísimo.Y todos contentos.
Y en medio de todo esto, Mercedes Corrientes, una rica heredera vestida de negro como el rosario que gira entre sus dedos, con un papel más importante del que esperábamos, y Artemio Corona Sáez de Artázcoz, un anciano aristócrata sevillano que mata de vez en cuando el aburrimiento, en pequeñas misiones a cargo de distintos enemigos del régimen, y es que "además de sentir el placer de la adrenalina, aunque le costase aceptarlo, lo perdía el idealismo, las causas perdidas. No lo podía evitar". Con un papel tan secundario como aparenta.
Los elementos no son muy originales, pero bien integrados y procesados pueden dar un resultado muy interesante. Con ellos, todos juntos o combinados de distintas maneras, se han gestado buenas e interesantes novelas y películas. Pero lo malo de este libro es que convierte una trama que es interesante, ya que no original, en una historia que llega a hacerse tediosa, que he estado a punto de abandonar en un par de ocasiones. Una novela que, para mí, ha quedado lastrada por las innumerables repeticiones, las vueltas que se les da a los argumentos, a las razones, a las posturas de cada personaje. Esa obsesión (que he querido dejar patente en alguna de las citas que incluyo) porque todo quede explicado hasta el aburrimiento, hasta que uno se sorprende preguntándose si el autor lo habrá tomado por tarado.
Pero lo peor, tal vez, es que tanta explicación no llega a hacerme entender las reacciones o el papel de algún personaje que se comporta de maneras sorprendentes, que no están acordes con lo que se nos ha transmitido de él a lo largo de la novela.
Diré en su favor que me ha gustado el final y cómo éste se enlaza con el prólogo, que yo ya había olvidado, cerrando la historia de una manera cíclica, pero dejando resquicios, dando una oportunidad a nuestros deseos de participación.
No había leído nada de este autor y me ha sorprendido la cantidad de libros publicados que tiene. He leído buenas reseñas de su última novela "Los dioses cansados" y me ha entrado la curiosidad. Le daré una oportunidad y espero que me guste más que esta.
Título original: El silencio de tu nombre, Andrés Pérez Domínguez, 2012
Editorial: Plaza & Janés, 2012
Editorial: Plaza & Janés, 2012
Cuánta gente escribe novela. Sobresaturación. Qué difícil es elegir lo bueno. Un saludo
ResponderEliminarLa verdad es que hay demasiado escritor y sobre todo de novela negra. Y mi desgracia en que, en principio, casi todas me llaman la atención y más con esa ambientación y en esa época. He empezado otras muchas que he dejado a medias o nada más empezar. Esta tiene el mérito, al menos, de que haya sido capaz de terminarla.
EliminarUn beso.
No se Rosa si me animaré a leerla ya que por lo que cuentas se hace tediosa, aunque me atrae eso de que tiene un interesante final, en fin me la apunto. un beso. TERE.
ResponderEliminar¡¡Qué alegría tenerte por aquí de nuevo!! No sé si el final compensa el resto porque encima es una novela bastante larga.
EliminarUn beso muy fuerte.
Pues este título lo tengo anotado hace tiempo, de cuando leí otro del autor y alguien me lo recomendó, ya ni me acordaba, gracias
ResponderEliminarUn beso
Yo leeré algún otro porque tengo curiosidad por ver si todos pecan de lo mismo o ha sido cosa puntual. Tiene tanto escrito que tampoco voy a juzgar solo por un título.
EliminarUn abrazo.
Yo también tengo este libro apuntado desde hace tiempo, pero como no te ha convencido, creo que paso. Hay demasiados libros por leer. Besos
ResponderEliminarPues la verdad es que sí. Hay mucho y muy bueno y con el poco tiempo del que siempre nos quejamos es mejor seleccionar.
EliminarUn abrazo.
Pues leyendo tu sinopsis no me atrevo con él, se parece al que estoy leyendo actualmente y que de explicativo y cíclico se me está haciendo pesado como el plomo.
ResponderEliminarNo voy a salirme de Málaga para meterme en Malagón.
Besos y gracias por el aviso. este no lo leeré seguro.
Deja tu tiempo para algo más interesante. Uno pesado después de otro, es mucha pesadez.
EliminarUn beso.
Me parece que este lo dejo pasar; es lo malo de tener demasiada lectura pendiente, que una se vuelve selecta. Ahora mismo, con tanto calor, no estoy para lecturas pesadas.
ResponderEliminarGracias por tan fantástica reseña.
Un beso.
Puedes dejarlo con toda tranquilidad. ¡¡Si será por libros para leer!! Seguro que los tienes mucho más interesantes y apetecibles.
EliminarUn beso.
Pues yo me lo acabó de leer , y me ha gustado bastante ,el final es el que no acabo de entender mucho ,queda en suspense ,cómo si el escritor quisiera hacer una segunda parte .
ResponderEliminarBesos a todos
La verdad es que tras más de cuatro años desde que lo leí, no recuerdo casi nada. Veo que quedé en leer otra novela del autor, pero lo había olvidado. Igual lo hago.
EliminarUn abrazo y gracias por pasarte.