"Las buenas intenciones" Amity Gaige

«Lo que sigue es una crónica de mis andanzas con Meadow desde nuestra desaparición. 
Mi abogado dice que debería contártelo todo: adonde fuimos, lo que hicimos, con quiénes nos vimos, etc. Como bien sabes, Laura, para ser un hombre no soy reservado, sino más bien hablador —locuaz incluso, podría decirse—, pero aun así hace días que no pronuncio una palabra. Es una promesa que hice. Tengo en la boca un regusto a rancio y a húmedo, a cavernario. Pero resulta que no se me da muy bien guardar silencio. Hay muchísimas cosas que quiero decirte, lo cual bien podría explicar el entusiasmo de este documento, a pesar de lo que cabría llamar la triste historia que cuenta».

Así empieza Las buenas intenciones, con esta declaración de Eric  Kennedy. Se inicia así la carta que constituirá toda la novela. Una larga carta en la que el narrador le cuenta a su exmujer lo que hicieron su hija de seis años, Meadow, y él durante su huida, una especie de road movie que, desde Albany, les llevó a recorrer gran parte de Nueva Inglaterra para terminar en Boston, la ciudad en la que Eric se había instalado junto a su padre cuando llegaron al país. Y es que Eric no es ningún Kennedy. Y es que la historia no empieza en realidad con esa carta, aunque sí lo haga la novela. La historia empieza mucho antes. A mediados de los setenta del siglo pasado en Berlín oriental cuando Eric aún es Eric Schroder.

 «Un poco de historia alemana, si te parece bien. Las guerras suelen ser una cuestión de mapas, mapas y fronteras, pero de vez en cuando son también una cuestión de muros. La mayoría de los alemanes sienten vergüenza en cuanto surge el tema de la historia moderna, y la suya es una sombra con forma de villano con la que pocos de nosotros tenemos que convivir. Pero déjame decir que tal vez el insólito resultado de su derrota a manos de los Aliados tras la Segunda Guerra Mundial fue el de quedar fragmentados. Por un corto período de tiempo, de hecho, antes de que el país se dividiera en Este y Oeste en 1946, Alemania estuvo parcelada en cuatro, y una pequeña porción fue incluso a parar a los franceses, sabe Dios por qué razón»

Eric se ha pasado la vida huyendo. Primero, con su padre, huyó de Berlín Oriental hacia Berlín Occidental, y de Alemania a Estados Unidos; luego huyó de su padre y de su propia identidad. Se creó una historia falsa, hizo de sí mismo un personaje que mostraba a los demás sin boato, pero dejando sospechar un ligero parentesco con los Kennedy; se declaraba «criado en una ciudad totalmente ficticia de cabo Cod que llamaba Twelve Hills, "a un tiro de piedra de Hyannis Port", hijo único queridísimo, dotado de un apellido que sólo podía pronunciarse en éxtasis». Mencionaba Hyannis Port junto a su nombre, Eric Kennedy, y dejaba que los demás sacaran conclusiones.

Eric y Laura se enamoraron y se casaron y como el amor todo lo puede a Laura no le importaba, en principio, que Eric ganara poco como traductor médico o que estuviera en casa sentado en una silla ocupado en su «investigación independiente».  Laura enamorada puede con todo y el lector va viendo cosas raras. ¿Investigación independiente? ¿Qué es eso? No sabemos nada de a qué se puede referir el narrador con esta investigación y tardaremos en saberlo y cuando lo sepamos, quedaremos asombrados. «Aparte de a su investigación y a amar a su esposa, el novio no tenía mucha idea de a qué dedicar su tiempo en la tierra»

Y llegó Meadow a completar la felicidad de sus padres. Y Meadow tiene tres años y Eric, ya sin trabajo (la crisis de 2008 terminó con su última ocupación de agente inmobiliario), se queda solo en casa con ella mientras Laura se va a trabajar. Y durante un año, el círculo de complicidad entre padre e hija se va cerrando y le enseña a leer y a chapurrear alemán y le enseña cosas menos adecuadas para una niña, como la putrefacción de los cuerpos de animales muertos. Y la relación entre ambos es tierna, divertida y un tanto irresponsable por parte del padre. «De acuerdo, me esforzaré en el tema del colegio. La llevaré con puntualidad a clase, se acabaron las excursiones espontáneas, ni una más, ¿vale? A partir de ahora mismo».

Y llega el divorcio y Eric no se acostumbra a ver a su hija cuando estipula la sentencia: fines de semana alternos. Y es por eso por lo que en una de esas visitas se la lleva de viaje. Y es tiempo después cuando su abogado le recomienda que escriba esta carta contando todo el periplo que él y la niña vivieron durante aquella huida.

A medida que avanza la narración vamos vislumbrando la verdadera personalidad de Eric, tan encantador como excéntrico. Tan cuerdo a la hora de analizar ciertas situaciones («No había podido salvar mi matrimonio, no había podido proteger mis derechos como padre, había fracasado de mil maneras, y ahora mi hija, excepcionalmente inteligente, debía volver a Nuestra Señora de la Fatiga Crónica y a su educación para borregos, a sus convencionales abuelos y a su madre inclemente») como lunático a la hora de actuar. 

Y vamos enamorándonos de Meadow, una niña inteligente, muy inteligente para los seis años que tiene en ese momento, de sus ideas y sus maneras de arreglar el mundo, tan lógicas, tan humanas, tan irreales. Tan espontánea para bañarse vestida en el lago como seria a la hora de echarle un buen rapapolvo al irresponsable de su padre.

Amity Gaige

Las buenas intenciones es la tercera novela de Amity Gaige. No he leído ninguna más, pero esta me ha parecido una gran novela sobre un personaje en fuga, un personaje que huye de todo, primero, arrastrado por su padre y después, escapando de una situación que no le gusta. Huye para crearse a sí mismo con las mejores armas del mejor americano y se convierte en americano con la fuerza del converso «Tú eras la auténtica americana, y, sin embargo, yo estaba mucho más americanizado que tú»

«Como el Humbert Humbert de Nabokov, Schroder es encantador y manipulador, simpático y tramposo, un embaucador hábil con las palabras. [...] La verdadera fuerza de esta magnética novela reside en la ambigüedad moral que percibe el lector», leemos en una de las siete citas que aparecen a modo de dedicatoria. Sí, se ha comparado esta novela con Lolita de Nabokov, pero salvo por el hecho de que un hombre y una niña viajan huyendo de la madre, nada más puedo ver en común. La niña no es una adolescente, es hija del adulto con el que viaja y jamás a este se le hubiera pasado por la cabeza la más mínima idea de carácter sexual hacia ella. Jamás hubiera pensado en Lolita de no haber leído al respecto.   

Sí estoy de acuerdo sin embargo con la primera de esas siete citas que creo que define mucho mejor lo que es esta novela que recomiendo: «Es como un proyectil dirigido contra todos los tópicos sobre la paternidad y el amor familiar. No te olvidarás fácilmente de Eric Schroder».

Este libro participa en el Reto Escritores de la A a la Z que organiza el blog  Lecturápolis. Con él relleno la letra G.

Título del libro: Las buenas intenciones
Autora: Amity Gaige
Nacionalidad: Estados Unidos
Título original: Schroder
Traducción: Sonia Tapia Sánchez
Editorial: Salamandra 
Año de publicación: 2015
Año de publicación original: 2013
Nº de páginas: 288

Comentarios

  1. Buenos días, Rosa:
    Curiosa novela la que nos traes hoy, atractiva e interesante. Me la llevo para la próxima temporada, pues ahora necesito desconectar con lecturas más triviales. No obstante, la temática de la paternidad siempre me parece un tema fascinante.

    Un abrazo y muchas gracias por la recomendación!!

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    1. Es una historia muy curiosa en la que poco a poco vamos descubriendo los fallos del padre. Y eso que es él quien cuenta la historia, pero el pobre no puede ocultar que está un poco chiflado. Me ha resultado muy curiosa. No es ligera, pero es entretenida y tampoco es muy complicada.
      Un beso.

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  2. Hola.
    Qué interesante, me la apunto.
    Me sorprende esa comparación con "Lolita", ya que dejas claro que no hay tal comparación.
    Muy feliz día y gracias por una reseña tan buena.

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    1. Yo jamás hubiera hecho esa relación con Lolita de no haber aparecido en esa cita, pero como dice Juan Carlos las editoriales con tal de atraer lectores...
      Un beso.

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  3. Pues sí que me parece una historia interesante, Rosa. Respecto a esas frases que suelen acompañar a las novelas en sus lanzamientos, la de comparar esta historia con la de la Lolita de Nabokov me parece una argucia meramente publicitaria que busca explotar los bajos instintos de ciertos posibles lectores. Pero por Dios, ya está bien, hay que ser honestos y no confundir al consumidor de literatura. Para decir esto mejor sería callar, al menos así no se engañaría a nadie.
    Tomo nota de la escritora que por lo que te leo es más que interesante.
    Un beso

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    1. Últimamente me estoy encontrando con varias novelas en las que la sinopsis se aleja mucho de lo que es la historia. Se ve el afán por atraer lectores y me parece una argucia muy fea y que se puede volver en contra. Independientemente de que recuerde o no a Lolita (a mí no me la recuerda para nada) esta historia merece la pena. Creo que te gustará.
      Un beso.

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  4. Pues es verdad, Rosa, por lo que cuentas no se entiende que haya a quién la novela le haya recordado a Lolita, supongo que nada que ver, lo que dice Juan Carlos, igual solo es una argucia publicitaria, para provocar morbo.
    Respecto a la novela, sí me llama la atención, así que no la descarto más adelante. Por cierto, veo que estás leyendo "Quién sabe si..." a ver qué te parece, tengo curiosidad por saber si te gusta tanto como me gustó a mí
    Besos

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    1. Las historias depende del que la haya escrito. Si yo hablara de la historia de Perón diria una cosa -Si la escribiera mi marido diría otra - Así de fácil es todo

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    2. Soy yo, la anónima (igual te lo has imaginado). Últimamente me pasa que se me publica como anónimo aunque esté en mi sesión de blogger

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    3. Imaginaba que eras tú porque te ha pasado alguna vez. Creo que a Gemma también le ha pasado, pero ella había comentado más arriba.
      Será argucia publicitaria de la editorial o que hay gente con una increíble capacidad de relacionar. Desde luego a mí nunca se me habría ocurrido.
      La novela es interesante.
      Quién sabe si algún día... me está gustando y sorprendiendo. Es muy distinta a lo que se suele leer, aunque la verdad es que recién la empecé anoche y he leído muy poco. Ya contaré.
      Un beso.

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  5. Una novela con unos elementos muy interesantes para hacernos pensar como lectores. Paternidad, orígenes y la creación de una nueva identidad y todo ese calvario familiar dan para mucho. Tampoco encuentro referencias a Lolita en lo que has reseñado. Otro temática muy interesante es la de la identidad nacional alemana o japonesa que se quedaron muy tocadas tras las guerras mundiales.
    Un beso, Rosa.

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    1. No me he querido alargar, pero hay reflexiones sobre Alemania oriental y sobre el muro de lo más interesante, así como sobre el afán y las motivaciones para cambiar de identidad. La verdad es que el personaje del padre es sumamente interesante y yo añado también la niña. Es una novela que me ha sorprendido porque no tenía ni idea de la autora y me ha gustado mucho. Me atrajo de ella el título porque las buenas intenciones suelen dar mucho juego literario y cinematográfico. Por cierto, tiene una película estupenda si alguien se anima.
      Un beso.

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  6. ¡Hola! Interesante novela, la verdad es que a simple vista no me habría fijado en este libro, pero después de leer de que trata quizás me lo lea.
    Genial reseña, besos :)

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    1. A mí me llamó la atención el título porque, como digo más arriba, he leído algún libro más y visto una película en que eso de "buenas intenciones" da mucho juego. El libro está en casa hace años y si me he animado ahora ha sido por el reto Autores de la A a la Z. Vergüenza me da decirlo. La verdad es que gracias a ese reto he conocido libros y rescatado otros del olvido, que me han encantado.
      Un beso.

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  7. Pues no, uno no se olvida fácilmente de Eric Schroder. Al menos yo no me he olvidado y eso que hace ya varios años que leí esta novela (siete en concreto, de eso no me acordaba y he tenido que mirarlo). A Eric hay que quererle, aunque también darle unas cuantas collejas. Y esa es una de las grandezas de este libro (también, por supuesto, las reflexiones que hace que el lector se plantee), ese personaje tan contradictorio cuyo comportamiento no podemos dejar de reprochar pero por el que, sin embargo, no podemos dejar de sentir empatía. Recuerdo también que en mi reseña de esta novela expresé mi deseo de que se tradujesen más libros de Amity Gaige. Tristemente no he vuelto a saber de esta autora.
    Me ha alegrado ver este libro por aquí, Rosa. Es curioso (e injusto) cómo algunas buenas lecturas pasan tan desapercibidas.
    Besos

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    1. Acabo de leer tu reseña que, como allí te digo, es magnífica. El personaje de Eric es tierno, contradictorio, inmaduro, inocente, irresponsable, juguetón... muy "querible", aunque también muy "abandonable", como él mismo dice de los niños. Ese amor que siente por su hija nos gana, aunque vayamos viendo sus fallos y los motivos de su mujer para dejarle y para restringir el tiempo que pasa con Meadow.
      También me ha interesado mucho sus recuerdos del pasado, de su vida en Berlín oriental y su periplo hasta llegar a Boston con su padre.
      Como tú, deseo que se vayan traduciendo más cosas de la autora. A ver si llega su cuarta novela, Sea Wife que es de 2020.
      Un beso.

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  8. Hola. Me encantan los personajes que huyen y se reinventan y si además hay viaje de por medio mejor. Lo que no tanto es la cosa epistolar pero veo que no hay correspondencia, es una sola carta así que me vale. Me lo llevo.
    Besos

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    1. Es como si fuera una historia contada en primera persona. La mayor parte del tiempo te olvidas de que es una carta. Seguro que te gusta.
      Un beso.

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  9. Un gran tema y un gran personaje. Me gusta mucho todo lo que has contado sobre esta historia y ese punto de ternura que parece que tiene. Profunda pero entretenida de leer, por lo que cuentas ¿verdad?. Tomo nota, Rosa. Gracias por la recomendación. Un beso.

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    1. Sí, es de esas novelas que admiten varios niveles de lectura. Es entretenida porque vas viendo las peripecias del padre y la hija huyendo de la persecución que sufre todo secuestrador, pero si profundizas más te encuentras reflexiones muy interesantes sobre muchas cosas. la que más me ha gustado es la que hace (o me ha obligado a mí a hacer) sobre la identidad y la huida.
      Un beso.

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  10. ¡Hola! No conocía esta novela pero me parece una idea muy interesante y me lo llevo apuntado. Me ha encantado los fragmentos que has seleccionado, me han parecido muy esclarecedores. ¡Muchas gracias por tu reseña!

    Acabo de cruzarme por tu blog y me quedo como seguidora, ¡a seguir leyéndote!

    Nos vemos entre páginas
    La vida de mi silencio

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    1. Me alegro de que te haya gustado la reseña. Es una novela muy interesante y creo que también te gustará. Bienvenida a mi blog.
      Un beso.

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  11. Hola, Rosa. Tentadora lectura. Y otra vez más haces que anote una novela para próximas compras. Mil gracias.
    Besos y buenas lecturas.

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    1. Déjate tentar porque creo que merece la pena. Espero que encuentres la novela. Yo la tengo en casa hace más de ocho años. Parece mentira la de buenos libros que esperan su turno.
      Un beso.

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  12. Una trama tan original como curiosa y que me deja con muchas ganas de saber a qué se refiere esa "investigación independiente" que lleva a cabo el protagonista. De esa "road movie" seguramente se podrán extraer muchas experiencias y enseñanzas interesantes. Una novela muy interesante.
    Un beso.

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    1. Tarda en hablar de su "investigación" y termina haciéndolo en una nota al final del libro porque algo que no he contado es que las notas del final las escribe el propio narrador y forman parte de la trama. Eso también es muy original. No le dejes pasar. Te gustará.
      Un beso.

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  13. Hola, Rosa.
    Pues no conocía esta novela, me la descubres totalmente, y me resulta bastante atrayente... Siento que es de esas historias que atrapan al lector desde el inicio, creo que también me convencería y podría disfrutarla.
    Anotada queda.
    Un abrazo.

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    1. Atrapa al lector y lo pone frente a muchas de sus contradicciones. Las buenas intenciones son a veces la causa de grandes desastres para los demás o para uno mismo.
      Seguro que te gusta el libro.
      Un beso.

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  14. Creo haberla visto en su momento en el espacio de Lorena y no llamó particularmente mi atención. Quizás en ese momento no estaba para una road movie. Ahora que ha corrido el tiempo, quizás pueda ser de mi elección. Gracias por recordármela, Rosa.
    Un beso para ti.

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    1. Una novela muy interesante y que creo que te gustará. Es road movie, es una carta, es una historia tierna con dos personajes inolvidables.
      Un beso.

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  15. No me sonaba esta novela y la anoto en mi larga lista de pendientes. Como bien dices en un comentario, parece mentira la cantidad de buenos libros que esperan su turno en nuestras estanterías, ¿verdad? Besos.

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    1. Seguro que no te defrauda. Es una historia original y que atrapa desde el principio.
      Es una lástima porque muchas de esas maravillas que esperan en la estantería de pendientes, ya no digo en la lista, quedarán esperando por siempre sin ser descubiertas. Toda una frustración.
      Un beso.

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