"Extraños en un tren" Patricia Highsmith
Esta reseña se ha escrito para participar en la XVII edición del concurso de relatos de "El tintero de oro".
En esta nueva tercera temporada, el formato ha cambiado y además del tradicional concurso se puede participar también con reseñas de la novela o de la película, así como con todo tipo de entradas sobre la obra o vida del autor.
Como lo mío son las reseñas literarias y aún no había leído "Extraños en un tren" de Patricia Highsmith, he visto la oportunidad de oro para hacerlo y participar además de la genial iniciativa de nuestro compañero David Rubio.
Os dejo con la reseña y os enlazo la que de la película ha publicado ayer mismo Miguel Pina, el administrador del blog de cine "Cine y críticas marcianas". Todas las colaboraciones y los relatos participantes en el concurso aparecerán en una revista que "El tintero do oro" publicará a finales de enero.
"El tren avanzaba impetuosamente, con ritmo furioso y entrecortado. Tenía que detenerse, cada vez con mayor frecuencia, en estaciones de poca monta donde permanecía unos momentos esperando con impaciencia la señal para volver a embestir la pradera. Pero su avance apenas se notaba. Diríase que la pradera ondulaba solamente, como una inmensa manta, rosada y ocre, que alguien estuviese sacudiendo. Cuanto más rápido iba el tren, más vivaces y burlonas eran las ondulaciones". Un maravilloso comienzo que pone de manifiesto toda la capacidad literaria de Patricia Highsmith en la forma. En el contenido se irá poniendo de manifiesto poco a poco, a medida que la narración avance y nos vaya atrapando entre sus hilos como una dulce y deseable tela de araña.
¿Quién no conoce el planteamiento de esta historia? Si bien, probablemente, más por la película del mismo título de Alfred Hitchcock que por la novela de Patricia Highsmith en la que se basa. Confieso que yo aún no la había leído. La película es buena, muy buena, pero para empezar, se nos priva de ese comienzo tan sugerente y prometedor. La trama, creo, es de todos conocida. Dos extraños se conocen en un tren. En la noche solitaria comparten cena y wisky; en la noche, cuando la oscuridad, el silencio y el cansancio propician la confianza y los afectos, Guy y Bruno llegan a la confidencia. Ambos tienen sus problemas.
Guy viaja a su pueblo natal en Texas para hablar con su ex mujer de hecho, pero aún su mujer legalmente. "Miriam daría largas al divorcio en el mejor de los casos —pensó—. Tal vez ni siquiera deseaba divorciarse, sólo dinero. ¿Llegaría realmente a concederle el divorcio alguna vez?". Aunque ahora que está embarazada, tal vez quiera casarse con el padre del niño y por fin acceda a divorciarse y dejarle a él el camino libre para poder, a su vez, casarse con Anne. Guy empieza a ver el futuro con ilusión. Le espera un trabajo en Florida que puede ser el que haga florecer su carrera de arquitecto y podrá casarse con Anne tras recuperar su libertad.
El problema de Bruno es su padre. Hasta el punto de que a su casa de Long Island la llama la perrera porque allí todos llevan una vida de perro. Y todo por culpa de su padre, "¡El muy cerdo! [...] Ojalá tuviera dinero propio. Verá, tenía que empezar a recibir mi renta este año, sólo que mi padre no quiere que la reciba. Se está forrando los bolsillos con ella. Tal vez no me crea, pero ahora no tengo más dinero del que tenía cuando estaba en la escuela, con todos los gastos pagados".
Y así, cada uno le va contando sus problemas al otro hasta que Bruno, ya envuelto en los vapores del alcohol, declara sus planes sobre "cómo cometer algunos asesinatos perfectos". Todo el mundo se ha planteado alguna vez matar a alguien. La mayoría no lo lleva a efecto, pero no por cuestiones morales, sino por el miedo a las represalias. Pero no hay que tener miedo. Según él tan solo un doce por ciento de los asesinatos llegan a ser resueltos. El resto lo cometen personas insignificantes a las que jamás se llega a descubrir. Su plan es claro y sencillo: matar a alguna persona contra la que no se tiene nada, alguien con quien no se le pueda relacionar. De manera que si Bruno mata a la ex mujer de Guy y Guy mata al padre de Bruno habrán cometido dos asesinatos perfectos. Ninguno tiene móvil para el crimen y ninguno podrá ser relacionado con la persona asesinada. Además, ambos tendrán coartada para el momento del asesinato de la persona que molesta sus planes de futuro.
Guy abandona el tren al día siguiente sin muchas ganas de despedirse de Bruno. De hecho, ni siquiera va a su compartimento para recuperar el libro de Platón que se había olvidado allí la noche anterior. Guy casi ha olvidado la conversación con Bruno... hasta que Miriam que, efectivamente como él sospechaba, no está muy decidida a concederle el divorcio, es asesinada unas semanas después. Para entonces él ya está en México pasando unos días con Anne y la noticia le hace regresar a Metcalf, donde vive su madre y donde vivía Miriam. Enseguida recuerda la conversación con Bruno y no puede dejar de hacerse preguntas. "«¿Y si ha sido Bruno? No es posible, por supuesto, pero supongamos que ha sido él. ¿Lo habrán atrapado? ¿Les habrá dicho que el asesinato lo planeamos él y yo?»".
Porque lo que realmente preocupa a Guy no es la muerte de Miriam. Esta le es más favorable que otra cosa visto el camino que habían tomado los acontecimientos tras su última conversación. Y no solo porque así podrá casarse con Anne, sino porque también le permitirá aceptar el trabajo ansiado que había creído tener que rechazar. No, la repulsa de Guy al asesinato, si es que ha sido Bruno, deriva del hecho de que se pueda ver involucrado en él. El miedo viene de pensar que Bruno pueda querer cobrase su deuda y él se vea en la obligación de matar al padre del joven. Y no porque el asesinato le parezca moral y éticamente sancionable, sino por el miedo a que toda su vida personal y profesional se venga abajo, a terminar en la cárcel o, peor aún, ejecutado.
El juego de Patricia Highsmith es hacer al lector cómplice de los hechos, porque mucho antes de que Guy resuelva sus dudas acerca de la muerte de Miriam, el lector ya sabe cómo ha sucedido. Ha sido testigo privilegiado. La autora lo ha llevado de la mano por dónde ha querido y ha asistido al crimen en persona. También juega con el lector en cuanto al retrato de los personajes. Guy aparece como el hombre serio, decente y honrado; un arquitecto que empieza su carrera directo hacia la fama; un hombre enamorado de una mujer tan seria y decente como él. Bruno, por el contrario, enseguida se nos muestra como un hombre inestable, carente de empatía, inmaduro como un niño y con una total dependencia de su madre hacia la que manifiesta un cierto complejo de Edipo. Incluso su madre sabe que tiene algo raro. "El hecho de que a veces le era imposible demostrar compasión [...] había inducido a aquélla a pensar que en él había una parte de crueldad; mientras que su padre, y otras muchas personas, le consideraban, por su parte, un individuo totalmente vacío de sentimientos".
El transcurrir de la novela hace evolucionar a los personajes; los hechos nada habituales a los que se ven enfrentados van sacando de su interior facetas que tal vez nunca se hubieran manifestado de no haberse visto sometidos a una situación de tensión. Al menos Guy, porque Bruno, en efecto, no está mentalmente sano y su alcoholismo no ayuda en nada a su estado psíquico. Que termine convirtiéndose en una víctima y que a veces nos resulte tierno en su inmadurez, no le exime de un solo gramo de la demencia que lo acompaña. "«La tragedia no ha sido lo de hoy —pensó ella—, sino que empezó hace años, cuando tomó la primera copa. Ni siquiera esto, en realidad, porque la primera copa no era un primer recurso, sino el último. Primero tiene que haber fallado todo lo demás..., yo y Sam incluidos, sus amigos, sus esperanzas, sus inquietudes.»". No se sabe lo que falló hace años, pero en la actualidad es ella misma, su madre, la que le sugiere beber para calmar la angustia y el nerviosismo.
Las preguntas que suscita la novela nos pueden poner los pelos de punta si nos ponemos en la piel de los protagonistas. ¿Seríamos capaces de matar si se nos asegurara que nuestro acto no iba a tener consecuencias? ¿Estamos dispuestos a renunciar a lo que ansiamos para poder mantener unas actitudes morales acordes con nuestras creencias? ¿Existen esas creencias más allá de nuestros intereses de cada momento? ¿Cuál es nuestro precio? La sospecha de que nos mantenemos dentro de la ley, de que nuestras manos no están manchadas de sangre, no por unos presupuestos éticos y morales, sino por miedo, por simple, llano y cobarde temor a las consecuencias es una de las conclusiones más perturbadoras ante las que nos sitúa esta novela. "Cualquier persona es capaz de asesinar. Es puramente cuestión de circunstancias, sin que tenga absolutamente nada que ver con el temperamento. La gente llega hasta un límite determinado... y sólo hace falta algo, cualquier insignificancia, que les empuje a dar el salto".
Patricia Highsmith mucho más joven que cuando escribió esta novela, pero está tan guapa... |
Para no perderse ninguna de las dos.
Título del libro: Extraños en un tren
Autora: Patricia Highsmith
Nacionalidad: Estados Unidos
Título original: Strangers on a train
Nacionalidad: Estados Unidos
Título original: Strangers on a train
Traducción: Jordi Beltrán
Editorial: Anagrama
Año de publicación: 2005
Año de publicación original: 1950
Nº de páginas: 360
Hola, Rosa. Coincido contigo, la película obvia el dilema moral que es la base de la novela. Ambas son fantásticas pero muestran una filosofía diferente. La novela plantea cuestiones muy inquietantes y de difícil respuesta, como dices, en torno al mal y la actitud con que lo enfrentamos, mientras que el planteamiento de la película es mucho más ético. Gran reseña. Besos.
ResponderEliminarAcabo de leer tu reseña y veo que, en efecto, estamos muy de acuerdo, tanto en lo que se refiere a la novela, como en sus diferencias con la película.
EliminarLos planteamientos de la novela son brutales y nos ponen ante la incómoda situación de darnos cuenta de que si no estamos dispuestos a matar es más bien por miedo al castigo que por una idea ética o moral. Una autora capaz de hacer pupa con sus libros.
Un beso.
Sí o sí, tengo que leer la novela. Además has incitado mi curiosidad por la vida de la autora., que consigue que el asesinato sea considerado como una de las bellas artes, emulando a Thomas de Quincey, y como comenta marta, pone en consideración la cuestión moral.
ResponderEliminarGracias Rosa.
Sí, creo que es una novela que hay que leer. Ser capaces de enfrentarnos a nuestras miserias sin tapujos es algo que todos deberíamos hacer de vez en cuando. Aunque es más cómodo vivir en la inane fantasía de los buenos que somos.
EliminarUn beso.
Gran reseña Rosa, y mira que llevamos semanas con historias del crimen en un tren o en otros lugares, leidas con diferentes perspectivas que nos han regalado nuestros compañeros y compañeras con el Tintero, y cada vez la lectura de ese libro se hace más apasionante. Esta mañana leí la reseña cinematográfica de Miguel y ahora leo tu reseña bibliográfica y además, junto con Miguel, nos acercaís un poco más a la autora. La doble moralidad con esas preguntas que nos lanzas ¿serías capaz de asesinar? Vemos asesinos diariamente en los medios de comunicación, esto es un hecho. La guerra es un juego de seducción para muchos terrenales ¿somos capaces de matar? sí, porque somos animales, seres con deseos, oscuros deseos. Si naces y creces con odio y rencor, con esa rabia ocasionada por la incertidumbre te hace crear un mundo a tu favor, a través de la literatura, matas y aprendes a hacerlo con palabras creando asesinos a medida, poniéndote en la piel de ellos, matar por placer incluso, no tiene que haber razones. Una reseña que da para un pequeño debate. Gracias compañera. Un beso
ResponderEliminarLos animales matan para sobrevivir. Tan solo el ser humano mata por placer o por oscuras intenciones que pueden ser de lo más variadas: verse libre de una esposa que se niega al divorcio, una herencia que nos viene muy bien, vanganza, odio... Creo que todos somos capaces de matar y si la mayoría no lo hacemos es porque no lo hemos necesitado o porque no hemos dado el paso de perder el miedo a las represalias. Sé que es una visión bastante pesimista de los seres humanos, pero es lo que hay.
EliminarUn beso y feliz año.
¡Hola, Rosa! Lo primero es, por supuesto, agradecer tu colaboración para esta iniciativa con una reseña tan elaborada y trabajada. Has reflejado perfectamente no solo el eje de esta novela en concreto, sino de toda la narrativa de Highsmith. El hecho cotidiano en el que irrumpe el elemento extraño que hace que una persona cualquiera llegue a los límites, o los sobrepase, de su moralidad.
ResponderEliminarEs una novela de esas que, como dijo Paco Camarasa, hacen que la etiqueta de novela negra se quede un tanto corta y sea necesario extenderla a novela negro-criminal. A Highsmith le interesaba, más que la investigación del detective, mostrar cómo funciona la lógica criminal y hacerlo de una manera que el lector llegue a aceptarla y comprenderla. Eso era algo "demasié" para USA y no digamos para Hollywood. La adaptación de Hitchcock es en este sentido más canónica el enfrentamiento del Bien y del Mal, con una frontera bien delimitada y sin poros.
Sin duda, Highsmith fue una escritora afortunada. Con 29 años escribió su primera y gran novela y además tuvo la suerte de que la leyera el mago del suspense. Y es que Hitchcock siempre buscaba novelas poco conocidas en su momento para así contar con libertad suficiente para crear su película como algo nuevo. Sucedió antes con Rebeca y sucedería después con Psicosis o Los pájaros. Un fuerte abrazo!!
En la película no hay conflictos morales. Está muy claro quién es el bueno y quién es el malo. Una forma de sortear la censura y de llegar al gran público que, no lo olvidemos, está muy incómodo con los matices y los dilemas morales. No obstante, la película es magnífica, y hace muy bien en alejarse de la novela porque el lenguaje cinematográfico es distinto y necesita adaptar las historias.
EliminarHichcock dio a conocer grandes novelas que, de no ser por él, tal vez dormirían el sueño de los justos. No he leído "Psyco" ni "Los pájaros", pero "Rebeca" la leí y la conocí gracias al director.
La verdad es que la novela trasciende géneros y se adapta perfectamente al negro-criminal que definía Paco Camarasa.
Una magnífica novela y una magnífica iniciativa esta en la que nos has embarcado.
Un beso.
Muy buena reseña para esta novela fantástica. El asunto del dilema moral es ayuda a que esta novela sea una de las que dejan poso. Como dices, si unos protagonistas son muy buenos y otros muy malos todo parece más fácil, pero ¿quien es tan bueno o tan malo?
ResponderEliminarTe dejo un enlace a una ficción sonora de esta obra de RNE por si no la conoces. Yo la disfruté mucho también: http://www.rtve.es/alacarta/audios/ficcion-sonora/ficcion-sonora-extranos-tren-22-06-11/1142940/
Un abrazo y suerte.
Muchas gracias por el enlace, Ana, ya lo escucharé con calma porque veo que es largo y hoy estoy liada con los roscones.
EliminarSí, cuando está claro quiénes son los buenos y quiénes son los malos, todo resulta más sencillo. Pero hay que huir de lo sencillo porque en su misma simpleza se esconde el error.
Un beso y feliz año.
Feiliz Día de Reyes y año 2020.
ResponderEliminarUn abrazo.
Muchas gracias. Lo mismo te deseo.
EliminarUn beso.
Supongo que en este caso ocurre como en casi el 90% de las obras literarias trasladadas al cine: que la novela supera en calidad a la versión cinematográfica. Las hay, pero son muy pocas las excepciones.
ResponderEliminarDebo reconocer que solo he visto la película, pero desde que salió a la palestra esta novela como punto de arranque del concurso de El Tintero de Oro, me han entrado muchas ganas de leerla. Y espero poder hacerlo muy pronto.
Un beso.
Sin cosas distintas. A mí me ha gustado más la novela, pero la película es fantástica también. No soy muy de comparar ambas cosas. Me gusta ver las versiones cinematográficas de las novelas, pero procuro separar ambos modos de expresión. Busco buenas novelas y buenas películas.
EliminarEn este caso, "Extraños en un tren" novela tiene unos matices distintos a los de la película, pero está también tiene detalles que no podrían estar en aquella.
Un beso.
Este verano lo pasé leyendo esta novela que te atrapa nada más empezar a leerla. El hecho de hacer famosa a su joven autora de solo 29 años, al ser la primera novela que la dio a conocer a nivel mundial, me parece otro dato muy significativo, ya que dicha obra , tiene una calidad y enjundia admirable.
ResponderEliminarCierto también lo que nos comentas sobre el juego de Patricia Highsmith a la hora de convertir al lector en cómplice de los hechos, ante el extremo de compadecerse de los criminales que fríamente diseñan su doble asesinato por parte de dos desconocidos.
Una de las novelas más originales, a mi modesto entender y que no se puede catalogar únicamente de género negro, ya que ahonda en los entresijos tan desconocidos de la mente humana.
Un beso.
Una puede llegar a empatizar con los protagonistas al sentir que podría reaccionar como ellos de liberarse de temores y miedos y responder solo a los propios intereses. La mayor complicidad que veo entre la autora y el lector es el hacerle testigo de los hechos que algunos personajes de la novela ignoran, como es el asesinato de Miriam.
EliminarUna gran novela que te proporcionaría un verano lector gratificante.
Un beso.
Hola, Rosa.
ResponderEliminarEn primer lugar muchas gracias por la mención a Cine y críticas marcianas. Es un verdadero honor salir mencionado en este espacio literario. Por otro lado, decirte que has realizado una gran reseña literaria. Ejemplar diría yo. Has señalado algo terriblemente perturbador que recogen tanto la novela como la película. Y no es otra cosa que el miedo como freno en la mente humana para no llevar a cabo algunos oscuros deseos. Los dilemas morales -de muchos tipos- y lógicamente mejor recreados en la novela, también están presentes en el filme de Hitchcock. Si bien, claro, los limites en la peli están más delimitados. Hay otra cosa que me gustaría señalar. Tanto la novela, como la película tienen para mi gusto la medida perfecta. Los 100 minutos en el cine y las 300 páginas en un libro me parecen la manera perfecta para involucrar al espectador y al lector con la propuesta presentada. Es decir, un truco tan efectivo como dejar incluso al receptor del mensaje con ganas de más. Lógicamente esto es una consideración general. Me han gustado mucho las escenas que has señalado de la película. Especialmente la del encendedor me parece magistral.
Besos y gracias por tan buena aportación para todos tus lectores y los de David.
A mí me ha gustado más la novela, pero no sería capaz de afirmar categóricamente que es mejor. Ambas son fantásticas. Hitchcock ha sabido cambiar, cortar y añadir las cosas precisas para entregarnos una de sus maravillosas obras maestras. Esa escena del encendedor es genial. Te llega a doler la mano y aunque es totalmente inverosímil (con lo que se estaba estirando para llegar, era imposible que llegara aún más abajo) funciona a la perfección.
EliminarHe disfrutado mucho leyendo la novela y tu reseña de cine es fabulosa y complementa perfectamente las reseñas de Marta y mía. Tras leerte, me da vergüenza haberme atrevido a hablar de la película.
Un beso
Magnífica reseña Rosa.He leído la novela recientemente cuando salió este reto y la verdad que está muy bien, Tanto tu como Marta Navarro, habéis hecho una buena reseña del libro. Recuerdo haber visto la película hace tiempo y he visto algún trailer en internet. Un abrazo.
ResponderEliminarSon dos reseñas similares porque se ve que tanto a Marta como a mí, nos dejó la lectura la misma sensación y la misma inquietud.
EliminarUna novela y una película que han hecho historia.
Un beso.
Saludos Rosa, una muy completa reseña que nos permite comprender la novela y las intenciones de la autora Highsmith. Excelente trabajo. Éxitos y bendiciones!
ResponderEliminarMuchas gracias. Me alegro de que te haya gustado la reseña. La verdad es que con novelas así de buenas es más fácil hacer buenas reseñas. Lo raro es que la autora fuera una jovencita de veintinueve años.
EliminarUn beso.
No me engancha el thriller. Supongo que no leí de joven Agatha Crhistie. No calló en mis manos.
ResponderEliminarA Patricia Highsmith la conocí por casualidad, buscando materia para mis escritos. Leí primero El misterio de Mr. Ripley, para mí una obra de gran categoría literaria, no así sus continuaciones, completamente vacías. Este que reseñas le tengo ganas y lo comentaré más pronto que tarde.
Besos
Leí mucho a Agatha Christie de muy pequeña, incluso antes de los Cinco y todas las series de Enid Blyton. También le di mucho a El Caso que mi abuelo tenía debajo de un cojín en un sillón de mimbre y que yo leía a escondidas mucho antes de tener edad para ello. Como ves lo negro y criminal está en mis genes desde siempre. Pero no he leído nada de la serie de Mr. Ripley (sí he visto alguna película). Habrá que ponerle remedio.
EliminarNo he leído mucho de la autora, tan solo este y "Mar de fondo", pero es muy buena.
Un beso.
Tendré que mirar por mis estanterías, sé que tengo dos o tres títulos de Patricia Highsmith, pero ahora no me acuerdo si éste está entre ellos, desde luego sí que lo conozco, y es probable que haya visto la película de Hitchcock, aunque no pongo la mano en el fuego.
ResponderEliminarDespertar el ser siniestro que dormita en nosotros ha sido siempre un tema tentador para muchos escritores, ellos no tienen reparo en penetrar en las oscuridades de su alma, en someterse a esa catarsis, así que magníficas obras como “Extraños en un tren”, nos dejan esta puerta siniestra, que siempre permanece cerrada bajo llave, abierta de par en par; y sí, hay que traspasarla, para regresar de la oscuridad y constatar que nuestra aburrida rutina, es una realidad que podría cambiar hacia lo más trágico en un instante.
Un buen libro o/y una buena película te hacen sentir esa congoja, vértigo. Es un buen ejercicio de reflexión. Excelente tu entrada. Un beso, Rosa.
Si la tienes, te la recomiendo y si no, también, por supuesto. Es de esas historias que se meten a bucear en el alma humana y extraen más perlas negras de las que estamos dispuestos a asumir. Es notable que el único que no muestra reparos ante el asesinato sea el personaje que está loco. Tal vez tenga razón ese refrán que dice que los locos y los niños siempre dicen la verdad, y es que, unos por inocencia y otros por falta de control, carecen de los frenos que la sociedad impone para poder vivir en armonía con los demás y que esto no sea una selva más invivible aún.
EliminarUn beso.
Hola, Rosa.
ResponderEliminarDespués de leer tu reseña, me quedo con lo que comentas de que quizás lo más temible son las preguntas, y las posibles respuestas que se pudieran dar, y es totalmente cierto: pone los pelos de punta.
Muy buena entrada, Rosa. Acabo de leer la de Marta, y viendo vuestras similitudes solo puedo decirte que si uno no lo ha leído o visualizado, dan ganas de ponerle remedio, así que felicidades.
Un beso enorme, espero que hayas pasado unas bonitas fiestas.
Muchas gracias, Irene. He pasado mejores navidades, pero la verdad es que tampoco es para quejarse demasiado porque podría ser peor. Espero que las tuyas hayan sido algo mejores.
EliminarLos libros que provocan preguntas en lugar de dar respuestas son los verdaderamente interesantes y este es de los que sales con muchas cosas para responder. Es cierto que Marta y yo hemos tenido muy similares sensaciones con la novela.
Creo que es un libro para recomendar.
Un beso.