"Carvalho: problemas de identidad" Carlos Zanón
Si no hubiera conocido a Carlos Zanón, literariamente hablando, las primeras palabras que me habrían venido a la mente al saber que pensaba rescatar al personaje de Pepe Carvalho en una de sus novelas, hubieran sido "pero qué valor". Pero conociendo al autor y habiendo leído ya cuatro de sus obras, supe que si alguien era capaz de superar tal hazaña con toda la dignidad que merece, ese era justamente Carlos Zanón.
Esta novela supone un homenaje, varios homenajes mejor dicho: al personaje de Carvallo que encontramos mayor y más desengañado que nunca; a Manuel Vázquez Montalbán, al que no se llega a nombrar, pero que se muestra siempre presente de muchas formas y sobre todo como un personaje recordado y añorado: El Escritor; a la librería Negra y Criminal y a su alma, Paco Camarasa; a la novela negra, a la más negra, a la clásica que representan Sam Spade y Philip Marlowe y Bogart. Y, finalmente, es un homenaje a las mujeres.
Carvalho está mayor, está solo. Charo ha desparecido de su vida "¿Qué si la traté mal? Hice lo que pude. Lo que supe. A veces, tratar mal es la última manera digna de conseguir que alguien se aleje de ti y no se hunda contigo". Biscuter se le pierde por los entresijos del Master Chef y eso es más de lo que Carvalho puede soportar sin perder la calma. Además, hace años que perdió un amigo en el aeropuerto de Bangkok (todos perdimos algo en el aeropuerto de Bangkok hace unos años).
Últimamente cocina y tira seguidamente a la basura todo lo cocinado porque ya no puede comer sin que su estómago se queje y para eso, prefiere que se queje de un buen escocés como le enseñó El Escritor. Carvalho está enfermo o muestra síntomas de estarlo. "Igual son piedras, igual es úlcera, igual es extirpable, igual es miedo, igual es quimio, igual radio, igual es nada", se dice a sí mismo, porque es un Carvalho que habla en primera persona, más cínico, pero también más quejica, con un punto de autocompasión que nos lo hace parecer más derrotado, más mayor. Las derrotas vienen a menudo de uno mismo y de la propia capacidad de auto compadecerse.
Carvalho recuerda a su amigo Escritor hace muchos años, cuando "había alquilado el piso debajo del nuestro hacía un mes y Biscúter y yo no llevábamos ni un año en aquella ganga de renta baja. Creo que ya había escrito libros. [...] Él se mostró muy interesado con que yo fuera investigador privado, detective, y le agradecí que no sacara a las primeras ni la gabardina ni el sombrero de Bogart ni lo de Marlowe y Spade. Le confesé que ni yo sabía si iba a seguir mucho tiempo con aquello". El caso es que El Escritor decidió tomarlos a él y a Biscuter como personajes e inspiración para sus novelas de detectives. Ahora hace ya mucho tiempo que el Escritor murió y Carvalho no es protagonista de ningún libro, nadie lo escribe y aunque trata de parecerse al mismo personaje que el escritor narraba, cada vez le cuesta más y tiene que vivir con más realidad y menos literatura.
Sin su Escritor se siente solo, pero no como personaje sin autor, sino como amigo que ha perdido a un compañero de cenas y borracheras.
Carvalho ya no sabe cuanto se parece al personaje y puede que se parezca más de lo que piensa. Como dice el propio Carlos Zanón, Carvalho no sabe si actúa como él siente o si es así por cómo le han escrito”, un guiño continuo que hace al personaje mirarse en el espejo de otro personaje.
Y Carvalho, fiel al personaje, sigue quemando libros, aunque también podría ser que el personaje los queme para ser fiel al Carvalho real, un Carvalho real, este personaje de Zanón, que enciende con libros su chimenea de Vallvidrera, la misma que encendía el personaje de El Escritor, la misma que arde ahora en las noches de verano, con las ventanas abiertas de par en par para no asfixiarse en el calor de Barcelona. Por quemar, quema hasta un libro de El Escritor que él mismo protagoniza y que nunca le gustó, "Asesinato en el Comité Central". Nunca ha tenido techos de cristal a la hora de quemar libros. Eso sí, antes de quemarlos los ha leído. Se puede pasar página y hasta quemar la página, pero nunca antes de leerla.
En esta novela Carvalho se encontrará frente a varios casos, algunos por simple mención (los narcopisos y los pisos patera); en otros, se ve implicado de forma tangencial (el bullying, la violencia policial contra los inmigrantes) y en otros, se verá metido de lleno. Tres casos serán los más importantes, los que el investigador tendrá que resolver, y en los tres hay mujeres que son víctimas de una u otra manera de la locura, la avaricia o el despotismo de los hombres.
La Niñata está muerta y enterrada en la montaña de Montjuïc, nos lo ha contado ella misma en un capítulo tan estremecedor como brillante. nadie más lo sabe. También nos ha contado quién la mató. "Si pudiera moverme, cambiaría de posición porque tengo los brazos hacia atrás y es raro, claro que es raro, todo lo es incluso para una muerta como yo, pero los muertos también pensamos y hablamos por lo bajini". Las grúas han encontrado otros cadáveres de prostitutas asesinadas y enterradas en la misma montaña, pero aún no han encontrado a La Niñata. La madre le encargará su búsqueda al señorpepecarvalho. En persecución de quien seguramente sabe dónde está y lo que le ha pasado, se meterá "en algo parecido a una sinagoga, dado que hay gente sentada en sillas en círculo, está todo a media luz, pero veo que hay libros y reconozco al librero Camarasa". También verá a Montse, "la otra dueña de la librería". Lo que Carvalho no sabe, se lo dirá el librero, es que la librería Negra y criminal cerró hace dos años.
Amèlia cena con Max. "Examantes adúlteros, camaradas ahora y, a ratos, cuerpos en la misma cama". Cenan y Max pretende que pasen la noche juntos, pero Amèlia anda pendiente de un mensaje del móvil que no termina de llegar y decidirá ir a dormir a su casa donde se encontrará con un extraño robo y dos asesinatos. A Carvalho le encargarán investigar el asunto desde diferentes frentes además del encargo de su propia curiosidad.
La Novia Zombie vive en Madrid. Carvalho está enamorado de ella aunque no le causa más que problemas. Va y viene a Madrid en busca de su Novia Zombie, recibe las palizas y las amenazas de los sicarios del marido, termina por descubrir que no ha llegado a entender a su Novia Zombie, que no todo lo que le contaba era cierto, que no todo era mentira.
Tres mujeres en manos de los hombres, explotada, protegida, dominada. "Mujeres que se pierden, brutos que las buscan para retenerlas, matarlas, convertirlas en hijas, madres, muebles, amantes, cadenas y fantasías de destrucción.
Mujeres que han de escapar.
Mujeres que vuelven, que se van, mujeres a las que no sabes convencer de que se queden a tu lado, Carvalho.
Mujeres que con su silencio te señalan y te dicen algo que no sabes descifrar.
Niñata, Amèlia, Novia Zombie.
El Gueño, Max, Carbonell.
Y Carvalho.
Carvalho también, claro que sí, Carvalho también en el grupo de las bestias".
Termina Carvalho quemando un ejemplar de la Constitución, ese libro a cuyo servicio parecemos estar todos cuando es el libro el que debería estar al servicio de todos. Tal vez sea por el trabajo que costó conseguirla por lo que se ha sacralizado, pero el caso es que desde los que votaron en contra porque les parecía mucho, hasta los que se abstuvieron porque les parecía poco, todos se arrodillan ente ella y tiene que venir Carvalho a quemarla, y tiene que venir a criticar a un lado y a otro, a tirios y a troyannos, a independentistas catalanes y a españolistas adoradores de la Constitución. Es septiembre de 2017 y las urnas y las papeletas andan escondidas no se sabe dónde. "Orwell —que es algo más que una plaza que anda por el Raval— dejó escrito que los catalanes eran profundamente antifascistas en la misma medida que simpatizantes de lo totalitario: no cabe disidencia en la tribu, la paranoia del enemigo interior y exterior. Espero que todo reviente de una vez, pero que no haya ni un solo muerto. Pero me temo que unos y otros esperan que los haya para conseguir argumentos en esta tabla de ajedrez". Así piensa Carvalho, y es que unos y otros se preocupan de lo contingente y olvidan lo necesario (alcalde, todos somos contingentes, pero tú eres necesario), y se necesita más sentido del humor, menos trascendencia, menos banderas y que El Escritor nos explique "qué está pasando, qué va a pasar a continuación".
"El Escritor. Ojalá estuviera aquí ahora. Ojalá me dijera qué hacer con mi vida. Ojalá hiciera con mi vida una novela que yo pudiera entender y que, al cabo de trescientas páginas, se resolviera con algo de verosimilitud, entrando al poco en el olvido, sin cicatrices".
Esta es una gran novela de las grandes novelas de Carlos Zanón. Solo él podía conseguirlo y lo ha conseguido. Un Carvalho digno sucesor del original, Vázquez Montalbán se sentiría orgulloso del devenir de su personaje; una novela de detectives que nadie debería comprar para entretenerse en un aeropuerto. Para entretenerse con ella hay que esforzarse, leer varias veces las mismas frases, sacarles todo el jugo, porque tienen mucho y no sale de repente. No, no es una novela para leer de corrido y pasar a otra cosa. Paco Camarasa nombra a Zanón como uno de sus nueve novísimos y yo, que conozco ya a ocho de los nueve y al que más he leído es a Carlos Zanón, creo que es el primero de los nueve.
Título del libro: Carvalho: problemas de identidad
Esta novela supone un homenaje, varios homenajes mejor dicho: al personaje de Carvallo que encontramos mayor y más desengañado que nunca; a Manuel Vázquez Montalbán, al que no se llega a nombrar, pero que se muestra siempre presente de muchas formas y sobre todo como un personaje recordado y añorado: El Escritor; a la librería Negra y Criminal y a su alma, Paco Camarasa; a la novela negra, a la más negra, a la clásica que representan Sam Spade y Philip Marlowe y Bogart. Y, finalmente, es un homenaje a las mujeres.
Carvalho está mayor, está solo. Charo ha desparecido de su vida "¿Qué si la traté mal? Hice lo que pude. Lo que supe. A veces, tratar mal es la última manera digna de conseguir que alguien se aleje de ti y no se hunda contigo". Biscuter se le pierde por los entresijos del Master Chef y eso es más de lo que Carvalho puede soportar sin perder la calma. Además, hace años que perdió un amigo en el aeropuerto de Bangkok (todos perdimos algo en el aeropuerto de Bangkok hace unos años).
Últimamente cocina y tira seguidamente a la basura todo lo cocinado porque ya no puede comer sin que su estómago se queje y para eso, prefiere que se queje de un buen escocés como le enseñó El Escritor. Carvalho está enfermo o muestra síntomas de estarlo. "Igual son piedras, igual es úlcera, igual es extirpable, igual es miedo, igual es quimio, igual radio, igual es nada", se dice a sí mismo, porque es un Carvalho que habla en primera persona, más cínico, pero también más quejica, con un punto de autocompasión que nos lo hace parecer más derrotado, más mayor. Las derrotas vienen a menudo de uno mismo y de la propia capacidad de auto compadecerse.
Carvalho recuerda a su amigo Escritor hace muchos años, cuando "había alquilado el piso debajo del nuestro hacía un mes y Biscúter y yo no llevábamos ni un año en aquella ganga de renta baja. Creo que ya había escrito libros. [...] Él se mostró muy interesado con que yo fuera investigador privado, detective, y le agradecí que no sacara a las primeras ni la gabardina ni el sombrero de Bogart ni lo de Marlowe y Spade. Le confesé que ni yo sabía si iba a seguir mucho tiempo con aquello". El caso es que El Escritor decidió tomarlos a él y a Biscuter como personajes e inspiración para sus novelas de detectives. Ahora hace ya mucho tiempo que el Escritor murió y Carvalho no es protagonista de ningún libro, nadie lo escribe y aunque trata de parecerse al mismo personaje que el escritor narraba, cada vez le cuesta más y tiene que vivir con más realidad y menos literatura.
Sin su Escritor se siente solo, pero no como personaje sin autor, sino como amigo que ha perdido a un compañero de cenas y borracheras.
Carvalho ya no sabe cuanto se parece al personaje y puede que se parezca más de lo que piensa. Como dice el propio Carlos Zanón, Carvalho no sabe si actúa como él siente o si es así por cómo le han escrito”, un guiño continuo que hace al personaje mirarse en el espejo de otro personaje.
Y Carvalho, fiel al personaje, sigue quemando libros, aunque también podría ser que el personaje los queme para ser fiel al Carvalho real, un Carvalho real, este personaje de Zanón, que enciende con libros su chimenea de Vallvidrera, la misma que encendía el personaje de El Escritor, la misma que arde ahora en las noches de verano, con las ventanas abiertas de par en par para no asfixiarse en el calor de Barcelona. Por quemar, quema hasta un libro de El Escritor que él mismo protagoniza y que nunca le gustó, "Asesinato en el Comité Central". Nunca ha tenido techos de cristal a la hora de quemar libros. Eso sí, antes de quemarlos los ha leído. Se puede pasar página y hasta quemar la página, pero nunca antes de leerla.
En esta novela Carvalho se encontrará frente a varios casos, algunos por simple mención (los narcopisos y los pisos patera); en otros, se ve implicado de forma tangencial (el bullying, la violencia policial contra los inmigrantes) y en otros, se verá metido de lleno. Tres casos serán los más importantes, los que el investigador tendrá que resolver, y en los tres hay mujeres que son víctimas de una u otra manera de la locura, la avaricia o el despotismo de los hombres.
La Niñata está muerta y enterrada en la montaña de Montjuïc, nos lo ha contado ella misma en un capítulo tan estremecedor como brillante. nadie más lo sabe. También nos ha contado quién la mató. "Si pudiera moverme, cambiaría de posición porque tengo los brazos hacia atrás y es raro, claro que es raro, todo lo es incluso para una muerta como yo, pero los muertos también pensamos y hablamos por lo bajini". Las grúas han encontrado otros cadáveres de prostitutas asesinadas y enterradas en la misma montaña, pero aún no han encontrado a La Niñata. La madre le encargará su búsqueda al señorpepecarvalho. En persecución de quien seguramente sabe dónde está y lo que le ha pasado, se meterá "en algo parecido a una sinagoga, dado que hay gente sentada en sillas en círculo, está todo a media luz, pero veo que hay libros y reconozco al librero Camarasa". También verá a Montse, "la otra dueña de la librería". Lo que Carvalho no sabe, se lo dirá el librero, es que la librería Negra y criminal cerró hace dos años.
Amèlia cena con Max. "Examantes adúlteros, camaradas ahora y, a ratos, cuerpos en la misma cama". Cenan y Max pretende que pasen la noche juntos, pero Amèlia anda pendiente de un mensaje del móvil que no termina de llegar y decidirá ir a dormir a su casa donde se encontrará con un extraño robo y dos asesinatos. A Carvalho le encargarán investigar el asunto desde diferentes frentes además del encargo de su propia curiosidad.
La Novia Zombie vive en Madrid. Carvalho está enamorado de ella aunque no le causa más que problemas. Va y viene a Madrid en busca de su Novia Zombie, recibe las palizas y las amenazas de los sicarios del marido, termina por descubrir que no ha llegado a entender a su Novia Zombie, que no todo lo que le contaba era cierto, que no todo era mentira.
Tres mujeres en manos de los hombres, explotada, protegida, dominada. "Mujeres que se pierden, brutos que las buscan para retenerlas, matarlas, convertirlas en hijas, madres, muebles, amantes, cadenas y fantasías de destrucción.
Mujeres que han de escapar.
Mujeres que vuelven, que se van, mujeres a las que no sabes convencer de que se queden a tu lado, Carvalho.
Mujeres que con su silencio te señalan y te dicen algo que no sabes descifrar.
Niñata, Amèlia, Novia Zombie.
El Gueño, Max, Carbonell.
Y Carvalho.
Carvalho también, claro que sí, Carvalho también en el grupo de las bestias".
Carlos Zanón |
"El Escritor. Ojalá estuviera aquí ahora. Ojalá me dijera qué hacer con mi vida. Ojalá hiciera con mi vida una novela que yo pudiera entender y que, al cabo de trescientas páginas, se resolviera con algo de verosimilitud, entrando al poco en el olvido, sin cicatrices".
Esta es una gran novela de las grandes novelas de Carlos Zanón. Solo él podía conseguirlo y lo ha conseguido. Un Carvalho digno sucesor del original, Vázquez Montalbán se sentiría orgulloso del devenir de su personaje; una novela de detectives que nadie debería comprar para entretenerse en un aeropuerto. Para entretenerse con ella hay que esforzarse, leer varias veces las mismas frases, sacarles todo el jugo, porque tienen mucho y no sale de repente. No, no es una novela para leer de corrido y pasar a otra cosa. Paco Camarasa nombra a Zanón como uno de sus nueve novísimos y yo, que conozco ya a ocho de los nueve y al que más he leído es a Carlos Zanón, creo que es el primero de los nueve.
Título del libro: Carvalho: problemas de identidad
Autor: Carlos Zanón
Editorial: Planeta
Año de publicación: 2019
Año de publicación original: 2019
Nº de páginas: 352
Zanon es un escritor que me encanta. Sus novelas negras son de las m ejores que he leído últimamente. Yo también lo colocaría en el puesto 1º dentro de esos Nueve Novísimos a los que alude Paco Camarasa. Haber aceptado ser el autor del Carvalho post- Vázquez Montalbán me pareció cuando supe de la propuesta algo muy arriesgado, pero veo tras leer tu reseña que parece que como se dice en TV podríamos gritar eso de "¡Prueba superada!". Leeré esta novela, tengo que leerla. Zanón y desde algo más lejos el Vázquez-Montalbán me lo demandan (ja, ja...)
ResponderEliminarTu reseña, fantástica como siempre, Rosa. Qué gusto leerte.
Un beso
El Carvalho de Zanón es diferente al de Vázquez Montalbán, pero hay que pensar que han pasado por él y por el país muchas cosas y que lógicamente, hasta el de hoy día de Montalbán sería distinto.
EliminarPara mí, ha superado la prueba con honores.
Es un gran escritor que domina de maravilla la calle y los personajes. Sus novelas no son muy fáciles (tampoco especialmente difíciles), pero son muy buenas.
De los nueve novísimos me queda Toni Hill por lo que no quiero pronunciarme sin, aunque estoy casi segura de que, tras leerlo, Carlos Zanón seguirá imbatido en el primer puesto.
Un beso
Una original y, a mi juicio, arriesgada apuesta, "apropiándose" de un personaje ajeno, procurando hacerle pensar y comportarse como el "original". Para mí es realmente chocante que se pueda escribir una novela cuyo protagonista fue creado por otro escritor, aunque este haya fallecido. Lo mismo pensé de la secuela "post mortem" de la saga Milennium, de Stig Larsson, co sus dos últimas entregas escritas por David Lagercrantz, en las que sigue apareciendo la protagonista femenina de toda la saga: Lisbeth Salander.
ResponderEliminarDe todos modos, y al margen de esta particularidad, tiene mucho mérito continuar con las andanzas de un detective privado tan famoso como el que creó Vázquez Montalban y, sobre todo, procurando ser fiel al perfil de este personaje (su forma de pensar, sus opiniones, su forma de vida y costumbres, etc.), aunque en esta novela se presente a un Pepe Carvalho envejecido y pudiera pensarse que ha experimentado algunos cambios con la edad.
Sin duda es esta una obra, como decía al principio, muy original y, tal como nos la presentas, de gran calidad. No he leido nada de Carlos Zanón, excepto lo que has comentado de él en alguna ocasión, pero tu opinión me merece toda la confianza del mundo, jeje. Tendré que ponerlo en la lista de lecturas pendientes.
Un beso.
No quise leer la continuación de Stig Larsson. Las dos últimas de la trilogía ya me llegaron a cansar. Creo que no hubiera seguido aunque las hubiera escrito el mismo.
EliminarEste caso es distinto. Adoro a Carvalho y una continuación puede que me hubiera producido rechazo, pero nunca si la hace Carlos Zanón que ya me ha demostrado que es un autor muy bueno sin una sola obra que se pueda desechar.
Un beso.
Hola.
ResponderEliminarVoy a quedar fatal pero no puedo leer a Carvalho escrito por otro. Ahora mismo estoy releyendo todas las novelas(mi hermana me las he regalado porque yo había leído las de mi madre) y lo estoy disfrutando tanto que no quiero leer lo que escribe xobre él o sobre Charo otro que no sea Manuel Vázquez Montalván.
EL libro tiene muy buena pinta pero creo que solo el auor puede envejecer al personaje, aunque no nos guste como lo hace como me ocurrió con Agatha Christie en Telón.
De todas formas lo has reseñado muy bien y lo pones muy apetecible.
Muy feliz jueves.
Yo jamás se lo habría leído a "otro", pero es que Carlos Zanón es un otro muy especial. Todo lo que le he leído me ha encantado y sabía que era el único capaz de lograrlo. Ya he visto que hay opiniones encontradas, pero, para mí, lo ha logrado plenamente.
EliminarAunque entiendo a la perfección tus reticencias.
Un beso.
Ay me sangran los ojos al ver Montalbán con v, de verdad que deberían replantear los teclados y separar la v y la b, y la i y la o, tengo muchos fallos por dedazos torpes. Feliz día Rosa.
EliminarJa, ja. No te preocupes, no te imaginas las veces que me pasa. Sí, lo de la b y la v juntas es terrible, sobre todo en el móvil.
EliminarLa tengo pendiente de lectura. Veo que la disfrutaste mucho. Del mítico personaje solo leí Los mares del sur, novela que todavía conservo, por lo que no descarto una relectura antes de afrontar esta. Aunque a Carvalho lo seguí más bien a través de la serie de televisión, que me gustó mucho. Besos.
ResponderEliminarHay mucho Carvalho por leer y releer. De momento. No me han gustado las series que ha habido. Me gustan mucho Adolfo Aristarain y Eusebio Poncela, pero e este no lo terminé de ver en el personaje y creo que a Juanjo Puigcorvé aún menos.
EliminarEste Carvalho es un Carvalho más viejo y cínico y vulnerable, pero creo que ha sido una buena evolución del personaje.
Un beso.
Hay personajes que no deberían morir cuando lo hace el autor.Por su carisma por la adicción que crean hacía sus personas.Es irremediable en la mayor parte de los casos que esto ocurra. Pero cuando alguien no se resigna a que esto ocurra como en este caso con nuestro Pepe Carvalho hay autores que se ofrecen voluntarios o son tentados para oficiar como resucitadores y en este caso, un Zanón convencido de lo que hace, con buenas maneras, de oficio, como los abogados con el mismo título, pero con ganas. Dejándonos un libro donde el protagonista va a por todas, casi de manera suicida ¿Pues que tiene que perder después de todo lo combatido durante tantos casos y tantos renglones? Pues"Punto y seguido" esperando disfrutar un buen puñado de años más, del contradictorio detective privado de nuestras entretelas.
ResponderEliminarBesos.
No sé si me gustaría que esto se convirtiera en otra serie. Creo que ha estado bien, Carvlaho ha resucitado y lo hace más viejo y más cascado, pero no creo que dé para más. Ni creo que Carlos Zanón cometa ese error. Es de los pocos autores de novela negra que no se ha metido en ninguna serie y me gustaría que siguiera sin hacerlo.
EliminarMe ha encantado que reviva a Carvalho, pero creo que debe dejarlo estar.
Un beso.
Que vuelva Carvalho, me recuerda a mi padre, le gustaban las novelas de Montalban y las de este detective, y es más en un hotelito que ibamso algún verano, cerca de Andorra, una vez nos encontramos a Montalbán y mi padre le saludo y todo, d emodo que ya ves.
ResponderEliminarMe la apunto para cuando pueda ser y bajarmela, ahora que empieza el buen tiempom y apetece leer al fresco de la tarde, pronto, y además ya hemos acondicionado la terraza para poder comer y cenar ahora que ya va apeteciendo. Eso si mientras la leo inevitablemente me acordaré de mi padre.
Besos.
Mi padre era un enamorado de las novelas negras y policíacas. Yo se las regalaba y le di a conocer a muchos detectives y autores. Carvalho le gustaba, como no.
EliminarYo también me he acordado de mi padre mientras la leía, y ha sido un gusto, leer una buena novela, recordar a un personaje que daba por perdido (salvo relectura que tengo idea de hacer ya hace tiempo) y acordarme de mi padre.
Espero que tú también la disfrutes.
Ahí se goza mucho de una terraza. Aquí con el viento, la mayor parted e los días no se puede.
Un beso.
Mi muy estimada Rosa, yo también lo he leído y me parece un reto muy ambicioso el retomar la saga con esta cuarta entrega de Carvalho, para mantener el listón alto y que los nostálgicos admiradores de Vázquez Montalbán no se le tiren al cuello por esos posibles incoherencias con el personaje primigenio. Algo que no es mi caso.
ResponderEliminarMe parece una novela melancólica y visceral, ayudándose de su habilidad poética, algo que no concuerda con el estilo del creador del protagonista.
Otra de sus peculiaridades es la de ampliar el escenario con el paisaje moral de Barcelona y sus actuales problemas de identidad política respecto al resto de España.
Por supuesto su reseña es de lo más completa y puede rozar los límites de hacer spoiler, ya sabe que hay lectores muy sensibles al respecto. En fin, una simple sugerencia que no tiene que tomar demasiado en serio, porque seguramente se deba a extrañas visiones que me advienen de forma inesperada.
Le expreso mis respetuosos saludos sacros y puros.
Muchas gracias por su visita y su comentario, madame. Si ha leído el libro, como veo, se dará cuenta de que aunque roce la línea del destripe, no llego a cruzarla. Es algo que intento continuamente. En este caso, creo que en ningún momento se desvelan cosas importantes.
EliminarEl reto era grande, pero creo que Carlos Zanón lo ha superado más que airosamente. Es cierto que a veces, la poesía se cuela en su prosa, pero eso le da a Carvalho un aura más tierna como corresponde a un hombre más viejo.
Sus sugerencias son siempre bien recibidas. Siendo usted casi vidente no podría ser de otra manera. Tampoco me arriesgo a que me lance un conjuro.
Saludos respetuosos.
Pues lo siento, pero no he sido capaz de leer la novela entera. LLegué a la mitad y lo dejé.
ResponderEliminarEste Carvalho no tiene nada que ver con el original, ya no es que falten personajes, pues el tiempo pasa para todos, pero ni el cinismo, ni la gula de Carvalho aparecen. Es otro,y es otro enredado en figuras literarias que no aportan nada, absolutamente nada, cuando Carvalho era natural, simple y abierto como un libro. Conocí a Manolo Vazquez hace muchos años en Bcn por cuestiones políticas, ambos éramos aun militantes, y se cuales eran sus opiniones respecto al catalanismo y demás. Pero sobre todo conocí al autor que inventó Carvalho para darle una vuelta de tuerca a la realidad, no para forjar figuras literarias. Y estoy convencido de que no le gustaría la novela. No es Carvalho, no es Biscuter, no es Charo, no cocina, no se rie de nada, ni siquiera come!!....vamos, que no tiene nada que ver, solo coincide el nombre. Lamentable
Está claro que no es el mismo Carvalho. No lo sería ni aunque lo hubiera escrito el propio Vázquez Montalbán. Han pasado catorce años y si fuera el mismo, no resultaría verosímil. Yo creo que haber intentado hacerlo idéntico al original, sería patético. Igual que cuando se adapta una novela al cine y se pretende hacer la película tan igual al libro que termina resultando una película plana. Este Carvalho es el de Carlos Zanón Es Carvalho más viejo, en un mundo muy distinto. Charo no es la misma porque ni siquiera sale. Biscuter no es el mismo porque también se ha adaptado a un mundo nuevo.
EliminarCarvalho cocina, por supuesto que cocina, y tira al cubo de la basura los platos recién hechos porque no los puede comer sin vomitar y sin que le duela el estómago.
Es todo cuestión de gustos, por supuesto, y a mí me ha gustado, y aunque yo no conocí a Vázquez Montalbán, creo que a él también le hubiera gustado. Creo que él hubiera buscado un Carvalho distinto al suyo, o puede que el suyo, pero con catorce años más en un mundo muy diferente.
Respecto a las figuras literarias, así es la prosa de Carlos Zanón, más poética, más compleja, distinta. Si lo has leído ya sabes a lo que me refiero.
Un abrazo.
Quemar la Constitución, vaya iconoclasta!, pero no espera uno menos de Carvalho. Estoy deseando leerla y además me han dicho que hay un guiño a mi ciudad, quizá le inspiró su visita el año pasado, por soñar que no quede. Una resurrección con todas las de la ley, no un zombie de los que pululan por ahí.
ResponderEliminarUn abrazo.
Ja, es cierto. He tenido que buscarlo porque no lo recordaba, pero sí que hay una pequeña mención. Desde luego, si no lo tenía ya escrito de antes, es más que posible que la visita que os hizo se lo sugiriera.
EliminarEl libro está muy bien, creo que te gustará. Bueno, es Carlos Zanón y poco más hay que decir para los que lo hemos degustado (a sus novelas me refiero).
Un beso.
Si la reseña no la he entendido del todo, el libro me va a matar. Supongo que esto me pasa porque no he leído a Vásquez Montalván y ahora se me ha caído una venda porque no tenía idea que un escritor pueda utilizar los personajes de otro escritor para sacar su propia versión o al menos, revivirlo. Asumo que tendrá al menos que haber pagado los derechos para ello ¿cierto?
ResponderEliminarMientras me queda guardado en la mente el detective Pepe Carvalho. Ahora quiero conocerlo.
Por supuesto, al final del libro dice: "Tanto Carvalho como los demás personajes creados originalmente por Manuel Vázquez Montalbán se autorizan bajo licencia y autorización de los Herederos de Manuel Vázquez Montalbán"
EliminarPor desgracia, Vázquez Montalbán murió prematuramente hace ya catorce años. Pepe Carvalho es uno de los primeros detectives protagonistas de una serie policíaca en España y no creo que nadie se enfade si digo que es también uno de los mejores. Revivirlo y envejecerlo y hacer que el tiempo haya pasado por él, me parece una labor difícil, pero creo que se ha conseguido totalmente.
Un beso.
Sí que le echa valor el rescatar a Carvalho después de lo bien que lo creó y desarrolló el Escritor. Pero parece que lo hace bien.
ResponderEliminarA mí lo que no me termina de convencer son esa variedad de casos donde toca temas muy actuales pero, a mi modo de ver, oportunistas. Además, ese quemar la Constitución me resulta demasiado "gráfico", muy a tiro de lo que está pasando pero en cierta manera algo pueril, como lo de quemar retratos y banderas.
Reconozco que sin conocer al autor mi juicio es demasiado simple, quizás debería leer la novela para saber si cambio de opinión o sigo en mis trece.
En cualquier caso estupenda reseña.
Un beso.
Lo de quemar retratos y banderas no debe de ser muy pueril, puesto que te puede llevar a la cárcel. Y debería serlo. Los símbolos nunca deben estar por encima de las personas y creo que hay que empezar a no dar a los símbolos más importancia de la que tienen, que es simbólica. No digo yo que haya que quemarlos. Yo tampoco soy dada a esos gestos, pero creo que debería poder hacerse sin más problemas, eso indicaría una salud política de la que este país carece.
EliminarRespecto a la Constitución, es algo más que un símbolo, pero creo que debe avanzar con los tiempos. Parece que tocarla fuera un sacrilegio y en ese sentido creo que es bueno desacralizarla y quemarla metafóricamente hablando.
Los estadounidenses para los que su Constitución es bastante sagrada, la tienen llena de enmiendas. No tienen problemas en sacarla de vez en cuando cambiarla. No entiendo por qué aquí cuesta tanto.
Hay muy pocas cosas, creo que ninguna, a las que yo adore y muy pocas que tenga muy claras. Todo se puede ver desde muchos ángulos y yo suelo estar muy atenta a los matices porque, por suerte o por desgracia (yo creo que por suerte porque eso me ha hecho más tolerante y me ha hecho avanzar y madurar), sé lo que pasa cuando dejan de lado.
Si te animas con el libro, ya nos contarás.
Un beso.
Me parece muy interesante este antagonismo literario que suscita tu propuesta, que va desde el entusiasmo por la lectura a los que simplemente no les gusta. Sana discrepancia sin duda, cada cual tiene sus razones para posicionarse en un lado o en el otro.
ResponderEliminarNo he leído a Zanón, de Montalbán solo unos ensayos/relatos, es difícil definirlos, que editó El País hace años, unos libritos muy breves, de color rojo.
Eso sí, me consta que Zanón, antes de embarcarse en esta novela, ya era un gran lector de Montalbán, creo que eso se sobreentiende, y por tanto es un profundo conocedor del célebre Carvalho, Zanón sabe muy bien que terreno pisa, hasta donde puede llegar su recorrido con el personaje.
Solo a Zanón le compete ponerse los límites que el considere, la literatura es la expresión creativa de una persona, y ahí nadie ha de poner barreras, excepto los que asuma el propio autor. Luego, el lector decidirá.
Besos, Rosa.
La discrepancia es buena, siempre que se haga desde el respeto y el saber ponerse en la piel ajena.
EliminarYa sabes que yo me decanto definitivamente por la novela, por lo que de Montalbán solo he leído ese género. Varias de Carvalho y alguna con otras temáticas (maravillosa "Galíndez" sobre el asesinato de Jesús Galíndez que era el representante del Gobierno vasco en el exilio en Estados Unidos). Un gran novelista y un gran gastrónomo.
Carlos Zanón conoce muy bien al personaje que resucita y lo hace como homenaje al autor y al personaje. No por encargo de una editorial. No lo hace tampoco con fines comerciales. Sigue fiel a su estilo y su prosa no es para vender cientos de miles de ejemplares. Me imagino que le gustaría como a todos, pero no a costa de vender su alma a las masas. Sus libros son complejos y muy buenos.
Un beso.
Hola, Rosa! Bueno, la verdad es que me has despejado muchas dudas respecto a esta novela. Reconozco que, a pesar de la calidad y el profundo respeto de Zanón por el género negro, pensaba que quizá sería más una operación comercial que otra cosa.
ResponderEliminarMe alegra que no sea así y sin duda la leeré gracias a tu valoración. Es verdad que suena raro cuando un personaje es escrito por otro autor, es como cuando en el cine un actor interpreta a un personaje que llegó a la fama con otro (pienso en James Bond, por ejemplo). Recuerdo que hace unos meses leí La rubia de ojos negros, en la que Benjamin Black recuperaba a Marlowe. Aunque no me desagradó tenía esa cosa de que era y no era el Marlowe de Chandler.
Guardada queda. Un fuerte abrazo, Rosa!
No he leído "La rubia de ojos negros" y te agradezco el recordatorio.
EliminarNo, no ha sido por afán comercial por lo que Carlos Zanón resucita a Carvalho. Nada es comercial en este autor. Su literatura tiene muchos seguidores, tiene premios y es de gran calidad, pero no está hecha para grandes masas y grandes ganancias. Como leí estos días en una página Web, "Zanón no es Zafón". Por cierto, tardé mucho en leer a este autor porque lo confundía con Carlos Ruiz Zafón al que después de un par de libros decidí no leer más. Menos mal que salí de mi error. De Zanón llevo cuatro ovelas y todas y cada una me han encantado y eso que son todas muy distintas.
Entiendo que haya gente a la que no le guste, que vaya buscando al Carvalho de Montalbán en una copia exacta, pero es que no se debería esperar encontrarlo. Aquí está el Carvalho de Zanón, muy bien evolucionado a partir del de Montalbán, pero es el de Zanón y es muy bueno.
Un beso.
Normalmente me crea rechazo cuando un escritor continúa la historia de otro, o utiliza a un personaje que no ha salido de su imaginación. Pero has dicho que Zanón lo hace realmente bien, y lo que has ido explicando de este libro me ha llamado mucho la atención.
ResponderEliminarNo descarto la lectura, últimamente leo bastantes novelas de este género.
Un besito guapa!!
A mí no me molesta, siempre que se haga bien y se paguen los derechos correspondientes, claro. Solo me molesta en el caso de que se haga con fines plenamente comerciales como pasó con la trilogía de Stieg Larsson, que está claro que se encargó la continuación a otro autor para aprovechar el inmenso tirón mediático y comercial. Y aun así, si se hace bien, no tengo ningún inconveniente. Bueno, y si se hace mal tampoco, lo más que diré es que no me gusta. De hecho, la trilogía de Larsson ya me cansó y, por supuesto no seguí con los nuevos.
EliminarEspero que te guste.
Un beso.
Algún día debería de leer algo de Carlos Zanón porque, aunque ya sabes que no me tira mucho la novela negra, siempre que te leo alguna reseña de alguno de sus libros hay algo que me deja pillada. Estoy ahora dándole vueltas a esa constitución con la que a todos les gusta tanto llenarse la boca y a la cita que nos dejas en el mismo párrafo en la que la mencionas.
ResponderEliminarA priori y sin saber más te diría que lo de rescatar a Carvalho me parece más una táctica comercial que otra cosa, pero compruebo que lo que mueve a Zanón a escribir este libro es la admiración y parece además que el homenaje es más que digno.
Me parece muy interesante además la relación entre El Escritor, que es Vázquez Montalbán y el personaje creado que en la novela de Zanón es real y sin embargo él crea a su vez otro personaje. Muy metaliterario todo, vamos (y a mí me encanta lo metaliterario).
Seguro que no te sorprende saber que ni he leído a Vázquez Montalbán ni conozco a Carvalho más allá de su nombre, así que no sé si con estos precedentes le sacaría todo el partido a esta novela. Aun así, me reitero: debería de leer algo de Carlos Zanón.
Besos
Es todo muy metaliterario. Carvalho cuenta aquí cómo conoció a El Escritor y cómo este decidió hacerle personaje de sus novelas. El propio Vazquez Montalbán en su columna de Interviú se metía en la piel de un escritor que tenía por vecino a un detective con un ayudante con los que comía y charlaba de todo lo humano y lo divino. La novela de Zanón es un guiño continuo al Carvalho real (el suyo) que se mezcla con el ficticio (el de Montalbán). Es un juego muy bien hecho.
EliminarYo de Carvalho solo he leído cuatro o cinco novelas. Ando pendiente de leerlas todas por orden, como a mí me gusta, pero ya sabes lo que pasa con el tiempo.
Creo que Zanón te gustaría y hasta te haría cambiar un poco tu idea sobre la novela negra, que te aseguro que puede ser buena, muy buena. De hecho, lo es muchísimas veces. Carlos Zanón además es poeta y eso hace que tenga una prosa muy bella. Anímate.
Un beso.
No he leído nada de Zanón y tampoco nada del original Carvalho de Vázquez Montalbán, así que no estoy en disposición de sacarle todo el jugo a tu estupenda reseña, tal y como tú decías de algunas (o muchas) frases de la novela. Creo que es algo que debo solucionar pronto, pero no sé si me alcanzará la vida para tanto como tengo que "solucionar" en temas de lecturas :))
ResponderEliminarCreo que debe ser difícil, y muy meritorio si se consigue, lo de darle vida a un personaje inventado por otro autor. Creo que en eso Zanón ha tenido mucha valentía y, según cuentas, mucho acierto. La verdad es que me pica bastante la curiosidad.
Un placer disfrutar de tu particular forma de hacer las reseñas, Rosa.
Un beso de finde.
Yo he leído solo unos cinco o seis de Carvalho, que pueden parecer muchos, pero es que son veinticuatro. Ya ves que me queda mucho Carvalho por leer. Es un detective que va contando la situación de España desde principios de los setenta hasta principio del nuevo siglo. En 2004 se publicaron los últimos, pero el autor había muerto en 2003.
EliminarEs un personaje muy curioso rodeado de otros personajes tan curiosos como él.
Carlos Zanón lo ha revivido para hacer un homenaje a Vázquez Montalbán y al propio personaje.
No te preocupes lo de solucionar problemas de lectura es un problema sin solución.
Un beso.
Yo la conseguí de saldo por 1 euro, pero la dejé sin leer, por aburrida .
ResponderEliminarIronicamente acabó en mi cocina bilbaina, para encender el fuego de una buena comida .
Se agradece la recomendación y el intento , pero nada que ver con asesinato en el comité central o la soledad del manager.
Como digo más arriba, solo he leído cinco o seis novelas de Carvalho por lo que tampoco soy experta, pero Carlos Zanón creo que ha hecho una muy buena versión de este Carvalho más viejo y con otra forma de encarar la vida, como es propio de la edad. La novela no me pareció aburrida en absoluto. Es cierto que no es de las de leer en la playa. Exige cierto esfuerzo, pero yo la he disfrutado mucho.
EliminarMe parece magnífico el homenaje que le haces a Carvalho quemando cualquier libro, incluso este. Yo he pensado a veces hacerlo también para encender la chimenea, pero aún no he tenido valor.
TODO LO QUE SÉ SOBRE PEPE CARVALHO
ResponderEliminarhttps://loquesobraenelespacio.blogspot.com/