"Carthage" Joyce Carol Oates
Últimamente, la alergia me da poca tregua, lo que hace que gran parte de mis horas de lectura se conviertan en horas de sueño inducido por la medicación. Es por ello por lo que llega uno de mis días de publicación y me encuentro sin nada para poder hacerlo. Pensaba pasar y no publicar, pero entonces me he dado cuenta de que tengo una sección denominada La segunda oportunidad a la que hace mucho tiempo que no le he dado bola.
Tras la publicación de mi entrada sobre "Persecución", la última novela de Joyce Carol Oates, he visto el interés que las novelas de esta autora causan en algunos de los que me seguís y he querido rescatar una de las que más me han gustado y que se quedó en su momento con pocas visitas y muy pocos comentarios.
La publico tal y como la escribí hace ya casi cinco años. Tan solo he hecho alguna modificación de diseño para adaptarla al estilo actual del blog por lo que algún contenido puede estar un poco fuera de contexto. Lo solucionaré con alguna nota al pie. Espero que la disfrutéis.
Cuando hice la reseña de "Mujer de barro" de Joyce Carol Oates ya dije que no era su novela más reciente, que tenía otra posterior, y citaba una entrevista hecha a la autora con motivo de esta última publicación que no es otra que "Carthage"*.
Por fin le ha llegado su momento, la he leído y debo decir que, como siempre, ha cubierto todas mis expectativas y es que Joyce Carol Oates nunca me ha defraudado. Incluso en sus incursiones por el mundo de la fantasía, como en su "Saga gótica" de la que sólo he leído "Bellefleur" y "Las hermanas Zinn", reconozco que el hecho de que me hayan resultado un poco pesadas, es más bien culpa mía: no me gusta la fantasía gótica; pero la autora demuestra en cada línea de cada página su maestría para crear mundos y personajes exclusivos y maravillosos.
Si "Mujer de barro" estaba ambientada en Ithaca, ésta lo está en Carthage, aún más al norte (unos 275 kilómetros), aún más cerca de la frontera con Canadá, al oeste y mucho más cerca de los montes Adirondacks que ya habíamos conocido allí. Son ciudades con nombres míticos que parecen sacados de historias del pasado. Se prestarían mucho a ser invenciones de la autora, pero existen. Están al norte del estado de Nueva York, entre bosques verdes y lagos azules o grises de un tamaño tan inmenso que no tienen fin, su horizonte carece de accidentes, recuerdan vastos océanos, pero sólo son lagos, los lagos que separan Estados Unidos de Canadá. Los mismos lagos que se irán secando a medida que la zona se eleve (si el cambio climático no lo impide).
Son ciudades pequeñas, donde se conoce todo el mundo, donde cualquier suceso que se salga de lo normal, por poco que sea, cobra carácter de acontecimiento, de noticia para comentar en cualquier lugar donde se reúnan dos o más personas, y más aún si el suceso es la desaparición de la hija pequeña de los Mayfield, Cressida. Porque Zeno Mayfield, el padre, es un abogado muy conocido en la ciudad, de la que fue alcalde, y Cressida es la hija menor, "la lista", en contraposición a su hermana Juliet que es "la guapa"; porque enseguida se baraja como causa más probable el asesinato por parte de Brett Kincaid, veterano de la guerra de Irak de donde volvió mutilado física y psíquicamente y, lo más morboso, ex prometido de Juliet. Y contado así, puede parecer una novela rosa con tintes truculentos, una mala novela de asesinatos, traiciones y envidias, pero en manos de una buena escritora puede ser también una novela sobre la soledad humana, sobre la frustración, sobre el miedo al rechazo, sobre la envidia y la traición, sobre el perdón o su imposibilidad (o su inutilidad)... sobre el ser humano en una palabra.
Y es la novela que Joyce Carol Oates escribe cada vez que escribe una novela, o la novela que va construyendo con todas sus novelas. Y no hay nada que me guste más que esos escritores que nos cuentan siempre la misma historia disfrazada de diferentes argumentos; la misma historia en la que profundizan con cada nuevo libro y de la que van sacando hasta el matiz más nimio y recóndito.
Esta novela trata de personajes atrapados en su propia realidad hecha de inseguridades y frustraciones y celos y soledad. Cressida vive tensa y acomplejada. Se siente poco querida y se refugia en el sarcasmo, el cinismo e incluso la crueldad. Cressida desea huir de sí misma y de su familia y de su ciudad y finalmente lo consigue... aunque, tal vez, solo tal vez, no como esperaba.
Brett Kincaid tal vez no se habría alistado de no ser por su padre, pero "el sargento de primera clase Graham Kincaid había luchado en la primera guerra del Golfo, desde agosto de 1990 hasta marzo de 1991" y aunque había abandonado a su mujer y a su hijo cuando Brett era un niño, éste tiene la necesidad de que su padre se sienta orgulloso de él. Brett Kincaid asistió en Irak a demasiada violencia y no siempre en actos de guerra, y no siempre causada por "los malos"; Brett Kincaid esconde algún secreto, vio algo que no debía haber visto y en el suceso que le causó las heridas y lo devolvió a su casa herido y trastornado hay algo turbio, algo de lo que no se habla, algo que ni él mismo conoce bien. Brett Kincaid también desea huir de sí mismo y pagar deudas reales o imaginarias. Se siente culpable de un asesinato y en su cabeza, lo uno se mezcla con lo otro y los medicamentos y el alcohol no ayudan.
Son personajes sumidos en el dolor de la pérdida, divididos entre el perdón necesario a la conciencia cristiana y la imposibilidad del perdón ante la magnitud del perjuicio y la traición.
Para Zeno, no hay perdón posible. Él no es religioso y ni siquiera se lo plantea. No puede perdonar al asesino de su hija y la condena de "diez a quince años" le parece insuficiente. No querría la pena de muerte "porque Zeno no creía en la pena de muerte. Ni siquiera para el brutal y despiadado asesino de su hija". Se hubiera conformado con la cadena perpetua.
Arlette busca consuelo a la desaparición de su hija en la ayuda a los demás, a pesar de que Cressida se burlaba, con su cinismo habitual, de esa necesidad de altruismo "parafraseando una observación de W. H. Auden: «Estamos en la tierra para ayudar a otras personas. Pero para qué están aquí las otras personas, eso no lo sabe nadie»". Su generosidad y entrega encuentran su culminación perdonando a Brett y yendo a visitarlo a la cárcel.
Juliet es, quizás, el personaje más trágico de la novela. No solo ha perdido a su hermana, sino también a su prometido. Ha perdido los hijos que hubiera tenido con él y aunque se ha casado y es aceptablemente feliz, es incapaz de perdonar a su propia hermana; no puede dejar de pensar que le ha arruinado la vida, la ha obligado a una vida de parche que tapa malamente las heridas, sin curarlas ni aliviarlas. Y es que no puede dejar de pensar, y con ella tal vez los lectores, que su hermana es la culpable de todo lo sucedido, y los demás, el cabo Brett incluido, sus víctimas.
Y también es una novela contra la guerra; contra la necesidad de patriotismo que sienten muchos jóvenes, que sintieron tras el 11 de Septiembre de 2001, y que les llevó, en muchos casos, a entregar su juventud, su salud mental y su vida por su país, pero, "¿Qué país? Casi ninguno de los hijos e hijas de los dirigentes políticos se alistaban en las fuerzas armadas. Ni los jóvenes con estudios universitarios. Ya en 2002 cualquiera se daba cuenta de que en la guerra pelearían los miembros de una clase de marginados, supervisados por el Ministerio de Defensa". Así es que cuando Zeno ve a Brett Kincaid con su uniforme de gala, apuesto y feliz del brazo de su hija, en la fiesta de despedida para los chicos que se van a Irak, no puede dejar de pensar "Dios del cielo. No dejes de tu mano a este pobre chico, tan buena persona y tan bobo. [...] Se paga un precio demasiado alto por ser estúpido"
* La reseña original está hecha en 2015 y por entonces, este era el libro más reciente de la autora publicado en España.
Título del libro: Carthage
Autora: Joyce Carol Oates
Nacionalidad: Estados Unidos
Título original: Carthage
Traducción: José Luis López Muñoz
Editorial: Alfaguara
Año de publicación: 2014
Año de publicación original: 2014
Nº de páginas: 544
Tras la publicación de mi entrada sobre "Persecución", la última novela de Joyce Carol Oates, he visto el interés que las novelas de esta autora causan en algunos de los que me seguís y he querido rescatar una de las que más me han gustado y que se quedó en su momento con pocas visitas y muy pocos comentarios.
La publico tal y como la escribí hace ya casi cinco años. Tan solo he hecho alguna modificación de diseño para adaptarla al estilo actual del blog por lo que algún contenido puede estar un poco fuera de contexto. Lo solucionaré con alguna nota al pie. Espero que la disfrutéis.
Por fin le ha llegado su momento, la he leído y debo decir que, como siempre, ha cubierto todas mis expectativas y es que Joyce Carol Oates nunca me ha defraudado. Incluso en sus incursiones por el mundo de la fantasía, como en su "Saga gótica" de la que sólo he leído "Bellefleur" y "Las hermanas Zinn", reconozco que el hecho de que me hayan resultado un poco pesadas, es más bien culpa mía: no me gusta la fantasía gótica; pero la autora demuestra en cada línea de cada página su maestría para crear mundos y personajes exclusivos y maravillosos.
Si "Mujer de barro" estaba ambientada en Ithaca, ésta lo está en Carthage, aún más al norte (unos 275 kilómetros), aún más cerca de la frontera con Canadá, al oeste y mucho más cerca de los montes Adirondacks que ya habíamos conocido allí. Son ciudades con nombres míticos que parecen sacados de historias del pasado. Se prestarían mucho a ser invenciones de la autora, pero existen. Están al norte del estado de Nueva York, entre bosques verdes y lagos azules o grises de un tamaño tan inmenso que no tienen fin, su horizonte carece de accidentes, recuerdan vastos océanos, pero sólo son lagos, los lagos que separan Estados Unidos de Canadá. Los mismos lagos que se irán secando a medida que la zona se eleve (si el cambio climático no lo impide).
Son ciudades pequeñas, donde se conoce todo el mundo, donde cualquier suceso que se salga de lo normal, por poco que sea, cobra carácter de acontecimiento, de noticia para comentar en cualquier lugar donde se reúnan dos o más personas, y más aún si el suceso es la desaparición de la hija pequeña de los Mayfield, Cressida. Porque Zeno Mayfield, el padre, es un abogado muy conocido en la ciudad, de la que fue alcalde, y Cressida es la hija menor, "la lista", en contraposición a su hermana Juliet que es "la guapa"; porque enseguida se baraja como causa más probable el asesinato por parte de Brett Kincaid, veterano de la guerra de Irak de donde volvió mutilado física y psíquicamente y, lo más morboso, ex prometido de Juliet. Y contado así, puede parecer una novela rosa con tintes truculentos, una mala novela de asesinatos, traiciones y envidias, pero en manos de una buena escritora puede ser también una novela sobre la soledad humana, sobre la frustración, sobre el miedo al rechazo, sobre la envidia y la traición, sobre el perdón o su imposibilidad (o su inutilidad)... sobre el ser humano en una palabra.
Y es la novela que Joyce Carol Oates escribe cada vez que escribe una novela, o la novela que va construyendo con todas sus novelas. Y no hay nada que me guste más que esos escritores que nos cuentan siempre la misma historia disfrazada de diferentes argumentos; la misma historia en la que profundizan con cada nuevo libro y de la que van sacando hasta el matiz más nimio y recóndito.
Esta novela trata de personajes atrapados en su propia realidad hecha de inseguridades y frustraciones y celos y soledad. Cressida vive tensa y acomplejada. Se siente poco querida y se refugia en el sarcasmo, el cinismo e incluso la crueldad. Cressida desea huir de sí misma y de su familia y de su ciudad y finalmente lo consigue... aunque, tal vez, solo tal vez, no como esperaba.
Brett Kincaid tal vez no se habría alistado de no ser por su padre, pero "el sargento de primera clase Graham Kincaid había luchado en la primera guerra del Golfo, desde agosto de 1990 hasta marzo de 1991" y aunque había abandonado a su mujer y a su hijo cuando Brett era un niño, éste tiene la necesidad de que su padre se sienta orgulloso de él. Brett Kincaid asistió en Irak a demasiada violencia y no siempre en actos de guerra, y no siempre causada por "los malos"; Brett Kincaid esconde algún secreto, vio algo que no debía haber visto y en el suceso que le causó las heridas y lo devolvió a su casa herido y trastornado hay algo turbio, algo de lo que no se habla, algo que ni él mismo conoce bien. Brett Kincaid también desea huir de sí mismo y pagar deudas reales o imaginarias. Se siente culpable de un asesinato y en su cabeza, lo uno se mezcla con lo otro y los medicamentos y el alcohol no ayudan.
Son personajes sumidos en el dolor de la pérdida, divididos entre el perdón necesario a la conciencia cristiana y la imposibilidad del perdón ante la magnitud del perjuicio y la traición.
Para Zeno, no hay perdón posible. Él no es religioso y ni siquiera se lo plantea. No puede perdonar al asesino de su hija y la condena de "diez a quince años" le parece insuficiente. No querría la pena de muerte "porque Zeno no creía en la pena de muerte. Ni siquiera para el brutal y despiadado asesino de su hija". Se hubiera conformado con la cadena perpetua.
Arlette busca consuelo a la desaparición de su hija en la ayuda a los demás, a pesar de que Cressida se burlaba, con su cinismo habitual, de esa necesidad de altruismo "parafraseando una observación de W. H. Auden: «Estamos en la tierra para ayudar a otras personas. Pero para qué están aquí las otras personas, eso no lo sabe nadie»". Su generosidad y entrega encuentran su culminación perdonando a Brett y yendo a visitarlo a la cárcel.
Juliet es, quizás, el personaje más trágico de la novela. No solo ha perdido a su hermana, sino también a su prometido. Ha perdido los hijos que hubiera tenido con él y aunque se ha casado y es aceptablemente feliz, es incapaz de perdonar a su propia hermana; no puede dejar de pensar que le ha arruinado la vida, la ha obligado a una vida de parche que tapa malamente las heridas, sin curarlas ni aliviarlas. Y es que no puede dejar de pensar, y con ella tal vez los lectores, que su hermana es la culpable de todo lo sucedido, y los demás, el cabo Brett incluido, sus víctimas.
Y también es una novela contra la guerra; contra la necesidad de patriotismo que sienten muchos jóvenes, que sintieron tras el 11 de Septiembre de 2001, y que les llevó, en muchos casos, a entregar su juventud, su salud mental y su vida por su país, pero, "¿Qué país? Casi ninguno de los hijos e hijas de los dirigentes políticos se alistaban en las fuerzas armadas. Ni los jóvenes con estudios universitarios. Ya en 2002 cualquiera se daba cuenta de que en la guerra pelearían los miembros de una clase de marginados, supervisados por el Ministerio de Defensa". Así es que cuando Zeno ve a Brett Kincaid con su uniforme de gala, apuesto y feliz del brazo de su hija, en la fiesta de despedida para los chicos que se van a Irak, no puede dejar de pensar "Dios del cielo. No dejes de tu mano a este pobre chico, tan buena persona y tan bobo. [...] Se paga un precio demasiado alto por ser estúpido"
Título del libro: Carthage
Autora: Joyce Carol Oates
Nacionalidad: Estados Unidos
Título original: Carthage
Traducción: José Luis López Muñoz
Editorial: Alfaguara
Año de publicación: 2014
Año de publicación original: 2014
Nº de páginas: 544
No sufro de alergia, pero sé por familiares que es una putada, más aún en esta época del año... En fin, hay que llevarla lo mejor posible.
ResponderEliminarEs otra autora que tengo pendiente, pues me recomendaron "Un jardín de placeres terrenales" hace ya bastante tiempo.
Cuidate mucho.
Un abrazo.
Muchas gracias, Sofía. la verdad es que mis horas de leer son después de comer y por la noche en la cama y estos días caigo como un leño y apenas leo.
EliminarEsta autora es de lo más interesante. Leí "Un jardín de placeres terrenales" en 2013 y recuerdo muy poco porque al no tener blog y no hacer reseña, mi memoria olvida muy deprisa. Lo que sí recuerdo es que, como todos los libros de la autora, me gustó. Y no fue de los que menos.
Un beso.
Hola, fue la primera novela que leí de la autora y me gustó mucho, no será de las mejores, pero gracias a ella la descubrí y ya he leído unas cuantas. Besinos
ResponderEliminarYo creo que sí es de las mejores. Al menos a mí es de las que más me ha gustado. Ese es el recuerdo que me quedó porque hace ya casi cinco años que la leí y la recuerdo muy vagamente. Creo que sería una de las que me plantearía releer.
EliminarUn beso.
No he leído nada de la autora. Mi marido sufre también alergia y es un rollo, mucho ánimo. Besos.
ResponderEliminarMuchas gracias. Si tienes en casa un caso de alergia ya sabes lo que es. Es una gran autora que siempre recomiendo.
EliminarUn beso.
Me gusta muchísimo esta autora y le soy fiel hace años. De todas formas, como es tan prolífica, aún me quedan libros suyos por leer y este es uno de ellos que no obstante ya tenía apuntando hace tiempo. Viendo que también te gustó mucho en su momento lo voy a reactivar en mi lista de deseos.El último que he leído es Qué fue de los Mulvaney en una reedición ya que en su primera publicación no lo había leído.
ResponderEliminarBesos
Lo peor es que una gran parte de su ingente obra están sin publicar en español. La primera referencia que tuve de la autora fue por "Qué fue de los Mulvaney" cuando salió en 1996. Lo apunté, pero se quedó sin comprar y luego fui leyendo otros libros de la autora y cuando quise hacerme con ese, estaba descatalogado. Lo conseguí en préstamo interbibliotecario. Ahora ando detrás de "Niágara" que tampoco hay forma de encontrarlo. A ver si salimos de la cuarentena definitivamente y me acerco a la biblioteca.
EliminarUn beso.
Lo principal, Rosa, es curarte o al menos cuidar de tu alergia, ¡vaya dolencia puñetera! ¡Ah, no hagas caso de los hechizos que vende el Unknown anterior a mí <-- ¡vaya coñazo que son estos comentarios spam que dejan, imagino que bots o máquinas de esas!
ResponderEliminarMe gusta el asunto de esta "Carthage". He de retornar a Joyce Carol Oates. Gracias por recordármelo.
Un beso
Ya he eliminado al Unknown. Son como una pesadilla.
EliminarUna magnífica novela que te recomiendo. Es una autora para leerla de cabo a rabo, aunque la cantidad de obra publicada (y hablo solo de novelas, en el resto ni me meto) y lo mucho que no se ha traducido lo hace imposible. Habrá que contentarse con lo que está disponible.
Un beso.
Hola.
ResponderEliminarAy la alergia...yo tengo un montón pero cosa curiosa, con los años me ha mejorado mucho y puedo hacer un avida bastante normal. Mucho ánimo que a mí la medicación me tumbaba, era horrible.
Como siempre, una reseña de diez, da igual que sea de 2015, 2020 o 2040, siempre son de diez.
Muy feliz miércoles.
A mí también me ha mejorado mucho con los años y, sobre todo desde que vivo en Cantabria. Se ve que las gramíneas son menos y la humedad ambiental también ayuda. Cuando vivía en León tenía que dormir con el ventolín debajo de la almohada de marzo a julio. Al menos eso se acabó. Las pastillas me lo controlan muy bien, pero en cuanto me siento a leer, me quedo frita.
EliminarGracias por tus palabras. espero seguir escribiendo reseñas en 2040, ja ja.
Un beso.
Buen día, Rosa.
ResponderEliminarSi te sirve de consuelo yo estoy en pleno proceso alérgico por las gramíneas y encima la pastilla para evitar los síntomas tampoco tiene demasiada eficacia. Me gusta la autora de la novela reseñada hoy y la temática de la novela. Los núcleos pequeños de población dan mucho juego para crear historias interesantes.
Un beso y a cuidarse!
A mí, afortunadamente, efecto me hace, pero en todos los sentidos. Me quita la alergia y en cuanto me siento, me quedo frita. Procuro tomar en días alternos y de momento me sirve.
EliminarLa autora siempre ubica sus historias en ciudades pequeñas de Nueva York, similares a aquella en que ella nació. Conozco la zona y doy fe de que son lugares con mucho encanto, pero en los que vivir te tiene que poner a merced de todo el vecindario, para lo bueno y para lo malo.
Un beso.
Me fijé en esta novela cuando se publicó y al final se quedó sin leer. Sigue interesándome pero si nada lo remedia creo que finalmente lo próximo que leeré de la autora será Un libro de mártires americanos. Espero no demorarme porque soy capaz de cambiar de idea, que me conozco. De todas formas, tú sigue publicando reseñas sobre Oates, que así acrecientas mis ganas de leerla y la mantienes viva en mi recuerdo.
ResponderEliminarBesos y que te mejores.
"Carthage" es también de las mejores, pero el tema de "Un libro de mártires americanos" es de los que Dan mucho juego y creo que la autora lo trata de manera impecable. Termino la novela y no sé si está a favor o en contra. Creo que eso tiene mucho mérito. Espero que lo leas pronto y poder leer tu opinión.
EliminarUn beso.
Solo he leído de esta autora el libro sobre Marilyn pero sí que me parece muy interesante. Gracias por rescatar esta propuesta, Rosa. Me la apunto 😉
ResponderEliminarEl libro sobre Marilyn, "Blonde", está muy bien, pero no es de los que más me han gustado. Sí lo es este, sin embargo. Es una autora tan fascinante que me tiene enganchada.
EliminarUn beso.
Hay que darse una tregua de vez en cuando, la primavera es agotadora para los alérgicos que cada vez más somos legión. Yo tengo años que apenas lo noto y otros...Mi hijo pequeño lo lleva peor el pobre porque su cuerpecillo se altera mucho. Con Joyce Carol Oates ya nos tienes a todos tus seguidores convencidos, el dilema es qué titulo elegir porque parecen todos buenos. Espero hacerle un hueco en breve.
ResponderEliminarUn abrazo y cuídate.
Sí, cada año viene distinto, pero este ya habían anunciado que venía fuerte y así está siendo. Los niños suelen sufrir las alergias con más intensidad. Yo con los años he mejorado. Cuando empecé con esto tenía unos catorce años y lo pasaba fatal.
EliminarPor si te sirve de ayuda, si yo fuera tú, empezaría por "Qué fue de los Mulvaney" que es por donde yo tenía que haber empezado en 1996, cuando se publicó y tomé nota de él. Finalmente no lo he podido leer hasta 2017 cuando lo conseguí en la biblioteca por estar descatalogado. Afortunadamente, acaba de ser reeditado. Ya me contarás si te animas.
Un beso.
SE supone que con el uso de las mascarillas los alérgico sufriréis menos, ¿? Pregunto. Yo no soy alérgica pero tiene su lógica no. En cuanto a la autora, cualquier libro que reseñes me vendrá bien. No he leído nada suyo y aunque tengo algún otro pendiente, este lo sumo a la lista. Besos
ResponderEliminarEs un mecanismo este de la mascarilla que ya había puesto en práctica antes del coronavirus, pero sin mucho éxito. Vivo en un pueblo y el polen está por todas partes. No puedes estar con la mascarilla mucho tiempo porque además la alergia causa dificultades para respirar, aparte de que con la congestión nasal el incomodísimo. Lo mejor es la pastilla que te quita la alergia, pero hace que te quedes dormida en cuanto te sientas un rato.
EliminarEs una gran autora de la que tengo un montón de reseñas porque me gusta mucho desde que la descubrí. Cualquiera de sus novelas me parece adecuada para iniciarse en ella.
Un beso.