"Un caballero en Moscú" Amor Towles

Comprendiendo que un hombre debe dominar sus circunstancias para que estas no lo dominen a él, el conde pensó que valía la pena plantearse cuál era la mejor manera de conseguir su objetivo, tras haber sido condenado a un confinamiento de por vida. A Edmond Dantès, en el Château d’If, era pensar en la venganza lo que le mantenía la mente despierta […] A Cervantes, esclavizado por los piratas en Argel, era la promesa de las páginas por escribir lo que lo estimulaba. […] En cambio, el conde no tenía carácter para la venganza; no tenía imaginación para la épica […] Como Robinson Crusoe varado en la Isla de la Desesperación, el conde mantendría su resolución dedicándose a los asuntos prácticos.

En 1922 el Conde Aleksandr Ilich Rostov es condenado por el Comité de Emergencia del Comisariado Político de Asuntos Internos. El hecho de haber nacido aristócrata le llevaría al paredón. Le salva la vida el haber escrito un poema de juventud de espíritu revolucionario. Por ello, en lugar de llevarle al paredón, se le condena a volver al Metropol, el lujoso hotel en el que se hospeda, sin poder volver a poner un pie fuera del mismo, en cuyo caso sería ejecutado de inmediato. Por supuesto, el conde no podrá disfrutar de la espaciosa suite que ha ocupado hasta entonces sino que será confinado en una minúscula habitación de la zona en la que antes se alojaba a los criados de los ricos huéspedes del Metropol.

Es entonces cuando Aleksandr Ilich decide, como se cuenta en la cita de inicio, dominar sus circunstancias y adaptarse de la mejor forma posible a lo que le ha tocado vivir. Y desde luego, lo hace de maravilla. Durante treinta y dos años, hasta 1955, deambulará por el hotel, acondicionará su habitación a sus necesidades, disfrutará de las cenas del restaurante Boiarski y de las copas en el Chaliapin, el antiguo bar americano del hotel, y vivirá, salvo por el hecho de no poder salir y de lo escueto de sus aposentos, con el lujo que el Metropol ofrece a sus visitantes. 

Pero lo más importante de todo lo que el conde Rostov va a vivir en su encierro, deriva de las relaciones humanas. Hará amistad con Nina Kulikova, una niña de nueve años muy peculiar que le descubrirá los secretos del hotel y que, con los años, le dejará la mejor herencia que nunca tuvo. Formará un trío de amigos con Andréi y Emile, el maître y el chef respectivamente del Boiarski. También contará entre sus amigos a Audrius, el barman del Chaliapin. 

Y también recordará su vida anterior a la Revolución. Recordará a su abuela, con la que se criaron él y su hermana Helena. Recordará al Gran Duque Demidov del que heredó el escritorio que aún conserva en su habitación del hotel y que fue quién le enseñó muchas cosas importantes. 

«en 1900, cuando los padres del conde murieron de cólera con escasas horas de diferencia, fue el Gran Duque quien se llevó aparte al joven y le explicó que debía ser fuerte y pensar en su hermana; que la adversidad se presenta adoptando diferentes formas; y que si uno no controla las circunstancias, se expone a que las circunstancias lo controlen a él».

Recibirá intermitentemente las visitas de su amigo Mishka con el que hablará del pasado y al que la Revolución le pagará su condición de revolucionario triturándolo entre las ruedas de su implacable maquinaria. Y es que Un caballero en Moscú es una crítica entre la amargura y la ironía a un régimen que vino a remediar las injusticias a las que estaba sometida la inmensa mayoría de la población rusa (y del resto del mundo). Una revolución que termino con unos tiempos que el conde recuerda como felices, pero que Mishka verá desde otra perspectiva. «Sí, fueron tiempos paradisíacos, pensó Mishka. Pero pertenecían al pasado [...] Pertenecían a una época de artificio elaborado y de vulgar superstición, en la que unos pocos afortunados comían chuletas de ternera mientras la mayoría sobrevivía en la ignorancia».

Aquellos buenos tiempos para los que comían chuletas se terminaron, pero tampoco vinieron buenos tiempos para los que sobrevivían en la ignorancia. Pronto se reprodujeron las desigualdades. Tampoco todos podían disfrutar de las cenas en el Metropol que seguían siendo exclusivas, aunque ahora, en lugar de vistosos vestidos de seda, se vieran uniformes grises de loneta «Pero ¿hay mucha diferencia entre las coderas y las charreteras?».

Tampoco se escatiman las críticas hacia el otro lado del espejo, el mundo capitalista que se vende como garante de las libertades y que no deja de ser otra ilusión con su trastienda de desilusión. Así, hablando de Estados Unidos, un personaje amante del cine americano, no deja de considerarlo «un mecanismo de represión de clases sin precedentes. Porque, por lo visto, mediante el cine los yanquis habían descubierto cómo calmar a toda la clase trabajadora con el reducido coste de cinco centavos por semana». Y continúa hablando de la Gran Depresión que 

«De principio a fin duró diez años. Toda una década, durante la cual el proletariado tuvo que arreglárselas solo, mendigando en los callejones y en las puertas de las iglesias. Si alguna vez los trabajadores estadounidenses han tenido razones para liberarse del yugo, sin duda alguna fue entonces. Pero ¿se unieron a sus compañeros de armas? ¿Se cargaron las hachas al hombro y destrozaron las puertas de las mansiones? No, ni hablar. Lo que hicieron fue arrastrarse hasta el cine más cercano, donde les mostraron la última fantasía y la hicieron oscilar ante sus ojos como si fuera un reloj de bolsillo colgado de una cadena. Sí, Aleksandr. Nos corresponde estudiar este fenómeno con la máxima diligencia y atención».

Amor Towles

Un caballero en Moscú es una novela deliciosa. Pero es una novela para reflexionar mucho. Entre los episodios, algunos muy duros, otros muy tiernos, otros decididamente disparatados, se esconde el análisis, la crítica y la evolución a los largo de los años de un Régimen que fue capaz de hundir los sueños de libertad y justicia de toda una clase social. La vida del conde Aleksandr Ilich Rostov contada por este escritor estadounidense también evoluciona durante las tres décadas que pasa en el Metropol hasta llegar a ser un camarero en el Boiarski. Y, sin salir del hotel, el autor será capaz de hacernos percibir cómo cambia la vida en toda una gran ciudad como Moscú (y en toda una inmensa nación como la URSS) a lo largo de los años. No salimos del hotel, pero que nadie se deje engañar, Un caballero en Moscú jamás da sensación de encierro o claustrofobia; jamás decae o resulta aburrida. Es una novela que recomiendo a los amantes de las historias reposadas, para leer sin prisa, reflexionando y analizando, con unos personajes tan deliciosos como la novela que nos los presenta. 

Título del libro: Un caballero en Moscú
Autor: Amor Towles
Nacionalidad: Estados Unidos
Título original: A gentleman in Moscow
Traducción: Gemma Rovira Ortega
Editorial: Salamandra 
Año de publicación: 2018
Año de publicación original: 2016
Nº de páginas: 512

Comentarios

  1. Si la calificas como una novela deliciosa para mí no hay más que hablar je, je. Me encanta la premisa de ese hombre encerrado pero degrado de habitación. Si además se aportan certeras reflexiones creo que estamos ante un gran planteamiento. Puntualizaría, sin simplificar tampoco, que la industria del cine -y ojo de las palomitas- fueron una fuente política que sirvió para distraer a la población estadounidense en los momentos de crisis económica.
    Besos, Rosa, y buen fin de semana.

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    1. Sí, fue lo primero que me salió cuando quise poner un calificativo a esta novela: deliciosa. Y no es una historia amable ni feelgood ni divertida (aunque tiene su humor y su ironía), el caso es que me resultó deliciosa. Los personajes, las situaciones, los análisis y la crítica que hace de uno y otro mundo, el socialista, si es que se le pude llamar así, y el capitalista, que tiene bien ganado el nombre (ya sabes lo que se decía en la URSS tras caer el muro, "todo lo que nos decían del socialismo era mentira, pero todo lo que nos decían del capitalismo era verdad".
      Desde los romanos los espectáculos se han utilizado para entretener a las masas y hacer que se olviden de de sus miserias. No iba a ser el cine menos.
      Un beso.

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  2. Hola. Reconozco que a veces me resultó un poco pesada, repetitiva pero qué bien lo hace el autor, cómo nos saca de ese cuarto ene el que es fácil desesperarse al no poder salir. La relación con la niña es preciosa y el final, de los buenos, como a mí me gusta, de los que cierran broche de oro.
    Lo cierto es que a veces las revoluciones han acabado repitiendo lo que había antes o en algo peor.
    Es un autor que me gusta mucho aunque prefiero La autopista Lincoln, por una cuestión de preferencia personal por la temática y porque está más pulida. Normas de cortesía también me gustó. Es para mí un autor a seguir.
    Y tengo ganas de ver cómo es la serie que han hecho de esta.
    Besos

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    1. A mí no me resultó pesada en ningún momento porque, como dices, el autor es fantástico consiguiendo que el hotel no nos resulta agobiante mediante recursos variados. El final es muy bueno, sí. No quiero decir más por no destripar nada.
      Veo que has leído todo lo que se ha publicado en español de Amor Towles. Yo tengo ya esas otras dos novelas en mi lista de pendientes. En cuanto termino una novela que me gusta me apresuro a ver qué más tiene el autor y ya las había apuntado. No sabía que había una serie de Un caballero en Moscú. Apunto también.
      Un beso.

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  3. Pues lo tengo pendiente desde hace bastante tiempo porque leí reseñas muy buenas de él y al final pasa lo que pasa que lo dejo esperando, así que gracias por recordármelo, besos.

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    1. No lo dejes pasar. Es muy interesante y a mí me resultó muy entretenido. Me alegro de habértelo recordado. Yo le tenía un tanto olvidado en mi lista de pendientes hasta que me lo regaló un amigo y ya no lo dejé pasar más. Un gran acierto.
      Un beso.

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  4. Apetecible novela para leer sin prisas, como dices. Con un punto de partida original, y un desarrollo desde lo particular de alguien encerrado hasta lo general de crítica a un régimen que resultó casi peor que el anterior. Yo ando ahora con Umbral y su "Madrid 1940". Una novela que tiene sus años, pero que no había leído.
    Abrazos!

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    1. Es curioso cómo desde un personaje encerrado en un hotel consigue darnos una idea de cómo avanza la sociedad soviética, de cómo evoluciona el Régimen, así como de su pasado. Yo no sé si la revolución resultó peor globalmente (en algunos aspectos seguro que sí), pero desde luego no fue lo que debería haber sido.
      Esa novela de Umbral no la he leído y además me has recordado la de Andrés Trapiello, Madrid 1945, que está ya hace tiempo en mi estantería de pendientes.
      Un beso.

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  5. Hola, Rosa. Yo estoy ahora mismo con una novela que parte de su trama ocurre en Moscú, durante la Guerra Fría. La verdad es que me está gustando mucho y este, por lo que leo en tu reseña, podría venirme muy bien para completar el mapa de ese tiempo. Me gustan las novelas que me hacen reflexionar. Así que me lo llevo anotado. Besos

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    1. Este justamente sucede desde 1922 hasta mediados de los cincuenta por lo que sí que ocurre justo antes de la Guerra Fría. Es una novela amena, y muy interesante que merece la pena.
      Perdona el retraso en contestar, pero te acabo de sacar de spam.
      Un beso.

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  6. Pues me encanta todo lo que cuentas sobre esta novela, Rosa. Sé que me va a gustar mucho y no la conocía. Tu reseña contagia entusiasmo y ganas de leerla. Un beso y gracias por la recomendación.

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    1. Realmente acabé entusiasmada con este libro. No me extraña que se note. Espero que no defraude por haber creado demasiadas expectativas.
      Un beso.

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  7. Hola, Rosa.
    Por como terminas la reseña es que no hay mucho más que decir, contagias las ganas de leerla.
    Creo que tendré que dejarla para verano, para poder leerla con gusto, que llevo una quincena algo mala, y mis lecturas algo andan decaídas desde entonces.
    Pero me la apunto, eso sí.
    Un beso.

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    1. Es una novela un poco extensa que conviene leer más o menos de seguido, sin grandes pausas, así es que el verano puede ser una buena época. Siento que estés pasando unos días malos y con bajón lector. Recupérate.
      Un beso.

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  8. ¡Hola! Me gustan las lecturas que nos hacen pensar y en este caso, nos deja reflexionando la manera en la que el régimen afectó la vida de tantas personas. Y como bien dices, es una lectura que necesita su tiempo para ser leída, sin prisas ni apuros. Gracias por tan buena reseña. ¡Besos!

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    1. Esta es una lectura muy reflexiva, aunque también pasan muchas cosas y los avances en el tiempo se alternan con la visita al pasado. Me ha encantado la trama y también la prosa del autor. En cuanto a las reflexiones históricas, sociales, culturales y políticas no tienen desperdicio. Ojalá te guste tanto como a mí.
      Un beso.

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  9. Pues no conocía esta novela y me dejas con mucha curiosidad por esta historia. Tomo buena nota.
    Besotes!!!

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    1. Es una novela que estuvo mucho por las redes hace un tiempo. Yo la tenía apuntada por recomendación de una prima y de mi hermana y, cuando me la regaló un amigo, fue el momento justo para leerla.
      Un beso.

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  10. Pues además de lo curioso de la historia (me ha recordado ligeramente a La Terminal, la película de Steven Spielberg donde Tom Hanks, el protagonista, tiene que vivir confinado en la terminal de un aeropuerto, pero por otras causas), sí que parece que esta da mucho para reflexionar. Revivir un pasado que no volverá y describir las vicisitudes de quienes vivieron la revolución bolchevique y su situación actual, tiene que ser muy interesante. Tomo buena nota de esta novela.
    Un beso.

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    1. La situación llega hasta mediados de los cincuenta y tiene un final muy bueno. En esos treinta años la evolución del personaje, de la sociedad y del Régimen, se muestran de forma magnífica. Parece mentira que casi sin salir del entorno del hotel, la novela sea tan amena e interesante.
      Un beso.

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  11. ¡Hola Rosa!
    conozco la novela, claro ¿quien no la conoce? fíjate que nunca pensé en leerla. pero con tu reseña sí me has dejado con ganas. Porque todo en ella parece interesante, ese personaje que decide adaptarse y vivir de la mejor manera posible su encierro, claro que es un encierro peculiar. Interesante como desde dentro de su encierro muestra al lector las peculiaridades de la época que le ha tocado vivir y en ese país, la Revolución bolchevique
    Ya imagino que lo único que puede hacer Rostov es disfrutar de las relaciones humanas, de las personas que van pasando por el hotel y de las amistades que va haciendo, al fin y al cabo, el contacto con las personas es los que mas nos llena en la vida
    Te diría que me la llevo para una futura lectura, pero acabo de leer el comentario de Norah y si a ella se le hizo algo pesada, intuyo que igual a mi también se me haría, aunque los lectores somos un mundo y vete a saber, no sé...
    En fin, me alegra que hayas disfrutado de una lectura de esas que inducen a reflexionar, esas cosas me encantan
    Un beso.

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    1. Como le digo a Norah, a mí no se me hizo pesada en ningún momento. Me resultó muy amena y entretenida, además de muy interesante por todo lo que nos cuenta y las reflexiones que hace y a las que invita.
      Rostov es un superviviente capaz de adaptar las circunstancias a sus posibilidades para conseguir vivir de la mejor manera posible. Desde el acondicionamiento de su habitación hasta sus relaciones y su forma de pasar el tiempo se nos da una lección de supervivencia y forma de enfrentarse a una realidad impuesta y sacar de ella el mejor partido posible. Lo que no es sinónimo de resignación.
      Por cierto, no lo comento en la entrada, pero hay unos preciosos homenajes a Guerra y Paz (el propio apellido, Rostov) a Anna Karenina, a otras obras de la literatura rusa y no rusa, así como al cine americano clásico. Y es un gusto ir encontrando esas referencias.
      Un beso.

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  12. Me traes un caramelito muy apetitoso, Rosa. Se ve una novela con muchísimo contenido ¡y todo sin salir de un hotel! El planteamiento sin duda es llamativo y promete mucho y parece que cumple con creces. Me lo llevo apuntado, cómo no.
    Besos

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    1. Es una novela con la que creo que pasarás muy buenos momentos. Se menciona además alguna autora que tu aprecias mucho, porque hay mucho homenaje a la literatura y al cine. Me encantará leer tu reseña.
      Un beso.

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  13. Hola Rosa, me apunté la novela por una reseña de La seyoreta Buncle pero se quedó en el olvido, y es que apunto más de lo que puedo leer. Me gusta tu calificación de " deliciosa" para esta novela, y la premisa de la que parte, me parece muy interesante, es muy difícil que con un escenario tan limitado no resulte claustrofóbica ni agobiante y esta lo logra. A ver si me hago con ella. Besos.

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    1. No la dejes pasar. Yo también la he tenido mucho tiempo apuntada y hasta que no me la regaló un amigo, no me había decidido a hacerme con ella, pero ante un regalo así, no podía postergar más la lectura. Me ha encantado.
      Un beso.

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  14. Hola, Rosa. Mi hermana me habló de esta historia el otro día, pero porque hay una serie sobre la novela y la está viendo ahora. Dice que es una preciosidad. Yo no sabía que se basaba en un libro pero ahora, tras leerte a ti, entiendo las palabras entusiastas de mi hermana. He leído los comentarios, concretamente el de Norah. Yo creo que me voy a decantar por la serie, de momento. Además, cuenta con muy buenos actores. Besos

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    1. Tengo anotada esa serie, aunque me temo que, tras leer el libro igual me decepciona. El libro me ha parecido muy muy bueno. Yo siempre prefiero leer primero y ver las series o peliculas después, pero sea como sea, esta historia merece mucho la pena.
      Un beso.

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  15. Buenos días nuevamente, Rosa.
    Conozco la novela y la tengo en casa desde hace tiempo. Tus impresiones me animan a ponerme con ella, ya que el apelativo "deliciosa" es un aliciente para ello. Ya te contaré.

    Un abrazo.

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    1. Hola, Undine.
      Acabo de rescatar tu comentario del spam. Contenta me tiene blogger.
      te recomiendo que no dejes pasar este libro. Creo que te puede gustar mucho. Aunque es actual, tiene un toque a libro, como mínimo de la época que narra, primera mitad del siglo XX, que lo hace casi clásico en la forma. Me gustará saber tu opinión.
      Un beso.

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  16. ¡Hola, Rosa!
    Sin duda una joya literaria que quiero leer. Por lo que nos cuentas, una trama original, curiosa, divertida, tierna e irónica. Un libro cautivador, con un trasfondo histórico bien documentado y un protagonista adorable y seguramente también inolvidable, por no hablar de la prosa fluida y refinada del autor.
    Me llama la atención no solo el tiempo histórico si no también la ambientación tan sugestiva en ese legendario y emblemático Hotel Metropol.
    Gracias por la reseña y la sugerencia, me lo llevo apuntado.
    Un abrazo.

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    1. ¡Hola, Mariana!
      Sí, la verdad es que este libro es una pequeña joya. Tierno, divertido, duro también; con una ironía muy fina entre el humor y el desencanto; con una análisis de lo que fue la Revolución rusa y su evolución hasta mediados de los cincuenta y, por supuesto, con las vivencias del conde Rostov, un superviviente nato y un personaje que me ha robado el corazón. Como me lo ha robado Moscú, una ciudad que debe de ser preciosa.
      Un beso.

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