"Tinta y fuego" Benito Olmo

El puñal se hundió hasta la empuñadura en el estómago de Marcel Dubois antes de que este hubiera podido preguntar siquiera al individuo que se había presentado en el umbral de su casa quién era y qué diablos se le había perdido allí.

Stratos apuñaló sin saña, pero con firmeza […]  La hoja se hundió con facilidad, como un saltador olímpico que ejecuta una zambullida perfecta y sin salpicaduras.

O casi.

La vida abandonó el cuerpo de Marcel Dubois en cuestión de segundos […] Stratos certificó su defunción apuñalándole varias veces más. Cuando se aseguró de que había dejado de moverse, limpió la hoja de la daga en la ropa de Dubois y la guardó. Después cerró la puerta a su espalda y pasó sobre el cadáver, rumbo a la biblioteca.


Hay un personaje en este libro, Téllez, que se confiesa amante de la lectura, pero no de los libros. Comparto totalmente su punto de vista. Para mí los libros no son más que objetos. Nunca he llegado a mitificarlos más allá de la emoción que esconden entre sus páginas. No entiendo cuando se habla de su olor. Los libros huelen a papel y tinta y, como mucho, si el libro es viejo, a una mezcla de moho y humedad. Es por ello que el paso al lector digital lo di hace ya catorce años sin ningún tipo de trauma ni remordimiento y disfrutando de muchas ventajas que aún no han tenido que rivalizar con ningún inconveniente. Hay también amantes de la lectura que, además, mitifican los libros como soportes de la misma. Solo, o casi, leen en papel porque disfrutan pasando las hojas, oliendo el libro, viéndolo en su biblioteca y sabiendo que pueden volver a él en cualquier momento. Lo entiendo, aunque no es algo que a mí me pase.
Y luego están los que valoran algunos libros por sí mismos. Puede que también amen la lectura, pero no necesariamente. Aman el objeto raro, el incunable, el intonso, la primera edición, la edición príncipe, una edición muy antigua, la firmada por el autor, o por el censor en caso de ser una edición expurgada. Son como Sarasola, otro personaje del libro, el que

«encontró un incunable embutido entre los tubos del órgano de una abadía de Escocia; el que el año pasado halló un manuscrito de Isaac Newton en una biblioteca de Córcega; el que encontró en Copenhague un manuscrito perdido del hijo de Cristóbal Colón»

Y algunos de estos amantes de los libros los aman tanto que son capaces de matar por conseguir algunos. «Trata de comprarlo y, si no lo consigue, lo roba. Está tan loco que es capaz de matar por un puñetero libro». Así es Stratos, a quien conocemos de la cita con la que se abre esta entrada. Desde el principio, sabemos que es Stratos el que mata, pero tendremos que averiguar quién es Stratos.

Y en ello se verá involucrada Greta, una joven cuyo trabajo precisamente es tasar bibliotecas, buscar libros valiosos, poner en contacto a compradores con vendedores. Ese era su trabajo hasta que, en una casa en la que estaba tasando una biblioteca para los herederos, fue acusada de robar un valioso ejemplar de Borges 

«un ejemplar manuscrito de Jorge Luis Borges: un ensayo titulado El verdugo piadoso en el que defiende que La divina comedia de Dante es la mayor obra literaria de la historia.
[...] Para muchos legos en la materia, un libro no suele ser más que eso, papel impreso con tapas y una historia en su interior.
Borges tiene un significado especial para muchos bibliófilos».

De manera que ahora trabaja vendiendo libros en una librería sin mayor encanto, un trabajo que carece de la emoción a la que está acostumbrada. De allí vendrá a sacarla el amigo Téllez, el que amaba la lectura, pero no los libros. Téllez la pone en contacto con Edelmiro Fritz-Briones en una asunto que, en principio, no termina de convencerla. Quiere que encuentre la biblioteca de su abuelo que murió en Auschwitz durante la Segunda Guerra Mundial. Un ejemplar de la misma ha aparecido en la Zentral- und Landesbibliothek de Berlín y Edelmiro piensa que puede haber allí más libros de su abuelo. 

A Greta termina de convencerla para que acepte el encargo su hermana Marla. Marla y la necesidad de dinero que tienen las hermanas. La búsqueda la llevará a trabajar con Oleg, empleado de la Zentral- und Landesbibliothek en Berlín. Allí conocerá a Sebastian, el jefe, y se enterará de todo un entramado que pretende identificar libros expoliados por los nazis y tratar de devolverlos a sus legítimos propietarios. 

Junto a Oleg, en busca de la biblioteca del abuelo de Edelmiro Fritz-Briones y de la Biblioteca de la Comunidad Judía de Roma, otro expolio de cuyo paradero no se tiene idea y del que Oleg es un buscador infatigable, Greta emprenderá un viaje que la llevará de Berlín a Roma y de Roma a Breslavia, en Polonia. Volverá a Madrid y de allí, otra vez con Oleg, irá a Cádiz.  

Benito Olmo

Tinta y fuego es una novela negra que atrapa desde el principio. Y que atrapa doblemente a los amantes de la lectura porque nada nos gusta más que el hecho de que nos hablen de libros. Y te atrapa triplemente si te interesa el tema del Holocausto y todo lo relacionado con ese hecho histórico. La novela trata sobre la quema de libros porque muchos libros quemaron los nazis y muchos se queman en Tinta y fuego. Aquí se queman para disimular asesinatos y en Alemania, en los años treinta, como preludio a los asesinatos que no iban a poder disimularse. Stratos quema bibliotecas para poder obtener un libro y los nazis quemaban libros, pero expoliaban bibliotecas enteras para mayor gloria del Reich. 

Y lo más interesante es que, como nos dice Benito Olmo en la Nota que hay al final, todo es cierto. Existe esa biblioteca en Berlín que busca propietarios legítimos cuando identifica un libro expoliado y existe Sebastian al mando del equipo, «[...] durante la Segunda Guerra Mundial, los nazis llevaron a cabo el mayor robo de libros de la historia. Saquearon bibliotecas de toda Europa, muchas de las cuales siguen a día de hoy en paradero desconocido. En Berlín, un reducido grupo de bibliotecarios lucha por resarcir esta injusticia y pone todo su empeño en devolver los ejemplares saqueados que caen en su poder a sus legítimos propietarios o a los descendientes de estos».

Greta, Oleg, Marla, Stratos son personajes ficticios, los crímenes que se van encontrando mientras buscan libros de las bibliotecas perdidas no son reales, al menos estos en concreto, pero todo el entorno en el que se mueve la novela sí lo es. Y la novela es adictiva, para mí, como digo, triplemente. Estamos ante una novela con un final muy bueno que surge de un giro más que sorprendente y que no se deja ver hasta que casi lo tenemos encima, con personajes bien diseñados y entornos que acompañan perfectamente la acción. Tinta y fuego es una novela que no te puedes perder si te gustan los libros y la novela negra.

Este libro participa en el Reto Autores de la A a la Z que organiza el blog  Lecturápolis. Con él relleno la letra O.

Título del libro: Tinta y fuego
Autor: Benito Olmo
Nacionalidad: España
Editorial: NdeNovela
Año de publicación: 2023
Año de publicación original: 2024
Nº de páginas: 480



Comentarios

  1. ¡Hola, Rosa!
    Los libros que hablan sobre libros tienen su gancho y siempre me llaman la atención, si además le sumamos la aventura de recorrer Europa, pues creo que me atrapaste de una, ja, ja, ja.
    No he leído al autor y creo que me animo a conocer su prosa con esta sugerencia que nos traes, pinta ser un libro que lo tiene todo, aventura, acción, personajes y giro final.
    Una buena lectura que atrapa de principio a fin y que me llevo apuntada ;)
    Un abrazo.

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    1. El autor hasta ahora tiene cuatro libros negro/policíacos. Dos son de una serie ambientada en Cádiz y otros dos, de otra ambientada en Franckfurt. Todos ellos son muy interesantes y tratan temas actuales y analizan problemas distintos en cada una.
      Tinta y fuego se sale de esa tónica y deja una historia que enlaza con los crímenes nazis y lo mejor es que siendo una novela con mucha ficción, la base es totalmente cierta y es muy interesante leer la Nota que el propio autor añade al final. Creo que te gustará.
      Un beso.

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  2. Me gusta mucho este autor, pero todavía no me he leído su novela anterior (que la tengo en la estantería desde que la sacó, pero mi cabeza es muy dispersa y se pierde entre las estantería), así que me has recordado que tengo que ponerle remedio para poder leer esta de la que nos hablas, porque me ha encantado todo lo que has contado. (Por cierto, yo soy de las que disfrutan una barbaridad con la lectura, pero me encantan los libros como objeto y oler sus páginas desde que era una cría).

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    1. Tú eres amante de la lectura y de los libros. Yo amo la lectura, pero no los libros que son para mí meros objetos. Lo que me resulta incomprensible es la gente que mataría por un libro, pero le da igual la lectura. hay gente para todo, la verdad.
      Tinta y fuego la puedes leer perfectamente sin haber leído la anterior de Benito Olmo pues no pertenece a la serie. La verdad es que se sale un poco de la tónica a la que nos tiene acostumbrados el autor. la leas antes o después, seguro que te gusta.
      Un beso.

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  3. A mí me gustan los libros pero amarlos... No, creo que no. Pero los prefiero a la hora de leer, sobre todo porque soy muy despistada y si tengo que ir para atrás para recordar algo, me resulta más fácil en papel que con el libro digital. Y sobre el libro, lo he leído y me ha encantado. Tremendamente adictivo, sí. Y estaba tan metida en la lectura que me dio una pena tan grande determinada escena que sucede en mi tierra, Cádiz... Que no quiero decir más por si alguien me leer y le chafo la escena. Pero supongo que tú sabrás por donde voy.
    Besotes!!!

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    1. Pues fíjate que a mí, lo que más me gusta es la facilidad para buscar atrás personajes o pasajes porque subrayo algo, le doy a buscar y es mucho más rápido que hojear en papel, que puedes encontrar lo que buscas o no. Además, yo tengo muy mala letra y no me gusta nada escribir con lo que subrayar y tomar notas me es más fácil en electrónico. me facilita mucho luego las reseñas.
      Ciertamente, en esta novela suceden cosas terribles en la parte de Cádiz. No sabía que tú eras de esa preciosa ciudad en la que estuve en mayo del año pasado. Hacía muchísimo que no iba y la encontré preciosa y muy agradable de pasear.
      Un beso.

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    2. Ohhhh, podríamos habernos conocido. Pues ya lo sabes si vienes una próxima vez. Y yo es que soy muy torpe para usar los cachivaches del lector. Yo me limito a leer y punto. Y si veo algo interesante, lo copio. Y con mala letra también.
      Más besotes!!!

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    3. Por supuesto, si vuelvo a Cádiz, te avisaré. Otro beso.

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  4. Esa escena de entrada... deja a uno... como asustado. Lo importante es que atrape.
    Saludos desde Brasil

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    1. Sí que atrapa desde el principio. Una novela muy recomendable.
      Un abrazo.

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  5. Bueno bueno, Rosa.., ya sabes, seguro intuyes que esta novela es todita para mi. Libros, bibliotecas, lo del nazismo..., quizás un poco menos pero también es un tema que me atrae, libros expoliados, libros quemados, bibliotecarios dispuestos a recuperar bibliotecas perdidas, pues eso, que es para mí
    Me encantan las reflexiones que haces sobre la mitificación de los libros como soportes, te cuento que aunque pueda comprender todo tipo de opciones, en mi caso pues yo también me pasé al electrónico aún trabajando en una biblioteca (que también dispone de biblioteca electrónica). En casa no acumulo libros, los doné en su día a la biblio, no tengo espacio, solo guardo algunos dedicados de puño y letra por autores a los que les tengo cariño, pero vamos que esos son cuatro o cinco como mucho.
    Yo a veces todavía leo en papel, muy de vez en cuando (es muy incómodo para las reseñas del blog), soy de las que el rollo de pasar páginas me gusta, poner mis marcapáginas, abrirlo, cerrarlo, tenerlos en la mano y contemplar sus cubiertas es algo que me gusta y hago cada día, pero sin mitificaciones.
    Te cuento que trabajé un año en la Biblioteca Nacional, en Madrid y no sabes que tesoros esconde, me encantó verlos, pero prefiero mil veces la Biblioteca pública y centrarme mas en las lecturas que en los libros. Lo del olor, no, si tuviera que oler cada libro que coloco cada tarde en la biblio...., pues lo que dices a ácaros que se acumulan en el polvo y a moho en ocasiones. Así que yo soy mas bien como Téllez, amante de la lectura, porque eso de matar por conseguir un libro..., manda narices (bueno, matar por cualquier motivo, porque no hay motivos para ello)
    En fin, que de Benito Olmo todavía no leí nada, pero es que últimamente ando alejada de la novela policiaca y negra en general, las suelo dejar para cuando me atasco en varias lecturas que abandono, porque es un género que nunca me falla, así que esta me la llevo
    Un beso.

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    1. Yo también leo algo en papel porque no todos los libros se encuentran en digital y porque de vez en cuando me regalan libros en papel y también están los que me mandan algunos autores. Suelo utilizar la biblioteca electrónica, pero la verdad es que es poco lo que hay disponible.
      Yo aún no he donado mi biblioteca, pero es que no sé a quién se la podría dar. Terminamos de deshacernos de la de mi padre y nos ha costado un montón. En la Biblioteca y en la mayoría de las librerías de viejo de León no la querían, hasta que encontramos una librería que nos los cogió. De ella rescaté algún libro que era un tanto especial para mí, pero eso, como media docena.
      La novela cuenta una situación real envuelta en una trama criminal que la hace muy entretenida. la nota final del autor es muy interesante porque allí cuenta las partes del libro reales y las que son pura ficción y termina con un giro muy interesante. Ya nos contarás cuando la leas.
      Un beso.

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  6. Hola, Rosa.
    Lo confieso, prefiero el libro en papel. Leo también en ebook, pero me proporciona más apego a la historia cuando manoseo sus hojas. A parte, muchas veces voy en busca de ellos para releerlos, y me es más cómodo localizarlos de esta manera.
    Muy interesante, sobre todo lo que comentas que, dentro de la trama ficticia, su contexto es real. La tengo en cuenta.
    Un beso.

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    1. Pues fíjate que a mí me cuesta menos buscarlos en el lector digital. En las estanterías me pierdo, nunca los encuentro a la primera, me entra el agobio de que los he perdido... Además, como sean muy gruesos, ya no puedo sujetarlos porque tengo una tendinitis en el hombro y me suele doler. En fin, que el digital me viene de maravilla.
      Este libro trata un tema muy interesante y sobre el que se ha escrito poco. sabemos que los nazis expoliaron cuadros y otras obras de arte, pero de los libros no se sabe tanto. Ojalá te guste.
      Un beso.

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  7. Hola Rosa, yo soy de las que aún prefieren papel a digital, aunque algunos leo en digital pero no terminó de hacerme con ellos, tal vez porque el ebook que tengo es viejo y el pobre va renqueando. Yo los libros los identifico mucho con la persona que me los ha regalado y a algunos especiales si les tengo cariño, pero no tengo problema en prestarlos, y salvo casos concretos no me importa que no me los devuelvan. En cuanto a esta novela la tengo apuntadisima, porque todo lo que tiene que ver con libros me llama y atrapa, además todas las reseñas que he leído son buenas. Tengo intenciones de leerlo este año. Besos.

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    1. Yo también tengo cariño a algunos libros especiales porque me los ha regalado alguien muy querido, o en una ocasión especial, o los leí de muy joven y me marcaron, pero son unos poquitos. El noventa por ciento de mi biblioteca la podría donar ahora mismo. Lo malo es que nadie los quiere.
      No dejes la novela en la lista mucho tiempo. Creo que la disfrutarás.
      Un beso.

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  8. Buenas tardes, Rosa.
    Qué buenísima pinta tiene esta novela. Por supuesto que no me la pierdo, ya me imagino este verano pegada al libro y sin desprenderme de él hasta terminarlo. Todo lo que nos cuentas de él me lo pronostica: libros y emoción. Mil gracias por el descubrimiento.

    Un abrazo, y feliz inicio de semana!!

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    1. ¡Hola, Undine!
      Pues pasarás una parte de tu verano de lo más entretenida y enganchada. Bibliotecas, librerías, libros, crímenes, ciudades preciosas y un final... sorprendente.
      Un beso.

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  9. Yo soy muy despegada con los libros. Creo que en parte es porque crecí en una casa con pocos libros y porque me curtí como lectura en mi adolescencia y juventud como usuaria de la biblioteca pública. En cuanto al paso al libro electrónico, pensé que me iba a costar, pero no fue así en absoluto. Yo me sumerjo en la lectura y me da igual el material que tenga entre mis manos. Desde hace años leo mucho más en electrónico que en papel. Me resulta más cómodo. He perdido el respeto a subrayar libros, me resulta muy útil el buscador y me parece mucho más práctico para seleccionar fragmentos o citas que incluir en las reseñas. No niego que haya ediciones en concreto que sean más disfrutables en papel, como obviamente lo son las ilustradas, pero no tengo afán coleccionista ni por conseguir ejemplares raros. Puedo buscar diferentes opciones de una misma obra y decantarme por una u otra por la traducción, un prólogo o cosas así, pero porque pienso que va a ser algo que me puede enriquecer aún más la lectura y no como algo que le de valor al libro como objeto. Y no deja de sorprenderme la gente que considera un ultraje deshacerse de libros, cuando a mí me parece un mayor sacrilegio tener los libros adornando las estanterías sin que nadie los lea. Supongo que ello tiene mucho que ver con el significado histórico como destrucción cultural de un pueblo que han tenido hechos como la quema de libros o como el expolio nazi que se trata en esta novela que nos traes, la cual, por cierto, como novela negra en sí no me atrae, pero tanto el tema de los libros como el contexto histórico sí que es muy interesante.
    Besos

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    1. Yo en cambio me crie en una casa que aunque no tenía una gran biblioteca, si tenía lo que llamábamos la librería, un mueble de madera de unos ochenta cm de alto y un meto de ancho, con tres estantes en los que se acumulaban los libros de mi padre con los que empecé mi andadura literaria. Nunca fui a la biblioteca hasta muy mayor y cogía prestados libros en las casas a las que iba, familiares, amigos, vecinos, etc. En común tenemos que también leo mucho más en digital que en papel, que no me cuesta nada porque con tal de leer el soporte no me importa y que el poder subrayar, anotar, buscar, etc. me viene genial para las reseñas.
      Desde luego el significado que da benito Olmo a los libros en esta novela es distinto. Se queman para terminar con el conocimiento y poder dominar a la gente; se expolian (sobre todo los libros judíos) para hacerse con parte del conocimiento del otro, para conocerlo y así saber dónde y cómo hacerle daño. Es un doble objetivo: anular el conocimiento ajeno y aumentar el propio. En ese sentido, los libros tienen su papel (nunca mejor dicho). Ahora bien, la novela tiene sus crímenes, su asesino, su intriga, su peligro para los protagonistas y en ese sentido, en una novela negra y criminal.
      Un beso.

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  10. Misterio, libros, Holocausto..., menuda pinta tiene esta novela. Me encanta todo lo que has contado sobre ella. Una de esas historias que atrapan desde el principio, parece. No he leído al autor pero lo anoto. Respecto a lo que comentas sobre los libros, yo también leo mucho en digital pero el libro físico, como objeto, me encanta. No me puedo a resistir a determinadas ediciones y sigo comprando mucho en papel. Me cuesta deshacerme de ellos, la verdad, y me relaja tenerlos siempre a mano en sus estanterías. Aunque la biblioteca poco a poco va invadiendo toda la casa, jeje. Un beso, Rosa, y gracias por la recomendación.

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    1. Sí, es una novela que tiene muchas cosas apetecibles.
      A mí también hay ediciones que me gustan mucho y que dan lugar a libros muy bellos, pero es una pena que después de leerlos se colocan en una estantería y ahí se quedan la mayoría de las veces sin que nadie se vuelva a acordar de ellos. Yo ya casi no compro en papel más que los libros que no encuentro en digital, aunque ya casi todos están en Amazon o en La casa del libro o incluso en las bibliotecas públicas (aún tienen muy pocos, pero irá aumentando poco a poco el catálogo) y los que me regalan. Si no hubiera sido porque llevamos catorce años leyendo en digital, la biblioteca se nos habría comido. Bueno, imagino que hubiéramos tenido que deshacernos de muchos ejemplares.
      Un beso.

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  11. ¡Hola, Rosa! Como amante de la lectura, este libro me viene perfecto y me encantaría leerlo. Entiendo muy bien cuando dices que eres amante de la lectura, pero no de los libros, y es que, muchas personas tienden a mitificarlos, adorarlos y ponerlos cual trofeo, como adornos frágiles que no se pueden tocar, cuando lo más bonito, es releerlos, marcarlos y compartirlos. A mi tampoco me costó pasarme al digital y poco a poco, me he hecho una biblioteca digital bastante variada y claro, sigo adquiriendo de vez en cuando los libros físicos que me gustan. Gracias por la reseña y tan buena recomendación. ¡Besos!

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    1. Es un libro ideal que puede gustar a mucha gente. Aparte de una historia negra y criminal, es historia de Europa, es amor a los libros y la literatura, por lo que puede llegar a mucha gente.
      Yo también tengo una buena biblioteca digital y aunque tardé tiempo en hacerlo, ahora no me importa subrayar, anotar y utilizar los libros sin miedo. No son objetos sagrados, aunque algunos tengan un significado especial.
      Un beso.

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  12. Hola otra vez. Soy de libro físico, y de librerías, verlos, abrirlos, tocarlos...qué se le va a hacer. Ni me acostumbro a las pantallas. Aunque lo del olor tampoco lo entiendo. Y a algunos les tengo cierto cariño, por el momento en el que lo compré o lo leí, o las dos cosas.
    Respecto a esta novela. Lo del Holocausto ya sabes que no es mi tema pero si no he entendido mal, aquí hay asesinatos pero no entra en el exterminio y atrocidades varias, sino a lo que pasaba con los libros. Que sí, que nos ganan a los lectores cuando ocupan parte importante en una novela. Creo que me podría gustar.
    Besos

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    1. Yo también tengo cariño a algunos libros, pero son poquitos y el resto, prefiero que, tras leerlos, duerman su sueño en mi Kindle antes que me invadan la casa poco a poco.
      En esta novela no se ven crímenes cometidos durante el Holocausto. Los crímenes son actuales y están relacionados con el deseo de hacerse con algún libro valioso. Sí creo que puede gustarte. Cuenta muchas cosas interesantes y que son reales, y la parte de ficción está muy bien.
      Un beso.

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  13. Hola.
    Me parece muy interesante y diferente.
    Yo soy de las que sí noto que huelen de una manera concreta, y también disfruto de las distintas ediciones, de ilustraciones...
    Pero confieso que uso el libro digital porque es muy cómodo.
    Muy feliz noche.

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    1. Me resulta tan cómodo el libro digital que me tengo que forzar y recordar que tengo libros en papel. Sobre todo para las reseñas es comodísimo y para viajar, ni te cuento.
      Esta novela es interesante en su mezcla de una realidad muy dura y una historia de ficción muy fuerte. Y muy entretenida.
      Un beso.

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  14. ¡Hola, Rosa! Ay, me temo que yo soy de libros en papel. Reconozco que el digital da cierta comodidad en el transporte y no digamos en el espacio para guardarlos, pero para mí es como ver una película en el cine o en televisión. Necesito tocar y sentir para concentrarme de verdad en la lectura.
    La novela que presentas tiene muchos ingredientes infalibles. Una trama en torno a los libros, los nazis y su dosis negra son casi garantía de una lectura entretenida.
    Las quemas de libros, para mí, es uno de las mayores infamias que puede cometer el ser humano. Y no es raro que cada régimen político lance a la hoguera todo aquello que pueda cuestionarlo. Cuando los libros eran físicos, el horror de quemarlos también lo es. El problema, uno de los muchos, de la vida digital es que también se produce, lo que sucede es que no lo vemos. Las llamas de esa pila, en la época de hoy es el ostracismo, el silencio, el vacío, la falta de visibilidad, los algoritmos y las normas de comportamiento de las redes sociales, lo políticamente correcto... Lo terrible, es que no lo vemos, y no se puede luchar contra lo invisible. Un abrazo!!

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    1. Es mucho más fácil censurar, anular, "quemar" en digital que en papel porque se hace sin dejar rastro y sin que nadie se entere. Libros virtuales, censura virtual, pero igual de eficaz.
      Yo también pienso, lógicamente, que la quema de libros es una infamia, pero no por el objeto en sí que es el libro, sino por lo que contiene, por el significado que tiene la quema de intento de terminar con el conocimiento, de instaurar la ignorancia. Decía Benito Olmo en una entrevista que cuando se queman libros se está tratando de hacer desaparecer el legado de una cultura, en este caso la judía, sus bases, su historia, sus tradiciones (más o manos eso decía; no lo recuerdo literalmente). Ahora es la época de lo políticamente correcto, como bien dices, y la literatura corre el riesgo de convertirse en un catálogo de normas buena conducta, muy correctas y muy aceptadas, sin ingenio, sin imaginación, sin esa vena revolucionaria y rompedora de las normas que tiene que tener cualquier Arte y la literatura sobre todo. Que la Cultura de la Cancelación no nos pille (o nos pille confesados, ja, ja.)
      Un beso.

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  15. Hola, Rosa. A mí este libro me gustó muchísiiiiimo. Me parece una historia muy interesante y encima, como mencionas, hay mucho de verdad en esta novela. La disfruté un montón. Sí, te diré que yo sí soy de las que mitifican los libros. No llego a olerlos pero mi marido, sí. Una costumbre que no entiendo pero él, en cuanto llega un libro nuevo a casa, lo huele y es como si se estuviera drogando. Una cosa.... Besos

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    1. Es una historia interesante, en efecto, por lo que tiene de historia, pero también por lo que tiene de ficción, muy dinámica y adictiva, como el resto de novelas de Benito Olmo. Y con ese final...
      Yo confieso que durante mi adolescencia y primera juventud también mitifiqué los libros. No lo hice durante la infancia y se ve que con los años vuelvo un poco a ella (ya sabes los viejos son como niños, ja, ja.) y vuelvo a ver en ellos objetos. Cierto que algunos, muy pocos, me son muy queridos.
      Un beso.

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