"La chica de ojos verdes" Edna O'Brien


Cuando publiqué mi entrada sobre "Las chicas de campo", en una respuesta a un comentario, decía que leería las dos partes que me quedaban de la trilogía seguidas y en breve para hacer una reseña conjunta. Tras haber leído esta segunda parte, "La chica de ojos verdes", voy a hacer ya la entrada sobre ella porque no me han quedado ganas de seguir con la tercera y pude que la deje de lado definitivamente. En todo caso, la leería dentro de unos meses.

Sé que escritores muy famosos, alguno muy admirado por mí, consideran a Edna O'Brien una gran escritora y se confiesan admiradores suyos. Sé que ha tenido muy buenas críticas en estas tres novelas parcialmente basadas en su propia vida. Sé que sus protagonistas se consideran ejemplo de chicas independientes en una Irlanda que era de todo menos el paraíso del feminismo. De la primera novela, leo en la Wikipedia: "Resultó un escándalo en su país y el párroco de su aldea quemó tres ejemplares en la plaza pública. Fue tildada de enemiga de Irlanda y escritora escandalosa. La novela le proporcionó fama mundial tanto por su calidad literaria como por reivindicar la independencia de las mujeres en un ambiente hostil". He leído también que contribuyeron al escándalo sus escenas de sexo bastante explícitas. Estas dos características, "ofensa" a la iglesia y sexo explícito, sí que aparecen en esta segunda parte, pero desde luego, nunca en la primera.

Lo que ni en una ni en otra vamos a encontrar, al menos yo no lo he encontrado, es a esas supuestas chicas independientes, sino todo lo contrario. Baba, podría, tal vez, representar más ese papel. Es una chica alocada, alegre y divertida, que busca y busca. Busca la forma de divertirse, busca que los hombres le solucionen sus problemas económicos, se apunta a las fiestas donde puede conocer gente "importante" o lo que ella en su ignorancia, porque nunca ha dejado de ser una chica de pueblo, de un pueblo muy cerrado, considera importante. "Baba prometió que nunca más apareceríamos por un guateque; según ella, teníamos que conocer a gente nueva, diplomáticos y gente por el estilo"

Con respecto a Caithleen, Baba sigue siendo dominante y muy poco agradable, aunque luego, en algunos momentos, pueda demostrar una entrega y una capacidad de ayuda poco acordes con lo maleducada e irrespetuosa que se muestra la mayor parte del tiempo.

Pero la verdadera protagonista de esta segunda novela de la trilogía es Kate que es como pasa a llamarse por iniciativa de su nuevo amante, Eugene. De nuevo vemos a Kate enredada en una historia amorosa totalmente asimétrica. Ella tiene veintiún años y a todo lo que ha llegado con un hombre es a besarse. Con más o menos apasionamiento, pero solo a besarse. Eugene tiene treinta y cinco, está separado y es padre de una niña. De nuevo vemos a Kate sufriendo por un hombre mucho mayor y dependiendo de la disponibilidad y/o las apetencias de él para poder gozar de su compañía. Sí, Kate tiene veintiún años, pero no puedo dejar de imaginarla durante toda la novela como una adolescente. Kate en mi imaginario no ha crecido desde que la conocí en "Las chicas de campo" con catorce años. 

Kate ha ido olvidando a lo largo de los dos años transcurridos al señor Gentleman, único hombre con el que ha llegado a tener una relación. No continuó lo que se cerró abruptamente en la novela anterior. Todo lo sucedido en los dos años que median entre una y otra historia se da por cerrado y he descubierto que casi es preferible. Esa elipsis que deja que imaginemos, dándonos únicamente pequeñas pistas, es de lo mejor, porque viendo la deriva que toman el personaje y los acontecimientos, prefiero ahorrarme el ínterin. Ahora toda su atención, el ancla a la que amarrar toda su vida, será el señor Eugene Gaillard, director de extraños documentales. "Mencionó un posible viaje a Sudamérica en primavera para rodar un documental sobre irrigación por encargo de una empresa de productos químicos. Y yo me angustié al instante: ¿me propondría que lo acompañase?". Así se pasa Kate la novela; angustiada por si Eugene le hace caso, dependiente hasta el ridículo de las opiniones, actitudes y gestos de Eugene, interpretando estúpidas escenas de celos para llamar su atención. 

Así se pasa Kate la novela; dependiente de todo y de todos, porque cuando su padre va a buscarla y se la lleva de vuelta al pueblo, es incapaz de hacer valer sus derechos. Es una chica de veintiún años, con trabajo, que lleva dos años de vida independiente en Dublín, pero inopinadamente, se va con su padre haciendo planes de escapar como si tuviera doce años, planes que se frustran una y otra vez sin que yo pueda entender muy bien por qué. Empiezo a ver la causa de no poder imaginármela mas que como una adolescente. Su comportamiento es el de una adolescente ñoña. Las escenas que le monta a Eugene son de adolescente ñoña e histérica. Y lo puedo entender. Se ha criado en un pueblo de la Irlanda profunda en unos años en los que todo era represión y religión, si es que ambas cosas no son lo mismo en ciertas circunstancias. Pero que pretendan hacerme ver que esta chica es independiente y todo un escándalo para su época, no puedo entenderlo ni admitirlo.

Edna O'Brien

Si no lo entendí en "Las chicas de campo", ahora aún puedo entender menos las opiniones que en muchos lugares he visto acerca de esta trilogía. De este segundo libro, me produce rechazo hasta el título. Me produce rechazo la protagonista, incapaz de luchar contra todos los que hacen de ella una niña indefensa y sumisa. Sometida a los designios de todos, a unos por propia voluntad y a otros por incapacidad de rebelarse; esperando, siempre esperando a que los demás actúen, tomando decisiones solo cuando cree que van a tener un resultado que, por fortuna para ella aunque aún no se dé cuenta, no tienen. Puede que si se hubiera enfocado la historia como una lucha ante la dominación de la mujer por una sociedad pacata y trasnochada me hubiera gustado más, pero cuando buscas la rebeldía contra esa sociedad paralizante y no aparece por ningún lado, sino todo lo contrario, el rechazo es inmediato.

A favor del libro tengo que decir que está muy bien escrito. Literariamente es impecable. Es en lo único que coincido con la mayoría de las opiniones. Su lenguaje es sencillo, pero preciso y hermoso, y nos lleva de la mano a descubrir las emociones y sentimientos de la protagonista, esos sentimientos que me ponen de los nervios, pero que tal vez son el mayor mérito del libro. Puede que la culpa de mi opinión negativa se deba más a los críticos que han intentado venderme algo que para nada he encontrado entre estas páginas. Imagino que terminaré leyendo la tercera parte, "Chicas felizmente casadas" (espero que el título sea irónico), pero tendré que tomarme mi tiempo.

Esta novela entra en el IV reto "Nos gustan los clásicos" por estar publicada antes de 1980. "La chica de ojos verdes" está publicada en 1962.

Esta novela entra también en el II reto  "Cabalgando entre clasicospor estar publicada antes de 1970. 

Título del libro: La chica de ojos verdes
Autora: Edna O'Brien
Nacionalidad: Irlanda
Título original: The Girl With Green Eyes
Traducción: Regina López Muñoz
Editorial: Errata Naturae
Año de publicación: 2014
Año de publicación original: 1962
Nº de páginas: 336

Comentarios

  1. Veo que está segunda entrega te reafirma en la opinión que ya describías en la primera reseña. Coincido plenamente contigo y, sigo sin entender las buenas críticas que cosechó. A mí también me ponía de los nervios y siempre estaba esperando un cambio de actitud donde estas dos chicas adquiriesen cierta madurez. No fue así, la trilogía termina por los mismos derroteros. Menos mal que solo fueron tres, si hubieran sido más seguro que hubiera seguido leyendo, (optimista hasta el final, jaja). Un beso

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    1. Pues si casadas siguen con ese comportamiento de adolescentes tiene que ser de lo más irritante. Es cierto que esperaba que al hacerse mayores la cosa cambiara y, sobre todo Kate, adquiriera un poco de autonomía y personalidad y dejara de ser tan dependiente, pero la cosa no ha hecho más que empeorar. Aún la vi más rebelde en su adolescencia que en su juventud. En esta historia hace un papel de mujer sumisa, capaz de cualquier cosa por retener al hombre al que quiere que me pone de los nervios y a él, que la verdad es que se porta bastante bien con ella, creo que terminó también por hartarle. No me extraña.
      Un beso.

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  2. De 1962 a 2020 van 58 años, o sea, más de medio siglo. Muchísimas cosas han hecho cambiar el mundo. Dices no entender que con 21 años una chica sea obediente y se pliegue a las exigencias de su padre como si fuera una adolescente. Hay que tener presente que la mayoría de edad para las mujeres en los años 50 cuando se sitúa este relato sería semejante a la de España, ¡¡23 años!! Esto puede explicar su actitud; también el peso de la cultura católica irlandesa en la que había crecido.
    Lo que sí yo creo respecto a esta trilogía es que no ha aguantado bien el paso del tiempo por la gran evolución en los comportamientos que ha habido en todo el tiempo transcurrido. Por esto las expectativas creadas por la publicidad editorial no son acordes a la mentalidad de los lectores actuales.
    Te diré que yo no he leído "Las sillitas rojas" por haber quedado algo cargadito de Edna O'Brien con estas tres novelas. pero he leído tu satisfacción esta última novela. Me lo tendré que replantear.
    Besos

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    1. Es cierto que han pasado muchos años y que la mentalidad cambia y las formas de comportarse también, pero te pongo dos ejemplos de novelas españolas de 1952 y 1943 (aunque publicado en 1987 por razones de censura). Hablo de "Nosotros los Rivero" y "Celia en la revolución". Diez y veinte años respectivamente anteriores a esta novela, ambientados en España en épocas que no se caracterizan por la apertura de miras (nunca se ha caracterizado este país por esa apertura de miras, pero en esas épocas menos aún) y ahí las mujeres saben ser independientes y buscarse la vida y, sobre todo, poner a los hombres y al tema amoroso en su sitio justo y no imponiéndose a todas las facetas de su vida (Kate lo abandona todo para irse con Eugene).
      Respecto a la mayoría de edad, me he guiado porque Eugene le pregunta varias veces la edad y se queda muy tranquilo cuando ella le dice que ya tiene veintiún años cumplidos, lo que me hace pensar que esa era la mayoría de edad.
      No sé qué pensarían las mujeres que en 1962 tenían una edad y eran independientes (parece ser que la autora ha recibido lo suyo por parte de las feministas), pero lo que está claro es que el paso del tiempo no lo ha aguantado para nada.
      "Las sillitas rojas" es otra historia que nada tiene que ver y me alegro de haberlo leído antes porque de haber empezado por la trilogía puede que nunca me hubiera animado y la verdad es que me gustó mucho.
      Un beso.

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  3. En la reseña anterior de la serie se veía que había poco "feeling". Cuando no conectas con un autor no merece la pena insistir. Puede que los personajes de Edna Obrien hayan envejecido mal o que no estén bien planteados, a veces una buena prosa lo que hace en compensar-esconder carencias. De momento probaré con otras de tus muchas y buenas recomendaciones, esta la dejo pasar.
    Un abrazo.

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    1. La cosa es que cuando leí "Las sillitas rojas" conecté de maravilla. Claro que esta novela es de 2015 y es posible que el paso de los años y el cambio de temática hayan hecho que la novela sea muy diferente.
      Como dice Juan Carlos, "las expectativas creadas por la publicidad editorial no son acordes a la mentalidad de los lectores actuales". Aunque no creo que sea cosa del tiempo pasado sino de un enfoque erróneo. Las novelas podrían estar muy bien como crítica a lo que una sociedad pacata y castrante puede hacer con las personas, a cómo las convierte en marionetas que lo único que buscan es un hombre (cada una de las amigas a su manera), pero es que nos lo venden como la lucha por la independencia de dos mujeres que casi terminan siendo el paradigma de la rebeldía femenina. Claro, cuando vas buscando eso, la cosa cambia y la visión de la novela también.
      Un beso.

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  4. Veo que el personaje de Kate te resulta un tanto irritante, que te ha provocado rechazo, como dices, y encuentras un perfil psicológico que no terminas de encajar en las opiniones de críticos que, en cierto sentido, han orientado tus espectativas hacia algo que no has visto.

    No sé… creo que en toda gran obra (ésta se considera así) hay “lugares” impenetrables para los críticos, y dejan parte del terreno inexplorado, algo íntimo del autor que no tiene correlato en el crítico, porque ha pasado de largo, tal vez esa intermediación del crítico deja algunos cabos sueltos, aún reconociendo que el trabajo del crítico profesional puede ser de gran ayuda al lector (yo lo fío a mi intuición, y a muchos blogs, como el tuyo), la lectura también es una experiencia íntima, y esas han sido tus sensaciones e impresiones, me quedo con tu franqueza.
    Beso, Rosa.

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    1. Como le digo a Gerardo, puede que el error no esté en la novela, sino en un enfoque erróneo de la crítica o de la publicidad que hace que busquemos algo que está muy lejos de existir en la novela. Si se le hubiera dado otro sesgo al significado de la novela puede que mi opinión fuera distinta. Si en lugar de dos chicas que se rebelan contra las circunstancias y luchan por su independencia me hubieran hablado de dos víctimas de esas mismas circunstancias, incapaces de sustraerse a ellas aun cuando ya han puesto tierra por medio, la cosa pintaría de otra forma. Aunque la nula empatía con el personaje creo que hubiera sido la misma.
      Un beso.

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  5. Sigo sin estrenarme con la autora, no me da la vida para todo lo que quiero leer... Muchos besos.

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    1. Hay mucho más para leer que tiempo para leerlo. Hay que asumir que muchas cosas quedarán en el limbo.
      Un beso.

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  6. Yo me llevé un tremendo batacazo con Las sillitas rojas y me propuse leer la famosa trilogía de esta autora para resarcirme. Tengo en el estante Las chicas de campo pero aún no he logrado animarme. No sé, no te voy a engañar, tú no me has dado hoy en empujón que necesito.
    Un beso

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    1. A mí, sin embargo, "Las sillitas rojas" me gustó mucho y fue el libro que me hizo leer estos dos, porque ya los tenía apuntados y me animé con ellos. Y es con estas dos novelas con las que me he llevado el batacazo.
      No me extraña que tras leer mi opinión no te animes a leer la trilogía, pero ya sabes que los gustos son muy variables.
      Un beso.

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  7. Hola Rosa, como ya comenté en tu anterior reseña no he leído nada de la autora y tenía mucha curiosidad por esta trilogia de la que he visto muy buenas opiniones, pero tu reseña me ha quitado las ganas, ese comportamiento que comentas de la protagonista seguro que a mi me pone de los nervios y no se si el hecho de que este bien escrito me compensaría. Igual la culpa no la tiene la escritora sino la publicidad que se hizo de la trilogía. Posiblemente quisiera mostrar como eran las mujeres de esa época y esa situación, sin querer ponerlas como ejemplo de nada y lo demás lo hicieran los críticos y " entendidos". No lo sé. Lo seguro es que voy a tomarme un tiempo para decidir si la voy a leer o no. Gracias por la reseña, aunque me has complicado un poco la decisión de leerla o no. Besinos.

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    1. Creo que a mí algo me ha compensado el que esté bien escrito porque de no ser así, lo hubiera abandonado al poco de empezarlo.
      Es posible que la idea de la autora fuera distinta de la que los críticos han intentado hacernos ver o la publicidad de la editorial. Creo que la autora intentaba más bien dar idea de lo que ella había tenido que vivir en su adolescencia y juventud, posiblemente sin más valoraciones que habrán sido añadidas luego por sujetos ajenos a ella. Puede que leídas con esa idea la opinión cambie.
      Un beso.

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  8. No sé qué decirte, Rosa, pero el título de la tercera novela no promete mucho y me da que no va a ser muy irónico.
    Reconozco que los personajes femeninos como Kate me ponen un pelín nerviosa y no puedo mucho con ellos. Y puede ser que parte del problema con estas novelas sea cómo se las quiere vender cuando en realidad no están retratando a chicas rompedoras sino a chicas de la época. Tampoco me gusta el enfoque del personaje de Baba aunque en esta segunda novela tenga menos protagonismo. Puede que sea más echada para adelante pero al final solo parece buscar un hombre que le solucione la vida. Es como ese falso feminismo que cree que con la liberación sexual de las mujeres ya está todo conseguido. Y no niego que existieran y que aún sigan existiendo mujeres como Kate y como Baba y por supuesto y por qué no van a tener su espacio en la literatura, pero que nos quieran vender eso como revolucionario, adelantado a su tiempo y feminista creo que con eso no tragamos.
    No dudo que estas novelas estén maravillosamente escritas, puesto que ya he leído a la autora, pero creo que me iban a causar la misma sensación que a ti si las leyera, así que las dejaré pasar.
    Besos

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    1. Cierto que el título de la tercera indica que puede ser más de lo mismo. Creo que me tomaré bastante tiempo antes de decidirme a leerlo si es que me decido.
      Baba busca a un hombre de forma frívola. Se puede decir que es lo que en aquellos tiempos se consideraba una "fresca" o una "chica fácil". Ella no busca enamorarse sino un hombre que la invite a buenas consumiciones y a buenos locales y espectáculos. Si de ahí sale un matrimonio, tanto mejor, aunque casarse no me parezca una de sus prioridades inmediatas. Kate se enamora continuamente y muestra una total sumisión, aunque disfrazada de rebeldía cada vez que sufre un ataque de celos o se siente un poco abandonada y entonces monta escenas épicas.
      Como personajes literarios, efectivamente, no están mal, pero cuando esperas otra cosa te choca mucho.
      Un beso.

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  9. Teniendo en cuenta el argumento de esta novela de carácter tan personal, puesto que la trilogía en si (Las chicas del campo), representa una especie de diario o biografía novelada de esas primeras etapas de la vida de la autora, que en esos años de mitad del siglo pasado, representó un gran escándalo para esa puritana Irlanda aferrada a los prejuicios católicos... Bueno, comprendo que no te atraiga mucho semejante contenido, por muy bien escrito que esté, pues Edna O'Brien, creo que representa todo un icono dentro de la literatura irlandesa.
    Personalmente tampoco representa una lectura que me atraiga demasiado, por lo que la dejo pasar y no espero que la tercera entrega supere a ninguna de las anteriores.
    Un beso.

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    1. No conseguí entender el escándalo en la primera novela. Tal vez, lo he conseguido un poco más en esta segunda, pero tampoco mucho, la verdad. Tampoco sé hasta qué punto se ajusta a la realidad de las vivencias de la autora, aunque eso no tiene mayor importancia. Más o menos verídico, ella sabía cómo era la vida en aquellos tiempos y seguro que su visión de estas chicas se ajusta perfectamente. Ese es el problema, que son las chicas esperables en un entorno como el que se nos narra y por ningún lugar se ve a las chicas adelantadas a su tiempo y rebeldes que se nos ha vendido y que una espera encontrar.
      Un beso.

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    2. Rosa y Estrella.
      Dos mujeres que escriben reseñan los momentos de los libros y quizás son mucho más que eso.
      Mi admiración hacia uds MUJERES

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  10. Hola.
    Creo que lo que ha pasado es lo qu edices al final, que le dan un enfoque que en realidad no tiene. Si lo vendieran como un retrato de una chica de la época pues lo asumirías, te podría gustar o no, pero te parecería normal porque era la época. Pero que digan que fue un escándalo y en el fondo sea tan sumisa decepciona.
    Muy feliz semana.

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    1. La verdad es que después de leer leído "Las sillitas rojas" y con las buenas críticas de la trilogía, el sentimiento ha sido de decepción. No sé si es culpa de la crítica, de la publicidad editorial... o mía por no saber sacarle su esencia, pero si termino leyendo el tercero será por la curiosidad de averiguar si algo cambia y la cosa mejora.
      Un beso.

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  11. Me gusta Kate y su nombre Conozco muchas Kate de la misma edad y de otro tiempo, el de ahora, te diría que son casi indomables libres sin prejuicios .

    . Te felicito por tu personalidad que traspasa l libro.

    Me encantaria hacer una novela de vos de lo poco que te conozco y lo mucho que te entiendo. Felicitaciones Mujer eres una maravilla.....

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    1. Creo que yo daría para muy poca novela. Pero hasta esta que no ha sido muy de mi agrado resulta más interesante.
      Un beso.

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  12. ¡Hola, Rosa! Bueno, es que me parece que la estrategia comercial del "libro que escandaliza a la iglesia" siempre ha funcionado. Montas la de Dios es Cristo, y con ello tienes la venta asegurada. Y además de la venta, ese posicionamiento ideológico de que como es un libro "polémico" pues es bueno. El análisis crítico estrictamente literario queda oculto, al menos hasta que el tiempo pone cada cosa en su sitio. La verdad es que ni el argumento, ni la opinión negativa que tan bien razonas me animan a leerlo en esta vida. Un fuerte abrazo!

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    1. No sé si todo resulta publicidad o realmente sucedieron esos hechos. Puede ser que en aquella época, en Irlanda, las cosas estuvieran así. Y es cierto que en este libro se puede ver cierta crítica a la Iglesia, pero desde luego no en el primero.
      Muy bien escrito en todo caso.
      Un beso.

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  13. Chica, qué paciencia, yo habría abandonado con el primer libro y no me habría arriesgado a que se confirmaran las primeras sospechas.
    Respecto a opiniones positivas que no cuadran, yo estoy más que acostumbrada. Bienvenida, al club ;)
    Un besote.

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    1. Es que me venía bien recomendado por gente de la que me fío mucho y quería comprobar si mi sensación tras el primer libro se mantenía en el segundo. Y es posible que lo compruebe con el tercero. Afortunadamente no son muy largos y se leen en poco tiempo. De tener quinientas páginas, me lo habría pensado mejor.
      Un beso.

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  14. Pues si te produce rechazo el titulo de esta segunda entrega, el de la tercera a mí me resulta ridículo y ñoño.
    Ignoro la moral dominante en la Irlanda de los años sesenta (he visto que la primera edición de esta novela es del 62, así que la pirmera debió de ser uno o dos años anterior), pero, aunque fuera una sociedad muy conservadora y religiosa, por lo que cuentas y describes, resulta muy exagerado, casi descabellado, considerar moralmente reprobable y escandaloso el comportamiento de esas chicas. Que una novela dé lugar a airadas críticas o comnetarios por su contenido erótico-sexual es un buen señuelo para las ventas. Y si no, mira el caso de la trilogía de Las cincuenta sombras de Grey, cuyo público lector, si no voy errado, fue mayoritariamente femenino.
    Esat trilogía no me atrae en absoluto. Es un alivio no tener que anotar más lecturas a mi ya saturada lista de pendientes, ja,ja,ja.
    Un beso.

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    1. Por eso digo que espero que el título de la tercera sea irónico, aunque me temo...
      La verdad es que cuando uno sale de un blog sin añadir nada a la infinita lista de pendientes, se siente aliviado. Claro que cuando se lee algo que atrae mucho, también es un placer.
      Ja ja, ahora que mencionas las cincuenta sombras, yo no tenía muchas ganas de leerlo como me pasa con los libros muy mediáticos, pero alguien me dijo que una amiga suya se había leído los tres libros de un tirón, que no podía parar de leer. Me animé y no pude pasar de la página cincuenta. Qué tostón por dios.
      En comparación esta trilogía es de Nobel. Como muestra de lo que una sociedad represiva puede hacer con sus miembros, no está nada mal.
      Un beso.

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  15. Hola! Cómo estas? Acabo de terminar el segundo volumen y quisiera destacar un punto a mi manera de ver las cosas. Tanto este libro como la trilogía en sí ha sido publicada y contextualizada mayormente en los años 60, es decir en una década que es un umbral de cambios sociales. Si bien, esta literatura NO es DISRUPTIVA, pone sobre la mesa conversaciones que hoy están super vivas pero en ese momento no. Tal es el caso del planteo de abortar (en Baba), vivir en pareja con un hombre casado, o mostrar el sufrimiento que implica llevar una relación asimétrica (vínculos desiguales muy comunes en aquellos años). Me parece que esta es una fortaleza de la obra si lo vemos como una representación de lo que se vivía. Abrazo y hermosísima cuenta! (Yo sí leeré el tres jeje)

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    1. Hola, Andrea. Gracias por pasarte por el blog y comentar. Como digo en mi entrada tal vez haya sido la opinión de algunas críticas que he leído lo que me ha puesto en contra (hasta cierto punto) del libro. Las situaciones que plantea, como esa chica viviendo con un hombre mayor y pendiente siempre de él y dependiente de él para todo, podría haber sido una buena forma de mostrar el mundo en la Irlanda de los sesenta, pero que me la hayan querido vender como novela feminista y adelantada a su época es lo que no admito. Tal vez la autora sólo pretendió darnos su visión crítica de la historia y siendo así, vale. Te agradezco el comentario porque tenía bastante olvidada la tercera parte y puede que ahora la lea con otra visión.
      Un abrazo.

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