Reto "Todo comienza con una frase"
Este relato es el que participa en "Todo comienza con una frase", cuarto reto, y último hasta después del verano, convocado por la comunidad de Google "Escribiendo que es gerundio".
Ahora, con más años por detrás que por delante, los misterios se desvelaron.
No entendía por qué le habían acusado de matar a Ava. Había llegado a casa y la había encontrado en el suelo del baño con un tajo en la garganta, en medio de un charco de sangre y con un cuchillo a su lado en el suelo. Un desagradable olor a un perfume caro, pero demasiado penetrante, se extendía por todo el piso. Cuando llegó la policía, alertada por algún vecino, lo encontró inclinado sobre el cadáver, con el cuchillo ensangrentado en la mano y llorando la desesperación de quien ha perdido todo lo que le anclaba al mundo y sus desdichas.
Nadie tuvo la menor duda. Ni siquiera el abogado de oficio creyó que fuera inocente. Podía haber contratado algún abogado caro en algún bufete de prestigio -podía permitírselo-, pero no estaba dispuesto a luchar por su vida. Ya no.
Lo condenaron a muerte y fueron inútiles todas las apelaciones que su abogado realizó con desgana.
Ahora, la víspera de la ejecución, cuando ya llevaba quince años en el corredor de la muerte, su penúltima noche en este mundo, lo había recordado todo, o lo había soñado como se sueñan los recuerdos que son reales.
Se vio entrando en la casa aquella tarde, y notó de nuevo el olor penetrante de aquel caro perfume masculino, y encontró una escena que nunca hubiera imaginado, y se vio clavando un cuchillo en el cuello de Ava que, aterrorizada, se había refugiado en el baño, y se vio hundiendo el cuchillo en otro cuerpo que había sobre la cama, un cuerpo con una cara conocida que le dolía como solo duele la más pavorosa y bíblica traición.
Por fin había entendido por qué su hermano no había aparecido en el juicio ni le había visitado en el corredor de la muerte durante todos esos años.
Genial¡¡¡ Suerte en el reto.
ResponderEliminarBesos
Muchas gracias, guapa.
EliminarUn beso.
Estás lanzada con los relatos de ficción, Rosa, y tal y como siempre pensé, ¡se te dan muy bien! :))
ResponderEliminarHoy nos sumerges en un ambiente de tensión y misterio ante un terrible asesinato. Solo al final comprendemos que la víctima con la que habíamos empatizado es en realidad el asesino. Un giro muy bueno que pone la guinda a la historia. ¡Me ha gustado mucho!
Un beso de lunes.
Gracias, Julia. Me alegro de que te guste. Yo no puedo dejar de empatizar con mi personaje ni siquiera al final. El pobre no se pudo contener ante tamaña desfachatez. Además eso de recordar en el peor momento y haber estado sufriendo quince años una condena a muerte creyéndose inocente, ya me parece suficiente castigo.
EliminarUn beso.
Me encanta! Te estás desvelando como una gran escritora.
ResponderEliminarUna nueva ocupación que te llevará mucho tiempo. Las amigas echaremos en falta tu compañía, pero disfrutaremos con tu lectura. Un abrazo
Pero cuando me haga rica y famosa, dejaré de trabajar y el tiempo que ahorre de ahí, lo repartiré entre la escritura y vosotras, que además podréis presumir de conocer al último premio Nobel. 😂🤣.
EliminarUn beso, guapa, y muchas gracias por tus palabras.
Brutal, Rosa! Un momento fatal en el que su vida cambió para siempre, un horror que bloqueó en el fondo de su mente y que de forma sádico afloró de nuevo antes de ser ejecutado. Un micro negro sobre rojo. Un abrazo!
ResponderEliminarDemasiado terrible el hecho y demasiado terrible recordarlo al final. Yo lo hubiera dejado en la ignorancia, pero la frase de comienzo era así y tenían que desvelarse los misterios.
EliminarClaro que ser ejecutado creyéndose inocente, tampoco es un consuelo.
Un beso y muchas gracias, David.
Hola Rosa! Que inquietante tu relato!! Y menudo giro argumental en el ultimo momento al descubrir la verdad! Un saludo, me ha gustado mucho :)
ResponderEliminarGracias, María. Me alegro de que te guste. Giro inesperado, incluso para mí. A veces los personajes eligen su propio devenir sin contar con el autor.
EliminarUn beso.
Rosa te comento por aquí, :)
ResponderEliminarEl final es sin duda sorprendente.
Como un acto atroz puede bloquear un recuerdo, los celos siempre crueles y vengativos.
Besos.
Crueles y vengativos, pero tan humanos que, por fuerza, tengo que comprender al personaje y sentir lástima por él.
EliminarUn beso.
Aparte del buen giro final, a mi me ha gustado especialmente el detalle del perfume, porque ayuda a visualizar la escena y ya no solo meterse dentro, sino "vivir" la historia. Un asesino que esconde su crimen en el subconsciente, ¿mecanismo de negación? Muy freudiano, ahora que lo pienso.
ResponderEliminarSuerte con el concurso.
Un abrazo.
Pues ya que lo dices y pensándolo bien, tienes razón en que es algo freudiano. No me había dado cuenta. Se ve que yo también guardo cosas en el subconsciente.
EliminarEl perfume es un dato curioso en el relato y totalmente premeditado para confundir y para introducir algo más de sensualidad (la vista, el tacto y también el olfato) y, como dices hacer sentir, que es tanto como vivir, el relato.
Un beso.
Como te dije en la Comunidad, menuda traición. Las hay que bloquean la mente, como sin duda sabrían explicar los expertos en estos temas.
ResponderEliminarA mí me ha encantado tu relato, ¡mucha suerte en el concurso, Rosa!
Un beso
El hombre se encontró en una situación dura durísima. No me extraña que la bloqueara y de no ser por la frase elegida para iniciar el relato, bloqueada hubiera quedado.
EliminarSuerte también para ti y un beso enorme.
Sin duda un gran relato corto. Me alegra ser en cierto modo, responsable de sacar a relucir tu mejor parte como escritora de ficción. Las reseñas se te dan de maravilla, pero poco a poco estamos descubriendo otra faceta que puede llegar a ser fascinante.
ResponderEliminarSuerte en el concurso.Si solo de mi dependiera...
Besos.
Gracias, Francisco. Es que la frase era muy buena y daba mucho juego. Creo que elegiste muy bien.
EliminarUn beso.
Buen relato.
ResponderEliminarEspero que tengas suerte en el concurso.
Besos.
Muchas gracias. No sé si tendré suerte y, por supuesto, me gustaría, pero el verdadero objetivo es lo que disfruto con los retos y el reto, valga la redundancia, que supone.
EliminarUn beso.
Me alegra mucho leer algo tuyo. Esta muy bien, y me ha encantado el final. Un beso y mucha suerte, y si te conviertes en escritora ya sabes que yo te leeré seguro.
ResponderEliminarSi me convierto en escritora, me dará un pampurrio, quedaré lela y nadie podrá leerme. Pero, por fortuna, eso está muy lejos de suceder.
EliminarGracias por tus palabras.
Un beso.
El relato es estupendo, se te da de perlas esto de inventar y escribir. Insiste.
ResponderEliminarEn cuanto al argumento te diré que respiré aliviada al leer el final. A mí esto de la pena de muerte no me gusta en ningún caso, pero si encima el reo es inocente... Saber que en realidad fue el asesino me deja algo más tranquila.
Un besote, guapa.
Yo soy totalmente contraria a la pena de muerte. Me parece un asesinato premeditado con crueldad y ensañamiento. Hay criminales que la merecen, pero yo no merezco un estado capaz de tamaña barbarie.
EliminarPara mi relato, me pareció necesaria y estuve a punto de ambientarlo en Tejas, pero no me cabían las palabras.
A mí, aun culpable, me da pena. Bastante castigo es encontrar a tu mujer con tu hermano, olvidarlo todo y pasar quince años condenado a muerte pensando que eres inocente y que alguien ha asesinado a la persona que amabas. Y encima, tu hermano da la espantada y no te visita. Y para colmo lo recuerdas todo la noche antes.
Creo que he sido muy cruel con mi personaje.
Muchas gracias por tus palabras, amiga.
Un beso.
Suspenso puro! me ha gustado mucho tu relato, el final es excelente!
ResponderEliminarGracias. Me alegro de que te guste. La primera sorprendida por el final fui yo, pues en principio, había pensado otro final, pero así son las historias, a veces cobran vida propia.
EliminarUn beso.