"1280 almas" Jim Thompson
A la entrada de Potts County hay un cartel que dice «1.280 almas» y, como se supone que las almas están dentro de los cuerpos, Nick Corey, el jefe de policía del lugar, piensa que esa debe de ser la cantidad de habitantes de la localidad. Aunque claro, como le hacen ver sus amigos Ken y Buck, "los mil doscientos ochenta comprenden también a los negros, porque los leguleyos yanquis nos obligan a contarlos; pero los negros no tienen alma". Y ahí ya, Nick no sabe que decir. Porque Nick por más que piensa y piensa y vuelve a pensar, generalmente termina por no saber ni qué pensar ni qué hacer ni qué decir.
Nick es un hombre necesitado de que alguien le solucione los problemas, de que alguien decida por él y le diga cómo tiene que proceder porque él, por sí mismo, vive inmerso en una maraña de confusión.
Ahora su mayor preocupación es seguir en "el reino de los cielos", es decir, seguir siendo el jefe de policía lo que le supone dos mil dólares al año y alojamiento gratis con cuarto de baño incluido. Pero se acercan las elecciones y Nick tiene la preocupación de ganarlas y volver a salir elegido porque, de lo contrario, será expulsado del paraíso y puede que de los brazos de su mujer Myra. De manera que, como Nick nos cuenta "me puse a pensar y pensar, y luego pensé un poco más. Y decidí que no sabía qué mierda hacer".
Con tanta preocupación, Nick casi no come ni duerme... pero casi no hace otra cosa en todo el día más que comer y dormir.
Nick se nos muestra en esta novela, escrita en primera persona, como un hombre de una indolencia que nos duele; su falta de opinión y criterio ("No me atrevería a decir que se equivoca, pero tampoco estoy seguro de que diga usted la verdad" repite con demasiada frecuencia) nos enerva; su holgazanería y falta de respuesta, salvo para intentar averiguar como puede seguir viviendo sin preocupaciones y con el menor trabajo posible, termina por despertar nuestro nerviosismo.
Y es de este deplorable personaje de quien se sirve Jim Thompson para hacer la crítica de una sociedad que vive anclada en su más rancios y tristes rasgos de distinción (?): el desprecio a los negros que, sin serlo, siguen siendo esclavos de la ignorancia y la arrogancia de los blancos; los privilegios y los abusos de los caciques ayudados por quienes deberían defender el orden y la justicia; la miseria de los blancos pobres, casi tan desesperada, pero algo menos, que la de los negros. Y así, hace una crítica que va mucho más allá de la acción de la novela, porque si el desprecio a los negros lo traducimos (y generalizamos) por racismo; el abuso de los caciques lo ampliamos y le añadimos las corruptelas del poder y la política y a la miseria de los blancos pobres la llamamos simplemente pobreza, podemos extrapolar la crítica de esta novela y hacerla universal.
A ello ayuda el hecho de que no se especifica ni el espacio ni el tiempo de la acción. Transcurre en un lugar indeterminado (se trata de algún estado del sur de Estados Unidos que no llega a nombrarse) en un tiempo inconcreto, lo que hace que se pueda aplicar a cualquier situación, entorno y época.
Y es que no tardamos mucho en descubrir, no tarda mucho Nick en ir descubriéndonos, que si hay algo que realmente sabe es qué hacer en cada momento y cómo hacerlo; si hay algo que Nick tiene son convicciones y las cosas muy claras.
Nick Corey es uno de los personajes más fascinantes con los que me he encontrado últimamente. Sus pérfidos y bien calculados planes se ocultan tras una aparente holgazanería, una tan irritante como falsa indolencia y una totalmente irreal ineptitud.
Nick es todo lo contrario a lo que nos quiere mostrar con sus palabras, aunque son sus palabras las que nos van mostrando quien es en realidad y como piensa, porque tras su falta de criterio, su no saber qué hacer, su falta de convicciones, se nos va manifestando, como sin darle importancia, el verdadero Nick Corey. Ese que se siente realmente molesto porque "a algún idiota se le había ocurrido pensar que «hay que dar una lección a los negros», y habría hecho correr la voz entre otros idiotas" y eso le va a dar trabajo; el que decide que tiene que ganar las elecciones para no perder sus privilegios y decide hacer todo lo posible para ello "De veras que voy a ponerme a castigar sin contemplaciones. Todo el que a partir de ahora infrinja la ley se las tendrá que ver conmigo. Siempre, claro esta, que sea un negro o un blanco desgraciado que no pueda pagar sus impuestos". Nick Corey es un psicópata al que no le tiembla el pulso a la hora de disparar, calumniar y golpear, pero es un psicópata con sentimientos y con un peculiar sentido de la justicia capaz de hacer justicia con más éxito que otros métodos más convencionales.
Nick es una persona capaz de hacer reflexiones
que nos dejan con el alma temblando como cuando define a su padre como una de esas "personas que buscan soluciones fáciles a problemas inmensos. Individuos que acusan a los judíos o a los tipos de color de todas las cosas malas que les han ocurrido. Individuos que no se dan cuenta de que en un mundo tan grande como el nuestro hay muchísimas cosas que por fuerza tienen que ir mal. Y si alguna respuesta hay al porqué de todo esto —y no siempre la hay—, vaya, es probable entonces que no se trate sólo de una respuesta, sino de miles". Y nos quedamos pensando que Nick sabe de lo que habla, que Nick, además de un malvado astuto e inteligente, es un personaje entrañable, con una sensibilidad especial para atinar con las verdaderas respuestas a los problemas, aun cuando estas sean inexistentes; un personaje que actúa con contundencia, resignado e impotente ante su propia imposibilidad para entender algunas cosas complicadas de esta vida, porque, como termina su discurso, "me puse a pensar y pensé, pensé y luego pensé otro poco; y por fin llegué a una conclusión: que en cuanto a saber qué hacer, no sé más que si fuera otro piojoso ser humano".
Ahora su mayor preocupación es seguir en "el reino de los cielos", es decir, seguir siendo el jefe de policía lo que le supone dos mil dólares al año y alojamiento gratis con cuarto de baño incluido. Pero se acercan las elecciones y Nick tiene la preocupación de ganarlas y volver a salir elegido porque, de lo contrario, será expulsado del paraíso y puede que de los brazos de su mujer Myra. De manera que, como Nick nos cuenta "me puse a pensar y pensar, y luego pensé un poco más. Y decidí que no sabía qué mierda hacer".
Con tanta preocupación, Nick casi no come ni duerme... pero casi no hace otra cosa en todo el día más que comer y dormir.
Nick se nos muestra en esta novela, escrita en primera persona, como un hombre de una indolencia que nos duele; su falta de opinión y criterio ("No me atrevería a decir que se equivoca, pero tampoco estoy seguro de que diga usted la verdad" repite con demasiada frecuencia) nos enerva; su holgazanería y falta de respuesta, salvo para intentar averiguar como puede seguir viviendo sin preocupaciones y con el menor trabajo posible, termina por despertar nuestro nerviosismo.
Jim Thompson |
A ello ayuda el hecho de que no se especifica ni el espacio ni el tiempo de la acción. Transcurre en un lugar indeterminado (se trata de algún estado del sur de Estados Unidos que no llega a nombrarse) en un tiempo inconcreto, lo que hace que se pueda aplicar a cualquier situación, entorno y época.
Y es que no tardamos mucho en descubrir, no tarda mucho Nick en ir descubriéndonos, que si hay algo que realmente sabe es qué hacer en cada momento y cómo hacerlo; si hay algo que Nick tiene son convicciones y las cosas muy claras.
Nick Corey es uno de los personajes más fascinantes con los que me he encontrado últimamente. Sus pérfidos y bien calculados planes se ocultan tras una aparente holgazanería, una tan irritante como falsa indolencia y una totalmente irreal ineptitud.
Nick es todo lo contrario a lo que nos quiere mostrar con sus palabras, aunque son sus palabras las que nos van mostrando quien es en realidad y como piensa, porque tras su falta de criterio, su no saber qué hacer, su falta de convicciones, se nos va manifestando, como sin darle importancia, el verdadero Nick Corey. Ese que se siente realmente molesto porque "a algún idiota se le había ocurrido pensar que «hay que dar una lección a los negros», y habría hecho correr la voz entre otros idiotas" y eso le va a dar trabajo; el que decide que tiene que ganar las elecciones para no perder sus privilegios y decide hacer todo lo posible para ello "De veras que voy a ponerme a castigar sin contemplaciones. Todo el que a partir de ahora infrinja la ley se las tendrá que ver conmigo. Siempre, claro esta, que sea un negro o un blanco desgraciado que no pueda pagar sus impuestos". Nick Corey es un psicópata al que no le tiembla el pulso a la hora de disparar, calumniar y golpear, pero es un psicópata con sentimientos y con un peculiar sentido de la justicia capaz de hacer justicia con más éxito que otros métodos más convencionales.
Nick es una persona capaz de hacer reflexiones
que nos dejan con el alma temblando como cuando define a su padre como una de esas "personas que buscan soluciones fáciles a problemas inmensos. Individuos que acusan a los judíos o a los tipos de color de todas las cosas malas que les han ocurrido. Individuos que no se dan cuenta de que en un mundo tan grande como el nuestro hay muchísimas cosas que por fuerza tienen que ir mal. Y si alguna respuesta hay al porqué de todo esto —y no siempre la hay—, vaya, es probable entonces que no se trate sólo de una respuesta, sino de miles". Y nos quedamos pensando que Nick sabe de lo que habla, que Nick, además de un malvado astuto e inteligente, es un personaje entrañable, con una sensibilidad especial para atinar con las verdaderas respuestas a los problemas, aun cuando estas sean inexistentes; un personaje que actúa con contundencia, resignado e impotente ante su propia imposibilidad para entender algunas cosas complicadas de esta vida, porque, como termina su discurso, "me puse a pensar y pensé, pensé y luego pensé otro poco; y por fin llegué a una conclusión: que en cuanto a saber qué hacer, no sé más que si fuera otro piojoso ser humano".
¡Vaya! me admiro de la capacidad de lectura que posees. Yo leo, pero ese ritmo desenfrenado es inimaginable para un servidor.
ResponderEliminarNo tengo claro después de leer tu reseña si se trata de un Western o no. Lo que si tengo claro es que la novela habla del sur profundo donde los negros son poco menos que animales sin alma.
No se si me gustaría este personaje que a ti te ha cautivado; denoto una personalidad bipolar y psicopática eso es peligroso para la estabilidad emocional. por otro lado es un egoísta redomado que solo busca su comodidad material. Me recuerda a muchos eso de: Ganar mucho trabajando poco...
Muy interesante tu reseña en la que de nuevo demuestras tu gusto por lo americano.
Besos Rosa.
Que me haya fascinado el personaje no quiere decir que me guste como es. Me fascina por lo que esconde y vamos descubriendo poco a poco. Por los matices y claroscuros que encierra, pero vamos, no creo que lo aceptara por marido. Ja, ja.
EliminarUn besito.
es un western pero no el que nos vendía hollywood. Es un western como los de larry mc murtry, erskine caldwell y muchos más.....describen los miedos y paranoias de los pueblerinos y no tan pueblerinos, sus angustias con las cosechas, animales y demás......
EliminarDesde luego, no es un western al uso. Es algo que va más allá, como bien dices, y al final las angustias y miedos de la gente son siempre los mismos.
EliminarNo me veo yo leyendo esta novela, Rosa, la voy a dejar pasar. Gracias por tu recomendación y por la estupenda reseña. Besos
ResponderEliminarGracias a ti, Marina. Siempre fiel aunque no te interese lo que reseño.
EliminarUn beso.
Primero pensaba que Nick era de esos personajes llenos de ideas que no llevan nada a la acción, y de ahí lo cobarde, pero luego nos ofreces más detalles del personaje y su forma de ser que me he quedado pensando en que es complejo por lo ambivalente. LO úncico que no me termina de convencer es que es una lectura en primera persona, aunque pensádnolo mejor, puede que esto sea favorable para poder entender mejor la profundidad del pensamiento y sobre todo, entender los por qués de su holgazanería si tenía principios y opiniones tan arraigadas.
ResponderEliminarEs un personaje alucinante. No tiene nada de cobarde, la verdad, lo que sí hace es jugar mucho con la ironía y la contradicción. Es un gran personaje.
EliminarUn beso.
Vaya con Nick, me tiene completamente intrigada, y tú fascinación, también. Las grandes novelas son aquellas cuyo contenido se puede extrapolar a cualquier época y lugar, así que otro punto a su favor. No conocía este título pero lo voy a tener en cuenta.
ResponderEliminarBesos
Yo, para mi vergüenza como amante de la novela negra, aunque conocía al autor, no había leído nada suyo. Ahora me he quedado prendada y prendida de su literatura irónica, inteligente, crítica y muy digna de no olvidar.
EliminarUn beso.
Estos personajes de Thompson tan buenos, creo que son el gran valor de sus novelas. Lou Ford es otro de los grandes protagonista en El asesino dentro de mi. Últimamente me he topado con la novela Mala Hierba de La Orilla Negra que saldrá en Moon de la misma temática y ambientación, pero un tanto distante en cuanto al calidad, pero bastante buena.
ResponderEliminarPues la próxima será la que mencionas. A ver qué tal Lou Ford. Por cierto esa de "Mala hierba" la he visto en La orilla oscura. ¿Qué tal es? Leeré la reseña en MoonMagazine, pero así me adelantas información.
EliminarUn beso.
Hola Rosa,
ResponderEliminarMe parece un libro muy interesante. La verdad es que los matices y connotaciones con que presentas al personaje de Nick le hacen mostrarse como una caricatura de sí mismo, al mismo tiempo, entre tanto maldad y perfidia, si el libro nos descubre alguna anomálía propia de la bondad aunque sea accidental de ese hombre oportunista por naturaleza, es como para no perderse su caracteriología a través de los capítulos de la novela. Además, todo ese ambiente de los EEUU agreste, donde prima el racismo como nódulo central y las corruptelas, abre perspectivas de análisis y crítica en una lectura apasionada, que refuerza todavía más las ganas de descubrirla. No me queda más que señalar la impecable y documentada reseña, a la que además aportas tu particular estilo. Me ha gustado mucho leerte. El libro, me lo apunto para pendientes.
Un beso y comparto.
Es un personaje muy contradictorio. Digo que es un psicópata, pero a mí me ha caído muy bien porque como digo, con su peculiar forma de actuar, les da su merecido a unos cuantos que se lo merecen. No es un buen tipo, pero solo hace daño a seres mucho peores que él y nos reconcilia un poco con la idea de la Justicia, aunque sea sin pasar por los tribunales.
EliminarMerece la pena, de veras.
Un beso.
Este Nick parece lleno de matices, me has intrigado.
ResponderEliminarTus reseñas son tan buenas que siempre me apetece leer lo que nos pones, sea de mi estilo o no.
Besos.
Lo que pasa es que hace tiempo que no reseño nada que no me haya gustado al menos un poco. Algunos, ni siquiera los termino y otros, aunque los termino, no me apetece hablar de ellos. En resumen que todos los libros que traigo aquí, merecen la pena de alguna manera.
EliminarUn beso.
Me ha gustado mucho el giro que has dado en la misma reseña, pasando de presentarnos a Nick como una persona que no sabe porque no piensa, a hacérnoslo ver como una persona que de tanto que piensa encuentra respuestas a los problemas, en definitiva, un psicópata holgazán cuanto menos.
ResponderEliminarCreo que, efectivamente, es un tipo al que hay que descubrir leyendo el libro.
Tu reseña, Rosa, fantástica, ¡un beso enorme!
La única manera de entrar en la compleja psicología de Nick es, efectivamente, leyendo el libro. Guarda muchos matices y es un placer ir descubriéndolos za medida que se avanza por la lectura. Yo, además de a Nick, he descubierto a Jim Thompson.
EliminarUn beso.
Como crítica social me atrae pero la indolencia del protagonista ya me ha puesto nerviosa, aunque comprobar que en realidad es un psicópata me ha puesto de mal humor. No estoy para lecturas que me alteren el ánimo ahora mismo (bastante alterada estoy ya sin ayuda de nadie, jajaja) así que la dejaré pasar.
ResponderEliminarLeyéndote tengo la sensación de que tardo yo más en leer tus reseñas que tú en leerte el libro completo ;) Enhorabuena, eres muy productiva.
Un besote grande, amiga.
Pero es un psicópata muy majo. Ya he dicho que a mí me cae muy bien (con ciertas reservas). Es que reparte mandobles que son de lo más merecido. Realmente no mata a nadie a quien no hubiera matado yo también, claro que como yo no soy psicópata (creo) yo solo los mato con la imaginación y el deseo. Él, en ese sentido, me satisface al hacer lo que yo no me atrevo. Creo que todos necesitamos un psicópata así en nuestra vida para no morir de frustración ja, ja.
EliminarUn beso.
yo le llamaría psicópata hijodeputa gracioso jejejeje
EliminarAlgo así, pero muy útil para materializar venganzas.
EliminarMe gusta ese personaje un tanto tarantinesco, me gusta el estilo, la historia y además que sea una narración en primera persona. Todo encajado perfectamente en tu reseña, que he leído no solo con interés, sino que la he disfrutado.
ResponderEliminarEn cuanto pueda doy una oportunidad a este Harry el Sucio sureño.
Saludos.
Estoy segura de que este personaje, y la novela entera, te ha de gustar.
EliminarMe alegro de que hayas disfrutado con la reseña. Disfrutarás más con la novela.
Un beso.
Hola!
ResponderEliminarA pesar de no ser un tipo de género muy asiduo para mi, tengo que decir que el personaje parece alucinante con muchos rasgos y que tiene que enfrentar situaciones muy diversas, así que no descarto leerlo.
Besos!
El personaje es realmente alucinante y la novela muy recomendable.
EliminarUn beso.
El protagonista de la novela parece un tipo realmente complicado, pero tú has descubierto "su secreto" y nos lo muestras desde muchos ángulos posibles a la vez, todos creíbles y todos muy humanos. Yo no sé si llegaría a captar su parte más "entrañable", creo que me costaría un poco, pero aún así me parece muy interesante. No lo pondré el primero de la lista, pero me anoto el título de la novela para leerlo. Seguro que aparece un momento adecuado antes o después.
ResponderEliminarUn brillante análisis del personaje el que nos regalas, Rosa. A buen seguro que alguien menos perspicaz no habría captado tantos matices. Como siempre es un gustazo leerte.
¡Un beso y feliz miércoles!
Gracias, Julia, aunque realmente el personaje tiene tantos matices que escribiendo la reseña sentía que se me escapaban muchos de ellos. Me he quedado con la sensación de no heber sabido transmitirlo en toda su esencia, pero si he conseguido hacer que parezca interesante, objetivo cumplido.
EliminarUn beso, guapa.
¿Sabes? Creo que leeré esta novela. Me la has hecho apetecible con tu análisis. En particular, estoy deseando encontrarme con Nick, con esa dualidad, su apariencia y su trasfondo...
ResponderEliminarUn abrazo fuerte
Y creo que te gustará además porque Nick es mucho personaje y Jim Thompson, un maestro de la mejor novela negra.
EliminarUn beso.
Aún no me he estrenado con este autor a pesar de que estoy segura de que me gustaría.
ResponderEliminarUn beso
Pues te lo recomiendo. Seguro que te gusta.
EliminarUn beso.
¡Hola, Rosa! El otro día vi tu enlace en Negra y criminal a esta maravilla del género Negro. No he podido resistirme a leer tu reseña. Este año mis lecturas están centradas en este género voy leyendo de todo, aunque sobre todo clásicos. Uno de ellos Jim Thompson. Es un escritor que no da concesiones a la galería, quien busque juegos florales que se olvide de él. Pero quien busque lecturas que te agarren por el cogote, que te remuevan todo el aparato interno, este es el autor. Es una de mis influencias más acusadas y esta novela en concreto es magistral.
ResponderEliminarNick es un personaje que como mencionas se muestra de inicio como simple, indolente. Pero el lector conforme avanza la lectura asiste perplejo al conocimiento de una personalidad manipuladora, resignada, asqueada de lo que ve. Es un superviviente. Juzgarlo es difícil porque nada de lo que le rodea merece mayor dignidad. Salvo la escena con el campesino negro.
Desde luego es un personaje inolvidable. He leído en algún comentario que es tarantinesco. Bueno, Tarantino reconoce que Thompson es una gran influencia para él.
Paco Camarasa afirma que pertenece a la Santísima Trinidad del género, junto a Hammett y Chandler. Suscribo totalmente.
Un abrazo!!!
Es un misterio el porqué del comportamiento caprichoso de la suerte, pero mientras todo el mundo, incluso algunos que jamás han leído, conoce a Chandler o a Hammett, poca gente conoce a Thompson fuera de los muy aficionados al género, y, desde luego, nada tiene que envidiarles.
EliminarMe legro de que no te hayas podido resistir a leer la reseña y haberte tenido por aquí.
Un beso.
No tengo perdón, amiga Rosa, pues resulta que no había leído esta reseña tuya sobre la excelente "1280 almas" de Jim Thompson. Lo hago ahora de rebote, como tantas cosas en este mundo de las redes, al haber visto que David Rubio Sánchez en su "En tinta viva nº 3 de noviembre de 2017" remite a esta reseña al hablar del Jim Thompson a propósito del premio literario que lleva su nombre.
ResponderEliminarA mí esta novela "1280 almas" que leí en 2015 me causó un fuerte impacto, me pareció excelente. Gracias a la carambola lectora que te cuento creo que es llegado el momento de volver a él pues junto a Zanon en España ambos son lo mejor que he leído del "realismo sucio". A proósito aún n o he leído "Taxi" de Carlos Zanon, ¿tú, sí?
Un beso
David es un encanto y ha sido todo un detalle que me mencionara y recomendara esta reseña. Reseña a la que tengo especial cariño porque la novela es muy buena, el personaje está muy bien caracterizado y nos sorprende más a cada página que leemos.
EliminarJim Thompson es totalmente genial en lo que a realismo sucio se refiere. También tengo intenciones de volver con él, pero es que no doy abasto. Y no, no he leído "Taxi", pero lo tengo en estante de salida. Zanón es uno de nuestros grandes.
Un beso.