Con esta reseña colaboro con el primer concurso de relatos de esta temporada, 2022-2023, en El tintero de oro dedicado a "El gran Gatsby" de Francis Scott Fitzgerald. La reseña no participa en el concurso. Tan solo pretende contribuir al homenaje que a la obra y al autor rinde El tintero de oro en este mes de octubre.
Recomiendo seguir el enlace de más arriba si se quiere conocer más a fondo la vida del autor y su tormentosa relación con Zelda, su esposa. También se habla de esta obra maravillosa que ha dado un maravilloso y enigmático personaje en la figura de Jay Gatsby, un millonario que nunca dejó de ser un niño encandilado por un precioso juguete que no estaba hecho para él.
"Trimalción". Francis Scott Fitgerald.
Hacía poco que había llegado a mi lista de pendientes
Trimalción de la mano de Marcelo, del blog
Libros en Estéreo, cuando salió la convocatoria de este concurso de Octubre. Me pareció la oportunidad ideal para acercarme a la obra y de paso colaborar con la convocatoria. Pero voy a explicar ya qué es
Trimalción para los que, como yo hasta hace un par de meses, lo ignoren. Y nada mejor que hacerlo con las palabras del prólogo debidas al traductor,
Juan Forn.
«Cuenta Petronio que en la Roma de Nerón había un esclavo que daba tan buenos consejos de negocios a su amo, que este decidió premiarlo con la libertad. El liberto, llamado Trimalción, siguió haciendo buenos negocios por las suyas y se enriqueció de tal manera que lo celebró con un banquete al cual invitó a todos los amigos de su viejo amo ya difunto. La mitad ni lo conocía pero acudió igual. El banquete fue fastuoso, orgiástico, incluso para los parámetros de la Roma de Nerón. A lo largo de la noche los invitados fueron dando rienda suelta a su envidia hasta terminar destrozando todo y prendiéndole fuego a la casa. Entre las ruinas se encontró el cuerpo sin vida de Trimalción.
Diecinueve siglos más tarde, en el año 1922, James Joyce publica su Ulises, y nadie en el mundo habla de otro libro: para algunos resume toda la cultura occidental, para otros la dinamita. En la Riviera francesa, Francis Scott Fitzgerald tiene un ejemplar del Ulises sobre su escritorio, pero carece de tiempo o de paciencia para leerlo; él mismo está terminando una novela que aspira que sea, para América, lo que es el Ulises para Europa: su celebración y su derrumbe. La novela es, por supuesto, El gran Gatsby. Pero Fitzgerald le anuncia por carta a su editor que quiere llamarla Trimalción: también él quiere para su novela un nombre de resonancias míticas».
Luego, ya se sabe, Maxwell Perkins, el editor de Fitzgerald, lo fue convenciendo de que introdujera ciertos cambios, entre ellos el título, hasta dejarla convertida en la obra maestra que es El gran Gatsby. Según Juan Forn, Trimalción es el anti Ulises; sencilla, corta, directa, fácil de leer, con la elegancia de un colibrí «Joyce era capaz de poner por escrito todas las disgresiones que craneaba su cabeza; Fitzgerald no pensaba: su gracia era la del colibrí, su propio vuelo. Eso decía Hemingway: "No sabe adónde va, no sabe cómo vuela, no sabe cuándo es tiempo de migrar, pero nadie vuela como él"». Insisto en él y en citarlo, pero es que el prólogo de esta novela es de los que enganchan.
«En los tiernos años de mi juventud, mi padre me dijo algo que me quedó grabado para siempre en la memoria: "Cuando quieras criticar a alguien, recuérdate a ti mismo que no todos en el mundo han tenido tus ventajas".
Eso fue todo, pero como ambos hemos sido inusualmente comunicativos en nuestro estilo reservado, entendí que me estaba diciendo algo esencial. En consecuencia, he tendido a reservarme siempre la opinión, un hábito que hizo que me abrieran su corazón personas de lo más interesantes, y unos cuantos pesados también».
Así empieza Trimalción y a poco que se recuerde, y salvo diferencias debidas a la traducción que se utilice, así empieza El gran Gatsby. Y es que las diferencias tampoco son tantas. Ambas novelas, o mejor dicho, la versión original y la que surgió de las correcciones son básicamente la misma, y lo mismo se puede decir de ambas en una reseña que tampoco pretende profundizar demasiado.
Con ese inicio citado comienza Nick Carraway su narración de aquel verano de 1922 en
el que alquiló una casita en Long Island y frecuentó a su prima, Daisy Buchanan
y a su marido Tom, antiguo condiscípulo de Nick en la universidad. Los Buchanan vivían al otro lado de la
Bahía, en East Egg, mientras que Nick vivía en West Egg «el lado menos elegante de los dos, aunque esa es una manera muy superficial de expresar el colorido contraste entre ambos [...] Bastaba mirar al otro lado de la bahía para ver refulgir en las aguas los palacios del elegante East Egg».
Ese verano Nick fue vecino de Jay
Gatsby, el millonario misterioso que celebraba suntuosas fiestas a las que todo
el mundo deseaba ser invitado y en ausencia de invitación se presentaba sin ella con la seguridad de ser admitido; el millonario que nos enamoró cuando leímos la novela y nos dejó transidos de
ternura por su candidez ante el amor y su desventaja para moverse en un mundo
que no controlaba del todo; el millonario que interpretó, como nunca creo que se
vuelva a interpretar, un Robert Redford esplendoroso en su terno blanco de
los años veinte.
El pequeño bungalow de Nick estaba empotrado entre dos casas inmensas «La de mi derecha era una mole colosal desde cualquier punto de vista: una imitación en tamaño real de cierto Hôtel de Ville de Normandía, con una prolijísima barba de hiedra en sus muros, enorme piscina de mármol y más de dos hectáreas de césped cortado por peluqueros. Esa era la mansión de Gatsby».
Aquel verano Nick descubre un mundo superficial y una gente
rica, banal y frívola cuya única ocupación radica en espantar el aburrimiento y
el calor con las actividades frívolas y banales que le son propias. Nick se
verá pillado entre toda esa fauna de gente guapa y adinerada, y su vecino, Jay
Gatsby, un millonario hecho a sí mismo, ocupado en negocios no muy claros,
enamorado desde hace años de Daisy Buchanan y cuyas fiestas solo pretenden
atraerla a su mundo para ver satisfecho su amor.
Pero el mundo de los ricos de nacimiento es muy cerrado y
exclusivo. Todos los que se acercan a él acaban siendo absorbidos como hacia
el centro de un agujero negro, como una mariposa atraída por la luz tentadora
de un farol, y sin llegar a entrar en dicho mundo acabarán convertidos en sus
víctimas propiciatorias utilizadas por los ricos para conjurar a los dioses
del aburrimiento y la desidia. Unos sacrificios en los que
el sacrificado siempre es alguien ajeno a su mundo, un mundo en el que todos se
conocen, se arropan y se tapan las miserias; el sacrificado viene de fuera y
es, a poder ser, un pobre ingenuo. Y pobres ingenuos los hay de distintos tipos; pobres ingenuos deslumbrados por la fortuna y los apellidos
sonoros que carecen de ambos, como Myrtle Wilson; pobres ingenuos con fortuna, pero que de nada les sirve si no va acompañada de los apellidos, como Jay Gatsbi. Tan solo quien permanece inmune a los encantos de ese mundo podrá salir indemne de él, o casi, como Nick.
La historia es todo un revulsivo para el joven Carraway
que, a medida que avance la trama, se irá viendo cada vez más asqueado y
desencantado a la vez que harto de ser utilizado por todos ellos para sus
propios fines. Lo único que sacará en limpio es su amistad con Gatsby y la rabia ante el final de la historia que termina por demostrar que hay lugares exclusivos en los que nada ni nadie puede penetrar por mucho que se lo proponga.
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Francis Scott Fitzgerald |
Trimalción fue publicada por primera vez en 2000 en la edición de Cambridge de las obras completas de Fitzgerald.
He ido comparando mi ejemplar de El gran Gatsby, que leí hace muchos años, y, como digo, pocas diferencias hay más allá de las debidas a la traducción. Pero como dice Juan Forn «Cuando los fitzgeraldianos más fanáticos están en confianza, reconocen que lo único que quizá le falte a El gran Gatsby es un poco de Gatsby». Pues con unas simples modificaciones ya casi al final del libro, en los capítulos VI y VII, se consigue justamente tener mas Gatsby. Su historia que le es contada a Nick por el propio Jay queda más completa. Sí, como también dice Forn y con eso termina su prólogo y yo esta reseña «Los fanáticos fitzgeraldianos tienen razón en su añoranza: falta un poco de Gatsby en el Gatsby. Pero eso que falta está en este libro [Trimalción]. Fitzgerald necesitó toda la vida que alguien pensara por él, pero en este caso era mejor lo que había pensado él mismo: deforme y desequilibrada, su criatura era doblemente bella. Lástima que el bueno de Maxwell Perkins prefiriese una golondrina a un colibrí. Lástima que Fitzgerald creyera más en él que en sí mismo». Aunque tal vez...
Título del libro: Trimalción
Autor: Francis Scott Fizgerald
Nacionalidad: Estados Unidos
Título original: Trimalchio
Traducción: Juan Forn
Editorial: Tusquets Argentina (digital)
Año de publicación: 2018
Año de publicación original: 2000 (1925 El gran Gatsby)
Nº de páginas: 137
No he visto la versión cinematográfica y eso que tuvo bastante, por no decir mucho, éxito. No sé por qué nunca me atrajo, quizá me dejé llevar por mis prejuicios contra las historias románticas, especialmente las protagoizadas por el "guaperas" Rober Redford. Seguramente cometí un error, aunque también estoy seguro de que, como suele suceder, vale más la novela que la película, no lo sé porque desconozco ambas versiones.
ResponderEliminarLo que más me ha llamado la atención de tu reseña es la existencia de dos versiones noveladas de la misma historia y del mismo autor. Y me ha parecido entender que, puestos a elegir, es mejor, más auténtica, Trimalción.
Tú que eres una lectora empedernida, ¿conoces otros casos de novelas que hayan sufrido una dualidad de versiones? A mí se me antoja francamente extraño.
En cuanto a tu reseña, una vez más has sabido captar mi atención e interés, llegando al extremo de borrar de mi mente todo rastro del prejuicio que he mencionado al principo, je, je. Parece realmente una buena novela, digna de ser leída incluso por alguien, como yo, a quien no le agradan las historias románticas, ni antiguas ni modernas.
Un beso.
Más que una dualidad de versiones, Trimalción supone la obra tal y como la concibió el autor antes de pasar por el filtro editorial. Imagino que todas las novelas tienen esa versión pre-editorial, sobre todo las de escritores con editores tan famosos y que se tomaban muy en serio su labor. Lo extraño es que se haya conservado esa versión y que se haya conocido ahora en esa edición de Cambridge de las obras completas de Scott Fitzgerald. La edición que yo he leído es una edición digital que ha hecho Tusquets en Argentina.
EliminarAmbas, novela y película (la de Robert Redford, a mí la de Di Caprio me parece mucho ruido y pocas nueces, aunque es mucho más vistosa), son dos obras muy buenas que van mucho más allá de la historia romántica. te recomiendo cualquiera de las dos formas.
Un beso.
¡Anda, Rosa! ¡Qué sorpresa esta reseña! Mira que he estado leyendo últimamente mucho sobre Fitzgerald y no conocía esta versión. Ni el título ni su procedencia. Me ha encantado todo lo que cuentas sobre ella y los fragmentos del prólogo que entresacas son una maravilla, adictivo como dices y muy poética esa comparación entre la golondrina y el colibrí. Magnífico tu aporte para El Tintero. Mil gracias.
ResponderEliminarYo tampoco sabía nada hasta que me encontré con esta novela en el blog de Marcelo Zucotti.
EliminarMe enganchó desde el prólogo que, como habrás visto, es muy poético por una parte y muy ilustrativo, por la otra.
Había leído El gran Gatsby hace años y ahora he comparado ambas versiones y no hay muchas diferencias, pero sí las suficientes para saber más de la historia de Gatsby.
Te lo recomiendo.
Un beso.
EL gran Gastby lo leí hace años en la facultad, que fue lectura obligatoria. Teníamos que leerla en inglés y no me estaba enterando de nada... Así que hice como la gran mayoría. Pillarme una traducción y ahí es cuando empecé a disfrutarla. Pero no recuerdo que nos hablaran en ningún momento de esta versión original. ¡Qué curioso! Tomo buena nota.
ResponderEliminarBesotes!!!
Es algo bastante desconocido por lo que he visto. Ambas versiones son muy similares excepto los dos capítulos que menciono en los que se extiende más con la historia pasada de Gatsby. Ha dido curioso leerlo e ir comparando ambas novelas.
EliminarUn beso.
Qué interesante todo los que nos cuentas, Rosa. Desconocía que la famosísima El gran Gatsby no fuese la obra original. No he leído la novela ni al autor, aunque ambos son de esos que yo llamo mis eternos pendientes.
ResponderEliminarEn estos casos lo que me sucede es que me apetecería leer las dos 'versiones' por comparar, pero me da cierta pereza hacerlo. Me sucede un poco igual con De qué hablamos cuando hablamos de amor y Principiantes, de Raymond Carver. En el caso de Trimalción parece que no hay demasiadas diferencias con la edición que ha pasado a la posteridad, aunque también, por tus palabras finales (las de Forn, más bien) parece que te decantas un poco por la 'versión' original.
Besos
Imagino que toda obra cambia tras pasar por la editorial y sufrir las correcciones pertinentes. La mayoría de las veces el original se pierde o se transforma. Trimalción tuvo la suerte de conservarse y de que ahora se haya publicado.
EliminarNo dejes más a Scott Fitzgerald. Suave es la noche es una novela magnífica.
Un beso.
Comienzas la presentación diciendo, Rosa, que como ya sabemos, la reseña no participa en el concurso, y afirmas con la humildad que te caracteriza que la reseña "tan solo pretende contribuir al homenaje de la obra y autor"... y seguro que a muchos compañeros le ocurrirá como a mi, que desconocíamos la doble obra, doble título y al mismísimo Trimalción.
ResponderEliminarEstaba deseando que publicaras tu reseña, pues como siempre, nos enseñas vericuetos que desconocíamos de las propuestas interesantes de nuestro Tintero.
Muchísimas gracias, Rosa.
Un beso.
Muchas gracias por tus palabras, Isabel. Ha sido toda una casualidad que Trimalción se cruzara en mi vida unas semanas antes de que se convocara el concurso. Me pilló la convocatoria con el libro recién comprado y con intenciones de leerlo en breve pues ya hacía tiempo que tenía en mente releer El gran Gatsby. La película la revisito cada poco. Hasta le he dado su oportunidad a la de Di Caprio, pero llámame anticuada o viejuna o apegada a lo antiguo... como Redford, ningún Gatsby.
EliminarUn beso.
Creo que no he visto la peli de Redford, la recordaría. La Di Caprio me pareció un bluf, mucha publicidad y puesta en escena y poca profundidad de los personajes tan bien retratados en la novela.
ResponderEliminarPues la de Robert Redford creo que es la tuya porque de la de Di Caprio me llevé la misma impresión que tú: mucho ruido y pocas nueces. Es de 1974,mucho más humilde, pero más profunda y con personajes mucho más pulidos. No te la pierdas.
EliminarUn beso.
Buenas tardes, Rosa.
ResponderEliminarInteresante desde comienzo a fin tu reseña. Me gustó muchísimo El gran Gatsby, me pareció una novela soberbia. Si me dices que en Trimalción voy a encontrar más carisma de Gatsby no me lo pienso, me hago con la novela. No sabía que existía y te agradezco un montón toda la información que nos has dado.
Un abrazo y enhorabuena por esta reseña tan interesante!!
Me alegro de haberte tentado. Como digo, no hay excesivas diferencias entre una u otra novela, pero sí hay más Gatsby en Trimalción, aunque las diferencias se acumulen en dos capítulos. También se nota la diferencia por ser el traductor distinto, argentino en el caso de Trimalción. Espero que la disfrutes.
EliminarUn beso.
Hola Rosa, tampoco conocía yo Trimalcion, aunque no puede decirse que sea una Fan de Fitzgerald, y no he leído más que El gran Gatsby, aunque esta novela me encanta y la he releído varias veces. Tomo nota de esta historia que has despertado mi curiosidad y yo también quiero leerlas y comparar, aunque mi edición no es demasiado buena. Y a ver si me animo a retomar al autor, que no querría quedarme en su novela más conocida. Besos.
ResponderEliminarYo he leído y releído varias novelas de Ftzgerald y me gusta mucho. Creo incluso que Suave es la noche es mejor que El gran Gatsby, lo que pasa es que ese personaje de Jay me enamoró desde el principio y no soy objetiva. Anímate.
EliminarUn beso.
Hola, Rosa. Otra vez me tientas con este libro y más si es tal y como la creo su autor. Mil gracias.
ResponderEliminarBesos y felices lecturas.
Pues espero que decidas leerlo y lo disfrutes tanto como yo.
EliminarUn beso.
Interesante aporte literario regalaste Rosa, es significativo el trabajo que haces, implica investigar, indagar y escudriñar, en ocasiones hay cosas interesantes, y no han sido descubiertas. Abrazos virtuales desde Venezuela.
ResponderEliminarLa novela la descubrí en un blog amigo y la verdad es que fue todo un descubrimiento y luego leí algo más. Pero tampoco ha sido un gran trabajo y lo que sí ha sido es muy agradable.
EliminarMuchas gracias por tus palabras.
Un beso.
Hola, Rosa. Yo leí la versión final —El gran Gatsby— hace más de un año y no la reseñé en su día, aunque me quedé con las ganas. La reseña la tengo empezada y no consigo centrarme en ella desde que —documentándome para hacerla— me enteré de lo mal que trató a su mujer Zelda. De hecho estuve viendo la primera temporada de una serie de Amazon que recrea su vida titulada 'Z, con ella empezó todo' y que me pareció mucho más interesante que la del propio Fitzgerald, al que ya tengo catalogado por un alcohólico machista de lo más deplorable. Lástima que Amazon no renovó la serie y solo rodó la temporada inicial, terminando la historia cuando Zelda se queda embarazada. Además leí unas cuantas cosillas más sobre él y sí, supe de esta versión inicial que nos traes. Es curioso que mi ejemplar de 'El gran Gatsby' también tiene un traductor y epiloguista que la analiza hasta sus más profundos entresijos. Parece ya una especie de tradición hacer eso con esta obra. Deduzco que en Trimalión perfila un poco mejor a Gatsby, aunque a mí no es él el personaje que me parece más interesante, pues traza un fabuloso elenco a su alrededor que son tanto o más atrayentes que él mismo y es el conjunto lo que mas me gusta, incluyendo el ambiente por el que se mueven todos ellos.
ResponderEliminarTu reseña es muy buena, como siempre, y me ha encantado eso de la golondrina y el colibrí. A ver si termino la mía.
Un beso.
Sobre Zelda tengo una novela que no sé si has leído (yo aún no porque la descubrí no hace mucho) se titula Alabama Song. Es de Gilles Leroy y es Premio Goncourt 2007.
EliminarYo suelo separar la vida personal del autor y su obra y así puedo disfrutar de novelas maravillosas de autores que no me caen especialmente bien.
De Fitzgerald todo lo que he leído me gusta mucho. Gatsby como personaje me fascina porque sigue siendo un niñi empeñado en conseguir un juguete y en jugar a un juego que no es para él y al que no le van a dejar jugar, pero sí, en la novela hay un montón de personajes muy interesantes. Daisy Buchanan es otro que no tiene desperdicio.
Voy a buscar esa serie que dices, aunque solo haya una temporada me apetece.
Un beso.
Apuntada queda. Seguro que la leo pronto.
EliminarCuando leí El gran Gatsby no sabía nada de la vida de Fitzgerald y lo agradezco. Pero no sé qué ocurre que cuanto mayor es el éxito y la huella profesional de un artista —arquitecto, pintor, escritor, etc.— peor es su vida privada y su ética de vida. Resulta deprimente. Parece que para triunfar en lo suyo hayan de ser unas personas horribles. Y parece que Fitzgerald es otro más. Es que vivimos en un mundo tan machista, en el que ya hemos absorvido tanto todos los comportamientos característicos que ni nos damos cuenta de ellos. Me parece horroroso.
Todo esto no quita que sus obras sean buenas. Pero él fue un alcohólico empeñado en llegar a lo más alto a costa de lo que fuera. Hay muchísimo de su vida en sus personajes, muchísimo. En la serie se ve lo extraordinaria que fue Zelda y que por estar con un hombre como este nunca pudo llegar a mostrar.
Un beso.
Antes que nada, gracias por aparecer en tus líneas. Luego, yendo a tu texto, coincido en general. Si me ha gustado más esta versión que la famosa, debe ser que siento a un Gatsby más humano; más 'él'. Sin tanta elipsis ni estereotipo.
ResponderEliminarNo obstante, ambas propuestas no defraudarán a ningún lector.
Un abrazo, y gracias.
Ambas son fabulosas y no sabes cómo te agradezco haberme dado a conocer esta obra. Me gustan mucho las dos porque las elipsis también tienen su encanto y dejan al lector la oportunidad de hacer sus aportes. Pero saber más de Gatsby, del gatsby que ideó Fitzgerald ha sido muy gratificante.
EliminarUn beso y gracias a ti.
Para nada, Maja. Descuenta éste de mi saldo deudor respecto de tus lecturas. Beso.
EliminarHola. Yo lo entiendo un poco como lo que sería en cine "el montaje del director". No me atrae especialmente aunque es interesante. Prefiero quedarme con la versión final que por cierto me gustó muchísimo.
ResponderEliminarBesos
Son muy similares y sí, podría ser como el montaje del director. Tanto una como otra son tan geniales como recuerdas. Es una historia magnífica realmente.
EliminarUn beso.
Cuanto mejor sea el escrito mejor tiene wue ser la versión definitiva. Y MAS igual. No tenis ni idea de ese "montaje del director"litrrario. Veo wue se ha editado por primera vez en Argentina y hace muy poco. Gracias por tan detallada exposición. Me parecio fantástica.
ResponderEliminarAbrazoo
Por primera vez en Argentina en español en 2022, pero en 2000, Cambridge incluyó Trimalción en su edición de las obras completas de Francis Scott Fitgerald.
EliminarParece que varias personas se han enterado de la existencia de esta publicación gracias a esta reseña lo que me hace estar doblemente contenta.
Un beso.
¡Hola, Rosa! Ostras, desconocía por completo esta obra y desde luego que me llama la atención. De hecho, es como esa moda cinematográfica de reestrenar una película con la versión del director. En este caso publicar la novela tal y como la concibió su autor y sin pasar por el filtro del editor. Sí recuerdo la película El editor de libros, protagonizada por Colin Firth. Es curioso, pero en ella yo estaba bastante de acuerdo con las correcciones, ja, ja, ja... Un aporte de lujo y absolutamente necesario para esta estupenda edición organizada por Marta en El Tintero de Oro. Un fortísimo abrazo!!
ResponderEliminarEn esa película se ve a ese editor y su influencia en los autores que llevaba. La vi hace mucho y, no he hablado de ella porque recordaba muy poco. Pensaba volver a verla, pero la verdad que que no he tenido tiempo entre unas cosas y otras.
EliminarNo voy yo a negar que las correcciones fueran pertinentes. La verdad es que El gran Gatsby es una novela más ligera y depurada. Trimalción desvela más cosas del pasado de Jay, pero tampoco era necesario. Ya sabes lo que pienso de no darlo todo mascado. De ahí mi alabanza a este libro y ese final de mi reseña «Aunque tal vez...»
Un beso.
Hola, Rosa, menuda sorpresa más agradable descubrir Trimación en tu reseña sobre “El gran Gatsby”. Poco hace que me enteré de su existencia, precisamente a raíz de esta convocatoria comencé a trastear en internet buscando información sobre la vida de Scott. Así descubrí Trimalción. Hice unas pocas anotaciones a la espera de tener tiempo para echarle un vistazo más detenido a esta joyita pre-editorial del clásico de Fitzgerald, pero tu estupenda reseña me ha ahorrado tiempo, esfuerzo y me ha sacado de dudas. Creo haber visto la película protagonizada por Redford hace ya …ni me acuerdo, pero no creo que lea Trimación a corto plazo, no porque no se lo merezca sino por tener otras prioridades en mi lecturas. Pero sin duda resultará muy interesante averiguar qué detalles superfluos escogió el editor para eliminar del original que escribió Francis.
ResponderEliminarEstupenda reseña, Rosa, un abrazo.
Es cierto que hay mucho pendiente y hay que priorizar y te confieso que de no ser por la convocatoria y porque ya tenía en mente releer El gran Gatsby, tampoco sé si me hubiera animado, aunque la tentación era grande.
EliminarTras el tiempo de reposo de unos días y con la somera comparación que he hecho de ambas versiones (no me gusta llamarlas así, pero es muy práctico), creo que El gran Gatsby es una obra más depurada y ligera. Trimalción da más datos sobre Gatsby, pero tampoco son necesarios para lo que el autor quería transmitir. Ahora bien como lectora curiosa y un poco cotilla, esos datos vienen muy bien.
Un beso.
Hola, Rosa. Original tu reseña al hablar de la obra original en contraposición con la adaptación mucho más conocida. No es un género literario que me vaya, pero siendo una novela corta no lo descarto e igual me decanto más por la del autor sin edulcorar para el público.
ResponderEliminarCoincido contigo en lo separar las creaciones de la vida real de los autores. Al final los prejuicios aunque tengan fundamento no nos permite apreciar las obras y, al revés, también idealizamos al autor. El caso es que como humanos tenemos muchas facetas y si en conjunto podemos trazar la raya (bueno, malo), por separado habría que ponderarlas; en mi opinión.
Me he ido por las ramas y solo quería decirte que me ha parecido muy apropiada tu reseña así como instructiva.
Saludos.
Tanto una novela como otra (que no dejan de ser la misma) son muy buenas, aunque si no te va el estilo, entiendo tus reticencias.
EliminarHe disfrutado mucho leyendo Trimalción, comparando con El gran Gatsby y escribiendo la reseña.
Afortunadamente, nunca he dejado de leer a un autor porque me resultara antipático o no estuviera del todo de acuerdo con él. Gracias a eso he leído novelas maravillosas.
Un beso.
Ni idea de esta versión. Yo la leí en inglés en tiempos de facultad, y luego he visto la peli unas cuantas veces pero desconocía esto que nos cuentas hoy. Vaya tela, se supone que nos lo tenían que haber dicho en clase. En fin, gracias por el descubrimiento. Besos
ResponderEliminarPoca gente sabe de esta versión. Puede que ni siquiera tus profesores de facultad lo supieran. no deja de ser un borrador antes de pasar por la editorial. Este se salvó y Cambridge lo recuperó en 2000, pero lo normal, imagino, es que los autores los desechen una vez se corrigen y quedan ya preparados para publicar.
EliminarYo me enteré por el blog Libros en estéreo de Marcelo Zuccotti que es argentino. Como Tusquets lo ha publicado allí, era más fácil que se enterara.
Un beso.
Muchísimas gracias Rosa, no tenía ni idea. He leído El Gran Gatsby y he visto las dos adaptaciones (sé que tú prefieres lo de Robert Redford) así que ahora necesito esta obra,, la necesito. Está claro que a veces los correctores empeoran la obra.muy feliz día.
ResponderEliminarNo creo que el editor empeorara la novela. Ya terminé la reseña manifestando mi duda y, tras dejar reposar la lectura creo que el dejar a Gatsby menos explicado le da un aire misterioso muy interesante y apetecible. Ciertamente, saber más del pasado del personaje alimenta la curiosidad pero creo que la novela tal y como se publicó es mejor. Por otra parte, tampoco son tantas las diferencias. No creas que es otra novela, pero si te gusta la historia, es recomendable leer Trimalción.
EliminarUn beso.
Hola Rosa. Es un placer leer tus reseñas, se nota que están documentadas, trabajadas y que lo que aquí vemos tiene detrás muchas horas de estudio. Siempre se aprende leyéndote, y es de agradecer. Se agradece también la profesionalidad de saber separar una obra de la personalidad, mejor o peor, de su autor, es la única manera de analizarla con objetividad. Si quisiéramos escribir una biografía del escritor, esa sería una tarea diferente, y en todo caso los juicios de valor personales suelen entorpecer incluso esa labor. En cualquier caso Fitzgerald consiguió algo que todos los juntaletras que vagamos por este mundo bloguero desearíamos, dejar alguna de nuestras obras como legado para la posteridad. Un abrazo.
ResponderEliminarConfundir la obra con el autor lleva a perderse verdaderas maravillas literarias. Yo tenía un amigo que nunca había leído a Vargas Llosa, Cela o Torrente Ballester porque le caían mal. Y por más que le insistía en que todos ellos tenían novelas buenísimas nunca conseguí que saliera de sus prejuicios.
EliminarNo obstante, dicho esto, no es mi caso con Fitzgerald. No conozco tanto de su vida como para que me resulte tan antipático. Es más, lo que sé me causa una cierta pena por la confusión y las limitaciones que veo en ella. Suave es la noche que creo que es su obra más autobiográfica da idea de una persona vulnerable y un tanto inmadura en sus relaciones y en su forma de vida. Sea como sea, no se puede negar que como escritor fue genial.
Un beso.
Hola, Rosa, me ha parecido muy interesante la figura de Trimalción, tanto la antigua como la referente a la novela. Esta es la única novela que me he leído en inglés, en un curso, lectura de la cual atesoro más que nada, porque no me enteré de nada. Luego vino la lectura traducida y la consiguiente visualización de la película de Di Caprio, y claro, menudo obrón.
ResponderEliminarGenial entrada, Rosa. Si una cosa tienen tus reseñas es que dan ganas de volver a leer el susodicho libro que reseñen, y en este caso nos presentas la versión de Trimalción, otro caramelito difícil de dejar pasar. Tomo nota de ella.
Un abrazo!
Es una novela fantástica. En apariencia es una historia muy sencilla, pero esconde multitud de matices. Yo prefiero la película de 1974, con Robert Redford. No es tan espectacular, pero sí más profunda en su forma de narrar y transmitir. En la de Di Caprio, para mi gusto, el contenido se pierde en la forma. El espectáculo oculta todo lo demás, Aunque puede que me anime de nuevo a verla no sea que una nueva visión me dé otra perspectiva. No sería la primera vez.
EliminarTrimalción es muy similar. Tan solo cuenta más cosas del pasado de Gatsby que tampoco añaden demasiado al trasfondo de la historia. Creo que Maxwell Perkins estuvo acertado en su edición.
Un beso.