"Los milagros prohibidos" Alexis Ravelo

"[...] primero fue el hambre. Primero fue la ignorancia. Primero fue la endogamia. Y la agonía de saber que entre el mar y los volcanes no había nada que no perteneciese en primer o último término a las contadas familias a quienes había pertenecido desde siempre todo aquello que sirviese para vivir o buscarse la vida. Primero fue la ignominia. Y el privilegio y el oprobio y la ira contenida en los ojos de hombres que no se atrevían a alzar la vista al paso de los lujanes, los sotomayores, los sotoseñores, los escrotomejores; los ojos de hombres cuyas manos labradas hubiesen podido romper cabezas y abrir gargantas, pero hubieron de tragar los sapos de la desigualdad en la tierra más fértil donde ya todo tenía dueño salvo la miseria. Y esta sí, la miseria, esta sí fue repartida a todos los que no llevaran galones o alzacuellos o cédulas con tres apellidos. Y, después de repartida la miseria, aún sobró. Siempre hubo miseria para repartir, porque la esperanza sí, pero la miseria nunca se acaba".

Me lanzo esta vez con un comienzo de entrada, que no de novela, un poco largo, pero es que no he sabido donde meter la tijera. Era todo o nada y he querido dejar entero testimonio de la maestría literaria y de la posición ante la vida, que comparto totalmente, de Alexis Ravelo. "Los milagros prohibidos" es la primera novela que leo del autor que no puede atribuirse al género negro o policíaco y sin embargo es una historia negra como los acontecimientos que relata. Aunque ahora, mientras estoy escribiendo, en mi retina el negro se convierte en rojo y creo que se podría instituir un nuevo género literario, el rojo, compuesto por aquellas historias en las que el odio, el resentimiento, la explotación, el dominio de unos sobre otros, la miseria que clama resarcimiento, la Injusticia en una palabra y con mayúscula van transformando la visión en una escena observada a través del velo rojo de la sangre y la violencia. A veces, el género rojo puede convivir con el negro, pero no siempre. No en este caso. O tal vez sí.

Mi ciudad, León, quedó en manos de los golpistas desde el principio del levantamiento en julio de 1936 por lo que la represión fue brutal y los paseos y asesinatos de toda persona que fuera mínimamente sospechosa de ser fiel a la República se sucedieron durante toda la guerra. Muchos se lanzaron al monte y allí estuvieron llevando a cabo su guerra de guerrillas hasta que fueron cayendo o emigrando a Francia. 

Siempre he pensado en lo difícil que tuvo que ser la situación para las gentes de León o Galicia o Andalucía o cualquier lugar de España alejado de la frontera francesa, en comparación con los que pudieron salir andando y huir de la que se les venía encima a los contrarios al golpe de Estado (Portugal no fue una vía de escape muy ansiada por estar el país bajo el régimen fascista de Salazar).  Lo que nunca había visto tan claro como al leer "Los milagros prohibidos" es el terror que debió de suponer verse pillado en una isla, con el mar por delante y los fascistas por detrás. 

La isla de La Palma resistió a los golpistas durante una semana. "Por una vez les sonrió el azar, encarnado en un jefe de telégrafos de Izquierda Republicana que interceptó un telegrama de los traidores en la mañana del 18 de julio y lo llevó a Tomás Yanes, el delegado del Gobierno, que supo qué hacer"Del 18 al 25 de julio, el Delegado del Gobierno y personas afines escogidas entre los que le merecían confianza contuvieron a los golpistas y consiguieron que la Guardia Civil se mantuviera acuartelada y en posición neutral. "Permanecería acuartelada y no haría nada ni por unos ni por otros, salvo si los milicianos intentaban un asalto al cuartel, en cuyo caso ayudarían al Ejército"

Del 18 al 25 de julio la esperanza se fue arruinando poco a poco. De esperar que el Gobierno interviniera enviando refuerzos, se pasó a prepararse para la que se avecinaba y a tomar dos posturas diferentes ante la llegada del Canalejas, el cañonero que venía de Gran Canaria cargado de falangistas y demás salvapatrias. Las dos decisiones fueron huir a los montes y no poner en peligro a la población provocando un baño de sangre o resistir y esperar a los invasores a tiros. Agustín Santos, el maestro de Puntallana, optó por la primera opción; Juan Padilla, el Malhablao, por la segunda. 

Durante esa semana se decantaron los odios, durante un periodo que "ya habían empezado a llamarlo la Semana Roja. No por la sangre, porque esta no corrió. Fue una semana sin sangre. La sangre se derramaría más tarde, a lo largo de los meses de huida, y sería solo el preludio de una eternidad azul. Azul y profunda. Eso fue exactamente: una eternidad profunda y azul". Cuando terminó ese periodo dos opciones distintas se materializaron entre los leales a la República, pero ambas terminaron por encontrarse.

En el Canalejas llegó de Gran Canaria, donde estaba trabajando, Floro el Hurón, falangista y vengativo, obsesionado con "unos ojos verdes que acaso un día lo miraron, pero que siempre se negaron a verlo". Y esos ojos verdes son los de Emilia, la mujer de Agustín Santos, con la que jugó Floro de niños, pero que nunca llegó a sentirlo más que como un amigo de la infancia. Ahora Floro, obsesionado con Emilia, se ha obsesionado con encontrar al maestro y hacerle pagar por la indiferencia de la joven y por sus propios celos insanos. 

La novela se convierte así en una persecución a muerte por los abruptos relieves de la isla, a través de laurisilvas y bosques; de volcanes, secarrales y roquedos; de abismos en los que podían desriscarse hacia el mar o hacia un cráter. En su huida desesperada Agustín se ha quedado solo, pero su encuentro con Juan Padilla, el Malhablao, pondrá ante los ojos del lector las diferentes formas de ver la vida desde la izquierda con diálogos tan suculentos como este:
"[...] la derecha es una y las izquierdas somos veinte. Hasta que no solucionemos eso, nos van a seguir aplastando. Aquí la cosa es ganarles a ellos. Cuando lo hayamos hecho, ya tendremos tiempo de pelearnos entre nosotros.
El Malhablao se rascó la cabeza.
—Mira, por una vez te voy a dar la razón. Pero no te equivoques: yo soy un revolucionario.
—Como si yo no lo fuera. ¿De qué te crees que va a servir esa toma tuya del Palacio de Invierno si la gente a la que pretendes liberar sigue siendo analfabeta?
—Los libros no se comen.
—Y los panes no se leen. Pero no me vengas a decir que tú eres más comunista que yo. Yo no creo que uno sea mejor por nacer rico, pero tampoco se es mejor por nacer pobre, porque, de hecho, la mayoría de los que nos andan persiguiendo son también pobres como las ratas. Da igual si se nace rico o pobre, lo que importa es lo que uno hace después".

Han pasado más de ochenta años, pero las izquierdas seguimos debatiéndonos en discusiones de matiz, aunque por estas latitudes ya no haya analfabetos y no sea necesario comerse los libros ni leerse los panes.

También en el otro bando hay diferencias entre los señoritos arrogantes y ávidos de sangre, resentimiento y venganza, y Vidal, el sargento de la Guardia Civil que, aunque le ha tocado amigarse con el bando equivocado, no ha perdido ni la decencia ni el honor. Veamos otro diálogo impagable.
"—¿Me va a decir que no sabe a quién sirve, mi sargento?
—Yo sirvo a la autoridad, Floro. El problema es que quién sea la autoridad depende ahora mismo de dónde estuviera uno el verano pasado. Tengo un primo hermano en Barcelona, vistiendo el mismo uniforme que yo, que ahora mismo está del otro lado.
—Un traidor.
—No, señor. Un caballero de honor, que sirve a la autoridad, igual que yo. Solo que allí la autoridad es otra.
—Yo no tengo ese problema.
—Lo sé. Y sé que, si las cosas hubiesen sido distintas, a mí también me habrías pegado un tiro. Eso es lo que me aterra de la gente como tú.
—¿De la gente como yo, mi sargento?
—Sí. Los que tienen claro de qué lado están. Los que lo ven todo blanco o negro. Los que no dudan nunca".

 Qué peligrosos son los que lo tienen todo claro, y  sobre todo, cuando tienen de su parte a Dios. Ese Dios que en España siempre está en el mismo bando; al decir de uno de los personajes del libro, del bando de los mediocres.


Alexis Ravelo

"Los milagros prohibidos" es una novela sobre la guerra en un lugar que supuso una auténtica ratonera para los leales al gobierno de la República. Unos leales que, en una perversión alucinante y alucinada del lenguaje y del concepto, eran llamados los alzados por parte de los que perpetraron el golpe de Estado. Es una novela sobre la guerra, pero también sobre la supervivencia, sobre la injusticia y la desigualdad, sobre le necesidad de resistir aun cuando toda resistencia se va revelando inútil, o no tanto porque aunque a veces seguir viviendo es una penosa odisea "Se consoló pensando que todavía salpicaba la isla un centenar de hombres haciendo exactamente lo mismo que él: tocándoles los huevos a los fascistas, a los curas, a los monárquicos, a los meapilas, a los aristócratas, a los latifundistas, a los industriales, a los explotadores, en fin, y a sus siervos, a todos sus siervos, fueran del color que fuesen".

Siempre he dicho que las buenas novelas sobre la Guerra Civil nunca sobran. Conviene seguir indagando en las causas de tanto resentimiento e inquina entre los españoles; en las causas de esas dos Españas que (Machado dixit) le hielan el corazón, una u otra, a cada españolito que viene al mundo; en la razón por la que unos se creen con derecho a gobernar y cuando no pueden hacerlo piensan que se están revirtiendo los designios del altísimo (Caudillo de España por la gracia de Dios). 

Conviene no olvidar.  

Título del libro: Los milagros prohibidos
Autor: Alexis Ravelo
Nacionalidad: España
Editorial: Siruela
Año de publicación: 2017
Año de publicación original: 2017
Nº de páginas: 332

Comentarios

  1. Hola Rosa, me encanta Alexis Ravelo y me parece un estupendo escritor, pero hasta ahora sólo he leído novela negra, me apunto esta que traes, me gusta eso de género rojo, nunca lo había pensado, en fin que va a mi lista, veremos cuando puedo leer todo lo que voy apuntando. Besinos.

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    1. Lo del género rojo se me ocurrió porque estaba pensando en la novela al empezar la entrada y lo veía todo rojo. Influiría en mí lo de la Semana Roja de la Palma, pero así veía yo la historia que cuenta.
      Yo tampoco había más que al Alexis Ravelo de género negro, pero está claro que es un gran escritor independientemente del género que aborde y en ese está sublime. Creo que las citas que pongo del libro dan buena cuenta de ello. te gstará.
      Un beso.

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  2. Hola.
    Hala, ya me has creado otra necesidad.
    Opino igual, las buenas novelas de la Guerra Civil nunca sobran. Y ya el enfoque que dan...tengo que leerla.
    Que nombres a mi poeta favorito al final ya es lo más. ¿He dicho alguna vez que tengo todas las obras de Machado en varias ediciones, y varias biografías? Hace años gané un certamen de relato con una obra en la que aparecía Machado, era una especie de vida paralela. Me gusta tanto, tanto.
    Muy feliz semana.

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    1. A mí también me gusta mucho Machado. Tengo los cuatro tomos de su obra completa, poesía y prosa, que editó Clasicos Castellanos allá por 1989. Habrás leído la biografía de Ian Gibson. Es sublime. Si me faltaba algo, ese libro me hizo reenamorarme del autor. A raíz de leerlo organizamos un viaje en cuyo itinerario entraba Collioure solo para visitar la tumba de Machado. Aunque el pueblo merece una visita por méritos propios.
      En cuanto a esta novela de Alexis Ravelo te la recomiendo sin dudar. es muy buena.
      Un beso.

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    2. Coincidimos mucho, por lo que veo, Collioure incluido. Ay esos días azules y ese sol de la infancia.
      Feliz noche.

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    3. Dejé una nota con esos versos sobre la lápida. Sujeta por una piedra. Qué belleza. Cada vez que los oigo, me emociono. Y recuerdo los días azules y el sol de la infancia que nunca han vuelto a ser los mismos.
      Buenas noches. Felices sueños.

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  3. Hola, Rosa:
    La peregrinación al cementerio de Collioure yo también la hice en juventud, allá por el año 80 cuando cogías el coche y el verano te lo pasabas viajando y descubriendo Europa. Esa zona de Francia es bonita (casi toda Francia lo es, que conste). A mí Machado me encanta fundamentalmente por su calidad literaria y por sus ideas siempre independientes y que no siempre se pueden adscribir a un Partido determinado. Eso lo dignifica pues la Guerra no la pasó precisamente bien y su salida de España acompañando a su madre enferma y enfermo él mismo no pudo ser más penosa. No fue como otros intelectuales que por su cercanía a los dirigentes salieron más cómodamente de España y no sufrieron tanto como el bueno de don Antonio ("Soy, en el buen sentido de la palabra, bueno").
    De lo que comentas me quedo especialmente con esa cita en la que un personaje le dice al falangista que llega a La Palma eso de que lo que más le aterra es la gente como él, o sea, la gente que no duda, los que tienen claro de qué lado están, los que todo lo ven o blanco o negro, los que no dudan nunca. Pienso que lo esencial de la razón es dudar, o sea, pensar. Yo también veo en nuestro momento actual gentes que sólo ven en una dirección y que por más que se les diga se apean de lo que ven aunque se estén dando contra un muro. En fin...
    Tomo nota del título de Alexis Ravelo. Sólo una cosa, ¿es canario el escritor? Lo pregunto porque yo viví en Las Palmas durante tres cursos del año pasado y me encuentro muy unido sentimentalmente a las Islas.
    Un beso

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    1. El autor es de Gran Canaria y vive en las Palmas, aunque esta novela está ambientada mayormente en la isla de La Palma.
      La novela es realmente buena. Es bastante distinta, o a mí me lo parece, a las novelas sobre la guerra civil al uso. Tiene muchas cosas interesantes y unos diálogos, como habrás visto, muy esclarecedores.
      Es cierto que la gente que lo tiene todo tan claro da mucho miedo. Yo siempre huyó de esa gente. Son los que, en virtud de su claridad de criterio, jamás piensan si estarán equivocados y pueden hacer verdaderas aberraciones. Y si, como digo, tienen a Dios de su parte entonces ya échate a temblar.
      La peripecia de Machado huyendo a Francia, con su hermano y su madre enferma (creo recordar que iba también una cuñada) es terrible. Le habían ofrecido escapar antes de Valencia con parte de los políticos que se fueron. No sé si has leído el libro de Ian Gibson, pero si no lo has hecho, te lo recomiendo. Te enamoras del personaje si no lo estabas ya, que veo que sí.
      Francia es un país precioso. Nunca me canso de ir, aunque este verano me temo que no va a ser posible. Para mi consuelo, he estado los dos anteriores.
      Un beso.

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  4. Estoy de acuerdo contigo en que nunca sobran buenas novelas sobre la Guerra Civil, yo también la he leído y me gustó. Ravelo creo que tiene un toque especial y diferente escribiendo y es un autor que me gusta mucho.
    Besos

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    1. Sobre la Guerra Civil y sobre la persecución de los judios y otros colectivos por parte de los nazis, nunca me canso de leer. Siempre que sean cosas de una cierta calidad, claro. Esta novela además se sale de lo que es más habitual en este tipo de libros y está tan bien escrita que me ha parecido especialmente buena. Me gusta todo lo que he leído del autor, pero puede que este libro sea por ahora el que más.
      Tienes razón. Alexis Ravelo tiene un toque muy especial.
      Un beso.

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  5. Descubrí al autor von La estrategia del pequinés, que me encantó y me conquistó definitivamente von La ceguera del cangrejo. Este me lo llevo apuntadísimo. Muchos besos.

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    1. Está claro que cuando se conoce al autor no se puede dejar de repetir. No tardaré en leer otra de sus novelas. El asunto es cuál escoger. Igual me tiro por otra de Eladio Monroy.
      Un beso.

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  6. No sobran novelas sobre la Guerra Civil, porque hubo demasiado tiempo de silencio, y quedaron muchas cosas por contar.
    Libros como el que comentas pueden ayudar a abrir los ojos a quienes no ven más allá.
    Qué importante es la Memoria Histórica.
    Un abrazo

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    1. Veo que estamos totalmente de acuerdo. Demasiado silencio aun ahora y mucho más que les gustaría a algunos. Le memoria Histórica es fundamental, si no para que no se repitan los hechos (creo que somos muy proclives a repetir nuestros errores por mucho que los recordemos), al menos para saber lo que fue y no debió ser y por puro homenaje a las víctimas.
      Nunca dejaré de leer sobre ello.
      Un beso.

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  7. No me atraen las novelas históricas si su principal argumento es recordarnos hechos relevantes del pasado, en cambio, la novela que nos presentas: "Los milagros prohibidos", reune otros alicientes, como huir de los típicos relatos de "buenos y malos", para hacernos partícipes de las luces y sombras de sus protagonistas y múltiples personajes en tiempos difíciles, como lo fueron los años de la guerra civil del "36" en la isla canaria de La Palma.
    No he leído nada de este joven novelista canario, pero me he informado de que ya ha recibido algunos premios a nivel nacional.
    Por supuesto he tomado buena nota del título para mi lista de pendientes.

    Un beso.

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    1. Este es un autor que va más allá de los relatos típicos de la Guerra Civil. Va más allá de los hechos, para meterse en las personas con sus luces y sus sombras y sus muchas contradicciones. Además escribe tan bien que da gusto leerlo como habrás comprobado con las citas que resalto. Ya solo la primera, es para quedar cautivada.
      Un beso.

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  8. Tanto la segunda guerra mundial como la guerra civil española dan para leer libros y más libros, pues hay infinitas historias que contar, tanto por la idiosincrasia de sus protagonistas como por los distintos escenarios donde tuvieron lugar estas contiendas. Cada persona y familia lo vivió de un modo parecido, pero a la vez distinto al del resto de congéneres. Todos tienen su propia historia que contar. Esta novela es otra de las muchas historias reales pero, para mí, tiene el aliciente del lugar donde tiene lugar, pues, como bien dices, en las islas lo tuvieron que pasar mucho peor por el aislamiento al que se vieron sometidos. Como acicate novelesco tiene, además, tintes pasionales por el amor de una mujer.
    Un beso.

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    1. No diría yo amor exactamente. Una sentimiento capaz de hacer tanto daño y de hacer sufrir a la persona que se supone amada, no puede ser amor. Es pasión dominada por los celos, el resentimiento, el ansia de posesión... Todo menos amor.
      De las guerras hay interminables historias porque, como dices, interminables son los lugares, las personas, las circunstancias y en todos los bandos hay ruindad y heroísmo. Estoy ahora viendo una serie que es un clásico, pero que aún no había visto, "Hermanos de sangre". Ocurre en la Segunda Guerra Mundial con la invasión de Europa por Francia por parte de los estadounidenses. Parte del Día D pero no con el desembarco en las playas, sino con los paracaidistas que tiraron en medio de la Francia ocupada. Esa es una cara de los hechos que no conocía y me está resultando muy interesante. Como esta novela que te recomiendo.
      Un beso.

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  9. Tampoco yo he leído a este escritor y por lo que cuentas y los fragmentos que destacas parece muy interesante. Lo tengo en cuenta. Gracias, Rosa.

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    1. Últimamente lo leo mucho porque me encanta y cada vez me engancha más. Lo conocí como autor de novela negra y policíaca, pero esta faceta histórica y social me ha cautivado aún más. Aparecerá bastante por el blog.
      Un beso.

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  10. Esta es la primera novela que leeré de Alexis Ravelo, porque la portada y la sinopsis me atrajeron mucho. Ya la tengo en mi kindle en lista de espera. Me gustaría leer también La estrategia del pequinés, pero sin el carácter preferente de Los milagros prohibidos. Está claro que tu reseña me indica que acerté al comprarla. Besos.

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    1. Acertaste de lleno. Tengo ganas de leer la reseña que le harás. Seguro que será muy positiva porque la historia lo merece y la manera en que está contada más aún. "La estrategia del pequinés" también es muy buena. No me atrevería a decir cuál lo es más porque eso ya es cuestión de gustos, pero ambas son muy buenas y están escritas con verdadero arte.
      Un beso.

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  11. Dicen que el mercado de novelas sobre la Guerra Civil está saturado, pero yo opino lo mismo que tú, que sin buenas nunca sobran. Además, hay tantos rincones en el suelo patrio donde se pergeñaron historias de todo tipo desencadenadas por este enfrentamiento tan torticero, que siempre se aprende algo. Por ejemplo, no tenía ni idea de lo que cuentas de la isla de La Palma, algo que añade un punto para que el enamoramiento que tengo yo con esa isla aumente más aún.
    Me apunto esta novela de género... rojo ;)
    Un besote.

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    1. Me acordé de ti cuando lo estaba leyendo porque sé de esa predilección que tienes por la isla de La Palma. Es una de las que me quedan por conocer junto a Gomera y Hierro, por hablar de las más importantes porque tampoco conozco La Graciosa.
      Yo tampoco sabía nada de lo sucedido en esta isla en particular y en Canarias en general. De Mallorca sabía un poco más, pero ninguna novela me había transmitido como esta ese agobio de querer escapar porque la alternativa es la tortura y la muerte y verte rodeado de agua por todas partes excepto por donde te rodea el enemigo.
      Te gustará este género rojo.
      Un beso.

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  12. Ese fragmento que has seleccionado; la derecha es una y las izquierdas son veinte... resume el periplo político de España hasta el día de hoy. Y el que traes más abajo también es sumamente revelador; ojo con aquellos que jamás parecen dudar, miedo dan... desde luego no se encuentran en el lado de la izquierda.
    Una entrada muy buena, Rosa, como es habitual en ti.
    Beso.

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    1. El libro tiene diálogos excelentes, hasta el punto de que no he podido resistirme a poner esos dos. Sé que las citas son muchas en esta entrada, pero es que, tanto la forma como el contenido me han hecho irresistible no ponerlas.
      Gracias por tus palabras. la verdad es que el libro, el autor en general, es tan interesante que facilita las cosas.
      Un beso.

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  13. Hola Rosa!! Desconocía por completo este libro y a su autor .¡Estupenda reseña y gracias por tu recomendación! Besos y cuídate!!

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    1. Pues es para descubrirlo porque Alexis Ravelo es uno de los escritores españoles de los que he descubierto en los últimos años que más merece la pena. Te lo recomiendo.
      Un beso.

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  14. A Ravelo es que hay que tenerlo muy en cuenta. Leí La estrategia del pequinés y me gustó mucho el enfoque, para ser novela negra, y también el escenario, las Canarias. Poco habitual en literatura. Luego vino alguien y se le ocurrió hacer una película que pasará por el blog en breve pero que no está a la altura del libro. En cuanto a este, interesante propuesta. A mí todo lo que tenga que ver con la GC me encanta. Pero este me lo apuntaré para más adelante porque ahora mismo estoy con otro de la misma temática, cuya trama se ubica en pueblitos de Palencia. Gracias por la reseña Rosa. Besos

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    1. Yo lo conocí por su serie sobre Eladio Monroy que me parece muy original y ubicada en Las Palmas donde, como dices, no se encuentra ambientada mucha literatura. Luego leí "La ceguera del cangrejo" ambientada en Lanzarote y con la figura de César Manrique como telón de fondo. "La estrategia del pequinés" es una gran novela y la película, para mi gusto, queda muy muy por debajo del libro a pesar de que es una historia ideal para llevar al cine, pero no se ha hecho muy bien que digamos.
      "Los milagros prohibidos" es, de momento, lo que más me ha gustado, pero no porque sea mejor que otras creo, sino porque tengo especial predilección por las buenas historias sobre la guerra civil y esta es muy buena.
      Un beso.

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  15. Conviene no olvidar porque parece que repuntan las dos Españas y miedito me da. Miedo me da también las personas que no dudan y que lo tienen todo tan claro, y lo pero es que ese no mostrarse dubitativo suele ser tomado como una virtud.
    Me ha encantado ese inicio de entrada, que no de novela, y me ha encantado que no le hayas metido tijera. Venía yo pensando: esta Rosa va a conseguir que me anime con la novela negra. Y al final resulta que la novela no es negra sino roja o rojinegra o a saber. A saber y qué más da, que ya está bien de tanta etiqueta y de tanto bando.
    Pues nada, otra vez Alexis Ravelo por aquí. Tú sigue, sigue, que al final lo vas a conseguir.
    Besos

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    1. Con Alexis Ravelo repetiré en breve porque su obra, más allá de la serie sobre Eladio Monroy (que me gusta mucho) es buenísima.
      Ese párrafo con el que inicio la entrada me ha parecido tan bueno que se fue entero a la pantalla (antes hubiera puesto al papel) y es que, independientemente del género, el autor escribe... como queda demostrado, de maravilla.
      El género rojo puede ser muy negro (y ahora que lo escribo me viene a la cabeza "El rojo y el negro" de Stendhal), pero tiene características que lo distinguen: rojo sangre, rojo odio, rojo rencor,rojo incivil. Es cierto que las dos Españas empiezan a revolverse y a notarse mucho de nuevo, pero yo tengo muy claro cual de las dos es la que a mí me hiela el corazón, porque por mucho que digan algunos, no son lo mismo una que otra y novelas como esta nos lo recuerdan de continuo.
      Un beso y ánimo con lo negro, con lo rojo y con Alexis Ravelo.

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  16. Hola Rosa, sigo aquí. Estoy leyendo todas tus reseñas de este autor me ha atrapado. Tal vez por su pensamiento de izquierdas y recuperar patrones de historia con los que comulgo, porque busco, leo, aprendo, recuerdo, porque me toca muy de cerca. Ese rojo recogido por este autor canario. Historias que se le acercan o que las tiene a mano. Sigo leyendo.

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