"Rosy&John" Pierre Lemaitre
Esta es la tercera entrega de la serie dedicada al coronel Camille Verhoeven de la que ya se han publicado en este blog las dos anteriores, "Irène" y "Alex". Esta tercera novela salió publicada a modo de folletín para smatphone (jamás había oído hablar de algo así y me ha resultado muy curioso) a instancias de la la editorial SmartNovel. En ese formato se tituló "Les Grands Moyens". Cuando, ya liberada de los compromisos a que estuviera sujeta, pasó a publicarse en papel, apareció con el título que se la conoce. Esto es lo que cuenta el autor en una nota añadida al final de la novela.
Se trata de un libro muy cortito, poco más de cien páginas, pero con una trama que aunque recién leída pueda parecer sencilla, una mirada que profundice un poco más y se adentre en el tuétano de los acontecimientos, nos descubrirá una escalofriante historia de celos y dominación, en la que las cosas y las personas se van revelando distintas a lo que pudieran parecer, y que nos sorprende con un final de esos a los que
Pierre Lemaitre nos tiene acostumbrados, aunque en esta ocasión, tal final nos deja aliviados y con la sensación de que, sin terminar bien, no ha terminado mal.
El comandante de la Brigada Criminal de la policía de París, Camille Verhoeven, intenta durante dos días pasar la noche con su amante Anne, pero el caso que acaba de explotarle entre las manos, nunca mejor dicho, lo tiene confinado en la comisaría con escasos intermedios que le permiten ir a casa a dar de comer a Doudouche, su gata atigrada.
Una bomba ha estallado en el centro de París, en el distrito XVIII. No ha habido muertos, y el responsable se ha entregado en la comisaría y exige la presencia de Camille, el único con quien está dispuesto a hablar. "Es la primera vez que ven a un asesino traer las facturas para demostrar que es el culpable", pero es que John Garnier, o Jean como insiste en ser llamado, tiene un plan muy siniestro para conseguir sus objetivos y necesita convencer a las autoridades de que, efectivamente, él es el autor del atentado y de lo que venga. Su madre es Rosie Garnier ("su padre le dio ese nombre en 1964, el año en que Gilbert Bécaud, su ídolo, cantaba Rosy and John. Rosie, emocionada, siguió la tradición y le puso a su hijo «John»") y se encuentra en prisión por asesinato. Mató a la novia de John. "Eso nos da una idea del entorno familiar" comentará Louis, el ayudante guapo, culto y rico de Camille. ¿Está John más loco de lo que el atentado perpetrado da a entender? ¿Por qué pide como condición para librarles de sus amenazas que pongan a su madre en libertad? Camille Verhoeven, alternando con los miembros de la Brigada Antiterrorista, intentará durante dos días y medio, descubrir los objetivos de John o convencerlo para que desista de su actitud.
Los miembros de la Brigada Antiterrorista son mucho menos amables que Camille. Sus órdenes son tajantes aunque veladas:
"En cuanto a usted —se dirige al tipo de la Brigada Antiterrorista—, bueno…, hagan lo que tengan que hacer.
Cuando está a punto de irse, se gira.
—Terminen con esta estupidez.
Justo después de su salida, el jefe de gabinete traduce:
—Cojan a Jean Garnier por los cojones. Y aprieten fuerte".
Una muestra de que en la civilizada y democrática Europa del siglo XXI, en uno de sus países más civilizados y democráticos, los derechos civiles de las personas se respetan por encima de todo... a no ser que algo urgente aconseje lo contrario. Pero John o Jean resiste y aunque "sus hematomas están volviéndose violáceos, solo se le ve la cara, tumefacta, pero se intuye que le duele todo el cuerpo", no dirá nada porque su determinación es firme. Tiene que conseguir como sea que se atiendan sus exigencias. Se juega demasiado en lograrlo; otras personas se juegan mucho en que lo logre, personas que, sin saberlo, sin haber entrado aún en la rueda fatal del destino de John, podrían ver su futuro seriamente comprometido si no lo consigue. Pero eso, Camille Verhoeven, que puede llegar a convertirse en " un metro cuarenta y cinco de cólera", no lo sabe. Ni siquiera los sospecha. Tan sólo empieza a intuir que John Garnier no es lo que parece ser, ni tan cruel, ni tan despiadado, ni tan loco como podría parecer, pero tiene que convencer a todo un Gabinete de Crisis, presidido por el primer ministro, de algo que él mismo no tiene muy claro.
La novela, en su corta extensión, tiene espacio para dar varios giros sorprendentes, para alterarnos los nervios y devolvernos la tranquilidad y volver a ponernos los pelos de punta hasta desembocar en un final sorprendente, pero lógico y hasta justo si no fuera porque el verdugo se manifiesta como víctima y tan sólo es culpable de tratar de poner fin a la situación.
Creo que Pierre Lemaitre es uno de los mejores autores de novela negra de los últimos tiempos. Es la cuarta que leo y cada una me ha sorprendido, ninguna me ha defraudado o ha resultado perjudicada por no poder igualar la sorpresa de la primera. Todas han sido sorprendentes y me han aportado algo nuevo sobre este autor. Además de las dos mencionadas de la serie Camille Verhoeven, también he leído, y tengo en este blog comentada, "Vestido de novia".
Pero Pierre Lemaitre no sólo cultiva el género policíaco. En el año 2013 obtuvo el prestigioso Premio Goncourt por su novela "Nos vemos allá arriba", una historia de héroes derrotados y miserables carroñeros ambientada en la Primera Guerra Mundial que recomiendo de manera especial porque su lenguaje, lo que cuenta y el humor con que lo hace, no tienen desperdicio.
El comandante de la Brigada Criminal de la policía de París, Camille Verhoeven, intenta durante dos días pasar la noche con su amante Anne, pero el caso que acaba de explotarle entre las manos, nunca mejor dicho, lo tiene confinado en la comisaría con escasos intermedios que le permiten ir a casa a dar de comer a Doudouche, su gata atigrada.
Una bomba ha estallado en el centro de París, en el distrito XVIII. No ha habido muertos, y el responsable se ha entregado en la comisaría y exige la presencia de Camille, el único con quien está dispuesto a hablar. "Es la primera vez que ven a un asesino traer las facturas para demostrar que es el culpable", pero es que John Garnier, o Jean como insiste en ser llamado, tiene un plan muy siniestro para conseguir sus objetivos y necesita convencer a las autoridades de que, efectivamente, él es el autor del atentado y de lo que venga. Su madre es Rosie Garnier ("su padre le dio ese nombre en 1964, el año en que Gilbert Bécaud, su ídolo, cantaba Rosy and John. Rosie, emocionada, siguió la tradición y le puso a su hijo «John»") y se encuentra en prisión por asesinato. Mató a la novia de John. "Eso nos da una idea del entorno familiar" comentará Louis, el ayudante guapo, culto y rico de Camille. ¿Está John más loco de lo que el atentado perpetrado da a entender? ¿Por qué pide como condición para librarles de sus amenazas que pongan a su madre en libertad? Camille Verhoeven, alternando con los miembros de la Brigada Antiterrorista, intentará durante dos días y medio, descubrir los objetivos de John o convencerlo para que desista de su actitud.
Pierre Lemaitre |
"En cuanto a usted —se dirige al tipo de la Brigada Antiterrorista—, bueno…, hagan lo que tengan que hacer.
Cuando está a punto de irse, se gira.
—Terminen con esta estupidez.
Justo después de su salida, el jefe de gabinete traduce:
—Cojan a Jean Garnier por los cojones. Y aprieten fuerte".
Una muestra de que en la civilizada y democrática Europa del siglo XXI, en uno de sus países más civilizados y democráticos, los derechos civiles de las personas se respetan por encima de todo... a no ser que algo urgente aconseje lo contrario. Pero John o Jean resiste y aunque "sus hematomas están volviéndose violáceos, solo se le ve la cara, tumefacta, pero se intuye que le duele todo el cuerpo", no dirá nada porque su determinación es firme. Tiene que conseguir como sea que se atiendan sus exigencias. Se juega demasiado en lograrlo; otras personas se juegan mucho en que lo logre, personas que, sin saberlo, sin haber entrado aún en la rueda fatal del destino de John, podrían ver su futuro seriamente comprometido si no lo consigue. Pero eso, Camille Verhoeven, que puede llegar a convertirse en " un metro cuarenta y cinco de cólera", no lo sabe. Ni siquiera los sospecha. Tan sólo empieza a intuir que John Garnier no es lo que parece ser, ni tan cruel, ni tan despiadado, ni tan loco como podría parecer, pero tiene que convencer a todo un Gabinete de Crisis, presidido por el primer ministro, de algo que él mismo no tiene muy claro.
La novela, en su corta extensión, tiene espacio para dar varios giros sorprendentes, para alterarnos los nervios y devolvernos la tranquilidad y volver a ponernos los pelos de punta hasta desembocar en un final sorprendente, pero lógico y hasta justo si no fuera porque el verdugo se manifiesta como víctima y tan sólo es culpable de tratar de poner fin a la situación.
Creo que Pierre Lemaitre es uno de los mejores autores de novela negra de los últimos tiempos. Es la cuarta que leo y cada una me ha sorprendido, ninguna me ha defraudado o ha resultado perjudicada por no poder igualar la sorpresa de la primera. Todas han sido sorprendentes y me han aportado algo nuevo sobre este autor. Además de las dos mencionadas de la serie Camille Verhoeven, también he leído, y tengo en este blog comentada, "Vestido de novia".
No he leído nada de Verhoeven, pero sí Nos vemos allá arriba y Vestido de novia y me impactaron bastante, sobre todo ésta última. ¿Las de Verhoeven están a la altura? Un saludo
ResponderEliminarTotalmente a la altura. De hecho, a mí la que más me ha gustado es Irène. Estoy deseando verla reseñada en tu blog.
EliminarUn beso
La leí hace muy poco y de las tres de esta saga (aun me falta Camille) es la mas flojita. Apenas profundiza en los personajes y no me extraña, porque siendo tan corta no le dio para mas al hombre. Aun así, su ritmo es muy intenso, a contrarreloj. Besos
ResponderEliminarEstoy de acuerdo totalmente contigo. A mí también me queda Camille, y también pienso que esta es la más floja. De hecho, a las otras les di cuatro ranitas. A esta estuve dudando entre darle tres o tres y media y le di tres y media porque para haber salido en el formato que salió y ser tan corta, esconde muchas sorpresas y está muy bien resuelta.
EliminarUn beso.
De las cuatro de este comisario,(hasta ahora) qizás no sea la mejor pero tiene su interés. No dejes de leer la última: Camille, estoy segura que te gustará. Un abrazo
ResponderEliminarPor supuesto que leeré Camille. Tengo mucha curiosidad por ver si está a la altura de las otras (que estoy casi segura de que sí y más con tu comentario) y de ver si realmente es la última o deja resquicio para la continuación. Esta, como decimos todos los que las hemos leído, es la más floja, pero interés tiene bastante.
EliminarUn beso.
Solo he leído Alex y como quiero continuar con la saga me han recomendado volver atrás y leer Camille, así que todavía tengo trabajo hasta seguir con este... ya te contaré
ResponderEliminarUn beso
"Camille" es el último de la serie. Aún no lo he leído. El primero es "Irène" y no entiendo por qué Alfaguara editó antes "Alex" porque te destripa lo que pasa en "Irène".
Eliminar"Rossy&John" se publicó como libro después de Camille, pero la versión por entregas es anterior por lo que yo la he leído en tercer lugar.
Ya me contarás qué te parece el resto.
Un beso.
Tengo pendiente a este hombre!
ResponderEliminarA ver si me pongo al lío =)
Besotes
Ponte. No te arrepentirás. Seguro.
EliminarUn beso.
Magnífica tu manera de contar, Rosa, bueno como siempre. Me gusta la novela negra y sin embargo de Lemaitre sólo he leído la de "Nos vemos allá arriba" que no lo es. Me dejó estupefqacto. Me entusiasmó. No sé por qué aún no me he metido con el Comandante Verhoeven. Algo tendré que hacer, ¿no te parece?
ResponderEliminarBesos
Ya estás tardando Juan Carlos. Seguro que te gusta nuestro comandante Verhoeven con su metro cuarenta y cinco de estatura.
EliminarEspero que te animes para leer tus reseñas.
Un beso.
Como siempre, me ha gustado mucho tu reseña, pero no voy a leer esta novela. Sabes que el género policíaco no es mi fuerte, aunque de vez en cuando algo leo al respecto (ahora mismo estoy con una novela de ese corte, aunque se desarrolla en el siglo XVI).
ResponderEliminarPero si no voy a leer esta novela es porque habla de bombas y en Francia; ya tengo suficiente con los noticiarios. Leer es para mí, evasión, si lo que se cuenta me deja un gusto de realidad vivida no me agrada (al menos en este momento), y creo que este libro podría despertar esa sensación.
Un beso grande, Rosa.
Bueno, te diré que la bomba de París de esta novela no tiene nada que ver con el terrible panorama en el que estamos sumidos y creo que estaremos por mucho tiempo. Es algo totalmente distinto, casi ingenuo e inocente, comparado con eso en lo que tú estás pensando. Pero entiendo que no la quieras leer. No es tu género favorito y el tiempo pasa más deprisa que nuestras lecturas.
EliminarUn beso.
Como te comentaba en Facebook para mí este autor ha sido uno de mis descubrimientos del año. Aolo he leído Alex pero quedé prendada. No sé si es el mejor escritor de novela negra, pero sí sé que Alex me sorprendió y con un final como los que dices, con final sorprendente.
ResponderEliminarNo sabía eso de la publicación como folletín, ¡Qué modernidad!
Nada Rosa que tarde o temprano leeré Rosy y John. :D
Un beso.
Folletín y encima para smartphone. Me quedé perpleja. Y por el nombre de la editorial, SmartNovel, debe de ser muy común.
EliminarYo he leído cinco libros de Lemaitre y me han sorprendido todos. Bueno la palabra no es sorprender exactamente, eso me pasó con Irène que fue el primero policíaco, es más bien que todos tienen un final muy bueno e inesperado. Espero que los disfrutes.
Un abrazo.