"El olor de la lluvia en los Balcanes" Gordana Kuić
«"Pur luque djustu las hijas mías cali qui sean las primeras?" Se preguntaba Ester entre suspiros, pero con un oculto orgullo». Sí, así, en ladino, la lengua que arrastran desde su expulsión de España los judíos sefardíes, se lamentaba Ester «¿Por qué justo mis hijas hace falta que sean las primeras?» nos traduce en nota al pie de página el traductor, Goran G. Gallarza. Y es que, para vergüenza no desprovista de orgullo de Ester Salom, sus hijas han salido poco convencionales. Tan solo Laura, apodada Buka, la mayor, se casó con un judío como mandan las leyes para preservar la supervivencia del pueblo judío. De las otras cuatro, Nina, Klara, Riki y Blanki, ninguna fue capaz de seguir lo establecido. La que no se casa con un croata católico, lo hace son un serbio ortodoxo de ascendencia croata o con un serbio herzegovino. Y todo ello a pesar de que «para los judíos las serbias eran coto vedado, al igual que los judíos para las serbias, pero ello no impedía que hubiera amistad entre los chicos de ambas comunidades».
Es Sarajevo y es la época de la Primera Guerra Mundial. De hecho, la novela empieza con el asesinato de Francisco Fernando el 28 de junio de 1914; con los niños pequeños de la familia, Blanki, Riki y Elijas, asistiendo al desfile y contemplando el atentado en primera fila.
La familia Salom era una familia numerosa en la que existía un orden y a pesar de que aquel orden no favorecía mucho a Blanki, ella pensaba que era necesario que cada uno en la casa tuviera su lugar. Por entonces, «Blanki se ocupaba del pequeño Elijas y papá, del mayor, Isak, apodado Atleta. Y Riki, mimosa y mimada por todos, era la única de la que se ocupaba todo el mundo». Unos cuidaban a otros y todos tenían su misión. También las hermanas mayores. Burka les enseñaba a leer, escribir y hablar correctamente el serbio; Nina y Klara, que ya trabajaban, les daban algún dinero a los pequeños; papá Leon les pellizcaba cuando se portaban mal y mamá Ester les contaba las historias de su pueblo.
Así supieron que su familia había sido expulsada de España porque un hombre malo llamado Torquemada quería que cambiaran de Dios. Encontraron refugio en Bosnia donde construyeron su barrio y los turcos los dejaron en paz.
El olor de la lluvia en los Balcanes es un canto de amor a una tierra y a una época. El idílico ambiente familiar con el que empieza se verá alterado por la Gran Guerra que cambiará para siempre la faz de Europa. «La guerra llegó a su fin y cuatro monarquías desaparecieron: la rusa, la austrohúngara, la alemana y la otomana. [...] Bosnia pasó a formar parte del Reino de los Serbios, Croatas y Eslovenos, con el que muchos habían soñado en los Balcanes [...] Muchos opinan que 1918 fue el comienzo del siglo XX». La familia Salom siguió intacta y feliz, a pesar de alguna boda no muy convencional, pero aceptada finalmente por los tolerantes padres.
Y continúa el siglo XX, recién empezado con dieciocho años de retraso. La convivencia se ve fácil en Sarajevo y en toda Yugoslavia. Los matrimonios mixtos son normales y las distintas costumbres respetables. En Bosnia los distintos pueblos «se sentían ligados entre sí. Los musulmanes con el Ramadán, los judíos con la Pesah, los católicos con la Nochebuena y los ortodoxos con las slavas, cada uno toleraba a los demás y aguantaba tácitamente sus costumbres. Mientras los cochinillos daban vueltas asándose en casa de los serbios, expandiendo un aroma que hacía la boca agua, en casa de los judíos se comía kosher y en la de los musulmanes se cocinaba con sebo. Y, por encima de todo eso, reinaba una especie de armonía. Los olores se iban mezclando, dándole a la ciudad su peculiar sabor. Todo se hacía "según los mandamientos de Dios"». Ese Dios que era el mismo tanto si se llamaba Alá, como Yahveh. Aunque también era cierto que «bastaba cambiar una sola tesela de aquel delicado mosaico para provocar que toda la imagen se desmoronase».
Las hermanas Salom van saliendo de casa de sus padres y encontrando su camino en la vida. Casadas con variable fortuna (en ningún caso demasiada), solteras, con amantes, con hijos o sin hijos; en Belgrado triunfando como Riki; en Sarajevo, como Nina o Buka; saltando de una ciudad a otra y de país en país como Klara; visitando a una u otra hermana como Blanki. Así van viviendo el periodo de entreguerras con más o menos fortuna, superando las dificultades y consiguiendo vivir sin atarse a costumbres y tradiciones más de lo aconsejable, pero manteniendo el recuerdo vivo de lo que les ha llevado hasta allí. El recuerdo de alguna tatarabuela (relata Riki a la vuelta de una gira por España) que tal vez miró con lágrimas en los ojos al río Guadalquivir en Sevilla, antes de salir expulsada al ancho mundo sin saber que recalaría en una región montañosa del Imperio otomano llamada Bosnia. «Y luego nos extrañamos de que los sefardíes se mantengan tan unidos. ¿Pues con quién iban a estar si todo les resultaba tan ajeno?».
Pero aquella tesela que bastaba cambiar para que todo el mosaico se viniera abajo finalmente cambió. Vino la Segunda Guerra Mundial y de nuevo, como la arena del desierto, la familia Salom que tanto tiempo llevaba asentada en Sarajevo fue desperdigada por el mundo. Huyendo en su ciudad de los ustachas, fascistas croatas pronazis que invadieron Bosnia; perseguidos en Belgrado por los propios alemanes asentados allí o por los serbios de Cuerpo de Voluntarios, también partidarios de los nazis; escondidos en pueblos, con identidades falsas; a resguardo en Palestina de la que les estaba cayendo en Europa. De formas variadas, la mayoría de los miembros de la familia Salom saldrá con bastante fortuna del conflicto. La mayoría, no todos. Alguno quedará por el camino. Su destino terminada la guerra los llevará a Australia, Nueva York, Palestina... aunque muchos siguen viviendo en la Yugoslavia que ahora ha pasado de ser un Reino a un Estado Prosoviético.
Gordana Kuić |
Gordana Kuić nació en Belgrado en 1942, mientras sus padres, Blanki y Marko permanecían escapados de los ustachas en Bosnia. El olor de la lluvia en los Balcanes fue publicado en 1986 y es, en palabras de su traductor, «una historia de mujeres, fuertes y admirables. Las hermanas conforman un curioso tapiz de personalidades, cada una de ellas, en mayor o menor medida, marcada por su ciudad natal y por la comunidad a la que pertenecen». Y es también una novela sobre la identidad balcánica y la curiosa mezcla de religiones y pueblos que conforman la zona y sobre todo Bosnia donde se mezclan (se mezclaban) serbios, croatas y eslovenos; católicos, ortodoxos, judíos y musulmanes. «[...] existe un sentimiento de identidad balcánica, que se ha mantenido en cada uno de los territorios a lo largo del tiempo, en el mosaico de religiones y costumbres, en el frágil y a la vez perpetuo equilibrio entre comunidades que celebran fiestas distintas, guisan de distinta forma, festejan y ayunan en fechas distintas, pero que dependen las unas de las otras; este sentimiento, tan claro y evidente, pero a su vez tan etéreo e inefable, está presente en muchos aspectos cotidianos descritos en la novela, desde los modismos dialectales a la gastronomía y la música».
No es esta la única novela escrita por la autora. En realidad son siete las novelas en las que cuenta la historia de su familia:
- El olor de Lluvia en los Balcanes (Miris kiše na Balkanu), 1986
- Flores de Tilo en los Balcanes (Cvat lipe na Balkanu), 1991
- Crepúsculo en los Balcanes (Smiraj dana na Balkanu), 1995
- Fantasmas sobre los Balcanes (Duhovi nad Balkanom), 1997
- La Leyenda de Luna Levi (Legenda o Luni Levi), 1999
- El cuento de hadas de Benjamin Baruh (Bajka o Benjaminu Baruhu), 2002
- La Balada de Bohoreta (Balada o Bohoreti), 2006
Me encantaría seguir con la historia de los Salom en la Yugoslavia Soviética, sus vivencias a la caída del Muro y, sobre todo, los acontecimientos que originaron y constituyeron la guerra de los Balcanes en 1992, pero creo que, salvo el título, nada más se ha traducido de ellas. Afortunadamente, he sabido por la propia editorial, con la que me puse en contacto, que ya se está traduciendo la segunda parte.
El olor de la lluvia en los Balcanes ha trascendido el mundo de la letra impresa y en 1991 se estrenó un ballet basado en la novela en la Ópera Nacional de Sarajevo. También se ha adaptado como serie televisiva y obra teatral.
Título del libro: El olor de la lluvia en Los Balcanes
Autora: Gordana Kuić
Nacionalidad: Serbia
Título original: Miris kiše na Balkanu
Nacionalidad: Serbia
Título original: Miris kiše na Balkanu
Traducción: Goran G. Gallarza Čačić
Editorial: Funambulista
Año de publicación: 2020
Año de publicación original: 1986
Nº de páginas: 608
Hola, Rosa. Cómo me gusta todo lo que cuentas sobre esta novela. La historia de Yugoslavia es trágica y muy desconocida y novelada a través de una saga familiar resulta muy interesante. No conocía a la autora pero ya le ha apuntado. Gracias por la recomendación. Un beso.
ResponderEliminarSerá una de mis mejores lecturas de este año. Todo es atractivo, como dices, la familia sefardí, la época de entreguerras, la zona de Yugoslavia y, más concretamente Bosnia y Sarajevo. Es de las de no perderse.
EliminarUn beso.
Buen día, Rosa.
ResponderEliminarEl título e incluso los que continúan la serie son además de llamativos muy sugerentes. Pienso que novelar la historia es la mejor forma de aprender de ella. Y desde luego la historia de los Balcanes y de la extinta Yugoslavia es bastante compleja con el remate final de la última guerra y su descomposición.
Un buen descubrimiento, para mí, el que nos regalas hoy.
Un beso.
El título fue lo primero que me llamó la atención cuando una amiga me habló del libro, porque es precioso.
EliminarY la historia que cuenta lo es más aún. Espero que pronto la editorial vaya traduciendo el resto porque leer lo relativo a la guerra de 1992 me seduce más de lo que sabría explicar. La zona de los Balcanes es uno de los lugares de Europa con una historia más apasionante.
Un beso.
Hola Rosa, el libro me entusiasmó; me lo recomendaron unos buenos lectores y yo, a mi vez, lo sigo recomendando. Así espero que traduzcan pronto alguno más de la autora.
ResponderEliminarQue poco conocemos de la historia de los Balcanes con lo cerca que estamos!
También me apetece leer lo que cuenta de la guerra del 92, ya que lo que he leído en la prensa no me ha aclarado mucho.
Muy buena reseña, me ha gustado mucho leerla. Un abrazo
Me alegro de que hayas disfrutado con la reseña. No te imaginas lo mucho que te agradezco que me dieras a conocer el libro. Es una historia muy buena de un lugar y una época que son de lo más interesante.
EliminarEsperemos que pronto salga el siguiente y sepamos que pasa con las hermanas Salom en la Yugoslavia soviética.
Un beso.
Pues no conocía esta novela. Qué interesante todo lo que cuentas de ella. Bien apuntada me la llevo.
ResponderEliminarBesotes!!!
Interesante y apasionante. El periodo de entreguerras en el Reino de los serbios, croatas y eslovenos es algo a lo que difícilmente se puede una sustraer. Espero que lo disfrutes tanto como yo.
EliminarUn beso.
¡Hola!
ResponderEliminaruna novela muy interesante y adecuada para conocer de primera mano la historia de la antigua Yugoslavia (yo, la verdad es que no sé demasiado) y de Los Balcanes. Es verdad que el título llama la atención, la verdad es que es un título precioso. Yo me conozco y no creo que lo termine leyendo (cuestión de preferencias, ya sabes...) pero me ha encantado conocer tu opinión y la existencia de esta autora, a ver si al final se traducen más de sus novelas por aquí. Dices al final que se adaptó como serie de televisión, la he buscado en bases de datos de cine y series y no la he encontrado, o ¿quizás se le cambió el nombre?
Si hubiera serie, estoy segura de que la vería
Besos
Yo creo que la serie quedó en el ámbito de los países de la antigua Yugoslavia y no se habrá traducido, al menos no al castellano.
EliminarComo dices, es cuestión de preferencias y para mí, pocas cosas puede haber más atractivas que esta historia por le ápoca, el lugar y el tipo de familia de que se trata, pero entiendo que teniendo más de seiscientas páginas, mucho tiene que apetecer para meterse con ella. Yo últimamente he abandonado tres libros, cosa que no hacía desde hace varios años, pero es que cuando la cosa se pone de tal forma que te cuesta ponerte a leer...
Un beso.
Hola, Rosa. Mil gracias por tu reseña, me ha venido genial ya que últimamente me atraen lecturas históricas y la que propones creo que me encantaría, además no sabía de esta autora. Anotada para buscar el libro.
ResponderEliminarBesos y felices lecturas.
Es la primera novela de la autora que se traduce al castellano y yo tampoco la conocía.
EliminarEs magnífica. Yo no soy muy de novela histórica, pero según qué época de la historia. Del siglo XIX para atrás no me suele atraer, pero el periodo de entreguerras me fascina.
Un beso.
Me llevo este libro. Son los que me encantan. Un abrazo!
ResponderEliminarEso me pasó a mí, que en cuanto me hablaron de él me di cuenta de que era de los míos.
EliminarUn beso.
Hola. Me encanta esta autora. Me extrañó cuando me lo regalaron porque había guerra de por medio y saben que suelo huir de ella pero al leerlo entendí por qué. Es maravillosa. Por cómo refleja la cultura y por los personajes. Es una historia con muchísimos matices, llena de vida y personajes fascinantes cada uno a su manera. No sabía que había siete libros más pero celebro que al menos vayan a traducir otro más. Me da pena que no sea más conocida.
ResponderEliminarBesos
Desde luego, hay guerra en la novela, pero hay muchas cosas más, como dices. La familia es de lo más curioso y con esa ascendencia española y en Sarajevo y con toda la historia de la zona que es apasionante y las hermanas... En fin, que es de las que enganchan.
EliminarOjalá pronto esté la siguiente disponible.
Un beso.
Me apunto el libro sí o sí. Los Balcanes siempre me han atraído mucho histórica y culturalmente.
ResponderEliminarLo que cuentas en tu reseña es muy tentador; la trama con ese estilo narrativo.
Gracias por el descubrimiento, Rosa.
A mí también me atraen los Balcanes. La guerra de 1992 me tuvo sobrecogida y leyendo este libro cuesta pensar cómo (en Sarajevo) se pudo llegar a aquella terrible situación de odio y desencuentro. Está visto que cuando alguien se empeña en azuzar las ascuas de la diferencia y la identidad siempre las encuentra bien secas y dispuestas a arder.
EliminarUn beso.
Hola Rosa, me encantan las historias familiares, porque lo que somos todos viene de lo que fueron aquellos que nos precedieron, y esta que traes hoy me llama mucho la atención, no sólo por el pasado de la familia y su ascendencia española, sino también por la época en que les toca vivir, un país que les acoge, tolerante con sus creencias y que les permite vivir en paz y los cambios que supondrán la primera y la segunda Guerra mundial, el nuevo éxodo y un establecerse en otro país diferente y vuelta a empezar.
ResponderEliminarMe llama mucho la novela y me alegro que la editorial este ya traduciendo la segunda parte, porque una vez que comienzas una historia que te gusta, da mucha rabia quedarse a medias. Besos.
Tal y como termina el libro, la mayoría de los hermanos siguen en la zona de Yugoslavia tras la Segunda Guerra Mundial, salvo un hermano que está en Palestina y otra que se ve a Nueva York. La verdad es que, teniendo en cuenta la situación, bastante bien parados salieron a pesar de todo. Mi gran curiosidad es cómo les iría en los momentos históricos posteriores y espero saberlo en cuando se publique el segundo libro.
EliminarEspero que te guste, aunque creo que es imposible que no sea así.
Un beso.
Parece mentira que en algún momento y en algún lugar, haya sido posible una convivencia pacífica entre las tres religiones monoteístas. ¿Será que los imperios son en general más "integradores" que los estados-nación, a pesar de su mala fama? Una anécdota, el dictador Primo de Rivera fue el primero en conceder la nacionalidad española a los sefardíes que lo solicitaran, a la cuestión se le dio carpetazo en 1930. Esta política no se retomó hasta 2015 ¡qué loca es a veces la historia! Leí mucho sobre tema sefardí en su día e hice algunos cursos que organizó la Casa Sefarad en colaboración con el MECD, me apunto esta novela sin dudarlo.
ResponderEliminarUn abrazo.
Imagino que esa convivencia tendría sus más y sus menos, pero sí que es cierto que hubo momentos en la historia en que al menos fue posible con unos mínimos de respeto. También debió de ser bastante viable en Toledo y otros lugares.
EliminarYo creo que los imperios, más que integrar toleran. Es algo que imagino que conviene a la estabilidad del propio imperio. Pensábamos que los países escandinavos eran un ejemplo de respeto y tolerancia, pero era eso, tolerancia en el peor sentido del término. Mientras los extranjeros no eran demasiados, se notaban poco y colaboraban en la riqueza del país se los toleraba. En cuanto vinieron mal dadas y empezó a faltar trabajo, etc. se demostraron tan racistas como el resto.
Lo peor para la convivencia son esos estados basados en una identidad nacional excluyente, esos que basan su propia identidad en denigrar la ajena como pasa en España con el partido de extrema derecha y otros que nombrar no quiero.
Yo también había leído lo de Primo de Rivera y con otras cosas que he leído, he llegado a la conclusión de que era un personaje bastante controvertido con sus luces y sus sombras (más numerosas estas).
Un beso.
Buenos días, Rosa:
ResponderEliminarLo cierto es que esta obra que nos presentas la tenía apuntada desde que la vi, pero quedó olvidada en mi lista de pendientes. Por eso te agradezco muchísimo tu reseña, ya que tus palabras me animan a adentrarme en este mundo que nos cuenta su autora. Me apetece muchísimo conocerlo.
Un abrazo y enhorabuena por tu estupenda reseña!!
Rescátala de la lista. Puede dar pereza por su extensión, pero se empieza a leer y te arrastra desde el principio. Seguro que te gusta y te deja, como a mí, con muchas ganas de leer el resto de la historia.
EliminarUn beso.
Es una lástima. Porque la convivencia en armonía y respeto entre diferentes etnias, religiones y culturas es posible. Es posible porque se ha dado. Incluso con esa identidad balcánica que citas en la reseña que las une a todas ellas. Lamentablemente hace falta bien poco para que todo ello se vaya al garete. Eso también es posible y tristemente también se ha dado.
ResponderEliminarLa novela tiene una pinta estupenda, tanto por el contexto como lo que pueda tener de saga familiar. Espero que, como parece que al menos tiene intención de hacer la editorial, se sigan traduciendo el resto de libros de la autora.
Besos
Yo creo que esa convivencia se da hasta que viene alguien y empieza a envenenar el ambiente. Te convencen de que tú eres superior (qué fácil es vender esa idea), de que el resto de etnias o religiones están usurpando tu territorio o tu puesto de trabajo o mancillando tu cultura. eso `poco a poco va calando y luego basta que dos niños se peleen en el parque para usarlo de pretexto y montar una guerra. Es una novela muy interesante, sobre todo si te interesa la época y el momento histórico.
EliminarUn beso.
Ay Rosa me creas muchas necesidades y no sé ya de donde voy a sacar el tiempo.
ResponderEliminarMuchas gracias por la reseña y muy feliz día.
Un gran libro. Para mí fue una necesidad desde que me hablaron de él y leí una sinopsis. Lo he disfrutado mucho y espero con impaciencia que salga la segunda parte para saber más de la historia del país y de la familia.
EliminarUn beso.
¡Hola, Rosa! Desde luego tiene pinta de esos novelones sagas familiares en contextos de guerra que siempre te atrapan en la lectura. Además, nos ayudará a comprender qué desemboco en la guerra del 1991. En este aspecto, recuerdo como si fuera ayer cuando mi profesor de Derecho Político, comentaba en una clase, por noviembre del 90 cuando todavía existía Yugoslavia, que afirmó con total rotundidad que en unos meses estallaría una guerra. ¿Tan predecible puede resultar un conflicto bélico y tan poco se puede hacer para evitarlo? Quizá con esta novela encuentre la respuesta. Un abrazo!!
ResponderEliminarPues casi te digo que tras leer la novela aún se entiende menos lo que sucedió en 1992. Será necesario leer el resto para saber cómo se fue desarrollando todo en la época soviética y, sobre todo, tras la caída del muro y el renacer de los nacionalismos, nacionalismos que, por otra parte, venían de lejos.
Eliminarla gente un poco entendida en historia de la zona supo lo que iba a pasar desde que la mano férrea de Tito y del régimen comunista desparecieron. Por algo sería.
Un beso.
Las sagas familiares con un escenario bélico como telón de fondo me suelen gustar. En este caso, además, la historia parece estar basada en hechos reales, lo que le da un mayor dramatismo y naturalidad. A mí también me gustaría conocer los avatares de esa familia durante y después de la guerra de los balcanes.
ResponderEliminarEsta reseña me ha creado un interés especial hacia esta novela y su autora. Lo que no sé es si esa reiteración por escribir varias novelas sobre el mismo tema puede llevar a un cierto hartazgo, a menos que formen parte de una serie consecutiva de historias realcionadas unas con otras.
Un beso
Imagino que la serie de novelas va contando las peripecias de la familia a lo largo de la historia del país. Lo que pasa es que si en la primera novela trata treinta años, las otras seis tienen que abarcar `periodos más cortos. No sé si llegará a cansar, pero las ganas que me quedan de llegar a la guerra de 1992 son inmensas. A ver si se llega a traducir hasta allí.
EliminarUn beso.
He leído alguna que otra opinión sobre otras novelas de la autora. Sin duda, las historias familiares me atraen mucho. Sobre todo la de esas familias que han vivido en lugares menos privilegiados a otros, o en otros tiempos mucho más convulsos. Me parece un homenaje precioso el que hace la autora. Tomo nota, Rosa. Besos
ResponderEliminarA mí me encantan las historias familiares, pero en este caso me atrajo aún más la época histórica y el lugar. Y me tentó también el hecho de que fuera el relato de la familia de la autora porque es garantía de que todo se adapta a los hechos con verismo.. Una preciosa novela.
EliminarUn beso.
Creo que me la apunto, aunque no sé cuándo la voy a poder leer porque ando más liada que la pata de un romano. El llamado conflicto de los Balcanes, una guerra de las peores que hemos tenido estos últimos tiempos, me atrae mucho, especialmente por el pasotismo que tuvieron los organismos internacionales.
ResponderEliminarMe adentraré, cuando pueda, en las vicisitudes de la familia Salom.
Un beso.
Para la guerra de 1992 creo que habrá que esperar aún dos o tres libros. Pero en los que faltan, espero ir descubriendo alguna de las claves que llevaron a ella. En este que traigo hoy, se tratan las dos guerras mundiales y el periodo entre ambas, pero resulta sumamente interesante y la historia de los Salom, de lo más tentadora. Ojalá saque tiempo para ella, aunque entiendo que no podemos llegar a todo. Es tan frustrante como imposible.
EliminarUn beso.