"Disparen sobre Errol Flynn". Stuart Kaminsky.

Stuart Kaminsky es uno de los guionistas de "Érase una vez en América" que, por cierto, es mi película favorita de todos los tiempos y de todos los géneros. Con "Disparen sobre Errol Flynn", Kamisnky inicia la serie del detective Toby Peters que trabajaba investigando en el mundo del cine cuando el cine era un mundo de fantasía plagado de estrellas legendarias, estudios maravillosos como paisajes de cuento de hadas repletos de decorados en los que se rodaban simultáneamente una de piratas, otra de romanos y alguna del Oeste a pocos metros de distancia una de otra. 

Por esta serie de Kaminsky se mueven como personajes de novela policíaca Errol Flyn, Humphrey Bogart, Peter Lorre, Don Siegel, Michael Curtiz, Gary Cooper... y hasta un pajarraco negro que está a punto de convertirse en "El halcón maltés". Todos estos, y alguno más que me dejo, solo en esta primera entrega.

Estamos en el verano de 1940 y Toby Peters es llamado a trabajar en un caso para un actor de la Warner. No es su primera relación con los estudios, "Cuatro años antes me habían despedido como agente de seguridad de la Warner Brothers. Cometí el error de romperle el brazo a una estrella (de películas) del Oeste. Él cometió el error de pensar que era tan duro en persona como en la pantalla de los cines Grauman o Loew State".

Ahora le llama Sid Adelman para ofrecerle un trabajo si puede presentarse rápidamente. Justo a tiempo, porque para entonces, el mayor activo de Toby son unas cuantas personas a las que puede pedir prestados unos dólares. De manera que un trabajo en el que va a cobrar cuatrocientos dólares, doscientos por adelantado, es mucho más de lo que el detective, que está a punto de perder la salud a base de alimentarse de tacos de cinco centavos y coca colas, había podido imaginar en sus previsiones más optimistas.

Además va a trabajar para ayudar a una de las estrellas más brillantes del firmamento de los hermanos Warner, Errol Flyn, que en esos momentos, se encuentra rodando "Camino de Santa Fe" a las órdenes de un director cascarrabias con acento centroeuropeo llamado Michael Curtiz.

El trabajo, en principio, es sencillo. Errol Flyn está siendo chantajeado con una foto en la que aparece en situación delicada y en postura explícita, junto a una mujer demasiado joven para que la foto sea solo picante. Aunque él sostiene que la foto está trucada, el estudio prefiere pagar, y de eso debe encargarse Toby: pagar, recoger un negativo y una fotografía y regresar para recibir los doscientos dólares restantes. Pero algo se tuerce, alguien muere, Toby se queda sin la mitad de su paga y algo amenaza la vida de Errol que tendrá que esconderse mientras se resuelve el caso para desesperación de Curtiz que tiene que seguir rodando y no encuentra a su estrella.

En sus pesquisas para ganarse sus doscientos dólares y, sobre todo, para ayudar a Errol, Toby verá peligrar su vida, se encontrará en brazos de una mujer que resultará más peligrosa de lo que en principio parecía, conocerá actores que confunden sus personajes con sus vidas, nos paseará por estudios en los que se ruedan películas legendarias y se topará con un teniente de policía con el que tiene más relación de la que les gustaría a ambos, sobre todo al teniente.

Asistiremos a parte del rodaje de "La pasión ciega" de la que Humphrey Bogart piensa que "es una gran oportunidad para mí. Es un buen papel, puede que incluso me ascienda hasta ponerme junto a los primeros de la clase". Nos sentaremos en el que será el despacho de Sam Spade en "El halcón maltés", próxima a rodarse y en la que, aun no lo sabe Bogart, pero George Raft rechazará el papel del legendario detective creado por Dashiell Hammett, porque teme manchar su reputación trabajando con un director novato, un tal John Huston. Espiaremos a "un hombre en la otra ventana. Llevaba puesto un suéter de color oscuro, tenía bigote y el cabello despeinado y sostenía una pipa en una mano mientras miraba para arriba, hacia el cielo". Sí, William Faulkner, en la ventana de enfrente, al otro lado del despacho de Adelman, busca inspiración en el tabaco (la copa sobre la mesa no se vería desde donde estaba Toby) mientras mira al cielo.

Stuart Kaminsky

Si algo conoce Stuart Melvin Kaminsky es la novela policíaca. Tiene varias series además de la de Toby Peters, de la que escribió veinticuatro libros entre 1977 y 2004. Otras tienen como protagonistas al inspector Rostnikov de la policía de Moscú, a Abe Lieberman de la policía de Chicago y a Lew Fonesca en Florida. 
Si algo conoce Stuart Kaminski después de la novela policíaca, es el ambiente del cine. Además de haber participado como guionista en media docena de películas, tiene varios ensayos sobre distintas personas del mundo de Hollywood: Clint Eastwood, Don Siegel, John Huston, Ingmar Bergman o Gary Cooper son algunas de las figuras cinematográficas sobre las que ha escrito.

En la serie dedicada a Toby Peters, los escenarios por los que se mueve el detective son los míticos estudios, los decorados de las películas legendarias y las grandes casas de Beverly Hills donde viven las aún más grandes estrellas. Y las personas que le contratan o con las que se va encontrando a lo largo de sus investigaciones son productores, guionistas, actores (muchos reales, alguno inventado) que están trabajando en las mismas películas con las que nos hemos deleitado a lo largo de nuestra vida de amantes del cine clásico.